Pero las manifestaciones no desaparecen. Las habrá en Madrid y en Guadalajara, las dos ciudades más cercanas para participar de ellas. Quien prefiera las cabeceras del socialdemócrata UGT, o la del comunista CCOO (muy diluidos en sus ideas en cabeza de muchos de sus afiliados), o quien prefiera al católico USO, o al de funcionarios CSI-F o bien el de CSIT, o cualquier otro, puede consultar en sus páginas las horas y los recorridos. Igualmente los que prefieran a cualquiera de los sindicatos anarcosindicalistas, CNT, CGT o Solidaridad Obrera (SO), que este año, el pasado y reciente 12 de abril, alcanzaron al fin un pacto de acuerdo para unir conjuntos las fuerzas y esfuerzos reivindicadores tras muchos años de desencuentros con acercamientos breves y ocasionales (El Salto), cada uno con sus siglas y espacios, pero juntos.
Ignacio Muro Benayas analiza hoy en el periódico El Diario la situación actual de los trabajadores. Traza una evolución del trabajo actual desde los últimos veinte años en el que la clase trabajadora en España ha ido perdiendo poder adquisitivo y hasta derechos laborales a efectos prácticos, no tanto en la teoría legal, mientras el empresario ha ganado más beneficios y se permite el lujo de organizar sus empresas como si fueran reyes (teoría que lanza él tal cual, nominando la existencia de empresas monarquía y empresas República). Teoriza también en la paulatina transformación del trabajador como trabajador metafóricamente esclavo, en lugar de trabajador metafóricamente ciudadano, o sea con capacidad de movimiento y derechos prácticos en su ambiente laboral. Parte de los datos que año tras año se han venido dando donde todo va indicando que la clase media española va desapareciendo, pero ahonda en ese concepto, recordando primero que los trabajadores no son clase media, aunque se les haya hecho creer que lo son. Recordando además que desde la élites de poder económico y político se ha ido desprestigiando el concepto de clases sociales en beneficio de ellos mismos, pues los grandes empresarios y los políticos solían ejercer en ese concepto de clases sociales el de explotador de las clases trabajadoras, pues el trabajo generador de las plusvalías de los beneficios viene del trabajador, que cada vez se lleva menos parte del beneficio, mientras que esas plusvalías de los beneficios cada vez se acumulan más en su mayor parte en el empresario. No hay un reparto justo de esos beneficios, de ahí que la gente pierda poder adquisitivo, mientras los patronos se niegan a las subidas salariales. Cuantas más necesidades tengan los trabajadores, más susceptibles son de aceptar una pérdida de derechos en la práctica, esto es: aceptar todo tipo de condiciones de trabajo, contratos y sueldos con tal de tener algo con lo que ir pagando sus facturas. En este sentido, el desprestigio de la idea de clases sociales desde los medios de comunicación más afines a los grandes empresarios, así como desde la política, ha terminado siendo aceptado por una gran parte de la gente común trabajadora, optando por identificarse en otro tipo de colectivos sociales que aparentemente les iguala a sus propios jefes y jefas, cuando la realidad económica y social es otra. Olvidan a sí su condición de explotados, y se desprestigia igualmente, pues se caricaturiza, la idea de que el capitalismo (ahora llamado liberalismo para disimular mejor) se basa en la acumulación de capital porque por necesidad se basa en la existencia de explotadores y explotados. El trabajador se ha transformado no en un ser humano, sino en una herramienta más de la que usar o prescindir. La lucha obrera precisamente combatía esto y fue la que ha ido ganando derechos desde el siglo XIX a la actualidad, pero ahora mismo, en pleno 1º de mayo, esto se transforma en una fiesta simple y mera, sin lucha, donde la gente lo que percibe es que es un día festivo en el que, por ejemplo, irse a Alcalá de Henares a ver soldados romanos desfilando y personas haciendo que compran esclavos.
El año pasado los sindicatos minoritarios, contrarios a muchos de los puntos de la reforma laboral por considerarlos lesivos a los trabajadores más precarios, y por quedarse insuficiente en muchos aspectos, convocaron sus manifestaciones del 1º de mayo contra la reforma laboral. Mientras que los sindicatos mayoritarios, que apoyaron y negociaron esa reforma, simplemente pidieron mejoras salariales en los convenios.
Siempre me ha parecido importante apoyar las reivindicaciones. Este año, desde todo lo que me ha ocurrido incluso esta misma semana, creo que más que otros años debo ir a una de estas convocatorias. Creo que iré a la de la CNT-AIT de Madrid, convocada el 1 de Mayo a las 12:00 horas desde el Puente de Vallecas y andará hasta el Metro Buenos Aires, recorrido que ha elegido la CNT para no concurrir junto a las cabeceras de UGT y de CCOO, pues no coinciden en nada en cuanto a cómo ven la reforma laboral. Algunos análisis sobre la reforma laboral puedo compartirlos, otros puedo diferir, pero lo cierto es que desde los que nunca dejamos de ser precarios es cierto que hay mucho que quedó por hacer y que de lo que se ha hecho hay partes que nos han sido perjudiciales.
Quien opte por las manifestaciones de UGT y CCOO sus reivindicaciones girarán en torno a la mejora de las subidas salariales por convenio y el endurecimiento de las indemnizaciones por despido, cosa que cuando negociaron la reforma dejaron fuera, y que los minoritarios ya se lo recriminaron entonces a estos... incluso el partido político de Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el de Bildu.
Por otro lado, en pleno ciclo electoral que va a empezar este mayo con las elecciones municipales y autonómicas, he estado leyendo en prensa, redes sociales y páginas de los partidos, así como oyendo por radio entrevistas, a todos los partidos políticos que se presentan en Alcalá de Henares. Incluso asistí en persona al acto de presentación de Más Madrid-Los Verdes-Equo, donde había mucha gente del antiguo Somos Alcalá. Quería saber de su propia boca sus ideas y propuestas. Pero he atendido a todos. Comencé con Izquierda Unida, porque además tengo amistad con David Cobo, su concejal y representante. Seguí con PSOE, a través de sus publicaciones y de la entrevista al alcalde Javier Rodríguez en Onda Cero Alcalá. Leí en prensa durante estas semanas lo que han tenido que decir hasta ahora Ciudadanos y Partido Popular. También he atendido al discurso de Vox a través del semanario Puerta de Madrid. Y acudí a esa presentación de Más Madrid-Los Verdes-Equo. Sólo me queda escuchar a Podemos, partido que en Alcalá hasta ahora sólo he leído sobre su particular pelea con David Cobo e Izquierda Unida, así como que su representante quedo libre por desestimación del ayuntamiento de una denuncia que hubo contra ella por acoso laboral a una empleada en el consistorio. Supongo que en breve podré leer o escuchar lo que tengan que decir sobre propuestas para Alcalá. De todo esto ya hablaré cuando toque, hoy, en cuanto a lo laboral del 1º de mayo, de todos estos grupos a los que he escuchado, los que llevan en su discurso el conocimiento de la necesidad de recuperar tejido empresarial en la ciudad de una manera seria son dos, principalmente Izquierda Unida y secundariamente Más Madrid-Los Verdes-Equo, ya que estos se centran más en los aspectos ecologistas a recuperar. El resto no es que no hayan hablado de empleo, si no que no creo que sus ideas sean las más convenientes para Alcalá ni para sus gentes. La apuesta total al turismo es un error en una ciudad de doscientos mil habitantes. La ciudad no puede ser una ciudad dormitorio donde además lo que se genere sea para un sector que no alcanza ni a un cuarto del empleo de todos sus habitantes, y que además genera empleos a tiempo parcial y estacionales que no deja de ser una precarización eterna de quien no tiene más remedio, porque ni el mercado cervantino dura todo el año, ni el veranos es eterno, ni es Navidad todos los días, ni el camarero de refuerzo para fines de semana trabaja toda la semana. se perdió numeroso suelo industrial en los mandatos de PP y de PSOE en favor de construir más viviendas, eso ha sido un error fatal y sigue siéndolo pues se sigue haciendo.
Saludos y que la cerveza os acompañe.