Como dije, esta vez la entrega de este serial es cortito, sólo dos entregas. Aquí tenéis la segunda entrega.
2008: 29 años.
Son 28 libros, de los cuales 9 son novelas gráficas.
En este año seguí ejerciendo de camarero y de pinchadiscos en algunos bares de Alcalá de Henares. También transporté obras de Arte y las instalé y desinstalé de exposiciones temporales y de las propias casas de los artistas por toda España. Pero en general el desempleo estaba ahí y estos trabajos eran ocasionales, hasta que en los últimos meses del año me contrató el ayuntamiento de Alcalá de Henares por duración determinada no renovable como Técnico en educación y vigilancia medioambiental, trabajo con el que me adentré en 2009 y que fue el que cerró mi década como veinteañero ese año. Entre tanto, seguía escribiendo y haciendo recitales. Estos son los libros que leí:
La instrucción pública en Alcalá de Henares. El periodo entre Repúblicas, 1873-1939 (2005, Urbano Brihuega): Este libro es el que estaba leyendo a caballo entre el final de 2007 y el comienzo de 2008, y hablé de él en ese concepto en la
Noticia 387ª. Me lo regaló mi buen amigo Julián
Vadillo. Es un libro escrito por uno de los concejales socialdemócratas
(PSOE) que tuvo Alcalá de Henares entre 1987 y 1995, Urbano Brihuega, concejal de Educación y Deportes, luego maestro
de Primaria de Geografía e Historia en el Instituto de Educación
Secundaria Obligatoria Mateo Alemán. Él ya había sido profesor durante los años 1980, hasta 1987, en el colegio público de
Educación General Básica (EGB) Puerta de Madrid (hoy inexistente y
fusionado en parte al IES Mateo Alemán, pero fue, justo en aquella
época, donde yo cursé mi EGB). Yo le regalé a Julián un ejemplar de
Ensayo sobre la lucidez, de Saramago el año anterior, y él me consiguió y
dio este libro con una dedicatoria suya para mí donde me emplazaba a un
objetivo: sacar adelante un pequeño estudio sobre uno de los aspectos de
la represión franquista en Alcalá de Henares de los años 1940, la de la depuración de los maestros, que saqué adelante con muchos problemas para su aceptación pero que al fin llegué a publicitar en un congreso de conferencias de Historia en Guadalajara, en una asociación cultural (El Adefesio) y en uno de los Encuentros de Historiadores del Valle del Henares. No obstante, yo ya había colaborado en investigaciones de Julián varias veces y seguía. La lectura de este libro
me ayudó en la fase documental de mi investigación en archivos. Debía, sentía que debía, intentar lograr esa recuperación de la Historia alcalaína y hacer
justicia a aquellos que sufrieron el totalitarismo de una dictadura, tal como escribí en aquella entrada de 2008, y seguía diciendo:
"Y
es que en Historia ocurre como el que se dedica a escribir literatura,
lo cual también hago (...
)
, no da dinero ni de comer, aunque
alguna cerveza me diese algún poema. Se hace porque deseas, porque
sabes que debes, hacerlo". El libro es uno de los imprescindibles en una biblioteca de Historia de Alcalá de Henares. En él está la clave de varias de las cuestiones del paso de la ciudad del siglo XIX al XX. Brihuega hizo un trabajo muy documentado que le valió reconocimiento. A mí me fue muy útil.
Nacarino (Historias de la guerra, de las cárceles, de Alcalá... (2007, Urbano Brihuega): Precisamente en una investigación para Vadillo en 2006-2007 sobre la explosión del polvorín de Alcalá en 1947, estuve a punto de conocer al histórico militante del Partido Comunista de España en Alcalá de Henares Nacarino, acusado como uno de los culpables de la explosión, siendo inocente, como el resto de acusados. Julián ya lo conocía y le había entrevistado para su investigación. Yo le pedí conocerle, también deseaba conocer algunas cosas de su versión y voz. Tuvimos que postergar el encuentro un par de veces por motivos de salud de Nacarino, y cuando parecía que ya podría ser, murió. Urbano Brihuega también había entrevistado a Nacarino, del que era amigo, lo había grabado y tomado nota. De todo ello escribió su biografía a modo de falsas memorias, escribo "falsas memorias", pues no fue Nacarino quien las escribió, pero sí son memorias en cuanto a que son las transcripciones y organización en orden que le dio Urbano. Ofreció una conferencia a la que asistí y resultó de ella que el propio Urbano había pagado la edición del libro, el cual regaló para honrar a Nacarino y su memoria, se agotó la edición completa aquel día. Yo tengo mi ejemplar firmado por Urbano y por Garrido, exmilitante de Izquierda Unida y actual militante del PSOE que ocupó cargos en tiempos del gobierno de Zapatero en España, ya que Garrido vino en persona a la ciudad para hablar de Nacarino. El libro tiene algunos pasajes repetitivos y saltos espacio temporales hacia delante y hacia atrás, propio de lo que es el recuerdo y la memoria, pero más o menos sigue un orden lineal en el tiempo. Aporta numerosos detalles de tiempos de la guerra y de la postguerra en Alcalá, de la represión iniciada en 1939, de su proceso acusado de un crimen que no cometió, de las cárceles políticas por las que pasó, y algunos detalles de la vida de los perdedores de la guerra en esta ciudad el resto de la dictadura, pero hay que tener en cuenta el subjetivismo de toda memoria personal. Da datos valiosos que se han comprobado ciertos, pero también datos que hay que contrastar y matizar.
Mitos y leyendas de los indios americanos (1998, R. R. Ayala): Me lo prestó un amigo que tenía antepasados indios norteamericanos. Y de eso va este libro, de los mitos y las leyendas de las creencias religiosas de los indios norteamericanos, tocando de rebote la protohistoria de los pueblos sioux, comanches, apaches y otras agrupaciones. Por otro lado, yo ya había estudiado la Historia india durante la carrera universitaria. Soy un apasionado de las historias del Western, también es cierto, y este libro venía a unirse a todo eso. Era un libro más bien destinado a lectores con curiosidad sobre los indios y el misticismo, pero de base servía para una aproximación a ellos, en mi caso para un reforzamiento.
Poesías, soledad y meditación en las ruinas (2008, Emilio Valladares): Valladares es uno de los personajes reconocibles de las calles y locales del centro de Alcalá. Un poeta y dibujante que va vendiendo su obra a los transeúntes de la calle y a los clientes de los bares. Yo le conocí atendiendo la barra de La Vaca Flaca, a donde solía ir con frecuencia en busca de posibles compradores y de un poco de descanso y conversación antes de seguir su camino. Esta obrita de pocas páginas tenía su toque näif. No es que destacase de entre mis lecturas, pero me servía para tratar de entenderle mejor en su perspectiva de su creación.
Inteligencia emocional (1996, Daniel Goleman): Yo nunca dejé de leer textos y ensayos de psicología, de reflexión y de filosofía, pero en esta ocasión volvía a leer un libro completo de este talante, no un breve ensayo, artículo u otro tipo de texto. El libro me lo recomendó y prestó Esther Claudio. Rápidamente se había transformado en un imprescindible de la psicología del final del siglo XX y el comienzo del siglo XXI. Aún hoy es muy leído y figura entre la bibliografía de numerosas formaciones académicas más allá de la Psicología, más allá de la Sociología y más allá de la Filosofía o de las Humanidades, así por ejemplo no es raro encontrarlo en la formación de las personas que optan por Ciencias Económicas, Medicina, Farmacia, Derecho, Interpretación, Bellas Artes, Criminalística, Pedagogía, Magisterio, Periodismo, Ciencias Políticas, Historia y otras. Incluso he llegado a saber de amistades y conocidos a los que un terapeuta les ha recomendado su lectura. Los primeros capítulos se me hicieron pesados porque trataban de explicar el funcionamiento de la mente desde sus reacciones bioquímicas, lo que llegó a recordarme algunas de las asignaturas de Pedagogía. Pero el grueso del libro, el resto del libro, es de una lectura más ágil. Llegué a pensar si destacar este libro entre mis lecturas de aquel año. Te da una perspectiva nueva para comprender a la otra persona y también para tratar de mejorar tu vida. Da claves también psicológicas como teorías socioculturales que ayudan a comprender también porqué hay que avanzar en el lenguaje o en actitudes para alcanzar algunos espacios de la igualdad. Pero sobre todo ayuda a comprender al otro y para comprenderte a ti mismo desde tu más profundo inconsciente y su funcionamiento.
Poesía urbana (2002, Luis García Montero): Esta antología poética de la obra de García Montero abarca de 1980 a 2002. La reseñé como uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas de 2008, en la
Noticia 569ª.
Poesía Urbana fue reeditado y revisado en 2008, si no recuerdo mal creo que está ligeramente ampliado. Lo compré de esa nueva edición en Librería Diógenes, quería conocer poetas actuales. Es curioso que coincidió mi primera lectura de este
autor con el conocimiento de una noticia sobre su vida, la cual era que
abandonaba su trabajo docente en la Universidad de Granada. No es una antología exahustiva, pero es muy larga y quizá en
determinado momento se puede hacer cansada, sin embargo tiene una gran
fuerza metafórica y de símiles. Usa formas contemporáneas para hablar de
temas constantes en las vidas de las personas. Usa imágenes que
están en los recuerdos y retinas de cualquier persona que viva en una
ciudad, crea un mundo interior que, a la vez, nos es común a todos. Eso me fascinó. Me influyó en algún poema. García Montero me parece uno de los mejores poetas actuales de España. Tiene una fuerza tremenda. Ha ganado numerosos premios que lo confirman. Con el tiempo lo conocí en Alcalá de Henares, cuando vino a hacer una lectura de García Lorca invitado por la Fundación Samaniego. Hablamos brevemente en el pasillo y me firmó este ejemplar. Años más tarde, en 2015, lo vi por segunda vez en la Plaza del Barro. Él se presentaba a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Izquierda Unida y fui al mitin exclusivamente para ver si tenía la oportunidad de volverle a saludar. Lo hice, volvimos a hablar... ¡se acordaba de mí y de lo que habíamos hablado aquel día! Y aún el año pasado, 2018, en la Feria del Libro de Madrid, yo estuve firmando mi libro
Balada triste de una dama en la misma caseta y con la misma editorial donde él iba a firmar una nueva antología unos días después. Me la compré también. Hoy día es director del Instituto Cervantes desde el año pasado.
Magnum Photos. Robert Capa (2008, varios autores, fotografías de Robert Capa): Siempre lo he dicho: soy un apasionado, también, de los fotorreporteros. Robert Capa es uno de los que admiro. De hecho una de las primerísimas entradas de esta bitácora en 2006 está dedicada a su última fotografía en Vietnam,
Noticia 24ª. En uno de los transportes del trabajo de transportista de obras de Arte tuve un tiempo muerto de espera en Madrid capital. Había cerca un kiosko de prensa donde vi el primer fascículo de un coleccionable recién salido al mercado sobre fotografías y fotógrafos de la Agencia Magnum. El primero de los fotógrafos era Capa y el fascículo era un breve librito monográfico de su trayectoria. Me lo compré, lo leí, observé largamente las fotos que contenía... Admirado.
Rusia y España (1948, José García Pradas): Fue un regalo de Julián Vadillo, que en ese momento trabajaba en el archivo histórico de la Fundación Anselmo Lorenzo. Tenían varias cajas de este mismo libro, debían expurgar ejemplares, ya habían mandado algunos a otros archivos. Se trata de un librito con la explicación y análisis que le da García Pradas a la relación entre el anarcosindicalismo español con el comunismo soviético de Rusia y el choque de estas dos maneras tan diferentes de entender el socialismo. El autor es el periodista anarquista García Pradas, que seguía escribiendo en el periódico CNT en el exilio. Era un libro original del exilio, no conozco que se haya reeditado, así que no podría haber este título en otra edición posterior a 1948. También editó un libro de poesía que llegué a tener. Era una poesía muy política, muy social, muy áspera. Cumplía la finalidad de la época, aunque probablemente era muy vivida por su autor y lectores en ese momento. Sin duda tiene un alto valor testimonial. Nos faltan estudios literarios sobre las mentalidades del exilio... y nos falta conocer mejor cómo fue la Historia de la España exiliada.
Los entresijos del anarquismo (1892, editado en España en 2008, Flor O'Squarr): Me lo prestó Vadillo para que escribiera una recensión sobre él en la revista científica de estudios libertarios
Germinal. Lo hice, y el articulito de recensión se publicó. Este libro se editaba en España en 2008, pero en realidad era un libro de 1892 publicado en Francia. Flor O'Squarr era el pseudónimo de un periodista de habla francesa que quiso analizar el fenómeno del auge del anarquismo violento y terrorista en Francia a finales del siglo XIX, justo cuando la tendencia mayoritaria del anarquismo era justo la contraria: la pacifista y pedagógica. Analiza varios casos de terroristas anarquistas célebres de finales del siglo XIX, e incluso, cosas de la época, se permite explicar cómo se construían las bombas que se usaban. Obviamente el libro esta editado para reforzar la corriente pacifista, no la violenta, pero es evidente que ayuda a conocer con una visión de la época cómo se vivió el auge de los que se desviaron hacia la violencia.
Ravachol y los anarquistas (1964, editado en España en 2003, Jean Maitron): También me lo prestó Vadillo para completar la escritura de la recensión del libro de O'Squarr. Maitron estudió el anarquismo ampliamente desde la óptica de la segunda mitad del siglo XX, que es una óptica afectada tanto por la debacle de la Segunda Guerra Mundial, como por la polarización del mundo en bloques políticos por la Guerra Fría. En este libro Maitron analizó el fenómeno del auge y existencia del terrorismo anarquista en las décadas entre el final del XIX y comienzos del XX. Tiene por epicentro a Ravachol, un anarquista francés que fue el que inició la serie de actos terroristas que serían imitados por otros anarquistas jóvenes que confiaban en las acciones violentas para generar una contrarreacción del Estado que sería respondida teóricamente por una reacción de la sociedad que traería la revolución social. Todos estos anarquistas fueron criticados y censurados por la corriente mayoritaria del anarquismo de todo el mundo: la pacifísta, pero las acciones violentas fueron publicitadas y usadas por todos los contrarios al anarquismo precisamente para demonizar y censurar al anarquismo. Varias de las biografías de los primeros anarquistas demuestran además falta de conocimiento pleno del ideario anarquista, así como que sus actuaciones respondían a frustraciones personales más que a cuestiones ideológicas, cuestiones personales que a veces eran incluso desamores o penurias económicas, familiares y hasta de formación básica. El libro se acompañaba de fotografías de la época y planos. Muy interesante. Me gustó mucho la mezcla de Historia, biografías y reflexión filosófica. Me inspiró para darle sentido a un libro que tenía en marcha y que acabé de escribir tiempo después, una distopía aún no publicada. Tiene algún guiño a los personajes y actos aquí descritos.
¿Qué es la propiedad? (1840, Pierre-Joseph Proudhon): La propiedad es un robo, escribía Proudhon en una de sus frases más conocidas. Me compré este libro en una de las Ferias del Libro Antiguo y de Ocasión que se pone en otoño en la Plaza de los Santos Niños. Una edición actual, claro está. No es el primer libro de filosofía que leía, ni de anarquismo, como queda patente en el resto del serial, al margen de los textos y ensayos que no figuran en el mismo serial. Proudhon propugnaba un anarquismo pacifista donde no se despreciaba a la pequeña propiedad, si bien se rechazaba el trabajo asalariado. Pero no la pequeña propiedad como la entendería un sistema capitalista, sino una sociedad nueva, socialista, socializada, social, donde se imponía por la buena voluntad de las personas y la humanidad la colaboración y lo asamblearia que partía del individualismo y la libertad que este otorgaba. Una sociedad de personas responsables y conscientes de la vida social. Hablaba de muchos temas que hoy día están vigentes en buena parte del anarquismo pacifista. Era la corriente mayoritaria, junto a Koprotkin, Malatesta y otros anarquistas que rechazaban la violencia, a pesar de que Bakunin extenderá una visión en guardia frente al marxismo, al capitalismo y al imperialismo. Yo iba completando mis lecturas, que no sólo eran de anarquismo, como, repito, ha quedado patente en el conjunto del serial que va de momento.
Hombres salmonela en el planeta Porno (2006, Yasutaka Tsutsui): También reseñé esta antología de relatos de ciencia ficción como uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas de 2008, en la
Noticia 569ª. Le dediqué una entrada propia en la
Noticia 520ª. Tsutsui es un conocido y prolífico autor japonés de ciencia ficción que es muy poco conocido en España. La verdad es que me gustó tanto lo contracultural de este
libro que lo llegué a volver a comprar dos veces más para regalarlo a
dos amistades diferentes. En todas las ocasiones lo compré en Librería Diógenes. Se notó allí que me gustó mucho. Quizá se pierda un poco con la traducción, ya
que la escritura japonesa es pictográfica y tiene palabras con
connotaciones que se pierden al castellano, cosa que en algunos casos se
indica en notas al pie de página. El libro no es pornográfico, sino de
ciencia ficción y también de distopías (metaficción es como está clasificado por su propio
autor y críticos) con cierto mensaje social. Es una colección de relatos
muy inteligente y con un gran sentido del humor. Muy recomendable.
Salvando mucho las distancias, sigue las líneas creativas (atemporales)
que décadas atrás inició Ray Bradbury con
Crónicas Marcianas, sólo que Tsutsui es un autor de nuestros días. Así por ejemplo, Tsutsui mantuvo una demanda con Hollywood por la película
El show de Truman, que, aunque su productora lo negaba, parece muy evidentemente sacada de uno de sus relatos, que por cierto se recoge en este libro. Los relatos que contenía ya habían sido publicados en Japón y otros países desde décadas atrás, algunas incluso tenían versiones cinematográficas y de dibujos animados manga, pero en España esta era una de las primeras veces que se editó a Tsutsui. Es una de las compras de libro que más satisfecho me ha dejado en mi vida. También de este libro hay referencias en la novela distópica que escribí y que no se ha publicado aún.
R.U.R. (1920 escrita como obra de teatro, 1921 estrenada en el escenario, Karel Čapek): Otro de los libros que me impactaron y que estuvieron a punto de ser uno de los dos libros destacados de mis lecturas del 2008. Lo compré en una edición antigua de bolsillo en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Incluía una segunda obra de teatro en el ejemplar,
El juego de los insectos. Yo ya había trabajado muy a fondo y publicado sobre la distopía y sobre Zamiatin. Había leído ya muchas distopías. Esta obra de teatro, que fue la obra que creó la palabra robot en el concepto mecanizado que hoy día más usamos, aunque hace referencia a "esclavo", se había publicado antes que lo hiciera en libro
Nosotros de Zamiatin, aunque la obra de Zamiatin estaba en su proceso tanto de censura como de publicación por entregas. Karel Čapek salía siempe citado en el inicio de las distopías, aunque su obra era una obra de teatro experimental, se entendía por entonces dentro de la ciencia ficción, lo que la hacía más rara en sí misma y la distanciaba del público habitual del teatro, aunque probablemene la acercaba a los jóvenes y a sus gustos por argumentos similares en el cine. Gozó de relativa fama y respeto por los vanguardistas cuando la abrazaron los futuristas. Como sea, tenía muchas ganas de leerla. La había buscado desde hacía tiempo, pero siempre la encontré descatalogada. Encontrar esta edición de los años 1970 fue ilusionante. Cuando leí la obra me parecía extraña y me pregunté si algún día podría verla representada, aunque probablemente su puesta en escena sea en exceso compleja.
El juego de los insectos (1921 escrita como obra de teatro, 2009 estrenada en el escenario, Karel Čapek y Josef Čapek): Esta es la otra obra de teatro que contenía el ejemplar del libro que compré con
R.U.R., esta escrita a medias entre los dos hermanos Čapek. Es menos trasgresora que la anterior, pero es igualmente vanguardista, en este caso un tanto surrealista. Me recuerda en cierto modo a
El maleficio de la mariposa que Federico García Lorca estrenó en 1919. Los protagonistas son insectos y reflejan los conflictos sentimentales humanos. Tras
R.U.R. se me quedaba corta.
El día que me enamoré de mi BMW (2008, Raúl Quirós Molina): Otro alcalaíno poeta, aunque este se fue a vivir a Londres una temporada larga y luego a Barcelona. Amigo mío, me regaló este, su primer libro. Yo correspondí leyéndolo y escribiendo en esta bitácora sobre el libro. Me
parece muy renovador dentro de lo que es la poesía española, no es tan
concienzudo como Luís García Montero pero tiene un estilo propio lleno de
lenguaje actual destinado a las personas con vivencias propias del sigo XXI dentro de una
ciudad. Tiene su simbolismo urbano, capta la contracultura, la sociedad desquiciada de la sociedad actual. Me parece uno de los mejores libros de poesía actuales y por ello mismo uno de los mejores poetas actuales de Alcalá de Henares, aunque creo que en los últimos años se ha dedicado al teatro. En 2016 contacté con Quirós para pedirle poder incluirle en la antología de poetas alcalaínos que realicé con Sofia Winter. Así fue, y uno de los poemas de este libro figura en
Veinte poemas asoman... en un invierno. Además el libro lo llegué a comprar varias veces, como el de Tsutsui o el de Saramago citados, lo regalé en un mínimo de dos ocasiones a dos amigas mías, no sé si tres, no recuerdo del todo. Recomendable, ojalá su título y sus poemas no se pierdan. Ojalá el autor continúe. Pudo ser elegido uno de los dos destacados de aquel año 2008, con creces.
Ordenanza reguladora de la tenencia y protección de animales domésticos del excelentísimo ayuntamiento de Alcalá de Henares (1997, vigente aún en 2008, varios autores del ayuntamiento de Alcalá de Henares): No fue la única normativa municipal que me leí, también me leí normativas municipales sobre el Parque de los Cerros, sobre el arbolado de Alcalá de Henares, sobre sus parques, sus residuos y otros, aparte de guías sobre flora y fauna de Alcalá, su río, sus cigüeñas y normativas de protección y sobre el Parque O'Donnell. Era parte de mi formación rápida y avanzada cuando me contrataron de Técnico de educación y vigilancia medioambiental. En la entrevista de trabajo que me hicieron en la Concejalía de Cultura les indiqué que yo había estudiado la Licenciatura de Historia, pero ellos dijeron que lo sabían, que entraba en los perfiles que le solicitaron a la oficina de empleo porque si bien no había estudiado Ciencias Ambientales reunía a través de mi licenciatura otras cuestiones que les interesaba para este trabajo. Con el material de lectura que me dieron ellos y con el material de lectura que yo tenía en casa y que me dejaron las compañeras que sí habían estudiado Ambientales, me puse al día al completo con lo que necesitaba y con lo que me interesaba para mi propia vida y conciencia ecológica. Esta ordenanza sobre los animales domésticos fue reformada en 2018, pero anoté especialmente que leí esta normativa, y no anoté las otras, porque en esta descubrí para mi sorpresa muchas cuestiones desconocidas para mí, y creo que para la gran mayoría de los alcalaínos, que además no se cumplían ni se hacían ni hacen cumplir. Así por ejemplo, según la normativa de 1997, en Alcalá no se podía tener de mascota un reptil, lo que me planteaba en mi interior que mucha gente tiene tortugas y que hay tiendas que las vendían, con lo que estarían quebrantando la norma, por tanto cometiendo una infracción. Ignoro cómo estará ese punto en concreto en la reforma de 2018, pero eran pequeños detalles que me llamaron la atención.
El dedo y La Luna (2004, Alejandro Jodorowsky): Me lo recomendó y prestó una amiga médica que se había ido a La India de voluntaria y había regresado para ocupar por un tiempo una plaza en el hospital de Guadalajara, mi amiga Saray. Se trata de un conjunto de proverbios de corte budista, del zen en concreto, que ofrece el muy experimental cineasta y escritor Jodorowsky. Aquí tenía ahora un libro de corte religioso oriental, pero también de corte filosofía oriental. Invitaba a la reflexión para tomarse la vida más pausada y disfrutar de los pequeños detalles que nos ofrece. Lo leí con gran interés. Yo le regalé
Siddhartha, de Hesse... otro libro que me gustó tanto en su día, como dije, que se lo he regalado a lo largo de mi vida a dos o tres amistades y lo he recomendado a otras tantas. Había mantenido correspondencia electrónica con Saray cuando estuvo en La India de médica. El mundo que me contaba parecía fascinante. Vivía con sus historias aquellos lugares a los que nunca he podido visitar.
Historia de España: La Prehistoria. Vol. 1 (2007, Dirige la colección John Lynch; autores de ese volumen: María Cruz Fernández Castro, Ignacio Barandiarán, Bernat Martí Oliver, María Ángeles del Rincón y José Luis Maya): A lo largo de 2007 me compré los veinte volúmenes de la enciclopedia
Historia de España que dirigió y coordinó John Lynch y editó el diario
El País. Mi padre había comprado una de Salvat en los años 1980 que para mí era y es toda una referencia y un ejemplo de cómo hacer una enciclopedia de Historia y cómo enfocarla. Se había ido quedando desfasada, pero la completaba yo mismo incluyendo en ella algunos recortes de periódicos con innovaciones que me parecía que se debían tener en cuenta. Como estudiante de Historia esto lo potencié más. Es más, durante la carrera y en el primer año tras ella, llegué a comprar con esfuerzo de ahorro una enciclopedia de
Historia Universal, por Salvat, pero no era tan buena como la de mi padre, aunque era más actual. Cuando en 2007
El País editó esta nueva
Historia de España reconocí en ella que no era una enciclopedia al uso. Lynch había seleccionado libros y autores célebres y actuales de la Historia de España y había logrado que cedieran los derechos para incluirlos dentro de esta enciclopedia, así que los tomos eran en realidad una colección cronológica de libros de Historia con cierta relevancia y actualizados, salvo algunos casos, como este primer volumen dedicado a la Prehistoria, que fue una reunión de autoridades del tema para que escribieran sus respectivos capítulos. Como sea, con esfuerzo y reuniendo poco a poco el dinero compré toda la enciclopedia. Le daba el dinero a mi madre y ella hacía el encargo a la papelera. Tardé en lograrlo, pero el esfuerzo de lograrlo y la satisfacción de tener mi propia enciclopedia de Historia de España ante del desconocimiento de lo que pasaría con la de mi padre, me hacía sentir realizado. Además, eran buenos títulos y buenos autores. La edición, eso sí, estaba mal impreso, algunos tomos sufren que se desprendan las hojas si se abre en un ángulo amplio, y hay pequeños gazapos. Escribí al diario informando de esto cuando me la leí completa un año y pico después, pero la contestación fue decepcionante. En pleno 2019 esta enciclopedia ya está de nuevo desfasada. Muchas cosas han pasado en España y en el mundo. Me planteo últimamente comprarme un manual de Historia de España y otro Universal editado ahora mismo, pero estoy esperando y aguantando un poco, porque hay algunos asuntos que creo necesario e interesante que se vayan resolviendo para poder tener una mejor visión de conjunto cuando escriban tal libro. Obviamente, como habréis imaginado, no sólo compré la enciclopedia, la leí con total disciplina y dedicación toda entera y por orden. Este fue el primer volumen y venía conmigo a los autobuses, al trabajo, a los parques, a los bares... y estaba en el salón de mi casa bajo la luz de una lámpara en la noche.
Moby Dick (2007, Sam Ita, basado en, y adaptando, la novela de Herman Melville de 1851): No he leído la novela de Melville, sí he visto las adaptaciones cinematográficas y televisivas. Varias amistades que lo han leído o que lo han intentado me invitan a desistir, les parece pesado. Yo no lo he leído no por nada particular, es que no ha surgido. Sam Ita es un ilustrador y un artista plástico que en 2007 le dio por hacer una versión infantil-juvenil en un libro de
pop-up, que son estos libros que abres las páginas y se despliegan figuras y escenarios de la obra, escogiendo párrafos que ayudan a resumir la obra en una visión de conjunto muy sintetizada, y tienen solapas móviles y demás. Me regalaron este libro supongo que por descarte, no porque fuera para mí. Lo conservo aún.
Corto Maltés, la juventud (1981 por entregas, como álbum en 1983, Hugo Pratt): Un personaje y un autor con quien iba a tener una historia de amor inmediato, como sabéis. Hasta he realizado investigación y conferencia sobre ellos. Podría haberme tropezado con Corto Maltés y con Hugo Pratt en mi niñez en alguna entrega en las revistas de grapa en las que se editaban los cómics reuniendo diversos personajes. No lo hice, no que yo recuerde, aunque sí me crucé con Blueberry en las revistas de Capitán Trueno. Tras todo lo que había disfrutado el año anterior con los cómic que me había prestado Esther Claudio, en un viaje a Madrid para ver un museo entré a la librería de FNAC, en Callao. Fue directo a la sección de cómic para ver si elegía por mí mismo alguna novela gráfica que me pudiera interesar. Vi varias, pero de repente me encontré con esta. Tenía una introducción de documentación histórica, de reflexión y con Umberto Eco. Para más gracia aparecía Jack London y la historia se desarrollaba en la Guerra Ruso-Japonesa de 1905. Mi primera historia de Corto Maltés apenas contaba con Corto Maltés en sus páginas. Me enamoró. Me enamoró de primeras, aunque era muy breve. Cuando llegué a Alcalá de Henares, pensativo por cuestiones personales y cierta sensación de soledad, no pude evitar ir al sotosótano de un bar que imitaba un castillo medieval en la calle de Santa Úrsula, donde ponían patatas asadas y había una fuente con agua y águilas, y ponerme a leer la introducción histórica. Era un lugar recogido. Repasé las viejas imágenes en las que se basó Pratt. Enamorado total. El camarero, o camarera, no recuerdo qué era, me miró con cara extraña por estar leyendo un cómic, eso sí lo recuerdo. Hoy día sería normal. Algunos tiempos no están tan lejos.
Corto Maltés, la balada del mar salado (1967 a 1970, por entregas, 1975 como álbum, en España como álbum en 2000, Hugo Pratt): Compré este libro en Alcalá Cómic. Lo elegí a drede, era la primera historia que había pintado Hugo Pratt con este personaje. Tenía ganas de leerlo tal como lo habían leído otros primeros lectores, a pesar de que yo ya había leído La juventud. Se editó una edición altamente cara con extras que yo no he podido ver aun. Pero efectivamente, Pratt había pintado las aventuras de Corto con el orden cronológico de su vida descolocado, hoy día se puede colocar, ya que Pratt fue metódico y le dio una vida y aventuras de forma cronológica lineal, pero lo hizo no de manera simultánea, sino saltando de adelante a atrás y al revés a lo largo de las décadas que lo creó. En este cómic además se notaba mucho que empezó editando por entregas en revistas periódicas a lo largo de varios años, por lo que trazo e incluso psicologías van cambiando. Pero la historia era todavía más salvaje que la otra. Un antihéroe en la Primera Guerra Mundial. Aún más enamorado.
Corto
Maltés, suite caribeña (1970 a 1971 por entregas, circa 1975-1980 como álbum Bajo el
signo de Capricornio, reestructurado en España como Suite caribeña en
2006, Hugo Pratt): Busqué en Internet sobre Pratt y sobre Corto, y busqué la bibliografía de la colección de Corto. En España Norma Editorial había deshecho dos álbumes y los había reestructurado. Todo tenía explicación, habían sacado dos cajas con los libretos sueltos, que era más cara. Además podías elegir si en color o en blanco y negro. Pratt era un maestro del blanco y negro, pero yo empecé en color y los iba completando en color. Me costó cuadrar la identificación del orden nuevo dado por Norma, que no era respetuoso con los álbumes ordenados por Pratt, pero quizá es más coherente cronológicamente con la vida del personaje. Este me lo compré en Librería Diógenes o en Alcalá Cómic, no lo tengo claro ahora mismo. Estas aventuras caribeñas me aportaban un Corto asimilado a Indiana Jones o a Alan Quaterman. Enamorado.
Corto Maltés, las helvéticas (1987 por entregas, 1988 como álbum, Hugo Pratt): Lo compré en Diógenes. Salía Hesse. Era el más surrealista y onírico. Era otro aspecto de Corto, más extraño. Su dibujo además tendía al esquematismo. Me encantaba como en cada historia sabía captar con sus trazos los diferentes rasgos raciales de los personajes. Puedes ver una viñeta de Pratt y saber perfectamente de dónde es cada quién. Ay, qué grande Pratt... Destaqué a Pratt y su saga de Corto Maltés en 2008 como cómic, pero sin comentarlo en análisis o porqué.
Corto Maltés, las célticas (1971 por entregas, 1980 como álbum, Hugo Pratt): Este creo que era de Alcalá Cómic, pero dejaron de traer más cómic de Corto. Así, de golpe. Pregunté varias veces si traerían nuevos, pero la respuesta siempre era la misma: no lo tenían previsto. En este caso Corto estaba en la Europa de la Primera Guerra Mundial, y todo partía de su tráfico de armas en Irlanda. Mitología y romanticismo entre el IRA, el Barón Rojo y hasta Onassis. Este es de los que te crean adicción a estas historietas. Amor en vena.
Corto Maltés, el mar de oro (1970 a 1971 por entregas, circa 1975-1980 como álbum Bajo el signo de Capricornio, reestructurado en España como El mar de oro en
2007, Hugo Pratt): Este es la otra parte de la reestructuración que hizo Norma Editorial de las aventuras caribeñas. Habían llegado a descatalogar parte de las aventuras para que sólo cupiera la posibilidad de comprarla de nuevo catalogadas en estos dos volúmenes reestructurados. Qué nervioso me puso eso... cuando descatalogaron no sabía si volverían a catalogar. Busqué en Iberlibro, pero con el tiempo vi que hicieron estas reestructuraciones. Aún con todo siguió descatalogado una parte de las aventuras caribeñas, pertenecientes a otro álbum antiguo. El que nos ocupa ahora mismo lo compré en los almacenes de FNAC, de Madrid capital. Corto era anarquista, pirata, soñador, aventurero... y todos aquellos personajes femeninos y también los personajes tipo Rasputín, desertor y criminal. Todo cómic se había vuelto Hugo Pratt para mí. Me enamoré, y ahora hablo de amor de hombre a mujer, de Esmeralda, la prostituta y mujer de acción posible amor imposible de Corto. Su actitud ante la vida, como la de Corto, tienen una potencia increíble. Su tatuaje de la baraja francesa en la cara sería el único que me haría, en el pecho, aunque la verdad es que hoy por hoy no quiero tatuarme.
Corto Maltés, las etiópicas (1972 por entregas, 1982 como álbum, Hugo Pratt): Decía Umberto Eco que estas aventuras africanas eran las que menos le gustaban de Corto y sin embargo eran necesarias. A mí sí me gustan. Tienen justo el punto necesario para enlazar a Corto casi de manera mística con su futuro desconocido e inconcluso y con otros personajes de Pratt, unos coetáneos de Corto, y otros en el tiempo futuro de la Segunda Guerra Mundial, con un Corto desaparecido. se iniciaba esta serie con una viñeta cuyo texto era una sura del
Corán. Con este álbum se explicaba además la Primera Guerra Mundial desde el punto de vista árabe y del África negra. Cuando escribí mi libro
Relatos de la Gran Guerra incluí un capítulo inspirado en el ambiente de
Las etiópicas de Corto Maltés. Y sí, estaba leyéndolos totalmente desordenados tanto cronológicamente desde el punto de vista del personaje, como cronológicamente desde el punto de vista de su creación por Pratt. Los estaba leyendo según los encontraba en tienda y según los podía pagar. Me costaba ganar dinero. Estas novelas gráficas son caras. Gasté mucho en Corto Maltés en este 2008, pero merecía la pena. Son mi tesoro de amor. Lo compré en La Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid. Escribí en esta bitácora varias veces sobre Corto Maltés y fui hasta referencia de él en Wikipedia.
Batman. Jeckyl y Hyde (2005 por entregas, 2007 como álbum en España, Paul Jenkins, Jae Lee y Sean Phillips): A falta de que Alcalá Cómic quisiera traer más de Hugo Pratt, vi que ahora se editaba a Batman en buenas ediciones integrales, en tapa dura, haciendo así novela gráfica de lo que se editó por entregas. Yo ya he dicho muchas veces que me gustaba mucho Batman. Compré un montón de cómics de Batman en las revistas de grapa durante mi adolescencia. Montones. Echo de menos mis cómic. A falta de ellos, ya incluso entonces en 2008, estuve como un niño pequeño mirando cómics de Batman en esas ediciones integrales de tapa dura e introducciones, parecían pensados para adultos. Era un salto cualitativo tremendo desde el punto donde yo había dejado a Batman en los años 1990. Además esta novela gráfica era especialmente oscura, tétrica, gótica. Incluso los personajes estaban dibujados de una forma dura y áspera. Era adulto hasta las últimas consecuencias, y violento. Me lo compré. Me dejó impresionado. Me gustaba también este Batman, y mucho. Varios años más tarde, en 2017, en Carnaval, me disfracé de Dos Caras y salí yo sólo por los bares a encontrar a amigos y conocidos y a no atarme esa noche a ninguno concreto en recuerdo de este cómic,
Noticia 1686ª.
La muerte de Superman (De 1992 a 1993 por entregas, 2008 como álbum, Jurgens, Kessel, Ordway, Simonson, Stern, Jones, Bogdanove, Grummet, Guice, Jurgens y Bright): Fue el regalo de cumpleaños que me hicieron mis amigos más antiguos. Intuyo que detrás de la idea estuvo Paulino y la lectura de la entrada que le dediqué a Superman ese año,
Noticia 433ª. La historia de la muerte de Superman fue bastante épica. La publicaron por entregas entre 1992 y 1993. La gente no se lo podía creer. La cosa es que resucitó en 1993. En 2008 lo editaron en un recopilatorio integral, aunque la verdad es que a esta historia le faltaba su antes y su después, que los editaron en otros dos tomos, pero el explícitamente dedicado a la muerte y resurrección de Superman es este libro, que es muy voluminoso, y cuyos dibujos no son los mejores que pudieron crear para una historia que iba a ser parte de la Historia del cómic. La edición contenía un brazalete fúnebre y un periódico con la noticia de la muerte. Lo guardo todo. Lo cierto es que incluso el guión de la historia no es muy depurado. El superhéroe más poderoso de todos resulta que muere de una pelea callejera. Porque al final todo se resume en eso. No muere por la kriptonita, ni por cuestiones enrevesadas. Simplemente un ser medio máquina alienígena, Juicio Final, cobra vida en relación a las cosas que le sucedieron a Superman durante su destierro y vagar por la galaxia, y sin venir a cuento se pone a destruirlo todo. Acude la Liga de la Justicia, les da de bofetadas a todos y Superman decide tomar la iniciativa de la pelea de toda su banda contra uno. Se pegan en las calles de Metrópolis y aunque Superman logra parar a Juicio Final, este le ha dado tal somanta de golpes que el superhéroe morirá por la paliza recibida. O en otras palabras, el superhéroe más poderoso no era tan sorprendente, sólo tenía que pelearse con alguien "de su tamaño", por así decirlo. Todo el cómic es una pelea que no se explica bien porqué se produce, hasta que llega la segunda parte, aparecen suplantadores de Superman, el vacío de héroe que tiene la ciudad, y luego la resurrección y el regreso a la confianza. En todo caso, aunque de Superman hubiera preferido tener aquella historia de su destierro, que leí de adolescente en las revistas de grapa, este Superman, esta historia, es digna de tener en estantería quizá no tanto por su calidad, sino por su significado en el cómic, pero también por ser regalo de mis amigos. Y sí, me puse el brazalete fúnebre de Superman para salir una noche de fin de semana, pero no hay foto de aquello.
Saludos y que la cerveza os acompañe.