Durante unas semanas desde que anunciaron el adelanto electoral hemos podido saturarnos en los medios de comunicación sobre la incapacidad de los partidos políticos y del gobierno para alcanzar un acuerdo para formar gobierno. Nos han orientado con habilidad al hartazgo. A lo largo de esta semana y probablemente la que viene el tema ha quedado y quedará monopolizado por el asunto catalán y las protestas por las condenas a los políticos independentistas. No dudéis que en la recta final sacarán a Franco de su tumba en el Valle de los Caídos y lo trasladarán al mausoleo familiar de los Franco, con eso quedará monopolizado otro periodo de tiempo antes de votar. Entre tanto nos habrán escamoteado la crisis que se avecina con la guerra comercial abierta por Estados Unidos sin que nosotros hayamos cerrado la de 2008. Nos habrán escamoteado que el Tribunal Supremo aprobó que se pueda embargar el sueldo mínimo a una persona. Nos habrán escamoteado anunciarnos como es debido que este gobierno en funciones del PSOE también va a meter mano a la hucha de las pensiones, como hizo el PP de Rajoy, para pagar la extraordinaria de Navidad volviendo a dejar en mínimos y al borde del agotamiento el dinero para seguir pagando pensiones. Nos habrán escamoteado las cifras de desempleo y de empleos precarios que son cada vez peores. En fin, incapacidad para el diálogo entre políticos, independentismo catalán y exhumación de Franco, parece que esos son los tres ejes que quieren que monopolices en tu mente de cara a las elecciones del 10 de noviembre. Así de lamentable, porque es para lamentarlo. Nos jugamos mucho, porque no podemos decir que vamos a elegir un parche para salir del paso hasta que haya alguien que veamos capaz para dar buenas soluciones, no podemos decirlo porque simplemente ese "parche" quizá llevamos poniéndolo desde 2011, con un retraso pasmoso y alucinante desde 2008, y lo cierto es que todas las decisiones que se van tomando van ubicando al conjunto general de la sociedad en un lugar cada vez peor. Pero, ¿qué le vamos a hacer? La gente ha entrado al trapo y ya están las redes sociales y las calles monopolizadas con el nuevo debate sobre Cataluña, tras el monopolio del debate sobre el cansancio de que los políticos no hablen. Apuntad: en una semana estaremos monopolizados por Franco y su cadáver.
De las futuras elecciones generales ya hablamos en la pasada
Noticia 1909ª. Parece que los acontecimientos me fuerzan a volver a hablaros de actualidad, en lugar de compartiros cualquier otra cosa que no sea hablar de actualidad. El tema catalán está ahí y estamos viviendo acontecimientos inevitablemente históricos y con un calado y peso altamente importante.
Del asunto catalán hablamos largo y tendido el 27 de septiembre de 2017 (
Noticia 1741ª), pero dejé más claro y más analizado mi visión de los acontecimientos el mismísimo y ya histórico (guste o no) 10 de octubre de 2017 (
Noticia 1744ª). Desde entonces a la actualidad han cambiado cosas, desde luego, pero más o menos todo aquello sigue siendo válido ahora mismo. Entre medias, cuando he comentado la actualidad, es inevitable mi postura de que hay que zanjar este asunto, pues monopoliza y obstaculiza la política general del conjunto de España. No olvidemos que la actual situación política, por ejemplo, se deriva de que se tuvieron que anticipar las elecciones porque no se pudieron sacar los presupuestos generales del Estado, y que esto fue así porque principalmente Partido Popular (PP) y Ciudadanos centraron el debate parlamentario no en los presupuestos, que eran los más sociales hasta ahora presentados (e ideados conjuntamente por PSOE y Unidas Podemos), lo centraron en el tema catalán, envenenando el ambiente además con algunas demagogias y medias verdades. Los presupuestos generales más sociales hasta ahora presentados y la continuidad del gobierno y una relativa estabilidad no pudieron ser porque los conservadores decidieron que en lugar de hablar del tema del día, los presupuestos, había que hablar sólo de Cataluña, cosa que incluso la presidenta del Congreso de ese momento recriminó a los diputados. PP y Ciudadanos acusaban al PSOE de haber pactado con los partidos catalanes independentistas ciertas ventajas y amnistías que, muy evidentemente, no habían pactado, tan evidentemente que se dio la paradoja que incluso los partidos catalanes votaron en el mismo sentido que PP y Ciudadanos contra aquellos presupuestos.
En fin, no lloremos por la leche derramada, pero hay que ser conscientes de cómo ha sido la Historia actual para poder actuar más cercanos a posibles soluciones y para comprender nuestro presente.
Por supuesto está el tema de los políticos huidos o exiliados, según se simpatice con unos o con otros, y el tema de los políticos presos y todo el juicio del llamado Procés independentista. En la sesión de investidura fallida de Pedro Sánchez de hace unos meses ya se lo advertía Gabriel Rufián, de Ezquerra Republicana per Catalunya (ERC), al PSOE, es mejor que llegue a un acuerdo con su socio preferente, Unidas Podemos, o unas elecciones anticipadas coincidirían con la sentencia del Procés y los resultados electorales puede que no le vayan a gustar al gobierno que salga elegido y que todo se haga mucho más complicado para todos. Ciertamente, eso parece que va a ocurrir. Y eso que ERC le ha enmendado la plana a Junts per Catalunya (JxCat) porque el presidente de Cataluña, Torra, insista en la idea de hacer otro referéndum de manera unilateral o por usar el uso desmedido de los antidisturbios a la vez que ha animado a la gente a salir a la calle, o por no condenar explicita y decididamente la violencia de bastantes de los manifestantes. ERC ha condenado esa violencia y la ha rechazado, ha declarado que no es el momento político para otro referéndum y, en fin, siguiendo sus ideas independentistas, parece que toman otra vía más posibilista para facilitar un diálogo con el gobierno, mientras que JxCat parece que han sacado por análisis de la situación que se ha de tensar la cuerda todo lo posible, no obstante, aunque les tiraron de las orejas, ellos se comparaban con Gandhi, y Gandhi precisamente tensaba las cuerdas con el Imperio Británico para dejarle internacionalmente en evidencia y lograr sus objetivos. Y no, aunque el movimiento de Gandhi era pacifista, el proceso indio no fue totalmente pacífico, también en la independencia de la India hubo disturbios y personas dispuestas a la violencia, aunque Gandhi sí condenó y rechazó la violencia como vía política.
Desde que se ha anunciado la sentencia el pasado lunes 14 de octubre no ha parado de haber en Cataluña protestas y multitudinarias manifestaciones de carácter pacífico que se han combinado con grupos violentos que han sembrado Barcelona, carreteras, aeropuerto, estaciones de tren y demás de auténticos escenarios que parecen salir de un ambiente prebélico. Barricadas, incendios, vehículos destrozados, cristales rotos, palizas, cargas policiales, enfrentamientos contra la policía... hasta lanzaron un cohete artificial a un helicóptero de la policía. Pero en general, lo cierto es que lo mayoritario son las personas que se manifiestan de manera pacífica, sin embargo los medios de comunicación continuamente sólo hablan de la violencia, que efectivamente es de un nivel de virulencia alto, pero que no es la respuesta mayoritaria a la sentencia, a pesar de que la saturación informativa y el nivel de virulencia haga parecer que lo sea. Lo hace parecer y por el camino arrastra a la gente de toda España en pensar en términos cada vez más polarizados. Y sí, hay policía infiltrada y hay algunos sucesos dudosos de la justicia de ellos. La imagen de furgones policiales arrastrando gente están ahí, pero también están ahí los cócteles molotov y el lanzamiento de ácido.
Ayer hubo una huelga general de carácter político en Cataluña y se reunieron en Barcelona multitudinarias marchas que salieron de toda Cataluña días antes. Los periódicos ridículamente decían que serían quinientas mil personas. Las imágenes desmienten la cifra. La cifra es abrumadoramente mayor. No sabría decir cuantos, pero muy evidentemente la cifra que se ha dado está falseada a la baja.
La manipulación está ahí. Así por ejemplo Televisión Española a través de Canal 24h. no dudaba en poner un cartelito que indicaba como unos independentistas increpaban a partidarios por la unidad de España, si uno miraba a esos partidarios por la unidad de España veía a un grupo de fascistas con el brazo haciendo el saludo nazi y banderas de la época de Franco. Efectivamente son partidarios de la unidad de España, pero evidentemente Unidas Podemos también lo son, aunque ellos piensan en una España republicana y federal, nunca hubieran dicho en ese informativo si esas personas hubieran sido de Unidas Podemos que son un grupo de partidarios de la unidad de España. Así pues, ¿por qué Canal 24h. no dijoque increpan a un grupo de fascistas en lugar de a partidarios de la unidad de España? TVE sabrá, pero efectivamente pareciera que hay alguna que otra cosa que pudiera mejorar informativamente para describir mejor la realidad de los acontecimientos. Pensemos también que Antena 3 en otro telediario presentaba como unos independentistas le dieron una brutal paliza a un contrario, al cabo de un rato, cuando ya han dado lugar a la sensibilización con el apalizado, nos cuentan que era un fascista que portaba un cuchillo de asalto de grandes dimensiones. ¿Para qué llevaba un cuchillo de grandes dimensiones un fascista hacia una manifestación de independentistas? ¿Para untar mantequilla en bocadillos? Quizá el origen de esa paliza debería ser mejor explicado, si bien nada justifica la violencia ni del uno ni de los otros, todos condenados. En el mismo telediario, nos muestran más tarde cómo un grupo de extrema derecha apaleó con la misma virulencia a un independentista. ¿Cuál de las dos agresiones fue antes? ¿Están conectadas? Aunque parece que se nos informa, no se nos informa para comprender todo un poquito más o intentarlo.
El diario El País nos informa hoy que se habían trasladado a Cataluña grupos de extrema derecha que coreaban vivas a Franco al igual que gritaban que iban de caza. ¿Os suena que grupos de extrema derecha griten "vamos de caza"? Yo vengo oyéndolo desde que comencé a salir de adolescente a mediados de los años 1990. Posiblemente lo llevan coreando desde años antes. ¿Qué llevan, treinta o cuarenta años declarando que salen de caza y efectivamente pegando palizas a los que consideran contrarios a sus ideas? Y si llevan tanto tiempo así, ¿cómo se ha tolerado esa situación tanto tiempo? Y esto también es una realidad.
Recordemos en una comparativa histórica, siguiendo los ejemplos del análisis político de la
Noticia 1909ª, que durante la Huelga Revolucionaria de octubre de 1934 también se vivió que grupos de extrema derecha salieran a la calle, pistolas y porras en mano, para atacar a huelguistas. Creían estar haciendo algo bueno para la unidad de España y ayudar a la policía. En aquel momento el gobierno no tomó ninguna medida contra aquellos individuos, que se crecieron. Al menos en la actualidad nos queda las imágenes de cómo la policía actual carga por igual contra los violentos independentistas que contra los de extrema derecha. Pero, ¿por qué la extrema derecha se ha sentido legitimada para salir a la calle a participar en una batalla contra el independentismo? Quizá porque, tal como pasó en 1934, los resultados electorales que han otorgado diputados a su opción política les hace sentir legitimados y apoyados, creen estar obrando bien, creen que hay gente que les respalda. ¿Es eso así? El 10 de noviembre lo sabremos. Vox es un partido que sigo considerando que es anecdótico, que su duración será breve, pero al venir las elecciones en un momento tan delicado como este, y viéndose la violencia de algunos independentistas, es posible que en lugar de bajar votos, aumenten, y que el PP y Ciudadanos para coger algo en ese barril endurezcan su discurso aproximándolo al de Vox. Esto ya lo hemos vivido. Tras aquello de 1934, en la preparación de las elecciones de febrero de 1936, Falange creció a lo largo de 1935. Cuidado con las decisiones que se toman ahora mismo, porque las cosas que pudieran ser mínimas pueden crecer exponencialmente a lo bruto cuando la violencia se normaliza en las calles.
Pero, repitamos, las protestas en Cataluña son mayoritariamente pacíficas, aunque parezca mentira decir esto. Lo que ocurre es que hay un bombardeo informativo con los actos de violencia y que además la violencia es muy virulenta. Dan una sensación de que las protestas son mayoritariamente violentas, pero no es así, lo mayoritario es lo pacífico. De hecho han aumentado los participantes. Yo conozco amistades de Cataluña contrarias a la independencia, pero que están manifestándose porque les parece injusta la sentencia y el proceso judicial mismo. La sensación general es que no debería haberse dado. Lo curioso es que el proceso judicial comenzó en 2017, desde entonces a este otoño de 2019 había tiempo para manifestarse contra ese proceso. ¿Por qué ahora entonces? ¿Porque se ha dado la sentencia? No lo creo tanto así. Tal como captaron unos periodistas hace unos meses, el propio Torra le decía a unos jóvenes que había que reservar las protestas para el momento de la sentencia. El momento político no ha sido espontáneo, aunque haya miles de personas que pasionalmente se hayan unido espontáneamente ahora. El momento ha sido calculado políticamente, la carambola política ha querido que además les favorezca que encima sea en un momento preelectoral. Todo se junta para el huracán perfecto en Cataluña. De 2017 a 2019 pudieron haber iguales protestas contra el proceso judicial. No las hubo. Sólo ahora, porque con una sentencia que era previsible hay mayor sensación de injusticia, mayor repercusión social y por tanto mayor eco en el extranjero, que a fin de cuentas es la principal baza que juega ahora el independentismo. Independentismo que empieza a dar síntomas de división interna sobre cómo encauzar las estrategias a usar.
La sentencia pudo haber sido más grave. Sí, pero no. Políticamente no convenía. ¿Estoy diciendo que el gobierno ha influido? No. Estoy diciendo que los jueces como ciudadanos e intelectuales también tienen decisiones políticas al margen de los políticos. Me explico. Que todo el mundo supiese que la sentencia iba a ser de culpables es algo evidente. Eso hubiera hecho que todo el proceso hubiera sido revocado al ser acusado de prevaricación. Solución: en lugar de condenarles por rebelión se analiza al máximo los hechos de violencia, se llega a la conclusión de lo evidente, que aunque hubo violencia esta no fue coordinada en octubre de 2017, por tanto la condena es de sedición, cuyas condenas son más leves, aunque duras (hasta los miembros de "la manada", acusados de violación, pareciera que hayan tenido más ventajas que algunos de los políticos presos). Se evitan que el proceso quede incapacitado por prevaricación en la sentencia. Luego ya, el tema de si la amnistía sí o no, ya lo tratamos en el análisis del proceso electoral. Mientras haya violencia en las calles no se puede dar una amnistía. El Estado daría una sensación de debilidad, esto lo digo como análisis, no como algo que comparta. La violencia en las calles lo único que logra es lo contrario de lo que reclama. Mientras haya manifestaciones en las calles, pasa lo mismo. ¿Dentro de unos meses? Depende de quien gobierne. Pero cuidado, porque los políticos no hablan de amnistía, si no de indulto, y en general todos lo rechazan como posibilidad, salvo Unidas Podemos, que no lo afirma pero no cierra la puerta a que se dé. Indulto en general es lo que se da a un criminal o un delincuente concreto, o un grupo de ellos de forma individualizada. Amnistía se da más bien a conjuntos de personas, asociadas o no, acusadas (no necesariamente encarceladas) de algo común, en general de carácter político (digo en general, porque en España estuvo la peculiaridad del indulto fiscal que dio el PP a los defraudadores de Hacienda por valor de muchísimos más millones de euros que lo que se ha destruido estos días en Barcelona). No usan el término amnistía porque sería tanto como reconocer implícitamente que los políticos presos lo eran por cuestiones políticas, por lo que su crimen fue político y eran presos políticos. Bueno, indiferente como quieran hilar este hilo, como dicen los chinos, gato negro o gato blanco, lo importante es que cace ratones. La pregunta es, ¿tiene utilidad política la liberación de los independentistas dentro de unos meses? Probablemente sí. Sería un gesto del gobierno que podría ayudar a normalizar las cosas y a devolver a los catalanes la sensación de democracia que, visto lo multitidinario de las manifestaciones, parece que ya no tienen. Liberarlos no derrumbaría España. Retenerlos en la cárcel probablemente sí. Pensemos en Nelson Mandela o en Gandhi y otros, sus largos encarcelamientos y arrestos domiciliarios sólo sirvieron para aumentar y reforzar las filas de sus seguidores. Ahora bien, una amnistía, con todo lo que se está viviendo y con la extrema derecha enaltecida, tiene sus riesgos. Las amnistías de 1935 llevaron entre otras cuestiones al proceso que llevó al golpe de Estado fallido de julio de 1936 y el comienzo de la guerra civil. El tema es delicado, es innegable. Recordemos que los resultados electorales más recientes dieron como principales feudos de voto de Vox los lugares donde viven concentrados militares y otras fuerzas del orden. Quizá, como en el periodo de febrero a julio de 1936, el gobierno debería también sondear estos terrenos y las lealtades de quienes juraron la Constitución, de cara a todo lo que está pasando en Cataluña y en la sociedad.
Particularmente pienso que desde el principio se debió recurrir al diálogo, pero desde el principio todo se hizo mal. Varias generaciones de catalanes acaban de crecer con una marca en sus biografías y vivencias que puede que a medio y largo plazo darán algo inevitable... al menos que el gobierno, el que gobierne, no dé un giro de timón y comience a demostrar altura de Estado y eso implica ahora mismo generosidad. Eso o que como en la Transición, cuando alguna corriente política o sindical no convenía, alguien monte un atentado de falsa bandera para restar seguidores a la causa catalana. Condeno esto, profundamente, pero dentro de las posibilidades de análisis de la situación hay que tener en cuenta que puede ocurrir, aunque tal como van las cosas puede que si a alguien se le ha ocurrido no necesite ponerlo en práctica. Hay mucha gente a golpes en la calle y una noche de estas a alguno se le va a ir la mano en algo y se habrá liado, sin necesidad de falsa bandera, luego a llorar.
Lo que sí es increíble es la actitud de Torra, desafiante, pero está jugando sus cartas de tensar las cuerdas, lo más sorprendente es que Sánchez, tal como hizo Rajoy, tampoco se ha reunido a hablar con el presidente de Cataluña, aunque sí con los líderes de la oposición política, salvo con Vox. Es otro error. Aunque no se puedan hablar entre sí, tienen que intentarlo. Tienen que verse. Deben verse. Y tener todos los desencuentros que necesiten hasta que encuentren un mínimo punto de encuentro.
Vox prácticamente propone la militarización de Cataluña, ¿y luego qué? PP y Ciudadanos hablan de aplicar el 155 y tomar el gobierno catalán, ¿y luego qué? Sólo aumentarían la sensación social de que están siendo víctimas de una falta de democracia, en lo más extremo: de una ocupación. Y aunque se diese el 155, ¿cómo sales de ahí? ¿qué soluciones aportas? ¿O lo que se propone es que los catalanes sean gobernados desde el Estado central como se gobernaban las colonias? PSOE en 2016 defendía la reforma constitucional para crear una España federal, ahora amenazó con el 155 para acercarse a Ciudadanos, tras la sentencia dice que no es el momento del 155 con la incomprensión social, da la sensación de que el PSOE no tiene ninguna respuesta para solucionar el problema. Unidas Podemos cree que la solución pasa por crear un referéndum pactado con el Estado, al modo como hizo Canadá, Reino Unido y otros Estados. Guste o no la opción de Unidas Podemos, parece que apunta al día después, no como el enroque en el 155, que es para el hoy pero no para el mañana. También este tema es delicado.
De todos modos, pensemos que es probable que en estos años hayamos pasado un punto de no retorno, dado el resultado de lo multitudinario de las manifestaciones de estos días. Tarde o temprano, y si no al tiempo, puede que todos los españoles estemos llamados a votar sobre si queremos que España sea federal y puede que acabe siéndola sea monarquía o república, y probablemente lo sea de manera monárquica. No es algo descartable, pero no es algo que vaya a ocurrir de hoy para mañana. Hay mucha gente joven ahora mismo en Cataluña cuyas vivencias de hoy les están formando como adultos mañana. A todos nos conviene que a todos nos empiecen a hablar como a mayores de edad y nos hablen y traten en los términos de lo que una democracia es en todas sus consecuencias.
En fin, mi análisis sólo es un análisis más y puedo estar equivocado en algo, claro está. O no. Como sea, lo que nos tendría que preocupar son los temas laborales, pues vienen nubes negras, en lugar de preocuparnos la construcción de nuevos Estados nación... aunque estas protestas me da en la nariz que si han llegado a los niveles de participación que han llegado es porque mucha gente ya no sale precisamente por la independencia de Cataluña sino por el significado real de la libertad y de la democracia, y, ojo, que no entro en si la hay o no, sino en la sensación que hay en la sociedad, que es algo no necesariamente coincidente con la realidad, sea esta la que sea. Llegados a este punto, si acierto en esto, las protestas que hay ahora mismo en Cataluña tienen una carga de profundidad mayor y más dinamitera que la mera protesta por la independencia, porque la necesidad de un Estado nación se puede desinflar, la sensación de falta de libertad es un hambre acumulada permanente y es una muestra de que el Estado y la sociedad comienzan a presentar grietas importantes... y es que en el fondo desde 2008 a 2019 han sido muchos años de crisis económica, social... y política... Los políticos ignoraron a la gente común y les han hecho cargar con demasiadas cosas... y no haber sido atendida en sus peticiones en 2011 es un suma y sigue demasiado grande. Demasiado.