viernes, marzo 29, 2024

NOTICIA 2305ª DESDE EL BAR: SOBRE LAS ESENCIAS PATRIAS, SEGÚN WULF (Qué es España según cada siglo que ha sido)

 2024 es un año en el que en España se habla mucho de las diferentes visiones que se tiene de ella a raíz de las elecciones gallegas, vascas y catalanas, y al mismo tiempo de la europeas. Todo queda salpimentado con la amnistía para los inculpados en todos los acontecimientos independentistas catalanes de 2017 y un nuevo amago de buscar un referéndum de independencia. Curiosamente buena parte de la idea nacional de España nació precisamente del regionalismo catalán de finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando ellos, para sostener su identidad catalana, desarrollaron la necesidad nacional catalana con capacidad para alterar la identidad nacional española y lograr potenciar lo catalán desde lo español, pues España tenía internacionalmente más acogida que la idea de Cataluña como Estado. Estos son planteamientos de más de cien años, pero que hasta no hace mucho estaban aún acogidos por algunos de los partidos catalanes existentes desde el último cuarto del siglo XX. 

En los últimos años se han escrito y desarrollado diversos ensayos sobre la idea de España. Cuando yo hice la licenciatura de Historia este tema era parte de una asignatura entera, la de las tendencias historiográficas,  los nacionalismos y las ideas identitarias a través de los tiempos. Por entonces no había tantos ensayos como ahora, la mayor parte giraban en torno a las ideas de nación y de Estado nación en el mundo, especialmente desde el siglo XIX, cuando estas ideas conforman la política nacional e internacional de toda Europa y América, aunque la idea de nación es una idea inicialmente sin Estado ni país que introduce en la cultura occidental los pueblos germánicos y bárbaros que invaden el Imperio Romano en su recta final de existencia. Pueblos cuya única unidad eran una tradición lingüística, cultural, religiosa, histórica y demás que los hacían nación, que no estado ni país, que son otra cosa cada uno de esos términos. Nación es un término de esos pueblos germanos que acabó adaptando la cultura europea más desarrollada en aquellos momentos. Los visigodos eran una nación nómada, por ejemplo, que se fueron asentando en diferentes lugares, hasta que al cabo de los siglos encontraron su asiento final en la península Ibérica y quisieron identificarse las provincias de la Hispania romana como sus tierras naturales, aunque evidentemente ellos no eran originariamente de allí. La idea de nación fue recuperándose a lo largo del Renacimiento y especialmente con la Ilustración del siglo XVIII, que termina uniendo la idea de nación con la de Estado en el siglo XIX, sin que la unidad nacional tenga que ver tanto con una misma unidad social y cultural total, sino principalmente con una identidad estatal donde secundariamente haya uniformidad cultural, lingüística, religiosa, etcétera, aunque no todos los nacionales tuvieran que coincidir en su totalidad identitariamente, pero sí en su mayoría. Idea que, por cierto, hasta cierto punto, alimentan ahora algunos partidos de extrema derecha de Europa, por ejemplo en Holanda.  

Sea como sea, recupero hoy un breve ensayo que tuve que elaborar en el último curso de la Universidad sobre este tema, analizando un libro de Fernando Wulf reciente en ese momento. Acabé de escribirlo en el día de Reyes, 6 de enero, de 2004. El libro se llamaba Las esencias patrias, y desmontaba toda idea ultranacionalista dejando en evidencia los diferentes puntos de vista de porqué España era España según cada siglo. Para Wulf las ideas que mueven a los pueblos en la Historia son construcciones según las necesidades o ambiciones de grupos que ejercen el poder o de los conjuntos sociales que necesitan una identidad propia frente otro conjunto social. Desde los íberos al comienzo del siglo XXI

LAS ESENCIAS PATRIAS, SEGÚN FERNANDO WULF

Este trabajo de tendencias historiográficas trata sobre el libro Las esencias patrias. Historiografía e historia antigua en la construcción de la identidad española (siglos XVI-XX), escrito por Fernando Wulf y publicado en la editorial Crítica, en Barcelona el año 2003. Sólo tratará, por otra parte y por acuerdo con la profesora de la asignatura, Margarita Vallejo, de la historiografía de la que el autor escribe hasta el siglo XVIII, incluido este.

Fernando Wulf escribe una historiografía de España, cosa poco realizada en nuestro Estado, recogiendo las más destacadas historias de España que se han escrito desde el siglo XVI. Trata así de dar la evolución de los denominados españoles en la historia, intentando mostrar cómo se han utilizado las diversas interpretaciones de la historia para justificar y legitimar la creación del Estado español, así como su existencia y su papel en el mundo.

En ese sentido justificador y legitimador muestra desde las primeras interpretaciones del siglo XVI, en las cuales se buscaba un pasado heroico y mítico (recurriendo a veces a falsas historias), a otras del siglo XVII, donde se pretende ser más rigurosos con las fuentes y donde Mariana introduce la idea de que el Rey debe gobernar para el pueblo sin caer en injusticias, pues este le legitima, y finalmente al siglo XVIII, donde se eliminan aún más las falsas historias y se presenta a los españoles como pueblo de gran cultura, más que como pueblo heroico (aunque esto también se reivindique). A lo largo de todas estas interpretaciones también se desarrolla la idea de España como lugar de invasiones hasta que logra madurar como nación con la unidad política y el catolicismo. La consideración de las diversas invasiones y su influencia cambia con los tiempos, aunque en general en cada época se reafirme siempre una cierta esencia española que es la que justifica la existencia de España.

España nace con gran fuerza internacional a fines del siglo XV, tras unificar los diversos reinos de la península Ibérica en uno (salvo la fachada atlántica central y sur, que pertenecerá a Portugal, la cual también llegará a ser parte de España en 1580, con Felipe II, y hasta mediados del siglo XVII). Las diferencias lingüísticas y culturales, así como la necesidad de legitimar el nuevo Estado y los poderes cada vez más totalizantes de los Reyes, hacían necesaria una historia de España que explicara las características comunes de las diversas poblaciones de la península. Con estas intenciones los primeros Reyes de España (que eran de origen alemán y también necesitaban justificarse como reyes de los españoles) contaron con historiadores oficiales. Carlos I contó con el trabajo de Florián Ocampo, mientras que Felipe II contaría con el de Ambrosio de Morales. Estos dos historiadores (cronistas) marcarían todo el siglo XVI.

Ocampo escribió una historia hasta la Segunda Guerra Púnica. Su historia se basa en el aprendizaje, desde la ingenuidad y el control externo, a la madurez con la guerra y la independencia. Este autor no duda en glorificar los orígenes españoles usando incluso fuentes falsas e inventadas. Con él comienza la corriente llamada tubalismo. Según ésta, Tubal, descendiente de Noé, se asentó en la Bética, siendo aquella, así, desde el origen una región fértil, culta, civilizada... Hasta el punto que se desprende que culturalmente estaría más antiguamente desarrollada que Grecia. Los mitos griegos y fenicios desarrollados en la península sólo serían reflejos de reyes auténticos que existieron, llegando a escribir una lista ininterrumpida de Reyes hasta los Austria, con Carlos I. Legitima de este modo la monarquía española al dotarla de antigüedad.

Los íberos serían, con todo, los españoles más legítimos (descendientes del poblador original: Tubal). Los invasores, como los fenicios o los griegos, serían corruptores pérfidos de las costumbres españolas. Frente a eso habría reyes tartéssicos que destacarían por su resistencia cultural, y en algún caso armada.

Los cartagineses serían fenicios que vendrían a España para comerciar, quedarse sus riquezas y dominarla. Por ello comenzarían las heroicidades hispanas al resistirse militarmente los habitantes de la península, como en el caso de Sagunto. Lo que no impide que se dividan en dos bandos, los que apoyan al invasor y los que no, posteriormente los que apoyan al invasor y los que apoyan a Roma. Presenta de este modo a los españoles como grandes guerreros, pero con divisiones internas en estos momentos.

El sucesor de su trabajo, Ambrosio de Morales, critica el uso de las invenciones por parte de Ocampo, aunque mantiene ciertos mitos como el de la población de España por parte de Tubal, aunque discrepa acerca de que la pueble a partir de la Bética. Eso justifica a España dentro del cristianismo y su tradición más antigua.

Morales se enfrenta a continuar la historia con las invasiones romanas. Las presenta en un contexto donde pretende presentar a España como sustituta en su actualidad de ese imperio antiguo, a consecuencia de cierta justicia histórica que existiría en el mundo, de algún  modo. El dominio de España por Roma era un paso más en su madurez y hasta en su cristianización. Los romanos serían invasores que en principio se presentaron como amigos. La resistencia española de dos siglos sería una confirmación de un sentimiento guerrero en pro de cierta identidad no bien dibujada, que sería la pertenencia a una inexistente España. Sobre todo con la mitificación de los hechos de Numancia o el paso por la península de ciertos militares de gran importancia. Pero Wulf apunta que los intereses romanos en España no eran tales como en próximo oriente o Grecia, lo que sería motivo suficiente para explicar que la guerra se prolongara tanto.

Morales habla de dos zonas diferenciadas, la sur y levantina, más próxima a la romanización, y la norte (sobre todo), donde habría una mayor resistencia y por ello mantendrían una mayor pertenencia española, causa que explicaría la resistencia a los musulmanes en el mismo lugar. Aunque Wulf explica que no se valora el poco interés de ese territorio en aquellas épocas. Aún con todo, Morales, ensalza las aportaciones hispánicas al Imperio Romano en cuanto a emperadores y literatos.

Una invasión que trata mejor es la visigoda. Esta sería la liberación de España y el castigo a Roma. El Imperio, por su paganismo, no podía menos que acabar invadido y destruido. Los pueblos bárbaros eran enviados por Dios para regenerar la sociedad, lo que le lleva a tratar mejor a esos nuevos invasores. No obstante, para él es un precedente de la unificación política de la península, y por tanto una justificación del Estado español creado por los Reyes Católicos, el cual se funda, entre otras cosas, con sus reyes presentándose como herederos y restauradores del Reino Visigodo, identificado con España y los fueros españoles. Los visigodos traerían primero la unidad política, para traer posteriormente la religiosa dentro del cristianismo. Estas dos unificaciones serían razones usadas como justificantes de unidad a lo largo de la Edad Media por diversos reyes de reinos anteriores a España, pese a que sus intentos de unificación fuesen fallidas hasta la llegada de los Reyes Católicos. La caída de los visigodos sería a causa de la desunión y la corrupción. Por ello Dios les castigaría con la invasión musulmana. Esta sería respondida por Don Pelayo iniciando las guerras de Reconquista y unos reinos auténticamente cristianos que evolucionarían hasta la unidad fuerte que sería España.

Don Pelayo iniciaría su reconquista desde el norte peninsular, lugar considerado como de fuerte permanencia de un cierto sentido de identidad española para toda la península. No es de extrañar que las casas nobiliarias y Reales de España buscasen sus orígenes en aquella zona para legitimarse. Eso no exime al sur y al levante de ser españoles, pero sí implicaría que lo fuesen en un grado inferior al norte. Ello explicaría que las invasiones que tuvo España vinieran siempre de esas zonas, al menos para los autores de la época. Los pueblos del norte eran los considerados no contaminados. Es con Morales con quien se comienza a hablar acerca de que Tubal, el descendiente de Noé poblador de España, habría llegado a poblar la península desde Vascongadas y no desde la Bética. El vasco sería la lengua española más pura. Estos argumentos serían interpretados de otro modo en el siglo XX por Sabino Arana, iniciando el nacionalismo vasco y ciertos argumentos xenófobos. Para Wulf, los autores de la época no tenían en cuenta la falta de importancia estratégica de la zona para los romanos y musulmanes, ni lo que las diversas fuentes en la historia entienden por territorios vascones o cántabros. Sea como sea, los habitantes de las zonas norte fueron privilegiados por los Reyes y por la consideración social general. Si este es el componente de lo español puro, el español sur y levantino tendrían su valor como aquel que enraíza a España con el Imperio Romano y su clasicismo, pues eso legitimaba a la dinastía Austria como emperadores, pues se podían presentar como herederos de la antigua Roma, a la par que el clasicismo antiguo de esas zonas enlazaba con las obras renacentistas de la época.

Ya en el siglo XVII las historias que se escriben pretenden ser un poco más ceñidas a la realidad, aunque aún caigan en cronicones. El siglo en España lo marca el padre Mariana, que no es un historiador oficial del Reino. Su historia pretende llegar hasta la conquista del Reino de Granada, como culminación de España puesta en lo que se considera su puesto natural hegemónico en la cristiandad, por sus luchas. Sin embargo, prosigue su historia un poco más. En cuanto a la historia antigua no incluye grandes novedades, sigue a sus antecesores con la tesis de Tubal, los reyes míticos y la postura española hacia los fenicios, griegos, cartagineses, romanos y visigodos. Los visigodos son resaltados por ser cristianos, aquí introduce su novedad: el reflexionar porqué ellos, y los reinos anteriores y posteriores, cayeron y dejaron de existir. Por lo que su obra se orienta a educar a los reyes, e incluso a concienciar a la sociedad de su paso común por la historia dentro del Estado y por el destino también común, ya sea de modo activo o pasivo.

Mariana opta por la monarquía como gobierno más estable, pero siempre que esté sujeta con leyes y estatutos para todos, incluidos los reyes, pues los gobernantes fueron puestos en su cargo, en origen, por los ciudadanos del Reino. El Rey ha de ser justo y no arbitrario y por encima de la ley, pues sino sería un tirano. Sobre todo porque la justicia también sería una creación de Dios, por lo que debe ser respetada. Por ello defiende el cese o el tiranicidio del Rey si este no obrara con justicia en beneficio e interés de todos los ciudadanos del Reino. Esto es una novedad interpretativa de la política, pero también del uso de la historia para justificarlo y como enseñanza, más que como legitimación y justificación del Estado y la dinastía. Esta visión también la extiende al Papado. Metido en este sentido, alaba las Cortes aragonesas, donde el Rey es controlado por el Justicia Mayor, mientras que en Castilla no es controlado. Piensa que el Rey cada vez se escapa más de los controles, lo que llevará al fin del Reino como hegemónico, ya que podría degenerar en un vicio y dejación que podría ser castigado por Dios. Prueba de ello, afirma, son los fracasos de la Armada Invencible con Felipe II. El abandono de actitudes católicas sinceras en los gobernantes sería la explicación de todos lo fracasos militares de su época. Justifica todo esto alegando el fin de Roma, de los Reinos Hebreos, etc. A la vez, explica así el dominio extranjero sobre los españoles primitivos. La historia española es vista por él por medio de los defectos de los españoles. Roma habría tenido un papel más civilizador, lo que realza su visión imperial de la historia. Los visigodos serían destacados por su cristianismo, aunque su caída vendría por su corrupción. Los diversos reinos cristianos surgidos en la edad Media nacerían intentando retomar las herencias góticas. Hace hincapié en los aspectos morales de todos esos reinos, que explicarían su ensalzamiento y su caída, todo ello lo aplica negativamente al auge y deterioro de los Austria en España. Un deterioro que vendría por separarse de designios divinos cristianos. A fines del siglo XVII la visión de Mariana parecería justificarse no sólo con las derrotas militares, sino también con el deterioro moral y con el de la propia casa reinante de los Austria.

En el siglo XVIII la dinastía gobernante en España cambia por la Borbón. Eso implica un cambio en la política interna, donde la zona del Reino de Aragón perdió sus antiguos derechos como consecuencia de su derrota en la Guerra de Sucesión. A la par, se intenta integrar España en Europa, de donde había quedado deslindada con el final de la casa de los Austria y la decadencia de dicho periodo. La historiografía de la época intenta alejar la leyenda negra que había sobre el país desde el periodo anterior (en todo caso esta es achacada  como culpa de los Austria). Se intenta presentar soluciones y avances al retroceso español, así como integrar a todos los españoles en un proyecto de comunidad española, y no tanto de unión de reinos en uno. Se reivindica el pasado clásico romano, como algo revalorizado por su alto contenido cultural. Se trata de crear conciencias mínimamente cultas. En este sentido se intenta crear una mentalidad y sentimiento de identidad española. Se multiplican por ello instituciones, revistas, expediciones e investigaciones diversas con fines historiográficos. Se recopilan crónicas, fuentes escritas diversas, monedas, catálogos de monumentos antiguos, etc. Y se les intenta expurgar de todo aquello que no es cierto o comprobable con mucho celo. Así, ahora, se diferencia entre tres etapas, por primera vez: la desconocida, la mítica y la histórica.

Hay un interés didáctico desde el Estado y desde fuera de él que cambia la historiografía española. Pero, a la vez, los españoles se fijan en las historiografías e ideas europeas. La rama Borbón explica la caída de los Austria e intenta relanzar a España presentándola desde lo cultural para reintegrarla en Europa.

Para Fernando Wulf el siglo XVIII español vendría marcado por los hermanos Mohedano y por J. F. Masdeu, como principales renovadores.

Pedro y Rafael Mohedano crean una historia de España más centrada en los aspectos culturales y en las explicaciones de los hechos, más que en lo bélico o los hechos en sí tan sólo. Aún con todo no rechazan el pasado guerrero español. Rechazan el origen de Tubal, aunque no de un poblamiento de la península tras el Diluvio. También descartan que existieran reinos y héroes antes de la llegada de los fenicios. Estos, además, habrían venido para comerciar y aportaron conocimientos y cultura a los íberos del sur y el levante. Del mismo modo los griegos. Con lo que España sería un foco civilizado en la antigüedad, que daría aportaciones a las culturas de Gran Bretaña y Francia. Así también aportarían cultura a los romanos, aunque los Mohedano pretendían con esto responder a un historiador italiano de la época, el cual afirmaba que España era bárbara y deterioró al Imperio con sus costumbres, del mismo modo que el Barroco del XVII empezaría en España acabando con el Renacimiento italiano.

Los Mohedano utilizaron numerosas fuentes clásicas literarias y numismáticas para apoyar sus tesis. Roma también habría dado aportaciones culturales a la península, pero le habría quitado la libertad. Los visigodos librarían de Roma a los españoles y a cambio recibirían cultura y civilización. Los musulmanes alcanzarían su esplendor cultural en España, según los Mohedano, por todo aquello que se encontraron en la península ya desarrollado y que pudieron aprovechar. Respecto a los musulmanes intentan integrar sus aportaciones culturales españolizándolas, lo que es novedoso.

Así pues, los pueblos invasores se ven ahora de modo positivo por sus aportaciones, y los pueblos españoles son más destacados por su cultura (en buena parte suma de todas las traídas por los pueblos externos a la península). Queda revalorizado el sur y el levante como habidos de conocimientos y comercio, lo que beneficia a España. El norte es caracterizado como más puro en las tradiciones peninsulares, y serían la aportación de espíritu guerrero en la identidad nacional. España es vista ahora, más que como unidad de todos sus habitantes, como un Estado lleno de diversidad, donde cada población da aportaciones.

J. F. Masdeu creó una historia que seguía a la de los hermanos Mohedano. Su relevancia está en cargar la historia con más fuentes, aún, que estos. Además refuerza la idea de una cultura fuerte y anterior a la griega y a la romana en la península. Su historia tiene ciertas cargas xenófobas al incluir ataques a las diversas culturas externas que llegaron a la península y se asentaron, precisamente por ello. Contra Roma crea mayores ataques por su paganismo. La desunión de la Edad Media también es criticada e incluso la decadencia del siglo XVII. Aunque ensalza lo cultural y lo guerrero.

A lo largo del siglo XVIII en España se producen obras que razonan sobre la democracia y el poder, la revolución americana y la francesa, y el rechazo progresivo a la imitación de lo francés. Acerca de todo esto se crean historias por ciertos autores de lugares que perdieron sus privilegios con los Borbones (v.g. Cataluña). Crean historias de las leyes para defender una idea de monarquía no absoluta, y sí más controlada y parlamentaria, apoyándose en el pasado. Incluso se hacen reflexiones de la antigua historia de España y de la actuación que ésta tenía en América cuando los respectivos autores escriben sus obras. Algunos ven en lo españoles primitivos, sobre todo los del norte y el centro, a los humanos que viven en armonía con las leyes naturales y el ius naturalis. Es el preludio de nuevos tiempos y de otro uso de la historia en el siglo XIX para defender la democracia e incluso formar una idea de nación.

De este modo Fernando Wulf pone de manifiesto como la historia fue escrita en función del presente de cada época y de las nuevas necesidades que iban surgiendo. Ya sean estas legitimar al nuevo Estado o a la nueva dinastía, o justificar la necesidad de cambios en el sistema monárquico destinados a alcanzar una mayor democracia en el poder, o bien crear una identidad española definida de algún modo, de acuerdo a la necesidad del presente del autor. Sea la necesidad de una España heroica en el siglo XVI, o la necesidad de una España culta y civilizada desde antiguo en el siglo XVIII para responder a las acusaciones de atraso.

lunes, marzo 25, 2024

NOTICIA 2304ª DESDE EL BAR: LA SEMANA SANTA DE SALUSTIANO GARCÍA

 Llevo bastantes años que en Semana Santa aprovecho para poner alguna obra de Arte y explicar algún aspecto de ella, o de su autor o de su corriente. Este año me ha parecido bien aproximar a los lectores interesados a un Arte poco valorado en España, aunque en las últimas dos décadas, más o menos, cada vez más salas de exposiciones lo están poniendo en valor. Me refiero al cartelismo. y en el caso que os propongo también se combina además con otro Arte más, la fotografía. Me ha apetecido acercar el cartelismo o cartelería al lector a raíz de la polémica habida con el primer cartel que se diseñó para la Semana Santa de Sevilla de este año 2024. Un cartel con una fotografía de un Cristo resucitado mostrando de frente la llaga de la lanza de Longinos en su costado, obra de Salustiano García, que usó a su propio hijo como modelo. El Cristo era extraordinariamente atlético y semidesnudo, como prácticamente casi todos los Cristos de la Pasión en el Arte, aunque cubría con un lienzo atado a su cintura las partes corporales más sexuales. Sin embargo, este Cristo, con un fondo rojo muy vivo propio de esa pasión religiosa y letras doradas acordes a la corona que figura el halo de su cabeza, tenía una barba muy arreglada y un pelo estupendamente peinado, mientras se le notaba además algo de pintura de ojos, rimel, para marcar su mirada, lo que ha hecho parecer a mucha gente algo de ofensivo por considerar todas estas características como un punto de cierto grado de insinuación homosexual. Sinceramente, eso está más en el ojo del que mira. aunque tópicamente algunas de estas cosas se puedan relacionar desde ese tópico a la homosexualidad, no tiene porqué. Del mismo modo se podría relacionar este cuerpo con una apariencia muy etnocéntrica desde una visión europea. Cierto es que tampoco hay restos reales de tortura, demacración y sufrimiento que nos había acostumbrado el Arte desde el Barroco. Sin embargo, el asunto de la belleza y la perfección física de Cristo no debiera ser motivo de polémica, si uno se fija en varios Cristos del Renacimiento y en casi todos los del Neoclásico, siguen las mismas ideas estéticas que esta fotografía. No les interesa mostrar tanto ese Cristo torturado como el Cristo de perfección. Invito a ver el Cristo que pintó Goya, por ejemplo, para entrar en la Real Academia de San Fernando. Más aún, aunque los valores estéticos nos distancian mucho, me atrevería a decir que, aunque vestidos, más de un Cristo medieval también se les ve como Cristos vivos más o menos saludables a pesar de estar teórica y corporalmente muertos en la cruz.

En cuanto al desnudo, que en realidad es un semidesnudo, es más una cuestión de cómo se entiende el Arte y la religión que en realidad un elemento provocador. Es muy conocido que la primera versión de los frescos de la Capilla Sixtina pintados por Miguel Ángel Buonarroti en la primera mitad del siglo XVI estaban inicialmente desnudos al completo. Fue por indicación del Papa del momento que Miguel Ángel los tapó con túnicas. La idea del desnudo completo en el Renacimiento se debía por un lado a la influencia de las esculturas y pinturas que en esos mismos momentos se estaban descubriendo de entre las ruinas y restos de la antigua Roma, pero también se le unía un asesoramiento de una parte de la teología que defendía la pureza a través de la estética del desnudo en el Arte religioso, en el sentido de que la propia Biblia hablaba de la desnudez en el Paraíso o la desnudez en el juicio final, siendo que Adán y Eva sólo se cubren sus zonas sexuales cuando sienten vergüenza al ser expulsados del Paraíso y han contraído el pecado original, por lo que ya no son totalmente puros, pero no se tapan por indicación de Dios, si no por su propia vergüenza ante el pecado. Evidentemente este tipo de obras no estaban exentas de controversia, no obstante, el Papa le pidió a Miguel Ángel que tapara los desnudos, pero no todas las obras del Renacimiento con desnudos fueron tapados. Si pensamos en el Adán y Eva de Alberto Durero es casi un desnudo integral, porque los elementos que les tapan son excesivamente mínimos. Lo mismo diríamos del Nacimiento de Venus Afrodita de Botticelli. Si comparamos estos pocos casos citados con el cartel de Salustiano García, este Cristo, por muy escandaloso que haya sido para una parte de los sevillanos, es un Cristo muy tapado, aunque parezca mentira. Por cierto, si buscáis el autorretrato frontal de Alberto Durero, la caracterización del hijo de Salustiano García como Cristo tiene algo de él.

Puede entenderse que tenga algo de sexualización el cartel, aunque la sexualización en otras obras de arte religioso a lo largo de la Historia, aunque sea difícil de creer, no es algo inusual, pues las percepciones de otras épocas y las actuales no son las mismas ante ciertas partes del cuerpo, actitudes o alegorías. Sin embargo, es un Cristo de vida, no de muerte. Salustiano García no ha centrado su cartel en la crucifixión y el sufrimiento para redimir los pecados de la humanidad, sino en la resurrección y el anuncio de la buena nueva de la otra vida ultraterrena el mensaje de salvación. Sólo eso explica la lozanía de este Cristo y el señalamiento de la llaga del lanzazo que le ayudó a morir físicamente ante, una herida que es prácticamente nula en la imagen, pese a que teóricamente debería ser algo grande. Aquí es apenas una cicatriz, y habríamos de pensar que la señala porque se la está mostrando a Santo Tomás, el apóstol que no terminaba de creer que fuera él resucitado hasta que Cristo le enseña sus llagas y le invita a tocar la del costado. A lo que Cristo le hace ver lo afortunado que es por creer por poder ver y tocar, porque el resto habrá de creer sin que esto ocurra, sólo con fe. Santo Tomás, una y no más.

Es un Cristo joven cuyo refuerzo de ser un Cristo de vida lo trae ese rojo de la pasión del fondo, que aquí nos manda casi un mensaje de vida y alegría. Un Cristo joven que nos ha de recordar que murió con 33 años. Si bien en el siglo I la treintena de años no era una edad precisamente joven, pues el promedio estaba en la cuarentena, a pesar de que hemos encontrado restos y sabemos por escritos de casos de hombres de clase alta que llegaban a la sesentena y algunos más (hoy día también los de más dinero y trabajos menos físicos viven más que los de menos dinero y trabajos muy físicos). Hoy día 33 años es una persona joven, bastante joven, adulta, pero joven, por lo que el cartel se pone al día en el siglo XXI y prácticamente es un llamamiento a la juventud y a los deseos de vida de esta, en lugar de acercarnos a esa idea de muerte y sufrimiento. Además, es también una obra muy del siglo XXI porque la Semana Santa no sólo es ya un fenómeno de vivencia religiosa, llena de tradición. Desde algún momento de la segunda mitad del siglo XX la Semana Santa de los países mediterráneos esto ha ido mutando a un fenómeno no sólo religioso, sino también vacacional, y desde el último cuarto del siglo XX ese fenómeno vacacional empezó a transformarse también en una fiesta gastronómica, y luego también a un festejo donde la tradición pasó a ser un fenómeno de acto festivo como quien va a una cabalgata de fiestas populares, un momento donde ejercitar la fotografía más o menos artística o costumbrista y así, poco a poco, hasta llegar a este momento donde a todo eso se suma una aceptación de que estas fiestas son precisamente eso: una fiesta donde lo religioso en muchos casos o queda diluido o sirve de excusa, siendo relativo el número real de personas que lo viven con devoción, y de entre los que lo viven con devoción es una devoción diferente, donde no es tanto no comer carne, ir a todas las procesiones, rezar, ofrendar, etcétera, sino participar de algo de esto, incluido ver una película religiosa en televisión, pero a la vez montarse una fiesta, cada uno cómo ve mejor: una comida con la familia, irse a hacer turismo a una localidad con procesiones a las que hacer fotos, no participar pero ir de bares, participar e ir de bares también, ser de una cofradía y, paradójicamente, tras cargar con el Cristo, irte a emborrachar con el resto de cofrades cuando acabas... Todo cabe en el siglo XXI. Y en cierto modo esto queda recogido en este Cristo que yo creo que es un Cristo de vida, y muy respetuoso, bastante más si lo comparamos con algunas de las actitudes festivas comentadas. Pensemos además que este Cristo no se nos aparece alegre y de fiesta, nada más lejos, pero verle sí nos invita a tener un optimismo.

Y no está mal que sea un Cristo de vida, porque a fin de cuentas eso es la anunciación de la resurrección, un anuncio de vida. 

Por otro lado hay que entender el Arte de la cartelería, no es como el de los cuadros. El cartel puede tener su potencial artístico y su intención artística, que hay aquí se refuerza con el lenguaje fotográfico, pero debe cumplir además con una función anunciadora de algo, en este caso el comienzo de la Semana Santa en Sevilla. Y esta Semana Santa sevillana no sólo es un evento netamente religioso, a nadie se le escapa las fiestas de todo tipo y las celebraciones que rozan y caen en lo pagano creyendo los participantes a menudo que sus actitudes son sólo de gran pasión devoto. Es un cartel que está ahí, y sinceramente, a mí me da la sensación de que es un cartel muy respetuoso y que toda irreverencia está en el ojo que mira, aún pudiendo haber un poco de intención provocadora que, tampoco nos engañemos, lo ha tenido y lo tiene todo artista que merezca la pena en todas las épocas. Para empezar, una de las cuestiones más provocadoras creo que es la de ser un Cristo de vida y no uno de sufrimiento y muerte. Es un Cristo alejado del Barroco, ni siquiera es aleccionador como el Renacentista, tiene algo de estético del Neoclásico, no quiere ser historicista como el Romántico, y desde luego no es experimental como en el siglo XX, pensemos en aquel Cristo en la cruz que asciende a los cielos crucificado en un cuadro de Salvador Dalí... un Cristo que asciende muerto y crucificado, si eso no es provocador que me lo expliquen, y es un buen cuadro. Es un Cristo, el de Salustiano García, muy propio del Arte del siglo XXI, que tiende a lo mediático y a la juventud... así es casi todo el siglo XXI, un canto a la juventud y su modo de vida. Un canto a la vida.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

jueves, marzo 21, 2024

NOTICIA 2303ª DESDE EL BAR: MANUEL, EL DÍA DE LA POESÍA

Hoy es otro 21 de marzo, primer día de primavera, pero también Día de la Poesía. Hoy me apetece compartir mi último poema, escrito hace un poco menos de una semana. Quizá no sea uno de los mejores poemas, pero me salió dedicarle un poema a uno de mis bisabuelos. Simplemente me surgió así. 

He visto anunciados estos días un par de convocatorias de actos poéticos en Alcalá de Henares con motivo de este día. También fotos de los asistentes en uno de ellos que empezó ayer y acaba hoy. Pero ahora mismo tengo mis propios asuntos por casa y precisamente hoy de leer algo leeré en mi casa y si viene alguien amigo que sepa donde vivo a leer, pues nos leeremos algo.

MANUEL

Manuel, tu nombre se haya atado
a la puerta de un cementerio
donde yace Dolores
y tú pendes de un árbol.
Diecisiete hermanos y sólo sé de ti
que estuviste por África con un fusil,
que te enamoraste de ella,
que tuviste varios hijos,
entre ellos mi abuelo,
y ella el tifus y después la muerte,
y tuviste silencio
y al año una cuerda
y pendes de un árbol
eterno
a la puerta de un cementerio.
Querido bisabuelo, sólo sé de ti
un nombre y un par de apuntes
eternos en el devenir.

Por Daniel L.-Serrano (Canichu, el espía del bar).

(Este poema tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. De este poema no está permitida su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).

lunes, marzo 18, 2024

NOTICIA 2302ª DESDE EL BAR: UN ETERNO VOLVER A EMPEZAR

Hoy vuelvo al desempleo. He tenido suerte empalmando tres contratos seguidos desde octubre pasado, y en mi propia ciudad. Me he ahorrado madrugar aún más temprano para usar un transporte público que si es el tren no hay día que no tenga retrasos y problemas y si es en autobús te toca ir de pie todo el trayecto de Alcalá de Henares a Madrid porque ya viene saturado desde Alcalá central. Además he de reconocer que he tenido la suerte de haber sido ubicado en una oficina donde he estado solo, con unas vistas maravillosas a los montes alcalaínos. He podido ver cada amanecer estos meses y he podido tener puesta la radio. Ha sido como trabajar en el salón de casa, pero en el archivo. 

Ahora vuelvo al paro, me apuntaré oficialmente dentro de un par de días para que no se solapen los dos días de vacaciones no disfrutadas con el cobro de la prestación contributiva (el paro). Sé que luego será Viernes de Dolores y Domingo de Ramos, con lo que empezará Semana Santa. Eso hace que sea un poco inútil buscar empleo hasta después de esa Semana Santa, ya en abril. Creo que me quedarán unos tres o cuatro meses de cobro, porque la anterior vez no encontré empleo fácilmente y agoté lo que tenía, llegando al subsidio y muy cerca del final de todo tipo de ingreso.

Este año cumpliré 45 años. Una reforma legal del año pasado, el Real Decreto-ley 1/2023, de 10 de enero, ampliaba a las personas de 45 años para adelante el derecho del cobro del subsidio cuando agotabas la prestación contributiva, así como daba ventajas y ayudas a los empresarios que contrataran a personas de 45 años en adelante, antes creo que estaba en 55 ó 56 años. La cosa es que varias estadísticas indicaban que es en torno a los 45 años, años más o menos, cuando la gente empieza a tener serios problemas para ser contratados. Yo, la verdad, es que llevo un tiempo notándolo. La anterior vez de desempleo, antes de esta suerte de haber enlazado varios contratos, pura suerte, me costó mucho ser contratado. Busqué en mi sector, de archivero, pero también en otras cosas, profesor, reponedor de hileras de supermercado, vendedor, en una fábrica de reciclaje de cartón, y otras cosas, ya digo, pero todo fueron rechazos o silencios. En mi sector suele ser primavera y otoño cuando las administraciones sacan proyectos de archivo. Malo será pasar la primavera sin nada. Dentro de lo que hay al menos primavera empieza ahora. Mi sector es de contratos de duración determinada, que es como se llama ahora a los contratos temporales en la reforma laboral de 2021. Somos jornaleros del siglo XXI. 

Hace un par de semanas hice una entrevista de trabajo de formador de archiveros. Lo ofertaba el Ministerio de Cultura. Hacía años que no hago una entrevista. Mi sector tiene pocas empresas dedicadas a archivos y lo corriente es que la empresa que más contratos me ha dado ya me conoce más que de sobra y simplemente si tiene algo y sabe que estoy libre me lo dan. Luego les escribiré para decirles que estoy disponible de nuevo. Otras empresas del sector simplemente les vale con ver el currículo. No hay tantos archiveros por ahí sueltos. Aunque ya he comentado más de una vez lo precarizado que está el oficio.

Cumpliré 45 años y tengo una vida de inestabilidad laboral totalmente, lo que hace que mi vida personal también esté llena de horizontes rotos y sueños ya imposibles de ser realidades. Más aún, hace años que no es que no haya tenido vacaciones, que no es que no haya podido irme de vacaciones, sino que en mi día a día lo mejor es que en mi tiempo libre lo dedique a cosas que cuesten muy poco dinero, sólo así se puede sobrevivir. En fin, ¿qué decir que no se sepa ya de lo que implica en la vida particular de una persona el ir viviendo sin más porque la precariedad no le deja otra cosa más que ir viviendo en el hoy? Una vez tuve un trabajo de veinte meses, una rareza muy rara en mi sector. No era de ocho horas diarias, por lo que coticé menos meses y cobraba, además, a la baja. Cuando acabé el contrato me dio por mirar mis ahorros antes y después de ese trabajo. Tenía menos dinero. No había habido mes que no hubiera tenido que usar mi sueldo y parte de mis ahorros, que eran lo heredado de mi madre. Fue un trabajo con el que perdí dinero. 

Tendría gracia amarga que tras llevar desde 2009 en archivos encontrara este año un trabajo estable no por los conocimientos o las capacidades, sino por la edad, por envejecer y llegar a esos 45 años con los que bonifican a las empresas, o no sé muy bien cómo las compensan. Pero no va a ocurrir. Conozco mi sector, repito, desde 2009, sé cómo funciona y no se va dar el caso de que hagan un contrato estable y bien remunerado, o debidamente remunerado. Los archiveros tenemos mucho de vocación, si no no se explicaría que con un panorama que es el que es, perduremos. No se nos valora. Los primeros que deberían hacerlo son los empresarios mediante los sueldos y las estabilidades. Son ellos, en cualquier sector, los que dignifican o no a sus trabajadores valorando con sus sueldos y condiciones laborales  a sabiendas de lo que vale realmente para su empresa el trabajo de esa persona. Claro que partimos de la base también de algunas empresas que saben que en este sector se requiere estudios universitarios pero eso no se refleja a veces en los contratos, por lo que los convenios que fijan los salarios son muy relativos a la hora de figurar en esos mismos contratos. 

En fin, que vuelvo al desempleo y otra vez a empezar. Un eterno volver a empezar. Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, marzo 11, 2024

NOTICIA 2301ª DESDE EL BAR: 11M, 2004-2024, AL FUTURO CON EL PASADO

 11 de marzo de 2024, han pasado veinte años desde aquel de 2004. También estamos a un año de un cuarto de siglo XXI, tiempo suficiente para poder analizar aquel 11M desde la Historia, desde lo que es mi especialidad, la Historia actual, cuyo análisis conlleva siempre peculiaridades dentro de lo que se conoce como Historia Contemporánea, dado que aunque es Historia los hechos son más o menos recientes y muchos de los protagonistas están vivos, así como mucha de la documentación y posibles testimonios aún estarían por salir al público. Lo he explicado muchas veces, pero una vez más, para los legos, la Historia contemporánea se divide en la contemporánea que todo el mundo conoce, que comienza más o menos con la revolución industrial y la revolución americana y francesa en el último cuarto del siglo XVIII hasta la actualidad, y, dentro de ese concepto contemporáneo, estaría la Historia actual. Es por ello que en la Licenciatura de Historia (cuando yo la estudié era licenciatura) no se habla de Historia Contemporánea, sino de Historia Contemporánea y Actual. La Contemporánea propiamente dicha es lo ya referido, y la actual sería aquella Historia contemporánea que en todos los órdenes del mundo nos afectan directamente a los que hoy día vivimos. Normalmente cuando yo lo estudiaba había un consenso  más o menos por el cual el comienzo de la etapa actual se establece entre la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial. Hace unos años se abrió un debate sobre si se debía mover ya ese comienzo, pues ha habido cambios climáticos, científicos, de comunicación, sociales y de otro tipo muy sustanciales, pero hay polémica, porque el orden mundial nacido tras 1945 más o menos sigue en las mismas líneas tanto políticas como económicas, siendo otro el debate sobre si el papel de la ONU, la OTAN y otras entidades deben o no cambiar o si han cambiado. Sin embargo hay quien cree que los cambios iniciados con la tecnología y el cambio climático tiene un inicio tan marcado en el siglo XXI que se podría considerar ya un nuevo marco, mientras que otros creen que las revoluciones democráticas y sociales de la década de 1970 ya sería un nuevo marco, lo que tiene plena lógica en el caso de España, Portugal, Grecia, pero en sentido contrario también para Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay... Sea como sea, no nos vamos a meter hoy en este debate de historiadores, que hablan con análisis, no con opinión, y es un debate largo y tendido. Sea como sea, repito, no nos vamos a meter en el debate, y ciñéndome en ese arco iniciado a mediados del siglo XX, en este 11M de 2024 ya podemos hablar del 11M de 2004 como Historia actual, aún cuando duela en muchas personas víctimas o familiares de víctimas.

 El 11M de 2004 no puede explicarse por sí sólo. Está dentro de un contexto de Historia universal iniciado con el 11 de Septiembre de 2001, el 11S, y los atentados del extremismo islámico en Nueva York. Está también en el contexto de otros atentados posteriores a ese 11S ocurridos en Marruecos, en Reino Unido, en Francia, en Singapur y otros lugares. Los atentados de Casablanca de 2003 eran antesala de los atentados de Madrid, del mismo modo que los atentados de Londres de 2005 y de Barcelona de 2017 tienen su relación con los de Madrid, al menos en cuanto a ser hijos de una llamada guerra santa islámica que inició el extremismo islámico aquel 11S. Pero como todo en la Historia siempre hay antecedentes. El 11S fue producto de Al-Qaeda, pero el líder de esta, Osama Bin Laden, había sido alimentado por el propio Estados Unidos en la Guerra de Afganistán que sostuvo la Unión Soviética entre 1979 y 1989. Más aún, muchos de los primeros islamistas en torno a aquel 11S tenían su relación con la Primera Guerra de Chechenia de 1991-1996, cuando la Federación Rusa invadió Chechenia, del mismo modo que también algunos venían de la Guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995) y de Kosovo (1998-1999). Esto nos ubica en el final de la Guerra Fría cuando este final provocó una serie de reubicaciones de los antiguos países en el entorno del antiguo bloque satélite de la Unión Soviética, reubicaciones que en casos como los citados llevaron a conflictos bélicos donde Europa occidental y Estados Unidos tardaron mucho en reaccionar desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones internacionales. Pensemos que en Bosnia, justo al final de la guerra, intervino la OTAN por una cuestión de que se hizo evidente que las tropas serbias habían cometido varios crímenes contra la humanidad, de entre los cuales algunos de los más afectados habían sido civiles bosnios musulmanes, a pesar de que la otra facción en combate eran mayoritariamente bosnio croatas, entre cristianos ortodoxos y/o ateos o agnósticos, no nos perdamos, esta guerra era fundamentalmente política, desde lo nacional, pero tuvo componentes étnicos y este otro componente religioso que si bien no era lo más relevante, o no lo parecía en la década de 1990, se reveló como algo de importancia cuando en 2001 y años posteriores se fue sabiendo de los antecedentes biográficos de varios de los implicados, especialmente chechenos. Europa no intervino en aquella guerra que se consideró un asunto ruso, siguiendo las lógicas de la recientemente extinta Guerra Fría en esas fechas.

Lo que ocurre en el mundo evidentemente nos afecta, queramos verlo o no, y tarde o temprano lo hace de una forma más o menos patente. Hoy día quepa pensar que repercusiones podrá tener por ejemplo el conflicto en Ucrania o en Palestina-Israel, o aquella horrible y larga guerra contra otros extremistas islámicos, el ISIS, en Siria. Puede que marquen el futuro del siglo XXI.

El 11S de 2001 llevó a comenzar una dinámica que sí rompía con el orden internacional creado tras 1945. Fue la actuación unilateral estadounidense respondiendo al ataque a Nueva York con la invasión a Afganistán, en esos momentos gobernado por los talibanes, el cual amparaba a Al-Qaeda. Actuó al margen de la ONU, pero con el amparo del dejar hacer por parte de los socios de la OTAN y también de la Federación Rusa. Era el momento en que cupo la posibilidad real de reformar la OTAN para introducir a Rusia, lo que hubiera cambiado el rumbo de la Historia, pero ni Estados Unidos quiso tener un peso tan pesado como socio, ni tampoco Estados Unidos ni Rusia querían esa reforma después de que la OTAN nació contraria a la URSS y la URSS había construido varias décadas de relato contra la OTAN. Aquella nueva guerra en Afganistán comenzó a finales de 2001 y se prolongó varios años, mientras a la vez Estados Unidos declaró la guerra al extremismo islámico, el cual se iba ramificando y diversificando, y con apoyo de Reino Unido y España volvió a saltarse el orden internacional posterior a 1945, y al margen de la ONU volvió a invadir otro país, Irak. A partir de ahí se ha ido moviendo todo lo que va de siglo XXI, el nacimiento de ISIS, la guerra de Siria (que es más compleja y tiene más factores) e incluso, aunque parezca raro, también el actual momento en Gaza.

Del ejemplo unilateral de Estados Unidos en 2001 al margen y con apoyos puntuales en 2003, nacieron iniciativas similares o iguales de parte de Marruecos (islote Perejil y Sahara Occidental), Israel (en 2006 en su entorno), Federación Rusa (varios lugares, el más reciente Ucrania), Turquía (diversas acciones respeto a los kurdos que a veces traspasa fronteras vecinas), etcétera. En este sentido el mundo está trastocado, porque el derecho a defenderse que alegó Estados Unidos en 2001 para actuar sin esperar el permiso formal de la ONU ha sido seguido varias veces por él y por otros. Ya no hablemos de las alegalidades como las prisiones sin garantías jurídicas concretas en Guantánamo de unos prisioneros capturados en una guerra que a la vez no les consideraban presos de guerra, sino terroristas, pero durante años no pesó una acusación formal y, más allá, saltaron a la prensa las torturas, a la vez que se destapó también los secuestros al margen de la ley internacional por parte del espionaje a supuestos terroristas.

Los atentados de Madrid de 2004 nació de todo esto. El apoyo de España a la invasión de Irak en 2003 fue el principal motivo, aunque desde el 11S de 2001 el extremismo islámico se había referido y se viene refiriendo a España como al-Andalus. 

España venía combatiendo el terrorismo de manera larga y tendida y ejemplar en el mundo occidental desde hacía varias décadas. Ha habido muchos grupos terroristas en España desde la segunda mitad del siglo XX, pero si nos centramos en el grupo terrorista vigente en España en ese 2004, era ETA, ya ni estaba el GRAPO presente. Reino Unido y España, ellos con el IRA, éramos en occidente los que más experiencia antiterrorista teníamos. Éramos ejemplo. Tanto es así que tras el 2001 más de una vez se le dijo desde España a Estados Unidos que la respuesta antiterrorista no estaba en iniciar guerras donde pagan civiles inocentes. El terrorismo de extremistas islámicos estaba latente como amenaza en los cuerpos de seguridad del Estado, pero no se había materializado. Cuando explotaron los trenes de Madrid el 11M de 2004 no se esperaba la aparición de Al-Qaeda en España. Era una posibilidad, pero no habiendo ocurrido, no contábamos con ella… ni siquiera la vio venir nuestros grupos antiterroristas, tan impecables. 

Como repercusión más directa tenemos el cambio en la intención de voto en las elecciones generales que se iban a celebrar en unos días y en lugar de renovar un gobierno del Partido Popular (PP), con un Rajoy que se presentaba por primera vez, se eligió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con Zapatero. El pecado original del PP fue querer manipular con una mentira patente que el origen del atentado estaba en ETA. Querían evitar a toda costa que la gente lo relacionara con Al-Qaeda y por tanto con la contribución de España a la invasión de Irak, la cual llevaba desde 2002, antes de que ocurriera en 2003, con protestas en favor de la paz y de la no invasión en las calles españolas. Yo estuve en esas manifestaciones del no a la guerra. Nadie se creía que había armas de destrucción masiva en Irak, como quedó evidente durante la guerra, era el argumento de “casus belli” de Estados Unidos que defendió Aznar. Evidentemente en unos atentados con ciento y pico muertos tan relacionado con todo aquello, el gobierno sopesó que pese a las evidencias era mejor decir que fue ETA. Era un antecedente claro de lo que era una noticia falsa para manipular a un país entero. Pero no coló. La propia ETA reaccionó comunicando que no fueron ellos, normalmente cuando hacían algo lo decían, pero esta vez dijeron que no fueron ellos. Por cierto, el 11M tuvo una consecuencia paradójica, como hemos sabido años después, una parte de los terroristas de ETA se replantearon la lucha armada al ver el sin sentido de los atentados de Atocha lo que les llevó al comienzo de su propio proceso de abandono de las armas, si bien este no se produjo de manera inmediata en 2004 y aún habrían de atentar por última vez en 2010… en territorio francés. Pero, aunque suene raro, también en el fin de ETA tuvo una repercusión el 11M. 

Sea como sea, desde las informaciones internacionales, incluida la censura en España de una entrevista al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se decía que los autores eran Al-Qaeda. Al final el PP tuvo que admitir que era Al-Qaeda, pero la indignación contra ellos ya estaba ahí y perdieron las elecciones. Lo que abrió una etapa nueva en la que se avanzó en derechos sociales como el matrimonio homosexual y otras cuestiones, pero también en un PP enquistado en decir o dejar decir mediante el silencio que el 11M era una especie de golpe de Estado del PSOE, se puede seguir en la prensa del momento, en hemeroteca. Durante varios años consideraron ilegítimo el gobierno de Zapatero, incluso cuando lo renovó en 2008. Mediante el silencio, a veces con participación de personas puntuales del PP, dejaron hablar a la prensa conservadora de todo tipo de teorías conspirativas, y dejaron hacer a grupos escorados hacia la extrema derecha que defendían algo que ni los tribunales de justicia avalaban, la autoría de ETA y no de Al-Qaeda. Las investigaciones fueron claras, fue Al-Qaeda. Todo esto frenó cuando el PP recuperó en las urnas el gobierno en 2011, por otras razones del momento de aquel año, y aprendieron la lección de 2004 cuando en 2017 se enfrentaron a los atentados de Barcelona. 

La respuesta española fue diferente a la estadounidense y a la de otros países que habían recibido terrorismo de Al-Qaeda hasta aquel 2004. Nosotros, contrariamente a otros países, no clamamos por la venganza ni por la guerra. Tampoco reventamos en ira contra el gobierno que había mentido sobre los autores. Salimos a la calle, yo incluido, rechazando el terrorismo de manera pacífica, rechazando la mentira del gobierno, y pidiendo paz. A sabiendas de que al terrorismo se le combate con las fuerzas de seguridad desde la ley y la democracia, sin declarar guerras. Aquello también sorprendió al mundo. Fuimos ejemplo. Fuimos mirada. Y lo volveríamos a ser en 2011, por otros motivos muy diferentes, pero también por vía pacífica. Se eligió nuevo gobierno con una participación electoral muy elevada, no vista antes desde la Transición, que se repetiría en 2011 por otros motivos. El nuevo gobierno tomó por primera medida la salida de las tropas españolas de Irak, por ser una guerra al margen de la ONU, pero es verdad que se mantuvo en Afganistán, porque en esa guerra sí hubo acuerdo internacional de que allí estaba la cabeza de Al-Qaeda. Zapatero usó la legalidad y los cuerpos policiales y de servicio secreto, como siempre se ha hecho, para combatir el nuevo terrorismo en España y prevenirlo. Y ese es el camino que seguimos. Y la Justicia en los tribunales. El Estado de derecho democrático.

Alcalá de Henares tiene un alto número de muertos y heridos. Mi casa está cerca del polideportivo donde trajeron muchas de las bolsas con cadáveres, porque de tantos que había no cabían en las morgues alcalaínas. Todos recordamos las llamadas de teléfono sobre si estábamos bien. Creo recordar que había huelga de estudiantes universitarios, por lo que pudo ser peor. Yo estaba terminando la licenciatura de Historia, pero mi universidad era la de Alcalá, no tenía que ir a Madrid. Aún así, numerosas personas me llamaron por teléfono. Por la noche mi grupo de amigos más antiguos quedamos en un bar de heavy ya desaparecido, el Paranoid, en El Val, para ver que todos estábamos bien. Sólo un hermano de una amiga iba en uno de los vagones, pero salió bien. Con los años he conocido gente que sí tuvo a alguien. Esto es Alcalá.

El monumento alcalaíno a las víctimas me parece uno de los más bonitos y necesarios, y es probablemente el más respetado de la ciudad al margen del turismo. Cada año tiene flores. 

En las noches de aquellos fines de semana yo me sentaba ante las velas puestas ante el ayuntamiento y encendía las que se apagaban. Reflexionaba tras venir de los bares de fin de semana. 

Es Historia del siglo XXI. Como tal debe servirnos para analizar el presente y cumplir con esa máxima de los historiadores que dice al futuro con el pasado. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.


sábado, marzo 09, 2024

NOTICIA 2300ª DESDE EL BAR: LA MUERTE NO TIENE COLOR

Ayer, 8 de marzo, el cineasta alcalaíno Ugo Sanz presentó su primera novela tras una larga trayectoria como cineasta de cortometrajes, por cierto, galardonado en Alcine y paseado por Europa. Lo hace con  la editorial navarra Eunate. Se llama su libro La muerte no tiene color. Fue finalista de los Premios Azorin. La presentación fue en la Librería Diógenes, aquí en Alcalá de Henares, aunque previamente ya hubo otra en Pamplona. Se trata de una novela negra que leeré y ya comentaré en Las notas de los cíclopes libreros cuando lo haga. Esta vez firma por primera vez como Hugo Sanz Rodero, prescindiendo de eliminar la H de nombre y añadiendo el segundo apellido para no ser confundido con otro autor de nombre Hugo Sanz, creador de novelas eróticas. 
 
Como ya hablaré de libro cuando toque donde toca, quiero aquí dejar constancia de lo repleta que estaba la sala para recibir esta primera obra literaria de un amigo que conozco posiblemente ya cerca de veinte años, aunque nos hemos tratado y visto poco. Se remonta a los tiempos en los que primero como cliente y luego yo como camarero y encargado coincidíamos en el ya desaparecido La Vaca Flaca, de donde han salido tantos creadores en Alcalá muchos antes que el también desaparecido El Laboratorio. No dudé en ir a ver la presentación cuando me enteré y creo que, conociendo sus cortometrajes, será una obra interesante de leer. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

miércoles, marzo 06, 2024

NOTICIA 2299ª DESDE EL BAR: EN ESTA SEMANA, REFLEXIÓN

Nos acercamos a un 8 de marzo, día por excelencia para la reivindicación de la mujer y la igualdad de derechos, donde una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), del 15 de enero de este 2024, dice que el 44,1% de los hombres en España creen que la igualdad ha llegado tan lejos que ahora se les discrimina a ellos, a nosotros, pues yo también soy hombre (El País). Al menos así interpretó el periodismo en general, tanto escrito, como radiofónico, como televisivo, el resultado de esa encuesta. Si he de decir la verdad, yo no he consultado la encuesta en sus preguntas y respuestas exactas, pero cuando veo que se entrecomilla una parte y la otra no, me pregunto cuánto hay de interpretación periodística de los resultados obtenidos para poder ganar titulares que consulten los lectores y las audiencias, con su respectivos ingresos económicos por número de consultas o de audiencias. La cosa es que seguí el asunto por diferentes medios, el periódico citado, otros más de diversas tendencias políticas, un par de cadenas de radio y algunas cadenas de televisión. Por otra parte, fue una noticia que salió por todas partes e incluso tuvo sus comentarios desde personas del gobierno, como Ana Redondo, Ministra de Igualdad por el PSOE, la cual interpretó en un comentario que salió en varios telediarios que los que consideraban eso eran directamente negacionistas de la violencia de género, lo que supongo que en cierto modo quería implicar también una acusación de machismo, misoginia y demás.

Consultando algunas de las preguntas publicadas en prensa de la encuesta, recordemos que la prensa no publicó la totalidad de la encuesta de manera literal, veo que la pregunta que llevó a interpretar lo que los hombres creen era: "Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres", a cuya frase se contestaba valoraciones (No sabe, no contesta / Poco o nada de acuerdo / Regular / Muy o bastante de acuerdo). En ningún momento el CIS usó si se "creía", no usa el verbo "creer". Así pues quienes hayan contestado la opción que salió mayoritaria puede creer, o puede considerar, o puede sentir, o puede valorar, que son todas cosas muy diferentes, y no todas ellas implican un rechazo a los avances de la mujer, puede haber una aceptación total a los avances de la mujer y a la vez sentirse que en algunas cuestiones el hombre ha podido sentirse perjudicado (estemos de acuerdo o no en ello, acoto para el lector o la lectora). Perjudicado no en el sentido de que se crea más que la mujer, si no que sintiendo que la mujer debe estar en igualdad con el hombre, puede que la discriminación positiva hacia la mujer haya actuado a la contra con el hombre precisamente porque es discriminación, positiva hacia la mujer, sí, pero contraria hacia el hombre. Pensemos que incluso hay pensamientos feministas desde el origen del feminismo que consideran que la discriminación positiva también es discriminación contra la mujer al darla prioridad frente al hombre por el hecho sexual de ser mujer. Ahora bien, hay pensamientos feministas que defienden que esa discriminación positiva es necesaria para corregir situaciones e injusticia hacia la mujer, una discriminación positiva que en principio siempre se plantearon como algo temporal hasta que ya no haga falta aplicarla y se valore por igual a mujeres y hombres. Si algún día esto se logra, puede que haya mujeres que al eliminarse la discriminación positiva se sientan perjudicadas, y lo estarán siendo, porque habrán perdido una ventaja, una ventaja que ya no sería necesaria si se alcanzase la real no discriminación y que de aplicarse sería siempre desventaja para alguien, pues no deja de ser discriminación. Sea como sea, la valoración de que "los hombres que" no la otorgaba la encuesta, sino que se la dio la prensa, orientando al final a toda la gente a creer que "los hombres creen que...".

La encuesta también decía que el 48,2% de los hombres mayores de 16 años creen que las desigualdades entre hombres y mujeres son muy grandes o bastantes grandes. Este otro dato no fue tan expuesto como el anterior, aunque es evidente que entra en contradicción con el anterior. Si se hubiera analizado la contradicción puede que las conclusiones que se dijeron no se puedan afirmar con la rotundidad que se afirmó. Sé que es un tema delicado y que le mero hecho de plantearlo puede provocar todo tipo de acusaciones contra quien esto escribe, a pesar de que soy, desde siempre, totalmente contrario a las desigualdades de género, de pensamiento y de actos. Toda mi vida.

La cosa es que como siempre he defendido en esto y en montones de otras cuestiones, nunca hay un único punto de vista válido como explicación total. Si se trata de explicar todo con un único argumento habremos perdido la capacidad de libertad de pensamiento, de opinión, de expresión, la riqueza de puntos de vista, la democracia que todo esto implica y, peor aún, la capacidad de poder entendernos para avanzar juntos, no para atacarnos con acusaciones los unos a los otros. 

Es evidente que la contradicción entre los dos datos de la misma encuesta tiene tras de sí algo que no casa con esa lectura de la ministra considerando que ese 44,1% son negacionistas de la violencia de género, cuando la pregunta, además, no iba de la violencia de género, sino que era algo mucho más amplio de interpretar en muy diversos aspectos sociales y vitales de la mujer. Un 48'2% considera que las desigualdades son muy grandes, si yo usara de la misma interpretación que la prensa y los políticos hicieron del otro dato podría decir que un 48'2% de los hombres creen que hay que acabar con las desigualdades por género. Lo cierto es que no lo sabemos, no sabemos qué creen, qué sienten, qué interpretan, qué valoran... Sólo sabemos un dato de valoración ante una frase que les propuso el CIS, no sabemos qué verbo es más adecuado, porque las preguntas de la encuesta no eran de desarrollo, sino de valoración. En la importancia del verbo más representativo tendríamos la realidad más cercana al general de los hombres españoles.

No creo que el 44,1% de los hombres españoles sean negacionistas de la violencia machista, como afirmó la ministra al otorgarle ese carácter a un dato referido en origen a si hay discriminación ahora contra los hombres. Más aún, creo que si se ahonda en ese dato con más preguntas es posible que se llegue a que la gran mayoría de ese 44,1% creerá que esa discriminación presunta a los hombres es incipiente, pero no mayoritaria, o bien que se da en algunos ámbitos muy concretos, como algunas leyes contra la violencia de género que pareciera que otorgan la culpabilidad al hombre antes que la inocencia hasta que no se demuestre lo contrario. Sé lo grueso que suena lo que he escrito, pero es posible que ahí esté una parte del centro de la cuestión. 

También sería bueno poder indagar cuántos hombres has sentido en conversaciones de su día a día o en medios de comunicación argumentos que les podría hacer pensar que todo lo positivo en el ser humano viene de la mujer y todo lo negativo del hombre. O bien que puedan creer que en determinadas cuestiones comprometidas en sociedad la mujer tenga más credibilidad de inocencia que el hombre, o que ellas se puedan permitir hacer todo tipo de chistes, canciones o comentarios hacia los hombres o de sexo que, en sentido contrario, hombres hacia mujeres, se interpretarían como machismo. Que conste, aunque quien me lee y me conoce lo sabe, que yo soy partidario de poder hacer chistes, canciones, literatura, etcétera, con total libertad, porque es la intencionalidad, no la creación, lo que le da el peso. Y si somos buenos entendedores, nadie nos tiene porqué decir que sí y qué no... no demos paso a la censura a toda costa en nombre de valores... porque lo cierto es que todo acto de censura se hace en nombre de valores. Es otro debate, aunque anejo.

Lo que vengo a decir en este 8 de marzo cercano es que para alcanzar la igualdad no vale sólo con escuchar un único argumento interpretativo y silenciar a todo aquel que no confluya contigo. En ese 41,1% de hombres que han valorado X en la pregunta de marras habrá muchos hombres a favor de la igualdad total, sin discriminación y que además se encuadren en ese 48,2% que consideraron que hay muy graves diferencias de discriminación contra la mujer. 48,2% es más que 44,1%, y son los mismos hombres los que contestaron la encuesta. En esa contradicción es donde podemos leer que no, que es posible que no es un panorama tan negro contra la igualdad. Hay que entender que en el camino a la igualdad hay que escucharse todas las partes, aunque pueda escocer a algunos y a algunas. Hay que conocer como van viviendo el camino unos y otros, hay que conocer para avanzar juntos y no los unos contra los otros. Esto no debería ser un arrojarse piedras en modo de acusaciones, si no de entendernos. Creo que si se hicieran más ejercicios de comprensión del otro, tanto de un lado como del otro (entiéndase por "lado" lo que cada uno crea más oportuno) podríamos avanzar mejor. Porque ni es bueno que el hombre se quiera imponer a la mujer, como tampoco sería deseable que los partidarios de la igualdad quisieran sólo que un único punto de vista sea el válido y nada más, y lo que piense, sienta o viva el otro, si es diferente a lo tuyo es contrario a ti. No es así. No tiene porqué.

Un ejemplo autobiográfico. Cuando murió mi madre en 2017, un tiempo relativamente corto después, en un grupo de amigos me presentaron a una serie de personas que habían venido a conocer Alcalá de Henares. De entre el grupo una chica quiso hablar conmigo porque tenía ella interés en algunas cosas de Alcalá y luego en que le dijeron que yo escribía. Ella quería saber cómo podía publicar ella. Yo estaba atento a la conversación, pero a la vez estaba un poco abstraído en recuerdos personales que no se iban en ningún minuto del día. Ella, muy enfadada, me acusó de machista por no mirarle a la cara al hablar y porque no le contestaba sin tomarla en serio. Y se fue de esa manera tan...en fin, en medio de un bar con más gente delante, lo que es lo de menos, pero que también es algo que te señala de manera pública. Un conflicto hombre-mujer donde ella se va acusándote de tal y de cual. Por supuesto yo la estaba escuchando, aunque tenía la cabeza de manera inevitable entre mi vivencia personal con la muerte de mi madre y lo que esta chica quería que le contara. Sí, le contesté a lo que ella quería saber, tal vez no me explayé tanto como ella hubiera querido, pero no, no era un acto de machismo no prestarle toda la atención que ella quería. Evidentemente ella no tenía porqué saber, ni sabía, mis circunstancias personales, pero es esto un ejemplo de lo que quiero decir hoy en favor de avanzar juntos en la igualdad. Un único punto de vista sobre algo no puede ser la única referencia y si se sale de ese punto de vista ya eres machista. No mirarla a la cara o no contestar con todo el entusiasmo de datos que ella quería no era infravalorarla, es que somos humanos, no sólo hombres o mujeres, y como humanos nos pasan cosas en nuestras vidas... en igualdad. Es más, aunque no tuviera la cabeza donde la tenía, tampoco hay que creer que el otro se tenga que entregar a ti en toda plenitud en todo momento que tú creas que deba hacerlo. Tenemos que comprendernos como personas. 

Otro ejemplo es el de encontrar en algunos recitales mujeres que consideran que la palabra poetisa es discriminatoria. Como dijo una lingüista en Cadena SER esta semana, no lo es. Personalmente me parece una palabra bonita, y creo que se debe poner en valor que a las mujeres se les puede llamar poetas y poetisas. Si alguien ha considerado que poetisa es discriminatorio es la opinión de esa persona, pero no lo es, y si alguien lo usa de manera discriminatoria apostaría a que es un uso ya muy viejo, en desuso, pero no hay que generalizar una parte por el todo. El problema está cuando se quiere imponer un único punto de vista sobre lo que implica el uso de la palabra poetisa. Hay que tratar de comprendernos los unos a los otros y no, no hay una sola dirección en el mundo desde que el mundo es mundo.

Saludos y que la cerveza os acompañe. Igualdad, libertad, fraternidad.

NOTA DÍA 9 DE MARZO DESPUÉS DE LAS PALABRAS DE AYUSO, PRESIDENTA DE MADRID, EL 8 DE MARZO DÍA DE LA MUJER, SOBRE LOS PROBLEMAS DEL HOMBRE: Un apunte de lo que dijo Ayuso, y sé que a alguno os revolvera, pero os pido leer abandonando el partidismo, porque aunque suene altamente polémico lo que dijo cae dentro de un avanzar juntos. Los problemas que citó como mayoritariamente masculinos son reales. No eran invento. Por ello es grave que entre ayer y hoy oigo y leo que hablar de ello es de extrema derecha, señoros o Neanderthals. A ver, es cierto que los que más se suicidan en España son hombres de mediana edad y no hay programas al mismo nivel que otros programas para abordarlo. Ese problema no es extrema derecha. Es un problema de salud mental, del mismo modo que hay otros problemas de salud mayoritario en mujeres. El problema no es lo que dijo, es cuándo lo dijo, cómo lo dijo y porqué lo dijo. Pero los problemas masculinos también existen... y señalarlos no te hace de extrema derecha, machista, ni señoro. Es más, por la igualdad bien está defender campañas preventivas del cáncer de mama, como del de próstata... Porque morir nadie quiere morir, no tiene sexo querer vivir. Sí, falta mucho por avanzar en el mundo de la mujer... Pero en el del hombre también hay problemas. Ayer lo que tocaba era el mundo de la mujer, que tiene más y graves problemas. En el del hombre hay menos, pero los hay graves. Insisto, ayer tocaba la mujer y había que estar ahí. Ahí sin peros. No hay lugar a peros. El problema de Ayuso es el cuándo, cómo y porqué lo dijo, no el qué dijo.