En estas semanas en las que me invade la tristeza, varias amistades que se dedican a la fotografía se fijaron en mí para realizar diversos estudios sobre precisamente la tristeza. La primera persona que lo hizo fue Sofia Winter para un proyecto que tiene de cara a 2016 del que me siento orgulloso y honrado de haber participado. A lo largo de dos sesiones de fotografías en dos días seguidos, el 10 y el 11 de noviembre, hablamos y colaboramos intercambiando ideas y hablando de mis emociones para poder encontrar las imágenes exactas que ella buscaba. Usamos mi propia casa y mi barrio, como lugares donde indudablemente estaba yo en ello y ello en mí. Es una buena retratista de almas, aunque busque los posados concretos que necesita, en lugar de usar de la técnica del reportaje de captar la realidad del momento. Es de las pocas fotógrafos de posados que me gusta su trabajo. Tiene buen ojo y talento. Nos reímos, lo pasamos bien durante las sesiones, pese a la temática, eso es innegable. Pero también es innegable el resultado de las fotografías, de las que espero poderlas ver pronto en exposición.
Pocos días después, el 14 de noviembre, me llamaron Willy, de El Artista del Hambre, y Mario Misas para rodar conmigo un previo a un cortometraje sobre la tristeza y la apariencia. En uno de los tiempos muertos esperando a la toma de decisiones de ellos dos, los creadores, yo me quedé sentado en una silla de la casa de Mario. Mario tomó algunas fotografías para ver cómo estaba la luz y otros detalles. Esta fotografía no es un posado. Es una imagen de la realidad de ese momento pensativo mientras empezábamos y no a trabajar. Creo que Mario también captó perfectamente la realidad de ese momento. Me gusta mucho esta fotografía por su sinceridad descarnada. Yo tengo ya el montaje del previo del cortometraje, pero no lo pongo, porque espero que terminen el cortometraje con el actor que debe ser y poder verlo de sus propias manos, las de Willy y Mario.
Un poquito más de una semana después, el 22 de noviembre, presenté en El Laboratorio la revista El Vaso Lleno del Vacío de la Botella, como llevo diciendo desde hace dos entradas atrás, desde aquel día. Ya quedan pocos ejemplares por repartir. Lo cierto es que ha tenido gran acogida y es una revista deseada. Tengo más números reservados por entregar. Los ciento cincuenta ejemplares se agotan. La cuestión es que en aquella presentación, que fue divertida, larga, participativa, loca... también, en el fondo de las risas, había una amargura en mí. La gente de El Tornillo de Klaus estuvieron grabando un documental completo de todo el evento, que fue de varias horas, y eso hace que en algún momento, en alguna de sus imágenes, aunque en general son muy locas y divertidas y se respira la fiesta que había, quien sepa mirar encuentra en mis ojos esa tristeza. Esta fotografía está sacada de las imágenes de vídeo del documental, grabado por Alicia V. Palacios y Pablo Cristóbal. La extrajeron ellos mismos, aunque en las fotografías propiamente dichas, en alguna, no en todas, también se deja entrever esta mirada... y aún más amarga. Pero no nos engañemos, aquel día fue bastante divertido, a pesar de esto.
Me gustan las fotografías de reportaje y creo que estas amistades son buenos fotógrafos. Cualquiera de ellos son fácilmente localizables por las redes sociales, sea Facebook o Twitter, por lo que gente interesada en ellos para reportajes fotográficos o trabajos fotográficos, pueden contactar con ellos por ahí. En algún caso, para ver su obra. Yo en este caso, creo que han sabido captar mi mes de noviembre de 2015. Por supuesto también me he reído. Claro que sí, y también tienen fotografías de mí riendo, pero ese estado general de mi tristeza está ahí, y este pequeño estudio sobre la tristeza en tres fotografías me ha parecido bonito para compartirlo. Son muy buenas fotografías. Son buenas fotos y son buenos fotógrafos y fotógrafas. Os los recomiendo de corazón si necesitáis fotografías.
Las imágenes, como siempre, se amplían al pulsar sobre ellas.
Las imágenes, como siempre, se amplían al pulsar sobre ellas.
Saludos y que la cerveza os acompañe.