Con este retrato que me hizo
Zia Mei el día que la entrevisté en Parlamento Pirata, en Radio Arrebato, a comienzos de este año, quiero dar paso a algo que hacía mucho tiempo no hacía, y es la costumbre de conceder una entrevista de preguntas libres por parte de los lectores tal día como hoy. El motivo hoy como ayer es el dia de mi cumpleaños, hoy, 21 de abril, mismo día que, por decir una onomástica nueva respecto a otros años, es también el cumpleaños de la reina Isabel II de Inglaterra. Di la oportunidad de preguntar libremente a los lectores esta vez a través de una red social, mediante la cual se atrevieron a preguntar cuatro preguntas. Esta vez, en relación a otras ocasiones, son poquitas las preguntas, pero me gustan. Bien es cierto que ahora mismo, en esta mañana de 21 se está preparando ya todo para dar el Premio Cervantes el día 23 en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, y por la televisión están retransmitiendo la entrevista que le están haciendo a un octogenario Juan Goytisolo, que promete arremeter contra la hipocresia de buscar los huesos de Cervantes mientras no se hace nada por la Cultura y la Literatura y la reflexión, realmente. Es un hombre muy lúcido, aunque algo sordo ya. Un hombre sincero y comprometido con la sociedad desde sus escritos, del que se decía que no iba a ganar el premio por sus ideas sociales (de izquierda social pura), que acaba de pronunciar declaraciones como que no le gusta ningún nacionalismo, venga de donde venga, porque sólo son perjudiciales y excluyentes, o como la apreciación de que si la hambruna matara a miles de personas en Holanda ahora mismo estaríamos poniendo remedios y todo el mundo lo estaría comentando, pero como la hambruna es en África, como mucho nos limitamos a escandalizarnos cuando un barco se hunde con inmigrantes y mueren en el mar, si los periodistas se enteran. Mi entrevista no será tan interesante como esta de Goytisolo (cuántos hermanos Goytisolos de tan interesante e importante aporte). Espero, eso, sí, que os satisfaga a los lectores más fieles, y a los que no, también. Vamos allá:
MARIO MISAS: Teniendo
en cuenta todos los personajes famosos históricos que han pasado o
residido en Alcalá, ¿conoces alguna anécdota divertida de Alcalá de
alguno de estos personajes en algún bar que aún siga abierto aunque sea
con otro nombre?
CANICHU: Anécdotas de bares que sigan abiertos, ahora mismo no recuerdo alguna, aunque es de suponer que las hay. Así por ejemplo, la Casa Vieja, en la calle San Felipe Neri, fue en realidad la casa donde vivió un conocido pintor local del paso del siglo XIX al XX. Ahora mismo no recuerdo el nombre de esa persona, pero creo que en algunos de los tarjetones para los clientes del restaurante recogen ellos mismos ese hecho como presentación. Esta es una casa solariega del siglo XVI, ¿quién sabe quién pasó por allí previamente a todo esto, como en tanto otros bares de la ciudad, especialmente de la Calle Mayor? El bar más antiguo, que constato yo mismo pues lo vi en documentación del siglo XVI al XX en diferentes archivos, es el actual Pepe Pasión, frente a la catedral de los Santos Niños. Siempre, durante siglos, fue llamado El Rincón, y siempre fue un negocio de hosteleria, de diferente tipo y dueños, pero eso es lo que ha sido ese rincón invariablemente, es algo que la ciudad debiera proteger desde las instituciones, como hacen en Sigüenza con determinado mesón de mismas circunstancias. Por allí, por El Rincón o actual Pepe Pasión, como se prefiera, es de pensar que pasara mucha gente entre la que habría alguien conocido, aunque no lo podemos asegurar, sólo especular. Quizá Quevedo, quizá Lope de Vega, cuando eran estudiantes. Por fechas cuadraría, aparte de que iba camino de la Mancebía Vieja, en la actual calle Laguna, y de la Mancebía Nueva, en la Calle de las Damas, cuyo nombre se evidencia su porqué, así que posibilidades para que algunos artistas pasaran por allí, no les falta, pero no lo podemos saber hoy por hoy. Cuando era El Rincón en los años de la Transición, poco después fue el epicentro de "La Movida" versión alcalaína entre finales de los 1970 y principios de los 1980, yo conozco gente ya de una cuarentena y una cincuentena y una sesentena de años que me han hablado del ambiente del bar en esas épocas, y pudo haber de todo con nombres locales muy destacados del mundo de la música, de la pintura y de la escritura y aún vivos. El otro bar más antiguo no siempre ejerció de bar, que es la actual Posada del Diablo, que se remontará al siglo XVII o al XVIII, pero de manera discontinua, todo un lugar de paso. Tiene posibilidades. En la calle Libreros, hacia la Plaza de los Mártires, también llamada Plaza de los Cuatro Caños de manera popular, se sabe que Leandro Fernández de Moratín en el comienzo del siglo XIX situó la fonda donde se desarrolla su obra El sí de las niñas, no se sabe que casa será exactamente, pero nos ha dado muchas pistas y la historiadora que más lo ha investigado, una mujer de Guadalajara, dice que podría ser hoy día el actual edificio del Banco Santander en esa calle, a pesar de que la placa que recuerda aquel hecho la han situado desde la Concejalía de Turismo en un esquinazo que da a un bar llamado la Taberna de Rusty y que es en exceso reciente en relación a aquella obra. En todo caso, Camilo José Cela al escribir su libro Viaje a la Alcarria menciona a Alcalá de Henares, yo aún no he leido este libro y no sé si menciona algún sitio concreto, pero conociéndole quien sabe si se paró a comer en el Bar de Nino, de la Calle Mayor, abierto desde la década de 1950 y uno de los primeros en poner tapas antes de que fueran conocidas por aquí, otra cosa es la opinión personal que tengo de ese bar a raíz de una experiencia pasada no muy afortunada. No tengo nada radicalmente en contra de ese sitio, pero tampoco se puede decir que me entusiasme. Esto de Cela y el Bar de Nino es especular. No sabría decirte.
ISABEL GÓMEZ GAMBOA: ¿Qué libro estás leyendo ahora?
CANICHU: Acabo de terminar de leer el segundo libro póstumo de Leopoldo María Panero, Rosa Enferma, publicado el año pasado. Me parece uno de los mejores libros que escribió, incluso mejor que algunos de su juventud muy renombrados. Ahora bien, como es póstumo y no es una edición crítica, me pregunto si Panero lo hubiera editado así, si estaba acabado, si la selección de los poemas era suya o de su editor, y todas esas cuestiones que siempre nos hacen tener dudas a los lectores de obras póstumas. Creo que en este libro Panero sabía muy bien que se estaba muriendo. Personalmente me transmite una sensación como la de un hombre que sabe que se muere y no quiere morir porque, además, no tiene fe ni creencia en ninguna otra vida más allá de la carnal. Es muy bonito, pero muy triste. Creo que aquí al fin los encabalgamientos no son tan agresivos como en otros de sus libros pasados, pero sus metáforas son feroces. Necesitas una atención total y plena reflexión para saborearlo todo como se debe. Aún con todo, hay referencias a otros escritores que a mí se me escapan. Es un libro que en ese sentido te invita a conocer otros libros de otras personas, pero no es estrictamente necesario hacerlo para entenderlo. Ahora mismo me estoy planteando leer algo de Nicanor Parra, o, lo más seguro, libros con temarios para opositar a archivero, pues necesito trabajar.
MARÍA GÓMEZ: ¿Cuál es la publicación con la que has quedado más contento?
CANICHU: De momento no podría contestar, porque no me lo he planteado. Con todas las publicaciones uno está contento, con unas más que con otras, sí, pero en principio todas son como "hijos". Cada una tiene su contexto de creación y su contexto actual. Sí que es cierto que a veces publicas algunas cosas muy elaboradas y de las que te sientes muy satisfecho y apenas parece que las lean unos pocos, otras veces escribes algo para salir del paso y de repente tienes a decenas de personas felicitándote y pasándose el texto de unos a otros. No siempre es así, pero a veces ocurre. Yo no puedo ser interprete del lector, cada lector debe hacer su lectura. También es verdad que a veces he escrito cosas que han usado personas que han hecho introducciones críticas a libros muy conocidos y no me han mencionado como fuente de información. Ahora ellos salen en periódicos y les llaman para escribir cosas, mencionarles en Wikipedia y dar conferencias. Es muy doliente, pero este es el panorama actual, al menos el panorama español. No se hace justicia, ni la gente quiere oír hablar de ella aunque hablen ellos mismos de ella. No es muy diferente tampoco a un panorama local informativo. A menudo me he sentido reconocido leyendo u oyendo algunas noticias dadas por medios periodísticos de esta ciudad, pero no he sido mencionado, asíque no puedo asegurarlo... bueno, si puedo, porque en alguna ocasión yo me he equivocado por lapsus u otra cuestión y se ha reproducido tal cual mi propio error. No voy a entrar en ello en este comentario. Sólo el semanario
Puerta de Madrid cuando me ha usado me ha citado, lo que para mí les honra, a pesar de lo que se dice de su calidad informativa. Pero vamos, esto no sólo es cosa de los medios escritos, también me ha pasado con algunas cadenas de radio local. Es muy curioso, porque cuando anuncio actos, por ejemplo, pareciera que mi nombre también estuviese vetado. A esta ciudad se le suma también esa crisis informativa del cuarto poder que esperemos algún día se remedie, porque Alcalá no se lo merece. No sólo pasa conmigo, a otras personas también les ocurre. Parece que a veces no se es noticia o no se te cita como fuente no porque no seas noticia o fuente, si no por otros intereses que parecen sacados de otras épocas y otras formas de hacer las cosas, allá a finales del siglo XIX y las competencias mal entendidas de las agencias de comienzos del siglo XX. Pero me estoy desviando de la contestación. Yo llevo publicando cosas desde niño. El cuento completo más antiguo que tengo es de 1989, tenía 10 años de edad. Se llamaba
Don Federico y..., ganó un premio de cuentos en honor al día de Cervantes en el desaparecieo Colegio Público Puerta de Madrid. Más adelante en ese mismo colegio, pero en 1992, creo, volvió a pasar lo mismo con
Dindey, que lo publiqué en esta bitácora por entregas. Tengo conferencias de Historia publicadas en libros, sí, algunas con errores sintácticos por culpa de que el editor no lo corrigió antes de mandarlo a imprenta. Artículos en periódicos como
Diagonal, en
El Tornillo de Klaus, en
Kinephilos... y tantos otros lugares. Esta bitácora data de 2005, algunas entradas de 2006 ó de 2007 tiene algunos datos que fallé por desconocimiento de algunas cosas concretas, pero no lo he corregido, aunque lo he indicado, porque me parece bien que se vea la evolución del conocimiento. Ahora están en otros lugares de esta bitácora debidamente. Una asociación de memoria histórica publicó uno de esos textos con algunos errores, pero está bien, en general los fallos eran mínimos, aunque al historiador profesional le chirríen. Hoy día lo escribiría sin esos errores. He ganado diversos premios de Literatura, aunque hace tiempo que no me presento a concursos, salvo este año. El más entrañable fue el premio doble en poesía y en prosa en 2000-2001 en el Premio San Isidoro de Sevilla de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares. He publicado muchos poemas y relatos en revistas, como en
Omnia, hace muchos años, en
Claxon, o en la muy famosa e internacional
Rolling Stones, en su número posterior a los sucesos del 11 de septiembre de 2001, por cierto que destrozaron los versos del poema que les mandé, los pasaron a prosa. Es lo malo del autor, que a veces no controla al editor. Me siento muy contento, y me siento muy orgulloso, de haber sido codirector con algunos amigos de la revista
El Recreo, en la segunda mitad de los años 1990, y en la primera mitad de los años 2000, hasta 2008, más o menos, me siento especialmente orgulloso de ser el co-creador y codirector de la revista contracultural
La Botella Vacía, junto a Francisco Huerta y Alberto Cordero. Esas son de las que me siento más entrañablemente unido por los recuerdos buenos y las fiestas y recitales que lo acompañaron. Luego, como digo, salgo en varios libros mencionado por otros autores, o contribuí ya con textos o ya investigando para el autor, sobre todo en muchos libros de Julián Vadillo, pero también de Kahlo o de la Universidad, por ejemplo. Ahora mismo tengo el placer de anunciar que la editorial Talento me ha incluido en su selección antológica de poetas para su libro segunda parte de la antologia
Tú. Participaron más de ochocientas personas en el concurso previo que hicieron, tanto de Hispanoamérica como de España, tuvieron que seleccionar a quien querían dentro. Así que es sorprendente mi selección para estar allí, en una antología como esta. El libro ya está a la venta por 13'80 €, pero no tengo dinero ni para comprar mi propio ejemplar. Supongo que en breve podré recibir una ayuda de 20 euros del periódico
Diagonal por un reparto de ejemplares que les hice. Lo compraré con eso, pero no será hasta mayo. No sé si de esta publicación me sentiré orgulloso, pero es muy significativo y emocionante ser seleccionado para una antología poética de autores hispanoamericanos y españoles. En breve editarán la lista de los autores y se podrá leer
por aquí. Y mientras tanto, en España, cada vez que mando libros a un editor me da largas, mientras mis recitales se llenan de gente. Es sorprendente, es como lo de los medios de comunicación local que mencionaba, mientras un periódico de tirada nacional como
Diagonal a veces me pide colaboraciones. En fin, mientras tanto uno está aquí, en el desempleo, creyendo que uno debe permanecer en España para poder trabajar y ayudar a levantar todo esto cuando se pueda, aunque lo primero que haya que levantar sea la viga en el ojo propio. Una íntima amiga mía, Esther Claudio, bromea conmigo hace años diciendo que aquí me reconocerán cuando me haya muerto. De momento estoy provisionalmente manco y mira, ahora estoy en una antología.
LUIS ABAD: ¿Si el día de mañana, o pasado, cuando fallezcas, te ponen una estatua
como cronista y personaje celebre de la ciudad de Alcalá como te
gustaría que fuera y donde te gustaría que estuviera ubicada?
CANICHU: Si el día de mañana o pasado, cuando fallezca, me ponen una estatua como cronista, es que tendré que haber sido cronista y entonces algo habré hecho mal. Un cronista no es un historiador aunque los dos se dediquen a lo mismo. El historiador usa un método científico humanístico, mientras que el cronista le da voz a muchos hechos que muchas veces no tiene porqué reflexionar, analizar y contrastar pero sí que constatar. Hay muchos historiadores que a la vez han sido nombrados cronistas, me consta. En Alcalá teníamos el insólito caso de tener dos a la vez. Uno de ellos García Gutiérrez, que murió en los últimos meses del año pasado. El actual es Sánchez Moltó, que hace un muy buen trabajo ya no sólo como cronista, sino también como historiador. Le auguro muchos años de vida y de excelencia en su labor de cronista de la ciudad, que por otro lado es un cargo que otorga el ayuntamiento y no sé muy bien cómo funciona su designación, aunque creo que tiene que ver algo en ello el cronista vivo del momento, en este caso Moltó. Por ley de vida y edad, si se cumple, se supone que yo sobreviviría a Moltó, pero no me veo ahí. Creo que si la elección fuera hoy día, el más indicado para tener ese cargo es Julián Vadillo, aunque es más joven que yo, es una auténtica máquina enciclopédica de la Historia de Alcalá, al menos del siglo XIX en adelante. Cierto es que el cronista debe abarcar todas las épocas históricas, pero eso Julián seguro que lo hace de maravilla si le dieran tal distinción que por otra parte se merece, pues no sólo conoce la Historia local con todo detalle, sino que además la comparte y la promociona. Si en el futuro a mí me consultaran, yo daría su nombre. La Historia estaría depositada en buenas manos y muy innovadoras respecto a las corrientes actuales. No obstante, en todos estos temas, yo echo en falta una Historia integral de Alcalá de Henares, de estas que se tardan años en escribir y se publican en un tomo enorme o en dos tomos. Desde Esteban Azaña en 1888 no tenemos algo así. Al libro de Azaña lo completan el de Gutmaro para los siglos XVIII y XIX hasta 1868, y el propio de Vadillo que abarca de 1868 a 1939, pero aún así, faltaría la Historia de lo que aquí ha ocurrido de 1939 en adelante con una visión de conjunto, sin citar ya la necesidad de actualizar con los métodos historiográficos actuales aquella Historia escrita en 1888 por Esteban Azaña. Ahora son otras épocas y quizá esta labor sería más llevadera si se reuniera o nos reunieran a diversos historiadores para ocuparnos de este tema, no hace falta que lo haga una persona en soledad. Pero claro, esto requiere de dinero para investigar y sobre todo para que los historiadores que lo hiciéramos viviéramos. ¿Trabajaría alguien gratis necesitando comer? Pues eso mismo. Un historiador es un profesional y en este país eso no se ve ni se valora, como mucho cuando alguien dice que es historiador recibe el comentario de "qué bonito" o el de "qué aburrido" o el de "¿eso para qué sirve?". En cuanto a la segunda parte de la pregunta, no me veo con estatua porque no soy célebre. Si, imaginemos, yo fuese célebre en el futuro, también podrías serlo tú y debería entonces preguntarte yo a ti, de hecho te lanzo de vuelta la pregunta a ti en cuanto a ti, pero, volviendo, si yo fuera célebre en el futuro no sé dónde querrían que me pusieran una estatua si eso fuera necesario... Hay tantas personas en esta ciudad que habiendo hecho algo no tienen siquiera un reconocimiento público en una placa... Aquí todo es Cervantes. Tampoco sé porqué sería célebre, si por historiador o si por escritor, o vaya usted a saber, quizá por colono en Marte. A Astrana Marín, el historiador que situó la casa natal de Cervantes en la calle Mayor, le pusieron una estatua en la plaza de la Capilla del Oidor, pero no gustó mucho y le cambiaron de sitio a la calle Colegios, detrás del muro de la antigua Iglesia de Santa María la Mayor, mirando a la carretera, para que le vean bien los alumnos de Historia de la faculta de Filosofía y Letras, como diciéndoles: "mirad, este es vuestro destino, detrás de los muros, para que no estorbéis". Curiosa costumbre la española, que no sólo cambiamos de lugar los cadáveres célebres, o bien nos da por desenterrarlos para exponerlos a los curiosos, sino que también nos da por importunar a sus estatuas, haciéndolas caminar por la ciudad como si estuvieran dando un paseo. En fin, ¿dónde poner mi estatua? Ponerla en el centro de la ciudad sería pretencioso, aunque tenga mucha relación con muchos sitios allí. Buscaría mi barrio, quizá el Parque Magallanes, sé que la chavalada se subirían a mí, me pintarían, se emborracharían de cerveza y harían mil maldades, me parece lo correcto, me parece bien, muy apropiado. Si estas cosas ya se las hicieron a las de Cervantes, de Cisneros y de Carrillo estando tan cerca del ayuntamiento, imagínate allí. Las cosas solemnes se las dejamos a Quijote y a Sancho, todo el día posando protocolariamente delante de la supuesta casa natal de su autor en la Calle Mayor, yo ya si acaso disfrutaré de la cerveza y el vino "acocacolado". De otro modo, si tuviera que ser en distrito centro, pues que me busquen un lugar discretito, el Parque O'Donnell, que no tiene estatua alguna, o al lado de la tapia de la muralla arzobispal mirando a mi antiguo instituto de bachillerato, el Cardenal Cisneros, por aquello de que allí escribí muchos de los primeros relatos más leídos, o en la Plaza Puerta de Madrid, que es para mí un lugar de paso que une dos mundos urbanos, o en el parque que hay en la calle Andres Saborit. Que me beban los jóvenes, me jueguen los niños, me besen los novios, me hablen los ancianos, me meen lo perros, me paseen los adultos. Y que se me suban los gatos, mi estatua tendría que tener a mi lado a mi gata. Que me pongan donde haya vida. ¿Y tú?
Muchas gracias a todos por las preguntas. Que la cerveza os acompañe. Tened un muy buen día. 36 años... ¿y quien me iba a decir a mí, como a tantos otros jóvenes que vamos dejando de serlo, que el sistema nos iba a maltratar de tal manera que nos iba a dejar sin vida por culpa de la falta de trabajo y de dinero y encima se nos llamaría como insulto: antisistemas? Antisistemas son los empresarios, banqueros y políticos que nos gobiernan, porque no comprenden que ellos morirán, pues ellos son los viejos y no nosotros, y el sistema seremos nosotros. Ellos sí que son antisistemas. Y aún querrán que les rindamos honores.