Ayer hizo ochenta y cuatro años de la Segunda República, hoy estamos a años luz de una
tercera, pero como recuerdo histórico sirva pensar que desde 1873 la República de 1931 fue la oportunidad mas duradera por entonces para que
mucha gente comenzará a creer de verdad que tenía derechos. Cada año le dedico un espacio en esta bitácora tocando diferentes aspectos o puntos de vista, reflexionando del pasado o del presente o citando actos conmemorativos. Este año voy a transcribir simplemente las notas que tomé de lo que dijeron dos conferenciantes de excepción en un acto que celebró ayer día 14 de abril la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares (ARMH-AH) en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares, en su aula 7, con asistencia presencial del Foro por la Memoria de Guadalajara. La ARMH-AH nació apenas el año pasado de la mano de varios militantes del PSOE en Alcalá con afán de estar abierta a toda tendencia política, social o sindical y a personas particulares. No sé si han logrado ese objetivo de manera asociativa, aunque es cierto que en la tarde de ayer la sala contó con presencia de gente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pero también de Izquierda Unida (IU, en concreto del Partido Comunista de España -PCE-), de Somos Alcalá y de Podemos Alcalá (probablemente a título personal), de Unión, Progreso y Democracía (UPyD), entre ellos el concejal Avendaño (había algún otro concejal más en la sala, todos se fueron en la apertura del turno de palabra al público), de la Unión General de Trabajadores (UGT), de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), de la Confederación General del Trabajo (CGT) y no sé si de Comisiones Obreras (CCOO), estuvo también la Asociación Eleanor Roosevelt, aparte de personas particulares, como yo y algún estudiante universitario.
Actos por la República y conferencias de Historia incluso dentro de foros meramente de Historia nunca han dejado de existir en Alcalá de Henares. No sólo como homenajes del 14 de abril, a pesar de lo que dijo uno de los asistentes en la mesa redonda del final. Quizá la juventud del asistente y el no haber ido jamás a ninguno de esos actos le hizo hablar precipitadamente menospreciando por desconocimiento todo lo andado hasta la fecha, yo desde luego no reconozco su cara, y aunque yo no he ido a todos a lo largo de los años, he ido a muchos. Pero hay que tomar nota de su comentario, pues es reflejo de la falta de percepción por parte de la ciudad, quizá de una ciudad demasiado perezosa para preocuparse en informarse de aquellas cosas que ocurren en su urbe y que desean que ocurran y no se enteran que ocurren. Yo creo que ahí hay culpa de todos, organizativas en su anuncio y participativas en los que duermen esperando que todo les sea dado sin más. Ese es otro debate sobre la cultura general de la ciudad. Lo que sí es cierto es que dada la asistencia variada de gente en sus ideas, aunque sea a título personal y no de organización, es uno de esos extraños años en los que coincidimos muy variadas personas para reunirnos a celebrar conjuntamente la memoria histórica. Yo creo que la última vez que esto se produjo fue en el cementerio viejo de la ciudad el día que pusimos una placa conmemorativa en el zanjón de los fusilados, en 2012. Lo conté en la Noticia 1070ª.
Varias cosas han pasado desde ese 2012 para que no se haya repetido. Tal como anunciaba IU, pero sobe todo el PCE, los actos del cementerio parecen patrimonializados ahora por ellos. El historiador Julián Vadillo se quejó este año de forma pública por las redes sociales. Fue invitado por el PCE a decir unas palabras después de que se produjera aquella publicación, no sé si como consecuencia de la misma o ya lo tenían previsto, pero esas palabras y esa presencia no se produjo. Yo desde 2013 vengo contemplando como la ofrenda floral a la estatua de Azaña en Alcalá suele vivir división de partidos políticos y enormes omisiones de llamada incluso a sindicatos. Veo lo que ocurre también en el cementerio. En estos años tampoco he asistido, pero por razones varias, no por muestra activista de disconformidad, todo es más sencillo y humano, son cuestiones personales que han coincidido. Y este año veo que también el PCE, que cerrará sus actos la tarde del día 17 en la Casa de la Salud de la calle Santiago debatiendo el libro Conversaciones sobre la Tercera República, de Julio Anguita y Carmen Reina, ha celebrado por tercer año consecutivo su comida popular en homenaje a la República. La primera que celebraron fue en su sede del Centro Social 13 Rosas en 2012, la segunda fue ya abierta a toda la ciudad en el Parque Copasa en 2013, que era su primera comida popular, la tercera (segunda popular) fue en el mismo sitio en 2014, y la cuarta (tercera popular) en este 2015. Creo que ha sido así siguiendo mi memoria, que podría estar fallando. Yo estuve como invitado en la de 2012. Este año veo que han anunciado todo lo que han podido y como han podido esas comidas como algo surgido de ellos. A mí me da igual si se lo quieren adjudicar, sin embargo no es real. La cuestión es que yo nunca lo he comentado, no veo ni creo que tuviera porqué, pero la realidad es que en 2011, yo en persona había organizado una comida particular a puerta cerrada con amistades y conocidos en un bar de la ciudad del que no citaré el nombre a petición (y miedo a determinadas personas de derechas de la ciudad) de su dueño. En esa comida, dada después de la ofrenda floral a la estatua de Azaña, estuvieron varias de las personas relevantes del PCE que, por otra parte, hacía poco que nos habíamos conocido y estuvieron muy contentas con ese acto. De hecho la comida del 2012, el año siguiente, seguía esa idea de celebrar una comida para gente interesada en conmemorar. En la comida de 2011, entre amigos y conocidos, había gente que no era de partidos ni sindicatos, pero simpatizaban con la Historia o con la República, y había gente de partidos y sindicatos. Era un acto de homenaje particular y privado muy abierto a celebrar conjuntamente incluso entre los que no nos conocíamos demasiado en ese momento. Es más, la tarta que se hizo, con la bandera republicana, nos la hizo una pastelería muy conocida del centro de la ciudad cuyos dueños son personas muy destacadamente de derechas, pero que estuvieron conformes con hacernos la tarta y muy amables y dispuestos a ayudarnos en esto. Yo mismo la encargué, como yo mismo elaboré un tríptico postal conmemorativo de aquel aniversario 1931-2011 que regalé a los invitados. Es más, de manera críptica, este hecho queda mencionado en el último párrafo del texto que escribí en esta bitácora en esas fechas, Noticia 924ª.
Así que con esto simplemente digo que me parece bien que se hagan estas cosas, pero que no se diga que nunca antes se han hecho ni se ponga por origen algo que no es el origen real. No es por sumar medallas, que no me hacen falta, es en honor a la Historia local de la actualidad. Es más, sobre todo porque después del mes de abril vino mayo, o sea: el histórico 15 de Mayo de 2011. Yo estuve en el Movimiento 15M, se puede leer por aquí y por otros lugares, y se me ve en imágenes, en videos, etcétera, pero también estuvo mucha de la gente que estuvo en aquella comida de abril. Nada sabíamos del futuro, del 15M, nadie sospechaba siquiera que eso fuera a ocurrir. La coincidencia organizativa de aquella comida hizo que algunos ya nos conocieramos en el 15M. Esto no quiere decir que aquella comida fuera clave, no lo fue, pues los que iniciaron la convocatoria del 15M en Alcalá eran también amigos míos pero de cuestiones de bares y de actos culturales, no estuvieron en esa comida. Nos sorprendimos mutuamente mucho esos amigos de bares y de actos culturales en muchas cosas de formas de pensamiento los unos a los otros en esas fechas, como si de repente lo que no hablábamos entre nosotros más que con amigos íntimos, floreciera y hubiera un jardín entero en flor. No voy a entrar más en este tema, no es el momento ni lo veo aún oportuno en 2015. Alguien algún día deberá investigar de manera histórica, o sea de forma de ciencia humana, la Historia actual de la ciudad. En todo caso, en resumen de este párrafo, sí se han hecho actos conmemorativos, privados o públicos donde hemos coincidido personas de ideas diferentes en honor a la Historia unos y honor a la política otros, o a ambas, todo depende de quien. Se hecha en falta una unidad local en temas estrictamente culturales para este tipo de actos. Yo al menos lo hecho en falta. No hablo de política, hablo de Historia, aunque sea obvio que de corriente historiográfica democrática, republicana y obrera.
En todo caso, de todo lo de estos días lo único que me parece realmente lamentable son las declaraciones de ayer del alcalde Javier Bello (PP) al equiparar el gobierno de la dictadura militar de Miguel Primo de Rivera con el gobierno democrático del republicano Manuel Azaña. Denota un gran desconocimiento de la Historia, tal vez también un gran desconocimiento político entre lo que es una dictadura y lo que es una democracia, en vista de que los equiparó ayer al ser preguntado por la oposición sobre una determinada placa en el ayuntamiento a Miguel Primo de Rivera, que, por otra parte, a mí personalmente, y sé que habrá quien se escandalice, me da igual que permanezca como parte de la Historia de la ciudad, siempre y cuando se empiece de una vez a honrar a los que defendieron la democracia en esta ciudad, que tan escasos están de que las instituciones locales les rindan honores.
Me he prolongado tanto escribiendo estas reflexiones hoy, que pondré las conferencias en dos entregas entre mañana y pasado mañana, a más tardar entre mañana y el sábado. Las conferencias fueron moderadas por Manuel Ibáñez, presidente de la AMRH-AH. Fueron "El movimiento obrero y la democratización de Alcalá de Henares 1931-1939", dada por el doctor en Historia Julián Vadillo, y "La memoria en una bicicleta: Felipe Loeches, concejal en el ocaso de la Segunda República", dada por el historiador y exconcejal del PSOE Urbano Brihuega.
Para anticipar la entrega de mañana, trascribo las palabras de Julián Vadillo en la conmemoración de ayer en las redes públicas: "Hace 84 años se proclamaba en España la Segunda República. Un periodo que abría las espectativas para un avance en la sociedad española. La Segunda República tuvo luces y sombras. Luces como una política educativa amplía, basada en los antecedentes de la lucha obrera. Sombras como una reformada agraria que realizó a demasiados años vista. Luces como un desarrollo intelectual y organizativo importante. Sombras como leyes que tendían a reprimir a los movimientos obreros y eran condescendientes con aquellos que después se sublevaron contra ella. Aquí dejo un post que escribí hace un tiempo sobre la Segunda República española: Conquista y esperanza de la Segunda República".
Actos por la República y conferencias de Historia incluso dentro de foros meramente de Historia nunca han dejado de existir en Alcalá de Henares. No sólo como homenajes del 14 de abril, a pesar de lo que dijo uno de los asistentes en la mesa redonda del final. Quizá la juventud del asistente y el no haber ido jamás a ninguno de esos actos le hizo hablar precipitadamente menospreciando por desconocimiento todo lo andado hasta la fecha, yo desde luego no reconozco su cara, y aunque yo no he ido a todos a lo largo de los años, he ido a muchos. Pero hay que tomar nota de su comentario, pues es reflejo de la falta de percepción por parte de la ciudad, quizá de una ciudad demasiado perezosa para preocuparse en informarse de aquellas cosas que ocurren en su urbe y que desean que ocurran y no se enteran que ocurren. Yo creo que ahí hay culpa de todos, organizativas en su anuncio y participativas en los que duermen esperando que todo les sea dado sin más. Ese es otro debate sobre la cultura general de la ciudad. Lo que sí es cierto es que dada la asistencia variada de gente en sus ideas, aunque sea a título personal y no de organización, es uno de esos extraños años en los que coincidimos muy variadas personas para reunirnos a celebrar conjuntamente la memoria histórica. Yo creo que la última vez que esto se produjo fue en el cementerio viejo de la ciudad el día que pusimos una placa conmemorativa en el zanjón de los fusilados, en 2012. Lo conté en la Noticia 1070ª.
Varias cosas han pasado desde ese 2012 para que no se haya repetido. Tal como anunciaba IU, pero sobe todo el PCE, los actos del cementerio parecen patrimonializados ahora por ellos. El historiador Julián Vadillo se quejó este año de forma pública por las redes sociales. Fue invitado por el PCE a decir unas palabras después de que se produjera aquella publicación, no sé si como consecuencia de la misma o ya lo tenían previsto, pero esas palabras y esa presencia no se produjo. Yo desde 2013 vengo contemplando como la ofrenda floral a la estatua de Azaña en Alcalá suele vivir división de partidos políticos y enormes omisiones de llamada incluso a sindicatos. Veo lo que ocurre también en el cementerio. En estos años tampoco he asistido, pero por razones varias, no por muestra activista de disconformidad, todo es más sencillo y humano, son cuestiones personales que han coincidido. Y este año veo que también el PCE, que cerrará sus actos la tarde del día 17 en la Casa de la Salud de la calle Santiago debatiendo el libro Conversaciones sobre la Tercera República, de Julio Anguita y Carmen Reina, ha celebrado por tercer año consecutivo su comida popular en homenaje a la República. La primera que celebraron fue en su sede del Centro Social 13 Rosas en 2012, la segunda fue ya abierta a toda la ciudad en el Parque Copasa en 2013, que era su primera comida popular, la tercera (segunda popular) fue en el mismo sitio en 2014, y la cuarta (tercera popular) en este 2015. Creo que ha sido así siguiendo mi memoria, que podría estar fallando. Yo estuve como invitado en la de 2012. Este año veo que han anunciado todo lo que han podido y como han podido esas comidas como algo surgido de ellos. A mí me da igual si se lo quieren adjudicar, sin embargo no es real. La cuestión es que yo nunca lo he comentado, no veo ni creo que tuviera porqué, pero la realidad es que en 2011, yo en persona había organizado una comida particular a puerta cerrada con amistades y conocidos en un bar de la ciudad del que no citaré el nombre a petición (y miedo a determinadas personas de derechas de la ciudad) de su dueño. En esa comida, dada después de la ofrenda floral a la estatua de Azaña, estuvieron varias de las personas relevantes del PCE que, por otra parte, hacía poco que nos habíamos conocido y estuvieron muy contentas con ese acto. De hecho la comida del 2012, el año siguiente, seguía esa idea de celebrar una comida para gente interesada en conmemorar. En la comida de 2011, entre amigos y conocidos, había gente que no era de partidos ni sindicatos, pero simpatizaban con la Historia o con la República, y había gente de partidos y sindicatos. Era un acto de homenaje particular y privado muy abierto a celebrar conjuntamente incluso entre los que no nos conocíamos demasiado en ese momento. Es más, la tarta que se hizo, con la bandera republicana, nos la hizo una pastelería muy conocida del centro de la ciudad cuyos dueños son personas muy destacadamente de derechas, pero que estuvieron conformes con hacernos la tarta y muy amables y dispuestos a ayudarnos en esto. Yo mismo la encargué, como yo mismo elaboré un tríptico postal conmemorativo de aquel aniversario 1931-2011 que regalé a los invitados. Es más, de manera críptica, este hecho queda mencionado en el último párrafo del texto que escribí en esta bitácora en esas fechas, Noticia 924ª.
Así que con esto simplemente digo que me parece bien que se hagan estas cosas, pero que no se diga que nunca antes se han hecho ni se ponga por origen algo que no es el origen real. No es por sumar medallas, que no me hacen falta, es en honor a la Historia local de la actualidad. Es más, sobre todo porque después del mes de abril vino mayo, o sea: el histórico 15 de Mayo de 2011. Yo estuve en el Movimiento 15M, se puede leer por aquí y por otros lugares, y se me ve en imágenes, en videos, etcétera, pero también estuvo mucha de la gente que estuvo en aquella comida de abril. Nada sabíamos del futuro, del 15M, nadie sospechaba siquiera que eso fuera a ocurrir. La coincidencia organizativa de aquella comida hizo que algunos ya nos conocieramos en el 15M. Esto no quiere decir que aquella comida fuera clave, no lo fue, pues los que iniciaron la convocatoria del 15M en Alcalá eran también amigos míos pero de cuestiones de bares y de actos culturales, no estuvieron en esa comida. Nos sorprendimos mutuamente mucho esos amigos de bares y de actos culturales en muchas cosas de formas de pensamiento los unos a los otros en esas fechas, como si de repente lo que no hablábamos entre nosotros más que con amigos íntimos, floreciera y hubiera un jardín entero en flor. No voy a entrar más en este tema, no es el momento ni lo veo aún oportuno en 2015. Alguien algún día deberá investigar de manera histórica, o sea de forma de ciencia humana, la Historia actual de la ciudad. En todo caso, en resumen de este párrafo, sí se han hecho actos conmemorativos, privados o públicos donde hemos coincidido personas de ideas diferentes en honor a la Historia unos y honor a la política otros, o a ambas, todo depende de quien. Se hecha en falta una unidad local en temas estrictamente culturales para este tipo de actos. Yo al menos lo hecho en falta. No hablo de política, hablo de Historia, aunque sea obvio que de corriente historiográfica democrática, republicana y obrera.
En todo caso, de todo lo de estos días lo único que me parece realmente lamentable son las declaraciones de ayer del alcalde Javier Bello (PP) al equiparar el gobierno de la dictadura militar de Miguel Primo de Rivera con el gobierno democrático del republicano Manuel Azaña. Denota un gran desconocimiento de la Historia, tal vez también un gran desconocimiento político entre lo que es una dictadura y lo que es una democracia, en vista de que los equiparó ayer al ser preguntado por la oposición sobre una determinada placa en el ayuntamiento a Miguel Primo de Rivera, que, por otra parte, a mí personalmente, y sé que habrá quien se escandalice, me da igual que permanezca como parte de la Historia de la ciudad, siempre y cuando se empiece de una vez a honrar a los que defendieron la democracia en esta ciudad, que tan escasos están de que las instituciones locales les rindan honores.
Me he prolongado tanto escribiendo estas reflexiones hoy, que pondré las conferencias en dos entregas entre mañana y pasado mañana, a más tardar entre mañana y el sábado. Las conferencias fueron moderadas por Manuel Ibáñez, presidente de la AMRH-AH. Fueron "El movimiento obrero y la democratización de Alcalá de Henares 1931-1939", dada por el doctor en Historia Julián Vadillo, y "La memoria en una bicicleta: Felipe Loeches, concejal en el ocaso de la Segunda República", dada por el historiador y exconcejal del PSOE Urbano Brihuega.
Para anticipar la entrega de mañana, trascribo las palabras de Julián Vadillo en la conmemoración de ayer en las redes públicas: "Hace 84 años se proclamaba en España la Segunda República. Un periodo que abría las espectativas para un avance en la sociedad española. La Segunda República tuvo luces y sombras. Luces como una política educativa amplía, basada en los antecedentes de la lucha obrera. Sombras como una reformada agraria que realizó a demasiados años vista. Luces como un desarrollo intelectual y organizativo importante. Sombras como leyes que tendían a reprimir a los movimientos obreros y eran condescendientes con aquellos que después se sublevaron contra ella. Aquí dejo un post que escribí hace un tiempo sobre la Segunda República española: Conquista y esperanza de la Segunda República".
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