domingo, abril 09, 2023

NOTICIA 2217ª DESDE EL BAR: FIJO DISCONTINUO A TIEMPO PARCIAL

He vuelto a tener algo que no me ocurría desde hacía un tiempo en esta bitácora, escribir y borrar lo escrito. Así he dejado pasar dos días, pero quiero renovar esto antes de mañana. Por ello me he propuesto escribir sí o sí, aunque a la espera de que a la próxima vez tenga algo mejor que contar. 

Mañana empiezo una nueva etapa de trabajo temporal, aunque me han hecho un contrato como si este no fuera temporal. La duración determinada está más que clara por un proyecto presentado por la administración que no deja lugar a dudas de la imposible renovación ni prolongación más allá de dentro de unos meses estipulados. Cubriré el año a tiempo parcial. Que el contrato realizado haya sido en una modalidad como si fuera un contrato no temporal me parece equivocado y falto de realidad incluso para las estadísticas económicas del Estado. Pienso además que cuando se ha hecho así es porque quizá se esté jugando con las nuevas herramientas otorgadas por la reforma laboral para forzar mi renuncia al empleo cuando acabe el proyecto, en lugar de proceder al correspondiente fin de contrato que debería ser. Soy fijo discontinuo a tiempo parcial. Creo que al lector no se le escapará que el fin de contrato implica la paga de la indemnización por parte de la empresa y el derecho a cobrar la prestación contributiva por desempleo (el paro), mientras que la renuncia voluntaria al empleo, o sea: la ruptura del contrato por parte del trabajador, elimina que el empresario pague la correspondiente indemnización, así como se imposibilita que se pueda cobrar la prestación contributiva. 

Ojalá me equivoque y llegado el momento procedan con elegancia a cumplir con el despido, esta vez sería despido, no fin de contrato, ya que lo han creado como fijo discontinuo... pero es que la empresa sabía que el proyecto es de duración determinada, que no hay nada más que trabajar cuando acabe las fechas que acordaron con la administración. Por otro lado, si desearan quedarse conmigo sin trabajo a la espera de un nuevo proyecto, lo cierto es que esa espera como fijo discontinuo puede suponer un par de meses o más (esta vez estuve en el paro cuatro meses y medio). Como fijo discontinuo, pese a estar contratado por la empresa, en el periodo de inactividad la empresa no paga, y el trabajador cobraría del paro si es que ha cotizado lo suficiente. La cosa es que mi prestación de paro está casi agotada, se hubiera acabado el día 12 ó 18 de este abril, por lo que al haber empezado el pasado martes, se ha quedado suspendida hasta el próximo periodo de paro. Si como fijo discontinuo lo solicitara en el periodo de inactividad, cobraría apenas unos diez días, y luego no tendría ni sueldo, ni prestación. Por ello este contrato me parece una prolongación de la precariedad. Llegado el momento del fin de proyecto, si me quedo como fijo discontinuo, porque me quedo, y si me voy y rompo el contrato, porque me voy. Sea como sea, se me ha hecho una pinza... cuando el contrato debería haber sido muy evidentemente de duración determinada, dentro del nuevo marco de temporalidad laboral de la actual reforma laboral.

A todo esto, he visto que en el contrato se ha reservado el derecho de solicitar ciento cuarenta horas extraordinarias que se pagarían como ordinarias, al ser un contrato parcial. O en otras palabras, aunque mi jornada es de siete horas, puede que me soliciten trabajar cuarenta y cinco minutos más de un día, casi ocho horas, pero el contrato y la cotización es parcial. 

De otros pormenores (pormayores) mejor no hablar por aquí... pero también los hay, y no pequeños. Por todo ello creo que me voy a apuntar a la mejora de empleo en la oficina de empleo y voy a seguir buscando algo mejor. 

En las próximas estadísticas de empleo que dé el gobierno yo figuraré como una de esas personas que han logrado ser empleos fijos, pero evidentemente será un empleo fijo discontinuo, que es lo mismo que si lo llamáramos desempleo fijo discontinuo, todo depende de cómo se mire. Evidentemente el gobierno lo valorará positivo y lo llamará empleo fijo discontinuo, pero el trabajador, en este caso yo, que sabe la precariedad que implica en su vida personal, lo puede llamar desempleo fijo discontinuo... vamos, lo que llevo viviendo toda la vida, lo único que varía es que te ata a una empresa determinada si deseas quedarte con ese contrato. Tampoco es muy bueno trabajar, cobrar y cotizar como jornada parcial. En este caso es de siete horas al día, pero pueden ser menos, y eso merma los ingresos, tanto los del día actual, como los del día de mañana, incluida la jubilación. Que se creen contrato fijos a tiempo parcial no es buena noticia, aunque evidentemente se puede anunciar como tal si sólo se fijan en el término "contrato fijo" y se obvia o no se menciona lo de "a tiempo parcial" (de lo de "discontinuo" creo que ya está más que comentado). 

En las últimas estadísticas de desempleo se ha lanzado numerosos mensajes sobre el éxito de la reforma laboral por el crecimiento de gente con trabajo (con contratos vigentes, en realidad, pues si eres discontinuo y estas en periodo de inactividad, tienes contrato, pero no tienes trabajo ni sueldo). Y es cierto que ha aumentado el empleo (entendido en esos términos de récord de contratos, otra cosa es como sean los contratos), pero también es cierto que se está batiendo otro récord: el de las búsquedas de mejora de empleo o de segundo empleo. Este dato lo explicó ampliamente la última vez el telediario de La Sexta, pero ningún otro, por lo que es un gran desconocido en general entre la sociedad, pero no por desconocido es inexistente, no deja de ocurrir por no hablarse de él. 

Si en las próximas elecciones se cumplen las estadísticas de intención de voto y asciende la derecha al poder, la pregunta que debe hacerse la izquierda me temo que se volverá a perder en otras cuestiones, cuando posiblemente una parte grande de la realidad esté en que la gente en su día a día está viviendo esto, esto en concreto que les afecta brutalmente directo a sus vidas presentes y futuras. Y esto sumado a un año de subida de precios por la sequía del cambio climático, la disminución de pesca por la sobrexplotación y la guerra de Ucrania y cómo ha afectado a los recursos energéticos y diversos mercados. Mientras con humildad no se den cuenta de los errores perniciosos de la reforma, de los agujeros y de los usos maliciosos de los recursos nuevos que dan a la hora de contratar, hay un problema. Y no es que en buena parte de ello no se señalase. En su día en el Congreso, cuando se votó la reforma, fue advertido por partidos como ERC o Bildu, pero fueron tachados sus argumentos por ser partidos nacionalistas, no por lo que estaban razonando. También los sindicatos minoritarios estaban en contra y llamaban a cambios, sindicatos como USO, CGT, CNT, LAB y otros. 

En todo caso, para el lector interesado, si no lo ha leído ya, hace poco, el 27 de marzo, ya hice otro análisis más sobre cuestiones perniciosas de la reforma laboral (Noticia 2212ª). Ahí tenéis más puntos a tratar de dónde está fallando, pese al aparente éxito a juzgar por el número de contratos en aumento.
 
Saludos y que la cerveza os acompañe.

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