domingo, febrero 25, 2018

NOTICIA 1771ª DESDE EL BAR: ADIÓS, FORGES


El pasado 22 de febrero murió el humorista gráfico Antonio Fraguas, más conocido por la traducción al catalán de su apellido: Forges. A estas alturas de la semana, estamos a día 25, todo el mundo lo sabe. Forges era de esos personajes entrañables que a quien más a quien menos ha hecho reir o sonreír, cosa que ha logrado que el día de su muerte y los días posteriores sus viñetas y personajes aparecieran en todo tipo de publicaciones públicas y privadas de todo tipo de medios tanto informativos como de red social. Ha sido una muerte muy lamentada, no obstante sus viñetas fueron leídas y compartidas por una gran cantidad de personas diaramente. No había casi ninguna oficina que no tuviera recortada o fotocopiada y ampliada alguno de sus chistes que les atañía, así como lugares del servicio público en sus áreas para funcionarios. 

Yo mismo en 2008, en la Noticia 445ª, afirmé que Forges debería ser el líder de una generación de humoristas sociales si algún día se hacía un estudio de la sociedad actual a través del humor, y os compartía una viñeta de entonces. Y en 2015, en la Noticia 1431ª, en el cuarto punto de análisis, con motivo de los atentados en la revista de humor Charlie Hebdo, discrepé con él cuando Forges declaró que los viñetistas y los caricaturistas están desapareciendo. Me pareció disociado de la realidad, como tantos otros veteranos de montones de áreas, incapaces de ver, reconocer y dar oportunidades a las generaciones que venimos detrás de ellos (yo no soy caricaturista, lo digo en términos generales de todas las áreas). Por eso, por aquellas palabras de Forges, todos los meses de 2015 publiqué una viñeta de humor creada por mí mismo en los comienzos de mes. 

Hablaba de la muerte de Forges el pasado viernes 23 en el bar El Reloj, de Alcalá de Henares, con unas amistades y, entre ellas uno que precisamente pinta, y una amiga me preguntó por mis viñetas. Yo no me dedico a ello, repito, pero alguna vez, por tontear, he hecho alguna. Le pinté en una servilleta de papel una nueva y los dueños del bar decidieron quedársela y ponerla expuesta. Supongo que ese es un modo no propuesto de homenaje a Forges que le hicimos. Continuar con el humor, compartir viñetas.



Forges publicó su primera viñeta en el diario Pueblo, en 1964 con 22 años de edad. Hoy día los periódicos no dan esas oportunidades a la gente tan joven. Buscan veteranía, nombres conocidos y demás. Un error. Y un problema. Hay una generación veterana que abrió puertas a la democracia, pero cuando los jóvenes se han acercado a ese mundo construido, no han encontrado esas puertas cerradas, es como si tras haber entrado los que entraron, las cerraran de nuevo. Si uno lee la biografía de Forges, él había comenzado a trabajar en 1956, con 14 años. No digo yo que con 14 años se ponga a trabajar ahora, porque eso se debía a una casuística de la época, con la dictadura, las necesidades de las familias y demás, pero sí sería de reivindicar que se dieran oportunidades igual que antes, como con esa primera publicación en Pueblo. En 1970 comenzó a colaborar con la revista de prensa del corazón Diez Minutos. Y desde 1973 ya se decidió a dedicarse a las publicaciones de humor gráfico de forma profesional. Esos eran años donde el cómic y las viñetas de humor españolas tenían muy buena acogida en lectores. Era una época dorada, quizá porque la falta de lecturas en general en la sociedad hacía más fácil la lectura de las viñetas, así como determinados temas, pesa a la dura censura, lograban ser criticados sutilmente con el humor indirecto. Colaboró con innumerables revistas desde entonces, como las revistas de cómic y viñetas Hermano Lobo, Por favor, El Jueves, La Codorniz, la erótica Interviú, otra de prensa del corazón: Lecturas, etcétera. En 1982 publicó diariamente a través de la prensa, en Diario 16, en 1989 fue uno de los fundadores del periódico El Mundo, y allí estuvo dibujando, e incluso algo hizo para el ABC, hasta que en 1995 pasó a ser el dibujante de la editorial diaria de El País, donde ha trabajado hasta la fecha. Ha realizado además diversos libros, películas y otros productos gráficos. Su obra, desde luego, ha sido ingente. Tengo curiosidad por cuánto podrá ocupar la publicación de un integral de todo.

Me preguntó quién será el nuevo caricaturista de la editorial de El País. Ellos ya cuentan con El Roto y Peridis, pero es otra clase de humor. No sé si contratarán a alguien nuevo. Para mí sería deseable. Aunque, sinceramente, con permiso del humor inteligente de El Roto, que quizá sea uno de los que hilan más fino y mejor hacen pensar, para mi gusto, sin Forges, quizá el mejor viñetista de la prensa española es ahora mismo Manel Fontdevila, que trabaja para El Diario. Es de una generación más joven, más cercana a la España actual, nació en 1965 y ha trabajado bastante para El Jueves. Quizá por ello se atreve a hacer chistes más incisivos y más acordes con muchas de las percepciones sociales y políticas de las generaciones que hemos nacido después que él. Tiene por referencia una España que Forges no tuvo, a pesar de que ambos han vivido en las mismas épocas. Sí, en las mismas épocas, pero no a las mismas edades y no desde la misma óptica y opciones. La renovación, que era lo que yo quería expresar en aquel año 2015 replicando a Forges en esta bitácora, empieza por aquí. 

Muchas gracias, Forges, por el humor y por haber contribuido a tantísimas causas sociales por la justicia social.

martes, febrero 20, 2018

NOTICIA 1770ª DESDE EL BAR: EL DÍA DEL GATO

He sabido que hoy es el Día Internacional del Gato. He aquí que mi gata, Reina, es un ser muy querido para mí. El amor gata-humano, humano-gata es grande. Es como una pequeña hija felina. Lo cierto es que tiene doce años, este año cumplirá trece, y aquí la tenéis en foto sobre mi cama. Es una foto de un mes atrás, aunque hoy, como cada día, no nos faltan momentos así, juegos y demás. Sabe un par de cosas que nadie le enseñó, supongo que las aprendió por observación o costumbre, no sé. Siempre me ha hecho compañía, aunque era la gata de mi madre, pues se la traje de cachorra, ella siempre me ha seguido a todos los sitios y ha interrelacionado mucho conmigo. Más o menos conocemos gustos mutuos, aunque por parte de ella sea hasta donde una mente de gato puede llegar, claro. La  verdad es que no es la primera vez que os hablo de ella. En 2006, por ejemplo, en la Noticia 187ª, os la mostré sobre la cama de mi madre y hablé mucho de ella, aquella foto la publicaron en la revista Pelo, pico pata, y en 2016, en la Noticia 1594ª, estábamos retratados juntos nada más levantarnos por la mañana. Pero también en redes sociales he hablado de Reina, y la he mostrado, desde hace años. Es una buena gata, y muy lista. En el Día del Gato os la quería volver a compartir. La di un sobre de comida blanda hoy, le gustan mucho esos sobres, pero no se le puede dar todos los días. Pensé que hoy era un buen día para dárselo. Es curioso, pero, a nuestro modo, hay veces que nos entendemos. Creo que hay sonidos de palabras que en determinados tonos ella sabe identificar, así como hay maullidos que más o menos sé su motivo. No solemos fallar. Nos hacemos buena compañía. Hace casi un mes que yo ando entre la angustia (una angustia que a menudo se mezcla con otra sensación que me provoca las circunstancias y se me agarra al estómago hasta cerrarlo a la digestión correcta), ando entre la tristeza y ando entre otras cuestiones en esa línea que no procede ser comentadas por aquí, pero Reina siempre está ahí, atenta, y eso es algo bello. Saludos y feliz Día del Gato.

jueves, febrero 15, 2018

NOTICIA 1769ª DESDE EL BAR: GUADIANA DE NIEVE Y NIEBLA


Cuatro Torres Business Area es un parque empresarial de Madrid capital ubicadas en el Paseo de la Castellana, cerca de la Plaza de Castilla, pero también del menos vistoso barrio de Ventillas, en el distrito de Tetuán. Se empezó a construir esas cuatro torres en 2004, se fueron terminando entre 2007 y 2009. Aunque tiene pocos años de existencia son uno de los epicentros del área de los grandes negocios de la capital de España. Pero sobre todo destacan por haber alterado el perfil de la ciudad, ya que estas torres se ven más allá de su propia ciudad de Madrid. Se pueden ver desde Alcalá de Henares, a cuarenta kilómetros de ellas, pero en días claros, también desde algunos puntos de la provincia de Guadalajara, lo que nos adentra ya en unas distancias que se aproximan a los cien kilómetros.


El barrio de Ventilla es menos vistoso. Se trata de un barrio de edificios nuevos, humildes, llenos de viviendas y de unos pocos pequeños comercios, muchos cerrados. Se construyó también hace poco, en este siglo XXI, o mejor dicho se reconstruyó, pues el barrio en sí existía previamente de manera aún más humilde y con núcleos chabolistas que fueron tirados para realojar a sus habitantes en viviendas sociales. Precisamente una de las Oficinas de la Vivienda Social de la Comunidad de Madrid se ubica precisamente en Ventilla, en la avenida de Asturias, y es ahí donde trabajo en su archivo central con un contrato con una empresa que me cubre parte de este 2018. 

En ese fuerte contraste donde nos rodean las torres de la Puerta de Europa, los intercomunicadores de transporte público a escalas importantes entre la Plaza de Castilla y Chamartín, y aparecen al lado las imponentes torres de Cuatro Torres Business Area, Ventillas hace su vida cotidiana con presupuestos de gente humilde. Desde allí se pueden ver las grandes torres que se pueden ver desde la provincia de Guadalajara, y se podría ir andando en un paseo de unos diez minutos escasos hasta ellas. Y sin embargo, el 5 de febrero pasado, por la mañana a la hora del café, tuve la fortuna de contempar algo cada vez más inédito y exclusivo por el cambio climático y la contaminación: vi nevar en Madrid capital al salir del trabajo al café, pero lo que no vi fueron las cuatro torres que estando a diez minutos andando, se ven desde Guadalajara. Así de fuerte y de duro nevaba en Madrid capital. Aquel fue el día que la nieve me alcanzó en Madrid.

Hoy, 15 de febrero, la niebla se hizo con la ciudad de Madrid, y nuevamente desaparercieron ante mi vista esas torres.Y sin embargo las torres estaban allí. Desde algunas calles se podía ver la base borrosa de una de ellas de fondo, pero no sus alturas. 

¿Qué os quiero decir con esto? Esta bitácora no ha desaparecido. Lo que ocurre es que entre el trabajo y asuntos de familia y hospital de estas dos últimas semanas, mi tiempo no me ha dado tiempo para poder actualizaros. Ahora, creo que puedo escribiros como regularmente hago. Aunque, si os digo la verdad, me invade la tristeza, la angustia y demás cuestiones en las que no voy a entrar ahora. Productivamente me están saliendo algunos poemas que me gustan, pero ando mal. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.