sábado, octubre 30, 2021

NOTICIA 2087ª DESDE EL BAR: LA FAMILIA VURDALAK, de ALEKSÈI KONSTANTINOVICH TOLSTÓI

 

El séptimo capítulo de mi serial anual de un relato clásico de terror en la Noche de Todos los Santos (o Halloween). En esta serie de un sólo capítulo al año, este año: La familia Vurdalak, escrito en 1863 por el ruso Aleksèi Konstantinovich Tolstói, primo segundo del también escritor León Tolstói. Se suele publicar junto a su otro relato El vampiro, publicado en 1841. Este escritor estaba especializado en realidad en novelas históricas. Por su origen noble fue elegido para formar parte del círculo que serían los amigos del príncipe heredero a la corona imperial rusa, el futuro zar Alejandro II. Por ello viajó por buena parte de Europa acompañándolo. Trabajó como estudiante en el Archivo Estatal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú, y después hizo carrera universitaria. Le tenía bajo su tutela el alemán Goethe. Alejandro II le llamó para que estuviera con él en su coronación. Trabajó en cuestiones diplomáticas y administrativas, pero en realidad su vida principalmente transcurrió entre fiestas, alcohol, alta sociedad, viajes y escribir. Fue comandante militar en la Guerra de Crimea. Moriría en 1875 tras autoadministrarse una sobredosis de morfina. Como casi todos los escritores rusos del siglo XIX se dejó llevar por el neogoticismo romántico de las historias de terror, de ahí que entre sus obras se encuentren relatos como este, que es, en sí mismo, uno de los relatos de terror más brutales escritos en aquellos años, aún siguiendo la moda de las historias de vampiros que inició Le Fanú.
 
Capítulos anteriores del serial de la Noche de Todos los Santos (o Halloween): 

2014: Noche de espanto, de Anton Chejov en 1884.
2016: El Horla, de Guy de Maupassant en 1888.
2017: La verdad sobre el caso del señor Valdemar, de Edgar Allan Poe en 1845. 
2018: El gnomo, de Gustavo Adolfo Bécquer en 1863.
2019: La última risa, de D. H. Lawrence en 1924. 
2020: El hombre de arena, de E.T.A. Hoffman en 1817.

lunes, octubre 25, 2021

NOTICIA 2086ª DESDE EL BAR: COMÚN

Cuando comencé mi actual trabajo temporal en Vallecas me encontré una calle por mí ya conocida, que es donde está el archivo donde ahora laboro, que estaba levantada porque le estaban poniendo alquitrán nuevo a la carretera. También estaban haciendo una gasolinera en un espacio vacío y tenían parte de la acera también levantada, para meter cables. El nuevo asfaltado lo acabaron en una semana. La gasolinera se levantó en dos. La acera la pusieron en un día. Hoy cuando he ido esta mañana pensaba que lo sorprendente de todo, aparte de la celeridad, es que nadie diría que todo eso era totalmente nuevo. Parecía como si siempre hubiera estado ahí, tal cual. Sobre todo impacta la gasolinera creada casi de la nada. Es como si siempre hubiera estado ahí. Claro que lo que más me atrae la atención es un gimnasio puesto en lo que debió ser un taller mecánico y que a las siete de la mañana ya está abierto. Paso por allí de camino a mi trabajo cada día y les veo levantando pesas cada día. No sé si me llama más la atención lo temprano de la apertura, que sea muy evidentemente lo que fue un taller, o que ya haya gente haciendo pesas a esas horas. Ese gimnasio está justo al lado del espacio donde se ha levantado una gasolinera de la nada. En medio de ese panorama nos cruzamos trabajadores de todo tipo yendo a las cafeterías antes de entrar cada uno a su puesto. Yo: archivero en un archivo de la Comunidad de Madrid, pero hay otras personas de oficinas, gente del edificio central de Correos con sus camiones entrando y saliendo a todas horas, alguien de transportes, trabajadores de las imprentas de la ONCE, montones de mecánicos, transportistas, basureros de Madrid, gente de la construcción, chatarreros, pasteleros industriales, camareros y cocineras de los bares y cafeterías, algún laboratorio, almacenistas de bazares chinos, y esa gente del gimnasio. Es cuando menos algo particular. Probablemente sea una de las calles de Madrid capital con más tráfico de automóviles y de gente a las horas punta de entrada y salida de los trabajos, pero es una calle poco conocida, de un polígono altamente activo. No es la Gran Vía, ni la Calle Alcalá, pero a veces pienso la cantidad de vida que tiene entre semana. Tal vez por eso el ayuntamiento de Madrid haya logrado hacer las reformas de la calle con una celeridad realmente sorprendente. Una calle normal de un polígono, una calle desconocida, que sin embargo parece vital. 

Y cuando cruzas la calle pasas de un polígono a un barrio común, con sus viviendas y sus conexiones de transporte público con el resto de Madrid, incluso con la vía de tren que une a esa parte del barrio con el ramal del Este de la Comunidad Autónoma. 

Puede que los periodistas suelan buscar historias de manera diaria en los lugares más céntricos de las ciudades, pero a menudo lo más importante de las ciudades ocurre en estos lugares, y son parte de las vidas comunes de la gente común. Saludos y que la cerveza os acompañe.

miércoles, octubre 20, 2021

NOTICIA 2085ª DESDE EL BAR: QUIJOTES ANÓNIMOS

Ya había sido entrevistado en la radio tiempos atrás en Cadena Ser Henares, en 2016, cuando presenté mi libro Relatos de la Gran Guerra, Radio Arrebato, tanto en Parlamento Pirata como en El Tramoyista Verde, y Radio Creactividad, en el programa Ola de entretiempo. Esta semana ha contactado conmigo Paloma Garaboa, de Onda Cero Alcalá para su programa de este miércoles 20 de octubre de 2021, cosa que he de agradecer por otro lado a un viejo amigo, Carlos Cristóbal. Tiene una sección llamada Quijotes Anónimos, dentro del programa Más de Uno Henares, donde trata de hablar de personas que crean algún tipo arte, ya sea literatura, pintura, fotografía, cine, música, lo que sea, en el Corredor del Henares (yo siempre he creído más correcto decir Valle del Henares, pero bien). Y como me ha entrevistado brevemente, aquí os dejo el programa completo, donde, cuando toque esa sección, me entrevistarán. Un saludo y que la cerveza os acompañe.

 

MÁS DE UNO ALCALÁ: QUIJOTES ANÓNIMOS 

por Paloma Garaboa.  



martes, octubre 19, 2021

NOTICIA 2084ª DESDE EL BAR: LOS NEOTÉRICOS

Últimamente he estado leyendo bastante poesía de época romana, pero me he acercado mucho a los neotéricos del siglo I antes de Cristo, de la época del final de la República Romana y el comienzo del Imperio Romano. Muchos tomaron por referencia a poetas griegos de siglos anteriores, como pudo ser la poetisa Safo y el poeta Calímaco. Me han llamado la atención gente como Marcial, pero de esto ya hablé en la Noticia 2072ª. No me acuerdo ya si fue a finales de año o a comienzos de este que compré en la Librería Diógenes el libro Poesías, que escribió Catulo en la época de Julio César. Lo he estado leyendo con detenimiento y con sus análisis a lo largo de este mes. Aparte de haberlo disfrutado, me ha llevado a escribir algunos poemas siguiendo algunos de los códigos neotéricos, pero adaptados a la poesía actual y contracultural del siglo XXI. Me ha parecido divertido.

Aquella poesía de los neotéricos era muy transgresora. La época en la que se escribieron era una época donde un sistema político, con todos sus códigos éticos y morales, y con todo su orden social, se desmoronaba de manera paulatina, incluyendo una guerra civil, para ir abandonando el orden de la democracia de la República para ir adquiriendo una acumulación de poderes en la figura de Julio César, hasta que se le consideró un dictador vitalicio, un aspirante a restaurar la antigua monarquía de siglos atrás, razón por la cual fue asesinado por los senadores, entre ellos su hijo adoptivo, Bruto. Eso llevó a otra guerra civil encabezada por sus herederos políticos en persecución de los cabecillas de los asesinos, de los golpistas, y esta misma guerra acabó en un enfrentamiento directo entre Marco Antonio y César Augusto, con Cleopatra en medio, el cual acabó con la muerte de Marco Antonio y Cleopatra y la entronización paulatina de Augusto como emperador, por acumulación de títulos y cargos, finiquitándose así la República y comenzando el Imperio, con unos valores totalmente diferentes a lo que hasta ese momento se había vivido. 

En esas décadas surgieron los neotéricos cuestionando el orden jerárquico de las clases sociales de los caballeros (los equites), que eran las familias más pudientes y comerciantes o bien latifundistas. Los poderes provinciales iban cayendo en favor de la centralización del poder. Las mujeres iban rompiendo algunas tradiciones, sobre todo en el mundo urbano, más que en el rural, para comportarse de una manera más libre respecto a los varones de su familia o de sus parejas. Efectivamente, lo sexual también vivió un gran cambio. La República no era aquella época de bacanales y orgias que tanto han promocionado películas y libros de siglos posteriores. De hecho, bacanales y orgias son más bien propias de determinados ambientes sociales de algunas épocas del Imperio, de determinados reinados imperiales. Sin embargo, en época del Imperio mujeres y hombres sí se ven más libres de acción sobre todo en mundos urbanos, como se ha dicho. Así por ejemplo, el sentido de virilidad no era exclusivo del hombre, aunque se ataba al hombre habitualmente. Se refería a quien tomaba la parte activa en cualquier tipo de relación, no solo sexual, también en política, negocios, guerra, peleas, en cualquier actividad humana. Más allá, un hombre podía ser considerado viril incluso si tenía amantes hombres, siempre y cuando fuera la parte activa, nunca la pasiva. Y en este sentido podían surgir casos en los que una mujer fuera viril, lo que humillaba en mentalidad de aquella época al hombre. Un ejemplo, si la mujer tomaba la iniciativa en besar al hombre era algo aceptado, pero dejaba en mal lugar al hombre, o bien si un hombre pedía un beso a una mujer, se le consideraba pasivo por ser dependiente de ella, y no activo, o sea: tomarlo por sí. 

Las relaciones amorosas del mundo más conservador romano chocaron con las costumbres amorosas de otros pueblos conquistados, sobre todo de los griegos, tendentes al equilibrio, pero también de pueblos como los íberos y los galos, más pasionales y que tenían ideas de la sexualidad parecidas a las actuales. Ese mundo romano comenzó a cambiar. Para tener una idea, el mundo conservador romano de época de la República tenía también por ideal el equilibrio platónico, mediante el cual el objeto de los emparejamientos era la procreación, por lo que no era raro que se aceptara que alguien también fuera con otras u otros amantes. Las relaciones sexuales no tenían en sí mismos tanto una noción de relación dentro de unos sentimientos de amor afectivos, aunque existirían, sino que la relación sexual era algo más mecánico en el sentido de satisfacer un placer y adquirir el equilibrio. De ahí la normalización de determinadas prácticas sexuales y relaciones que hoy día chocan con sectores de tradición judeocristiana.

En la época en la que hablamos los neotéricos apuestan también por romper con esas reticencias de quién es viril y quién no, o en otras palabras quién es activo y quién pasivo. Catulo, por ejemplo, pide sin recato a su amada Clodia, a la que apoda Lesbia, que le dé besos, lo que escandaliza a un par de senadores por pedirlos públicamente en poemas publicados, como el propio Catulo denuncia amenazando a estos senadores con darles por la boca y por el culo por considerarle poco viril por pedir besos a una mujer. Tal poema es más complejo, porque bien leído lo que viene a decir Catulo a estos senadores es que no hay que tomar literalmente lo que se dice literariamente, aunque lo cierto es que Catulo le pedía besos a Clodia. 

Con ese ejemplo sirva de ejemplo algo de la ruptura trasgresora de los neotéricos del final de la República. El orden de valores morales y éticos eran trasgredidos en sus creaciones, el orden social en sus actitudes. Ponían de relieve como caía en crisis un mundo republicano y comenzaba otro, donde, por ejemplo, las relaciones de favores personales, como los del sexo, posicionaban a personas en lugares de poder o de influencia que anteriormente les eran bloqueados por los equites y los senadores. 

Me parece una poesía muy trasgresora que incluso se atreve con usar lenguaje soez hasta para hablar de políticos importantes de la época, no siendo unas épocas donde la crítica política fuera garantía de inmunidad y continuidad de la vida propia. Para mí es una poesía muy cercana a la contracultura de los siglos XX y XXI. Tiene alguna cosa incluso más audaz. Por eso me he adentrado aún más en ella y me ha llevado a escribir algunos poemas en ese sentido, pero adaptados a unos modos más míos y de nuestros tiempos. Catulo me parece un Bukowski del siglo I a.C.

En el mundo de los neotéricos se tambalea también la noción de que exista la justicia. A veces parecen caer en un cuestionamiento sobre los dioses, su existencia o bien su influencia en la vida humana. encumbran las juergas y la vida crápula. Critican duramente a los que solo se preocupan por acaparar dinero pasando por encima de cualquiera y de cualquier valor humano. Pero a la vez, en lo que respecta al menos a Catulo, quedan algunos resabios de esos valores tradicionales, pese a que estén en continuo tambaleo. No terminan de sentirse cómodos ni con el mundo que van dejando, ni con el mundo por venir. Los valores de uno y otro les llevan al sarcasmo y a la ironía, a la crítica sucinta y al abandono a la vida terrenal del momento. Son poetas de un mundo que les rodea en cambio, pero también con un mundo interno en crisis por la propia crisis de ese mundo en cambio.

Pero para daros un ejemplo de uno de esos poemas que me han atraído de Catulo, aquí os comparto uno, donde en cierto modo provocador da fe de esa libertad de elección de pareja que iban adquiriendo las mujeres en esas décadas romanas, y que podrían enganchar con humor perfectamente con el hoy. Tiene también otros temas, pues esas relaciones sexuales en el mundo conservador romano entendido como intercambio de favores se fue trocando según la gente iba acercándose al apoyo a un poder imperial en un intercambio de bienes (ya fuesen objetos materiales o cuestiones físicas personales), aparte de que Rufo podía ser o bien un político de los que entraron en conflicto con César o bien un poeta de una corriente contraria a los neotéricos, apegado a la poesía tradicional, de héroes, mitología, odas, valores conservadores, etcétera.


Tampoco tienes que admirarte, Rufo,
de que no haya mujer que esté dispuesta
a colocar sus muslos delicados
debajo de tu cuerpo, aunque la tientes
con el regalo de una fina tela
o el encanto de piedras deslumbrantes.
te perjudica cierta habladuría:
según la cual habita en tus sobacos
un terrible cabrón. Todos lo temen.
Y no me extraña. Mala bestia es esa
para que una mujer bella se acueste
a su lado. Por tanto, moraleja:
elimina esa cruel peste olfativa
o no te admires más cuando te esquiven.

 

En otro poema, más político, pero entrando en la metáfora obscena y quizá en el ataque, respecto a Pompeyo, enemigo de César en la guerra civil, pese a haber gobernado con él en el triunvirato, dice:


El primer consulado de Pompeyo:
entonces, Cinna, estaban con Mecila
dos tíos. Otra vez lo hicieron cónsul
y siguieron los dos, pero esta vez
surgieron un millar por cada uno.
El adulterio da semen muy fértil.

Mecila sería una mujer emparejada o emparentada con uno de los dos. Probablemente con Cinna, otro de los políticos de la época. Se hace así una crítica política de la época mediante una ofensa obscena y bronca sobre el adulterio cometido con Mecila, probablemente por Pompeyo, siendo Cinna uno de sus socios políticos y militares, por tanto dejando insinuar que Cinna consentía el adulterio y compartía sexualmente en trío amoroso o sexual, cosa que Mecila sería parte pasiva pero colaboradora. Es en realidad un lenguaje literario que no tiene porqué corresponder con la realidad de los hechos, pues es evidente que es un poema obsceno y con humor que transgrede a Pompeyo y a Cinna, enemigos de César, al que, por otro lado, en otros poemas, también atacará Catulo por sus ambiciones, por ejemplo en Bretaña. El último verso, que nos da la picardía que le aproxima a lo contracultural de hoy día, por si no fuera poco el resto del poema, se ata al primer verso, que era algo muy de los neotéricos en su idea de crear círculos. El primer consulado de Pompeyo le habría proporcionado muchos seguidores. Pensemos que en ese primer consulado, ya lejano, Pompeyo ganó mucha popularidad ya que fue cónsul sin ser equite, lo que le transformaba en el primer ejemplo de un romano que podía ascender a lo más alto sin necesidad de venir de una familia tradicionalmente dedicada a la política por las normas sociales. En aquel primer consulado, además, Pompeyo libró a la República de un gran problema de piratería en el Mediterráneo. Pompeyo formó triunvirato con César y entró en conflicto con este, ya que César, por medio de sus victorias militares en otras guerras, acumuló poderes y representaba unos intereses de clase que le iban aproximando a esa concepción de finiquitar la República y crear una nueva clase de poder en una nobilitas, los nobles que se crearían a partir de una clase militar útil y jerarquizada. Mientras que Pompeyo seguía defendiendo los valores de la República. Entre todos estos asuntos, incluido la acumulación de dinero por medio de sus guerras por parte de César y sus seguidores, va surgiendo la crisis de la República y se multiplican los seguidores de Pompeyo entre los que querían mantener esa forma de gobierno. De ahí el primer y el último verso en este poema entre lo obsceno y la crítica política y el insulto personal. Lo cierto es que la crisis de la República venía desde el comienzo del siglo I antes de Cristo, con la dictadura de Sila, con la cual ya apareció por primera vez un muy joven Julio César en el ejército en los últimos momentos de aquella dictadura. 

Como sea, ese poder de transgresión poética, entre lo obsceno y lo meditado, para que lo obsceno no sea simplemente un montón de barbaridades, sino algo que tiene de fondo un mensaje real, me recuerda a esa contracultura del siglo XX en la cual yo también he escrito, y me la refresca desde una perspectiva de poesía clásica, con unos patrones que se repiten, como el dirigirse a alguien concreto, plantearle un problema sobre sí, hacerles una amenaza o pregunta, y resolver el poema con una barbaridad que en realidad vuelve sobre el principio desvelándonos que no era tanto una barbaridad como un problema y una solución planteados desde unas metáforas y unos símiles habitualmente entre lo obsceno y lo insultante, pero siempre desde el sentido del humor. Y alguna cosa he escrito así estos días, ya digo. En eso he estado con estas lecturas.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

sábado, octubre 16, 2021

NOTICIA 2083ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ LOS BEATLES? (anexo 4)

Se ha hecho de rogar y de esperar, pero ayer al fin sacaron la más que anunciada edición del cincuenta aniversario del álbum Let it be de los Beatles, y la compré nada más salir de mi trabajo. De Vallecas directo a Callao y después a mi casa de Alcalá de Henares a escucharlo. Sale con más de un año de retraso. Evidentemente el álbum original es de 1970, pese a que las grabaciones se hicieron en 1969, el cincuenta aniversario debía haber sido en los meses finales de 2020, pero la pandemia de la Covid-19 hizo que McCartney, Ringo, Yoko Ono y Olivia Harrison decidieran retrasar la salida, a pesar de que el álbum estaba preparado, aunque no la película. En realidad, la mayor parte del peso de todas las decisiones son de McCartney esta vez. Alguna prensa británica anunció la posible salida para primavera de 2021, pero tampoco ocurrió, toda vez que el director de cine al que encargaron revisar y rehacer la película, Peter Jackson, seguía sin acabar el montaje e incluso entraba en conflicto con McCartney que, habiéndole dado libertad total, no estuvo muy a gusto con algunas de las escenas y perspectivas nuevas que vio en una previsualización privada de cómo iba el montaje. Aparte, pueda que los confinamientos y las medidas contra la pandemia, que hicieron retroceder ventas en muchos sectores, fueran una de las principales causas que les impulsaba en realidad a retrasar todas sus fechas. Pero al fin, en este otoño de 2021, ha salido el disco del cincuenta aniversario de Let it be.     

Esta edición corresponde a las mismas ediciones de cincuenta aniversario que hicieron con el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band en 2017, el Álbum Blanco en 2018 y el Abbey Road en 2019, de las cuales quizá la más valiosa, por contener un concierto privado en acústico de ellos grabado en sus estudios, es el Álbum Blanco del cincuenta aniversario. 

Esta vez han decidido no incluir ni en el nombre ni en el diseño de caja la mención de que se trata de la edición del cincuenta aniversario, quizá porque son conscientes de que no sale en 2020, sino en 2021, aunque es evidente que el motivo y el formato y trato que le han dado corresponde a esa serie de discos conmemorativos que decidieron editar en estos últimos años. En lugar de eso lo han llamado Let it be 2 CD Edition. Lo han sacado en una edición de digipack con dos discos, como los otros, a un precio extremadamente caro incluso en comparación con los anteriores, y, al igual que los anteriores, está disponible tanto como álbum doble como si lo quieres comprar dentro de una caja mayor con más contenidos todavía y más discos, cuyo precio es tan desorbitado que no es apto para los sueldos de un trabajador normal y corriente, y menos con precariedad en salarios y contratos. Una pena, olvidan quienes son la gran mayoría de sus seguidores en el mundo. Una pena por ese gusto por dar productos caros para la elite. No necesitan poner precios tan altos, no necesitan ya tanto dinero. Eso, también hay que decirlo, hago la comparativa, nunca lo ha hecho Bob Dylan, quien no solo saca discos baratos, sino que además pone los precios de las entradas de sus conciertos sorprendentemente muy bajos de precio.

Así pues, quien escribe esto, igual que con las anteriores ediciones, no ha tenido acceso a esa nueva caja especial ultra cara e ignora que maravillas pudiera contener como contenido musical extra. Me ciño al álbum doble que ha salido en tienda como el producto más generalizado.

Let it be es el álbum al que los Beatles más vueltas le han dado una y otra vez. Está en parte dentro de las sesiones de grabación del Abbey Road en 1969 y otra pequeña parte en alguna cosa de 1970. El álbum se iba a llamar entonces Get Back, e iba a ser la banda sonora de un documental cuyo apogeo era el concierto por sorpresa en el tejado de los estudios de Abbey Road. La idea era de McCartney ya por entonces. Al igual que hiciera Jimi Hendrix en su propio estudio, en estas sesiones se ponía a funcionar las grabadores a tiempo completo todo el sonido que se produjera desde que entraban hasta que se iban, literalmente, con la idea de recoger todo el proceso y toda improvisación que pudiera ser útil. Eso hace que de estas sesiones exista una gran cantidad de material inagotable, la gran mayoría aún por salir, aunque su calidad pueda ser variable. Ya es conocido que aquel proyecto acabó ahondando en las peleas entre los Beatles, en su ruptura, en su abandono y en la posterior jugarreta de Lennon a McCartney echando del proyecto al técnico de sonido George Martin para entregarle el material a Phil Spector con la idea de que incluyera todo tipo de arreglos que no quería ni eran del gusto de McCartney, como los coros femeninos y otros. Así ocurrió, así salió en 1970 con el nombre cambiado a Let it be, salió el documental también y ganaron un Oscar como banda sonora. Todo eso ya lo conté con más detalles en la 13ª parte de esta serie. Posteriormente alguien robó todo aquel material grabado en los estudios en aquellas sesiones y aunque salieron algunos discos piratas, era material perdido sobre el que hubo muchos rumores. Algo recuperaron, sobre todo a través de los piratas, y una parte de canciones y versiones inéditas de aquellas sesiones salieron a la luz en el Anthology 3 de 1996, lo conté en la parte 15ª. En 2002 reapareció el material robado y fue la ocasión que aprovechó McCartney para volver a montar el disco y sacarlo en 2003 de nuevo tal como él lo había ideado en 1970 y que Lennon impidió que saliera. Lo llamó Let it be... Naked, y no estaba nada mal, aunque era más serio. Lo conté también en la parte 13ª ya citada. Tras eso, los Beatles recuperaron otras cosas, como conciertos, de los que destaca la recuperación del Live at the Hollywood Bowl, que en 2016 ellos ligaron al documental Eight Days a Week, de los que ya hablé también en partes anteriores del serial. Ahora, con las ediciones especiales de cincuenta aniversario de sus álbumes más destacados de su segunda etapa sale en esas cajas y en esos discos dobles más material inédito.

Empecemos por la película antes de ir al álbum de aniversario. Peter Jackson recibió el encargo de retomarla y volverla a montar para el tercer aniversario de 2020 con material que en 1970 no se había usado ya fuera porque los Beatles no quisieron que se viera en profundidad todas sus diferencias, por desavenencias o por descartes. La película se iba a llamar Get back, pero se acabó llamando también Let it be, y ha pasado a ser un clásico del cine del rock y de la historia del grupo. Fue el testimonio del final de un grupo, de unas amistades y de una etapa del rock y de una época que se cerraba para abrirse a otra. La película además obtuvo Oscar por la banda sonora, el disco que montó Spector, que es el que todos conocemos desde aquel 1970. El encargo a Peter Jackson vino no solo por el cincuenta aniversario, sino porque la película sobre Mercury, de Queen, había cosechado muy buenas taquillas y McCartney quería aprovechar y a la vez recontar lo que ocurrió en aquella disolución. A diferencia del resto de los Queen, los Beatles que quedaron decidieron poner el dinero y el material a Jackson, pero no intervenir en lo que hiciera. Luego vino la Covid-19, el retraso del metraje y, con ello, más tiempo para que Jackson se replanteara y rehiciera partes. Cosa que no terminó de convencer a McCartney, que le tiró de las orejas para que cambiara algo, no sabemos el qué, aunque sí sabemos que McCartney es el único Beatle que sostiene que la idea de grabarlo todo en 1970 era buena idea... si hasta lo escribe en el libreto del nuevo disco. La cosa es que Jackson ha decidido no rehacer Let it be, dejar esa película como está y hacer que su nuevo montaje parta de ese, pero se llame Get back e incluya el material que ha creído oportuno para contar con nuevos puntos de vista e imágenes lo que ocurrió en aquellas grabaciones que terminaron por colmar la paciencia de todos los Beatles y sus amigos. No han hecho coincidir disco y película, como estaba pensado en 2020, pues si bien el disco ha salido ayer, en 15 de octubre, la película está anunciada para finales de noviembre, en una plataforma de televisión (lamentablemente yo no puedo pagar ninguna y no tengo ninguna) y en unas pocas salas de cine elegidas (Madrid está cerca, quizá la saquen allí, no sé si en Alcalá), y puede, pero también puede que no (lo que me dolería y molestaría mucho), que la saquen en DVD para quien quiera comprarla y tenerla en casa. Tal como se le ha puesto los ojos a McCartney con el color de las libras últimamente, no me extrañaría que sacaran disco de la banda sonora de la nueva película, aunque en principio debería ser el del disco que ha salido este octubre. Pero también me llega que en realidad va a ser una miniserie en una plataforma televisiva de pago. En fin, ya veremos. Vamos ahora a lo del disco.

Como he dicho, en nombre y en carpeta no se han hecho referencias a que sea la edición del cincuenta aniversario. Sigue el diseño que se le dio en 1970, si bien es una caja que contiene en su interior un libreto bastante amplio lleno de más datos sobre todo lo hecho entonces y ahora, con nuevas fotos y contiene la carpeta de álbum doble. Sí que anoto que se ha limpiado las fotografías de portada y tienen matices de luz muy brillantes y bonitos, muy al siglo XXI, y menos al mate de 1970, esa es la única diferencia, a la vez que al desplegar la carpeta doble, en la parte que toca al nuevo disco se ha puesto cuatro nuevas fotos de ellos en el mismo orden que la portada clásica, de la misma sesión de fotos, pero con unos ojitos todos ellos y unas poses que parece que se han fumado todas las reservas de marihuana que tenían ese año en Jamaica.

 La edición de sonido ha vuelto a recaer en Giles Martin, hijo de George Martin. Las fotografías son todas de Linda McCartney, si bien han sido editadas por otras personas, y el diseño de toda la carpeta ha corrido a cargo de la dirección de Darren Evans. Las fotografías clásicas que ya estaban en 1970 siguen siendo, evidentemente de Etahn Russell y el diseño de John Kosh.

En cuanto al álbum hay que decir que el libreto es todo un libro en sí preocupado en explicar toda la historia que envuelve al álbum, lo que es de agradecer tanto para quienes son seguidores como para historiadores del rock. Es todo un documento muy trabajado. Además explica el porqué y el cómo de las nuevas canciones que se oyen en el segundo disco.

En cuanto al primer disco, que corresponde al álbum clásico, se le ha hecho la clásica limpieza de sonido, se le ha remasterizado y digitalizado y Giles Martin ha creado otra vez una nueva mezcla de sonido partiendo de las grabaciones originales y siendo respetuoso con lo que hizo Spector, tal como hizo con las grabaciones que editó su padre George Martin en los otros discos. Ha destacado el sonido de los violines un poco más que en lo que se oía en el disco clásico, y también los coros, por considerar que en las grabaciones de 1970 ese sonido se oiría más claro que lo que nos ha ido quedando en copias sucesivas que se han venido haciendo con los años. Queda así un sonido nuevo que siendo respetuoso con el original de 1970, no suena exactamente igual. Hay pequeños detalles, pero básicamente es lo mismo que era. Apunto aquí que esos sonidos son además los que Lennon le dijo a Spector que metiera para molestar a McCartney, por lo que hemos de pensar que McCartney ha querido respetar las cosas como fueron y lo que quedo y es parte ya de la cultura y de la memoria de todos. En cierto modo ha reconocido con esto que Lennon tampoco lo hizo mal en este álbum con sus ideas. También se ha destacado un poco más las aportaciones de Harrison, y queda así que esta edición del cincuenta aniversario ha querido recordar especialmente a los dos Beatles fallecidos, Lennon y Harrison.

Ahora bien, si de todos los discos del cincuenta aniversario el más destacado y valioso es el del Álbum Blanco por el concierto en acústico que le incluyeron, este posiblemente sea el segundo más destacado y, de recomendar alguno de ellos un seguidor beatlemaniaco a alguien no tan beatlemaniaco, sería este del Let it be. Esta vez no han incluido sonidos ya oídos en los Anthology, y con todo el material que tienen de estas sesiones si lo hubieran hecho sería para tirarles de las orejas. En la enésima vuelta que le dan a lo que pudo haber sido este álbum, nos muestran algunas improvisaciones y algunas versiones nuevas de canciones ya conocidas que tienen variantes muy diferentes y a la vez interesantes y excitantes que nos hacen preguntarnos cuál hubiera sido el camino que hubieran seguido en la década de 1970 de haber seguido juntos, tal como su contrato inicial les ataba hasta 1975. Las versiones inéditas totalmente de Dig a pony y de Get back de estas sesiones nos hacen recordar que a los seguidores nos dejaron sin escuchar variantes como estas si hubieran continuado, y merecen mucho la pena, repito, le dan frescura a algo que tiene cincuenta y un años de existencia. Otra canción  que nunca terminaban de terminar, One after 909, vuelve a sonar con otro enfoque y cuando creías que ya la habías escuchado de treinta maneras diferentes vuelves a escucharla de otra forma diferente más y con una energía que te quedas pensando las posibilidades infinitas que le dieron a ese tema. Pero también destaca con luz propia un tema musical nuevo, algo que no habíamos oído nunca, uno que sumar a su lista de canciones: Wake up, little Susie, que me deja maravillado y que me ha hecho bailar a solas en mi casa, y seguir el ritmo y ponerme de nuevo el disco, más alto, los dos, y hacer los ritmos, como si estuviéramos tocando juntos en mi casa. Pero a la vez me hace preguntarme que si hay lugar para esta maravilla oculta, ¿que no podría haber de contenido nuevo en la caja para las personas con más dinero? Pero uno es pobre y, en Madrid en 1965, me hubiera tocado estar en la calle intentando escuchar algo mientras la policía cargara contra nosotros. Uno es pobre y hay que saber dónde está cada uno. Mis posibilidades son este disco y, total, tampoco sé qué habrá en esa caja. Tal vez nada mejor que lo que ahora tengo.

 Saludos y que la cerveza os acompañe.

jueves, octubre 14, 2021

NOTICIA 2082ª DESDE EL BAR: CORTO MALTÉS, OCÉANO NEGRO

En los últimos meses de 2019 vimos el regreso de Corto Maltés en la que fue la tercera entrega que crearon los españoles Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero desde la muerte de Hugo Pratt, El día de Taroween. Luego vino en breve la pandemia de la Covid-19 y tuvo poco espacio para el lucimiento en librerías como novedad, aunque fue el mejor trabajo de estos creadores con el personaje. Estos españoles, con permiso de Patrizia Zanotti, quien fuera una colaboradora de Pratt a la hora de colorear y una persona muy cercana a él, habían sabido entramar sus historias dentro de la cronología que Pratt le iba dando a la biografía de Corto Maltés. Estaban muy en el espíritu original de la obra, si bien es cierto que a menudo incurrían en un exceso de guiños y referencias a viñetas ya creadas en los álbumes que el propio Pratt había creado desde la década de 1960 a la de 1990. Ahora, en este mes de octubre de 2021, Zanotti ha vuelto a dar su permiso para crear una nueva historia de Corto Maltés, con permiso de la editorial francobelga que tiene los derechos de edición (el resto de editoriales del mundo que le publican traducido lo hacen con los acuerdos y contratos firmados a la vez con esa editorial, Zanotti y otros representantes legales, incluida Norma Editorial en España). Lo que ocurre es que Zanotti no ha repetido esta vez, no ha renovado, con Díaz Canales y Pellejero, sino con dos creadores de cómic francobelgas conocidos por ser transgresores con personajes ya consolidados, famosos e históricos en el cómic, son Martin Quenehen y Bastien Vivès, quienes a la vez no se cortan ni un pelo en dar agradecimientos a Zanotti y sus consejos. La obra esta vez se llama Océano Negro

La editorial o editoriales al cargo han guardado mucho secretismo sobre cómo sería esta nueva aventura, hasta que al final, en las últimas semanas, primero nos enseñaron la portada, con una cara de Corto Maltés mirando desde las sombras, y luego anunciaron una fecha que no se aplazó a la vez que nos mostraron algunas de las nuevas páginas, las cuáles prometían, porque en parte una de las que enseñaron tenía un estilo muy de Hugo Pratt en su primera época, con fuertes contrastes de sombras y luz haciendo el dibujo y además en color. El color lo había puesto ni más ni menos que la propia Zanotti, pero lo que no dijeron es que ese color solo ocupa las primeras catorce o quince páginas, el resto de la novela gráfica está en blanco y negro y escala de grises en una de las historias que se pueden contar entre las más largas de Corto Maltés. Hugo Pratt había creado el cómic en origen en blanco y negro, posteriormente le añadió el color con la ayuda de Zanotti. Desde entonces se respetó la doble edición en blanco y negro o bien en color. Por primera vez hay una única edición en color, aunque la gran mayoría del relato está en escala de grises. La idea de los grises fue de Quenehen y Vivès, que en el periódico La Vanguardia, en entrevista, declaraban hace unas semanas que Pratt comenzó la obra en blanco y negro y que ellos, para diferenciarse, le añadían la escala de grises. Lo cierto es que es una escala de grises sin matices. Son diferentes tonos de gris totalmente planos a la hora de rellenar cada trozo del dibujo que les toque, sea una cara, un pantalón o lo que toque. Recuerda a menudo un trabajo por ordenador muy del siglo XXI en el cómic, pero que ya estaba presente en el final del siglo XX y del que el propio Pratt se había declarado en contra, prefería lo artesanal de lo manual. Esto lo sabía Zanotti, su colaboradora a color, por lo que se hace raro que haya permitido tal licencia. En todo caso esta historia en grises puede hacer pensar que se trata de una especie de sueño o de historia irreal de Corto Maltés, pero no hay ninguna referencia a ello y lo que sí hay es un exceso de cabos sueltos por explicar que o bien se quedan en misterio, como le hubiera gustado a Pratt, o bien han dejado innumerables puertas abiertas para continuar a Corto por la línea que han creado, cosa que personalmente preferiría que no ocurriera. 

Los trazos me tienen confuso, pues si bien parecen haber sido realizados de manera tradicional, hay retoques que parecen gritar a la vista que son de ordenador, e incluso hay añadidos que parecen puestos de manera algo chapucera con posterioridad, como por ejemplo un par de puros en las manos de un agente de la CIA y de Corto Maltés. Sí, habéis leído bien, de la CIA, luego tratamos ese asunto. En esa viñeta, como en otra de la máscara de una mujer, por poner dos ejemplos, pareciera que son añadidos posteriores y pintados de una manera tan evidentemente mal que se nota que no van con el dibujo original, como si los hubiera pintado yo tras comprarme el álbum. No creo que a Hugo Pratt, tan celoso de un trabajo minucioso, le hubiera contentado semejantes aportes y acabados, y lo siento por aquellos que digan que los apoya Zanotti, no creo que esta vez haya sido diligente con la obra heredada.

Las páginas a color, las primeras, cuadran perfectamente con el Corto Maltés de la primera época en que Pratt lo pintaba, pero después los dos nuevos autores toman todas las riendas y hacen trazos que si bien a algunos les pueda recordar a alguna de las etapas intermedias de Pratt, ni los primeros años ni los esquemáticos de los últimos, la verdad es que en realidad, si algo de eso tienen, tienen mucho de cosas que parecen de ordenador, e incluso de trazos que parecen salidos de Paco Roca, nada más lejos de Pratt en estilo. En algunas viñetas incluso me parece apreciar que quizá haya algo propio de los trazos del cómic manga. Tampoco se recrean demasiado en los fondos ni en los detalles, y tienden a llenar la mayoría de las viñetas con Corto Maltés o con Rasputín, cuando este sale. Parece un trato icónico con el que se recrean, lo que no se entiende bien es su enorme manía por dibujar los contornos de las caras pero no los rasgos, ningún rasgo, salvo una línea que entendemos que es la boca. Podríamos pensar que es su estilo, su aportación, un dibujo conceptista, o quizá que no se atrevían a crear un Corto Maltés pleno. Aunque alguna voz dice que realmente los personajes están totalmente logrados, yo esto lo afirmaría con Rasputín y con varias escenas de Corto Maltés, pero lo cierto es que en muchas viñetas Corto Maltés o bien me recuerda a la cara del cantante de pop Enrique Iglesias, o bien me recuerda lejanamente al personaje de cómic japonés Lupin. En otras me parece poco trabajado y abandonado a ese conceptismo mencionado más que al retrato del personaje creado por Pratt. En todo caso, sí que hay bastantes viñetas donde sí está bien retratado.

El guión es bastante mejor. La pena es que lo han ambientado en el siglo XXI, cuando Corto Maltés nació a finales del siglo XIX y vivió en la primera mitad del siglo XX, y aunque desapareció durante el final de la guerra civil española, según dejó caer Pratt en su última idea sobre el personaje que nunca llegó a crear pero sí a esbozar alguna cosa, lo cierto es que llegó a anciano a la década de 1960, pues al comienzo de Balada del Mar Salado se nos dice que de anciano mira con la mirada perdida en el jardín de uno de sus primeros amores de aquellas aventuras de juventud del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Pratt cuidó mucho la coherencia cronológica de la biografía de Corto, y la llenó incluso de mensajes ocultos en el dibujo que ha hecho que surjan varias hipótesis sobre lo que no se cuenta explícitamente en las historias. Pratt era tan celoso de los buenos guiones, como de lo que no se dice en palabra o en imagen en ellos. Más aún, entrevistado el autor ya en años cercanos a su muerte, él mismo dijo que Corto no podía seguir en un mundo moderno, con máquinas modernas del siglo XX, o con informática, o con automóviles más actuales de los que salen o con aviones modernos. En parte por eso desaparece en la guerra civil española y se le nombra en Los Escorpiones del Desierto, pero no reaparece. La licencia de Quenehen y Vivès de ubicarle en el comienzo del siglo XXI probablemente no hubiera sido del gusto de Pratt, por mucho que tenga el beneplácito de Zanotti. Es cierto, eso sí, que al menos los dos francobelgas en un guiño pleno a Pratt, ubican a Corto de visita en la catedral-mezquita de Córdoba, tal como aparece en una acuarela de Pratt (solo que Pratt lo ubica en el comienzo del siglo XX), y allí se deshace con desinterés y menosprecio de un teléfono móvil que le regalan. 

El guión es bueno, han sabido coger lo que básica y complejamente forma las historias de Pratt sin necesidad de recurrir a guiños anteriores. Referencias cultas, personajes históricos, historias sugeridas que dejan caminos al misterios o al desarrollo, ensoñación, aventura, antihéroes con códigos de honor propios... etcétera. Aunque lo ponen un poco al servicio del siglo XXI, pues si bien Pratt crea a Corto como un anarquista que sin ser parte de ninguna organización y siendo apátrida tiene muy claro con quien está, en esta nueva versión Corto parece al margen de todo, pero en exceso literalmente de todo. Lástima que, digámoslo de manera metafórica, los autores hayan hecho que pierda su clásica gorra de capitán de marina para ponerle una gorra de visera tipo beisbol, y sus ropas de marino se las hayan cambiado por ropa a la última moda del siglo XXI para gente joven. 

El problema del guión, que bien pudiera haber sido adaptado a una historia ambientada en la época que le otorgó Pratt (lástima que no haya sido así, porque es una buena historia a pesar de lo que voy a decir) es que es un  guión con bastantes puertas abiertas o a misterios o a posibles continuidades, preocupado tanto en ubicar a Corto en lugares y tiempos compatibles con el Corto de Pratt como con el Corto del siglo XXI que provoca saltos temporales amplios y llenos de desconexiones, a pesar de narrarse hechos que llevan un hilo conductor. La principal causa de esta aventura, una mafia japonesa, Océano Negro, que pretende hacer resurgir el Imperio Japonés a través de un misterioso tesoro, de repente lava sus pies en un  tesoro de los incas, haciendo aparecer anacrónicamente a excombatientes japoneses de la Segunda Guera Mundial en pleno 2001, mientras explotan las Torres Gemelas de fondo decorativo para dar un dato cronológico indirecto, como hacía Pratt. Bueno, hasta ahí, podría ser, pero de repente, a mitad de cómic todo esto se desploma y una explosión marca la pauta para una segunda parte donde todo cambia. Aunque esa aventura sigue de hilo conductor, en realidad pasa a ser una excusa para contar otra cosa, como en las películas de Hitchcock. Con permiso de un adolescente traficante de drogas y una peruana que ejerce de chamán contra unos narcotraficantes, aparece Rasputín y la historia pasa a narrar cómo Rasputín conoció a unas hippies anacrónicas, salidas de la década de 1960, pero en 2001, y se da un beso con lengua con una de ellas, mientras Corto, que lleva toda la historia encontrándose con una novieta periodista, se va con esta en un pequeño yate que le proporciona su amigo el traficante de poca monta y esta, en mitad de travesía, se pone en pelotas para darse un baño y es entonces cuando Corto se pone en pelotas, le vemos el culo y a ella las tetas, y follan en el mar. Pues bueno, pareciera que la historia lo que nos quiere narrar es que Rasputín y Corto follan. Eso es algo que ya nos indicó Pratt muchas veces, aunque él no fue explícito. No montó una historia para hablar de que los sentimientos de los dos personajes necesitan de amores y de sexo aparte de aventuras. Recomiendo a Quenehen y Vivès que echen currículum al editor de Manara, puede que quizá puedan hacer una versión del Rey Mono y hacer que este sea una cebra del siglo XXI que folla con cebras humanas.  

Bueno, fuera de bromas, el propio Pratt ya montó historias de aventuras para hablarnos de fondo de cosas como la amistad profunda entre Corto y Rasputín, como La Casa Dorada de Samarkanda, o donde se insinuaba que Corto quizá tuvo un par de hijos con alguna de sus antagonistas, cuestión sugerida en un par de historias. Que Quenehen y Vivès monten una aventura para decir que los dos personajes principales también tienen una vida interior sentimental diferente pero de la cual necesitan, pues no está mal. Pese a todo, digo, el guión no está mal, la pena es que no esté ambientado en el siglo XX y siguiendo las pautas de Pratt, pero hubiera estado bien. Yo espero que no sigan por esta línea, que se quede como curiosidad, o que al final si hacen otro se explique que el blanco y negro es todo consecuencia de un sueño, vete a saber. La cosa es que no creo que el Capitán Trueno necesite ser un policía del siglo XX, que Astérix sea un agente inmobiliario o que Mortadelo y Filemón necesiten ser un cómic serio de violencia y espías. Los personajes son los que son, y todo lo demás debería ser crear personajes nuevos y las editoriales apostar por ellos, sin necesidad de recurrir a mitos ya creados y garantizarse con ellos al menos los ingresos de las compras de quienes les siguen de siempre.

Cierto es que los autores pueden haberse permitido quizá un experimento, o puede que la editorial quiera explorar a nuevos lectores más jóvenes, subestimando que estos solo sean capaces de leer personajes que vistan de gorra de beisbol. Eso es infravalorar un poco las posibilidades de los nuevos lectores y a la vez despreciar a los millones de seguidores de siempre. Por supuesto que este nuevo Corto tendrá sus seguidores incluso entre los lectores de siempre. Yo no lo quiero condenar del todo, porque tiene cosas que no están mal, y hay que confesar que ha sido divertido leer una historia escrita para darnos a conocer la vida sexual de Corto, a pesar de que se nos dice que no, que buscaba un tesoro inca y acababa con una mafia japonesa y hasta con el resurgir del Imperio Japonés en pleno conflicto ya no solo de las Torres Gemelas, sino también del comienzo de la Guerra de Afganistán. Hasta cierto punto guarda paralelismos con Balada del Mar Salado, Corto empieza de pirata que rompe con sus iguales por salvar a un inocente y toda la historia empieza teniendo de fondo el comienzo de un conflicto bélico que marca el comienzo de un nuevo siglo, y en medio: el amor.   

Sea como sea, el cómic tiene algo. Yo creo que no es una mala mezcla de autores la que han hecho y eso se deja sentir, a pesar de todo lo que he escrito. A pesar de que prefiero que regrese el Corto Maltés de siempre, porque este, aunque es Corto a la vez no lo es, no diría que no se deba tener esta novela gráfica. Se debe tener, aunque deja muchos anhelos de "ojalá hubieran hecho al auténtico Corto en lugar de intentar experimentos tal vez mirando ideas actuales de que todo lo ya clásico lo quieren remozar de una falsa idealización de lo que es lo actual, lo moderno". 

A pesar  de todo lo escrito, yo no pasaría de largo de esta novela gráfica. De algún modo completa al resto de Corto, aunque sea de un modo extraño y extravagante, anecdótico, al menos de momento, anecdótico... y que así sea.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, octubre 11, 2021

NOTICIA 2081ª DESDE EL BAR: EL TREN MARCÓ EL RITMO

Vale, lo reconozco, he vuelto a tardar mucho en actualizar la bitácora. Por un lado el trabajo en el Archivo Central de Educación de la Comunidad de Madrid me deja un poco cansado porque trabajamos un poco a matacaballo para lograr tener archivados todos esos expedientes que tienen que ver con todo tipo de profesores y demás gente del mundo de la educación en la Comunidad para antes de Navidades. Por otro lado he tenido un par de compromisos  personales, una huelga de trenes interminable que me ha hecho llegar varios días con dos horas de retraso a casa, teniendo luego que hacerme la cena y la comida del día siguiente, y también me he dedicado un poco a mí mismo y a mi gata en el fin de semana. He estado últimamente sumergiéndome en la poesía neotérica, que me parece muy curiosa. He escrito alguna cosa en ese estilo actualizándola y mezclándola con la contracultura del siglo XXI. 

También me he comprado el nuevo de Corto Maltés, del que hay mucha tela de la que hablar. Quizá el cómic que más sobra en toda la colección. Ya hablaremos. 

Hoy os escribo para deciros que sigo por aquí, pero que no he podido escribir mucho esta semana pasada en este espacio. La verdad es que la huelga de trenes se comió la mayor parte de mi tiempo para mi vida privada y en el fin de semana tuve que volver a Madrid el sábado. Ha sido una cuestión de tiempo. 

En fin, en breve os escribo algo más suculento que este mero deciros que sigo por acá. Entre tanto no solo habéis tenido en Alcalá la feria del libro, también una feria del disco, de la que he sacado un par, el Mercado de Cervantes y un concierto de homenaje a Iron Maiden. No está mal. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

domingo, octubre 03, 2021

NOTICIA 2080ª DESDE EL BAR: XXXV FERIA DEL LIBRO ANTIGUO Y DE OCASIÓN ALCALÁ DE HENARES

 La feria del libro antiguo y de ocasión ha regresado a Alcalá de Henares ayer 2 de octubre y se quedará hasta el próximo fin de semana, incluido él mismo. Entre tanto el Mercado Cervantino también ha regresado. Ambos eventos lo han hecho con novedades de ubicación después de que el año pasado no se celebraran por la pandemia de la Covid-19. El Mercado Cervantino se ha retirado del centro de la ciudad y se ha ido al recinto ferial, al otro lado del río Henares. No he ido, no me interesa. No sé si es menor o cómo es. Para mi gusto los dos o tres primeros años de ese mercado me parecieron geniales, luego se ha ido transformando en otra cosa, en una especie de monstruo turístico que a la vez a arrastrado a varios negocios y esencias de Alcalá a desaparecer para que en su lugar vengan negocios totalmente ajenos a la realidad de lo que era Alcalá, para ser un poco más invenciones para el turista. Que el Mercado Cervantino esté en el recinto ferial supongo que será provisional por estar en la fase final de la pandemia, o eso parece, por lo que tal vez el año que viene vuelva al centro de la ciudad y por medio de sus cuerdas y anclajes vuelvan a destrozar los monumentos del centro con total ceguera de las autoridades, tal como pasó con los monolitos de la estatua de la Plaza de los Santos Niños que recuerdan a historiadores españoles que historiaron sobre América en los siglos XVI y XVII y tuvieron que ver con esta ciudad. Su deterioro tiene que ver con esas cuerdas que usaron en más de una ocasión en ediciones anteriores.

Tiene más arraigo y más tradición las ferias del libro en esta ciudad. La del libro nuevo se paró de celebrar en su XXXVIII edición, en abril de 2019, la del libro antiguo y de ocasión se paró en su XXXIV edición, en octubre de ese mismo 2019. Los libreros alcalaínos interesados en participar y aquellos otros que se acercan a la ciudad por estos eventos dejaron de celebrar estos eventos un año y medio. Han sido malos momentos para sus ventas, aunque una librería que no suele participar de estos eventos, pero sí de la de Madrid capital, Diógenes, no le ha ido tan mal en esta pandemia. Aunque ha tenido una pequeña bajada de ventas dado que la gente compró por Internet o dejó de comprar, tuvieron un pequeño tirón de ventas en un momento determinado de esta pandemia. No todo ha sido así, si bien la  librería de Javier (o Cervantes) cerró por jubilación, Notting Hill cerró como librería, aunque sigue como espacio cultural y aún vende libros, pero no como librería, entre tanto Domiduca vivió una gran bajada de ventas, y así podríamos seguir con otras. Lo cierto es que con el confinamiento domiciliario de 2020 no se pudieron celebrar las ferias del libro de primavera, pero luego, el resto, las del libro antiguo y de ocasión, con la pandemia pero sin confinamiento, dependieron de cada localidad. Y en este 2021 todas las ferias del libro siguieron dependiendo de cada localidad. Así por ejemplo, Guadalajara no renunció a ninguna y Madrid decidió celebrarlas todas aunque fuera con retraso. 

La cosa es más compleja, una vez que el Estado y las diferentes Comunidades Autónomas iban dando posibilidades de celebración, eran los ayuntamientos los que decidían, pero estos no decidían meramente desde los políticos electos, sino que se reunían con el sector de los libreros y les consultaban. En el caso de Alcalá de Henares fueron los propios libreros los que en 2020 y en la primera mitad de 2021 prefirieron esperar a que la vacuna avanzara a pesar de que las ventas les iban muy mal. Ahora, con una vacuna ya en buena parte de la población, con una parte importante de las medidas contra la Covid-19 siendo retiradas (mañana lunes 4 de octubre se podrá usar de nuevo las barras de bar mientras que los horarios volvieron a la normalidad la semana pasada, o bien los espectáculos al aire libre recuperaban su aforo) y tras más de un año y medio de ventas muy bajas, han decidido poder retomar las ferias del libro.

Lo cierto es que se han animado pocos a poner puesto, desconfían de que la gente vaya a acercarse. Les han dado una nueva ubicación, este año están en la calle Libreros, en parte por recuperar la lógica histórica de esa calle, en parte para dinamizarla tras hacerla peatonal y en parte porque querían liberar un poco la Plaza de los Santos Niños y la de Cervantes, por la pandemia, aunque no hubo problemas para poner casetas de bar durante las ferias de agosto. A ver si les va bien, porque en los últimos años el organizador del Mercado Cervantino, con permiso del ayuntamiento al no poner reparos, creo que no tuvo problema alguno de tener el mal gusto de tratar de tapar con sus puestos la visión de la existencia de los puestos de la feria del libro en los Santos Niños, con la idea de ir asfixiando poco a poco a los libreros y lograr algún año aumentar él su propio negocio cervantino haciéndose con ese espacio, por el cual cobraría el alquiler a los que quisieran poner puestos cervantinos "allí". O al menos esto me ha llegado por varias vías de gente relacionada con estas cosas en años anteriores. A veces a uno le gustaría que la prensa local indagara más sobre las cosas que pasan en la ciudad y contaran las noticias más allá que como meros propagandistas de los eventos. 

Como sea, a mí que me gusta octubre y el otoño y su lluvia, aproveché esta mañana de lluvia de domingo, segunda de la feria del libro, para ir hasta la calle Libreros y ver lo que hay. Hay muy pero que muy pocos puestos y la cosa es que los que había estaban cerrados en su mayoría. Deberían haber abierto a las 11:00 a.m., pero sobre las 11:30 a.m. o las 11:50 a.m., cuando yo llegué, había muy pocos abiertos de los pocos que había, abrieron media hora después. Supongo que sería por la lluvia, que ni los propios libreros creyeron en sí mismos para lograr vender en esas condiciones. Tampoco había luz eléctrica en las casetas, un fallo eléctrico las tuvo sin luz y como estuve hasta que abrieron todos vi que la luz no regresó, pero se veía bien con la luz de la lluvia de otoño. La verdad es que me pareció una falta de respeto por parte de los libreros, porque yo, que he atravesado media ciudad solo por ellos, e imagino que cualquier otro ciudadano, también he vivido la lluvia y llegar allí para encontrar puestos cerrados, pues no es algo que atraiga. Al menos hice tiempo tomando algo en Las Cuevas de Antolín, un bar clásico de esa calle, donde además sirven tapas calientes de puchero si las pides.

Hay cosas interesantes en un par de casetas, como por ejemplo la del ayuntamiento, y hay libros de ocasión nuevos dignos de tener en biblioteca. En las antigüedades destaco la presencia de libros de filosofía variados, cómic de Astérix, una colección de ciencia ficción serie azul que contiene títulos que solo editaron en España en esa edición. En fin, que hay mucha cosa repetida, pero alguna cosa hay. Lo cierto es que si Alcalá quiere hacerse conocer en la cultura de Madrid como ciudad de las Letras, al ayuntamiento le queda mucho recorrido que trabajar con libreros y con escritores, incluso con empresas editoras, pero creo que el ayuntamiento está más interesado en los bares y chorizos asados del Mercado Cervantino. Como sea, la importancia del evento, aunque sea humilde y deje alguna cosa que desear, no solo es su nueva ubicación, es sobre todo que han regresado las actividades normales, poquito a poco, sí, pero es un síntoma más de que vamos dejando atrás la enfermedad como pandemia, aunque como enfermedad vaya a quedarse. Vamos superando la pandemia.