Al fin este año 2016 han reeditado tras muchos años descatalogado el único concierto oficial que hubo en su día de The Beatles, Live at the Hollywood Bowl. Salió al mercado el pasado mes de octubre y esta misma semana de noviembre ha llegado a mis manos y a mi colección de discos. Sobre este álbum hablé largo y tendido y expliqué todo lo referente a él que podía compartir con vosotros en la Noticia 1445ª, dentro del serial que os escribí ¿Por qué los Beatles?, en: Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5, Parte 6, Parte 7, Parte 8, Parte 9, Parte 10, Parte 11, Parte 12, Parte 13, Parte 14, Parte 15, Parte 16 y Parte 17 (apéndice). Tal como dije en su momento se trata de canciones que cantaron los Beatles en dos conciertos que ofrecieron entre 1964 y 1965 en Estados Unidos, en California, en el Hollywood Bowl, en Los Angeles, precisamente en Hollywood. Estos conciertos fueron editados de forma pirata desde 1966. Pudo ser el primer disco de rock en concierto editado, pero al haber sido de forma pirata, no lo es oficialmente, ese honor queda para Jimi Hendrix y los Rolling Stones. Los Beatles, ya separados, se hicieron con los originales y compraron todo tipo de derechos, para editarlo en disco oficial, el único concierto oficial de ellos, en 1976-1977. La calidad de sonido era tan mala que no se atrevieron a reeditarlo, salvo una edición en disco compacto que sobre los años 1980 salió en Japón. Posteriormente, años más tarde, salió otro concierto oficial que dieron en Francia. Y hace poco, el año pasado, 2015, se editó el concierto en Madrid de 1965, sin embargo este resultó ser un fraude por parte de un español con el que los Beatles no tenían nada que ver, lo conté en la Noticia 1545ª. Aquella supuesta grabación de Madrid era en realidad la grabación de unos conciertos que dieron en la televisión francesa (editado a modo pirata en su día, por cierto) y fragmentos de sonido ambiental de la aparición de McCartney en los años 1990 en España. Algo desilusionante en cuanto a que no era el concierto de Madrid, pero ilusionante en cuanto al menos era un sonido de ellos en concierto, que además sonaba muy fresco y muy rápido.
La recuperación del Live at the Hollywood Bowl contiene igualmente un sonido acelerado que merece la pena. Suelen intentar ajustarse al sonido que producían en el estudio, pero se permiten pequeños juegos entre los instrumentos y la voz que no se oyen en los discos. El ritmo es muy rápido y la batería suena fuerte, sin embargo, el sonido del público gritando, montones de mujeres gritando no se ha minimizado, casi se diría que se ha potenciado y limpiado para que quede bien reflejado y honre la leyenda de que no se les oía por los gritos. Si bien en alguna parte pueden tener su gracia los chillidos, oírlos constantemente en todo el disco puede llegar a resultar desagradable, sabiendo además que hoy por hoy las nuevas tecnologías podían haberlo depurado.Supongo que en parte esto era el problema de calidad de sonido que tenían los discos de 1976-1977, esos discos de vinilo que unas empleadas de fábrica se dedicaban a escuchar con auriculares para pasar el control de calidad, por si los rayones y deterioros. En todo caso, el disco merece la pena, como documento sonoro de ellos en concierto. En ese sentido quepa decir que han incluído cuatro temas de esos conciertos que originalmente no estaban en el vinilo de 1977.
George Martin editó el sonido de las grabaciones de 1964 y 1965 para la edición de 1976-1977, pero como el técnico murió no hace mucho, este disco lo ha editado su hijo, Giles Martin. En cuanto a la cubierta y carpeta, se trata de un diseño de Darren Evans a través de un diseño de Gravillis Incorporated. Contiene las notas que escribió George Martin en 1977, pero también una explicación histórica de David Fricke y textos de artículos de prensa de 1964, 1965 y 1977, más fotografías cedidas por diferentes archivos que tenían que ver al respecto. Lamentablemente no se ha respetado la portada original, cambiando el ocre y el auditorio por un fondo azul con el nombre del grupo y una foto de ellos bajando de una escalera de avión. Los tickets siguen estando en imagen, pero no en la portada, sino dentro de la carpeta. No me convence que en nombre de la modernidad se estropee una carpeta original y se ningunee hasta hacerla desaparecer.
Este disco no viene solo. A la vez han editado un libro sobre esos conciertos, y en septiembre u octubre de este año proyectaron en los cines de todo el mundo, sólo durante ocho días, una película de aquella gira estadounidense de 1964-1965 que rodó nada menos que Ron Howard, la cual contiene imágenes inéditas. Si bien este metraje ya no se puede ver en pantalla grande, saldrá editado en DVD el próximo 20 de diciembre de este 2016, para las Navidades. De esta manera las antiguas experimentaciones de los Beatles cobran en el siglo XXI cada vez más un carácter nada experimentador, si no más bien recaudador. Sea como sea, los beatlemaniacos estamos bien contentos para celebrar con este esperadísimo disco por tanto tiempo sin reeditar y al fin reeditado, aunque sin su portada original y rebautizado como Live at the Hollywood Bowl. Eight days a week, the touring years. Saludos y que la cerveza os acompañe.
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