lunes, febrero 25, 2013

NOTICIA 1189ª DESDE EL BAR: ÁNGEL HERMOSO DE CARNE



ÁNGEL HERMOSO DE CARNE

Por nuestros pecados, por nuestros pecados,
por nuestros hermosos pecados,
líbranos tú, querido ángel,
que vives en la tierra, en bares,
bien contento y alegre,
bailando de mano en mano,
en la botella y en el baño,
de la escasez, del tiempo breve,
líbranos, querido ángel.

Por nuestros pecados, por nuestros pecados,
por nuestros pringosos pecados,
rózanos tú, querido ángel,
y llénanos de gracia,
de gozo y de carne,
de la botella al baño,
a la abstracción de los bares.

Haz de nosotros ahora,
y en nuestras horas de muerte,
seres vivos que devoran,
como gusanos en el vino y en la ostia,
cada abrazo que nos ate fuerte
a una muerte que se aborta
como en un parto por ti pensado;

Ángel de alas ebrias,
abre la botella donde descansa,
como sólo en una fiesta se descansa,
nuestro ser embriagado,
feto, recién nacido, pequeño,
de tiernas manos,
translúcido,
en alcohol conservado,
abierto, a la vista expuesto,
por la autopsia,
inconclusa y visceral,
almacenado por la vida,
embotellado,
en tu laboratorio,
gobernado por hormigas.

Ángel, hermoso y querido ángel,
por nuestros pecados,
por nuestros sencillos pecados
de vida,
acuérdate de nosotros
y perdónanos,
como nosotros perdonamos
a los que nos brindan,
no sea
que no seas todopoderoso,
ángel hermoso,
con el que mi carne rozo.

(Por Daniel L.-Serrano, "Canichu").

(Este poema tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. De este poema no está permitida su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).

jueves, febrero 21, 2013

NOTICIA 1188ª DESDE EL BAR: DJANGO, LINCOLN Y LOS MISERABLES

El pasado domingo 17 de febrero fueron los Premios Goya del cine español. Como al final he visto muchas de las películas nominadas a los Goya de este año 2012, hice mi lista de propuesta de ganadores... y me quedé a ver la gala para comprobar que acerté casi la mitad de los premiados. Bueno, ahí os dejo en comentarios ambas listas, y algunas percepciones sobre los premiados. Sobre el discurso del presidente de la Academia Cinematográfica Española diré que aunque le dió un fuerte tirón de orejas al Ministro de Cultura, Wert, con el que se tuvo que sentar al lado cuando acabó. Pero, ¿cómo pudo haber dicho que ellos [el cine allí presente] han sufrido los recortes "tanto o más que el resto [de la sociedad española]"? Me parece a mí que el cine que estaba sentado en esas butacas, no el de aquellos que no estaban allí y que mal viven de otros trabajos, no sufren más los recortes que aquellas personas que se han quedado sin casa, que han tenido problemas sanitarios, que no tienen qué comer, etcétera... Está bien que reclame lo que como presidente de la Academia le corresponde, pero me hubiera gustado que hubiera medido mejor sus palabras, por respeto. Sin embargo sí que dijo cosas que en cuanto a la Cultura fueron auténticas andanadas de realidad, a pesar de que sigue algo miope en la búsqueda de la convivencia del cine en Internet y el de la gran pantalla, simplemente no busca tal. El resto de la gala fue ampliamente reivindicativa en cuanto a las políticas que el gobierno ha realizado a lo largo del 2012, tan despiadadas con los trabajadores, desempleados y pensionistas. Hubo todo tipo de críticas por los recortes sanitarios, educativos, culturales, la reforma laboral, los deshaucios de casas, etcétera. 

La cosa es que este domingo que viene, 24 de febrero, será los Premios Oscars del cine estadounidense. Desde que comenzó el año he tenido ocasión de ir a ver tres de las películas favoritas, Los Miserables (Tom Hooper, 2012), Django desencadenado (Quentin Tarantino, 2012), y Lincoln (Steven Spielberg, 2012). Alguna más de las nominadas he visto a lo largo de 2012, pero me voy a centrar en ellas. Sobre Los Miserables hablé largo y tendido en El Tornillo de Klaus, aunque no se publicó todo lo correctamente que hubiera podido ser entre mi postura y la de los editores, para la próxima vez habrá que mejorar esta comunicación mutua. Ellos completaron mi visión con otra, en un artículo firmado por Miguel Cristóbal Olmedo

"Los Miserables, creada en 2012 por Tom Hooper, es una película tramposa. Mucha pompa, en los dos sentidos de la palabra. Como pompa que flota, puro jabón que desaparece en el aire tras encandilarnos en un momento fugaz… eso sí, un buen momento, pero endeble, inconsistente. Lo peor es que mucha gente va al cine estos días a verla atraídos por los anuncios de televisión llenos de grandilocuencia, o quizá porque el excesivo precio de las entradas les hace sentirse obligados a pagar por una gran producción, y sentirse más perezosos para pagar otro tipo de películas. Es la película de moda y mucha gente cree que si no va a verla no está a la última, como cuando todos se sintieron falsamente obligados a comprar un teléfono móvil con Internet, todos se sienten falsamente obligados a ir a ver este metraje. Pero es que resulta que mucha gente no está acostumbrada a los musicales, no los comprende y no les gusta, en consecuencia sacan sus teléfonos móviles con Internet y sin ningún respeto por el resto del público comienzan a usarlo molestando con su luz y sus ruidos. A mí me pasó en la sala de cine, pero por lo que me cuentan otros espectadores también han sufrido a estos desaprensivos que mejor harían en ir a otro metraje, irse de la sala o simplemente gastar su dinero en otra cosa que más les guste." Este es el comienzo de lo que escribí sobre esta película en El Tornillo de Klaus, que podéis leer entero en el enlace que os hice antes. A Los Miserables yo no la hubiera nominado a mejor película ni a otras cosas, aunque sí a otras candidaturas, como la dirección artística. Sobre lo de los teléfonos móviles empieza a ser demasiado común en todas las películas, imagino que en parte por la gratuidad de determinados servicios de telefonía desde hace un tiempo. Pero sobre todo ocurre por la falta de respeto.

Los Miserables, que sitúa la revolución final en una revuelta de 1832 y no en la revolución de 1830 como hizo su autor Víctor Hugo, nos habla en realidad de la revolución social actual y necesaria desde los desmanes que el gran capital y el Estado están produciendo contra los trabajadores desde la crisis de 2008. No representa la obra del siglo XIX del gran autor teatral, sino que reproduce el musical que se hizo en la décadad de 1980. Las voces no están muy bien usadas, ya lo dije antes. Pero de todo esto mejor remitirme al artículo citado que publiqué en la revista dicha. De llevarse un premio merecido yo se lo daría a dirección artística, y no comprendo porque no está nominada en fotografía.

Lincoln, tiene 12 nominaciones a los Oscars. Spielberg ya trató el tema de la esclavitud en el siglo XIX en la película Amistad (1997), donde fue muy poco autocrítico con la sociedad norteamericana y en exceso crítico con la española, hasta lo injusto, y también en la película El color púrpura (1985), que fue ninguneada por los premios de su país a pesar de su gran calidad artística. Cuando se trata de patriotismo estadounidense, Spielberg, el optimista y confiado en la bondad del ser humano Spielberg, suele serlo en extremo, a veces hasta lo chirriante, casi hasta lo complaciente. Lincoln me llamaba la atención por la Historia, por Spielberg y por el personaje, pero me ponía receloso esa complaciencia que podía traslucirse de la mentalidad patriotica del director y también ese positivismo pleno y feliz pase lo que pase.  Corría el riesgo de que yo fuese muy crítico negativamente con el resultado, pero no fue así, ciertammente me dejó muy satisfecho.

Al margen de la importante cuestión de la esclavitud que movió en su día a la guerra, la literatura y el cine nos han hecho olvidar que eligieron otro presidente en el sur porque consideraron que las medidas politicas y económicas de los Estados más fuertes de la Unión estaban empezando a ser abusivas, por lo que ellos no deseaban tanto separarse como mantenerse confederados (como la Unión Europea -UE- ahora) en lugar de federados y con la mayor voz en Washington (como la UE si al final nos federamos y mandase Alemania). El Norte tenía una economía industrial que amenazaba la agrícola del sur, y el sistema social del Norte era de un ultracapitalismo que amenazaba el sistema social también capitalista pero aún basado en éticas y morales de otros tiempos, y en valores humanos por encima de la brutalización del hombre libre (obviamente del esclavo no se decía nada). Es deleznable su esclavismo, pero políticamente en cuanto a confederados es para tenerlos en cuenta. Aunque el tema de la esclavitud tuvo su peso, también lo tuvieron otros temas políticos, sociales y económicos, y eso nos la ha querido ir tapando la cultura popular norteamericana generada desde 1865. Vicenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas, escribió un artículo en el diario Público donde nos recordaba que el ideario de Lincoln no se paraba sólo en la libertad del hombre con la abolición de la esclavitud, sino que iba más allá, pues consideraba que nadie era libre si siendo trabajador asalariado su vida dependía totalmente de los grandes empresarios. De no haber sido asesinado al final de la guerra hubiera sido interesante cómo hubiera evolucionado su política social, pues, por otra parte, tenía relaciones epistolares con miembros tan destacados de la I Internacional Obrera como Karl Marx o Engels. Lincoln venía de los estratos más pobres de la sociedad, tenía un carácter mesiánico marcadamente religioso y puro, con una esposa con accesos de presuntas visiones divinas, y, por otra parte, probablemente era masón. Pero Spielberg no trata sobre estos asuntos. Su película es claramente oscura, no cree tan positivamente en el ser humano. La esclavitud es una excusa en su metraje para hablar de otra cosa, de una crítica feroz a la doble moral norteamericana, del egoísmo humano, muestra por ejemplo esos empresarios y políticos norteamericanos empeñados en reconocer a los negros iguales jurídicamente ante la ley, pero no como personas comparados con un blanco, una doble moral para poder contratarlos a precios más bajos en las industrias del Norte, como así pasó realmente. Habla de la corrupción, y del peso en las decisiones políticas de los grupos de presión no elegidos por nadie, sólo por el dinero. Y muestra, algo fundamental aunque sea unos minutos, la Guerra de Secesión como algo brutal y no como algo heroico. A hecho una película de primeros planos, de oscuridad y de grandes monólogos reflexivos. La interpretación de Daniel Day-Lewis se merece un oscar, y su caracterización, maquillaje, peluquería y vestuario también. Es otro Spielberg el de esta película, desde luego.

Lincoln y la libertad de esos trabajadores oprimidos, los esclavos. Lincoln salvador del pueblo de una plaga (¿acaso en 2012 no dejaron ya claro que Lincoln era un cazavampiros en Abraham Lincoln: cazador de vampiros, de Timur Bekmambetor?). Y ese pueblo oprimido y transformado en Miserables levantándose en armas por las injusticias de un sistema que no les deja respirar económicamente y legalmente les pone como culpables de sí mismos. Sin duda Hollywood ha tomado muy buena nota de los tiempos actuales, y Hollywood, como la Iglesia, normalmente se posiciona de lado del que intuye que va a ganar la partida, ambos, Hollywood y la Iglesia, no suelen fallar... y ya Benedicto XVI en su día llegó a hablar en contra del sistema capitalista más salvaje de nuestros días. Lo hizo en marzo de 2008 en Estados Unidos contra los que acumulaban riquezas, y lo repitió abiertamente ya en julio de 2009 contra el "capitalismo salvaje" (entrecomillo sus palabras literales) y la globalización, aunque en esa ocasión pidió también algo muy peligroso: una autoridad política mundial.

Hay otro "Western" con la visión del siglo XXI nominada a mejor película, el de Quentin Tarantino: Django desencadenado. A mí me ha gustado bastante. La vi en versión original subtitulada, ya que me habían hablado de un mal doblaje de acentos en español. Lo hice a precio de día del espectador en los cines Yelmo de Madrid, que no sólo tienen descuentos dos días a la semana, sino que tienen varios tipos de tarifas reducidas para atraer a diferentes bolsillos. Deberían tomar nota algunos otros cines de estas promociones, o bien ir pensando en otras, tal como está el negocio. Aunque en Cuadernillos, de Alcalá de Henares, te hacen descuento en la siguiente película que vayas a ver si vas a ver una película previamente, obvio.

Como curiosidad diré que la escena de cameo para idólatras del Western me encantó. Hablo del encuentro del Django actual (Jammie Foxx) con el actor del Django de 1966 (Franco Nero). Django me parece mejor que la anterior producción de Tarantino, Malditos Bastardos (2009), porque creo que ha hecho mejor los deberes del tipo de cine al que se estaba dedicando homenajear, y porque creo que la película tiene un mensaje más allá de la acción que la otra no tenía. Tarantino ya ha declarado que se trata de una trilogía sobre la venganza, y que falta una tercera película. Esa tercera película será, como la de 2009, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, aunque en una entrevista de promoción de Django en España había declarado que estaba interesado en hacer una película sobre la Guerra de la Independencia Española, sobre los sucesos de 1808 en Madrid, o ambientada en los de Cádiz de 1812... supongo que no se lo estaba creyendo ni él. Tarantino homenajea al Spaghetti Western, que es ese cine del Oeste que produjeron en principio italianos y españoles a partir de la década de 1960, cuyas aportaciones técnicas comenté en la Noticia 1155ª: ¿Cómo ves el cine? Así que me ahorro de hablar aquí ahora de lo técnico y tecnológico, aportaciones de encuadres y demás, y destacaré que es un cine muy basado en la violencia explícita y sangrienta, a diferencia de lo que los americanos habían hecho hasta esa fecha, y que además al héroe lo transforman en un héroe antihéroe. Era algo muy goloso para Tarantino, que revolucionó la manera de hacer cine en los años 1990 precisamente con ingredientes similares con Reservoir Dogs (1992) y Pulp Fiction (1994). Y es que, junto con la anterior mencionada de Malditos Bastardos, es probable que se trate de un regreso del director a sus dotes más impresionantes de hacer cine. Como Spielberg (cuya anterior película fue nefasta, War Horse, de 2011), Tarantino ha regresado a su ser este año pasado, 2012.

En Francia, Italia, España y Argentina, el Western llegó al cómic antes que lo hiciera a sus cámaras de cine en aquella década de 1960. Eso podría ser un antecedente del Spaguetti Western que pretende homenajear Tarantino. El italiano Hugo Pratt, desde Argentina, pintaba al Sargento Kirk en 1952, por ejemplo, y los franceses Jean-Michel Charlier y Jean Giraud creaban desde 1963 al Teniente Blueberry.

 El Western fue el origen del cine de ficción en Norteamerica. La primera película ficticia que ruedan a muy comienzos del siglo XX es Asalto y robo al tren (Edwin Porter, 1903, aunque también es conocida como El Gran Robo al Tren). Es un Western mudo donde el actor que hacía de malo disparaba a la cámara al final del metraje. Por entonces las novelas, memorias y autobiografías de pistoleros ya eran en sí un género de consumo de masas. El Western ha llegado desde entonces a nuestros días por muchos motivos, toca muchos temas, y a través de las décadas ha trasladado diferentes mensajes. De todos ellos en los que más ha ahondado normalmente son dos: el de la igualdad racial a través de mostrar desigualdades y batallas raciales, y por otro lado: el enfrentamiento entre dos mundos opuestos que, según la época, se correspondía con determinadas situaciones político-sociales. Yo creo que el Western no sólo es un producto de consumo, si no que es un género que gracias a la acción hace llegar determinados mensajes a las masas. Ahora bien, como en todo, hay obras que son puro Arte, y otras que son, bueno, historias que nos entretienen o que lo intentan.

Django es un esclavo negro comprado y liberado por un cazarrecompensas que lo instruye en el oficio para que le ayude a dar caza a tres asesinos buscados por los diferentes Estados de Norteamerica. Una vez logrado el objetivo, Django propone buscar y liberar a su esposa, una esclava negra con la peculiaridad de hablar alemán. Con este argumento se inicia una trama de acción que en realidad nos oculta en parte un mensaje del director. Tarantino ha sabido atraer a las masas a su película y lograr que disfruten con ella, bajo la citada acción pistolera, pero a la vez lanza al espectador, incauto o no, un mensaje claro parecido al de las otras películas citadas. Denuncia la explotación del hombre por el hombre, aunque esta vez desde la óptica de la venganza. Pero esa óptica podría ser aparente, porque Tarantino, como Spielberg, muestra en su película la total crudeza de la esclavitud, quizá va más lejos que Spielberg, que se entretiene con el debate moral, ético y político. El mensaje se encuentra en los actores de figuración principalmente, en sus tareas, sus torturas y sus padecimientos, en su vida cotidiana, en su vocabulario y en sus tratos con los blancos desde sus respectivos puestos domesticos o de campo. Los actores de reparto y el principal y secundario completan esta visión que le llega al espectador ya de modo directo porque se fije y lo analice, o ya de mmodo indirecto, porque ciertamente es muy evidente la crudeza con la que trata el asunto, aunque distraiga la reflexión sobre ello con la trama central, aunque nunca lo tapa del todo. Por cierto, que, en cuanto a esa trama central,  sin que venga muy relacionado, es un metraje donde el director ha sabido dar carácter propio a esos grandes calibres del Salvaje Oeste y sus efectos al impactar, algo que no ocurría en cine desde que en 1973 Sam Peckimpah rodara Pat Garrett & Billy el Niño.

Son tres películas claras que han visto muy bien lo que está pasando y, mediante argumentos del revolucionario siglo XIX, han querido expresarlo, quién sabe si también habrán querido decir algo más al espectador, o si bien la industria simplemente quiere alimentarse de ciertos sentimientos de injusticia y sed de justicia... O si bien es de todo un poco. Los artistas parecen claramente posicionados, aunque ninguno de los tres ha señalado directamente con el dedo lo que querían señalar. Las tramas están ahí, son evidentes, pero a todos les falta algo en ese sentido, no llegan a cuajarlo del todo, incluso en Los Miserables, que hubiera sido más fácil hacerlo. Quizá se deba a que tengan miedo a su propia sociedad norteamericana, donde sus propios conciudadanos han llegado a acusar con malas intenciones a su presidente y jefe de Estado, Obama, de comunista por el mero hecho de querer lograr una sanidad pública con más cobertura sanitaria para la sociedad tanto en enfermedades como en capas sociales a las que llegar. 

Los tres directores se relacionan mucho con Europa, y también saben lo que hay aquí, sobre todo desde 2011. Sus películas de 2012 son hijas de ese 2011... Algo se intuye y Hollywood como la Iglesia no se posicionan en vano. Quizá tengan dudas, quizá de ahí que algo no cuaje del todo aún, pero desde luego las tramas son muy evidentes, hablan de esa explotación del hombre y de ese conato de rebelión y revolución en busca de un mundo mejor y más justo.

Aún no me atrevo a hacer mis apuestas para los Oscars, pero quizá lo haga en comentarios antes del domingo, tras lo que dije que pondría de los pasados Goya. Saludos y que la cerveza os acompañe.


lunes, febrero 18, 2013

NOTICIA 1187ª DESDE EL BAR: DE ENTRE EL FUEGO



Me gusta disfrazarme, ya lo mostré en la Noticia 906ª en unos pocos disfraces.  Y también en el Carnaval del año pasado. De todos los disfraces de mi vida, donde también están los de Sandokán y mosquetero francés, aunque esas fotos no están públicas, quizá el personaje que más se ha repetido es el de un personaje del Oeste norteamericano del siglo XIX, aunque nunca el mismo.




















 



















Este año me apetecía disfrazarme de pistolero forajido, un renegado de los años inmediatamente posteriores al final de la Guerra de Secesión Norteamericana (1861-1865), de los que aún conservaban una parte de su uniforme. Y para ello me compré a un precio muy barato una gorra confederada de soldado raso de caballería, que me enviaron de Estados Unidos. Es curioso que las compras nos salgan más baratas exportándo las mercancias así que comprándolas en nuestro propio país, con algunos discos y películas me ha pasado lo mismo en el pasado. Nuestros comerciantes deberían pensarlo y replantearlo. Quizá sea porque estuve viendo Django, de Tarantino, y Lincoln, de Spielberg, y que revisé algunos clásico más del Oeste estas semanas, que estos pasados carnavales no sólo decidí este tipo de personaje, sino que además convencí a una amiga mía, María Gómez, para que nos disfrazaramos en conjunto. Así fue. Ella aceptó y eligió libremente qué tipo de personaje sería que pudiera cuadrar con mi compañía de veterano confederado reconvertido en forajido tras la guerra. Ella se disfrazó de una mestiza comanche, aunque bien le pegaba ser más una de esas niñas raptada y criada por los indios tras una razzia en las praderas con alguna caravana de blancos hacia el Oeste. Así pues, éramos dos personajes típicos de frontera de los que existieron de verdad en la década de 1860, ya que los comanches, no todos pero sí muchos, pasaron a ser forajidos cuando se pusieron en guerra guerrillera al mando de Cochisen primero y Gerónimo después. Sea como sea, nos he escrito un relato breve en una prosa poética. Os lo doy a leer a continuación. Espero que lo disfrutéis.


Saludos y que la cerveza os acompañe.

DE ENTRE EL FUEGO

Es extraño atravesar el viejo puente de piedra sobre el cauce del río que delimita el pueblo. Pero hay que hacerlo, porque al otro lado, pese al viento que hacía que hubiera de agarrarse el sombrero para que no cayera a la corriente y se lo llevara el agua, estaba el pequeño cementerio cuyas lápidas eran comidas por la hierba larga y el moho húmedo.

Algunos niños no recordaban ya quien era ella, aunque es cierto que quizá nunca tuvieron capacidad para recordarla cuando la vieron por primera vez hace años. Su aspecto les llamaba la atención, por eso la siguieron varios metros por detrás de ella, parándose a ratos, corriendo a otros ratos, siempre curiosos y desobedientes a sus madres, viudas que aún la recordaban.

Marian vestía con uno de aquellos sombreros altos de copa que tanto habían gustado a los hombres de ciudad de prósperos negocios, o, como el fallecido presidente, de trabajadas carreras políticas deseosas de respetabilidad. El suyo no se veía tan bonito y elegante. Sus alas estaban desgastadas y el resto estaba viejo y poco lustroso, incluso sucio del polvo de largos caminos a caballo a lo largo de las praderas del país, tal vez del lejano desierto. No era eso tan sólo lo que llamaba la atención a los ojos de los niños. Marian, rubia y de ojos azules, tenía la piel tostada por el sol, vestía una casaca oscura y una camisa blanca sobre la que diversos abalorios iban saltando a cada paso, colgados de su cuello. Vestía un cinturón muy colorido, indio, y lleno de tiras de cuero, pistola, bolsitas y cuchillo. Era todo esto de por sí muy llamativo, pero todavía más lo era que vestía pantalones y botas de hombre. Había llegado al pueblo en caballo, la vieron todos, pero sólo los niños la siguieron con atención. A sus madres no les gustó, pero es que en aquel sombrero había algo demasiado llamativo para sus curiosidades e imaginaciones inocentes, dos formidables plumas, o al menos lo fueron, de aspecto tan polvoriento como el sombrero, quizá más desordenadas al gusto del viento que su pelo.

Marian era comanche y también blanca. De niña olvidó que era blanca, de joven recordó que era comanche. La nación que le dio sus primeros entendimientos se hallaba en guerra en estos días que empezaban a ser años, pero ella se movía libremente librando sus propias guerras internas y sus batallas personales.

Pasó el puente de piedra dejando allí quietos a los niños, que eran llamados por sus madres ya con amenazas. Enfiló el camino de tierra delimitado con piedras con verdinas. La verja del cementerio estaba abierta. Gotas de Lluvia, ese era el primer nombre que recordaba haber tenido, buscaba a alguien.

Buscaba a Lobo Montañero. Así le había llamado en otra época. En realidad él se llamaba Daniel. No era indio. No había convivido con ellos. Se había criado en el Fairfax de Carolina del Sur. Cuando ella le conoció él tenía en sus ojos el fuego de las plantaciones y las enormes mansiones de los terratenientes ardiendo bajo enormes penachos de humo negro que lo invadían todo como las tropas de Sherman. Prendía en él el recuerdo de aquellos lugares por donde él vivió y que vio caer bajo el calor del castigo bélico. Caían cenizas de los cielos. Él no había tenido plantación alguna, ni venía de una familia con posibilidad de tenerlo, pero al grito del asalto a Fort Sumter había vivido en combate la muerte de muchos compañeros cuya lucha iba más allá del asunto de la esclavitud. Era Daniel un prófugo, un renegado que tras la guerra había viajado hacia el oeste perseguido por la ley. Con un guardapolvos y una pistola con la que vivir, cabalgó con un melancólico quepis confederado, más por aquellos que cayeron que por aquello por lo que se luchó. Tenía la barba tupida y negra, bien rizada, cuando Gotas de Lluvia le conoció, y pelo liso, castaño, greñudo, y siempre esos ojos, oscuros, muy dentro de sí, oscuros.

Muy lejos de allí, de aquel cementerio lleno de vida verde que trataba de apoderarse del gris de las lápidas, de aquel cementerio lleno de diminuta vida alimentada de la pasada vida, habían dejado juntos la huella profunda de su amistad. Hacia México, en El Paso, aún en tierras de Texas, los indios mescaleros les habían cobijado en su huída conjunta siempre hacia ningún lugar concreto. Allí lejos se conservaba su recuerdo más humano, en este otro pueblo del puente de piedra se guardaba su recuerdo más adusto. Las viudas lo sabían, y lo mascaban entre sus dientes mientras a empellones, no muy lejos de las lápidas, metían a sus hijos en casa, donde les esperaba largas regañinas llenas de razones que ellos no entenderían hasta muchos años después, cuando todo aquello sólo fueran imágenes en blanco y negro moviéndose sobre una sábana.

Aquellas películas que vieron los niños hechos adultos, tantos años después… Y aquel bandido disparando contra ellos, de largos bigotes y sombrero. La bala nunca llegaba. Veían el disparo contra ellos, pero nunca llegaba la bala. Atrapada en el blanco y negro, era un recuerdo más o menos divertido tras el primer susto y toda su emoción. Más atrapados tenían otros recuerdos que no eran recuerdos, si no más bien pensamientos de toda una vida vivida con las historias de sus madres en aquel pueblo del que un día emigraron. Y una sensación de un robo más profundo que el robo de un tren.

Gotas de Lluvia estaba allí, en el cementerio. Era su tiempo. Un tiempo confuso, de fracaso, pero de esperanza en algo que no se sabía porqué esperanzaba. La lápida de Daniel al fin estaba frente a ella, tras un paseo entre otras lápidas. Su encuentro no había sido como aquel otro, cuando en un paso de montaña le vio por primera vez, grisáceo, huyendo rápido gateando entre matojos enriscados, acosado por rastreadores que le disparaban sin apuntar. Un Lobo Montañero. Ella le dio cobijo bajo el resguardo de sus balas. Él se acurrucó en su cobijo sumando al silbido de sus disparos el de los suyos propios. Danzaron las balas de un lado a otro, risco arriba, risco abajo, hasta que al fin encontraron el modo de salir cabalgando de allí en el único caballo que ella portaba. Y cabalgaron por muchos caminos, en muchos cobijos. Cada senda fue una senda que marcó sus nombres. Y aquel pueblo, y después El Paso, y después, inevitablemente, magnéticamente, aquel pueblo de nuevo. Y el puente de piedra sobre el río que lo delimitaba. Siempre supieron que habrían de volver allí. Pese al calor de las hogueras nocturnas en caminos solitarios, pese a las mantas de viaje, pese a las serpientes a las que ahuyentar. Ningún lugar, ni tampoco ningún indio mescalero, sioux o comanche, ni tampoco ninguna promesa de libertad en una porción de tierra, apagaban el fuego brillante y oscuro de las cenizas de un pasado que viajaba con ellos, en los ojos de él, bajo la visera de ese quepis que a menudo ocultaban su cara, ayudada por la barba negra y oscura, rizada y cerrada, espesa, de un tiempo ya pasado.

Miles de hombres en el barro forjaron doce más, veintitrés para muchos, quizá en realidad siete.

La libertad tenía nuevos valores bajo el fuego eternamente ardiendo como en el Infierno, allá en Charleston. Los muertos se levantaban y le miraban. Pero ese día, cuando ella llegó al cementerio, los muertos dormían.

Ella trajo dos caballos, lo recordaban bien aquellos niños hechos mayores comentando la película sobre la sábana, una tarde que volvieron un día de acción de gracias. Ella trajo dos caballos, porque ellos los vieron. Salieron del cementerio dos personas. Una cripta estaba abierta. Lo supieron al otro día, porque aquel día, al atardecer, desde las ventanas de sus casas, ellos bien lo recordaban, más de uno miraba al puente de piedra sobre río que delimitaba al pueblo, y dos personas cabalgaban. Dos personas por las calles del pueblo, nadie más. Y se fueron aquella extraña mujer, y aquel hombre extraño de cara pálida, pómulos marcados, un guardapolvos, un sombrero y entre la mano caída que no sujetaba la brida, una vieja gorra que ya no se estilaba. Por allí marcharon sus recuerdos, que eran los de sus madres, y ella, no sabían muy bien si comanche, le guiaba.


 Escrito por Daniel L.-Serrano "Canichu, el espía del bar"
Alcalá de Henares, 18 de febrero de 2013.




(Este relato tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. De este relato no está permitido su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).

miércoles, febrero 13, 2013

NOTICIA 1186ª DESDE EL BAR: LAS CUENTAS DE ALCALÁ DE HENARES

En esta semana (y estamos a miércoles) donde hemos visto como el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha sido acusado de pagar en dinero negro a sus trabajadores, a pesar de que se le ha llenado la boca de dar consejos al gobierno en el sentido de que hay que acabar con los desempleados y trabajadores que cobran en negro; donde hemos visto algo que no ocurría desde 1415, una renuncia Papal; donde hemos visto el triunfo parcial de momento de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (en buena parte reimpulsada por el Movimiento 15-M de 2011) para que la dación en pago sea tramitada, debatida y votada por Senado y Congreso tras dos suicidios más de, esta vez unos ancianos, dos personas que iban a ser embargados por su banco; y donde el domingo se celebrará la gala de premios del cine español, los Goya; pues en una semana tan cargada de noticias importantes, en Alcalá de Henares hemos tenido otro notición. El ayuntamiento ha accedido al fin a publicar sus cuentas tras varios meses de tiras y aflojas con la oposición.

Tales cuentas las ha presentado remontándose hasta el año 2010, y se pueden consultar de modo público y abierto, no sólo en el edificio del ayuntamiento, por Internet también. La noticia ha sido recogida entre otros medios por la cadena de radio SER Henares, los periódicos locales Alcalá Digital y Diario de Alcalá, o el periódico estatal EL PAÍS, entre otros. Y es que a pocas semanas de que el exalcalde de Alcala de Henares, Bartolomé González (Partido Popular), hoy día diputado de Madrid, fuera sancionado por jugar a un juego electrónico durante la sesión de votación donde se debatía importantes medidas sobre la Sanidad en la Comunidad de Madrid, se ha confirmado documentalmente lo que ya se sabía por otros medios, por ejemplo por medio de sentencias judiciales ante reclamaciones de dinero de determinadas empresas que reclamaban al ayuntamiento que les pagasen sus servicios ofrecidos. 

Hay en la ciudad un agujero económico de 318 millones de euros. Según los medios citados, de los millones de euros de ese agujero económico hay varias cifras millonarias pendientes de registro. No hay coincidencia (por valor de millones de euros también) en los importes de recaudación y contabilidad. Y aún se espera que 43'9 millones de euros sean pagados de más como indemnizaciones a causa de los retrasos en los pagos por servicios municipales a múltiples empresas. Aún más, en 2010 se sobrepasó en un 34% el presupuesto que tenía asignada la ciudad para sus cuentas. Bartolomé González, que era alcalde en 2010, ganó las elecciones en 2011 a pesar de oscuras acusaciones no probadas en los tribunales, a pesar de las cifras de desempleo que no han dejado de aumentar  (y es que en enero de este 2013 ya vamos por los 21.422 personas desempleadas, lo que es un 0'3% más que la media de la Comunidad de Madrid, y un 0'8% más que la media de España) y en buena parte consecuencia de la política del PP en esta ciudad, y a pesar de que el agujero económico que ahora se prueba con las cuentas publicadas ya se sabía en parte en cifras y que fueron, en lo que se conocían, expuestas en esta bitácora en marzo de aquel año.

Es un secreto a voces en toda Alcalá de Henares que desde 1998, cuando nos dieron el nombramiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, año que gobernaba el propio Bartolomé González, la ciudad comenzó a entrar en números rojos de lleno, a menudo provocado por gastos incontrolados e irracionales de todo tipo, sobre todo contrarios a la propia ciudadanía de la ciudad, y casi siempre a mejor bien de múltiples intereses empresariales de unos pocos. 

Bartolomé González dimitió como alcalde en julio de 2012, no hace aún ni un año, y dejó como sucesor a Javier Bello, elegido a dedo por el propio Bartolomé y aprobado en votación por el ayuntamiento al hacer pinza el PP junto a UPyD. Por entonces Bartolomé González dio un discurso aceptando que su gobierno tuvo errores, y en esta misma bitácora se analizó hasta veintiuna de esas cosas y decisiones que yo consideré parte de esos errores. Desde entonces Bello se ha dedicado a jugar a caer bien a UPyD cuando ha podido para mantener su alianza, aunque ahora UPyD le da la espalda desde hace uno o dos meses; se ha dedicado a dar largas para entregar estas cuentas que al final ha tenido que presentar; se ha dedicado a hacerse fotos por toda la ciudad otorgándose como grandes logros cuestiones que a menudo le han valido críticas, como por ejemplo parques infantiles de dudosa utilidad o el anuncio de que inaugurará la apertura de una puerta en la estación de tren de La Garena que ya está hecha desde hace años cuando se construyó La Garena y sólo necesita precisamente que la abran; se ha dedicado a remodelar los transportes urbanos de la ciudad creando más desaguisados que servicios útiles al ciudadano; se ha dedicado a dar múltiples guiños y apoyos a Reig Plá, obispo de Alcalá de Henares, el cual estaba vetado en los actos públicos municipales por decisión de la mayoría de concejales del ayuntamiento desde que este obispo decidió atacar a los homosexuales de manera demagógica durante una misa retransmitida por televisión; y ahora, a pesar de que lleva dos meses apoyando las reivindicaciones laborales de los trabajadores de la empresa ROCA, parece ser que se va a dedicar a ejercer de malo total en el asunto de las cuentas. Ha declarado que él no estaba al frente del ayuntamiento en 2010, y se ha desentendido de todo, alegando que él va a gobernar de aquí en adelante para que no se repita... Pero es obvio que eso no basta, sobre todo cuando todo esto lo vamos a terminar pagando los ciudadanos. Y es que de todo esto sólo hay una cosa clara: Alcalá de Henares va de mal en peor. 

Y para remate, mientras la Plataforma de Afectados por la Hipoteca lograba que el Gobierno nacional acepte a trámite su propuesta de dación en pago para intentar no verse desahuciados, el ayuntamiento de Alcalá de Henares, que se había comprometido hace un año con esta plataforma (con su sección de Alcalá de Henares) a reunirse con ellos mismos, esta semana se ha negado una vez más a hacerlo, según me ha comunicada una persona perteneciente a esta asociación. Pero eso sí, el propio ayuntamiento tiene un agujero de 318 millones de euros desde 2010.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, febrero 11, 2013

NOTICIA 1185ª DESDE EL BAR: ¿LOS TIEMPOS... ESTARÁN CAMBIANDO?

Los tiempos están cambiando, no hay duda. Esta frase popular la relanzó a unos límites que la trascendían el popular cantautor norteamericano y poeta del rock, Bob Dylan, de origen judío y posterior ir y venir por varias religiones. Cuando él compuso una canción y un álbum con esta frase era 1963, y terminó siendo un emblema y un himno de toda una generación que vio un cambio revolucionario y radical de la sociedad, la cultura y los modos de hacer política que han hecho del mundo actual algo muy diferente al mundo previo a la primera década posterior a la Segunda Guerra Mundial. Entre los cambios profundos del mundo de entonces estuvo el del mundo católico. 

Un nuevo y viejo Papa, Juan XXIII, había anunciado un nuevo Concilio Vaticano II en 1959. Pudo prepararlo con mucho cuidado y detenimiento y éste comenzó en 1962. El catolicismo vivido hasta entonces, el creado en la segunda mitad del siglo XIX, el Concilio Vaticano I, había estipulado que la preminencia del Obispo de Roma sobre el resto de obispos le transformaba de modo oficial en lo que era oficioso: en Papa. Además había asentado en firme el Misterio de la Santa Trinidad, la infalibilidad Papal (sus opiniones vienen directamente de Dios, por eso son infalibles), el culto a la Virgen María como algo central en el catolicismo, y una serie de condenas a las ideas socialistas de cualquier tendencia, a la democracia republicana, a la psicología, el darwinismo evolucionista, la sociología positivista, etcétera.  Juan XXIII decidió que era hora de acabar con eso. Dos guerras mundiales, numerosas injusticias contra los trabajadores, varias dictaduras atroces y otros horrores, le habían convencido de que la Iglesia católica necesitaba un cambio que le abriera al resto de religiones, filosofías y pensamientos diferentes del mundo, necesitaban abrazarse sobre todo con las religiones derivadas del cristianismo, debían integrar la teología de la liberación y ser flexibles con las costumbres sociales nuevas que estaban naciendo de manera muy libre, como las relaciones sexuales extramatrimoniales, o la oportunidad de poder revisar las Sagradas Escrituras con perspectivas científicas desde la Historia, la Filología, la Arqueología, la Sociología, la Etnología, etcétera. Pero sobre todo buscaba una nueva sociedad católica más tolerante consigo misma y con el resto del mundo no católico. Juan XXIII condenó las dictaduras y retiró sus apoyos abiertos, por ejemplo, a la dictadura de Franco en España, cuyo gobierno se hizo por medio de una guerra que usó y gozó del apoyo de gran parte del catolicismo del momento. Pero Juan XXIII murió en 1963 y el Concilio Vaticano II lo continuó desde entonces y lo terminó Pablo VI en 1965. Fue él quien lo comenzó a dar en práctica. Tal era la aportación católica al cambio social mundial que Juan Pablo I, el llamado "Papa comunista", fue asesinado en 1978, apenas a unos meses de su elección. El nombramiento de Juan Pablo II como sucesor frenó casi en seco los avances logrados con Juan XXIII y Pablo VI, no del todo, pero sí en su mayor parte. Hay que reconocer que Juan Pablo II tuvo un gran carisma social, pero su combatividad con el comunismo del Este de Europa, con el cubano, o con el sandinismo nicaragüense (llegó a negarle el beso de obediencia a un obispo de Nicaragua que apoyó a los sandinistas), son hechos más que evidentes. Con él vino además una serie de condenas muy duras contra teólogos de la liberación, contra los que daban lecturas diferentes a las vaticanas sobre las Sagradas Escrituras, contra los que usaban protecciones sanitarias en las relaciones sexuales, e incluso llegó a crear un listado de libros condenados por la Iglesia... algo muy propio de otros siglos. Ahora bien, buena parte de estas acciones tenían de fondo a un personaje que era su mano derecha, el futuro Papa Benedicto XVI.

Benedicto XVI fue prefecto de la Congregación de la Doctrina y de la Fe. Esa congregación era la heredera del Oficio de la Santa Inquisición. Pablo VI quiso hacer desaparecer la Inquisición con la idea de crear otro organismo que fuera todo lo contrario a lo que esta había supuesto para la Historia. En 1965 dio ese paso. Nadie esperaba que la Congregación de la Doctrina y de la Fe tras Pablo VI recogería inesperadamente en sus filas a los ultraconservadores del catolicismo que nunca habían visto bien el final de la Inquisición. A partir de 1969 Ratzinger inició su cambio ideológico hacia un catolicismo intransigente y contrario en gran parte al Concilio Vaticano II. Con ese rumbo Juan Pablo II le nombró miembro de la citada congregación en 1981. Durante todo el Concilio Vaticano II Ratzinger no sólo había tenido ideas progresistas católicas, sino que además había sido amigo de teólogos de la liberación. Desde su nuevo cargo condenó la obra y persona de muchos de esos antiguos amigos y colegas de teología. Potenció las posturas ultraconservadoras frente a los problemas sociales, y en gran medida vino de él posturas muy duras y condenatorias contra la enfermedad del SIDA. En 1984 llegó a decir que los países comunistas eran una vergüenza para la Humanidad. En 1991, tras un derrame cerebral, intentó jubilarse, pero no obtuvo el permiso de Juan Pablo II. Siguió su labor. En 2000 declaró que la religión católica era la única que lleva a la salvación eterna, y excluyó la interacción con otras religiones. En 2005, tras asistir a una vejez muy deteriorada de Juan Pablo II y su muerte, fue nombrado Papa como Benedicto XVI.

Como Papa hizo algún gesto inicial hacia las otras religiones, pero nunca profundizaron tanto como lo intentó Pablo VI. Continuó sus campañas contra los condones en las relaciones sexuales, a pesar del aumento del SIDA en África. No condenó los numerosos abusos sexuales pederastas por parte de obispos y sacerdotes durante estos últimos años de su pontificado. Hizo declaraciones polémicas de nueva interpretación sobre los hechos del nacimiento de JesuCristo en la Tierra, el limbo, y otras cuestiones. Se deshizo de los últimos teólogos de la liberación que iban quedando. Realizó numerosas beatificaciones y santificaciones, a menudo discutibles. Y ahora, hoy, nos sorprende con el anuncio que ha hecho sobre que quiere abdicar el 28 de febrero.

El Vaticano es el último Estado europeo con una monarquía absoluta. En cuanto a gobernante temporal no hay ningún problema a su abdicación. En cuanto a cabeza de la Iglesia católica surgen muchas preguntas. Será el cuarto obispo de Roma en renunciar a su cargo de manera claramente reconocida por el resto de Papas. Quinto en teoría. Lo que podría ser discutible. En teoría el primero en hacerlo fue Clemente I (santo), cuyo pontificado se produjo entre el año 91 y el 101, según el Diccionario de los Papas y Concilios, de varios autores dirigidos por Javier Paredes y con visto bueno e introducción del obispo de Madrid, el cardenal Rouco Varela (en editorial Ariel). Pero lo cierto es que según esta versión oficial de su pontificado ese es un dato no comprobado ni comprobable hoy por hoy. Hubiera sido una abdicación a causa de un exilio que sufrió. El siguiente en hacerlo sería en 235, Ponciano (santo). Este vivió una persecución de los romanos que le llevaron como esclavo a trabajar a unas minas de sal. Durante este periodo sufrió un cisma en el que otro predicador del evangelio se proclamó obispo de Roma con otro nombre, razón por la cual él decidió abdicar para no provocar la división de los cristianos. Sin embargo el mismo diccionario indica que también existe la posibilidad igualmente documentada de que en realidad muriera bajo martirio. El tercero en hacerlo renunció dos veces. La primera vez fue en 1044, y la segunda vez en 1048. Fue Benedicto IX, curiosamente uno de los Papas que inspiraron a Ratzinger para transformarse en Benedicto XVI. Ambas abdicaciones tuvieron que ver esta vez con las guerras y conspiraciones de esos años entre el poder temporal del emperador alemán y el obispo de Roma. Épocas a la vez de corrupciones económicas y de nuevos cismas en ciernes. El cuarto en renunciar fue Celestino V (santo), en 1294, pocos meses después de ser nombrado. Fue el primero en hacerlo de una manera totalmente voluntaria y reflexionada, sin que de por medio hubiera ningún tipo de presión bélico o de persecución o cisma. Consideraba que la vida de los obispos de Roma se había vuelto muy relajada y demasiado preocupada por la política, la riqueza y la vida temporal. Propuso que desde entonces todo esto acabase y los obispos de Roma, y el resto, vivieran como en los primeros tiempos, sólo preocupados por lo espiritual y sin otras ataduras impropias de un portador del evangelio. Dejó la decisión en manos de doce cardenales, los cuales le rechazaron la propuesta. Abdicó y se retiró a la vida hermitaña. Y el caso más reciente hasta el presente caso se produjo en 1415, hace seiscientos años. Fue Gregorio XII. Lo hizo en parte presionado por numerosos intereses temporales y espirituales tanto de la Iglesia como de diversos reyes. En esas fechas se estaba produciendo el Cisma de Occidente, que vio ejercer a la vez a dos Papas durante varios años y diferentes personas, en algún momento hubo hasta tres Papas a la vez. Su abdicación respondía a un intento de acabar con ese cisma. Tras su abdicación se abrió un periodo de interregno hasta 1417 en el que la cristiandad no tuvo muy claro quién era su cabeza espiritual.

Benedicto XVI, que de infante combatió del lado alemán en la defensa de Berlín en 1945, abdica principalmente por su enfermedad y achaques propios de su avanzada edad (tiene 86 años). Vivió muy de cerca la enfermedad y la degeneración física y mental de Juan Pablo II hasta su muerte, así como su transformación en un espectáculo mediático, y en buena parte una burla de muchos humoristas. Es probable que Benedicto no quiera volver a repetir esto, más que por él por la imagen de la Iglesia católica, ya de por sí muy deteriorada en los ocho años de su pontificado. La Iglesia ha sufrido bajo los años que le han tocado ser Papa un gran desgaste social y de creyentes. Sería mentir si no se admitiese que en buena parte han sido muchas de sus decisiones y declaraciones las que han alejado a muchos seguidores. Por otra parte, desde el último año el Vaticano sufre una serie de escándalos que van desde el espionaje, a la pederastia, el suicidio y hasta la violación. Asuntos todos que le estaban creando un peso que le sobrepasaba por su edad avanzada. Y por último, una razón más que hoy ha dado su secretario, a pesar de que el Papado ha intentado modernizarse en cuanto a las técnicas, tecnologías y algunas ideas para poder ir acorde a la sociedad del siglo XXI, no lo ha logrado aún. Benedicto XVI, ha dicho, no se ve capaz de hacerlo, y eso es un grave perjuicio a la Iglesia, por lo que decide renunciar al Papado en plenitud de sus condiciones mentales. Teológicamente esto crea un grave problema, si desde 1869 el Papa es infalible porque Dios habla por él y le inspira, ¿habrá dos infalibilidades diferentes en cuanto elijan al nuevo Papa, y quizá hasta contradictorias, o por contra Dios abandonará en su infalibilidad a Benedicto XVI? Quizá esta es una cuestión teológica que la Iglesia debiera revisar, y en buena parte corregir o rectificar, tienen ahora un buen momento para hacerlo. Sobre todo teniendo en cuenta de que esta nació en un momento en el que el Papado del siglo XIX quería mantener una razón temporal. Su Estado había desaparecido por varias guerras al unificarse Italia, cosa que nunca sentó bien en esas décadas. De ahí la infalibilidad, que a menudo usaron para condenar precisamente a los que temporalmente más les habían perjudicado, entre ellos a Garibaldi. Lo que sí se sabe que ocurrirá es que tras el 28 de febrero va a ocurrir algo que nunca antes había ocurrido: un periodo de Papado vacante, hasta la próxima elección, y tal vez un Papa abdicado haciendo de camarlengo en lugar del camarlengo para la preparación de la nueva elección pontificia.

Desde luego esto es un sintoma de que el siglo XXI y la crisis de valores desde 2001 y sobre todo desde 2008 es algo real y quizá es cierto que la Edad Contemporánea va dejando de existir y estamos en la transición de otro tipo de era de la Historia. Eso mismo llevamos diciendo los historiadores desde el fin de la Guerra Fría y el comienzo de las nuevas tecnologías a comienzos de la década de 1990. Es un tema bastante serio en los círculos de historiadores. No es una cuestión sólo por la crisis económica actual, si no de muchas cuestiones. Por grande que sea la crisis económica nacida en 2008, hay otros factores aún más grandes que unidos nos hacen sospechar que la edad Contemporánea se está finiquitando, como digo. El final de la Guerra Fría en 1991, el triunfo y consolidación del capitalismo salvaje a lo largo de todos los años 1990, hasta el estallido de la crisis económica de 2008, y sorprendentemente su continuación aún más salvaje. La paulatina caída del Imperio del mundo (Estados Unidos) desde 2001 y el ascenso de China y su sistema productivo y social. La crisis económica que está cambiando valores sociales y económicos, provocando una grave crisis de la democracia y promoviendo un ambiente prerrevolucionario y a la vez otro predictatorial y a la vez otro prebélico. El aumento de poder de las grandes empresas y sus valores morales por encima del poder de la democracia y sus valores desde 1992. Los innumerables avances tecnológicos en las telecomunicaciones, en la física, la medicina, la genética, la robótica, la astronáutica, los medios de transporte (por tanto la mecánica) y otros campos científicos que tienen unos efectos en el conjunto de la población mundial que están cambiando percepciones del mundo y modos de entenderlo y de entendernos, precisamente también desde la década de 1990. Las revoluciones sociales y políticas del mundo árabe y occidental desde 2011, y su precedente de los años 1990, interrumpido en 2001, en el Movimiento Antiglobalización. El reconocimiento de derechos sociales antes no imaginados, como el de matrimonio homosexual. Y en fin un gran número de factores que nos hacen sospechar de ese mundo nuevo que se está conformando cada vez marcando más diferencias de ese periodo de los siglos XIX y XX. O tal vez se trate de la misma era, pero haya que subdividirla en dos partes, dependerá de cómo siga el siglo XXI. Es un debate vivo muy importante en la sociología y la Historia. Y la abdicación del Papa no es baladí.

Hay dos sectores ultraconservadores que parecen haberse dado cuenta de todo esto, acostumbrados a adaptarse a los nuevos tiempos en cuanto los detectan para sobrevivir. Por un lado desde los años 1990 las diversas monarquías comenzaron a aceptar matrimonios con personas que no son nobles, aunque sí con amplia aceptación y popularidad social, lo que ayuda a mejorar las relaciones con los gobernados de este siglo XXI más conscientes de los ideales de la igualdad y la democracia desde que existen los nuevos medios de comunicación instantánea, como Internet. Pero ahora la Iglesia católica podría estar consolidando ese cambio de época si hace de su gesto de hoy una actitud constante, cercana a las percepciones sociales en general tendente a la protección de los ancianos, que suele concebirse en modo de necesario descanso y bienestar lejano de las labores del trabajo. A pesar de que la labor del Papa no es un trabajo cualquiera, no es un trabajo, esto no es percibido por la sociedad mundial en su mayoría, y quizá esto es algo que necesita conquistar el Papado para dar una imagen social que pueda ser considerada humanizada. Es cierto que el mundo católico no crea que no sea ya de por sí algo humano la labor del Papa hasta el último de sus días, pero es posible que el Papado sienta la necesidad de que su concepción de humanización de su labor vaya acorde con la concepción de humanización del resto del mundo. Pero esto sólo es una especulación, y habrá que ver si es real, y eso sólo será posible con la evolución y final del resto de pontificados. No es el primer Papa que abdica, ya lo hemos visto, pero si fuera el primero en crear esta tendencia a modo de "jubilación", quedaría bastante claro que es un síntoma más de que estamos viviendo una época de transición, de cambio, de una época a otra, no sabemos exactamente cual, pero en la que sin duda son la masa social y el control de su simpatía lo que gana espacio.

Los tiempos están cambiando. No obstante, la abdicación del Papa no debe ser aceptada o ratificada por un parlamento, ni por unas Cortes, ni por la curia papal, según ha dicho el portavoz del Vaticano: basta con que la anote la Curia como hecho consumado, ya que el Papa sólo responde ante Dios, y está sólo en la mano de Dios permitir que llegue a abdicar o no. Bueno, los tiempos cambian, pero no se pasó de la Edad Moderna a la Contemporánea de modo instantáneo cuando Colón pisó América. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

sábado, febrero 09, 2013

NOTICIA 1184ª DESDE EL BAR: ZAMIATIN DE NUEVO (con la editorial Cátedra)

La distopía y la figura de Zamiatin son desde hace mucho tiempo dos epicentros de atención para mí. Incluso una de mis novelas es una distopía, y varios relatos van en esa línea. Es un género literario que comencé a estudiarlo de manera seria desde 2004, a pesar de que como mucha otra gente yo ya había leído libros de este género tan propio del siglo XX. Mi trabajo doctoral sobre la distopía, y en concreto sobre su autor oficialmente inicial no fue fácil. Cuando yo empecé a trabajarlo en España no se reeditaba su obra desde hacía años, y lo que había estaba descatalogado. La distopía o antiutopía apenas había recibido la atención de nuestros críticos y estudiosos, y parecía que vivíamos en un páramo. A través de un amigo logré hacerme con un ejemplar electrónico de una edición mexicana de su libro "Nosotros", la primera novela distópica, bastante mal traducida y llena de fallos, pero que me dejó impresionado. Lo cierto es que en 2005 decir: "una edición electrónica", solía equivaler a un libro que había que leer en un formato .pdf, así que lo imprimí y lo encuaderné. 

"Nosotros", publicado en 1924 por primera vez, pero escrito entre 1919 y 1921, es un libro que prácticamente copió Orwell en 1948 para escribir su novela "1984", publicada en 1949. Pero de todos estos asuntos ya traté en un trabajo doctoral que terminé de escribir a principios de 2005, y que publiqué en esta bitácora en diciembre de ese mismo año, en la Noticia 2ª y 3ª (1) y en la Noticia 2ª y 3ª (y 2). Pocos años más tarde de eso recibí una carta y una llamada posterior de una chica gallega que estaba interesada en traducir y publicar autores rusos en España. Quería que le escribiera una introducción a uno de los libros distópicos en los que ella pensaba trabajar. Aunque en principio le dije que sí, nunca más llamó ni escribió. Pero poco tiempo después de eso, en 2008, la editorial Akal reeditó "Nosotros" en España, incluyendo una traducción nueva y una introducción de Sergio Hernández-Ranera. Decidí comprarme el libro para poder disponer de una buena edición bien encuadernada y tratada. Pero por entonces me quedé algo sorprendido y en la duda de si Sergio Hernández-Ranera había leído mi trabajo, pero no lo había citado como una de las fuentes que usó para documentarse para su introducción. Tales dudas las hice públicas  en la Noticia 467ª. Pero también le mandé una carta en papel a la editorial más curioso que por ningún otro motivo. La editorial jamás contestó. Pero Sergio Hernández-Ranera sí hizo acto de presencia, en los comentarios a aquella entrada él mismo escribió reconociendo que había leído tal trabajo mío, aunque no había citado fuentes. Quedé así contento. Mi trabajo, pese a no haber sido citado (cosa que me hubiera gustado y sido útil en estos tiempos posteriores) había cumplido parte de su misión de poder dar a conocer parte de la Historia, en este caso literaria. Claro, que por entonces no tenía aún las notas a pie de página que escribí en sú día para el trabajo en papel, estas las he incluido ahora en la bitácora, hace menos de un mes. Quiero dejar bien claro que no se está hablando de plagio. No lo es, nada parecido ni similar, sino de uso de una fuente de información, que es algo totalmente diferente y necesario en todo trabajo de todo investigador. Como digo, aquello quedó ahí, y ambos lo dimos por bueno tal como había quedado con aquel comentario en aquella entrada 467ª que escribí en 2008.

El tiempo pasó, yo escribí una novela distópica, y resultó que en 2011 yo me crucé sin saberlo con Fernando Ángel Moreno, o eso creo, en el I Congreso Internacional de Conferencias Sobre Novela Gráfica y Cómic. Poco más tarde recibí una invitación para ir a un congreso nuevo sobre Allan Moore, aunque no me la envió este hombre. No asistí, pero me dijeron hace poco que él estaba en la organización. ¿Y quién es Fernando Ángel Moreno? Pues es un teórico y crítico literario, profesor de Literatura en la Universidad Complutense de Madrid que en 2010 había publicado un ensayo sobre la literatura prospectiva. Pero lo interesante para el tema que tratamos lo hizo en 2011. Mientras yo me dedicaba a participar del Movimiento 15-M, entre otras cosas, y a trabajar en el Archivo Obrero de la Fundación Pablo Iglesias, él se encontraba en Madrid escribiendo una muy estudiada introducción a una nueva edición española de "Nosotros" que ese mismo año editó la editorial Cátedra. En los primeros días de este año 2013 supe de la existencia de este libro, y efectivamente, me he comprado mi tercer ejemplar de esta novela.

Su introducción abarca prácticamente las cien primera páginas, por lo que es en sí misma como una especie de pequeño libro de ensayo sobre la distopía. La verdad es que yo no hubiera editado esta introducción delante de la novela, la hubiera colocado por detrás de la obra de Zamiatin, ya que la lectura previa del ensayo de Fernando Ángel Moreno desvela el argumento y el final de la historia que se nos va a narrar, destruyendo así toda emoción, a veces creo que en alguna parte de forma inecesaria si de una introdución se trataba. Recomiendo leer su introducción, merece la pena, pero recomiendo hacerlo después de leer a Zamiatin. Se nota que es un hombre que conoce muy bien la distopía, la utopía y la ciencia ficción. Y sobre todo que ha reflexionado mucho sobre todo ello. Tiene incluso sus propias teorías. Yo no comparto algunas opiniones que lanza, por ejemplo, yo no creo que "Ensayo sobre la ceguera", de Saramago, sea una distopía. Pero no voy a entrar aquí a analizar punto por punto esta introducción. Bien es cierto que sí que creo que es un trabajo muy a tener uen cuenta y que da nuevos puntos de vista sobre Zamiatin y sobre la distopía, de los cuáles hay tanto cosas con las que uno podría discrepar, pero también muchas cosas con las que uno comparte y otras tantas que abren la mente a reflexionar muy agradablemente sobre nuevas perspectivas y vías para saborear el libro. 

El ensayo tiene de fondo un  trabajo que se nota muy concienzudo y muy leído, aunque hay alguna lectura que quizá se le ha escapado como referencia, como pudiera ser Tsutsui. Sea como sea, veo que él ha leído varias ediciones de "Nosotros", igual que yo, entre ellas la de Hernández-Ranera en 2008 en Akal. Y quizá sea por esta vía que cuando leía su introducción notaba algo que me resultaba familiar. La sensación que a mí me daba era un cierto esquematismo organizativo de las ideas del ensayo, incluso alguna idea peregrina, que me recuerdan a los míos de 2005. Insisto también aquí que no estoy hablando de plagio, ni de copia, ni de ninguno de esos asuntos tan feos y turbios. No hay nada de eso ni en uno ni en otro ensayista de las ediciones de 2008 y de 2011. Absolutamente nada de eso. Quede esto bien claro. Pero al igual que en 2008 había algo que me recordaba a mí mismo, y Hernández-Ranera dijo haberme leído, hay en la edición de 2011 algo que me resulta también familiar, quizá por la lectura de Hernández-Ranera que haya podido hacer Fernando Ángel Moreno. No estoy desde luego en ese apartado de referencias, obviamente yo no he introducido a Zamiatin en una editorial, ni tampoco en bibliografías o referencias de artículos. Si Fernando Ángel Moreno me hubiera leído directamente a mí en esta bitácora, desde luego no se cita en referencias, pero como no hay ninguna referencia de consulta en Internet, bien pudiera ser esa la razón de igual manera si hipotéticamente la hubiera conocido; así que nada nos hace pensar, en principio, que el autor me haya leído directamente, esa es la verdad, aunque sí pienso que se le puede haber transmitido alguna idea que en su día pudiera yo haber transmitido indirectamente en ese buen trabajo que también hizo Hernández-Ranera en 2008. 

El trabajo de Fernando Ángel Moreno es netamente suyo, y es un muy buen trabajo, muy trabajado, reflexionado, eficiente y eficaz. Si os gusta la distopía, la ciencia ficción y demás, debéis tener esta edición de Cátedra de "Nosotros", porque su introducción es una introducción muy completa sobre el estado de la cuestión en España hoy día, y apunta datos y teorías propias del autor que aportan más a lo que de por sí ya había en parte disperso. Es una edición altamente recomendable

Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, febrero 05, 2013

NOTICIA 1183ª DESDE EL BAR: EL SEXTO JUEZ DE JULIÁN VADILLO



"Muchas gracias a todos y todas los que ayer me acompañaron en la lectura de la tesis. Gracias a los que me dieron mensajes de ánimo. Gracias a mi director, Julio Aróstegui. A pesar de algunas peculiaridades que no merece la pena mencionar, el objetivo se cumplió."


(Julián Vadillo Muñoz, Doctor en Historia. Declaración pública el día 1 de febrero de 2013).





Julián Vadillo Muñoz es un muy antiguo mío con el comparto muchas cuestiones personales y he vivido muchas cosas. Con él realizo actualmente un programa de radio, con él he participado de algunas de sus investigaciones de Historia, con él compartimos alguna que otra mesa de bar. Le conozco desde adolescente, desde que ambos iniciamos el bachillerato en Alcalá de Henares, y hemos compartido promoción universitaria. Cuando nos conocimos él tenía 15 años de edad y doy fe de que fue entonces cuando comenzó a investigar y estudiar sobre su tesis doctoral... ¡Y apenas habíamos salido de la Enseñanza General Básica! 

La verdad es que Julián Vadillo es todo un Historiador. No sólo trabajó en su tesis doctoral desde los 15 años, lo que es lo mismo que decir cerca de 20 años, además ha publicado numerosos artículos en varias revistas especializadas de Historia como Germinal o Anales Complutenses, o bien en periódicos generalistas, como Diario de Alcalá o Diagonal o CNT, o los canales de televisión La Tuerka y Telemadrid, tiene tras de sí muchas conferencias y ponencias con sus respectivas publicaciones en actas, participa de varios medios de comunicación radiofónicos (Radio Arrebato y Onda Cero), estuvo trabajando en el archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo con ciertas responsabilidades a tener en cuenta, y ha publicado numerosas investigaciones históricas en modo de libro, como la biografía de Mauro Bajatierra, La exploxión del polvorín de Alcalá de Henares (1947), y también en obras de varios autores: Mujeres Libres, 100º aniversario de la CNT en imágenes, o 80 aniversario del periódico CNT, el hilo rojinegro dela prensa confederal (1932-2012) (este último lo estoy leyendo ahora mismo). Todo esto por decir poco de sus actividades, pues realmente tiene muchísimas más cosas, implicaciones y actividades. No tengo duda de que consolida su camino para ser uno de los grandes y reputados historiadores de España. De hecho hay historiadores afamados hoy día que consultan su obra para poder hacer mejores análisis de la sociedad, sobre todo del mundo obrero, de los siglos XIX y XX. 

El pasado 31 de enero, hace menos de una semana, Julián ha defendido su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, en el Aula de Grados de la Facultad de Geografía e Historia. A todos sus amigos nos ha emocionado mucho esto, hasta el punto de que probablemente haya sido una de las tesis más concurridos y con más gente espectante que los catedráticos presentes hayan podido ver en sus carreras profesionales. El acto duró algo más de tres horas. Fue, esencialmente, duro.

Julián ha sido uno de los dos últimos doctores en Historia que ha ayudado a formarse el famoso catedrático e historiador Julio Aróstegui. Como todos los grandes periódicos de tiradas estatal han publicado la semana pasada en sus esquelas y obituarios, Julio Aróstegui murió inesperadamente de forma natural el pasado lunes, hace una semana. Fue uno de los nombres importantes de la historiografía del siglo XX de España, como he dicho, y tutor de mi amigo y colega, como he dicho también. Julián se ha transformado así un poco en heredero intelectual de él, en parte. Aróstegui no era mediático pero entre historiadores sabemos que era uno de los nombres más importantes para recuperar la memoria que perdió España por culpa de quienes quisieron traernos la amnesia permanente. Que la tierra le sea leve.

Los historiadores hemos de servir principalmente para lograr transmitir el conocimiento que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida ya sea como profesores, maestros, archiveros, bibliotecarios, o en libros, revistas, televisiones, radios, museos, exposiciones, etcétera, y en cada momento de nuestra vida, en nuestras conversaciones, intentando acabar con los tópicos y con la falta de información siempre que quien nos escuche desee escucharnos y no ignorarnos, callarnos, gritarnos o insultarnos, como hace poco me pasó a mí. La gran mayoría no somos nombres conocidos, no ganamos dinero con nuestra actividad, a menudo lo perdemos, laboralmente maltratados y habitualmente puestos en cuestión por innumerables personas que por leer un libro, conocer algo de manera tópica y general o básica, o ver unas películas se creen en posesión de más datos que una persona que ha dedicado toda su vida a recoger todo tipo de datos desde todo tipo de fuentes. Por otra parte, nosotros no nos creemos poseedores de la única verdad, y no pretendemos poseerla en exclusiva, todo lo contrario. La muerte de alguien como Aróstegui me hace pensar que él es uno de los que ha logrado transmitir más su pensamiento, y quien ha logrado más hacer que otros desarrollen sus conocimientos y pensamientos y retomen su antorcha para seguir con esta labor tan ingrata, que a menudo no nos da más que quebraderos de cabeza económicos, personales, y de otro tipos. Julián Vadillo este jueves pasado fue un digno homenaje a este hombre en su tésis, al transformarse en uno de los dos últimos doctores en Historia al que este hombre ayudó a formarse, pues como buen historiador no formó, sino que ayudaba a que la persona se fuera formando. Y sé que en este párrafo he reiterado alguna idea, lo he visto conveniente. El propio Julián recuperó su memoria en su blog Fraternidad Universal, en el artículo "Julio Aróstegui: maestro de dos generaciones de historiadores".

Los miembros del tribunal fueron especialmente duros con Julián. Es su deber ser inquisitivos y tenaces y buscar las partes más flojas de su tesis, pero en esta ocasión, al morir el tutor apenas tres días antes, el doctorando no tenía defensor que suavizara a dichos miembros. Para mayores males los cinco miembros del tribunal tenían obras que habían sido usadas y citadas en la tesis de Julián, "El movimiento obrero en Alcalá de Henares (1868 - 1939)", que esperemos sea publicado en breve. La tesis original de Julián era de tamaños enciclopédicos, fue el propio Aróstegui, y soy consciente de ello porque en su momento me lo comentó el propio Julián, quien le recomendó que la adelgazara para el tribunal. Le señaló que quitara la parte de la demografía, pues esta ya había sido tratada ampliamente, con exceso, en uno de esos libros escritos por dos de los miembros del tribunal, y que trata de "la Alcalá oculta", la social, de los siglos XVIII al XIX, sin embargo ese mismo libro se usó tanto en la tesis de la que hablamos como en el trabajo previo de la suficiencia investigadora (DEA), donde fue bastante usado. No parecía conocer este dato uno de los miembros del tribunal, el cual en su intervención prolongó su discurso remarcando el hecho de que no había citado su libro (en realidad como he dicho sí lo había citado y usado), hasta cuatro innecesarias veces nos hizo perder el tiempo a los presentes oyendo sus quejas acerca de esa creencia suya de que se le había ignorado o contradicho... También es cierto que Julián alegó en su defensa no sólo que sí hab´ñia usado el libro, sino también que si no le dio toda la importancia que le pedía ese miembro del tribunal era porque prefirió usar esos datos yendo directamente a la fuente, por lo que consultó los documentos de archivo para sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, el catedrático parecía el escritor Francisco Umbral cuando pedía que se hablara de su libro, porque el resto le daba igual. Por cuatro veces repitió los mismos argumentos de la necesidad de su libro, que, por otra parte, sólo investiga hasta 1868, por tanto trata de historiografía anterior a la época seleccionada por Julián, no de la época de la tesis de Julián. Aparte, y como archivero que en cierta época trabajé con el corregimiento de Alcalá de Henares en el siglo XVIII, cuya documentación está en el Archivo General de la Administración y está por publicarse aún, buena parte de las cosas que ese hombre decía eran cosas que va a tener que enmendar y corregir... Ya ve, nunca en Historia se puede tener la última palabra. Pero por deontología profesional no puedo decir por aquí porqué digo esto, ni a qué datos me refiero, pero no hablo en vano, eso sí que lo digo. La Historiad de Alcalá de Henares, si esos documentos llegan a buenos historiadores cuando se publiquen, cambiará.

Era bien curioso descubrir también como uno de los ponentes parecía que sólo se había leído el primer capítulo de la tesis, como muchos de los presentes notaron. Como otro se refirió a Julián con comentarios de carácter y valoración personal, no profesional ("porque ustedes los anarquistas no creen en las leyes, sí, ya sé que a lo mejor les molesta"). No venía a cuento, ni demostraba profesionalidad. Claro, que también afirmó que los anarquistas no querían ni en pintura la política... Mentira. Este es un debate que se ha vivido incluso recientemente con el Movimiento 15 de Mayo. No se rechaza la política, sino la política profesionalizada e institucionalizada, que es diferente. ¿Acaso este hombre estaba valorando más unas ideas que un trabajo doctoral de Historia? La tesis de Julián hablaba también del catolicismo social, de los socialdemócratas, los comunistas, los carlistas... Podría haber hablado de esto aquel miembro del tribunal. También esta persona se refirió a Alcalá de Henares como pueblo, y tuvo que corregir sus palabras y llamarla ciudad, al ver las caras de disgusto de la gente presente, yo incluido... pero más tarde se llegó a decir la palabra "pueblerinos"... Pero esta gente no sólo quería ignorar la realidad de ciudad de Alcalá de Henares, sino también su realidad. Querían minimizar la importancia de las cerámicas de Alcalá de Henares. Dijeron que Julián sostuvo que Alcalá en 1930 era industrial y no funcionarial principalmente, pero no era así, no le leyeron bien. De hecho ellos sí andan despistados, pues aunque bien es cierto que Alcalá no era industrial, si vivieran una temporada por aquí y hablaran más con los ancianos y atendieran así mejor a los datos de los archivos, verían que la economía de la ciudad tuvo un importante peso artesanal en torno a la cerámicas. Pero en general todos preguntaban por su libro... y la cosa es que todos habían sido mencionados y utilizados, lo que pasa es que Julián no comparte sus visiones en sus conclusiones. De hecho acusaron a Julián de decir conclusiones históricas que realmente nunca en su vida ha sostenido ni dicho, son ellos los que demuestran no haber leído a Julián, no Julián a ellos. Yo me he leído casi toda la obra de mi amigo, y lo que me queda lo tengo en la estantería pendiente de lectura. Puedo afirmar rotundamente que le acusaron de conclusiones que realmente Julián nunca ha dicho ni sostenido.

Aparte, cuando Julián comenzó a investigar el Alcalá de Henares obrero, hace casi veinte años, no había prácticamente nada escrito. Es un pionero, y por ello es una referencua obligada. Ahora hay algunos libros y artículos, pero apenas nada. Julián empezó de la nada y si su obra sale ahora se debe a que la edad le forzó a seguir a su debido tiempo los pasos del curso del bachillerato, selectividad y universidad. Otros publicaron entre tanto alguna cosa... pero nunca nada tan completo como su obra. Una universidad española rara vez va a volver a ver  un doctorando que trabaje desde los quince años de edad y durante casi veinte años una tesis doctoral, y además con pasión, amor y extrema dedicación a tiempo completo. La decisión del tribunal fue no darle el Cum Laude, sino un Sobresaliente, más, como dijo el propio doctor Vadillo en un brindis que tuvimos con él todos sus amigos y parte de su familia: es doctor en Historia al fin. Quizá la Universidad Complutense algún día se arrepienta de en qué modo le dieron el título, dada la altura del personaje. España es muy dada a errar de estas maneras en sus decisiones. Demasiados "yo" en épocas en las que se necesita alturas de mira, reconocimiento y apoyo del esfuerzo del otro y visiones de conjunto. Así nos va, así nos cunde el pelo, así se está yendo lo mejor de la juventud española a otros países... Yo a veces me lo planteo... Aquí no parece haber futuro, pero quiero quedarme, hasta el último momento, creo que es necesario, hay que estar aquí, pese a todo... Aunque comprendo plenamente y me solidarizo con el que opta por irse, pues no se va: económicamente y vitalmente le manda al exilio nuestro propio gobierno y toda la casta empresarial española. 

Destacaría además que tres de los cinco miembros del tribunal dijo reconocer que la bilbiografía usada por Julián era tan grande que muchos de esos libros ni los habían leído, por desconocimiento. No sabían de su existencia. Y en cuanto a los documentos, igual. En concreto un experto en movimiento obrero en España descubrió con sorpresa gracias a Julián que Lafargue se presentó en la I Internacional Socialista con Alcalá de Henares, tal documentación se guarda en Barcelona. Razón de más para que le miraran de igual a igual como Cum Laude.


El 4 de febrero de 1937 un perro llamado Franco decidió irse de las trincheras franquistas y pasarse a las trincheras republicanas en el frente de Madrid. Al tiempo, un grupo de soldados franquistas lo divisó y decidió tirotearlo hasta matarlo (¿por deserción?). Los soldados y milicianos republicanos decidieron dar por respuesta un contraataque militar que les hizo asaltar y tomar la trinchera franquista desde donde se mató al perro llamado Franco pasado al lado republicano (¿solidaridad con el caído?). El hecho es real, lo contó el periodista Mauro Bajatierra aquel día, y nos lo redescubre el ahora doctor Julián Vadillo en el libro dedicado al 80º aniversario del periódico CNT. Julián Vadillo ha sido investido Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, en presencia mía. Escribo todo este artículo de la bitácora en homenaje y reconocimiento a él, que es ajeno a este escrito y no sabe aún de su escritura. Mías son mis palabras, valoraciones y opiniones. Soy consciente de que el tribunal hizo el trabajo que creyó debía hacer, pero me pareció sumamente injusta y miope la decisión de no darle lo que por derecho le pertenecía: el Cum Laude. Lo cierto es que lo que no saben es que un título es sólo unas palabras, y los hechos hablan más, Julián Vadillo es de modo natural un Cum Laude, pese a que no tenga ese nombramiento.

Felicidades, te espera por delante un gran futuro en busca de la Historia olvidada y más maltratada y amenazada.