domingo, marzo 31, 2019

NOTICIA 1862ª DESDE EL BAR: 80 AÑOS DEL FINAL DE LA GUERRA CIVIL

El 1 de abril de 1939 se produjo el parte de guerra radiofónico más famoso de la Historia contemporánea de España. Lo leyó Fernando Fernández de Córdoba. El propio general Franco lo había firmado y revisado minuciosamente. Decía: "En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. El Generalísimo Franco. Burgos, 1° de abril de 1939". Desde ese momento han pasado ya ochenta años. Dentro de esos ochenta años hubo treinta y seis años de dictadura (treinta y nueve si se cuenta los años de la guerra civil en las zonas que fue controlando el ejército y gobierno de Franco desde julio de 1936, y unos cuarenta  o cuarenta uno si se desea sumarle el periodo predemocrático y preconstitucional de la actual monarquía entre finales de 1975 y hasta las elecciones constituyentes de 1977 o la Constitución de 1978). Con la monarquía parlamentaria, con elecciones democráticas, han pasado cuarenta y cuatro años si se cuenta desde la muerte de Franco en noviembre de 1975, cuarenta y dos si se cuenta desde las elecciones de julio de 1977 o cuarenta y uno si se cuenta desde la Constitución de 1978. Como sea, ya hay más años acumulados de monarquía parlamentaria que de dictadura, y sin embargo, el periodo de la guerra civil y la dictadura de Franco sigue sin ser un periodo cerrado y curado del todo, por mucho que la amnistía y la desmemoria y el silencio de los años de la Transición  parecía que pudiera haber una especie de reconciliación o al menos de convivencia entre las que el poeta Antonio Machado llamó dos Españas. Pero eso lo traté más ampliamente en la "Noticia 1815ª: Franco saldrá de la tumba"

La Historia Contemporánea tiene un periodo de subdivisión que se le otorga a la Historia Actual. La Historia Actual es la Historia que da las explicaciones del funcionamiento del mundo que más directamente nos atañe. Normalmente para la Historia Universal se le suele adjudicar a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, pero en España se le solía adjudicar su inicio simbólico a partir del final de la guerra civil en abril de 1939. Algunas Universidades e historiadores comienzan a repensar si se debe desplazar esa fecha y hacen saltar el comienzo simbólico de la Historia Actual Universal a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989, lo que lleva a mover la de España tal vez a los años de la Transición entre la muerte del general Franco en 1975 y la Constitución de 1978, tal vez hasta el golpe de Estado fallido de 1981. Sea como sea, 1939 es una fecha sumamente importante y transcendente para la Historia reciente.

Es el 80º aniversario del final de la guerra civil española, en el mundo lo será del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, por ello es también el 80º aniversario de unos acontecimientos que por muchas décadas marcaron el comienzo simbólico del cambio de rumbo de la Historia de la Humanidad dentro de la Historia Contemporánea. 

La dictadura puso la fecha del 1 de abril como fecha oficial del final del conflicto bélico, tras tomar el último punto de España que permaneció dentro de la Segunda República, el puerto de Alicante, donde se vivieron episodios dramáticos y trágicos. Sin embargo, ese final de la guerra oficial no sólo significó una salida masiva de exiliados, una represión brutal y una instauración de un nuevo gobierno para todo el territorio, también hubo muchos excombatientes de la guerra y también nuevos jóvenes en los partidos y sindicatos ahora clandestinos que se retiraron a los montes para continuar una guerra de guerrillas a las que se les apodó "maquis", por un tipo de vegetación de las zonas donde se encontraban. El maquis duró bastante tiempo, aunque la ofensiva más definitiva contra ellos la realizó el general Moscardó, glorificado por el franquismo por ser quien protagonizó la resistencia en el alcázar de Toledo durante la guerra civil. El último maqui fue el anarcosindicalista de la CNT Quico Sabaté, abatido por la guardia civil en enero de 1960. Otros otorgan este hecho a José Castro Veiga, del PCE, abatido en 1964, cuando decidió reaparecer tras un periodo de inactividad. Para entonces los partidos políticos y sindicatos contrarios a la dictadura habían cambiado sus estrategias por otras del tipo sindicatos, huelgas, manifestaciones, emisión de prensa y pasquines clandestinos, pintadas en las paredes, presión en los organismos internacionales, especialmente europeos, etcétera, aunque nunca dejó de existir personas concretas o pequeños grupúsculos que ejercieron el atentado como medio de lucha. En todo caso, la existencia del maquis hasta 1960 nos hace reflexionar que si bien oficialmente la guerra terminó el 1 de abril, para una parte importante de excombatientes republicanos no dieron por bueno el final de la lucha. Los casos que tuvieron más relevancia fue la invasión del Valle de Arán por el PCE en octubre de 1944, con escasa munición y mal organizados. Fue un fracaso. 

En el actual periodo preelectoral actual, pero también desde el anuncio de la futura salida de Franco del Valle de los Caídos, sorprende la gran cantidad de políticos y personas comunes que se han puesto a hablar de Historia, especialmente del franquismo, más con opinión y política partidista y partidaria que con conocimiento y análisis de Historia. Los historiadores somos los últimos consultados, y en todo caso se consulta a personas que sin ser historiadores con método científico han publicado libros de Historia muy faltos de mucha deontología profesional y mecanismos de procedimiento investigador. Sin embargo, son mediáticos y su versión de los hechos tiene más seguidores que lo que los historiadores de carrera y profesión investigamos y decimos. No es un fenómeno sólo con el periodo de la guerra civil y la dictadura, últimamente hemos atendido a todo tipo de visiones históricas demagógicas, desinformadas, partidistas, de media verdad, sin análisis o creadas para crear pasiones, pero no conocimiento, para manipular. Las pinturas rupestres, los neanderthales, la Guerra de Sucesión española, la conquista de México, el gobierno de los Borbones, la República, los Reyes Católicos, Tartessos, el franquismo, la guerra civil... Es el periodo preelectoral de los que yo he vivido que más anda preocupado por la Historia de España sin que nadie quiera que hable un historiador de verdad.

Quizá uno de los problemas para que no se hayan cerrado todas las heridas de la guerra civil sea que aunque la guerra acabó en 1939, la dictadura que venció se prolongó hasta mediada la década de 1970. Los agravios, represión, prohibiciones e imposiciones a la sociedad española demócrata no acabaron en 1939, sino que tuvieron su prolongación hasta la Transición, y no hubo garantías democráticas establecidas por ley hasta finales de 1978, si bien entre 1976 y 1977 se anticiparon varias previamente a la Constitución. El fallido golpe de Estado de febrero de 1981 trajo de nuevo una serie de miedos a la involución, y aunque hubo muchos avances, estos no fueron todos los que pudieron haber sido. Aún hoy día se ha hecho patente que algunos mecanismos del franquismo, y la mentalidad de aquellas épocas, seguían en activo. Socialmente, en los años 1980 y 1990, a pesar de que hablaron muchas voces, es bastante conocido el hecho de aquellos ancianos que en sus últimos años aún preferían no hablar del pasado, de su pasado personal. La cuestión este 2019 de no haber cerrado todo este periodo para entregarlo a la Historia de manera plena y no a la actualidad social y política, puede que tenga su contestación precisamente en el hecho de que aunque la guerra acabó en 1939, el sentir poder hablar de ella libremente ha sido para mucha gente un hecho imposible hasta bien entrada la segunda mitad de los años 1990. Esa transición había quedado postergada y pendiente en 1978. La culpa no fue de las libertades políticas, que otorgaban el derecho a poder hacerlo, si no de las ataduras morales de cuarenta años de dictadura y su reflejo de perpetuidad posteriormente a través de las personas comunes y la mentalidad generada en las mismas, mentalidad generada de diferente modo según se fuese simpatizante de la derecha o de la izquierda política. 

A comienzos del siglo XXI se quiso dar un paso más intentado recuperar la memoria histórica, lo que generó el conocimiento de un mayor número de testimonios, sobre todo cuando muchas personas ya al lado de su propia muerte no tuvieron reparos en contar lo que habían vivido. Sin embargo, las leyes e iniciativas para la recuperación de la memoria histórica revolvió a una parte de la sociedad que se sentía heredera (por sus familiares ascendentes) de unos valores y unos hechos del franquismo. Sobre todo cuando se habló de abrir las fosas comunes de los ejecutados por el franquismo y poder identificar cadáveres para darles sepultura debidamente. Ahí siguen, metidos en las cunetas mientras hay personas que creen extrañamente que encontrarles y sacarles es un ataque a sus propias ideas y a sus familiares de derechas. En esto andamos metidos aún hoy, ochenta años después del final de la guerra civil. No es la versión de los vencedores la que se pone en la picota, la cual ha sido expuesta desde prácticamente julio de 1936, si no que la versión de los vencidos (me refiero a la de la gente anónima) que hasta ahora aún no había dado señales de existencia, a pesar de que desde el exilio de la dictadura siempre se habló de estos temas, es cuestionada por aquellos que creen que se les afrenta por ser su versión de los hechos diferente a la versión que hasta ahora ellos han venido defendiendo.

O en otras palabras. Las versiones oficiales de los vencedores y la de los perdedores, sus reflexiones, sus memorias y demás, habían podido ser conocidas y contrastadas en España desde 1976, y muy especialmente desde 1977. Los archivos, tanto públicos como privados, y los documentos personales no tenían por entonces tanta apertura como hasta ahora, que además han ido ganando en aportes. Al ir conociendo datos nuevos en ellos, no es que se reescriba la Historia para cambiarla, es que la Historia cambia a veces al conocerse datos de la misma que previamente no conocíamos. Según nos alejemos de los tiempos de la dictadura esto se irá completando, porque si bien desde 1939 han pasado ochenta años, desde 1975 han pasado apenas cuarenta y cuatro, la cercanía es mayor y muchas personas están vivas y algunas relativamente jóvenes. Están desapareciendo las generaciones de la gente joven de la guerra civil, incluidas las generaciones que eran niños de la guerra, pero ahí están aún aquellos que vivieron la dictadura, más que la guerra, o que ni siquiera conocieron la guerra pero sí esos años de autoritarismo. Ahí está el asunto, si bien las versiones oficiales y sus documentos se habían podido contrastar desde 1976 y especialmente desde 1978, las versiones de la gente común quedan pendientes en muchos casos de darse a la luz y aportar a la memoria de la Historia su luz particular. Aquí es donde se genera el problema, porque no es lo mismo que hablemos de los nombres famosos como si fueran personajes inalcanzables, que Juan hable de Jorge y Jorge hable de Juan. Pero sobre todo porque falta algo básico: que mucha gente no entiende que la Historia es sólo una herramienta para conocernos, no para enfrentarnos. Hablar de Historia no es acusar, no debería serlo, sino comprender, explicar y aprender.

Es innegable, por otra parte, que tampoco deberíamos sacrificar los valores de la democracia y la libertad a la hora de comprender la Historia. Si a nadie nos gustaría regresar a los tiempos del esclavismo, si este nos produce rechazo, hemos de entender que hablar de Historia o no hablar de ella no puede implicar permisividad con la violencia y la imposición. La Historia no está exenta de una comprensión reflexiva, también filosófica. 

A ochenta años de 1939 el único discurso que deberíamos tener por esta fecha es un discurso de Historia, no un discurso de enfrentamiento. Lamentablemente algunos partidos políticos no lo han terminado de entender y eso tiene su reflejo en sectores sociales que se ven amparados para reproducir el mismo discurso, quién sabe si de manera que roce lo peligroso. Pero tal vez, por mucho ruido que haya estos días, todo sea simplemente sonido de cohetes de artificio.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, marzo 26, 2019

NOTICIA 1861ª DESDE EL BAR: MEGA AÑO ELECTORAL: LAS GENERALES (1)

Todo en España ha sido en los últimos tiempos una colección de anomalías, de cosas que nunca antes habían ocurrido en el actual periodo histórico de monarquía parlamentaria iniciado tras la dictadura del general Franco. Podemos poner el punto de arranque en los últimos meses del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con Rodríguez Zapatero, con el Movimiento 15 de Mayo (15M) en 2011, aunque ya se habían acumulado varias anomalías por la crisis económica mundial de 2008. Pero sin duda fue el gobierno del Partido Popular (PP) con Mariano Rajoy, que accedió por unas elecciones anticipadas, el que más cosas insólitas acumuló. En agosto de 2017 ya elaboré una primera lista sobre todas las cosas ocurridas entre ese 2011 y por entonces el verano de 2017 que eran sucesos sin precedentes en el actual periodo histórico (Noticia 1728ª). Algunos sucesos eran cosas que tenían mecanismos de respuesta elaborados en la Constitución de 1978, pero una gran mayoría no tenían respuesta posible y dio paso a la indolencia social o a la improvisación de respuestas. Así, a partir de octubre de ese mismo año empezamos a vivir un movimiento fuerte y una serie de sucesos políticos para lograr la independencia de Cataluña (Noticia 1741ª y Noticia 1744ª). Como quiera que no paró ahí la cosa, que incluso hubo dos mociones de censura al gobierno por la condena al PP a título lucrativo por la corrupción en las reformas de su sede, y uno de esas censuras al gobierno con éxito, devolviendo el gobierno al PSOE, ahora en manos de Pedro Sánchez, amplié el listado en el verano siguiente, en septiembre de 2018 (Noticia 1813ª). Al poco el gobierno anunció que sacaría al general Franco del Valle de los Caídos, para acabar con un homenaje y culto de Estado a un dictador (Noticia 1815ª), y aunque está anunciada su salida para el 10 de junio de 2019, lo cierto es que desde el verano de 2018 al de 2019 ha ido un año de tiras y aflojas que han resucitado a la extrema derecha en intención de votos, hasta el punto que, personificados en el partido Vox, ha sido clave para que la unión de las derechas (PP, Ciudadanos y ellos) formen gobierno en Andalucía esta primavera de 2019. En ese camino de subida de la extrema derecha Vox no iba sin pan en las alforjas, el nuevo líder del PP, Pablo Casado, alimentó esas ideas con muchas de las declaraciones y acciones que fue realizando en los pocos meses que lleva liderando el partido (Noticia 1833ª).

Cosas anómalas no han faltado desde septiembre de 2018. Por un lado el ascenso de la extrema derecha citado y el enrocamiento hacia esa extrema derecha del actual líder del PP, quien, por otra parte, al tipo de declaraciones que ya se comentaron en la Noticia que os enlazo, le ha sumado innumerables nuevas declaraciones de ese corte, el pacto con Ciudadanos y Vox para acceder al gobierno de Andalucía, donde nunca antes había gobernado la derecha en el actual periodo histórico, y otra gran tanda de declaraciones que caen en lo que se podría considerar machismo o tal vez misoginia. Está claro por otra parte que es algo anómalo que el PP presente por primera vez a las claras que hay personas en el partido que no están de acuerdo con la forma de llevar sus cosas su actual líder, mientras a la vez sale Aznar de las catacumbas para apoyar a Casado y arremeter contra un Rajoy que ha preferido hacerse a un lado e incluso bromear con Zapatero en un reciente acto conjunto no político.

Anomalía de anomalías, se tumbaron en el Parlamento los presupuestos del Estado propuestos por PSOE, mientras se juzgaba a los líderes políticos del independentismo catalán. PP y Ciudadanos votaron en contra para tumbar un gobierno al que llamaron traidor y golpista por pactar con los nacionalistas catalanes, la paradoja es que los nacionalistas catalanes también votaron contra esos presupuestos precisamente porque el gobierno del PSOE no había pactado con ellos la libertad de los presos ni ninguna ventaja independentista. De la política fracasada del dejar pasar primero y la mano dura después del gobierno Rajoy, se pasó a la política fracasada de la mano suave de Sánchez. ¿Qué proponen PP y Ciudadanos? Mayor mano dura. Como sea, aquel debate de los presupuestos trató permanentemente de Cataluña, casi nada de los presupuestos, hasta el punto que la Presidenta del Congreso pidió a los diputados que por lo menos algo comentaran de los presupuestos. En el Senado un senador gastó su tiempo de palabra en decir ochenta veces (literalmente) la palabra Cataluña, para denunciar al resto de políticos lo cansino del asunto y que hablar de Cataluña solamente provoca la parálisis del resto de temas que afectan a España. Entre tanto la lectura más acertada de lo que había pasado en el Congreso con el debate de los prepuestos la hizo el diputado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV): dirigiéndose a los diputados de PP y Ciudadanos, les hizo ver que ante la evidencia de que los nacionalistas catalanes no iban a votar a favor por no haber encontrado pacto con el PSOE, a ellos, PP y Ciudadanos, les daba igual que Sánchez se hubiera reunido con una tostadora (palabras suyas), porque todo era una excusa para derribar un gobierno porque sí, sin importar absolutamente nada. Y es que los presupuestos que se presentaron habían sido los más sociales de todo el periodo histórico actual. Los que más prometían en pensiones, ayudas, políticas sociales y la subida del sueldo mínimo de los 754€ a los 900€. Todo daba igual, en palabras de aquel senador: "Cataluña, Cataluña, Cataluña, Cataluña..." y así hasta el infinito. El monotema por encima del resto de ciudadanos. Aún con todo, desde el 1 de enero de 2019 se hizo por decreto la subida mínima a 900€, y es que el PSOE, acosado por muchos frentes, es el gobierno que más decretos ley ha aprobado, por no encontrar otra forma de sacar adelante el gobierno de la nación ante los constantes vetos de PP, Ciudadanos y nacionalistas catalanes, ocasionalmente también de Unidos Podemos.

Y suma y sigue. Se tuvieron que adelantar las elecciones, y ahí las tenemos: campaña electoral en Semana Santa y elecciones el 28 de abril. Es, junto al gobierno de la Unión de Centro Democrático de Calvo Sotelo entre 1981 y 1982, el gobierno más breve de la Historia actual. Al menos Sotelo cumplió un año de presidente, o sea que Sánchez es el presidente con el gobierno más breve, de momento. Ojo, de gobierno, que no de legislatura. La legislatura la comenzó Rajoy en 2016... ha sido muy movida y anómala en todo. 

Por medio, en uno de esos paquetes de decretos ley, cerca de las elecciones, Sánchez anunció la mayor oferta de empleo público. No se específico en un primer momento la cifra exacta. Unos medios hablaron de 30.000 empleos públicos, otros dijeron que 40.000. Los medios de comunicación escorados a la derecha le acusaron de usar el gobierno fraudulentamente en beneficio electoral propio, los escorados a la izquierda apoyaron la tesis de Sánchez de que en realidad era una urgencia social, no un acto electoral. Los organismos encargados de decidir sobre el carácter de la oferta de empleo público dieron la razón a Sánchez. Lo cierto es que tal como escribí en la lista de anomalías de 2017, ya el gobierno Rajoy había aprobado la que hasta entonces era la mayor oferta de empleo público, y probablemente con alguna intención de ganar réditos electorales perdidos, fueron entre 30.000 y 40.000... la misma cifra que se baraja con Sánchez. Pero nunca olvidemos que fue Rajoy quien congeló la oferta de empleo público en 2012, lo que ha provocado una grave crisis en la administración para encontrar un relevo normal. Si bien es cierto que la oferta de Rajoy hizo lo que tiene pinta que va a hacer la de Sánchez: dejar plazas vacantes, por lo que suena muy bien a los votantes las grandes cifras de generación de empleo, pero luego no se cumplen en su totalidad. El escándalo saltó a la prensa en las oposiciones de maestros y profesores, pero ha ocurrido en todos los ramos de la administración. Por el camino, la falta de personal deteriora los servicios y la administración públicos.

Y con todo este grupo de anomalías vamos a las elecciones generales en un mes. Nada garantiza que no se tengan que repetir por falta de posibilidades de formar gobierno de ninguno de los grupos. Está claro que van a verse abocados a pactar. Más valdría que desde el primer momento los partidos nos dijeran con quién van a pactar el día después, en lugar de insistir en que quieren gobernar en soledad. Y sí, los pronósticos dicen que la extrema derecha de Vox podría tener diputados, aunque de hecho las intervenciones de Pablo Casado ya son un poema en sí mismas. Tanto es así que mientras convocaron una gran manifestación por la unidad de España, donde estuvieron todos los partidos de derechas del Estado, sin faltar ni uno de la extrema derecha, cuando llegó el 8 de marzo se produjo la mayor manifestación feminista que ha existido hasta ahora en contestación a las innumerables perlas de unos y otros, especialmente del razonamiento de Casado hablando de recordarles a las mujeres "lo que llevan dentro" cuando están embarazadas. Sin ahondar en todos los comentarios de Casado, a cada cual con menos desperdicio, incluso las mujeres históricas del PP dejaron el barco, caso más sonado el de Celia Villalobos.

Anomalía tras anomalía. El 28 de abril votamos a Congreso y a Senado, pero para finales del mes siguiente, mayo, nos tocará votar para los gobiernos autonómicos, municipales y para el Parlamento Europeo. Es el año electoral total. Quizá, llegados a este punto, nos podrían haber ahorrado dinero al menos convocando todas las citas en un sólo día. Se mencionó hacerlo, pero no se decidió hacerlo.

El gobierno del PSOE de Pedro Sánchez ha tratado de hacer una de las políticas sociales más generosas habidas, pero no nos engañemos, estas políticas sociales sólo han ocurrido porque su principal socio de gobierno ha sido Unidos Podemos, ahora llamados Unidas Podemos. Sin esa unión difícilmente podrá volver a darse tal lote de medidas sociales, máxime cuando varios líderes del PSOE ya han declarado que ellos preferirían pactar un gobierno con los conservadores y liberales de Ciudadanos. Para mantener una política preocupada en devolver a los ciudadanos comunes lo perdido con los recortes y la crisis hay que lograr un gobierno conjunto de PSOE-Unidas Podemos, de otro modo se volverán a las medidas liberales que favorecen sólo a grandes empresarios y bancos, que de vez en cuando da algo a los trabajadores pero no mucho (fueron ellos, empresarios y bancos, desde la CEOE, la CEPYME y el Banco de España los que dijeron no a los 900€ o a revisar las pensiones).

Y en esto estamos cuando entre tanto en los tribunales los líderes del independentismo catalán juegan en sus declaraciones a negar la mayor o a aceptar lo hecho a la vez que acusan al gobierno de hacer un juicio político a modo de Causa General donde, insinúan, la sentencia ya está decidida antes de que se iniciase el proceso. Cataluña, Cataluña, Cataluña, que decía el senador Carles Mulet, de Compromís. La realidad es que el asunto catalán monopoliza el gobierno de España desde octubre de 2017, y un poco antes. La prueba está en que incluso ya de manera directa o indirecta es capaz de subir y bajar políticos y ahora también presupuestos generales y gobiernos. Es como si el resto de las cuestiones de España y de las cosas que afectan a los españoles ya no importaran. Sin solución al asunto catalán no parece que pueda haber buen gobierno, o al menos provechoso. No hay más debate que el debate de Cataluña, y eso es un peligro para el bienestar social. Excesivo tema de Cataluña en las mentes de los diputados y senadores.

¿Y en otro temas? En otros temas algunos organismos internacionales señalaron a España como país que cuenta con presos y exiliados por usar de la libertad de expresión, o con multas. Y no se referían en este caso tanto al asunto de Cataluña, si no al de varios artistas. Es el abuso de la Ley Mordaza, una particular interpretación española de una recomendación de la Unión Europea a sus miembros, que la propia Unión Europea ya ha recriminado a España que usa mal.

En fin, que esta vez no hay mucho que aportar de cara a las futuras elecciones generales. Todos los que se presentan están bien retratados por ellos mismos. Las posiciones están polarizadas y lo único claro que hay que tener en cuenta es que todo gobierno futuro pasa por acuerdos o pactos con otros partidos, así como por solucionar el tema catalán, tan enrocado y tan sin solución mientras las posturas sigan inamovibles por ambas partes. Su parálisis paraliza a España. Esto es evidente. Para desbloquear una parálisis alguna de las partes debe empezar a mover pieza.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, marzo 19, 2019

NOTICIA 1860ª DESDE EL BAR: EMERGENCIA ECOLÓGICA MUNDIAL

El pasado 15 de marzo estudiantes universitarios y de secundaria de muchos países decidieron hacer una huelga y manifestarse en sus ciudades contra el cambio climático. La última vez que yo hablé sobre este asunto fue el pasado 27 de diciembre, Noticia 1837ª. Las movilizaciones, por todo el planeta, están dentro del movimiento Friday for Future (Viernes para el Futuro), que da respuesta a los paros que todos los viernes decidió hacer la estudiante sueca adolescente Greta Thunberg, después de que usara la posibilidad de una intervención en las instituciones de la Unión Europea en agosto de 2018 para sacarles los colores a los políticos allí presentes, que no oyeron un simple discurso de una estudiante sobre qué significa Europa para ella, si no un tirón de orejas enorme acerca de su falta de compromiso efectivo para frenar el calentamiento global.

Lo cierto es que de todas las regiones del mundo comprometidas con tratar de frenar el cambio climático, es la Unión Europea la que más esfuerzos y compromiso está poniendo, a pesar de que, pese a ello, sigue incumpliendo y retrasando las fechas que consecutivamente se han dado a lo largo de las últimas décadas para tomar medidas concretas a modo de prohibiciones que eviten la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. En todo caso, aunque la Unión Europea debe hacer sus deberes, no olvidemos que en realidad son mayores contaminantes (y no hacen grandes esfuerzos para remediarlo) Estados Unidos de América, la Federación Rusa, la República Popular China o la India. No olvidemos tampoco que es Brasil o numerosos países de África los que no impiden la tala de sus grandes selvas y masas boscosas para lograr reforzar sus economías o los intereses económicos de unas elites económicas. España y Japón, por otro lado, somos potencias pesqueras, o lo que es lo mismo: los grandes depredadores del mar, un mar mermado tanto por la pesca industrial como por la contaminación y los plásticos que vierten en sus aguas todos los humanos del mundo.

"Ni un grado más, ni una especie menos" o "No hay un planeta B" son dos de los muchos lemas que los estudiantes usaron aquel 15 de marzo, mientras que al día siguiente, sábado 16, leíamos y oíamos en los noticiarios algunos de sus razonamientos, que tocaban temas que iban todos básicamente a definirse como movimiento al margen de la izquierda y la derecha política, en igualdad de importancia que la lucha por la igualdad de género (este argumento lo usaron, aunque no había razón alguna para realizar la comparativa), que exigían leyes para cambiar el cambio climático y, razonamiento que se leyó en el diario El País: "Vengo a manifestarme porque hay que reparar todo lo que ha hecho la generación anterior a la mía". Puesto que en general eran personas en su decena o en su veintena de años, por alusiones, la generación anterior a las suyas, son las generaciones mías... Procede contestar para abrir diálogo. No fuimos nosotros los que estuvimos parados ante el cambio climático, y me temo que tampoco nuestros padres, por mucho que en España la concienciación empezó con fuerza en los años 1980. Es indudable que en España ya existía una conciencia en los años 1970, y que a nivel mundial ya desde los años 1960 hay fuerza en los movimientos ecologistas. Movimientos ecologistas que se pueden rastrear históricamente incluso desde el siglo XIX. El ímpetu de la juventud lo hemos tenido todos, y a esta, para poder comprender las cosas también con la experiencia, necesita también de emprender el diálogo y la escucha de las generaciones precedentes. Incluso con las que vivieron hace cien años.

Pretender echar la culpa de todos los males a la generación anterior es maniqueísta. Se ha avanzado mucho en cuestiones de concienciación medioambiental. En el caso español, aunque ya existía esta concienciación desde los años 1970 de una forma incipiente (recordemos los innumerables movimientos ecologistas que surgieron por entonces o incluso los programas pedagógicos de Félix Rodríguez de la Fuente), es en los años 1980 cuando va cobrando más fuerza, tengo la impresión. Posiblemente a partir del conocimiento del agujero en la capa de ozono, sobre todo cuando en 1985 se informó a todo el mundo de él a través de la revista Nature. Ni que decir tiene que por entonces nuestros padres andaron preocupados en abandonar lacas y sprays matamoscas o ambientadores que soltaban gases cloroflourocarbonatos (CFC), se hicieron prohibiciones del abuso de estos gases en frigoríficos, se realizaron campañas para que se reciclase el vidrio y en los colegios comenzaron a hablarnos de reciclar papel y cartón, o en otras palabras: de una separación de la basura en origen para el reciclado de una parte de ella.

Ha pasado tiempo y la separación de basuras para su reciclaje se ha hecho mayor. Se ha extendido más la concienciación de su necesidad. Se ha multiplicado la cantidad y variedad de basuras a separar. Se ha disparado el debate si es mejor en origen o en destino. Se ha mejorado la técnica y las posibilidades para reutilizar deshechos. Se ha educado en la idea de las tres (cuatro) erres: Reducción, Reutilización, Reciclaje (Responsabilidad). Se han inventado mejores sistemas para aprovechar la energía en los electrodomésticos. Se está procediendo al abandono del uso de carbón como fuente de energía. Se ha empezado a hablar de la necesidad del consumo responsable y este a la vez comienza a tener efectos en los empresarios adquiriendo algunos un compromiso social con el medio ambiente si quieren seguir vendiendo sus productos. Ahora estamos en un punto donde nos centramos en la concienciación de la necesidad de reducir al máximo el uso de plásticos, especialmente los de un sólo uso. Se han hecho numerosos avances desde los años 1970 hasta la actualidad, pero es indudable que por mucho que se ha hecho, la humanidad ha seguido contaminando a grandes ritmos y deforestando a grandes ritmos, de otro modo no estaríamos en esta alerta mundial de cambio climático. La Organización de Naciones Unidas anunció no hace mucho este año que puede que la fecha tope del no retorno sea 2030 si no logramos frenar el calentamiento global, del que es principal responsable los humanos, no las vacas de Nueva Zelanda, el principal responsable es el ser humano y su actividad.

No, la ciencia no vendrá a salvarnos con inventos prodigiosos al estilo escudo planetario contra los rayos ultravioletas como los de la película Los Inmortales II (1991, Russell Mulcahay), o cualquier otra de las innumerables producciones cinematográficas, televisivas, de cómic y bibliográficas que al tocar el tema casi apocalíptico del cambio climático nos mostraban que todo tendría solución gracias a una eminencia científica que aparecerá a última hora con una gran idea. Ni simplemente nos cambiaremos de planeta, no tenemos ni otro planeta que hoy por hoy nos sea habitable, ni es viable hacer habitable hoy por hoy ningún otro lugar que no sea La Tierra. En principio no podemos contar con nada de eso, es infantil plantear el tema así. Pero a lo largo de los años 1980 y 1990, e incluso hoy día, estos planteamientos han sido recurrentes, casi hasta crear un tópico y una dejadez en buena parte de la población occidental. Bien es cierto que en los años 1990 más bien estas producciones culturales hacían hincapié más bien en lo irreversible del cambio climático, para el cual los humanos sólo podrían inventar cosas para protegerse de él, pero no para revertirlo, cunde ahí la idea de resistencia dentro de la derrota, esta idea (llevada al extremo) sale bien representada en la década siguiente, en The Road (2009, John Hillcoat), donde el planeta colapsa por la acción del hombre y los árboles mueren en bloque. Valdría más poder realizar esta forma de educación indirecta con producciones que si han de tocar el cambio climático lo hicieran con realismo. Hoy por hoy uno de los más concienciadores (por haber alcanzado a un gran número de espectadores) no es una producción ficticia, sino un documental, Una verdad incómoda (2006, David Guggenheim).

Sin embargo, confiar en que se hagan leyes o se endurezcan directrices y acuerdos nacionales e internacionales para frenar el cambio climático, como pedían muchas de las manifestaciones de estudiantes, es también una visión falta de conocimiento de la Historia más reciente, o bien del mismo deseo infantil de que venga un científico a salvarnos con un prodigioso invento de última hora.

Se han producido numerosos acuerdos internacionales y numerosas normativas nacionales de corte ecologista. En general las leyes nacionales no se produjeron hasta que los partidos ecologistas o las políticas ecologistas no comenzaron realmente a rascarles votos a partidos políticos que hasta ese momento no se habían comprometido con esas ideas de una manera seria. Incluso hoy día, por muy serios que se pongan a hablar de sus propuestas ecologistas los partidos tradicionales suelen llevarlas para atraer a los que sí tienen inquietudes ecologistas, pero una vez salidos en urna quepa decir la voz de la experiencia en un viejo dicho castellano de corte soez: prometer hasta meter y una vez de metido, nada de lo prometido. La excusa habitual suele ser los intereses económicos, la crisis económica, los males que dejarían sin trabajo a determinados sectores, etcétera. O bien, la otra opción, tomar decisiones total y evidentemente contrarias a las políticas verdes, pero a la vez hacer alguna cosilla verde y hablar de esta como si fuera una gran obra y por tanto fuera demagogia denunciar publicamente su fiasco de política verde. En este segundo caso el acusador es presentado como falso acusador y ellos como pobres víctimas... lo que se llama manipular políticamente... y ojo, les funciona, creyentes tiene la Iglesia.

En cuanto a los acuerdos internacionales uno de los más prometedores fue el Protocolo de Kyoto de 1997, que planteaba políticas mundiales para reducir un 5% las emisiones de gases de efecto invernadero entre 2008 y 2012, pero, una vez más, atendiendo a los intereses económicos de los países y las grandes empresas no entró en vigor hasta 2005. A ese retraso hemos de sumarle la crisis económica de 2008, que hizo que numerosos países incumplieran con los procentajes de reducción de sus contaminantes, alegando que necesitaban seguir produciendo como producían y no cambiar su modelo capitalista tal como hasta ese momento se había vivido por intereses sociales, aunque probablemente en realidad era por intereses de las grandes empresas. Ante este hecho y teniendo en cuenta que el calentamiento global prosigue, que se derriten los casquetes polares y que comienzan a existir numerosas catástrofes ecológicas consecuencia del calentamiento, en 2015 se procedió  a crear una convención mundial en París para debatir medidas concretas a nivel político. Se llegó al Acuerdo de París de 2015, que plantea lograr mantener el calentamiento global por debajo del 2ºC y, de lograrlo, avanzar a que sea por debajo del 1'5ºC, lo que sería unos niveles preindustriales, o sea previos a la Edad Contemporánea iniciada a finales del siglo XVIII. El planteamiento es diferente, pues lo que viene a pedir es frenar el calentamiento, ya no a acabar con él, quizá en ese sentido sea más realista dado el punto en el que estamos. A finales de 2017 miles de científicos de todo el mundo daban la voz de alarma: el cambio climático va más rápido de lo que se había calculado. O se toman acciones ya o muy pronto será muy tarde, dijeron. Sin embargo, otra vez por intereses económicos Estados Unidos de América, Rusia o China, entre otros, decidieron retirarse del Acuerdo de París e incluso negar el cambio climático en sí. Por ello la ONU este 2019 planea una Cumbre del Clima para septiembre y un debate dentro de la propia sede de la ONU en 2020 para plantear el respeto al Acuerdo de París y lograr reducir en un 45% las emisiones en 2030, de no hacerse podría llegarse al punto de no retorno antes de lo que se creía tal como anunciaron los científicos en 2017.

¿Qué medidas legales se podrían tomar? Crear ventajas económicas a los que fomenten las energías renovables algo menos sucias (más limpias) y penalizar a los que usen las no renovables más sucias. El regreso a la peatonalización de las grandes ciudades, castigos fiscales a los países que incumplan un tope de emisiones de CO2  a la atmósfera, lo que llevaría a legislaciones nacionales sobre fábricas, producciones y producción energética, o incluso sobre el uso de los automóviles, quizá políticas de reforestación, premios a los que conserven grandes zonas boscosas, etcétera. Pero todo esto viene planteándose desde 1997 y en pleno 2019 gobiernos y grandes empresarios lo incumplen alegando precisamente intereses de bienestar social. Y aunque es algo hipócrita, lo cierto es que algo de realidad hay, cambiar de un sistema capitalista de elevado consumo a otro de menor consumo, de la reducción del consumo, reutilización y reciclaje, conllevará, ineludiblemente una gran crisis económica. Es inevitable y hay que ser consciente de ello. La pregunta es: ¿queremos una crisis ecológica irreversible que amenace toda forma de vida, o una crisis económica gigante que, seamos sinceros, dejará en evidencia no sólo los problemas del sistema capitalista sino lo que Malthus dijo en el siglo XVIII-XIX, que sin control de la natalidad estamos perdidos?

Se nos ha dicho que uno de los problemas climáticos es la alimentación basada en un alto consumo de carne. Los ganados consumen unos recursos que eliminan zonas verdes dicen, y aún alimentan este argumento sumándole las altos porcentajes de metano que expulsan las vacas al tener flatulencias. Pero nadie nos ha dicho en cifras cuantas vacas en el mundo hay y cuantos automóviles hay. Y dentro de esto, cuánto supone las flatulencias de todas las vacas del mundo y cuánto los gases de todos los vehículos por hidrocarburo del mundo. ¿Qué hay más en el mundo, vacas o coches? Y si nos ponemos a hablar de flatulencias, ¿la flatulencia de una vaca a cuantas flatulencias humanas equivale? ¿Cuántas vacas y cuántos humanos hay en el mundo y cómo se traduce esto en niveles de metano que expulsan cada una de las dos especies? ¿Cuántas vacas hay en el mundo y cuántas fábricas? ¿Cuánto metano expulsan las vacas y cuánto contaminante las fábricas? Sin saber los datos ni las respuestas, pienso que muchas veces se nos plantean debates ecológicos que tapan la realidad de la raíz de los problemas. Al final todo remite a Maquiavelo y a dinero.

Por otro lado, una alimentación estrictamente vegetariana o mayoritariamente vegetariana, teniendo en cuenta la cantidad de humanos que somos, llevaría a deforestar grandes zonas boscosas para poder tener campos agrícolas para todos, con lo que eso implicaría de desastre ecológico.

No nos engañemos, somos muchos millones de humanos. La solución ecológica pasa por mantener conversaciones teológicas con todos los líderes religiosos de todas las religiones del planeta para lograr extender la idea de que no es necesario tener sexo sólo con funciones reproductoras y así permitieran la información, la accesibilidad y el uso de los métodos anticonceptivos. Pero incluso si esta concienciación existiera mañana mismo, los muchos millones de habitantes del planeta seguiríamos necesitando recursos, aunque no fueran estos de grandes consumidores (cosa fácil de ocurrir en grandes zonas del planeta habitado), por pocos que usáramos usaríamos muchos. Si además somos sinceros, hemos de reconocer que por lo general casi todos los habitantes del planeta que llegan a adultos tienen descendencia, y no precisamente un sólo individuo. Para el nacimiento de un individuo se necesitan dos, si naciera uno sólo de ellos dos reduciríamos muy lentamente la población mundial, pero por lo general hay muchas culturas que tienen numerosos hijos. De millones de personas nacen millones de personas, va aumentando la población mundial, cada vez más, y todos los individuos necesitan consumir aunque sea lo básico (comida, agua, vivienda, ropa, eliminar detritus, producir basura). Por demás, sobra decir que a grandes o a lentos ritmos por lo general todo el planeta presenta mejoras en las vidas de las personas según los informes de la ONU, por lo que el consumo de cada individuo se va asemejando a un mayor consumo de cosas que no necesita, salvo los lugares del planeta donde existen crisis humanitarias elevadamente graves, véase algunos lugares de hambrunas en África. Sea como sea, la cada vez más elevada fertilidad humana en términos de todo el planeta (no obstante hay lugares que envejecen, como Europa), es un problema de sostenibilidad ecológica y este no creo que se pudiera solucionar, incluso si mañana todo el planeta se concienciara en la necesidad del control de la natalidad, hasta el siglo XXII o el XXIII, lo que podría ser una fecha tardía para lo que ya lleva ocurriendo.

Pero, contestando a ese joven que culpabilizaba a la generación anterior de los problemas actuales, ¿sólo las medidas políticas o las decisiones empresariales solucionan los problemas ecológicos? Tengo la impresión de que todos aquellos jóvenes usan teléfonos móviles, que los renuevan antes de agotarlos del todo, que usan ebook, ordenadores, televisores, patinetes eléctricos, bicicletas eléctricas, viajan habitualmente (aunque sean sus Erasmus), compran en grandes cadenas multinacionales, consumen bollería, comerán pizzas y comida oriental, etcétera. Todo eso contribuye al calentamiento global. El consumo de bollería, o de sopas chinas instantáneas, por ejemplo, conllevan el uso de aceite de palma, que aparte de ser malo para la salud por las grasas saturadas implica la deforestación de grandes zonas de selva, por ejemplo en Brasil, para plantar palma. El uso de la soja o el abuso del café provoca lo mismo en África. El cambio de teléfonos móviles lleva las manos manchadas de sangre en las guerras del coltán. Tirar un céntimo de euro al suelo es despreciar la vida de un boliviano que muere afectado de silicosis en su treintena de años. Usar aparatos eléctricos y electrónicos implica recargar baterías, lo que lleva producir electricidad, lo que conlleva contaminar, pues su producción contamina. Igualmente la vida de las baterías es limitada, cuando ya no sirven a los pocos años son altamente contaminantes.

Es útil el consejo que se dio hace poco de tratar de no ir a comprar todas las semanas si no es necesario, eso reduce el consumo de plásticos, por ejemplo, pero también evita producir comida que se tira a la basura, que a la vez ayuda a que esa comida (en su modo animal o vegetal) no consuma vidas innecesariamente violentadas con su muerte. También es útil el consejo de no poner la lavadora más que cuando es estrictamente necesario, no sólo por el consumo de agua, sino porque muchas microfibras de origen plástico se van con el agua sucia y acaban en el mar, donde son un problema. O el que nos avisa que lavar los platos con jabones y detergentes se ha detectado de que también está siendo un problema, por lo que evitarlos mientras sea posible es ideal, al menos que el grado de suciedad lo impida. No usar los retretes de papeleras. Y es maravilloso que algunos supermercados permitan ahora llevarse los envases propios para rellenarlos a través de bidones y cobrar el líquido sin consumir innecesariamente nuevos plásticos (véase Carrefour como pionero). Es también ideal que las tiendas de barrio (a las que es preferible ir) vendan como han hecho siempre sus legumbres a granel, o sus frutas sueltas, o su carne o su pescado, y que esto mismo esté siendo imitado por las grandes superficies comerciales. Y por supuesto, aunque no parezca ecológico pero sí lo es y mucho: comer productos de temporada en el lugar donde vives siempre y cuando al comprarlo te asegures de que ese producto de temporada es precisamente de ese lugar (evita por ejemplo la contaminación en su transporte por avión, barco, tren o camión de larga distancias).

Pensemos también en nuestros hogares. Nos han metido la idea del uso continuado de aire acondicionado en verano y de calefacción en invierno. Si bien se hace necesaria la calefacción en lo más duro del invierno, ¿qué uso hacemos de ella? Un aislamiento térmico adecuado de ventanas y puertas puede hacer que consumamos mucha menos calefacción de la que necesitamos. A veces antiguos métodos de nuestros abuelos hacen milagros, las cortinas son portentosas, aunque hay métodos aislantes más efectivos, o el mero hecho de enfocar un calefactor hacia la puerta o la ventana y no a nosotros o a la sala. Cerrar persianas y ventanas en verano ante la solana, o dejar correr el aire entre dos ventanas abiertas es otro gran método en el calor del verano. Raciocinio en el consumo y estar seguros de que según a lo que te acostumbres será lo que realmente sientas de frío o de calor cuando lo haga. Por supuesto el calor extremo o el frío extremo son innegables, pero hay fríos y calores que la gente ya no tolera a causa del abuso de sus aparatos eléctricos, sólo son estados de mentalización sobre las necesidades del cuerpo. Sólo ante auténticos fríos o calores debiéramos usar esos aparatos. No debemos dejarnos influir por un ambiente social donde pareciera que has de usarlos sí o sí porque es "lo que se debe hacer". No, no es real que sea "lo que se debe hacer", todo es relativo a cada persona y sus grados de tolerancia y de bienestar, y estos dependen de lo que te acostumbres tú a ti mismo. Sólo determinados grupos humanos con factores de riesgo para su salud por los cambios bruscos de temperatura (ya de frío, ya de calor) podríamos considerar que necesitan de un uso constante de estos electrodomésticos, como los ancianos, los bebés o determinados enfermos. Otra idea para nuestros hogares sería que por ley todos se construyeran ya con sistemas de reutilización del agua de la ducha, el lavabo o la cocina y la lavadora en el retrete. O bien renovar nuestros electrodomésticos viejos por otros modernos de bajo consumo.

¿Y en las urbes? En las urbes sería deseable que los ayuntamientos no eliminen árboles de sus calles y plazas, impulsen los parques, preserven los espacios verdes naturales que les afecten, en las calles no adoquinen, enlosen o asfalten todo lo que haya de espacio, controlen las emisiones contaminantes de cualquier tipo de sus fábricas y empresas, promocionen la ciudad para el viendante dándole preferencia, fomenten los vehículos no contaminantes y también los menos contaminantes, creen medidas disuasorias para tener automóviles contaminantes (lo que es impopular en los votantes en un  primer momento, quizá durante años), etcétera. De hecho para evitar su calentamiento es ideal que los suelos de las calles contengan tierra, hierba, no sólo baldosas y alquitrán, y que esos árboles no se retiren, refrescan la calle, atraen la lluvia y limpian el aire.

Hace unos veinte años la principal cruzada ecologista estaba en la concienciación por la reutilización y el reciclaje, hoy día quizá la principal batalla sea la de concienciar en la reducción del consumo y de lo que implique de gasto ecológico lo que quiera que elijamos consumir. Pero no nos engañemos, la concienciación en esto deja implícito el cambio del modelo de sistema económico y por tanto social, y todo, absolutamente todo, tiene consecuencias. Quepa reflexionar sobre esto y valorar cuál es nuestro interés a contribuir en la sociedad en el hoy y en el mañana más allá de nosotros. Decir que un cambio ecológico no implica hoy día un sacrificio grande, sería mentir a las grandes masas. Los cambios de modelo económico y social implican siempre crisis, crisis grandes. Cuando comenzó la revolución industrial y el capitalismo a finales del siglo XVIII, que es el modelo en el que nos vemos inmersos en este siglo XXI con nuestra disyuntiva de crisis ecológica, también entonces se produjo una crisis económica que dejó fuera del sistema a mucha gente, así por ejemplo los artesanos dejaron de tener cabida, los vallados de campos acabaron con los agricultores tal como se habían entendido, el trabajo fabril originó lumpen y discriminación laboral, bajos salarios, desempleo, desigualdades, lo que llevó a guerras y revoluciones que llevaron a otras guerras y revoluciones.

La crisis ecológica es grave, hay que ponerle solución. Es una emergencia mundial. Mientras los gobiernos y los organismos internacionales deciden ponerse serios de verdad, lo que implicará un forcejeo grave con los empresarios (los productores), que no dejan de ser un contrapoder tan serio como los señores feudales frente a los reyes en la Edad Media, nosotros, todos, también tenemos algo que hacer por medio de nuestro consumo y nuestro modelo de vida personal.

Reducción, Reutilización, Reciclaje: Responsabilidad.

lunes, marzo 11, 2019

NOTICIA 1859ª DESDE EL BAR: ENTRE BARES, STARWAY-WINCHESTER, HERMANDAD

Esta foto es una foto que pasa a ser mítica en la Historia de los bares de rock de Alcalá de Henares. Indiscutiblemente. Sólo las personas que tienen cultura de bar habrán reconocido a los dos protagonistas. La foto la tomé el jueves pasado, 7 de marzo. El lugar es el Winchester Bar y al que se le ve con gorra es uno de los dos dueños. Al otro lado de la barra es el dueño del Starway Rock Bar. Se saludan. Es más que una cortesía, aunque en principio parezca un acto normal y corriente. Ellos no se conocen entre sí, al menos no como para decir que hasta ese momento fueran amigos, pero es justo en este momento en el que está naciendo una amistad, una hermandad. Quien no ha ido en su vida a bares de Alcalá no podrá comprender qué está ocurriendo y porqué. Los que no están viviendo la cultura no oficial de la ciudad, jamás podrán entender el porqué de esta foto en su sentido más profundo. Quien no entiende de vivir la propia vida, menos. Y difícilmente podrán contar una historia de bar de esta foto si no la entienden por no haber vivido historias de bar, mucho menos si no se entiende cómo nacen las amistades.

Hemos de remontarnos a apenas un par de semanas atrás, cuando un desconocido robó el cartel con el nombre del Winchestar Bar. Ese cartel era emblemático del local. Lo había pintado una artista local reconocida, Zaida Escobar, junto a la puerta de entrada que tiene guiño al Doctor Who. Los dueños usaron las redes sociales para anunciar el robo del cartel con el nombre del local. Sumaron un gran número de reacciones entre el enfado y la indignación por parte de clientes habituales y no habituales. Fue una de las fotografías más vista durante un par de semanas, las que duró el bar sin cartel. Los dueños se planteaban ya poner simplemente una pizarra, opción que si bien podía ser ingeniosa, al poderse interactuar con los clientes y la tiza cada semana, lo cierto es que no terminaba de gustar como idea. A todo esto, por amistades comunes, toda esta historia llegó a ser vista y contada a los dueños del Starway Rock Bar, que no conocían a los del Winchester, pero sí conocían a Zaida, con la que alguna cosa han hecho. Iniciaron una colecta secreta entre los que quisieran participar y le encargaron a Zaida que pintara de nuevo el cartel tal como era. Dicho y hecho. Fue este jueves, en horario de apertura de ambos bares, que el dueño del Starway se presentó allí como un cliente más del Winchester, mientras entraron otras personas, entre ellas Zaida, y he ahí que, tras marear al dueño un poco, le sorprendieron haciéndole descubrir el nuevo cartel detrás de una de las decoraciones de su bar. La hermandad, la amistad entre dos bares de rock. Es un mismo modo de entender la vida y un lamentable robo lo que les ha unido. Larga vida al rock.

Hoy día, en la primera mitad del 2019, casi quedan en Alcalá bares de rock, muchos han desaparecido por la crisis económica, entre otras cuestiones, pero esto va por rachas. Por eso mismo este acto cobra un valor aún más significativo. Algunos de los presentes recordamos cuando años atrás, con abundancia de bares de rock, algunos dueños tenían este compañerismo entre ellos. Se entendía su vida, la de los bares de rock, como algo más que un negocio personal, aunque efectivamente sean negocios personales con lo que ello conlleva. Por un momento fue un revivir antiguas historias de estos tipos de interrelaciones, aunque la de esta historia supera en mucho otras. 

Viva la buena gente.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

domingo, marzo 03, 2019

NOTICIA 1858ª DESDE EL BAR: DOS CARNAVALES EN UNO

El año pasado, 2018, no os compartí mi disfraz de Carnaval. Lo cierto es que no me disfracé. Los acontecimientos en mi vida privada me tenían desanimado en gran medida. Por otra parte se imponía la autocensura por cuestiones también personales. Sin embargo, como Carnaval fue en febrero, cuando aún pasaba por La Panadería, una amiga y un par de amistades decidieron disfrazarme de sacerdote, de aquella manera, un tanto impostado al estilo esperpéntico de un Valle-Inclán o de alguna película española de humor de décadas atrás. Algo tan sencillo como aprovechar mi jersey negro de cuello alto con una servilleta de papel y una bufanda que era de la amiga que me hizo aquello. El disfraz no duró mucho tiempo, no duró poco, tampoco duró mucho. Lo suficiente para distender y alejarme en ese momento de las preocupaciones de aquel mes de febrero. Es bueno poder distender. Fue en cierto modo divertido. Viendo la foto, en cierto modo, me recuerda al sacerdote de la película de humor negro El día de la Bestia (Álex de la Iglesia, 1995), interpretado por Álex Angulo, aunque creo recordar que las bromas del momento giraban en torno al sacerdote interpretado por Albert Pla en Airbag (Juanma Bajo Ulloa, 1997), de un humor también bastante irreverente. Probablemente físicamente haya más un parecido con este, aunque en realidad pudiera ser físico y estilo combinado de los dos sacerdotes de esas películas. Bueno, aquello estuvo bien. Me sacaron momentáneamente en esa noche de una inhibición por los acontecimientos de mi vida privada.
 
Este año 2019 la situación es similar, aunque hayan habido algunos cambios. Es muy parecida. La cohibición sigue en muchos aspectos. Y es una cohibición indeseada y desagradable. Sin embargo, este año, aunque fuera de una manera mínima e imperceptible, sólo para que la captasen los que más me conocen, me disfrace de algo digamos sutil en cuanto a mi personalidad. Teniendo en cuenta que hace años que no sigo las competiciones ni equipos de fútbol me vestí de seguidor del Manchester United, de futbolero. Una amiga decidió combinar con mi disfraz poniéndose una camiseta de animadora, sólo que era roja, por lo que correspondería al Liverpool, el rival del Manchester United. Como sea, efectivamente lo captaron como disfraz muy pocas personas, las que saben que hace muchos años en mi vida que no sigo el fútbol. La camiseta está en mi fondo de armario desde hace mucho tiempo, no sé muy bien porqué, así que al menos la aproveché en esto. De todos modos, no fue la noche de Carnaval más gloriosa de Alcalá de Henares. Había poca gente y de esa poca gente, pocos grupos de personas disfrazadas. Casi todos los disfrazados eran adolescentes, a modo de hordas vikingas, personajes de videojuegos, el Zorro, mariquitas (insecto), etcétera. Hoy salí a desayunar y vi un niño vestido de miembro de banda de música al estilo siglo XIX. Quizá falta que los bares vuelvan a dar alicientes a la gente para que se dé al disfraz y la fiesta. Aunque bien es cierto que ayer hubo un partido de fútbol Real Madrid-Barcelona que pudo influir en que la gente se quedara viéndolo y al acabar directamente ya no desearan disfrazarse, sino simplemente salir o quedarse en casa. Ay, el fútbol... es tan social como insociable.

Fue una noche tranquila, algo apagada, de hecho, al menos para mí. Sigo en el rumbo de 2018. Saludos y que la cerveza os acompañe.

Otros disfraces:

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