sábado, febrero 26, 2022

NOTICIA 2119ª DESDE EL BAR: PIDO LA PAZ Y LA PALABRA

Ayer por la noche veía uno de los enésimos informativos que se dedican estos días a la invasión de la Federación Rusa a Ucrania. Entre los participantes he de decir que los comentarios más acertados y los análisis que me parecen más correctos fueron los de un antiguo Jefe del Estado Mayor de Defensa (JEMAD) y de Margallo, ex Ministro de Asuntos Exteriores español en la época del PP con Rajoy, todo lo demás era más visceral, paja mental y deseos desaforados. Tal vez ahora mismo España, de manera excepcional, debería nombrar a Margallo de nuevo Ministro de Exteriores, como alguien que aporte soluciones dentro de Europa, y no que simplemente siga lo que otros digan en Europa, que parece que es la postura actual del ministro que tenemos ahora mismo. Estoy en las totales antípodas ideológicas de Margallo, es algo bien sabido, ni por asomo soy del PP, ni por asomo conservador o de derechas, pero su visión de las cosas en estos momentos creo que se aproxima mucho a una visión pragmática que yo ya comentaba en mis círculos privados. Sería excepcional e histórico contar con un ministro de la oposición en el gobierno, pero no sería imposible. Pensemos además que en las Repúblicas ese hecho a veces ocurre cuando conviene. Ahora, creo, convendría. 

La visión de Margallo parte de una idea básica que vengo defendiendo en todas las situaciones desde siempre: hay que entender a todas las partes para poder afrontar las soluciones. Nos guste o no nos guste, compartamos o no compartamos con la otra parte. Dentro de eso hay que entender que buena parte de la Historia de Rusia se ha visto salpicada de invasiones desde Europa hacia ellos. Desde tiempos remotos donde los el Imperio Turco podía ser un peligro y asumieron ser herederos del Imperio Bizantino, hasta la Historia más actual. Napoleón, los franceses, con ayudas de Centroeuropa, decidió invadirles para no tener un enemigo poderoso en su Este, un enemigo con relaciones familiares entre los monarcas de Europa. El tiempo pasó y cuando Bismarck decidió unificar los Estados alemanes en la segunda mitad del siglo XIX y los austrohúngaros comprendieron que debían reforzar su unidad frente a la unificación alemana y la italiana, los rusos se sintieron amenazados, porque apuntaba como territorios suyos territorios que estaban dentro del Imperio Ruso. Hasta Japón les declaró la guerra en 1905 por un territorio. De esa manera llegó la Primera Guerra Mundial y los rusos se sintieron responsables de la defensa de los eslavos de Bosnia y como fichas de dominó comenzó la Primera Guerra Mundial en 1914 con invasión no muy afortunada de los austrohúngaros a Rusia, rodillo ruso incluido y revolución rusa en 1917. La reconstrucción de Europa implicó una reconstrucción de Polonia con territorios que cogía lugares de Alemania, de Rusia y de la antigua Austria-Hungría, pero es que la cosa es que tras el triunfo de la revolución rusa y al acabar la Primera Guerra Mundial en 1918, había una guerra civil entre los bolcheviques y los zaristas donde Europa occidental intervino en favor de los zaristas, aunque no con tropas. La política que se desarrolló posteriormente, aunque al final terminó en una alianza entre rusos y Occidente contra el fascismo, fue una política contra el comunismo focalizado en Rusia. Eso no quita todos los desmanes que como dictadura internacionalista hacían. Con la Segunda Guerra Mundial, y teniendo un pacto de no agresión con Alemania, Alemania les invadió en 1941. Lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial es muy conocido. Tras la guerra fue Churchill, primer ministro británico, quien señaló con el dedo a los rusos como enemigos y no olvidemos que fue occidente el primero en crear roces con los soviéticos, otra cosa es el relato posterior que se hizo. Eso no quiere decir que en la URSS fueran santos. La creación de la OTAN fue una alianza pensada contra el avance del comunismo internacional liderado por la URSS, el Pacto de Varsovia nació después como equivalente para defenderse de la OTAN. Tras 1991, con la caída de la URSS y el fin de la Guerra Fría, los rusos vieron suceder varias cosas que les dijeron que no sucederían, Alemania se unificó de nuevo, eso entraba dentro de lo aceptable para Rusia, pero con los años vio como la OTAN intervenía con bombardeos en la guerra de Bosnia-Herzegovina, como la Unión Europea se expandía por los países del antiguo Pacto de Varsovia y como George W. Bush pretendía poner un escudo antimisiles y tropas en Polonia, cosa que se paralizó por el 11 de septiembre de 2001, pero que no evitó el avance de la OTAN por países de Europa oriental, o que Donald Trump, ya en su gobierno de 2016-2020 dio vía libre para instalar aquel escudo antimisiles e incluso empezar a hablar de ampliar la OTAN ya no solo a los países del antiguo Pacto de Varsovia, sino a las Repúblicas que en el pasado fueron de la URSS y más allá, del Imperio Ruso. Aunque son Repúblicas independientes están muy enraizadas con la existencia y el pasado de Rusia y por lo habitual eran la garantía a los rusos de que los occidentales no volverían a invadirles, o al menos no de manera fácil. Biden, actual presidente de USA, es heredero de esa política de ampliación de la OTAN... mientras a la vez a la Unión Europea no se nos ha caído los anillos valorando la posibilidad de integrar a países de la antigua Yugoslavia como aquellos otros más cercanos a Rusia.

Los rusos tampoco se quedaron cortos, evidentemente, pero eso lo conocemos más desde este lado de Europa. Tras la Primera Guerra Mundial, y pese a su guerra civil inicial, la URSS no se quedó corta en querer hacerse con un trozo de Polonia. Si Hitler invadía el occidente polaco en 1939, Stalin lo hacía por oriente. Eso por no hablar de que en los años 1930 se había llegado a la conclusión de que la expansión de la revolución en Europa podía garantizar no tener potenciales enemigos en Europa, política de expansión a través de los partidos comunistas de cada nación que se paralizó cuando se entendió en plena guerra civil española que ante un posible ataque de los nazis alemanes necesitaría la alianza con las democracias occidentales, y para eso necesitaba garantizar que tuvieran la tranquilidad de que no se expandiría la revolución a esas democracias, en ese sentido, en 1938 la URSS retiró a las brigadas internacionales de España y la ayuda militar. Según avanzó la Segunda Guerra Mundial, según fueron liberando Europa oriental en su avance entre 1944 y 1945, fueron estableciendo gobiernos locales donde se celebraban elecciones, elecciones que siguieron en 1946, y dado lo sufrido con los nazis y que los libertadores eran los comunistas, socialmente los mejor posicionados para elegir la nueva forma de gobierno eran los comunistas locales, salvo en Polonia, que aunque se estableció un gobierno comunista, este no tenía los índices de apoyo tan altos como pudo haberlos en Hungría, Bulgaria, Rumanía, Checoslovaquia, etcétera. Se resistió Yugoslavia, cuyo comunismo estaba desvinculado de la URSS, Italia y Francia dudaron si acercarse al comunismo ruso, pero se distanciaron porque su liberación fue por parte occidental. El mayor problema surgió en Grecia, donde se inició de inmediato una guerra civil donde los partidarios de los gobiernos no comunistas recibieron apoyo militar de Estados Unidos y otros países occidentales, y donde la URSS intervino indirectamente. Entre medias se produjo asuntos como el puente aéreo de Berlín o la división de Alemania. Al final Occidente creó la OTAN, en Europa se creó una serie de alianzas que en el futuro sería la Unión Europea, Grecia y Turquía acabaron dentro de la OTAN, surgieron más problemas como el rearme nuclear, la guerra en Corea, el muro de Berlín, las diversas guerras en Israel, la crisis de los mísiles de Cuba como respuesta a que USA los estaba instalando en Turquía y en España, la carrera espacial, Vietnam, el terrorismo internacional, Afganistán, la guerra Irak-Irán, el asalto a Libia, el avión que sobrevoló espacio aéreo sin permiso y activó todos los protocolos de posible lanzamiento de cohetes, la caída del muro de Berlín en 1989, la Primera Guerra de Irak por Kuwait en 1990-1991, y ahí ya el final de la URSS. Y tras la URSS los rusos dieron independencia a sus repúblicas asociadas, por fuerza de los acontecimientos, mientras occidente garantizaba no expandirse por ellas. Mientras tanto estallaba las diversas guerras de la división de Yugoslavia y aunque Rusia dijo que intervendría si la OTAN bombardeaba, llegó 1995 y la OTAN bombardeó y no se hizo nada, no ocurrió nada porque aparte de que Rusia estaba débil, se sabía que había aún una lógica de fuerzas de la Guerra Fría. Y poco más o menos pasó en 1999 cuando los bombardeos en Kosovo o cuando Albania tuvo problemas.

Así que hay desconfianzas por parte de ambas partes. Puede que los aliados occidentales hayamos empezado a hablar con quien se supone no podíamos hablar, pero hay que recordar que los rusos han envenenado oponentes allá donde los encontraron, por ejemplo dentro de Reino Unido, sobrevolado con aviones militares el espacio aéreo de la Unión Europea sin permiso, atacado Chechenia (donde por cierto está uno de los orígenes del actual terrorismo islámico internacional), Azerbaján, envenenado al presidente de Georgia, desde 2014 interviniendo militarmente en Ucrania, a la que ha invadido del todo hace unos pocos días... y no olvidemos que ayer incluso se permitieron el lujo de amenazar a la OTAN y a la propia Unión Europea si Suecia y Finlandia entran en la OTAN, a la vez que sin tapujos dijo que su pretensión es que la OTAN se retiré de algunos países donde ya está. ¿Cuáles? Los del antiguo Pacto de Varsovia, que a la vez son parte de la Unión Europea, hablamos de Eslovaquia, República Checa, Polonia, Austria, Rumanía, Bulgaria, Hungría, Estonia, Letonia, Lituania, etcétera. Puede ser la típica narrativa de amenazas de la Guerra Fría para mantener un equilibrio mediante la tensión, pero dada la invasión a Ucrania, puede que realmente no sea eso, que esté amenazando a Europa como hizo Hitler antes de invadir Polonia cuando años antes invadió el Sarre, Checoslovaquia, intervención en España, etcétera. 

La visión de Margallo es reconfigurar el mapa de seguridad europeo sentándose todas las partes europeas para garantizar Estados neutrales entre uno y otro lugar, entre Occidente y Rusia, o en otras palabras: Estados tapón al modo de los llamados No Alineado de la Guerra Fría, como fueron Cuba tras la crisis de los mísiles, India, Finlandia y otros. Parece una idea sensata, pero con una guerra por invasión en Ucrania parece difícil esa solución, Rusia se podría sentir con tanta fuerza como Hitler cuando invadía Europa y Chamberlain, primer ministro británico fue a hablar con él de paz y Hitler le dijo que sí mientras a la vez planeaba ya la invasión de Polonia y el triunfo de Franco en España. La solución de los Estados neutrales, que es la que se planteó en los años 1990, parece una solución de paz posible... siempre que Putin quiera eso también. La cuestión es, ¿Putin quiere eso o quiere más? Cuando alguien quiere un conflicto, por mucho que tú lo trates de evitar, el conflicto existe. 

Además Rusia se siente en posición de poder hacerlo. La contención que tuvieron en los años 1990 no se debió solo a la debilidad por la disolución de la URSS, ni tampoco solo porque Yeltsin, con toda su alcoholemia, era un líder ruso que quería para Rusia una democracia a la occidental pero conservando algunos tintes propiamente rusos. Quizá el error en aquellos años fue no disolver la OTAN en ese momento como sí se disolvió el Pacto de Varsovia. Cuando Putin llegó al poder, se encontró con que la OTAN seguía existiendo y apuntando con el dedo a Rusia. Putin, ultranacionalista, tenía en mente la unidad de los antiguos miembros de la URSS aunque fuera creando alianzas al estilo UE y más allá. El problema es que no terminaba de cuajar y de ahí sus intervenciones de todo tipo en sus antiguas Repúblicas. Quizá, antes de que llegara Putin al poder, se podría haber hablado de integrar a Rusia en unas mismas condiciones ventajosas en Europa, como el resto de países, a fin de cuentas, Rusia es parte de Europa. Pero a estas alturas Putin habla de Eurasia, y no solo de Europa, sus ambiciones son amplias. 

La política de George W. Bush de un escudo antimisiles en el Este de Europa era una provocación y casi un atentado contra la paz en Europa. Sin embargo, los atentados de 2001 provocaron el siguiente paso que nos lleva a la situación actual. La OTAN, muy desnortada sobre su sentido de seguir existiendo, recobró sentido de ser ahora como organización para garantizar la seguridad y la paz frente a los gobiernos más problemáticos y al terrorismo. Si esa era la reorientación de la OTAN, ¿por qué no empezar a atraer a Rusia para que sea parte? Quizá porque la OTAN es un juguete de USA y no quiere compartir su posesión. También es verdad que sería complicado, pues la OTAN es visto por los rusos como algo ofensivo para ellos, sería difícil crear un cambio de percepción. No se hizo y en su lugar Trump volvió a lo del escudo antimisiles.

Sea como sea la OTAN actuó bélicamente contra Afganistán en 2001 para acabar con los talibanes y el terrorismo islámico, enemigos tanto de los occidentales como de Rusia y hasta de China. Aquello no fue estorbo para Rusia. Ahora bien, la guerra contraria a la legislación internacional que inició Estados Unidos, Reino Unido y España en 2003 en Irak, creó el precedente de las guerras unilaterales al margen de la ONU. Israel fue el primero en tomar nota de hacer lo propio en ese sentido, pero no fueron los únicos. Rusia también pensó que si USA lo podía hacer y la ONU no hacía nada, ellos lo podían hacer en varios territorios, y lo hicieron, y hasta Marruecos en Sahara. Cuando en 2014 surge en Ucrania la guerra civil independentista y de tintes ultraderechistas, ahí estaba Rusia en apoyo de los prorrusos y con idea de hacerse con Crimea como salida al Mar Negro y a través de él al Mediterráneo.

El siguiente paso nos lleva a la Primavera Árabe de 2011 y en consecuencia a la guerra civil que se abrió en Siria y que dio como combatientes a los monárquicos casi dictatoriales frente a los que querían democracia, frente a los kurdos (los más proclives a un Estado democrático con garantías, eternos aliados de occidente), los turcos y el surgimiento de lo que se llamó el Califato del ISIS. La guerra fue larga. Continúa, pero cuando el ISIS estaba siendo diezmada, fue Trump quien decidió irse, abandonar a su suerte a los kurdos, también a los que querían democracia, y fueron rusos y turcos quienes fueron en ayuda de los monárquicos. Aquello fue un primer síntoma para los rusos de que los estadounidenses tenían abierto un frente de desgaste bélico, de debilidad. Cosa que no ocurrió ni con Vietnam. En Vietnam la ida fue por derrota, también en Camboya, pero en Siria se iban porque sí. Cuando llegó Biden al gobierno en 2020 ocurrió exactamente lo mismo en 2021 en Afganistán, con la cosa de que allí los talibanes se hicieron de nuevo con el gobierno. China ya dijo en aquel momento a Taiwan lo peligroso que era confiar en Estados Unidos si se les tomaba por aliados, a modo de amenaza ante una posible intervención. Rusia debió pensar lo mismo.

Hay un problema planteado, en dos guerras muy importantes e internacionales se ha enviado la señal de que Occidente ya no está en condiciones de defenderse y que incluso sus intereses terminan defraudados. Y de 2021 a 2022: Ucrania, el asunto pospuesto desde 2014.

La amenaza está ahí. ¿Se quedará todo en conflicto localizado en Ucrania, como pasó en Corea, Vietnam, Israel-Palestina o Afganistán? ¿Tendrá la lógica de la Guerra Fría basada en demostraciones de fuerza? Si esto fuera así, hay dos guerras donde Occidente ha terminado demostrando no tener fuerza. ¿En qué se quedará la advertencia de Putin sobre su aspiración a que no haya nadie de la OTAN en todo el antiguo territorio del Pacto de Varsovia y los No Alineados? 

Tenemos un problema inusitado, pero sin duda es la configuración del siglo XXI, que cada vez más va cobrando su propia esencia de ser. En unos tiempos donde nuestro mayor esfuerzo conjunto de todos los países debería ser contra el cambio climático y la mejora medioambiental, volvemos a lógicas del siglo XX con un tamiz del siglo XXI. 

Yo soy partidario de la paz y de lo pragmático. Es difícil ser Chamberlain, ni Chamberlain pudo ser Chamberlain. A veces, como dijo un político español sobre la guerra civil, no fue posible la paz, pero como dijo un poeta español: pido la paz y la palabra.

 Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, febrero 21, 2022

NOTICIA 2118ª DESDE EL BAR: MONOTEMA

Llevo una semana con un nuevo trabajo de archivo. En realidad estoy realizando el final de un proyecto que ya trabajé anteriormente. Mismo trabajo, pero en dos proyectos diferentes. Y sí, es un trabajo temporal de nuevo. De un mes, y ya va esa primera semana trabajada. Así que ya veis, a pesar de la reforma laboral, sí, aún se hacen contratos temporales. Ya veremos después del 30 de marzo si cómo se plantearán los contratos futuros. La cosa es que en este proyecto me he reencontrado con compañeras y compañeros con los que ya estuve en el pasado, solo que ellos están con otras empresas y otro proyecto en el mismo archivo que nos toca en esta ocasión. Hablamos entre nosotros y sé que ellos están ahora con otra empresa en la que yo también estuve, en este mundillo todos vamos circulando por los mismos sitios, más o menos. Me han contado que a ellos les han pasado sus contratos temporales a fijos, porque les habían contratado varis veces seguidas. Me ha hecho pensar si eso no complica más las cosas. Me explico. Me alegro por ellos, pero, si esas empresas recurrentes ya han apostado por hacer fijos a estos compañeros, usarán de ellos en próximos proyectos que ganen, supongo, por lo que, supongo, es difícil que necesiten contratar a otros trabajadores, al resto de archiveros que vamos circulando de proyecto e proyecto y de empresa en empresa como temporales. Cuando se acabe el actual proyecto en el que estoy me pregunto cómo será el resto de mi año laboral. 

Entre tanto la televisión se ceba en su monotema informativo. Antes era todo el día la Covid-19, por tiempo luego fue el volcán de La Palma, ahora las batallas intestinas del PP. Es curioso como han cambiado los telediarios desde 2020, ahora parecen monográficos, y sin embargo a mí me interesan muchas más cosas que los monotemas. 

En fin, escribo alguna cosa suelta, me centro en el trabajo actual, pero lo cierto es que parte de mis pensamientos estos días son en torno a cuál será mi futuro laboral. Y poco más puedo contaros por hoy. Ya sé, no he sido ameno, no es un tema de interés, es un tema personal. Y sin embargo lo personal tengo la impresión que es lo más actual que está ocurriendo en la calle ahora mismo, no solo lo monotemático de las televisiones. Bueno, otro día os escribo otra cosa que pueda interesaros más. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, febrero 14, 2022

NOTICIA 2117ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2010-2014 (adulto, primera mitad de treintañero, 5 de 5, último)

Llegamos al final de esta parte del serial. En 2014 yo cumplía 35. Iba del desempleo a contratos breves de archivo, otros trabajos, recitales de poesía... Seguía las reivindicaciones, pero ya se estaba configurando lo que iba a ser Podemos, que se formalizaría en 2015, y ahí hubo desmovilización porque la gente lo encauzó al voto. Yo no participé de su creación. No hice el 15M para hacer partidos políticos. La creación era legítima y no negaré que para algunas cosas, útil, pero yo estaba en otra cosa. De hecho, hacía un programa de radio.

2014: 35 años.
Leí 40 libros, de los cuales 3 eran novelas gráficas, y no incluyo numerosos artículos profesionales de Historia principalemente escritos sobre Alcalá de Henares, la Primera Guerra Mundial y sobre el cómic.

De los delitos y las penas (Cesare B. Beccaria, 1764): Lo empecé en 2013 y lo terminé en 2014. Fue escrito en 1764, pero dados los acontecimientos que afectaron a España en 2013, en cuanto a los presos que mandó liberar el Tribunal de los Derechos Humanos de la Unión Europea, está claro que mucha gente no conoce su contenido. Beccaria, abogado italiano, habló contra la pena de muerte, contra la tortura, contra lo aleatorio de la justicia, contra las condenas injustas, contra las condenas excesivas, contra las condenas por un mismo crimen, contra las pasiones a la hora de sentenciar o de hacer cumplir su condena un reo, sobre el carácter reintegrador de la justicia y no sobre el carácter punitivo, sobre el imperio de la ley natural basada en provecho para la sociedad y no en criterios religiosos o políticos, en resumen, habló de la necesidad no sólo de reformar la ley sino de reformar su concepción y de hacerla comprender a los ciudadanos en su funcionamiento. Habló de humanizar la justicia en la búsqueda de que toda persona llegue a convivir en sociedad y con la intención de, a la vez, disminuir los crímenes. Pero hizo además unas duras críticas al sistema de justicia en todos sus niveles y protagonistas, como uno de los problemas que no evitan los crímenes sino que los retroalimentan con sus actos y decisiones. En breve, en España estalló el motín de Esquilache en 1767, y después la Revolución Americana, la Francesa y la Haitiana. El mundo comprendió sus ideas y las intentó aplicar, aunque con tiras y aflojas entre izquierda y derecha política. En España el libro fue censurado o publicado con "peros" hasta bien entrado el siglo XIX. En el siglo XX el partido fascista italiano manipuló el texto para justificar la pena de muerte, todo lo contrario de lo que defendió en su día Beccaria. Hoy día es un libro muy recomendable para comprender porqué la justicia ha de ser como es, guste o no guste a determinadas partes de la sociedad, sean estas mayoritarias o minoritarias. Incluso en 2022 sigue estando más que vigente y debería ser conocido. Es parte de un sistema democrático y con garantías judiciales. Recuerdo que en 2014 ocurrieron más cosas polémicas en decisiones judiciales, hablé de este libro a mucha gente para razonar con ella. Entre esa gente había gente de acuerdo o que lo entendían, y entre ellos gente que después formó Podemos o Somos Alcalá en Alcalá de Henares en 2015 y me dijeron que debía hablar de esto a la gente en general, pero yo no estaba en formar partido alguno. No me metí en el 15M para formar ningún partido. Lo mío es otra cosa. 

Federico García Lorca. Obras completas (Federico García Lorca, 1957): Seguía con la lectura de este libro, ya comentado en la anterior entrega, Noticia 2116ª. No lo terminé, lo haría en 2015, porque leía los libros que contenía con espacio de tiempo entre ellos, para poder darme algo de aire a mí mismo con otras lecturas. Varios de los libros ya los había leído o bien los leería más tarde en ediciones actuales. Como sea, con este libro me acuerdo que una tarde traté de explicar como se podía interpretar la poesía o entender algunas metáforas de Lorca a María Gómez. Era un preludio de lo que fue un recital especial de Lorca que hice tras leer toda su poesía, a modo didáctico en la tetería Güaima y donde estuvo la que sería dueña de El Laboratorio, a punto de crearse, Zia Mei, a la que conocí en ese momento. Años más tarde me invitaron a otro homenaje de Lorca, este realizado por el ayuntamiento en 2018 ó 2019, y me decanté por hacer algo parecido pero con tres poemas. Me resultaba interesante la idea de hacer comprensible Lorca a la gente que le era más difícil. Enseñar también que no hay interpretaciones únicas, aunque hay una dirección del poeta. A lo largo del año, con este libro, leí veinte libros, los siguientes: Poema del cante jondo (1921, el cual ya había leído, como señalé y comenté en una entrega anterior de este serial, es uno de los poemarios más perfectos de Lorca), Primeras canciones (1921), Canciones (1921), Romancero gitano (1928, que ya leí y destaqué en 1995, como dije en la entrega correspondiente de este serial, aquí aprecié y contrasté los efectos de la censura en uno y otro ejemplar), Poeta en New York (1930, uno de los más complejos, tenía un ejemplar actual y también comprobé en él los estragos de los cortes de la censura), Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935, cuyo original vi más tarde en una exposición temporal de la Residencia de Estudiantes y donde descubrí que se lo había autopublicado el poeta), Seis poemas galegos (1935, me sorprendió un Lorca escribiendo en gallego), Diván del tamarit (1940, se publicó póstumo y apunta la dirección que iba tomando su poesía que cada vez producía menos en favor del teatro), Poemas sueltos, Cantares populares (hay que tener en cuenta que actualmente algunos de los poemas que aparecían en este obras completas se agruparon luego en obras como Sonetos del amor oscuro, del mismo que aparecieron con posterioridad a 1957 otras obras de Lorca o se levantó la censura), El maleficio de la mariposa (1920, obra experimental que no fue un éxito en su día), Los títeres de cachiporra (1922, una obra infantil para un teatro normalmente infravalorado y que él revalorizó), Mariana Pineda (1927), Teatro breve, La zapatera prodigiosa (1930, que ya leí en los años 1990 y que comenté en su día), Retablillo de don Cristóbal (1930), Así que pasen cinco años (1931), El público (1931, la obra más mutilada por la censura), Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933) y Bodas de sangre (1933, que me pareció aquel año lo mejor que había leído de él en teatro). 

The bus (Paul Kirchner, 1987): Lo leí a través de Internet. Era un cómic corto de humor al estilo de las historietas cortas que se publicaban en los periódicos, más en los anglosajones que en los españoles, que fueron abandonando estas tiras cómicas en favor de las viñetas sueltas. Me pareció inteligente y gracioso. 

A través de la metralla (Armand Guerra, 2006): Me prestó el libro Julián Vadillo. De hecho, tras leerlo hice una colaboración escribiendo sobre él en Fraternidad universal que luego reprodujo la Aurora intermitente. Se trata de la biografía de este cineasta anarquista que realizó la primera película con un desnudo integral, Carne de fieras (1936), la cual sufrió la coincidencia de ser rodada justo cuando estalló la guerra, por lo que en algunas secuencias salen militares y milicianos reales que Armand supo integrar como si fuera parte de la historia y no hubiera guerra. Tiene en su haber también el rodaje de escenas del sitio del alcázar de Toledo la cuales perdió en una retirada precipitada y peligrosa, aquellas imágenes fueron capturadas e incautadas por las tropas de Franco y se usaron para un documental sobre el triunfo de Franco para recuperar el alcázar. Como sea, también es destacado en el primer cine mudo, incluso rodó en Alcalá de Henares. Me era una historia bastante inédita para mí, pero me gustó conocerla y le di mucha difusión. Me hice con una copia de la película e incluso compré una caja de DVD con todo el cine que rodó la CNT durante la guerra civil. Tiene peculiaridades muy interesantes que han sido poco o nada reivindicadas por la propia academia del cine español. Es muy desconocido, pero es muy significativo sobre todo en torno a romper varios de los tópicos del anarcosindicalismo y su papel en retaguardia, así como descubrir a través del cine cual era su visión de una sociedad diferente. Descubrimos su admiración por el cine de Hollywood, usan recursos de él y hasta pequeñas referencias.

Europa, una tarea inacabada (Antonio Sánchez-Gijón, 1975): Era un libro que compré en Domiduca, creo recordar. Se trataba de un ensayo escrito en España en el último año de la dictadura de Franco sobre la Comunidad Económica Europea (CEE), posterior Unión Europea. España en esos momentos había intentado ingresar varias veces, pero su propio carácter de dictadura, especialmente su origen fascista y con ayuda de Hitler y Mussolini, lo impedía. Muchos tecnócratas y empresarios veían necesario entrar por cuestiones económicas que lograran la supervivencia de España en una Europa que al romper sus barreras fiscales entre los miembros de la CEE hacía que las importaciones fueran altamente caras y las exportaciones muy difíciles de hacer, por lo que la economía se hundía y más con la crisis del petróleo de 1973. El libro analizaba la creación de la CEE y su funcionamiento, pero razonaba sus propios problemas al no incluir algunos países de la Europa occidental, no solo faltaba España, también Portugal, Grecia y algún otro. Como sea, pese a ser testimonio de aquel momento, el análisis en sus líneas generales es útil y vigente incluso para hoy día, donde algunos de sus puntos de vista se han cumplido para Reino Unido tras el Brexit de 2020. Yo quería conocer más técnicamente de estas cosas y completar así mis reflexiones como historiador y como ciudadano.

Cuatro relatos cortos (Alberto Cerezo, 2014): Alberto Cerezo es un autor que conozco y bien. Junto a otro amigo hicimos la revista La botella vacía. Además dimos recitales juntos en la década del 2000. Es un poeta contracultural, pero también hace relatos al estilo Bukowski. Por Internet me pidió un libro de poesía mío para leer y le pasé uno. Él me pasó este suyo. Yo ya he leído poemas suyos. Siempre me parece un autor muy recomendable. Esta compilación me pareció otra de sus genialidades. Al leerlo pensé que yo en esos momentos estaba escribiendo otras cosas, pero él seguía totalmente cómodo y fresco en este estilo. Son épocas, supongo. 

Ireland, a history (Robert Kee, 1984): Creo que el libro estaba actualizado en algún momento de la década de 1990, porque contenía algún dato posterior a 1984. Me lo mandó una amiga que en esos momentos vivía en Irlanda, Isabel Vique, con quien mantengo frecuente correspondencia. Ella sabía que había leído Frankenstein y que trataba de mejorar mi inglés por mí mismo. Con total sorpresa para mí me mandó este libro por correo. Lo había buscado en librerías e incluso pidió consejo a un librero sobre un libro con la Historia de Irlanda para alguien que estaba aprendiendo inglés. Le recomendó este, que es un libro de Historia tal cual, y aprendí nuevo vocabulario. Me gustó tanto el detalle como el leerlo. Trataba de mirar el diccionario lo necesario, para poder avanzar y captar el lenguaje por sí. La Historia de Irlanda no me era desconocida, pero era la primera vez que leía de ella desde la perspectiva de un irlandés. La cosa es que este libro era mayoritariamente de la época contemporánea, y más allá, del siglo XX. Así pues tenía una gran cantidad de información sobre la independencia de Irlanda, la fundación del IRA y otros grupos, y todo el conflicto del Ulster, así como el proceso de paz de los años 1990 y las divisiones políticas entre partidos irlandeses. En cierto modo empalmaba con mis conocimientos de otro proceso que yo había trabajado, el de ETA, y en esos años ayudaba a crear en mí asociaciones comparativas que me dieron perspectivas más amplias para explicar la Historia actual tanto de Irlanda, como de España, como de los convulsos nacionalismos europeos de después de la Segunda Guerra Mundial.

Poems (Wilfred Owen, 1915-1918): Lo leí por Internet. El periódico Diagonal preparaba un especial sobre los cien años del comienzo de la Primera Guerra Mundial y me encargó por medio de Vadillo un reportaje sobre la literatura en esa guerra. Sí comencé una serie de lecturas y búsquedas y esta fue la primera. Owen era un oficial británico que sufrió neurosis de guerra en 1915 y fue enviado a un hospital donde conoció a otro oficial que era poeta. Le enseñó formas de refinar el estilo literario y así comienza la obra poética de Owen. Volvió al frente pero en 1917 tuvo que volver a otro hospital militar convaleciente. Allí conoció a otro militar herido del que se enamoró, descubriendo en él su homosexualidad. Sus poemas son pacifistas, pero al estar escritos dentro del contexto de su experiencia bélica fueron tomados por sus superiores como fomentadores de la moral militar, por lo que los publicaron en revistas del ejército. Para mí fue un descubrimiento. Lo leí en inglés porque no le encontré en español y de paso seguía ejercitando el idioma.

El movimiento obrero en Alcalá de Henares (1868-1939) (Julián Vadillo, 2014): Escribí de él ampliamente en Las notas de los cíclopes libreros. Lo destaqué en los libros que leí en 2014, en la Noticia 1426ª. También habló mucho de este libro en esta misma bitácora el mismo autor, en una entrevista que le hice el 20 de mayo, publicada en la Noticia 1345ª. Es verdad que ambos nos conocemos desde los tiempos del bachillerato, en la primera mitad y la mitad de la década de los años 1990, y que incluso he ayudado y colaborado en investigaciones suyas, pero también es verdad que este libro es toda una primicia y una innovación con datos nuevos sobre la Historia de Alcalá de Henares en ese momento crucial en el que se desarrolló una España moderna truncada por la dictadura de Franco, la cual nos iba a provocar una gran diferencia social, económica y política con el resto de Europa. El libro más avanzado de una Historia general de Alcalá de Henares hasta la fecha, y estamos en 2015, quizá sea el que escribió Esteban Azaña en 1883, Historia de Alcalá de Henares. A partir de esa fecha es verdad que se han escrito varios libros más de temática histórica alcalaína, pero siempre de una manera parcelada e incluso en exceso específica en algunos temas. Con la reapertura de la Universidad de Alcalá de Henares en 1977, y sobre todo con la reapertura de su editorial, y con la existencia de la desaparecida Fundación Colegio del Rey, se avanzó mucho en este tipo de obras. Actualmente también gracias a los encuentros de Historiadores del Valle del Henares y los Anales Complutenses, pero seguía y sigue sin existir libros de Historia general de la ciudad con las técnicas actuales y científicas de historiadores, como lo que hizo, sin ser exactamente eso y aproximándose a la crónica, Esteban Azaña en 1883. Los dos libros que más se han aproximado a hacerlo, pero completando el lapso de tiempo de los siglo XVIII al XX, hasta 1939, serían este citado de Julián Vadillo y otro llamado La ciudad oculta: Alcalá de Henares 1753-1868, el nacimiento de la ciudad burguesa (2003), de tres autores diferentes a la vez, el principal es Gutmaro Gómez Bravo, libro del que he leído muchos de sus capítulos este año. Es cierto que existen libros muy a tener en cuenta como el de Pilar Lledó sobre la guerra civil en esta ciudad, y que desde hace unos años se han puesto de moda los libros recopilatorios de fotografías antiguas de Alcalá sin explicaciones, ni análisis, ni trabajo profesional de Historia alguno, por mucho valor documental (que no artístico salvo algunos casos, ni pecuniario, por mucho que insistan los libreros, pues ese valor lo tendrán las fotografías originales, pero no las reproducciones en los ejemplares de los libros). Es el libro de El movimiento obrero en Alcalá de Henares (1868-1939) el que nos arroja muchas luces de la Historia general de la ciudad, junto al de Gutmaro, en la Historia Contemporánea complutense. Nos falta un trabajo que analice la dictadura de Franco, la Transición y la actual monarquía parlamentaria. Ese campo no se ha pisado. Hay demasiadas personas no muy afables, y algunas con cargos o actividades muy conocidas en la ciudad, que están vivas, o están vivos sus descendientes y herederos, pendientes de que no se diga, de que no se vea, de que no se sepa, de que no se descubra. Como si en Alcalá todo hubiera sido un paraíso terrenal donde todos eran buenos. Y no se trata de buenos o malos, sino de Historia. No voy a entrar en esto. El libro destacado me parece que es uno de los hitos historiográficos de la historiografía de Alcalá de Henares y tenemos la fortuna de haber vivido su creación y su presentación. Y lo es por cubrir con datos que habían caído en el olvido en archivos lejanos la Historia social alcalaína en un periodo donde se gestaban ideales de democracia, por cubrir científicamente parte de la Edad Contemporánea aún sin historiar en la ciudad. Se trata de la tesis doctoral de Julián Vadillo, que, caso único, comenzó a trabajarla no en la Universidad, sino desde el bachillerato, siendo adolescente. Yo que le conozco y que le conocí entonces, doy fe de ello. Él ya habló mucho de su tesis en aquella entrevista y remito a ella. El libro contiene muchas cosas importantes y destacadas que debiéramos conocer. Pero el libro también es un ejemplo de cómo es la nueva tendencia historiográfica de los nuevos historiadores, un compendio que trata de comprender el mundo desde lo multidisciplinar. Dando voz a todos y a todo. Quizá, única pega a resolver en una segunda edición, se debe repasar alguna frase donde desapareció algún artículo o alguna letra, y se debe mejorar la calidad de la cubierta, no por su diseño, sino por su material. Este es, para mi gusto, el mejor libro escrito por Julián Vadillo hasta la fecha. Tiene dos años menos que yo, así que se puede esperar mucho de él en el futuro si siendo joven es capaz de historiar tan concienzudamente.

Adiós a las armas (Ernest Hemingway, 1929): Fue el otro libro destacado de mis lecturas de 2014 en la Noticia 1345ª. La primera vez que leí a Hemingway fue con 18 años, en 1997, ya lo conté entonces, con ¿Por quién doblan las campanas? En todo caso, ya sabéis que podéis seguir mis selecciones y la cantidad de libros que he leído a lo largo de toda mi vida a través de Libros que leí. Adiós a las armas lo leí con motivo del encargo que me hizo el periódico Diagonal para el suplemento especial que publicaron en verano. Leí muchas novelas y poemas que se escribieron en aquella época y posteriormente por escritores famosos que combatieron en esa contienda. El artículo fue publicado parcialmente (por problemas de espacio) en Diagonal, de manera íntegra se puede leer en esta bitácora en la Noticia 1373ª, "El día que las balas fusilaron a las palabras". Esta novela fue la tercera de Hemingway, aunque ya tenía varios relatos largos y varias obras de teatro. La escribió en 1929. Él había sido camillero de la Cruz Roja y periodista en el ejército italiano, aunque era estadounidense. La novela es una historia de ficción de unos personajes que mezclan y confunden muchas de sus vivencias con las vivencias personales reales del autor. Como ya hablé de ella en el artículo citado, diré que leerla me supuso un no querer despegarme del libro, o mejor dicho, del ordenador, pues yo no la tenía en mis estanterías y llené el cupo de libros a sacar en la biblioteca pública con otros títulos de misma temática escritos por Hasek, Jünger y Erich María Remarque. Me la pasaron en un archivo informático y la he leído de ese modo. Prefiero el libro de papel, pero en esta ocasión hay que reconocer que fue de esta otra manera, con el inconveniente de las baterías y su recarga o de tener la vista pegada a una pantalla más tiempo del que uno quisiera. Sin embargo, con esta lectura todo eso no me incomodó demasiado. Hemingway supo combinar aquí el relato bélico con el relato romántico, aunque con austero y seco realismo violento. Es verdad que su vivencia de la guerra es desde su posición como oficial de la Cruz Roja, lo que lo suaviza todo mucho, pero el final del libro describe el desmoronamiento de un frente de combate de la manera más patética y asfixiante que he leído.

Los surcos del azar (Paco Roca, 2013): Fue un regalo de cumpleaños de dos de mis más antiguos amigos, me lo leí y me gustó mucho. Ya hablé de él largo y tendido en la Noticia 1358ª, comparándolo con El arte de volar, de Altarriba y Kim. Aunque me gustó mucho, me parecía un tanto tramposo vender el cómic como recuperación de la memoria histórica cuando todo lo que contaba como algo novedoso hace muchos años que lo hemos contado los historiadores. Es verdad, reconozco que Los surcos del azar es más atractivo de leer que otros libros o que escuchar a un historiador, aunque depende del historiador, pero una cosa es el cómic, otra cosa es la Historia y otra cosa es que comerciantes y lectores aficionados le quieran vender una moto que es una bicicleta a un historiador. Es muy recomendable. Tiene buen guión, está bien documentado, está bien guionizado, está bien dibujado y tiene un sentido artístico de la composición extraordinario. Y sí, mucha gente ha conocido esta parte de la Historia a través de estre cómic. Es buen cómic, por supuesto, y está bien documentado. Es un cómic biográfico que recrea además el episodio de los españoles que liberaron París en la Segunda Guerra Mundial, mayoritariamente anarquistas exiliados al mando de Lecrec, pero está ficcionado para que la historia pueda fluir como lo que es, un cómic que también se puede entender como aventura bélica o como aventura vital de un combatiente. En todo caso, es muy destacable y recomendable y es uno de los mejores cómic editados en España.

Sin novedad en el frente (Erich María Remarque, 1929): Otro de los libros que leí para el reportaje de la Primera Guerra Mundial y la literatura. Este me lo prestó Vadillo. Remarque, escritor de la generación perdida, fue reclutado para combatir. Era alemán. Profesó el anarquismo, pero en estos años de guerra ejerció de soldado raso, tras la guerra fue la carrera de escritor lo que le hizo superar lo vivido. En este libro, escrito a modo de novela bélica, cuenta sus experiencias, es muy autobiográfico, y también cuenta sus reflexiones. Es un libro muy crudo y muy violento, pero también es muy crítico tanto con el sistema educativo alemán que alentó a los jóvenes a combatir, como con el nacionalismo alemán y las razones de la guerra y como usaron a la gente en los frentes de combate. Narra todo tipo de horrores sin dejar detalles sueltos. Es un libro claramente contrario a la guerra desde la experiencia de haberla protagonizado. Funciona como novela, ya digo. Todas estas lecturas que hacía me servían a la vez para inspirarme y documentarme también para una serie de relatos de ficción míos que fui publicando hasta que terminaron formando mi primer libro publicado, Relatos de la Gran Guerra, el más vendido de todos los que he publicado hasta la fecha. El libro de Remarque tiene mucha influencia en mí en esa obra mía.  

Las aventuras del valeroso soldado Svejk (Jaroslav Hasek, 1921): En este caso el autor era polaco y está considerado uno de los clásicos de la literatura polaca del siglo XX, de hecho ese libro lo equiparan a un Don Quijote de la Mancha para los polacos. En esete caso Hasek combatió en la Primera Guerra Mundial en los dos bandos. Es un caso peculiar. En ambos bandos consideraba ridículo la jerarquía y las normas militares. Solía no ser muy disciplinado, siempre con sentido del humor, por lo que hubo quien se planteó si mentalmente era una persona capaz. Lo cierto es que lo era y mucho. Con la guerra y por lo que vivió se hizo anarquista y pacifista, pero murió joven con esta extensa novela inacabada, aunque tan completa que se la puede leer como si estuviera acabada. Es una aventura de ficción, pero recoge numerosos paralelismos con vivencias del propio autor. Es una sátira del absurdo de la vida militar y de la guerra. Casi sigue las películas de humor de Chaplin en algún pasaje. Lo leí en un ejemplar de las bibliotecas públicas de Alcalá de Henares. A veces es un poco repetitivo, pero era otro punto de vista más de aquella guerra.

Tempestades de acero (Ernst Jünger, 1920): Este filósofo y escritor alemán llegó a ser oficial, pues también ejerció la carrera militar. De hecho combatió en las dos guerras mundiales, en la Segunda estuvo en la ocupación de París cuando se recibieron la orden incumplida de destruirla a causa del avance aliado. Jungüer no era nazi, aunque aquella participación le ha puesto bajo sospecha alguna vez. En todo caso a mí me interesaba sus libros sobre la Primera Guerra Mundial. Eran dos novelas que igualmente recogían mucho de su autobiografía en esas guerras. Aunque parezca extraño, también eran alegatos pacifistas, denunciando la guerra. Jungüer sea alistó por su propio pie, aunque denuncia también a la educación alemana para convencer a los jóvenes sin darles demasiadas explicaciones. Es otro libro muy crudo y muy explícito. Lo leí de la biblioteca.

El estallido de la guerra de 1914 (Ernst Jünger, 1920?): Es un relato reflexivo más breve. Es también muy crudo, pero aquí Jünger hace análisis desde la paz y la derrota de después de la guerra. Ayuda a comprender más la reflexión abierta entre los alemanes tras el trauma de una guerra atroz que perdieron y de la que nacerán ideologías que llevarán a otra guerra más. En este caso Jünger también era militar, así que queda abierto un análisis más allá del filósofo que era. Lo leí en el mismo volumen que la anterior novela.

Historia de Alcalá de Henares (Esteban Azaña, 1882-1883): Es la Historia general de Alcalá de Henares más moderna, aunque parezca mentira. Últimamente se han sacado libros de Historia mucho más documentados y actualizados de diversos aspectos de la Historia local o de épocas concretas de Alcalá, pero una Historia general probablemente este es el más reciente, y ya han pasado unos ciento cuarenta años. Más bien era una crónica, que no es lo mismo que Historia. Esteban Azaña, padre del político y escritor Manuel Azaña, fue alcalde de la ciudad y responsable de la estatua de Cervantes de la Plaza de Cervantes. Falta una labor de actualización en este sentido, que por otra parte tiene personas que lo reclaman. El libro fue reeditado en la década de 1980 en tapa blanda y uniendo en un solo volumen sus dos volúmenes originales. Contenía fotografías de lugares emblemáticos tal como estaban en el momento de esa reedición. En 2006 lo volvieron a reeditar sin esas fotos y en tapa dura. Mi padre tenía el primero, a mí me regalaron el segundo en un encuentro de historiadores del valle del Henares. Lo leí completo a lo largo del verano, aunque en el pasado lo había consultado en algunas ocasiones. Como a veces hago de guía por la ciudad para algunas amistades que me lo piden para sus amigos o familiares, este año coincidió con un par y di algún dato de este libro.

Diario de un patriota complutense en la Guerra de la Independencia, con un prólogo y notas (Juan Domingo Palomar, 1894): En aquel encuentro de historiadores del valle del Henares también me dieron un fac-simil de este libro. Escribí de él en Las notas de los cíclopes libreros. Se trata de un diario personal que alguien escribió durante la Guerra de Independencia entre 1808 y 1814. El documento era anónimo, aunque contenía unas siglas. Por esas siglas y por le lugar donde se encontró se asoció que el autor era Juan Domingo Palomar, un hombre que estuvo relacionado con el ayuntamiento de la época. El libro se publicó en 1894, y se reeditó fac-símil en dos ocasiones décadas después, una de ellas en 2006, que es la que yo tengo. Me pareció un documento muy interesante y muy importante para rellenar esa parte de la Historia de Alcalá. Una amistad me pidió hace tiempo que le asesorara sobre esta guerra en Alcalá, quería hacer un cómic o relato que al final no se hizo, pero sí le hice una introducción sobre el siglo XIX. Lo completé para mí con esta lectura. El texto está inédito, pero es para mi uso particular.

Meditaciones metafísicas (René Descartes, 1641): Numerosas veces había leído textos de este libro y lo había analizado tanto en el Bachillerato como en la Universidad, posteriormente también, pero esta vez era la primera que leía el libro completo, aunque ya lo conocía al completo. Lo compré de segunda mano en Domiduca, en tapa dura. Tengo que decir que tanto en Bachillerato como en la Universidad ayudé en, y enseñé, filosofía a varias amistades que se les atragantaba. A mí se me da bien y además me interesa. Descartes es un autor más o menos fácil, al menos en sus ideas centrales, pero el libro al completo es más complejo y escribía con el típico retorcimiento barroco, lo que le complica un poco. En todo caso, tenía interés por leer este libro completo y de seguido. Yo nunca dejé de leer filosofía tras mi formación académica. Como es sabido este libro trata de la racionalidad y la existencia y aunque al final habla de la necesidad de existir un ser divino para que se dé la existencia, lo cierto es que es probable que lo hiciera por miedo a la reacción de las autoridades religiosas, ya que toda la evolución de sus razonamientos en un principio pareciera que se dirige a, como mínimo, un agnosticismo.

Las pasiones del alma (René Descartes, 1649): Estaba en el mismo volumen del anterior libro. Este libro es menos conocido que el anterior, pero gira en un tema parecido. En esta ocasión Descartes piensa sobre el raciocinio y las pasiones, lo que humaniza al ser humano y la relación que debe existir entre raciocinio y el espíritu, lo que une con Dios. Básicamente lo que Descartes quiere desentrañar es qué hace al ser humano ser humano y cómo deben equilibrarse el raciocinio y la moral. Pensemos que en tiempos de Descartes estaba en marcha la Guerra de los Treinta Años y una enorme cantidad de violencias en torno a las diferentes tendencias del cristianismo entre católicos y los diferentes tipos de protestantes. El tema de buscar soluciones al belicismo y a las barbaridades desde el raciocinio era algo que comenzaba a ser visto como necesario de parte de varios pensadores de la época, entre ellos Descartes, que le dedicó esta obra a una reina. 

El invierno del dibujante (Paco Roca, 2010): Lo destaqué como la novela gráfica de mis lecturas de 2014 en la Noticia 1345ª. Me lo prestó Esther Claudio. Tenemos bastantes intereses comunes, entre ellas el inicio de una investigación sobre la censura en Superman y Batman que terminé haciendo yo y que me ocupó años. Precisamente con los años me lo compré. Me gustó mucho. Esther estaba interesada en que leyera este libro de cara a la investigación, aparte de que Roca es uno de sus autores favoritos. Me lo prestó entonces a costa de dos cosas: el ocio propio y la documentación para un trabajo de investigación que estamos haciendo conjuntamente ahora mismo. Este cómic combina bien con la película El gran Vázquez (2010, de Óscar Aibar). Se trata de la crisis de dibujantes que sufrió la editorial de cómic Bruguera en los años 1950 por la cual adquirió contrato con Francisco Ibáñez para Pulgarcito mientras a la vez se les iban durante unos meses gente como Escobar o Giner para fundar la revista Tío Vivo. Para quien no lo sepa, Bruguera era una empresa familiar de republicanos que originalmente se llamaba El Gato Negro. Tras la guerra civil los dueños sufrieron la represión política, pero recompusieron su negocio de manera leonina y fingiendo aceptar los ideales del franquismo, fingiendo, pues todos sus empleados eran antiguos republicanos quien más quien menos represaliados. Incluso Víctor Mora, creador del Capitán Trueno, el cual llegó a exiliarse hacia el tardofranquismo. Como sea, esta novela gráfica muestra muy bien la presión psicológica de la censura, de los valores de la dictadura, la presión social, el hambre en los años del hambre de la dictadura, etcétera. Está igualmente de bien planteada la puesta en escena, incluyendo fondos de color diferentes para mostrar saltos en el tiempo a la hora de narrar. La composición de las páginas igualmente nos da varias formas de apreciar el cómic, mirando la viñeta en concreto o en el general de la página, dándonos dos mensajes diferentes a la vez. Los trazos son sencillos, pero su coloreado y sombreado los hacen complejos. No me gustó tanto de Paco Roca su obra premiada Arrugas, de la que hicieron película y de la que ya hablé en un Alcine, y que con el tiempo también me lo compré, pero estas dos obras suyas hay que reconocerlas como obras de Arte muy pensadas, a la vez que son cómic con los que disfrutar. Paco Roca decía hace poco que siempre pinta la misma historia y que no sabe cómo la gente no se ha dado cuenta. Es la historia de una persona que no cuadra en un sitio, independientemente del personaje y el relato. La verdad es que un artista que de lo cotidiano hace una historia extraordinaria, y las historias extraordinarias hace que se acerquen a lo cotidiano, lo que nos explica muy bien a todos cómo se fueron haciendo las cosas, formando las cosas.

Tebeos mutilados. La censura franquista contra la editorial Bruguera (Vicent Sanchís, 2010): También me lo prestó Esther Claudio para la investigación en marcha. Sanchís es periodista, pero investigaba sobre estos temas. También tiene otro libro sobre la censura en Flash Gordon. Es un libro muy completo y toda una innovación. De hecho es una referencia para muchas investigaciones posteriores sobre la censura, incluida la mía, aunque contiene algunas inexactitudes, pero son leves y quizá se deban más a que con esa posterioridad se ha podido afinar un poco más la puntería investigadora. Es un pionero. Muy esclarecedor y muy recomendable. Se agradece la inclusión de fotografías de viñetas censuradas y documentación, aunque el maquetado sigue una dinámica divertida, aparentemente informal, pero es un libro de Historia con todo su peso. No hay que ignorarlo.

viernes, febrero 11, 2022

NOTICIA 2116ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2010-2014 (adulto, primera mitad de treintañero, 4 de 5)

En 2013 yo cumplí 34 años. Seguía en algunos actos en reivindicación, por ejemplo en las marchas por la sanidad pública, la educación pública, cosas concretas de Alcalá de Henares y otras, seguía en trabajos de archivo y paro, entre otras actividades. Escribía, hacía algún acto. En fin, estos fueron los libros que leí.

2013: 34 años.
Leí 30 libros, de los cuales 9 eran novelas gráficas o revistas especializadas en cómic, de las novelas gráficas una de ellas estaba en 5 cinco tomos.

Mujeres novohispanas e identidad criolla (siglos XVI y XVII) (Alberto Baena Zapatero, 2009): Me parece un libro muy útil y necesario para conocer la Historia de España en Hispanoamérica, la Historia de Hispanoamérica y también la de la mujer. Volví sobre él en Noticias de un espía en el bar en el capítulo cuarto sobre un serial que escribí de Historia de la mujer hacia la igualdad, pero la visión más completa y más reflexionada la escribí en Las notas de los cíclopes libreros. En la Primavera de 2012 fui a una bolsa de trabajo ubicada en la Concejalía de la Mujer para dejar mi currículum laboral y me regalaron este libro. Tenía en ese momento diecisiete ediciones de parte del ayuntamiento de Alcalá de Henares y el Premio de Investigación María Isidra de Guzmán 2008. Tiene algunos aciertos documentales muy destacables, y tiene una selección de textos acertada. Sin embargo no comparto algunos detalles de la idea central de la investigación. Así por ejemplo el autor se queja de que en determinados documentos no se dice que las mujeres fueron a tal acto y que las ocultan con la palabra "nobleza"... Creo que es un enfoque equivocado. Cuando en el siglo XVII escribieron esos documentos no se decía "estuvieron las mujeres" sino la nobleza en general porque se pensaba en clases sociales, no en géneros sexuales. Del mismo modo cuando el autor se sorprende de que la sociedad española en América tenía las mismas convenciones que en Europa es otra visión no muy acertada... ¿o es que cuando cualquiera de nosotros viaja a otro país que no es España de golpe en el viaje deja y olvida todo su bagaje cultural? Tampoco creo que sea acertado analizar el mundo femenino sólo desde la perspectiva de la Iglesia católica, muchas de las cuestiones que achaca el autor al machismo son en realidad cuestiones de carácter religioso y funcionaba condenatoriamente tanto a mujeres como a hombres por igual. Aparte de que analizar la Historia sólo desde una perspectiva nos lleva a una creencia equivocada o sesgada de lo que se puede aproximar más a la realidad. El hecho de que existan condenaciones nos hace pensar, por ejemplo, que existen porque de hecho está ocurriendo justo lo contrario de lo que la Iglesia hubiera querido que existiera. Pero también está equivocado a mi juicio que sólo se indague en la vida de las mujeres adineradas, pues el mundo femenino es de todas las mujeres, no sólo de las ricas. La Historia no evoluciona sólo con las personas ricas. Aún con todo tiene algunos puntos de vista que sí me parecen muy acertados. Sea como sea, y pese a que el libro usa de muchas fuentes bibliográficas, el autor sólo ha consultado dos archivos y la Biblioteca Nacional de Madrid, y de esos dos archivos, además, ninguno ha sido ni el Archivo General de Simancas ni el Archivo Histórico Nacional, los cuáles hubiera sido deseable que los hubiera pisado junto a los dos que sí pisó, el Archivo General de Indias (Sevilla) y el Archivo General de la Nación (México). Es un libro interesante, no obstante, y nos ilustra en cuestiones no muy trabajadas en la historiografía tanto española como en la americana. El autor ayuda a solucionarlo. Ellos, los historiadores americanos, porque prefieren historiar más su Historia precolombina y su Historia desde su independencia, nosotros porque en general nos desentendemos de la Historia de esos lugares de España que se independizaron de España. Es una buena aproximación a conocer la Historia de la América de la Edad Moderna y de la sociedad española en general del mismo periodo, ya que socialmente y legalmente es lo mismo, con matices en cada lado del océano. Y que no se me malinterprete, por supuesto la mujer en aquellas épocas estaba muy coartada por una sociedad masculina, también es cierto que el autor anota con acierto que América suponía mayor libertad también para ellas. No niego una sociedad que se estructuraba en torno al hombre. Me remito a lo ya anotado en Las notas de los cíclopes libreros, como mi reflexión sobre ese libro más actual. Recomiendo leerlo con espíritu crítico y autorreflexivo. Muy recomendable, muy buen trabajo.

El trabajo y la memoria obrera. IX Jornadas de Castilla-La Mancha sobre investigación en archivos (varios autores, 2011): Me lo regaló Julián Vadillo porque él participó de estas jornadas, que debieron ser en realidad en 2009 o 2010, pero el libro se publicó en 2011. Contenía en papel y en digital todas las comunicaciones y las conferencias de todas las investigaciones que participaron en torno a la Historia del movimiento obrero. Tenía en sí varios avances historiográficos en esta materia, que, por otro lado, estaba en boga en una parte de los historiadores y más allá dado el agitado momento de inquietudes y reivindicaciones que se estaban dando en la sociedad desde 2011 y en los cuales yo seguía. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros.

La isla y otros poemas (Emilio Sola, 1974 // 1992): Emilio Sola había sido profesor universitario mío, y también una persona que valoraba mi poesía. Nos entendíamos bien contraculturalmente. Seguimos una amistad posterior a los años universitarios y en estos años revueltos nos vimos varias veces. Este historiador especializado en Cervantes es también uno de los autores literarios destacados del último cuarto del siglo XX. La isla es un poemario de 1974 con algo de experimentación que fue su primer libro de poesía publicado y que tuvo cierta repercusión. Lo volvió a reeditar en 1992 ampliado. La edición que yo tengo es una reedición con más poemas añadidos. Fundamentalmente me acerqué a este libro porque era de él. La experimentación de Sola es ligeramente diferente a la mía, pero en la base parte de unos mismos preceptos sobre la libertad individual y otras cuestiones. Compré el libro en librería Diógenes.

Ernie Pike (Hugo Pratt, en cinco volúmenes, 1957-1959): Este cómic fue uno de los primeros personajes de éxito internacional que dibujó Pratt, aunque no el primero. Trataba de la vida de un periodista en la Segunda Guerra Mundial. En realidad era como un conjunto de historias que iba conociendo este personaje en mitad de una tragedia. Su reedición en volúmenes me atrajo y como tenía un sueldo estable en la Filmoteca Española, al menos hasta más allá de la mitad del año, luego ya no, me lo compré en bloque en Madrid, en Casa del Libro, si no recuerdo mal. Pratt sigue siendo muy admirado por mí. Tiene un sentido muy amplio de entender el cómic, y un halo poético en lo estético y e los guiones. Traté de pintar algunas viñetas con algunas cosas básicas de él y las mandé por carta a algunas amistades como si fueran el texto.

Nosotros (Zamiatin, 1924; con introducción nueva de Fernando Ángel Moreno en 2011): A estas alturas es bien conocido que esta obra y yo estamos íntimamente unidos, que hay incluso quien me cita de referencia por ahí, o que hay quien cita cosas que yo he escrito sobre esta obra sin citarme. Fue incluso objeto de la Noticias 2ª y de esta bitácora y al que he vuelto una y otra vez. Cuando yo conocí esta obra y a este autor fue durante el tercer ciclo universitario, lo que se entendía como el periodo teórico del doctorado, o sea el de las tesinas. Ahí me lo descubrió Alejandro Díez Torres, catedrático de la Historia del movimiento obrero y miembro del Ateneo de Madrid. Yo estaba en esos cursos entre el estudio de los nacionalismos, Hispanoamérica contemporánea y actual, Historia actual, las dictaduras, los exilios, los movimientos sociales, Goya, la Iglesia contemporánea y actual, la censura, la revolución y la contrarrevolución, el movimiento obrero, el rock... Entre este conjunto de especializaciones que iban todas en una dirección desde la diversidad de enfoques, tenía todo un curso completo sobre utopías y distopías, aunque por entonces el término distopía no estaba aprobado en la lengua española y casi nadie lo conocía. Luego, años más tarde, llegó la Real Academia Española, reconoció su uso definiéndolo mal, y mucha gente comenzó a usar el término según el cine y la televisión lo adquirieron confundiéndolo, hasta el punto que hoy día la gente lo usa con una ligereza que llama distopía a cosas que en absoluto lo son. En aquel momento solo unos pocos tratábamos de estudiarlo, conocerlo y fomentarlo, poniéndolo en su contexto histórico y literario, cinematográfico, etcétera. Zamiatin estaba descatalogado en España y yo tuve mi primer ejemplar a través de Internet y de un amigo que me lo facilitó de una edición mexicana que tuve que imprimir. Era el comienzo de la distopía propiamente dicha, y era la obra sobre la que Orwell asentó años más tarde 1984, de hecho mucha gente adjudica a Orwell méritos que en realidad eran de Zamiatin. Como sea, años más tarde lo recuperaron en España y me lo compré, como ya es sabido, y su introductor español usaba información mía sin mencionarme, o eso vino a decirme según entiendo su contestación. Ahora, lo reeditaron otra vez y me lo compré de nuevo, era mi tercera edición que tengo en casa. El nuevo introductor tenía todo un libro en sí dentro de este libro. Me gustó mucho su introducción, muy en conexión también con un análisis de actualidad que, evidentemente era la de 2011 cuando salió ese libro. Se podría decir que esta edición está en total conexión con su época de reivindicaciones. Cierto es que durante el 15M mucha gente hablaba de Orwell, dando prioridad a 1984, cuando en realidad era más propio Rebelión en la granja, pero lo cierto es que la editorial de esta reedición y su introductor supieron captar que el origen era Nosotros de Zamiatin. Edición del libro que yo recomiendo que sea la que has de tener. Lo compré en la Casa del Libro de Madrid.

80 aniversario del periódico CNT; el hilo rojinegro de la prensa confederal (1932-2012) (María Losada, Carlos Sanz, Juan Pablo Calero, Julián Vadillo, 2012): También hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Me lo regaló Julián Vadillo. Yo conozco a varios de los autores. Se trata del libro que repasa la Historia del periódico CNT, evidentemente, por cuyas páginas indirectamente ha pasado una parte de la Historia del anarcosindicalismo más atado a lo cultural, no solo a la lucha obrera, que también. En sus artículos aparecieron varios cronistas importantes del siglo XX español, algunos continuaron su labor en el exilio. El periódico sigue existiendo, aunque ahora casi es algo testimonial del propio sindicato CNT. 

Frankenstein o el moderno Prometeo (Mary Shelley, 1818): Fue uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas del 2013 en la Noticia 1287ª. Lo compré en inglés en una feria del libro que hubo en la Plaza de Cervantes. Desde 2012 me propuse mejorar de manera autodidacta mi inglés, raquíticamente adquirido en el colegio, el bachillerato y la Universidad. Ya había leído varios libros cortos en inglés en ese 2012, pero en este 2013 me propuse leer una novela extensa. No sólo adquirí vocabulario, sino que además debí quedarme subconscientemente con el modo como se construyen las frases, pues mi nivel de inglés aumentó. Una prueba gratuita en primavera y otra en otoño me lo confirmaron en mi evaluación. Para asegurarme realicé un segundo test, y efectivamente había mejorado mi nivel de inglés. La novela me pareció muy sugerente en innumerables puertas abiertas que deja la autora para que el lector se autosugestione poéticamente e incluso filosóficamente. Descubrí que el Monstruo de Frankenstein, era quizá el más humanamente inocente personaje de la novela, aunque se transforme en un ser vengativo. Muy recomendable redescubrir esta historia en su novela, pues te abre los ojos a matices y reflexiones poéticas que hasta el clásico de cine no pudo lograr transmitir. Fue un acierto leerlo. Está considerado como la primera novela de ciencia ficción, no solo de terror, y hasta cierto punto aventura una característica distópica de la ciencia aunque lo obra no reúne en sí las condiciones suficientes para considerarse distopía, muy al pesar de lo que apuntan algunas personas, quizá faltas de criterios analíticos del género. Hay también algún estudio psicológico de la autora que apunta a una externalización de reivindicación feminista de Shelley ante sus traumas familiares, no hay que olvidar que su madre, de quien ella quedó huérfana, era una de las primeras feministas propiamente dichas de la Historia contemporánea. Sin embargo, tengo serias dudas de que el feminismo actual, en términos generales, se haya planteado siquiera que esta obra puede tener en sus orígenes algo que ver con él. si la teoría es acertada, hay que reconocer que de tenerlo está encubierto más en una cuestión de percepciones ante la tragedia de la vida, en las vivencias personales, que en los personajes protagonistas en su adscripción sexual, que son varones.

Nostalgia armada (Olga Bernad, 2013): Este poemario me lo regaló alguien, ya no recuerdo quien, que a la vez se lo regalaron a ese alguien. Yo lo terminé regalando también. No era el tipo de poema que más me mueve. No me marcó demasiado, pero le reconocí a la autora su mérito, por eso lo regalé, en la espera de que se lo hubiera dado a alguien que quizá sí era el tipo de poesía que le atraía. El libro y la autora merecían su sitio.

Tal vez soñar. Las aventuras orientales de Giuseppe Bergman (Milo Manara, 1987-1989): No tengo claro si este cómic se publicó en 1987 o en 1989. Tal vez salió en cómic en revista en 1987 y en libro en 1989, no lo sé. Es la novela gráfica que destaqué en 2013 de las que leí, en la Noticia 1287ª. Lo leí por Internet, porque no lo tenía en papel. He de confesar que estuve tentado de comprar algo de Manara y  ojeé casi a escondidas varias de sus obras en diferentes librerías, como un niño. Me daba un poco de reparo, estúpidamente, porque ya era mayorcito. Supongo que son los tabúes que te metían de niño tus padres o las burlas de los amigos cuando mirabas desnudos femeninos en papel, en audiovisual ya ni hablamos, aunque en cine estaba más normalizado, sobre todo por las películas del destape, pero mirarlos en papel era algo que invitaba a recriminártelo, ya fuera en serio (tus padres) o en bromas 8tus amigos). Yo ya era mayorcito, digo, por lo que era absurdo. Quizá por eso he tardado muchos años en comprar algo de Manara, que por otro lado es un autor y un artista mucho más allá que lo erótico. Y sí, yo ya había comprado el Lorna de Azpiri, pero ese cómic tenía mucho de caricatura y Manara es cosa seria, son dibujos muy reales. Aún hoy, que ya compré alguna cosa de Manara, no tengo casi nada de él, aunque gracias a Internet he leído varias cosas. De hecho tengo sus dos colaboraciones con Pratt, lo que me lo ponía fácil, y uno de sus primeros libros que compré desde mi casa con Internet. Solo el año pasado me atreví a comprar un cómic de él en tienda y fue para un regalo de Reyes que no era para mí. Y sin embargo me parece buen autor. Como sea, el ya viejo autor clásico de cómics eróticos es también un perfecto conocedor de la poesía visual. En este cómic los ritmos combinan hasta tres historias a la vez, y la más poética de ellas está cargada de viñetas con una potencia visual preciosa. Contar algo de él sería estropearlo al lector futuro, que debiera encontrarse esta historia limpia, sin conocimiento previo. Es la segunda parte de una trilogía de un personaje llamado Giuseppe Bergman, un periodista, aunque está claro que la protagonista principal es en realidad una mujer que trabaja para una productora cinematográfica. Es un libro en blanco y negro que yo leí en apaisado. Manara, que suele hacer mucho uso de la claridad blanca tiene aquí un buen dominio de la sombra, tanto que en ciertas partes la poesía visual no sólo es arte, sino también es como si fuera un  extraño cine. No es tanto el guión del cómic, sino lo que las imágenes nos sugieren.  

Kamasutra (Milo Manara, 1997): También lo leí por Internet. La obra no me era desconocida. El libro de Kama-sutra (escrito entre los años 240 y el 550 después de Cristo) lo tengo en un ejemplar que incluye Ananga Ranga (1451-1526). Es un ejemplar que debió comprar mi padre en los años 1970, o quizá mi padre y mi madre cuando se casaron (o antes, vete a saber) en 1975, sin imagen ninguna, solo texto, y que se ciñe al texto religioso hindú, por lo que no solo incluye descripciones de técnicas sexuales, sino también cuestiones religiosas. Por la fecha de publicación quizá contenga censura, pero aparentemente no lo parece. Ese libro pasó a mí. Contenía muchas palabras en hindú, supongo que en su época mucha gente al leerlo no se enteraría de mucho. Como sea, desde joven estaba en una estantería que había en mi dormitorio. Así que la obra no me es desconocida. Por supuesto, cuando creces siempre hay alguien que te enseña ediciones modernas, con fotos o con ilustraciones, unas más respetuosas y bonitas o didácticas y otras más obscenas. La mayor parte de esas ediciones se limitan a las posturas sexuales y anulan y eliminan todo el texto religioso que las contextualiza. Cuando les explicaba esto a mis amistades o se sorprendían o se interesaban por el contexto. Desde luego les llamaba la atención un ejemplar que no tuviera imágenes, solo el texto. Como sea, yo ese libro y el otro citado, ya los conocía. La cosa es que en Manara tenía la tentación de ver su interpretación visual, que siempre es con gusto. Breve libro, pero bonito.

El corto verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti (Hans Magnus Enzensberger, 1972): Me lo regaló Carmen Herrera. Se trata de una de las más completas biografías del famoso anarquista através de testimonios y textos de personas que le conocieron directamente y de él mismo. Una labor documental de investigación muy buena, aunque está superada con más datos por investigaciones posteriores. Aunaba mi interés historiador con el de archivero, investigador y simpatizante del anarcosindicalismo. Me pareció muy interesante en muchos de los detalles desvelados sobre la vida personal de Durruti. No escaquea la crítica. Lo leí con atención, taambién porque era un libro que me habían regalado muy a drede y en conexión con todo ese periodo de reivindicaciones que venía viviendo desde hace muchos años, más allá de 2011. Creo que en parte quien me lo regalaba apuntaba indirectamente a una visión personal de hacia dónde estaba yendo el 15M, pero eso es una apreciación mía, no sé si realmente lo hizo en parte por eso. Nunca pregunté. Aunque era evidente que había visiones muy diferentes de la dirección a tomar entre la gente más activa.

El deseo de ser inútil; recuerdos y reflexiones. Conversaciones con Dominique Petitfaux (Dominique Petitfaux con Hugo Pratt, 2012): Uno de los editores, o de los que promocionaban el libro, me escribió a mi correo público para decirme que habían sacado este libro. Me fui a Diógenes y se lo encargué. Aunque se publicó en 2012 es evidente que se trata de una entrevista, o varias, entre Petitfaux y Pratt, por lo que se produjo antes de 1995, quizá incluso la edición de 2012 no sea la primera, quizá ya salió antes. Lo ignoro. La editorial sacó otro libro más por el estilo. Llegué a escribir una reseña por esta bitácora, pero, aunque me dieron las gracias, no tengo claro si les llegó a gustar. A mí me dio algunos datos más sobre Pratt, pero como ya conocía mucho al autor a través de más testimonios, hay cosas que yo creo que eran matizables, que había mucho de trampa en las contestaciones de Pratt, pero así era él, jugaba a lo aparente muchas veces, a la vida paralela. Es un libro apto para los más seguidores de Pratt, aunque se centra en su vida, en su biografía, sobre su obra más en concreto creo que es el otro libro, pero ese no le tengo.

Azaña imprescindible, sus grandes discursos (Manuel Azaña, prólogo de Isabelo Herreros, 2010): Yo tenía este libro que reeditó el periódico Público, cuyas reediciones y ediciones de libros descatalogados y textos olvidados ya he dicho en otras entregas que fue muy valiosa. De hecho este libro de discursos de Azaña hoy día lo busca bastante gente. No sé por qué, o no sabía entonces, a un grupo de gente del 15M le interesaba leer a Azaña, visto en lo que iba a derivar una parte del movimiento en breve, me lo explico. Creo recordar que cuando se quiso hacer una pequeña biblioteca en al tienda de campaña de la acampada de la Plaza de la Capilla del Oidor en 2011 alguien llevó este libro y tenía lectores en nuestros tiempos libres. También tenía sus detractores entre algunos de los participantes más cerrados en otras ideas, como las del PCE, aunque no toda la gente del PCE, que los hubo, allí había gente de mucho tipo de pensamientos, hasta un sacerdote. Yo desde mi trayectoria de historiador, por interés, por la izquierda y porque no era la primera vez que leía a Azaña, lo leí en este momento de 2013. Contenía en sus discursos cuestiones muy de actualidad en torno al nacionalismo catalán, pese al tratar él lo que sucedía en su época en la década de 1930, o también sobre la justicia social en el campo, aunque quedó rebasado en su día por los anarquistas, recordemos Casas Viejas, hoy Castilblanco. No me extraña que pocos años después Azaña fuera reivindicado tanto por la izquierda como por la derecha en el Congreso, especialmente en 2017 con el proceso independentista. Para mí estos discursos quedaron insertos con otros que ya conocía. Además, para mí Azaña también era una figura a reivindicar en Alcalá de Henares, y había asociaciones que así lo veían también. Azaña para mí no me llegó de nuevas ni en 2013 ni en 2011.

1984, Corto Maltés, Cómic Scene, Spiderman y Vértigo (varios autores, 1975-1990): En realidad se trataba de cinco revistas especializadas con historietas de varios personajes y autores y también con ensayos y artículos sobre lo mismo. Me las regaló la directora del área en la que trabajaba en el archivo de la Filmoteca Española, porque alguien las mandó al archivo sin que tuvieran que ver con el cine. Iban a tirarlas cuando ella se acordó que yo estaba investigando cosas de cómic, así que me las dio, aunque creo que más tomándome por freak (friki), aunque usando mal el término, como mucha gente. Hay algunas historias descatalogadas ahí que me resultan interesantes.

La rebelión de las masas (José Ortega y Gasset, 1929): Pues lo mismo que Azaña: no era la primera vez que leía algo de Ortega  Gasset, aunque en este caso sí era la primera vez que leía un libro completo de él. Es la obra más conocida de este político y filósofo, quien por cierto fue oponente político de Azaña, siendo los dos republicanos, y chocaron en el Congreso en torno a la cuestión catalana y cómo enfocarla. Este libro es todo un análisis social sobre la revolución y la contrarrevolución, pero también sobre la cultura de masas que influye en la masa. Trata de la transformación del individuo en masa. Yo ya he dicho que me formé en psicología de masas y este libro cae en parte en ese campo. Era un libro que en ese 2013 tuvo algún tipo de aniversario que no tengo claro, pues se reeditó de lujo, yo lo compré en librería Diógenes, y fue un relativo éxito de ventas en ese momento, quizá por el influjo de todo lo vivido desde 2011. Mi interés iba más allá de ello, pero indudablemente hubo quien creyó que lo leía por ello. En buena parte también quería leerle al haber leído recientemente discursos de Azaña. Es un libro muy recomendable, pero invito a completarlo y a contrastarlo, pues es un libro de una época donde mucha gente trató sobre las masas y la propaganda. Es el periodo de entreguerras del siglo XX y también de la Gran Depresión de 1929, otro estallido de descontento social que derivó en muchas y muy diferentes direcciones. Puede que alguien esté pensando en los textos de Hitler, o lo que decía Goebbels, pero también estaba en ello gente como el filósofo Adorno, que advertía de los peligros de crear masa a partir de los individuos, pero sin duda también estaban las ideas de la sociedad por encima del estado que tenían los comunistas. Y sin embargo, las ideas democráticas del momento también contaban con la movilización de la masa. Yo creo que su interés actual no solo está ahí, también, actualmente, con los nuevos medios de comunicación, con las grandes empresas. Leedlo y pensadlo vosotros, pero también confrontadlo con otros autores.

La guerra civil española (Pierre Vilar, 1986): Se trata de un libro clásico pero muy breve. Me lo regaló años atrás una compañera de trabajo cuando yo era técnico y vigilante medioambiental para el ayuntamiento de Alcalá de Henares. A mí me sirve repaso y a mucha gente le puede ser una aproximación a este capítulo de la Historia que mucha gente de mi edad mal conoció en las aulas o simplemente no le explicaron por los silencios propios de la Transición y su década posterior en las aulas. De hecho yo se lo recomendé a Esther Claudio cuando me preguntó por un libro así para un amigo suyo. Aunque su fecha de creación, 1986, hace que hoy día este desfasado de información en algunas cosas.

Arte español e hispanoamericano (Lourdes Cirlot, 1999): Ya no recuerdo quién me regaló este libro, yo creo que fue María Gómez, con quien comparto el gusto por el Arte. Se trata de un libro en formato cuaderno que traía una selección de obras de arte contemporáneo y su explicación tanto técnica como artística, por lo que me supuso muy didáctico y me abrió nuevas percepciones. De hecho regresé al Museo Reina Sofía para volver a ver por enésima vez su colección ahora con estas nuevas herramientas en mi mente. Siempre es bueno aprender. Se goza más. Y más aún si también tienes tu propio criterio y no te limitas solo a aplicar información aprendida. Lo bueno de leer es precisamente eso, aumentar tus capacidades para aprender por ti mismo pero con la ayuda de otros conocimientos añadidos.

Viridiana (Luis Buñuel y Julio Alejando, 1961): Se trata del guión cinematográfico que Buñuel y Julio Alejandro crearon a partir de la novela de Benito Pérez Galdós Halma, de 1895. Me la regaló la directora del área de archivo donde yo trabajaba en la Filmoteca Española. Mi trabajo con ellos acababa. Una compañera y yo habíamos archivado al completo todo el archivo personal de Luis Buñuel, que la familia le vendió al Estado, que el Estado depositó unos años en el Museo Reina Sofía y que este había entregado al archivo de papel de la Filmoteca Española. En buena parte mi trabajo con ellos era para archivar y describir todo el archivo, y lo hicimos. Más aún, me dediqué a buscar todas las películas de Buñuel y llegué a encontrarla. He visto la filmografía completa, lo que me transformó en ese momento en una de las personas del archivo que más conocía de Buñuel, aunque allí hubo quien le llegó a conocer en persona. Lamentablemente en DVD para comprar solo encontré un par de películas y es lo único que tengo. Me siento muy ligado a Buñuel porque creo haberlo conocido íntimamente al haber tratado todo su archivo personal y haber visto su filmografía, leído su biografía y hablado con gente que le conoció. Como sea, la directora del área, con permiso del director del archivo, nos regaló ejemplares de una reedición que se hizo del guión de Viridiana, fac-símil, hacía unos años, con motivo de otro aniversario. Fue un gesto al que le tengo mucho cariño. Se nos felicitó e incluso, junto a otros BecArte fuimos llamados al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para darnos las gracias por nuestra labor, cada uno en su archivo asignado, a pesar de que no se nos podía renovar un año más por los recortes económicos de Rajoy. Estaba de ministro por entonces Wert, aunque al acto fue su segundo o segunda, no recuerdo. Cuando acabé volví al paro y me dio por leer aquel guión. Algo aprendí por intuición de cómo se guionizaba. Fue como un colofón personal de todo aquello. Al poco, Gabriel Jackson publicó la biografía más completa de Buñuel, iba consultando todos los documentos según los íbamos archivando y describiendo, por tanto: poniendo a disposición pública. La prensa sacó a Jackson por todos lados y se habló mucho de ese libro, absolutamente nadie habló de los archiveros y de hacerlo hablaban de la Filmoteca Española, nadie se acordó por preguntar por quienes hicieron posible aquello. Yo, por mi parte, publiqué en El Tornillo de Klaus un reportaje en dos partes retrospectivo sobre la obra completa de Buñuel. El anonimato, más bien el olvido, y el desempleo suele ser la moneda de cambio habitual. Es una lástima el esfuerzo que se gasta y todo lo que nos esforzamos para que al final, en todos los contratos que he tenido, sea lo mismo: el despilfarro del recurso humano mediante el fin de contrato y el desempleo. Toda una vida así te hace resistir a la fuerza, pero cuando te acercas a los 43 años no negaré que hace mella. Ay, España, cuántos buenos vasallos has tenido... si tuvieran buen señor...

En un vasto dominio (Vicente Aleixandre, 1962): Fue el otro libro que destaqué entre los que leí en 2013 en la Noticia 1287ª. Es verdad que la abundancia de poemas en este libro hace que el mismo se haga un poco pesado al pasar su mitad. Más aún cuando los más complejos de entender están precisamente ahí. Ahora bien, los poemas de su comienzo son tan perfectos que uno no pudo parar de releerlos. Se nota además un Aleixandre ya muy mayor y perfecto conocedor de todo recoveco de la poesía. Quizá por eso, como les pasa a muchos poetas, sus versos son extensamente largos, aunque donde son cortos, son extraordinariamente inteligentes. Muy recomendable el poema dedicado al brazo. Aleixandre fue Premio Nobel en 1977. Era otro escritor exiliado. Yo tenía este libro de una edición de Público. Creo que pese a su fama es un autor muy desconocido entre muchos españoles y probablemente se deba a su exilio y a que vivió más tiempo que otros autores de su época como Lorca, Machado, Hernández u otros, y no regresó para ejercer influencia política como Alberti. Cuando en Madrid rebautizaron la parada de metro Metropolitano con su nombre, creo que con Carmena de alcaldesa, producto del 15M en cierto modo, siempre me acuerdo del buen hacer en este libro.

Abriendo brecha. Los inicios de la lucha de las mujeres por su emancipación. El ejemplo de Soledad Gustavo (Julián Vadillo, 2013): Me lo regaló Vadillo. En realidad era su parte de un libro anterior que escribió para Cataluña, aunque se vende en toda España, junto a Laura Vicente, que le prologó en este otro. Escribí de él en Las notas de los cíclopes libreros. Incluía también textos de Soledad Gustavo, intelectual anarquista que junto a otro destacado anarquista intelectual, su esposo, sacaron adelante La Revista Blanca, que supuso un punto de encuentro de diversos científicos y literatos que dieron un gran avance a España, así por ejemplo, a veces colaboraba con ellos Ramón y Cajal entre otros. Algunos de esos textos estaban ya descatalogados o estaban olvidados. El feminismo en España llega principalmente de la mano de las ideas anarquistas en torno a las década de 1860 y por ello mismo hubo un importante movimiento feminista entre las mujeres y hombres proletarios, y alguno de clase media, que no era partidario en esos momentos del sufragismo parlamentario. Sea como sea, en los últimos tiempos se ha querido potenciar la creencia de que el feminismo en España era sufragista en su mayoría y que este era principalmente de la época de la República con personalidades de la socialdemocracia, sin embargo, en España, su origen no era tanto ese. Este libro recupera esa historia dando protagonismo a algunos de los textos de Soledad Gustavo, con una explicación histórica y biográfica de Vadillo. 

El conflicto del Sahara en menos de 3.000 palabras (Mauro Entrialgo, 2012): Este cómic me lo regaló María Gómez conseguido en la Asociación de Amigos del Sahara de Alcalá de Henares, que cada año recaudan ayuda humanitaria y acogen a niños en verano. Sigo a Entrialgo a través de sus viñetas de humor en prensa, especialmente digital. Fue toda una curiosidad para mí tenerle en papel con este cómic evidentemente de activismo humanitario. Creo que en papel salieron pocos. Es una explicación muy por encima del conflicto humanitario de los campos de refugiados. Útil para explicarlo a los más jóvenes.

Aproximació a Mujeres Libres (Julián Vadillo y Laura Vicente, 2008): Este es el libro precedente al anterior. La parte de Laura Vicente está en catalán e incluye textos que se publicaron en la prensa de la Asociación Mujeres Libres, también en catalán, y que estuvo en activo en la guerra civil. También hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Tal asociación era compuesta por mujeres feministas dentro del anarquismo español, especialmente cercano a la CNT. Se atrevieron a denunciar incluso el machismo dentro del anarquismo de la época, ya que dado el contexto histórico también había hombres anarquistas con algunos prejuicios, aún a pesar de que los anarquistas eran los más tendentes a la igualdad de sexos en todo. No olvidemos que es del anarquismo de donde parte la idea de la educación mixta, la de igualdad de temarios y oportunidades, la idea de la igualdad laboral, el amor libre o incluso la de compartir las tareas domésticas y las responsabilidades con los hijos, cosa que por cierto hasta Durruti profesaba. Otra cuestión es el borrado de la memoria posterior a la guerra que se quiso hacer con la dictadura y en el panorama internacional, vendiendo anarquismo como sinónimo de caos y terrorismo. La Asociación de Mujeres Libres fue una punta de lanza del feminismo que iba a menudo más allá que el feminismo adscrito al sufragismo socialdemócrata o el del PCE. Casi todas las ideas de igualdad de género actuales ya estaban en las ideas del anarquismo y se ponían en práctica entre estos. Este libro también me lo regaló Julián y lo leí ahora, después del otro. Quería aprender catalán, aunque yo ya lo entendía hablado y había leído mucho a través de textos en la carrera de Historia. Ahora se trataba de mejorarlo a la vez que leía más sobre este aspecto de la Historia y de la igualdad. 

La Uni en la calle. Libro de textos (varios autores, 2013): Alguien del 15M de Alcalá me prestó este libro, no recuerdo quién, aunque sospecho quién. Ya había ocurrido sacar clases magistrales de la Universidad a las calles de toda España en defensa de la educación pública aquel 2013. Yo participé como asistente y difusor de varias dadas en Alcalá de Henares. Impartidas tanto por Lauro Olmo como por Emilio Sola, pero también por un profesor que yo desconocía por entonces y que al año siguiente fue uno de los del foco fundador de Podemos a nivel estatal. Este libro recogía textos de otras salidas a la calle, pero no de las de Alcalá. Era la universalidad propia de la Universidad, un objetivo que era el original cuando nació en la Edad Media, especialmente en el Renacimiento, aunque ya entonces se limitaba a unos pocos. Con el siglo XIX se democratizó más, pero la Universidad pocas veces se ha universalizado a todo el mundo, tal vez estos sucesos de España fue su intento más notable de llevar su conocimiento más allá de los propios universitarios, pero se sigue pecando de elitismo endogámico. Sea como sea, era un acto por la educación pública. 

Federico García Lorca. Obras completas (Federico García Lorca, 1957): Un viejo amigo de los tiempos en los que yo era cliente, camarero y hasta encargado de La Vaca Flaca, aún en activo aquel 2013 y a la que aún iba, me regaló este ejemplar de la primera vez que se publicó a Lorca después de la guerra civil. Se hizo como obra completa en el franquismo como un intento de blanquear su carácter dictatorial. El caso de publicar a Lorca era muy significativo, pero el libro estaba muy censurado, lo pude comprobar al comparar algunos de los libros recogidos en 1957 con sus ediciones actuales que tengo, era evidente que faltaban partes y se desvirtuaban otras. Esto yo lo había visto ya en Buñuel, cuando le invitaron a volver. Había en aquella época un intento de atraer a los exiliados y publicar a los no exiliados, recordemos lo ya dicho de Hernández, que murió en una cárcel, igual que Lorca fue asesinado. También pasó con Ortega y Gasset y otros. Algunos aceptaban volver, la mayoría no, otros lo hicieron con intermitencia, algunas obras se publicaron a la fuerza... todas con censura, otras no se publicaron... De hecho forzó una crisis de gobierno que acabó con protestas estudiantiles y el cese del Ministro de Educación y Cultura del momento, Joaquín Ruiz-Giménez, que evolucionaría a la ideología democristiana que había por ejemplo en Alemania, pero sin embargo no contó Juan Carlos I con él años después para liderar una derecha democrática. El franquismo acababa de recibir una apertura política por la Guerra Fría y necesitaba aparentar libertad política. El libro que me regalaron era de la tía de mi amigo, que fue estudiante de literatura y creo que después profesora. Lo había recibido él, pero él decía no apreciar este tipo de literatura (la poesía y menos la surrealista). Por ello me lo dio. Me lo leí entero, aunque algunos libros ya los había leído y otros los leí en las ediciones actuales para saborearlos enteros. En todo caso el libro en sí es todo un testimonio de una época. Tenía prólogo de Jorge Guillén. Dentro de 2013 me dio tiempo a leer ese prólogo y los libros Impresiones (varias notas en su juventud),  Conferencias (varias a lo largo de su vida), Homenajes (de adulto, de él a un par de poetas), Poética (poema de juventud a Gerardo Diego) y Libro de poemas (1921, su primer libro, con 23 años, aún con algo de influencia del simbolismo y otros estilos previos y contemporáneos, guarda algunos poemas con sorpresa inesperada hoy día por su temática, no muy conocidos).