miércoles, febrero 09, 2022

NOTICIA 2114ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2010-2014 (adulto, primera mitad de treintañero, 2 de 5)

En la entrega de hoy llegamos a 2011, el año que cumplí 32 años. Ya era archivero y ahora trabajaba en pequeños contratos, combinando con el desempleo. Así por ejemplo en el comienzo de año llegué a trabajar con documentación de socialistas exiliados en Francia entre 1944 y 1991 para la Fundación Pablo Iglesias. Como sea también participé del Movimiento 15M, siendo uno de sus impulsores en Alcalá de Henares, y de una conferencia internacional sobre cómic, a la vez que recuperaba mis recitales de poesía.

2011: 32 años.
Leí 44 libros, de los cuáles 23 eran novelas gráficas.

XVIII Jornadas de archivos municipales. Pilares de la e-administración: Tesauro de archivos municipales (Grupo de Archiveros Municipales de Madrid, 2010): Como dije en la anterior entrega (Noticia 2113ª) terminé de leerlo en el comienzo del año 2011. Lo doy por comentado en esa entrega. Suplicio, pero debía leerlo.

Epicuro, el sabio (William Messner-Loebs y Sam Kieth, 1991): Yo compré esta novela gráfica en una reedición de 2009 o de 2010, en la tienda de cómic desaparecida de la calle Ramón y Cajal. Para mí era todo una novedad, aunque el cómic y los autores son conocidos. Lo disfruté mucho. Se trata de un cómic de humor donde se repasa la vida de Epicuro de Samos sin escaquear personajes históricos como Alejandro Magno, Platón, Aristóteles y hasta personajes mitológicos de la antigua Grecia. Con cierta inteligencia y humor que necesita de referencias culturales, se repasa una línea transversal entre la filosofía clásica, la Historia y la mitología. Fue un cómic que elegí yo solo por mí mismo y, aunque parezca muy inocente a la edad que tenía, eso me lo revalorizó, lo transformó en algo como mi pequeño descubrimiento, a pesar de lo dicho de que son autores y cómic muy conocidos. Hable de este cómic a varias personas, pero no parece que entusiasmara. Más allá, cuando se cerró la Vaca Flaca años después hice una referencia a una de sus viñetas en un dibujo propio, pero no se captó. 

Campos de Castilla (Antonio Machado, 1912): Fue uno de los dos libros que destaqué en las lecturas del 2011 en la Noticia 1034ª. Me gustó bastante. Lo encuentro sumamente interesante para hablar de la existencia a través de un sentimiento profundo del lugar donde uno ha vivido y me parece que el profesor poeta supo reflejar en verso muy bien lo que era la forma de ser de los castellanos de su época, y analiza bien también la España que vivió. Merece la pena leerlo, pero su selección en este caso no es porque me llenara de plenitud, aunque pudiera haberlo hecho. Como ya referencié en otras entregas anteriores, no era el primer libro de Machado que leía. Este le tenía comprado de una colección moderna de El País, pero aún no lo había leído más allá de poemas sueltos. Leí el libro tal cual era completo casi cien años después de su publicación. Un libro simbolista, como era propio en el poeta, con ciertos resabios regionalistas, solo que en este caso en torno a Castilla, lo que era algo muy propio y normal en varios autores del siglo XIX y comienzos del XX. Recogí parte del simbolismo cromático de este libro en varios poemas que hice en esas fechas, pero adaptándolo a mí poesía. Machado es un autor no muy fácil, hay que empatizar con su mundo para poder comprenderle. Es un autor sobrio, de cierta seriedad, aunque hay que reconocer que a este libro yo me había acercado desde niño a través de las canciones de Joan Manuel Serrat y eso me lo había dejado abierto. Ahora se trataba de recibirlo también desde mi propia lectura. 

El problema español (Manuel Azaña, 1911): Se cumplían cien años de este discurso que dio Manuel Azaña cuando aún era principalmente escritor y periodista, aunque incipiente político. Lo dio en la inauguración de la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares en 1911, invitado por la Asociación Socialista de Alcalá de Henares, posterior PSOE de Alcalá de Henares. Le invitó su amigo y concejal Quer, en Alcalá. En 2011 se reeditó fac-símil con prólogo de Julián Vadillo y se repartió gratis a los presentes en una conferencia de Historia en la actual sede de la Casa del Pueblo del PSOE de Alcalá. Yo asistí por la conferencia y recibí un ejemplar, que es el que leí. El discurso, cien años después, tenía varias cuestiones muy actuales, y más a punto de estallar el movimiento social 15M por culpa de la crisis económica de la Gran Recesión de 2008. Escribí de esta obra en Las notas de los cíclopes libreros.

El principito (Antoine de Saint-Exupéry, 1943): Fue uno de los libros que destaqué de mis lecturas de 2011, lo comenté en la Noticia 1034ª. Aunque parezca mentira nunca lo había leído antes. Lo completé con la lectura de una novela gráfica sobre la vida y muerte del autor pintada por Hugo Pratt. Quizá por leerlo con mente de adulto no sólo fue un regreso entrañable a los ojos de un niño, sino que me pareció un librito muy complejo sobre la muerte en metáfora, y sobre la psicología y la pérdida de la inocencia. Muy recomendable, a pesar de que la edición que yo compré era muy barata y tenía algunas erratas graves, comprada en una feria del libro antiguo y de ocasión en octubre del año pasado.

Saint-Exupéry, el último vuelo (Hugo Pratt, 1995): Este cómic fue publicado en enero de 1995, y Pratt murió en agosto de aquel año. Esta reedición es posterior, pero se trata de la última novela gráfica que publicó estando vivo, hay otras póstumas. Como he dicho antes, esta lectura la completaba con el libro de El principito. Tenía ganas de ambas obras, pero en realidad el momento elegido se debía a mi necesidad de información directa de la obra de Pratt para elaborar una teoría que se iba formando en mí sobre el paralelismo del autor con sus personajes para un a conferencia a la que fui invitado a participar. La creación de este cómic no fue gratuita, Pratt ya había declarado en entrevista que cuando muriera le gustaría hacerlo desapareciendo en el aire como Saint-Exupéry, cuando declaró aquello solo sabía él que tenía un cáncer terminal. El mundo lo comprendió poco después cuando murió. Lo compré en Madrid capital.

Vivaldi, las Cuatro Estaciones, "Con molti istromonti" (Ana Nuño, Juan Carlos Moreno, Josep Pascual, 2003): Se trata del libreto que publicó el diario El País con una grabación de un concierto de 1972. Lo compré porque quería tener ese disco con la obra de Vivaldi de 1723. Tardé varios años en leerme su libreto con un análisis histórico y musical. Aprendí algunos detalles del compositor que no conocía.

Rigoletto (Verdi, ópera de 1851; libro de notas de Francisco María Piave y J. C. Moreno, 2007): Era otro disco de una colección de El País, con un concierto dado en 1964. En este caso la obra operística tenía la letra de Verdi, pero el resto del libreto, con su análisis era de 2007. Cuando escuchaba estos discos me interesaba por conocer qué estaba oyendo y su proceso de creación. Me causaban interés.

La traviata (Verdi, ópera de 1853; F. Mª Piave, libreto de 2007): Otro disco-libro que sacó el diario El País. Para mí fue enriquecedor conocer mejor la obra compositiva de Verdi, entre lo romántico y el nacionalismo italiano del siglo XIX. Busqué la obra en grabación de video en Internet para completarlo con la visión de la interpretación de los actores operísticos.

Ana de la Jungla (Hugo Pratt, 1959, publicado en libro en 1978): Esta historia creada en cómic por Pratt fue anterior a la de Corto Maltés y tuvo su éxito en su día, en 1959, pero no fue publicada de manera integral en un libro hasta 1978. Sin embargo, aquí aparecía ya un personaje a caballo entre el Bogart de la película La Reina de África, de 1951, y un futuro Corto Maltés aún por configurar del todo. Más aún, esta historia contiene varios personajes que serán mencionados en torno a la vida de Corto Maltés en obras posteriores. La historia se sitúa en un momento inmediatamente previo al comienzo de la historia de Corto tal donde la empezó Pratt cuando empezó a pintar en 1967. Se trata del momento temporal en el que comienza la Primera Guerra Mundial, en 1914, pero mientras las aventuras de Ana de la Jungla las sitúa en el África negra, Corto en esos momentos pirateaba en el Océano Pacífico. El cómic estaba descatalogado en ese momento y lo encontré reeditado en tapa blanda en Madrid capital. Lo compré, porque deseaba  tenerlo desde tiempo atrás y para preparar mejor un estudio sobre la vida de Corto Maltés y la vida paralela de Pratt y su proceso creativo o su biografía creativa. En todo caso, los guiones y dibujos de Pratt son una gozada a la altura de las novelas de literatura. Pura aventura.

La juventud; La balada del Mar Salado; Suite caribeña; El Mar de Oro; Las lejanas islas del viento; La Laguna de los Misterios; Las célticas; Las etiópicas; En Siberia; Fábula en Venecia; La Casa Dorada de Samarkanda; Tango; Las Helvéticas; (Hugo Pratt, 1967 a 1988): Estas catorce novelas gráficas, o cómic, ya las había leído, y ya están comentadas en entregas anteriores. Ahora las volví a leer todas seguidas en su orden cronológico por gusto (también) y sobre todo porque estaba preparando para este 2011 una conferencia sobre Hugo Pratt en torno al paralelismo de su vida con su obra, principalmente con Corto Maltés. Di la conferencia dentro del Primer Congreso Internacional de Conferencias sobre Cómic y Novela Gráfica, que organizó una amiga mía y experta en cómic, Esther Claudio. La organizó en la Universidad de Alcalá de Henares pasado el verano. Reconozco que llevé gorra, chaqueta y hasta pistola falsa, pero la conferencia era algo totalmente seria, aún con todo fui tratado por algunas de las personas teóricamente más conocedoras del cómic en España como "el fan de Corto Maltés", cuando muchas de las conferencias que yo oí de ellos no pasaban de teorías por conjeturas y apreciaciones personales y con alta dosis de admiración o de flipación, solo que con el título de catedrático y con ideas pajoleras por rebuscadas. Es más, con investigaciones posteriores mías sobre cómic descubrí que la mayoría de ellos no habían consultado documentación en archivos y todo lo hacían desde teorías suyas, con muchas lecturas, pero todo teorías sin confrontar con sus realidades documentadas. Pero los títulos son títulos y si no tienes padrino, no te casas. Aún con todo reconozco que aprendí y disfruté mucho de muchas de las conferencias que escuché. Sin embargo no se cumplió algo que prometió la Universidad de Alcalá: publicar las conferencias, aunque pagar la inscripción sí que la tuvimos que pagar.  Sea como sea, reconozco que me gustó mucho participar y aprendí mucho.

Dinero gratis (Carlo Padial, 2011): Yo ya conocía a Carlo Padial a través de dos vías, una la de Internet, a través de Kahlo de Dadanoias, por lo que también le tenía y tengo en mis redes sociales, la otra por lo que le conoce todo el mundo: sus obras de humor. Carlo Padial sacó este libro y vino a presentarlo a Madrid junto a Kahlo. Fui a ver la presentación y fue la primera vez que nos vimos en persona, hubo una segunda años después en Alcine. Me firmó el libro. Lo leí. Es una colección de relatos cómicos con tintes de humor un tanto de Woody Allen. Hablé del libro en la Noticia 936ª. En parte creo que es una de las primeras creaciones que le abrieron las puertas en Barcelona para hacer televisión y posteriormente cine. Lo coloqué en mi estantería junto al libro de Kahlo ya comentado en anteriores entregas.

Pasaporte (Antoine Cassar, 2011): Era un pequeño libreto a modo de pasaporte que contenía un poema largo. El libreto, siendo tan escaso, junto a su autor, apareció en su día en bastante prensa. A mí me lo dieron durante la acampada del 15M en Alcalá de Henares. A veces ocurría que a los más activos se nos acercaba alguien para ofrecerse a algo o darnos algo. Una de esas personas me dio este poema, mientras otra persona se me ofreció para darme un masaje en los hombros porque decía que tenía contracturas por mi postura corporal. Lo del masaje se lo pasé a otra compañera que lo necesitaba, me leí este poema, muy formal y muy lleno de un mensaje moral sobre ser ciudadanos libres del mundo.

El Arte de volar (Antonio Altarriba y Kim, 2009): Yo me había comprado el cómic en edición de lujo en librería Diógenes. Era Premio Nacional y trataba de la guerra civil y del exilio del padre del autor, un poco al modo de Maus, aunque en aquel de Spiegelman trataba del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial. Me interesaba tenerlo y leerlo. Sé que con posterioridad sacó otros relacionados con la madre, pero los tengo pendientes. El cómic es un testimonio de biografía familiar que sigue más o menos las líneas de Spiegelman, pero a la española y con dibujos de Kim. Cuando fui a la Conferencia Internacional de Conferencias sobre Cómic y Novela Gráfica conocí en persona a Altarriba y hablé con él. Le pedí un autógrafo en el cómic y me preguntó si era para vender el libro. Sonreí y le dije la verdad: que no, que simplemente es que me gusta tener libros firmados por los autores cuando puedo y que me gustaba mucho esa obra. Simplemente escribió "Antonio" y me pareció un poco ofensivo para alguien que te acaba de decir que tu obra le causa admiración, pero en fin, es un buen cómic y su conferencia fue interesante. Estaba llena de gente. 

Hugo Pratt / Corto Maltés, artículos y biografías (varios autores, 2011): No os preocupéis en buscar este libro, lo confeccioné yo con un gran conjunto de escritos de varias épocas para poder preparar mejor mi estudio. El ejemplar único está en mi casa. Es la ventaja de la época de Internet, para tu uso particular puedes crear este tipo de monografías con aquellos textos que te parecen más interesantes o importantes de cara a un área de tu estudio o de tu interés.

La Comuna de París, 18 de marzo de 1871, la primera revolución del proletariado (Julián Vadillo y Maxime Guillet, 2011): Escribí de él ya en Las notas de los cíclopes libreros. En 2011 se cumplía un aniversario redondo de la Comuna de París, primera revolución proletaria que fue viable y que triunfó por un tiempo. La sociedad se reorganizó en París con parámetros muy diferentes a como se había organizado hasta esa fecha, a pesar de la posterior represión que sufrieron los participantes. La sede del PCE, en la Asociación 13 Rosas de Alcalá de Henares, organizó una exposición y una conferencia doble entre uno de sus miembros, de origen francés, Guillet, y un invitado, mi amigo historiador Vadillo. Acudí a aquella conferencia donde se vendió por el valor de su coste de producción este libreto que explicaba la evolución de aquella revolución y sus pretensiones. Hay pocos ejemplares, puede ser actualmente objeto de colección.

Los Escorpiones del Desierto (en cuatro tomos integrales, Hugo Pratt, 1969-1992): Fue el cómic o novela gráfica que destaqué en 2011 en la Noticia 1034ª. Leí la obra con intención de completar mi visión sobre la vida del autor de cara a la conferencia que iba a dar. No es que sea una biografía del autor, pero sí que tiene muchas anécdotas y guiños a su propia vida. Es una historia de la Segunda Guerra Mundial donde Koinsky, un oficial polaco, tiene una misión secreta que cumplir en África Oriental en la que va cruzándose con italianos, franceses, ingleses, dhankalis, etíopes y demás, mostrándonos que la guerra no es tanto algo honorable sino un monstruo que deshumaniza a las personas, las cuales quieren ser personas pero se ven sumidas en el monstruo de la muerte y la destrucción por un conflicto que a menudo ni comprenden ni comparten en sus razones. No es un cómic bélico obvio ni heroico. Tiene mucho de crítica a la guerra desde historias bélicas, paradójicamente. Aparecen incluso referencias y personajes que tienen que ver con Corto Maltés. Es como una historia que, funcionando por sí sola, contiene dentro de sí varios nexos de unión en torno a Corto Maltés y deja abiertos varios misterios, aunque es indudable que contiene varias percepciones y paralelismos respecto a la propia vida real de Pratt.

Reacciona (dirige Rosa María Artal, varios autores, 2011): Este libro nació a rebufo de uno anterior escrito por Stephen Hessel y José Luis Sampedro el mismo año 2011, ¡Indignaos!, el cual fue la base de concienciación de muchas personas que participaron del 15M y las corrientes reivindicadoras posteriores. Otros ya llevábamos concienciados y activos hacía mucho tiempo, aunque, por ejemplo, decir que habías participado de la huelga de 2010 era algo que algunas personas no valoraban por el mero hecho de desconfiar de los sindicatos.  Era común en determinado momento del 15M encontrar entre la gente nueva que se iba sumando un exceso de recelos entre personas que eran compañeras, algo un tanto locura. Como sea, Reacciona reunía artículos de José Luis Sampedro, Baltasar Garzón, Federico Mayor Zaragoza (al que por cierto conocí en persona en una conferencia tiempo antes) y otros personajes que parecían querer capitalizar desde lo intelectual una dirección determinada de la indignación. El libro no tuvo tanto éxito como el anterior, la gente sospechaba, pero tuvo bastantes lectores. A mí me lo regaló una amiga, Carmen Herrera, y lo leí críticamente en aquellos días. La prensa del momento, además, no sabía por dónde iban los tiros y a menudo apuntaban en estas direcciones sin atender a que lo que había en las calles era otra cosa, que no renunciaba a estas otras, pero era otra cosa. Para los que no participaron de las asambleas y las manifestaciones estos textos eran poco menos como si fueran lo que decía la calle, pero eran errores de percepción alimentados por la prensa. Todo lo más también porque varios que los que escribían colaboraban con la prensa.

Vientos del pueblo (Miguel Hernández, 1937): Es el cuarto libro de Hernández que había comprado el año anterior. Escrito durante la guerra civil, cuando el propio Hernández recitaba poemas en los frentes de combate. Un libro descarnado con cierto desengaño político a intuir y que apuesta por la vida, cosa que a menudo ata a la lucha contra el fascismo, o sea a la lucha que entendía Hernández por la libertad. Insisto en lo curioso del caso de Hernández que optó por una poesía directa y clara en tiempos en los que muchos de sus compañeros poetas optaban por poemas menos directos y con menos lenguaje claro. Hernández me llamó la atención bastante. Una vez más, recurrí a los poemas cantados por Joan Manuel Serrat.

Morgan (Hugo Pratt, 1995): El último álbum que llegó a completar Pratt antes de morir. Creo que se editó póstumo, pero no estoy seguro. Se trata de la historia de un piloto de avión en la Segunda Guerra Mundial. Tiene muchos trazos claros y sencillos y viñetas que tienden al concepto y al poco relleno. Es el Pratt más pleno de su etapa final que tiende a simplificar. Hasta el guión era simplificado. Buscaba más datos de Pratt y su obra y algo de Corto, mientras disfrutaba con este autor.

Curso de Historia del Derecho (José Antonio Escudero, 1985): Uno de los libros más completos sobre Historia del Derecho. Muy buscado y ambicionado. Yo tenía una edición que sacaron en 2010 o que estaba de remanente en esa fecha. Me lo regalaron en el taller de formación como archivero, pero lo leí ahora. Es un libro muy voluminoso y lleno de datos que sirve tanto para formarte en leyes, como para formarte en archivos, en Historia y en política y administración. Aspirantes a abogados y a archiveros son dos de los principales sectores profesionales que lo buscan. Me lo leí muy arduamente y me sentí preparado para ir a oposiciones con él. He pasado las partes teóricas gracias a él más de una vez. Me ha ayudado a conocer la Historia de España desde la evolución de sus leyes y administraciones. Un libro muy necesario, pero apto solo para los más pacientes y reflexivos. Lo tengo como uno de los libros más importantes de mi biblioteca. Algunas personas se sorprendían cuando me veían leerlo y cuando lo acabé algunos no lo creían, allá cada cual.

Gaza en crisis (Noam Chomsky e Ilan Pappé, 2010): Me lo regaló Carmen Herrera. Es un conjunto de artículos y ensayos periodísticos que escribieron Chomsky y Pappé en torno a los problemas políticos, bélicos y sociales en Palestina. Chomsky, un pensador muy activista en la izquierda, se hizo muy popular entre algunos sectores que participaban del 15M. Les recordé a algunas personas que durante la huelga general de 2010 yo ya me había topado con Chomsky en el sentido de que un pequeño partido muy pequeño, Izquierda Anticapitalista, trotskistas, planeaba presentarle como candidato político. Poco más o menos que casi nadie me creía, pero era cierto. La gran mayoría no conocía siquiera a ese partido político. Saltaría al conocimiento popular más tarde cuando en 2015 respaldaran a Pablo Iglesias para ayudarle a ponerse a la cabeza de Podemos, aunque no fueron los únicos que le respaldaron para ello. Como sea, Chomsky trataba aquí el asunto de Gaza y como historiador de Historia actual me interesaba. Tenía un punto de vista poco habitual en los medios generales, no así en otros medios minoritarios. 

La caída de los sueños (David Jiménez Moreno, 2011): Yo estaba falto de trabajo y de ingresos cuando una amistad me ofreció la oportunidad de valorar libros para su posible publicación o no en una editorial determinada. Así pues leí una serie de libros para realizar informes para la editorial. A mí estos libros me los mandaban en formato digital, en pdf, por lo que debía leerlos en el ordenador. A veces, si el libro se hacía costoso de leer, esto se sumaba en las sensaciones que me daba, pero fue de mis primeros acercamientos para acostumbrarme a leer en electrónico cuando esto ha ocurrido. Prefiero leer en papel, aún con todo. Este fue el primer libro que me hicieron llegar. Acabó publicándose. Era una obra novel. Esta novela breve entremezcla los géneros de lo detectivesco, el terror fantasmagórico, la guerra civil y el romanticismo homosexual, con un lenguaje sencillo y claro. Tenía un conocimiento básico, tópico y un tanto desinformado de la guerra y hacía primar la acción sobre cualquier otro recurso literario o narrativo. Básicamente hay un asesinato en un pueblo un poco antes de empezar la guerra civil. El asesinato lleva a una misteriosa llave y a un misterio familiar que terminará entrando dentro del conflicto bélico. Se narra la historia a modo como si un mal superior envolviera a los personajes. Una novela de acción apta para un determinado público, quizá no muy exigente con una novela básicamente de misterio.  

La caída de Babilonia: ciudad de Anubis (Antonio Santos, 2011): Fue el siguiente libro que me dieron a leer. Reconozco que me resultó un tanto pesado, pero lo leí entero. Era parte de una serie de libros, el autor iba a crear una saga, y la cosa es que la creó y la ha ido publicando a lo largo de los años en diversos lugares. Se desarrolla en el siglo A, que tal vez corresponda con el XXXIII. La Humanidad ha evolucionado tecnológicamente mucho y las personas pueden vivir transformados en sus avatares, que son formas de animales, seres mitológicos, cantantes de rock del siglo XX, etcétera.  A todo esto también hay robots que facilitan la vida y hasta un resucitado del siglo XIX. Tras un gran apagón tecnológico el mundo cae en el caos y una falta de sociedad organizada. Un grupo de héroes se agrupa defendiéndose de grupos atrapados en formas de centauros y... de zombis. Buscan una solución contra los zombis, pero no pueden parar de combatir contra ellos. Toda la novela es una batalla en movimiento contra los zombis. Era un libro muy voluminoso, o quizá se me hizo largo. Está claro que tenía referencias conocidas de obras de ciencia ficción y de zombis. El lenguaje era básico, abusaba del argot común, contenía incongruencias y el ritmo parecía más bien la descripción de una larga partida de video juego de lucha contra zombis. Entrando en juego también mitología del antiguo Egipto. Sea como sea, quizá podía interesar a los que veían historias de zombis. No obstante, estaba de moda la serie de televisión Walking Dead. Me consta que el libro fue publicado en 2016 en formato electrónico con dibujos del autor en otra editorial, aunque en 2011 para su publicación mi puntuación numérica del 0 al 10 en el informe yo le puntué un poco más por encima del 5. Creo que quizá entre los seguidores de las historias de zombis, de los ritmos de videojuego, un público adolescente tal vez, tenía su potencial espacio lector.

María (¿...?, 2011): El tercer libro que me dieron a leer ignoro si llegó a publicarse. Los robots envejecen y peinan sus canas mientras les leen cuentos a sus nietos robots, porque los robots también se embarazan. ¿El por qué? Todo está escrito en el diario de la abuela robot, María. Fue ella la que vivió grandes aventuras en un universo galáctico poblado de extraterrestres de toda clase donde una pareja inicial de la saga familiar, Marcos y la doctora Jiménez, tenían un origen humano y un futuro cibernético. Hay partes del libro que recuerdan las historias de Stanislaw Lem en Ciberiada. Ahora bien, el libro se divide en dos partes diferenciadas. Mientras la primera era fiel a la ciencia ficción, en la segunda hay partes sin explicación donde aparecen guiños a la cultura española, un planeta con piratas, vampiros... Los personajes están muy bien construidos, pero faltaba una unión entre las dos partes del libro más férrea. Una explicación más clara. El nombre del autor o autora no se facilitó, por ello me fue imposible saber si se publicó aquel año o posteriormente, o no.

Mariana la aldeana (José Luis Ezpeleta, 2011): El cuarto libro que me dieron a leer contaba ya con dos libros previos y con una bitácora (blog), por lo que este personaje debía tener seguidores. Supe con el tiempo que este libro se publicó por el propio autor en electrónico a través de la tienda de Amazon, pero lo cierto es que yo no lo valoré mal. Quizá lo único en su contra era un contraste un tanto anacrónico entre la España rural y la urbana de hoy día. La novela trata de la vida de Mariana, de una aldea de Navarra, que por la muerte de su madre se ve forzada a emigrar a la ciudad para ganarse la vida, lo que hace que choque con un mundo moderno que no conocía, con Internet, teléfonos móviles, drogas, etcétera. Tenía cierto humor sarcástico. El lenguaje era sencillo pero muy inteligente. Los personajes estaban bien construidos, la narración era rápida, lo que ayudaba a la historia humorística. En cierto modo el libro invitaba a pensar también en los cambios sociales de España.

El señor de la expiración. Una historia de supervivencia (Manuel Fernández Estévez Goytre, 2011): Le di a este libro una puntuación muy alta para su interés comercial, aunque un punto inferior en el valor literario. Por eso me sorprendió cuando la editorial para la que hacía informes no la publicó. Sin embargo, fue publicada en 2012 en otra editorial, aunque con otro nombre: Toda la verdad sobre Patricio Cervilla. El autor tenía ya dos libros publicados en 2011 y, si se le sigue en Internet hoy día, ha continuado publicando libros. Cuenta con varios premios por relatos y en 2011 tenía un premio nacional de novela. El libro estaba muy bien construido en todos sus aspectos formales e incluso tenía un documentación histórica muy bien trabajada. Por ello no para de sorprenderme que no le publicara la editorial que me pidió el informe. El relato sigue la historia de Severiano Expósito, un escritor encarcelado por temas políticos durante los últimos años del franquismo que recibe la libertad con la amnistía de 1976. Al salir mantiene contacto con su editor francés, que le pone en conocimiento con un libro de un exiliado en México donde podría haber una pista de quién era su padre, al cual no conoce. Todo le lleva a Orgiva, a donde se traslada para escribir un libro sobre ello a la vez que va indagando qué pudo pasar, en medio de una España aún miedo a hablar de las cosas ocurridas durante la guerra civil. De este modo la historia salta a un segundo relato en primera persona que nos lleva a 1936, para darle voz a los personajes que tienen la clave de su pasado familiar. No elude, por ejemplo, la matanza de Málaga por las tropas franquistas contra los republicanos. En años más actuales este tipo de historias han sido premiadas incluso en cine. Una lástima que mi recomendación no fuera oída, aunque me alegra que el autor lo sacara adelante aunque fuera en otra editorial.

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