viernes, abril 19, 2024

NOTICIA 2310ª DESDE EL BAR: XLI FERIA DEL LIBRO NUEVO DE ALCALÁ DE HENARES

Este viernes 19 de abril comienza la XLI Feria del Libro Nuevo de Alcalá de Henares. Este año estaré para firmar, aunque no en su inicio ni a lo largo de ella, sino al final, el viernes 3 de mayo por la tarde, antepenúltimo día de feria y penúltimo de firmas en las casetas de Domiduca Libreros donde estaré, en la Plaza de Cervantes. La feria se prolongará hasta el domingo 5 de mayo, así que he sido programado en medio de un largo puente festivo de mayo que comienza en miércoles 1 de mayo y acabará ese domingo. Es más que previsible que la gran mayoría de la gente esté de viaje o haciendo planes en otros lugares. También es posible que haya turistas por la ciudad, principalmente de Madrid capital, aunque estos (me lo conozco bien ya) no vienen a ver nuestra feria del libro teniendo ellos otra mucho más completa y mejor provista, y si compran algo lo normal es que repetitiva y mayoritariamente busquen cosas de Cervantes, en concreto la mayoría El Quijote, o bien  libros de Historia de Alcalá de Henares. Es mucho tiempo habiendo ayudado a mi amigo librero en fechas delicadas como estas en otras ocasiones. Conozco el percal. Pero bueno, hay que estar. Alguien tenía que tener las fechas del puente de mayo, últimas de la feria.  

Aquí tenéis todos los que firmarán en Domiduca Libreros, aunque falta Jose Rubio Malagon, que firmará hoy viernes 19, primer día de feria, por la tarde. Allí le encontraréis en unas horas. También hay programas de firmas en Notting Hill Cultural, cuya caseta apostará por escritores de la Asociación de Escritores de Madrid y varios de ellos repiten varios días, además organizan mesas redondas en la Capilla del Oidor con otros escritores, habrá más firmas de parte de la Asociación Verso Libre, en su caseta, y habrá más tertulias dirigidas por el escritor David Vicente de parte de La Posada de Hojalata. Además, el ayuntamiento ha organizado o coordinado diversas lecturas en otros espacios. Hay que sumar que de hoy 19 al domingo 21 se produce en Quadernillos el festival de cómic Krunch!, donde habrá creadores de cómic locales y no tan locales, así como firmas y charlas de creadores de cómic, entre ellas uno de los españoles que trabaja para DC dibujando a Nightwing (uno de los antiguos Robin de Batman), pero aunque anunciaron la presencia de Paco Roca, Premio Nacional de Cómic, este se les ha caído del cartel. Yo me ofrecí gratuitamente para estar allí hablando sobre mi libro Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco, pero no pudo ser, me dijeron que había muchas propuestas y tuvieron que descartar. Supongo que en mi caso me descartaron porque no les interesó nada mi propuesta, dado que casi todo lo programado parece estar enfocado a creadores de cómic y a creadores muy puestos en redes sociales a la hora de crear. Este mismo libro es el que firmaré en la caseta de Domiduca el día 3. En todo caso en Krunch! podréis encontrar a gente del cómic de Alcalá como Mario Misas y David Escarpa, y tendréis a Malagón, hoy, en la Feria del Libro esta tarde, en la caseta de Domiduca.

También es verdad que tenéis en la Feria del Libro la firma de una poeta destacada nacionalmente, Marina Casado, que firmará mañana por la tarde, y por partida doble ubicado en los dos mejores sábados de la feria (mañana 20 de abril y el 27) tenéis a otro poeta reconocido a nivel nacional, y es de Alcalá, Francisco José Martínez Morán. Los sábados suelen ser los mejores días de ventas en las ferias del libro. Como sea, mientras que David Vicente ha seleccionado también a muchos escritores con nombre que suena. Ahora bien, otro destacado es Portillo, que firmará también en Domiduca, el lunes 29. O tenéis a Chus López, el miércoles 1 de mayo, que firmará un cuento infantil que ha escrito en su trayectoria de cuentos infantiles que lleva últimamente. Pero también tendréis a un novelista histórico como Peña estos días en Notting Hill. 

Sí que es verdad que en conjunto hay muchos nombres que se repiten este año en la programación entre firmas y recitales, aunque combinándose entre libreros, ayuntamiento y universidad en sus diferentes actos. Algunos repiten hasta tres veces o más, literalmente. Se me quedan fuera nombres que son muy activos en Alcalá y no están, y faltan nombres que no siendo de Alcalá son gente reconocida que, un año más, siguen sin venir por la ciudad por mucho que entreguemos el Premio Cervantes. Alcalá sigue con los deberes sin hacer como esa pretendida Ciudad de las Letras que todos los gobiernos municipales aspiran a lograr ser y que no logran serlo nunca del todo. hay que trabajar más esto y eso se trabaja no con un acto festivo que igual vale de barraca de una cosa que de otra, hay que decir: este mi nombre y mi nombre es aval de esto, así trato a mis escritores y así me hago referencia de lo que quiero ser referencia. Y si ese nombre al final hace que la gente diga que en la Comunidad de Madrid no sólo está la Feria del Libro de Madrid, sino también la de Alcalá, es que algo se habrá logrado. Y si lo que se quiere es centrarse sólo en dar nombre moviendo lo institucional y lo turístico, en lugar de lo literario, pues nada, en fin, no es el camino que más me llame a mí, pero si es esa la apuesta, entonces sugiero trabajar algo que hasta la fecha no se ha trabajado aunque parezca mentira: ya que el Rey viene todos los años a dar el Premio Cervantes, lograr que en su protocolo anual se incluya visitar las casetas de la feria, que están en la Plaza de Cervantes, que no son muchas y que sólo con ese gesto se lograría desde lo institucional un paso importante. Porque es verdad que España es uno de los países que más libros vende, pero que menos libros lee en comparación con otros países de occidente, según las estadísticas, pero que España es un país de personas que siempre quieren figurar me da la sensación que también lo es; con ese protocolo estoy seguro que se llenaría de "figurantes" y lo figurante, en pleno siglo XXI, parece ser que es lo que da ahora el primer impulso para lograr ser lo que se aspira ser. Y si no fuera así, pensad que hoy día existen editoriales que publican libros a personas que no tienen especial calidad, pero sí tienen innumerables seguidores o iconos de "me gusta" en sus publicaciones en redes sociales. Un truco, no voy a decir nombre, aunque podría, hay una editorial que tiene bien atado el derecho de publicar a un determinado Premio Cervantes que en realidad es deficitario, no vende lo que debería, pero lo tienen bien atado porque atrae a otros escritores menos galardonados, pero que venden más y es lo que les hace ganar dinero de verdad.

Previamente, estos días atrás, desde el miércoles, la Universidad de Alcalá ha organizado un encuentro de escritoras, de entre las que yo destaco a Esther Morante, cuyo poemario me parece de lo mejorcito que se ha publicado hasta el momento este año. Ya hablaré de él en Las notas de los cíclopes libreros. Ayer la Librería Diógenes presentó el libro La Segunda República, de Rubén Burén de coordinador, con un capítulo de Julián Vadillo. Un libro del que se hizo eco incluso el periódico ABC, hace cuatro días. Apoyó la presentación la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares (ARMHAH), que además aprovechó para anunciar que ellos estaban a punto de publicar un libro sobre la memoria histórica de todos los municipios de la Comunidad de Madrid, donde Alcalá aportará sus investigaciones para identificar y dignificar los enterramientos de los fusilados que aquí están en el cementerio viejo. 

Yo mismo me planteo a mí mismo organizar un pequeño recital en mi propia casa el domingo 21, para la gente amiga que sabe donde vivo, aunque pidiendo un ambiente de tranquilidad, por mi gata. Ya veremos si lo hago, si se hace. De momento, en pleno viernes 19, todavía sólo es una idea.

 
Saludos y que la cerveza os acompañe.
 

sábado, abril 13, 2024

NOTICIA 2309ª DESDE EL BAR: 93º ANIVERSARIO REPUBLICANO, REFLEXIONES SOBRE LA MEMORIA Y LA CONCORDIA

Ayer en un grupo de una red social alguien escribió comparando el coste del humorista Broncano por Televisión Española (85.000 € en este 2024) con el que en su día le costó al mismo ente fichar al periodista Carlos Herrera (330.000 € en 2017), muchísimo más elevado. Esta polémica me parece una politización más innecesaria que sirve para la bronca política absurda y enervante. Sea como sea, los evidentes anzuelos para la bronca por la bronca en redes sociales suelo pasarlas de largo, pero en esta ocasión se me ocurrió escribir algo que se pasaba por alto, y es que la idea de que la televisión pública sea competitiva con la privada, que es la base de ese fichaje a pesar de que la gente de derechas acusan de todo tipo de paranoias políticas de conspiraciones de izquierdas inexistentes, pues esa idea de que la pública pudiera ser competitiva con la privada en audiencias y hacer caja venía de la época del gobierno del Partido Popular con Mariano Rajoy. De hecho el fichaje elevadísimo de dinero de Herrera fue con Rajoy gobernando, pero yo sólo di el dato de que esa reorientación de cómo quieren que marche Televisión Española viene de la época de Rajoy, obviando todo el debate que hay de hace años sobre cual debe ser el papel de la televisión y la radio pública respecto a la sociedad y a los medios privados. Hay que recordar, se puede mirar en hemeroteca, que Zapatero planteó una televisión neutral de profesionales dedicados a la información de interés general, tuviera esta o no audiencias altas, es más, Zapatero eliminó los anuncios comerciales de la televisión pública. Rajoy pensó el ente público más hacia las audiencias para que fuera sostenible, decía él por entonces. Para ser competitivo evidentemente  hay que invertir en determinados productos y en determinadas personas. No es una idea nueva, no me remonto ya ni a la etapa de Rajoy, el año pasado mismo Televisión Española ya actuó competitivamente por la audiencia con éxito, con el regreso de El Grand Prix, presentado por Ramonchu. A lo que vamos es que hoy al despertar encontré numerosos mensajes a lo largo de la noche de una misma persona, por la fotografía suya ya con pelo blanco, que además abrió debate con otra, la cual me acusaba sin venir a cuento de nada de remover la memoria y a Franco y defendía la necesidad de no hablar del pasado, porque, además, en sus largos e interminables mensajes, quedaba claro que a él el franquismo le parecía una buena etapa y todo lo dicho sobre él eran mentiras. Evidentemente yo no había hablado de Franco, ni del franquismo, ni de Historia, ni de nada de eso, yo sólo había señalado que la política iniciada sobre que Televisión Española sea competitiva con la televisión privada la inició Rajoy, no Sánchez. No tiene nada ni bueno, ni malo, es sólo una política mediática, hubo otras épocas que se consideraba que debía ser informativa, otra que se consideró que mejor debía ser pedagógica, se llegó a barajar si debía ser del entretenimiento, ahora estamos en ese paradigma de debate sobre si debe competir con las privadas (esto es ahondar en el entretenimiento) o bien ser informativa, lejos quedan los tiempos del carácter pedagógico. Puedes tener tu opinión propia, puedes apoyar un punto de vista u otro, cambiarlo si en algún momento crees que llega el momento de cambiar porque en televisión a veces hay que ir alternando contenidos y formas, etcétera, pero cómo se van sucediendo las etapas son hechos que son como son y se producen cuando se producen. En otras palabras, lo único que hice fue periodizar el inicio de la nueva orientación, que fue con Rajoy, no con Sánchez, luego puedes estar más o menos a gusto con quienes se eligen para que lo lleven adelante, aunque es innegable que Broncano hoy por hoy es uno de los humoristas más seguidos y con más éxito, si es por competir con programas similares al que va a presentar él, él es el más indicado para competir. Si lo prefiere el lector que lo reflexione en términos de fútbol y los fichajes de futbolistas. 

La cosa es que ese señor de la red social me había acusado de algo que no había ocurrido: remover la memoria histórica y traer a Franco al debate... La persona que le contestó en debate con él le hizo ver que la única persona que había mencionado a Franco, y decir que se sentía cómodo con él, había sido precisamente él, el que me acusaba a mí, que ni por asomo había mencionado nada de eso. A fin de cuentas es algo muy común de ver en los grupos sociales de las redes sociales últimamente, cualquier excusa le sirve a un grupo de personas o a algunas personas para mencionar a Franco con la finalidad de mostrar su adhesión al franquismo y en ocasiones para atacar a todos los que creen que no piensan como ellos, especialmente contra la gente de izquierdas, a las que atacan, en fin, con todo tipo de barbaridades. Visto lo visto, esta mañana temprano, cuando me levanté y vi este panorama, dado que todo ese discurso acusatorio y a la vez para ensalzar a Franco estaba desarrollado a partir de un hilo de comentarios que partían de mi comentario, borré mi comentario y con eso se borró todo el hilo, por lo que desapareció toda esa apología del franquismo. Si yo realmente hubiera iniciado un debate histórico de verdad, o bien en una conversación sobre el tema inicial se hubiera derivado a un debate histórico, lo hubiera dejado, pero como entendí que realmente se había utilizado mi comentario como excusa para soltar todo un discurso propagandístico disfrazado de persona que se siente ofendida y agraviada por mi maldad al remover la Historia y cambiarla en torno a Franco, cosa que no había ocurrido ni por pajolera casualidad, pues no me presto a que algo mío dé pie a la propaganda franquista que, a la vez, me ataca personalmente por algo que no he hecho y yendo el que ataca de presunta víctima moral. Borrado el asunto se acabaron las Pascuas. El que haya leído toda la tela a lo largo de este viernes noche, pues eso que se lleva para bien o para mal. No tengo necesidad alguna de entrar en debate y forcejeo tan absurdo e innecesario con nadie.

Pero hay una cosa en todo aquello que dijo este señor sobre mí en concreto, por otro lado (por lo que vi en su perfil público): dedicado al mundo de los tractores agrícolas desde lo empresarial, que no lleva razón: no estoy desinformado y, aunque yo no hablé de Franco ni de Historia, soy licenciado de Historia desde 2004, con cursos de tercer ciclo en 2005, investigador desde entonces y archivero desde 2009 que trabaja con la Historia y los documentos, estoy especializado en la Historia actual y contemporánea. He participado en la colaboración de la investigación para dos tesis doctorales de historiadores que se han transformado en doctores de Historia, uno de ellos va a dar una conferencia en el Ateneo de Madrid dentro de poco, he ayudado a investigar unos doce a quince libros de Historia de otros colegas de carrera, he publicado artículos, dado conferencias, tengo dos libros de Historia propios publicados, he colaborado con la investigación para exposiciones destacadas en Alcalá y en Madrid, he identificado y descrito archivos personales de personas muy relevantes del siglo XX español, algunos de mis trabajos permitieron a historiadores muy famosos a sacar biografías publicadas muy conocidas, he trabajado innumerable documentación desclasificada de asuntos exteriores españoles durante el franquismo y de la Transición y de política interior para ponerlos a disposición de los ciudadanos, y no sigo que la lista es larga. Creo que si hubiese hablado, algo de propiedad al hablar tendré. 

Pero estamos en esta semana en la que ayer vimos en telediarios como un exalcalde gallego del PSOE era agredido por un individuo de un grupo de personas de extrema derecha bandera de España en mano. En ese panorama llevamos inmersos tiempo largo. Un panorama que posiblemente se acabaría antes si el PP apostara de una vez por todas sin dar lugar a dudas ni "sí, pero" por su carácter democrático sin callar ni seguir todo lo que la extrema derecha azuze, y creo que saben quien la encabeza ahora mismo. Hoy la izquierda somos los malos, mañana señalarán a los de PP y a sectores católicos conservadores que no comulguen con su idea de qué es y qué debe ser España y su sociedad, es más, en alguna ocasión ya les señalaron incluso dentro del Parlamento y se ha visto por televisión, por Canal 24 horas, anda mira: la televisión pública. Al menos, afortunadamente, el PP condenó esta vez sin "sí, pero" esa agresión al exalcalde gallego del PSOE. Pero eso no quita para que existan personas que en redes sociales busquen su hueco para apologías que no vienen al caso. A ver si un día alguien va a escribir lo mucho que le gustaba ver de niño "Érase una vez el Cuerpo Humano" y le van a acusar de izquierdoso y de atacar a Franco con ello. Esto es un desmadre, y los políticos deberían abrir ya los ojos de qué cosas no se pueden azuzar. O como dice un dicho: cuidado, que las armas las carga el diablo.

Claro que tenemos también este año esas comunidades autónomas que gobierna el PP con ayuda de Vox donde han decidido hacer algo que el propio Feijoo promete hacer si él gobierna algún día a España entera, cambiar la Ley de Memoria Democrática, heredera de la de Memoria Histórica, para crear otra de Concordia que, bien leída, poca o ninguna concordia crea cuando se niega a llamar a una dictadura, dictadura, a un golpe de Estado, golpe de Estado, o a recordar los sucesos más represivos de Franco. Unas leyes que obvian que desde el mismo momento de la guerra civil de allí por los sitios que iban ganando los franquistas sus víctimas iban siendo enterradas dignamente e iban siendo reparadas ellas y sus familiares, a veces cometiendo abusos contra los republicanos, por cierto, y que se les colocó cruces en todos los municipios y menciones en casi todas las iglesias de España, y se pretende ignorar que hay republicanos que siguen desaparecidos o en cunetas. Del mismo modo que en cuarenta años de dictadura hubo censura y manipulación sobre el relato de la República y la guerra civil, y silencio sobre lo que ocurría durante el gobierno de Franco menos favorecedor a una buena imagen de su régimen, silencio que por otras razones se prolongó en la Transición, aunque permitiendo arrojar luz a las cosas generales de la Historia que ya se conocían en el exilio y fuera de España; silencio que se heredó en el resto del siglo XX con algunas excepciones, y que ha empezado a romperse en el siglo XXI con los que somos las nuevas generaciones de historiadores y las oportunidades nuevas de nueva documentación a consultar, antes imposibles de consultar. 

Repito, yo soy historiador, me licencié entre 1999-2004, y luego seguí en tercer ciclo hasta 2005, y luego he ejercido de investigador, y desde 2009 soy archivero también... Y los historiadores (no los famosos) nunca somos consultados de nada cuando hablamos, sea con gente común o gente no común pero no historiadora, se considera en general que lo que digamos es falso, porque la gente prefiere tópicos, cosas de redes sociales o, casi siempre, política. Los que somos desconocidos no cobramos dinero, tenemos problemas para investigar y publicar, a menudo pagamos nosotros o/y trabajamos de otras cosas para ir viviendo, pero somos más libres sin el ojo de los políticos. A nosotros no nos llama Pedro Sánchez o Aznar para decirnos qué tenemos que escribir o decir. Nosotros investigamos libremente, elegimos nuestros temas, llamamos a las cosas libremente, contrastamos hipótesis con antítesis con método científico humanístico y llegamos a las conclusiones que creemos más certeras. Estas leyes sólo son importantes en el relato de los historiadores "oficiales" que suelen darle repercusión los medios de comunicación, aunque evidentemente tienen su peso en la opinión pública y en la apertura de un debate que tiene más de postura política que de Historia y su conocimiento. Me parece mal que se quiera entorpecer la labor investigadora seria, pero creo que aún está peor que implícitamente se viene a decir que los historiadores somos mentirosos de parte. Pero por supuesto, tampoco se escapa la alta carga de injusticia histórica y social, especialmente dirigida contra la gente de izquierdas o republicanos en general (que también los hay de derechas) y un aparente blanqueamiento de una dictadura de extrema derecha y ultracatólica y sus represiones a sus contrarios  que contiene esa enmienda llamada "de concordia". Olvida, además, el origen de golpe de Estado fallido que derivó en guerra civil, y da pábulo a recuperar ideas neofranquistas que recuperan el relato franquista y de Falange iniciado durante la guerra civil sobre que los responsables de la guerra eran los propios republicanos, cosa que se lee incluso en la Ley de Responsabilidades Política que elaboró Franco y que fijaba el comienzo de la guerra y las responsabilidades no en julio de 1936 con el alzamiento de Franco, Goded, Mola y otros generales, sino en octubre de 1934 con la huelga general llamada revolucionaria que, aún con todos los sucesos graves que ocurrieron durante ella, no contenía revolución  ni derivó en revolución alguna. Trastocamiento de la Historia que ya hicieron los historiadores franquistas de la década de 1940, pero que se recuperó durante el gobierno del PP con Aznar (1996-2004), especialmente desde el año 2000, cuando la fundación FAES, fundada por Aznar, potenció a personas que sin tener formación de historiador se metieron a historiadores recuperando esos relatos de la Historia elaborados en la década de 1940, cuando Franco simpatizaba con Hitler y Mussolini, libros escritos por gente como Pío Moa (reconvertido de la banda terrorista GRAPO) o César Vidal (comunicador).
 

Conozco bien el tema, esa gente sacó sus libros de revisión histórica cuando yo estaba en la carrera y leí cosas que escribieron, como leí a Pío Moa mientras a la vez leía textos y libros de historiadores de los años 1940 para formarme en historiografías, los paralelismos eran reproducciones con lenguaje de sesenta años después. Había medias verdades, alguna interpretación que podría ser objeto de debate entre historiadores, no se recurría a todos los testimonios posibles, sólo a los que más interesaban para defender una tesis sin someter a antítesis, y sí que aportaba testimonios que en la década de 1940 o no existían o no se conocían públicamente, pero eran usados en los mismos términos descritos. Tengo la impresión que estas versiones de la Historia es la que quiere defender en igualdad de condiciones los que defienden unas leyes "de concordia" frente a libros de Historia, ya sean de historiadores conservadores o de historiadores de izquierdas, que trabajan más seriamente siendo conscientes de que a veces sus hipótesis iniciales pueden alterarse y cambiar tras someterlo a la tesis y la antítesis de la investigación, con lo que la síntesis puede serle más o menos favorable a su hipótesis. Claro que el método científico, en este caso humanístico, es algo que viene del siglo XIX con Hegel y, hoy día, aunque parezca mentira, hay sectores de la extrema derecha que es contraria a Hegel y en consecuencia no cree en el método científico. Ojalá fuera una broma, pero ocurre en algunos sectores de la extrema derecha. Cosa curiosa, porque hay otros sectores de la extrema derecha que... ponen en valor a Hegel por cuanto una parte de su filosofía defendía fortalecer el Estado y sus mecanismos.

Tampoco perdamos de vista que la denominación "de concordia" que PP y Vox le dan a su ley para intentar quitar la de "memoria democrática" implícitamente viene a indicar que lo anterior era contrario a la concordia, que no había concordia, que no crea concordia que los familiares de los ejecutados que no saben dónde están enterrados los puedan buscar y enterrar, o que en los sitios oficiales se llame dictadura a una dictadura o golpe de Estado a lo que sí fue un golpe de Estado, o indicar quiénes defendieron el gobierno legítimo elegido en las urnas y quiénes recurrieron a las armas para acabar ese gobierno. Que no crea concordia, parece ser que quieren indicar, que podamos ir esclareciendo todo lo que implicó y sucedió en el gobierno de Franco, que si bien muchos de nuestros padres y madres, abuelos y abuelas, vivieron el franquismo en sus diferentes etapas y más o menos hay ahora mismo vivas unas generaciones que les pilló jóvenes el segundo franquismo, y le recuerdan con gente con coches, o con vacaciones o que ellos mismos tuvieron guateques y demás, no es menos cierto la existencia de ejecutados, de presos políticos, de torturas, de exiliados, de censura, de falta de pluralidad y de libertades, etcétera. Y lo que está por saberse... palabrita de historiador que trabaja en archivos y en los últimos tres proyectos he estado dejando bien archivados para su consulta documentos que este año tocaba desclasificar.

En fin, mañana es 14 de abril, 93º aniversario de la Segunda República y así estamos aún... Así estamos aún, noventa y tres años después de los avances que ella supuso y ochenta y cinco después del final de la guerra civil y el inicio del gobierno de Franco en toda España, cuarenta y nueve desde la muerte del dictador y cuarenta y seis desde la Constitución actual.

lunes, abril 08, 2024

NOTICIA 2308ª DESDE EL BAR: EL BRUTALISMO

En cada barrio de Alcalá se puede encontrar algo que le hace característico. Del barrio Polígono Puerta de Madrid, popularmente conocido como "El Lianchi", del que ya he hablado bastantes veces, se pueden ver diferentes enfoques y perspectivas, pero hoy me apetece hablar de algo poco o nada comentado, su carácter arquitectónico que, aunque parezca nulo, no es tan nulo, si bien está altamente descuidado y desatendido desde la misma creación del barrio entero entre 1970 y 1975, quizá el inicio esté en 1968, otros lo podrán datar mejor, para una entrada en esa bitácora no veo imprescindible acudir a un archivo o hemeroteca a mirar documentación. Es bastante conocido que el barrio fue una de las primeras expansiones de Alcalá de Henares cuando esta comenzó a crecer en la segunda mitad del siglo XX, cuando el municipio comenzaba a notar el aumento de su industria y el renacer cultural. Su ubicación en el eje de comunicación entre Madrid a Barcelona le hacía ideal. Ahora bien, la primera intención de este barrio era alojar aquí a militares y guardias civiles retirados (fundamentalmente retirados, pero no sólo ellos), aprovechando el número de cuarteles en la ciudad y la cercanía a Madrid. la idea no era nueva. Ya desde tiempos del siglo XIX la presencia de cuarteles fue algo notable precisamente por su posición cercana a Madrid si fuera necesario llevar tropas allí. Esta idea original hizo que este barrio fuera muy avanzado para la época, siendo totalmente peatonal, disponiendo de zonas deportivas públicas hoy desaparecidas, ajardinamientos, hoy día muy abandonados por el ayuntamiento, uno de los primeros en contar con rampas de acceso para las personas en sillas de ruedas y sus casas, muy espaciosas, contaban con grandes terrazas y novedades muy llamativas, como por ejemplo montacargas para tirar basuras o ascensores, si bien los montacargas de las basuras ya no funcionan y algunos propietarios incluso los cegaron o eliminaron de sus viviendas. Además, dado que iba a alojar a una población de miembros de la seguridad del Estado, prácticamente todos sus bajos y estructuras eran de hormigón, material que absorbe muy bien las hondas expansivas de las bombas evitando males mayores, pensemos que estamos hablando de una época de creciente actividad terrorista. Contaba también con bastantes comercios y locales, muchos de los cuáles han desaparecido y ni se nota que existieron, a causa de la ocupación por parte de familias que los han ido transformando en su vivienda, algunas incluso ocupando el espacio público de la calle como si fuera su porche privado.


La cuestión es que por la mala salud y posterior muerte de Franco en noviembre de 1975 el proyecto varió, especialmente con la llegada al gobierno de Adolfo Suárez en 1976. Con el desmantelamiento de los barrios chavolistas en el cinturón de Madrid capital, mayoritariamente montados por familias de etnia gitana en Vallecas, especialmente en el Pozo del Tío Raimundo, donde además existían fuertes tasas de analfabetismo, desempleo y delincuencia, se decidió que este nuevo barrio fuera de vivienda social, ayudando así a intentar acabar con un problema social de infravivienda y mejorar vidas, pero a la vez no es ningún secreto hoy día, a la vista del resultado final, que la idea era sacar de Madrid capital en su crecimiento este problema social. A la vez, "El Lianchi" fue desatendido en infraestructuras y lo que prometía ser todo un lujo comenzó a ser un barrio con problemas de abastecimiento de iluminación pública, abastecimiento de agua y otros recursos y servicios. Aunque el barrio se llenó de conflictividad, especialmente ligada a la droga, también se llenó poco a poco de esos recursos y de asociaciones como la primera en España de afectados por el síndrome tóxico (la colza) en 1981 o de otro tipo, desde testigos de Jehová a la asociación de alcohólicos anónimos y otras de ayuda contra la drogodependencia. También llegó a tener su colegio, su ambulatorio médico, iglesia propia, etcétera. Más aún, fue el único lugar de Alcalá que contó durante años con un centro de Formación Profesional. A su alrededor fueron creciendo el resto de barrios de toda esta barriada y terminó siendo el núcleo fundador del distrito II, de carácter obrero. Uno de los más poblados y que nutría a las fábricas, mercados y talleres de Alcalá y parte de Madrid, hasta que los cierres devolvieron las cifras del desempleo (que nunca se fue en número alto) a cifras muy elevadas. En general es un barrio trabajador, humilde, abandonado por la administración local en buena parte, con problemas sociales, como el citado desempleo, pero con una conciencia de vecinos más elevada que en otros lugares de Alcalá.

Pero yo había dicho que quería fijarme hoy en su arquitectura. Si bien esta es una arquitectura que fue avanzada para su época en lo dicho, por ejemplo en lo peatonal, los jardines y las rampas de acceso, así como su constitución en hormigón por seguridad, lo primero que podemos pensar es que fue una construcción barata y rápida por el uso del hormigón armado y las fachadas de ladrillo visto sin apenas decoración. A nadie le llama mucho la atención este tipo de barriada, pero responden a una tendencia arquitectónica del siglo XX que tiene sus seguidores y sus admiradores, aunque no sea algo vistoso.

Dicho lo anterior podríamos pensar en las construcciones funcionales de la era de Stalin tras la Segunda Guerra Mundial en la Unión Soviética, que se repitió en buena parte de Europa del Este, especialmente en la reconstrucción de Alemania Oriental, pero más que tener esa posible referencia, justificable además por el carácter militarizado de la organización social rusa de la segunda mitad de la década de 1940 y primeros años de 1950, un carácter que podía asumir un barrio que iba a ser destinados precisamente a militares, la referencia personalmente creo que es otra más ligada a Europa Occidental. 

Después de la Segunda Guerra Mundial no sólo la URSS se reconstruyó a base de hormigón. Reino Unido tuvo que reconstruirse también en parte, pero se encontraba altamente arruinado. Salieron de su ruina económica gracias a la cultura rock y popular de la década de 1960 y todo lo que esta generó. En la segunda mitad de la década de 1940 y la década de 1950 fundamentalmente se desarrolló allí la arquitectura brutalista. Era una arquitectura destinada a reconstruir de manera barata y rápida, si bien algunos de sus arquitectos llegaron a crear auténticos edificios y monumentos con cierta estética artística basada en lo geométrico. Se levantaron edificios y barrios de hormigón descubierto y paredes de ladrillo visto sin apenas elementos decorativos. Fundamentalmente los ocupaban población obrera. Este tipo de construcciones, si bien han pasado desapercibidos, tienen sus admiradores porque en su conjunto están basados en una estética de las geometrías, si bien quedan además personalizados gracias a la vida urbana que allí se desarrollan y le dan su propio carácter y personalidad con la actividad y uso de sus propios vecinos. 

No hay que confundirlo con el racionalismo, la corriente arquitectónica de comienzos del siglo XX que también buscaba racionalizar y abaratar las construcciones usando el ladrillo visto, pero usando este para decorar algunas partes según los disponían y combinando este con una disposición de ventanas y balcones más o menos elegante, o bien introduciendo escaparates de cristales curvos en sus bajos comerciales. Hay varios ejemplos de ese racionalismo en Alcalá de Henares en la Plaza de Cervantes con calle Libreros y en la Avenida de la Estación, en lo que fue una escuela krausista y hoy es una vivienda con jardín al lado de una churrería.

Personalmente creo que todo "El Lianchi" es un ejemplo de arquitectura brutalista, si bien algo tardía respecto al resto de Europa, pues si la URSS la exportó a la Europa del Este, Reino Unido fue imitado en las reconstrucciones de algunos lugares de Europa Occidental, y también en Irlanda, entre las décadas de 1950 y 1960. Todo el conjunto de "El Lianchi" podría considerarse como uno de los últimos proyectos de arquitectura brutalista en Europa, si bien nunca hay que olvidar que sus origen en hormigón respondía a una cuestión antiterrorista y que buena parte de la humildad última de sus construcciones se deben a ese cambio de proyecto de casas para militares y guardia civiles a casas para población marginal y obrera. Sin embargo, para los amantes de la fotografía también hay aquí buenas ocasiones, aunque el barrio tenga mucho más y también apreciable.


 Saludos y que la cerveza os acompañe.

viernes, abril 05, 2024

NOTICIA 2307ª DESDE EL BAR: 30 AÑOS SIN KURT COBAIN. POLLY WANTS A CRACKER

Ven como eres. Viólame. Huele a espíritu adolescente. Litio. Quédate lejos. Polly. Jesús no me quiere por un rayo de sol. Mudo. Sirve a los sirvientes. Fluencia negativa. Sobre una chica. Aneurisma. Todas las disculpas. Acto de salón. Muy simio. En flor. Frances "la agricultora" tendrá su venganza. Criar. Léchalo. Meadas territoriales. Lago de fuego. ¿Dónde dormiste la noche pasada? 

Hoy es 5 de abril de 2024, lo que hace que hoy se cumplan treinta años desde que Kurt Cobain se mató con un disparo en la cabeza. Eso hace que haga también treinta años del comienzo de toda una revolución cultural en la juventud occidental de la década de 1990 que, en un sentido diferente, muy diferente, sólo se ha comparada con la revolución cultural que tuvo la juventud atada a la música rock en las décadas de 1950 y 1960 y que se prolongó buena parte de la de 1970. Yo pertenecí a esta parte de la juventud, si bien es cierto que no todo todo el mundo lo vivió igual, ni en la misma intensidad, ni con las mismas entregas. De hecho, en todo este mundo del grunge, evolución en buena parte de la música punk en su vertiente norteamericana, justo en el momento en que encontraron cierto equilibrio de rebelión total y fusión con el rock de garage y, algunos grupos de grunge harían incursiones en otros estilos hasta el punto que hay quien los confundió con el hard rock, yo me ubiqué un poco más cerca de Pearl Jam que de Nirvana, aunque me compré en la época dos de sus álbumes, con el tiempo vino un tercero, y tenía el resto grabados en cassette, como casi toda la chavalada de la época por falta de dinero y por una forma de vida respecto al consumo que el propio grunge fomentaba. Pero bailé y canté a Nirvana, que siempre fue el que lo lideró todo. Mientras yo tenía el "Nevermind", siempre había alguien que te discutía el disco para elevar a "In utero", y a esos les enmendaban otros para decirles que el bueno era "Bleach" y también "Incesticide"... y ya está, salvo el par de póstumos inmediatos que sacaron, esa era toda la discografía, a la que sumar innumerables conciertos pirateados, especialmente de su gira europea. Yo había comenzado a salir con Nirvana sonando y con la muerte de Cobain. 

En Europa, especialmente en España, no es que no se conociera el grunge. El mundo más alternativo del punk lo conocía, es más, dentro de ese mundo, los más veteranos, aún recuerdan que realmente el espíritu más grunge no era Nirvana, si no otros grupos de Seattle. Lo que ocurría es que fue el suicidio de Kurt Cobain y toda esa potencia que tenían, pese al sonido sucio y mal trabajado pero con mucha pasión, o quizá por ello, que de repente el grunge tuvo un mártir con el que nos identificamos gran parte de la juventud, también porque hablaba del fracaso y del no futuro en pleno momento de las oportunidades que nosotros veíamos que estaba ahí, que estaba aunque no se quisiera ver, más que nada porque algo nos estaba tocando y lo intuíamos pese a la juventud... lo viviríamos plenamente bastante después, con la crisis de 2008... pero es que en la primera mitad de la década de 1990 España ya tenía su gran crisis económica que cortaba el paso a los jóvenes, alimentada por los cierres impuestos por ajustes económicos de la Unión Europea y por los casos de corrupción de la época. Luego en 1996 llegó Aznar y recuperó la economía pero a costa de potenciar trabajos precarios para la juventud e inflar una fantasía inmobiliaria que sería la que reventó en 2008, ya con Zapatero y una crisis mundial. El grunge tuvo su apogeo en España precisamente tras la muerte de Cobain por lo que nos identificaba la vida y la muerte y las cosas que este había ido diciendo criticando las injusticias sociales, pero sin tratar de ser tampoco alguien que pretendiera dar un mensaje de revolución y cambio. En absoluto. El mensaje de revolución y cambio estaba, pero no venía especialmente del grunge, aunque acabó alimentándolo.

El grunge estaba más que en alto en Estados Unidos, especialmente en los Estados del sur, desde la segunda mitad de la década de 1980. Incluso REM en un primer momento era consderado grunge. Además sobre 1988, más o menos cuando Nirvana empezaba a sonar en una serie de locales, comenzaron a aparecer grupos de grunge con mujeres que cantaban puro rock o punk o como lo queráis llamar tan libremente que no necesitaba para nada seguir mandatos de moda para vestirse como pedían las discográficas. No necesitaban cantar canciones de amor ni ponerse las bragas por encima de la ropa, como Madonna. Eso atrajo a muchas chicas al grunge. No era algo sólo para chicos. Era algo que nos unía sin diferenciar mucho yo soy hombre, tú eres mujer. Había otra cosa, y esa otra cosa puso nerviosos a muchos pensamientos conservadores, porque ese algo no era ya ni sexual, y podía traspasar fácilmente los modos de vida, el cambio social y por tanto influir en un mundo que estaba acabando la Guerra Fría. Pensemos que con el final de la URSS en 1991, año de máximo apogeo de Nirvana y Pearl Jam y otros, comienza una etapa ultracapitalista, o neoliberal, como se prefiera, donde hubo varias cumbres económicas que fueron respondidas por movimientos antiglobalización y el ascenso de nuevas ideas anarcosindicalistas y anarquistas unidas al ecologismo. 

En medio de todo esto resurgió el renacimiento del rock y el hard rock de los 1960 y 1970 y con el regreso de nuevas grabaciones de The Beatles resurgió el brit-pop con un pique entre Oasis y Blur, adornado de numerosos nuevos grupos británicos. No sólo eso, el heavy metal tenía una nueva fuerza, con  un Metallica y un Blind Guardia imbatibles, y de  repente, toda la música rock más o menos comercial o bastante pacificada durante la década de 1980, parecía desaparecer de un plumazo, sobre todo cuando desde el otro lado del panorama musical fueron surgiendo los de la música electrónica del "bakalao" ("enemigos" de grunges, brit-pops y heavies) y la evolución lógica del rap, los del hip-hop, que de repente tuvieron su peculiar unión a una evolución última del grunge en la segunda mitad de los 1990 mediante Cypress Hill y Körn, entre otros y, más allá, incluso con e brit-pop, primero transformando Blur y luego cuando vimos aparecer a Gorillaz.

Había ocurrido que el modo de contar los más vendidos en Estados Unidos había cambiado hacia la segunda mitad de la década de 1980. Estados Unidos ocupa casi medio continente y produce la mayoría de los productos culturales de  Occidente. Su lista de éxitos, la billboard, no sólo marca los éxitos musicales estadounidenses, sino que al abarcar casi medio continente, marca los éxitos y tendencias mundiales, y no suele fallar. Entre esta billboard y las listas de éxito de Reino Unido se puede saber qué será un éxito mundial o puede tener todas las papeletas de serlo, si bien a veces han existido sorpresas inesperadas. De ahí que actualmente el éxito de Taylor Swift tenga pendientes a todo el mundo, por mucho que en España no cuaje todo lo que cuaja en otros lugares. Swift ha colapsado varias veces la billboard. 

La forma de contabilizar los éxitos musicales en Estados Unidos desde la década de 1950, quizá algo antes, se basaba en el número de radiodifusiones de una canción en determinadas emisoras de éxito, incluidas las piratas. Muchas veces estas venían junto a las peticiones de los oyentes. Sin embargo, a finales de la década de 1950 se detectó una estafa por la cual los pincha discos estaban cobrando dinero por parte de los productores musicales para colocar sus canciones en antena a todas horas, lo que potenciaba sus ventas. El escándalo buscaba socavar el mundo del rock and roll, cosa que no se logró, pero el modo de medición se empezó a combinar entonces con el número de ventas de los discos actuales de cada artista. Ahora bien, en aquella época, ya la década de 1960, no se medían las ventas reales, sino que se cogía un muestreo amplio por una serie de acuerdos con grandes superficies comerciales y según vendían ellos, se tenía una idea aproximada junto a las radio emisiones y, ahora también, las peticiones de aparición de artistas en televisión. Pronto se les uniría como pista los reventones de taquilla en los conciertos, pero para medir el éxito en billboard se acogían sobre todo a esa venta de discos. 

Con la llegada del punk y del rock garage de la década de 1970 muchos grupos de éxito no eran controlados por billboard, simplemente porque o bien no tenían álbumes, o bien hacían sus propias grabaciones caseras, o bien hacían contratos con pequeñas compañías que no estaban presentes en las grandes cadenas comerciales. La realidad se fue disociando de las estadísticas, pero los profesionales de la industria de la música no se dieron por aludidos. En la década de 1980 la aparición de un canal de televisión sólo para música, la MTV, domesticó a varios grupos, buscaba comercializar familiarmente todo el rock, aparentando rebeldía. De repente hubo grandes éxitos de gente muy provocadora, como Madonna y lo sexual, Michael Jackson siendo el primer hombre de raza negra cantando en MTV, y otros. No negaremos que tuvieron grandes masas y siguen teniéndolas, también U2, Bruce Springteen, Queen y otros, pero hacia el final de la década de 1980 hubo un cambio tecnológico en las cajas de los establecimientos comerciales que llevó a billboard a cambiar su método de contabilizar ventas. Se llevaron la gran sorpresa. 

Ahora se podía contar con los datos exactos de ventas, o al menos los más exactos, al poder contar con los códigos de barras lo que se vendía en todos los sitios que vendían. Grandes y pequeños. Resultó que los álbumes más vendidos no eran de Madonna, no de eran de Michael Jackson, no eran del mundo MTV, eran del heavy metal, como Guns ´n´ Roses, Iron Maiden, Metallica, Motorhëad, Aerosmith, AC/DC y otros y eran del grunge, un invitado inesperado, Nirvana, fundamentalmente, muy seguido de Pearl Jam, pero también Terrorvision, Offspring, No Doubt, Radiohead y otros. Así pues, a comienzos de la década de 1990 la industria se quiso reajustar y atraer a estos grupos a sus propios circuitos y formas. No deja de ser paradójico que Cobain criticara todo ese mundo prefabricado del rock MTV, pero a la vez hiciera giras europeas y... un concierto acústico para MTV en 1994 que terminó siendo su primer disco póstumo, y uno de los más vendidos de su carrera. Yo lo tengo de la época. Concierto grabado además a muy pocos días del suicidio de Cobain. Es todo un testimonio.

Todo más o menos se fue juntando. También es cierto que el grunge era más libre que todo el rock que ya pasaba por los grandes estudios y los grandes canales. Los músicos de grunge tenían algo de camaradería parecida a la de los músicos de los 1960 y 1970. No es raro que mientras había un renacimiento de aquellas músicas y el brit-pop lo relanzaba, el grunge no sólo lo respetó, si no que lo reinterpretó. Pearl Jam hizo varias versiones de The Who, pero hay que recordar que uno de los temas más conocidos de Nirvana, "The man who sold the world", no era de ellos, era una versión que hicieron del original de David Bowie. O bien recordemos que uno de los músicos más veces mencionado como influencia directa y con el que llegaron a tocar varios de los músicos grunges es Neil Young, un veterano del rock desde la década de 1960. 

Ahora mismo vivimos desde hace mucho tiempo una etapa de grupos musicales y solistas muy encorsetados en ideas preconcebidas de productores musicales de cómo debe ser la música y su vestuario y su comportamiento y su forma de moverse o de bailar que nos recuerda a aquella década de 1980. Hay demasiada fábrica. También ocurrió a finales de 1950 cuando se quiso encorsetar a los nuevos músicos del rock and roll, cosa que rompieron tanto los rockeros británicos como los que mezclaron el rock con el soul, la gente de la Motown, Stax y otros sellos fundamentalmente de raza negra. Cuando todo el tirón de la renovación de rock se fue agotando hacia la mitad de la década de 1970, la industria volvió a intentar ser ella la que marcara el paso con la música disco, los sonidos que eran "marca" de algún lugar, como el sonido Filadelfia, y otros intentos, los cuales rompieron el punk, que entró en forcejeo con una renovación del heavy metal en el final de la década de 1970. La década de 1980 no es que fuera mala década musical, pero sí fue una década muy domesticada a la que se le permitía algún escándalo puntual y que conviviera con una música contracultural que ellos creían que era el pasado, cuando era el futuro. La década de 1990 es toda una renovación impactante también en lo social, como lo ocurrido en la de 1960, pero la década de 2000 lo fue adormeciendo y la de 2010 y esta de 2020 es la pura domesticación con escándalos controlados, como en los 1980.

Bien es cierto que en el siglo XXI volvió a cambiar la forma de contabilizar los éxitos y en estos 2020 vemos como están en auge ritmos como el reggaeton o las fusiones de flamenco con trap (una evolución más del rap), con electrónica y otros ritmos. Es la década de la música de baile altamente sexualizado, que dice no sexualizar y sin embargo todo en ese mundo es sexo. Que dice ser original y rebelde y rompedor con las normas anteriores, y sin embargo comportarse con todas las normas anteriores del nuevo millonario que no rompe con nada, no vaya a ser que se le rompa el chiringuito, pero eso sí: hay que aparentar rebeldía y rotura de moldes... es su molde.

Pero tarde o temprano alguien romperá con este panorama y volverá a traer aire fresco realmente genuino. Es más, llevo años observando y disfrutando que, sea el género que sea, los pequeños conciertos de grupo conocidos en su localidad, o desconocidos, no necesariamente con discos, y si hay música grabada con una muy corta difusión, son los que más  están moviendo a la gente que viene del mundo del rock. Un circuito que no puede controlar las grandes cadenas en un afán de sacarle todo el dinero imponiendo sus normas. Y repito: de cualquier género musical.

 Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, abril 01, 2024

NOTICIA 2306ª DESDE EL BAR: EL EXTRAÑO CINE QUE VI ESTA SEMANA SANTA EN TELEVISIÓN

 Desde el inicio de esta bitácora he hablado de cine, incluso llegué a tener mi propio espacio en El tornillo de Klaus para escribir de artículos de cine. En diferentes ocasiones he hablado de una lista de películas que he visto en un periodo de tiempo concreto. Al haber quedado en el desempleo  este año 2024 prácticamente en las puertas de la Semana Santa y poco había que hacer en cuanto a búsqueda de empleo, y como además he tenido una Semana Santa con soledad no  buscada, metido en casa todos estos días, sin llamadas de teléfono de nadie tampoco, ni recibí mensajes (salvo una única excepción), salvo literalmente dos breves paseos que di, dos literalmente y breves, contando Semana Santa desde el Viernes de Dolores 22 de marzo hasta Domingo de Resurrección 31 de marzo, tal como si hubiera sido revivir los días del confinamiento por la Covid-19, hoy me apetece compartiré el extraño cine que vi esta Semana Santa en televisión. Digo extraño porque en general las parrillas de televisión han programado mayoritariamente cine poco usual en Semana Santa. Ha sido películas fundamentalmente de acción y violencias diversas. Han habido las clásicas películas de Semana Santa, pero no han estado tan presentes como otros años. Esto me ha llamado la atención. En todo caso, casi todo lo emitido era poco atractivo. Al menos para mí lo ha sido, salvo alguna excepción. Cierto es que ya hubo una Semana Santa donde hice un ejercicio similar, en 2022 (Noticia 2130ª), se puede hacer la comparativa dos años después, sea como sea, a mí me apetece comentar la jugada.

El francotirador (Clint Eastwood, 2014): Esta la puso el canal Neox un par de días antes del comienzo de Semana Santa, pero yo ya estaba en el desempleo. Yo no había visto aún esta película dirigida por Eastwood. Tuvo en su día mucho reconocimiento, pero a la vez muchos de los seguidores de Eastwood, algunos ya algo mosqueados con otros metrajes y declaraciones del actor, tuvieron su particular divorcio con el cineasta aquí. No fue por motivos de cine, sino personales, por política. En los últimos años Eastwood ha marcado más su carácter conservador, lo que algunos no han perdonado o pasado por alto separándolo de su perfil artístico. La cuestión es que esta película es en realidad un biopic sobre la vida de Chris Kyle, el cual no es ni un músico, ni un actor, ni un político, ni un descubridor, ni nadie de los personajes habituales de los biopic. Kyle fue un soldado norteamericano que pertenecía al cuerpo SEAL de los marines, el cual fue enviado varias veces a la Guerra de Irak de 2003-2011 como francotirador que protege a las avanzadillas de otros marines dentro de las urbes. Pasó a la Historia por ser el francotirador con mayor número de enemigos abatidos en la Historia de Estados Unidos hasta la fecha. El final de Kyle tiene y no tiene que ver con su vida. Fue asesinado por otro veterano de guerra cuando él ya estaba retirado y viviendo con su familia en un pueblo norteamericano. Se hizo mundialmente conocido el tratamiento de Estado que le dio el gobierno a sus funerales. Eastwood recoge su vida desde que es lo que se llama un "red neck" (en España equivaldría a alguien de la España profunda, del mundo rural más cerrado) que se ve sorprendido al ver por televisión el ataque a las Torres Gemelas de New York el 11 de septiembre de 2001, por lo que se alista en el cuerpo de marines junto a su hermano. En 2003 les envían a Irak y a partir de ahí será enviado múltiples veces porque él mismo se presentaba voluntario al considerar que su misión personal no estaba terminada, ya que se sentía en competición con otro francotirador enemigo también muy certero, pero contra los estadounidenses. Así que de repente tenemos una historia que puede recordar el planteamiento base de muchas historias del Salvaje Oeste del siglo XIX americano y los enfrentamientos en duelos por parte de enemigos antagónicos memorables. Todo esto se une a que se trata de un biopic de alguien muy evidentemente concienciado y convencido de la necesidad de la guerra en Irak, con una ideología totalmente de nacionalismo estadounidense y de las normas de los marines. Todos estos elementos probablemente es lo que hizo que muchos seguidores de Eastwood creyeran que había hecho una película de guerra patriotera y eso les alejó. Sin embargo, tal como yo la vi, la película no es tanto una película de guerra patriotera. Evidentemente es una película en la guerra, evidentemente el personaje es altamente patriota, pero en conjunto, viendo todo lo que va ocurriendo y las propias reacciones de algunos de los soldados americanos que no son el protagonista, es una película sutilmente antibélica y hasta cierto punto cuestiona que el asunto patria está siendo defendido por ambas  partes cada una la suya. Sólo que es algo tan sutil que si no te fijas bien en todos los detalles te va a parecer una película de guerra... pero hay que verlo con ojos más abiertos. Eastwood como director, otra cosa es su juventud como actor (Los violentos de Kelly, Brain G. Hutton, 1970), no hace películas de acción por hacer acción, siempre hay mensaje. Este largometraje, aún teniendo un planteamiento muy parecido a Enemigo a las puertas (Jean-Jacques Annaud, 2001), no es Enemigo a las puertas. En realidad la película es antibélica y lo plantea mostrando el trauma postbélico del protagonista, el cual no termina de ser postbélico porque él mismo no logra romper durante muchos años con dejar de presentarse voluntario para combatir, lo que empeora su trauma y con ello sus relaciones familiares y sociales cuando está de vuelta en Estados Unidos. Claro que se marca el carácter bélico del personaje, porque el personaje lo tenía, pero la película va del efecto de la guerra en el individuo, en cómo le perjudica, siendo además un soldado que no dispara sin saber si mata, sino que sabe perfectamente a quien mata, que lo busca, que lo elige, que lo mata. Aparecen incluso denuncias de las dinámicas de la guerra con el uso de niños, o el asunto del terrorismo como guerrilla urbana. Luego tiene una serie de imágenes en algunas  escenas con un valor de mensaje poético, por ejemplo durante la pérdida de equipo en una huida en medio de una tormeta de arena. No creo que sea una película bélica norteamericana más. Y desde luego, de lo que llevo visto de películas sobre las guerras de Irak y Afganistán en el siglo XXI, hay un enfoque nuevo y diferente, más de denuncia, que las que se hacían de la guerra de Vietnam o la de Corea en el siglo XX. Al menos por lo general. A mí no me disgustó la película. 

El captor (Robert Bodreau, 2018): La emitió por la noche Televisión Española 1 también un poco antes de Semana Santa. Aunque yo creo recordar (erróneamente) que leí el título como El raptor. Da igual, el título original es Estocolmo, bastante apropiado, pues se trata de otro biopic, es más se trata de un hecho histórico, el de las personas y el inicio de la primera vez que se identificó plenamente lo que en psicología se llama "Síndrome de Estocolmo", una afección psicológica de las víctimas que se identifican a sí mismas con las causas de su secuestrador o raptador. Esto ocurrió por primera vez en Estocolmo, en 1973, cuando un atracador disfrazado de estadounidense del Sur entró en el Banco Central de Estocolmo tomando varios rehenes, de entre los cuáles se quedó con dos mujeres y, accidentalmente, con un hombre que se encontró escondido dentro del lugar. La cuestión es que lo que parecía un atraco imposible y absurdo, una sola persona atacando el Banco Central de un país entero a punta de arma de fuego, en realidad era el plan para exigir la liberación de un compañero suyo que estaba en la cárcel. El compañero es sacado de la cárcel para que ejerza de mediador, pero la idea no resulta bien cuando este se considera liberado y se une a su amigo que ha organizado el atraco. Con todo el edificio más que rodeado de todo tipo de fuerzas y con una repercusión mediática más que evidente, el asunto llegó hasta la intervención del propio presidente de gobierno de Suecia, que obra torpemente, y del esposo de una de las secuestradas, que también obra torpemente, por lo que las y el prisionero de los dos atracadores terminan simpatizando con sus secuestradores, lo que descolocó a todos los que intentaban liberarles. Una historia así, que fue real, no puede menos de estar entre el drama y la comedia. En cierto modo en España ya teníamos una ficción llamada La estanquera de Vallecas (Eloy de la Iglesia, 1987). Aunque el síndrome de Estocolmo es muy conocido, yo no conocía la historia concreta por la cual surgió. Me gustó. Es más, incluso tú como espectador simpatizas con el primer atracador, hasta quieres que se haga pareja de la chica. Es una película entretenida, aunque en España la supera la película de Eloy de la Iglesia, aún cuando la española es una ficción y esta otra es un biopic de una historia real.

La dalia negra (Brian de Palma, 2006): Esta ya sí fue emitida propiamente dentro de Semana Santa. La puso Bom Cine. Aunque parezca mentira, igual que las otras, no la había visto. He visto bastantes de Brian de Palma, que suele trabajar muy bien, especialmente las que tienen que ver con la mafia y el cine negro. Esta película es de ese género, de cine negro. Ahora bien, a mí se me hizo muy irregular. Tiene momentos que te tienen atrapado, y momentos largos que se te hacen muy largos, que se podrían haber resumido, partes que quizá son discutibles su permanencia en el montaje final. La película es entretenida, pero, paradójicamente, también se hace a la vez larga en algunos momentos, especialmente hacia el final. La historia se desarrolla en Los Ángeles, en plena era dorada del cine en 1947. Durante una operación policial se encuentra a muy pocos metros de esa operación el cadáver descuartizado de una mujer que es algo que en principio no tiene que ver con la operación que estaban desarrollando en la zona. Encargan la investigación a dos policías mediáticos que tienen un elevado porcentaje de éxitos. Son además temperamentos totalmente opuestos de lo pasional a lo racional. Comparten amistad y algo más, forman parte de un trío sentimental junto a la pareja del más pasional. Tiene un ritmo de cine negro clásico como Brian de Palma sabe hacer muy bien. Y eso es de lo mejor que tiene junto a algunos planos que nos recuerdan precisamente a aquel cine en sus mejores años en las décadas de 1940 y 1950. Hay algún toque que me hizo pensar en la novela de James Ellroy L.A. Confidential (1990), no tanto en la película de Curtis Hanson de 1997. Hay algo de ello en lo que esa historia plantea. Bueno, me hizo pasar la película de la noche con mi gata, que siempre está bien compartir películas con la gata en el sofá. Como digo, es una película con cosas que me gustan, pero también con partes que me la hicieron larga. Yo creo que De Palma sabía que no iba a aportar nada, si acaso podía poner algunos ganchos atractivos, que su potencia estaba en la capacidad de contar una historia a la vieja usanza con algunos recursos de cine del siglo XXI, pero se recreó demasiado en partes narrativas que, por razones que desconozco, creyó que tenía que desarrollar.

El mayor robo del siglo (William Friedkin, 1978): También la emitió Bom Cine, pero en una sesión de tarde, y la vi también con mi gata, tumbado en el sofá. No sabía ni que la ponían. No la había visto nunca y cuando comenzó tuvo un par de detalles que me llamaron la atención y seguí viéndola hasta que la vi entera porque me había enganchado. Se trata de otro biopic, el de un grupo de ladrones de guante blanco y de muy poca monta, delincuentes habituales con muy mala suerte, que un día se ven iluminados con la idea de robar a una empresa de una compañía de seguridad dedicada al traslado y custodia de grandes cantidades de dinero, entre ellos nóminas abultadas de grandes sueldos. Este hecho real se llevó a cabo en la década de 1950, ellos fueron atrapados y encarcelados, aunque nunca se recuperó el dinero robado y salieron libres viviendo bien y siendo admirados por buena parte de la población estadounidense, caso parecido al robo que hizo "El Dioni" en España a un camión blindado en la década de 1990. La cuestión es que Friedkin, que sabía hacer bien este cine, comienza la narración mostrando el origen de bajos fondos del protagonista desde 1938. El actor es Peter Falk en sus mejores momentos, por lo que se cuidó mucho de buscar a alguien que pareciera común, y no un modelo. El protagonista saldrá de la cárcel sobre 1944 más o menos y será en esa década que volverá a montar un nuevo grupo de compinches y a idear el gran robo citado. Es un ritmo de cine de pillos propio de la década de 1970. En parte en mi infancia yo he visto muchas de estas películas y es algo como entrañable para mí. Ver a Falk en un personaje que no es el detective Colombo es además algo extraordinario, aunque piensas en Colombo, pero sabes que no lo es, porque aquí es un criminal, no un policía. La guinda mejor de la película, donde hay que reconocer que son criminales con todo tipo de mala suerte, incluso cuando logran su objetivo, es el final, que es cuando entran a las puertas del juicio en el que les van a condenar, porque al final Friedkin da un giro, no nos muestra la condena, no le interesa decirnos "esto es lo que les pasa a los ladrones", sino que se recrea largamente en una sociedad norteamericana que se agolpa en multitud para recibirles como héroes. Al final Friedkin da un giro para contarnos que algo está pasando en la sociedad cuando estas cosas ocurren, habla de justicia social, a pesar de que el resto de la película no nos la menciona. Intuimos que algo anda mal cuando existen esos personajes, pero sabemos que es algo generalizado cuando aparecen las multitudes. Me hizo pasar buena tarde.

Rambo III (Peter MacDonald, 1988): La pusieron en Be Mad, y no fue la única de Rambo que puso... es más, pusieron un ciclo completo de bastantes películas protagonizadas por Silvester Stallone, una cosa bastante llamativa en plena Semana Santa. Esta película la vi por primera vez cuando la alquilaron en cinta de video VHS mis padres. En la década de 1980 era bastante habitual que las películas estrenadas en Estados Unidos llegaran con un año de retraso de promedio, o con varios meses, por lo que solían estrenarse en España al año siguiente. Cuando llegaban a cinta de video de alquiler podía tardar otro año, así que debí verla en los comienzos de la década de 1990, tal vez me equivoque, pero estaría por asegurarlo. Luego la vi varias veces más en televisión, pero durante muchos años no volví a verla, fácilmente veinte o veinticinco años, aunque algún fragmento sí lo haya visto, especialmente cuando en la década de 2000 se hizo muy evidente hacer algún chiste a costa de que Rambo ayudaba a los talibanes en la guerra de Afganistán contra la URSS de 1979-1990, en pleno momento en el que Estados Unidos estaban en guerra contra los talibanes desde 2001. Sin embargo, cuando la vi esta semana, aunque la recibí como algo relativamente nuevo porque se me había olvidado cómo se desarrollaba la trama linealmente, me sorprendió que, en comparación con otras películas que hace tiempo que no veía, de esa me acordaba de un gran número de escenas y de cómo se desarrollaban. De la saga de Rambo (son cinco), la más cinematográfica y con más valor es Acorralado (Ted Kotcheff, 1982), un alegato también de síndrome postraumático contra la guerra el cual no ha sido valorado como debe y sí ha sido infravalorado e incluso burlado. Acorralado. Parte II (George Pan Cosamtos, 1985) es quizá la más popular en cuanto a la que dio pie a las burlas hacia Rambo, mezclando los chistes los argumentos de la primera y esta segunda parte, acusada, además, de belicista (esta vez sí había motivo) y de querer ganar en cine una guerra que se perdió (Vietnam), pero era una película de acción con ritmo de aventura bélica que estaba bien y que creó toda una cultura popular en la década de 1980 que aún perdura. Hay películas de acción actuales con mensajes próximos al fascismo que no han recibido ni un cuarto de un cuarto de la mitad de las críticas que se ha llevado este largometraje, que no lleva ese mensaje. Muchos niños de entonces nos criamos con esta película de acción, entre otras, y no hemos salido como se decía que íbamos a salir. Luego en 1988 vino esta tercera parte que con ojos de hoy hay que reconocer que aunque nos impresionaron algunas cosas en su día, como la autocirujía, es un argumento muy simplón, que si además le añadimos lo que hoy día sabemos de los talibanes, es muy vergonzante y pone en evidencia una nueva lectura de la película sobre el significado de las alianzas geoestratéticas que en 1988 no contenía. La aparición de niños ponía de relieve la conciencia de que la segunda parte de Rambo había tenido peso en los niños y jóvenes. Pensemos que en 1985 había muchos veteranos de guerra en el mundo occidental (de la Segunda Guerra Mundial, de la guerra civil española, de Corea, de Vietnam, de Argelia, de Grecia, de Angola, etcétera) que esta película les parecía una banalización de la guerra, una infantilización de la guerra. Con Rambo II habían hecho un videojuego, comercializado en todo el mundo, en España lo hizo Erbe para Amstrad y Spectrum, el cual tuvo mucho éxito porque además, para la época, tenía unos gráficos y unas opciones muy avanzados. Yo llegué a tenerlo y jugarlo. Viendo la película de Rambo III ahora, mientras la veía, pensé que tenía ritmo de videojuego de la época. De hecho se hizo videojuego de Rambo III. Invito a verla también desde esa perspectiva. Si uno ha conocido los videojuegos de la década de 1980, la trama es perfectamente adaptable a un videojuego. Supongo que por entonces no nos dimos cuenta porque no era tan común como ahora crear películas de acción pensando también en producir otros productos de ocio vendibles, como los videojuegos. La cuarta parte tardó en venir, y fue volver al origen de la primera parte como película de denuncia. Muy digna. Hablé de ella el año pasado en la Noticia 2243ª, John Rambo: vuelta al infierno (Sylvester Stallone, 2008). Existe una quinta parte, como he dicho, Rambo: last blood (Adrian Glunberg, 2019), pero no la he visto. Yo creo, en todo caso, que cuando Stallone hizo Los mercenarios (dirigida por él, 2010) se reía de entre sus películas precisamente de las exageraciones de Rambo III.

Una bala en la cabeza (Walter Hill, 2012): Durante los anuncios de Rambo III en Be Mad anunciaron para el día siguiente esta película protagonizada por Stallone y dirigida por un director de cine bastante mítico en películas de acción de la década de 1980 y 1990 con el que me he criado yo y muchos, Walter Hill. No sabía ni que existía esta película. Tuve curiosidad sobre qué podía salir de la unión de Hill con Stallone, aunque fuera en un largometraje en el que ellos ya no están en los mejores momentos de sus carreras. Me hice una idea de que sería una película de acción más o menos explícita, con espectáculo y algún mensaje de moralina en manos de un protagonista nada ejemplar y muy violento, que es lo que nos suele mostrar Stallone últimamente, pero claro, estaba el factor Walter Hill y quería ver el resultado. No me equivoqué mucho. He de reconocer que como película de acción cumple con su cometido: entretiene. No tiene mucho más que el entretenimiento. Probablemente será un atractivo para un público más joven que aparezca Jason Momoa, que un año antes había protagonizado Conan, el bárbaro (Marcus Nispel, 2011). Ahora bien, como Stallone y Hill ya vienen de vuelta y ya lo tienen todo, se pueden permitir el lujo de meter tanto escenas de violencia muy explícitas como desnudos femeninos que, en películas de acción que aspiran a grandes taquillas, suelen ser cortadas por las productoras de cine norteamericanas. El protagonista es un antihéroe, un asesino a sueldo que no recibe su sueldo y al que además su contratante quiere matar para no dejar rastros del crimen que contrató. Por carambolas se nos hace ver el juego sucio de la propia policía cuando un policía asiático americano le localiza y le ofrece un trato para localizar y detener a quien encargó el crimen. Así que la película es en realidad una de estas películas de extrañas parejas de policías muy diferentes entre sí que se ven obligados a trabajar juntos, género que trabajó bastante Walter Hill. Aquí no hay toque de humor alguno, es todo seriedad y violencia, lo que parece que es como darle una patina adulta, pero en realidad es parte de un cine del espectáculo con un Stallone que es muy malo, pero con ética de criminal, y un policía con ética de policía, que no es malo pero que está entre saltarse el límite y no hacerlo. A todo esto: una denuncia de que detrás de lo más honesto de la suciedad hay algo sucio, y detrás de los sucio siempre hay espacio para lo honesto con sus propios valores. A ver, no es lo mejor de Stallone ni de Hill, pero es entretenida, y en ese sentido cumple su misión. Tiene un lenguaje de acción que entenderemos los que nos criamos en los años 1980 y 1990 con ello, y generaciones anteriores, las generaciones posteriores tienen otro tipo de lenguaje de acción, incluso creo que encontrarán censurable más de una cosa que aquí se ve, aunque no sean cosas realmente tan importantes.

La caída del Imperio Romano (Anthony Mann, 1964): Esta película suele ser una de las habituales de Semana Santa, pero este año no la pusieron. La tengo comprada en DVD, en una especie de colección de cine épico que me hice eligiendo yo los títulos. En realidad no tiene nada que ver con Cristo ni con la Semana Santa, simplemente es un largometraje de larga duración sobre el Imperio Romano en el siglo II. Para quien no la conozca, hasta cierto punto Ridley Scott hizo su propia "versión libre" en el año 2000 al rodar Gladiator. Pero aquella era una versión excesivamente libre, tanto que sólo tienen en común la base sobre la que se monta. Narra los momentos finales del gobierno de Marco Aurelio y la sucesión que hace de este su hijo Comodo, el cual desbarata al completo la obra de su padre al ser una persona excesivamente entregada a los juegos de gladiadores y al autoritarismo político, con lo que provoca una guerra civil en la zona oriental del Imperio. En la historia de Mann entra en juego la mano derecha militar de Marco Aurelio, que pasará a ser la de Comodo, hasta que cae en desgracia. En medio de esto hay intrigas políticas y una historia de amor entre el general y la hermana de Comodo, que será casada con el rey de Armenia. Me la puse para verla por la tarde con mi gata, en el sofá, aunque cuando la compré lo hice pensando verla con alguien que apreciara también el cine y la Historia y tal, pero eso nunca ocurrió. Yo nunca había visto la película completa. Siempre había visto el final en televisión. Así que la vi completa. El metraje se equilibra mezclando cine bélico con cine de amor, cine de intrigas, cine de juicios... tiene un poco de todos los géneros. Está muy bien pensada, pero quizá por esa mezcla de géneros cuando coge fuerza se  desinfla, luego coge fuerza, luego se desinfla... y así sucesivamente, sin llegar a tener la fuerza de otras películas épicas de las décadas de 1950 y 1960. Por mucho tiempo, hasta años recientes que hemos visto varias de estas películas, estaba considerada la última gran producción de cine de romanos. Se hace algo larga, pero intuyo que en una gran pantalla tiene que ser espectacular. Me ocupó casi una tarde entera, pero como viví una soledad involuntaria esta Semana Santa, al menos pasé la tarde. Es especialmente destacable ver cada cosa que va ocurriendo desde Marco Aurelio hasta la muerte de Comodo para recibir ese final que se va alejando en plano mientras vociferan los generales, los bárbaros gritan a sus dioses y el pueblo danza vestidos de personajes de tragicomedia de teatro, lo que da sentido total al título unos doscientos, doscientos cincuenta años antes del final del Imperio Romano. 

Shrek. Felices para siempre (Mike Mitchell, 2010): Ni me había planteado ver esta película. Creo que la pusieron el sábado, sino el viernes, por la tarde en Clan TV. Es la cuarta entrega de dibujos animados de la saga de Shrek, de la cual he visto la primera y la segunda, así que supongo que me falta la tercera. Estaba de nuevo con la gata en el sofá y por no cambiar el canal, la vi, me hizo gracia, y como me hizo reír un par de cosas la dejé. A ver, en este caso, el ogro Shrek está cansado de llevar una vida familiar donde ya no da miedo a nadie. Su encuentro con un troll mágico le permite contratar un día como ogro tal como era antes a cambio de darle un día de su vida al troll. El trato tenía trampa y Shrek verá todo su mundo cambiado al completo y corriendo el riesgo de que todo se quede así, incluso desapareciendo él para siempre al final del día, porque como es de suponer el troll ha usado su día para beneficiarse a costa de su existencia. Así pues, Shrek tendrá que reencontrar a sus seres queridos, que no saben quién es, y deshacer el hechizo. La historia funciona bien y los chistes a base de personajes de cuentos siguen siendo, sorprendentemente, efectivos en la cuarta entrega. De fondo se plantea un tema muy actual: la venta de datos, de tus datos personales, como algo que aunque creas que no es importante, puede ser algo muy peligroso. La suplantación de identidad, el uso de ella, el borrado de datos o la alteración de estos... todo esto está ahí con un flautista de Hamelin tocando y un gato con botas engordado a base de mimos. Me gustó.

Peter Rabbit 2: a la fuga (Will Gluck, 2021): Creo que del Sábado. La pusieron en Boeing. Fue en sábado. Me había quedado dormido en el sofá con la gata y me desperté con la mitad de la primera parte, o quizá su final. Tenía alguna cosa curiosa y como pusieron la segunda parte dejé el comienzo. Al final por curiosidad seguí viendo y la vi entera. Totalmente inesperada, pero agradable. Mezcla actores reales con personajes de dibujos animados por animación con ordenador. Se basa en los cuentos británicos que toman por protagonista a una familia humana que vive en una granja con una familia de conejos inteligentes y otros animales que se descubren a los humanos como seres que viven con sus mismas capacidades y luchan por mantener la granja que han comprado los humanos. En la segunda parte la familia humana y la de los animales de la granja conviven en familia. La mujer humana escribe en cuentos lo ocurrido en la primera parte y un editor de Londres le ofrece ir a la capital para darle un contrato de edición. Se llevan a la familia de conejos, siendo que Peter Rabbit se siente humillado por cómo le ven y eso le hace amigo de una serie de animales callejeros de Londres que forman una pandilla de criminales de poca monta que se dedican a robar comida. A partir de ahí comienzan los problemas. Una comedia simpática, infantil, agradable... Muy inglesa. Una de las cosas que más me llamó la atención es que la trama que sirvió de excusa, la del editor, cuenta a los adultos una trama que me interesaba: la de los editores de libros que abusan de los escritores cuando contratan con ellos editar sus libros. 

Torrente 2: Misión a Marbella (Santiago Segura, 2001) y Torrente 4: Lethal Crisis (Crisis Letal) (Santiago Segura, 2011): He de reconocer que estas las vi ya totalmente de perdidos al río tras una Semana Santa tan sin nadie. De toda la saga de Torrente ya sólo me quedan por ver la 3 y la 5. Pusieron toda la saga en Neox ayer, Domingo de Resurrección, pero en desorden. La 2 ya la había visto hacía tiempo, la 4 me fue totalmente nueva, aunque había visto un par de escenas que me puso alguien. Me reí con algunas cosas, aunque el chiste que más gracia me hizo no era ni sexual ni escatológico, sino el que comienza con la frase "estas balas ya tienen nombre", la escena de interpretaciones faciales de a cada cual más tonto no tiene precio ahí. A comienzo de Semana Santa, en Viernes de Dolores, o tal vez fue en el sábado que le siguió, sí llegué a ver a un amigo y su pareja. Surgió entonces una conversación sobre el cine del destape en España, con el que nos hemos criado mi amigo y yo, pero no su pareja, que nos afeó que nos gustara. Aunque le intentamos explicar que es el humor de la época y que en realidad reirte con él no supone tanto como de lo que ahora se acusa, poco menos que de matar a Manolete, le intentamos hacer ver que el humor de Torrente es la evolución lógica de ese tipo de comedias, donde por cierto en aquellas, uno de los chistes más recurrentes no era sexual, era el galimatías de palabras de Ozores al hablar. Torrente de hecho usa actores de aquella época, incluida una de las descendientes de los Ozores, pero por sus películas aparecen Esteso, Pajares, Juanito Navarro, José Luis López Vázquez, Tony Leblanc y otros y algunos incluso usan frases muy conocidas de aquellas películas del destape. De hecho hay una diferencia entre aquel y lo de Torrente, aunque no se quiera ver, aquel era más respetuoso con la mujer y sus reivindicaciones y derechos que el de Torrente, donde a menudo eso está ausente en la mayor parte de sus chistes sexuales. En parte me pareció casi del destino cerrar con Torrente una semana que había empezado con una conversación donde hablamos de él. Algunas risas tuve. Eso está bien. Cumple su misión.

Y sí, me planteé ir al cine a ver la nueva de Cazafantasmas, pero no lo hice. Podría haber ido solo, sí, pero a la vez quería ir con alguien, y, en el fondo, ya se había apoderado de mí esa sensación de ¿y luego qué? cuando no hay con quien hacer planes.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

viernes, marzo 29, 2024

NOTICIA 2305ª DESDE EL BAR: SOBRE LAS ESENCIAS PATRIAS, SEGÚN WULF (Qué es España según cada siglo que ha sido)

 2024 es un año en el que en España se habla mucho de las diferentes visiones que se tiene de ella a raíz de las elecciones gallegas, vascas y catalanas, y al mismo tiempo de la europeas. Todo queda salpimentado con la amnistía para los inculpados en todos los acontecimientos independentistas catalanes de 2017 y un nuevo amago de buscar un referéndum de independencia. Curiosamente buena parte de la idea nacional de España nació precisamente del regionalismo catalán de finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando ellos, para sostener su identidad catalana, desarrollaron la necesidad nacional catalana con capacidad para alterar la identidad nacional española y lograr potenciar lo catalán desde lo español, pues España tenía internacionalmente más acogida que la idea de Cataluña como Estado. Estos son planteamientos de más de cien años, pero que hasta no hace mucho estaban aún acogidos por algunos de los partidos catalanes existentes desde el último cuarto del siglo XX. 

En los últimos años se han escrito y desarrollado diversos ensayos sobre la idea de España. Cuando yo hice la licenciatura de Historia este tema era parte de una asignatura entera, la de las tendencias historiográficas,  los nacionalismos y las ideas identitarias a través de los tiempos. Por entonces no había tantos ensayos como ahora, la mayor parte giraban en torno a las ideas de nación y de Estado nación en el mundo, especialmente desde el siglo XIX, cuando estas ideas conforman la política nacional e internacional de toda Europa y América, aunque la idea de nación es una idea inicialmente sin Estado ni país que introduce en la cultura occidental los pueblos germánicos y bárbaros que invaden el Imperio Romano en su recta final de existencia. Pueblos cuya única unidad eran una tradición lingüística, cultural, religiosa, histórica y demás que los hacían nación, que no estado ni país, que son otra cosa cada uno de esos términos. Nación es un término de esos pueblos germanos que acabó adaptando la cultura europea más desarrollada en aquellos momentos. Los visigodos eran una nación nómada, por ejemplo, que se fueron asentando en diferentes lugares, hasta que al cabo de los siglos encontraron su asiento final en la península Ibérica y quisieron identificarse las provincias de la Hispania romana como sus tierras naturales, aunque evidentemente ellos no eran originariamente de allí. La idea de nación fue recuperándose a lo largo del Renacimiento y especialmente con la Ilustración del siglo XVIII, que termina uniendo la idea de nación con la de Estado en el siglo XIX, sin que la unidad nacional tenga que ver tanto con una misma unidad social y cultural total, sino principalmente con una identidad estatal donde secundariamente haya uniformidad cultural, lingüística, religiosa, etcétera, aunque no todos los nacionales tuvieran que coincidir en su totalidad identitariamente, pero sí en su mayoría. Idea que, por cierto, hasta cierto punto, alimentan ahora algunos partidos de extrema derecha de Europa, por ejemplo en Holanda.  

Sea como sea, recupero hoy un breve ensayo que tuve que elaborar en el último curso de la Universidad sobre este tema, analizando un libro de Fernando Wulf reciente en ese momento. Acabé de escribirlo en el día de Reyes, 6 de enero, de 2004. El libro se llamaba Las esencias patrias, y desmontaba toda idea ultranacionalista dejando en evidencia los diferentes puntos de vista de porqué España era España según cada siglo. Para Wulf las ideas que mueven a los pueblos en la Historia son construcciones según las necesidades o ambiciones de grupos que ejercen el poder o de los conjuntos sociales que necesitan una identidad propia frente otro conjunto social. Desde los íberos al comienzo del siglo XXI

LAS ESENCIAS PATRIAS, SEGÚN FERNANDO WULF

Este trabajo de tendencias historiográficas trata sobre el libro Las esencias patrias. Historiografía e historia antigua en la construcción de la identidad española (siglos XVI-XX), escrito por Fernando Wulf y publicado en la editorial Crítica, en Barcelona el año 2003. Sólo tratará, por otra parte y por acuerdo con la profesora de la asignatura, Margarita Vallejo, de la historiografía de la que el autor escribe hasta el siglo XVIII, incluido este.

Fernando Wulf escribe una historiografía de España, cosa poco realizada en nuestro Estado, recogiendo las más destacadas historias de España que se han escrito desde el siglo XVI. Trata así de dar la evolución de los denominados españoles en la historia, intentando mostrar cómo se han utilizado las diversas interpretaciones de la historia para justificar y legitimar la creación del Estado español, así como su existencia y su papel en el mundo.

En ese sentido justificador y legitimador muestra desde las primeras interpretaciones del siglo XVI, en las cuales se buscaba un pasado heroico y mítico (recurriendo a veces a falsas historias), a otras del siglo XVII, donde se pretende ser más rigurosos con las fuentes y donde Mariana introduce la idea de que el Rey debe gobernar para el pueblo sin caer en injusticias, pues este le legitima, y finalmente al siglo XVIII, donde se eliminan aún más las falsas historias y se presenta a los españoles como pueblo de gran cultura, más que como pueblo heroico (aunque esto también se reivindique). A lo largo de todas estas interpretaciones también se desarrolla la idea de España como lugar de invasiones hasta que logra madurar como nación con la unidad política y el catolicismo. La consideración de las diversas invasiones y su influencia cambia con los tiempos, aunque en general en cada época se reafirme siempre una cierta esencia española que es la que justifica la existencia de España.

España nace con gran fuerza internacional a fines del siglo XV, tras unificar los diversos reinos de la península Ibérica en uno (salvo la fachada atlántica central y sur, que pertenecerá a Portugal, la cual también llegará a ser parte de España en 1580, con Felipe II, y hasta mediados del siglo XVII). Las diferencias lingüísticas y culturales, así como la necesidad de legitimar el nuevo Estado y los poderes cada vez más totalizantes de los Reyes, hacían necesaria una historia de España que explicara las características comunes de las diversas poblaciones de la península. Con estas intenciones los primeros Reyes de España (que eran de origen alemán y también necesitaban justificarse como reyes de los españoles) contaron con historiadores oficiales. Carlos I contó con el trabajo de Florián Ocampo, mientras que Felipe II contaría con el de Ambrosio de Morales. Estos dos historiadores (cronistas) marcarían todo el siglo XVI.

Ocampo escribió una historia hasta la Segunda Guerra Púnica. Su historia se basa en el aprendizaje, desde la ingenuidad y el control externo, a la madurez con la guerra y la independencia. Este autor no duda en glorificar los orígenes españoles usando incluso fuentes falsas e inventadas. Con él comienza la corriente llamada tubalismo. Según ésta, Tubal, descendiente de Noé, se asentó en la Bética, siendo aquella, así, desde el origen una región fértil, culta, civilizada... Hasta el punto que se desprende que culturalmente estaría más antiguamente desarrollada que Grecia. Los mitos griegos y fenicios desarrollados en la península sólo serían reflejos de reyes auténticos que existieron, llegando a escribir una lista ininterrumpida de Reyes hasta los Austria, con Carlos I. Legitima de este modo la monarquía española al dotarla de antigüedad.

Los íberos serían, con todo, los españoles más legítimos (descendientes del poblador original: Tubal). Los invasores, como los fenicios o los griegos, serían corruptores pérfidos de las costumbres españolas. Frente a eso habría reyes tartéssicos que destacarían por su resistencia cultural, y en algún caso armada.

Los cartagineses serían fenicios que vendrían a España para comerciar, quedarse sus riquezas y dominarla. Por ello comenzarían las heroicidades hispanas al resistirse militarmente los habitantes de la península, como en el caso de Sagunto. Lo que no impide que se dividan en dos bandos, los que apoyan al invasor y los que no, posteriormente los que apoyan al invasor y los que apoyan a Roma. Presenta de este modo a los españoles como grandes guerreros, pero con divisiones internas en estos momentos.

El sucesor de su trabajo, Ambrosio de Morales, critica el uso de las invenciones por parte de Ocampo, aunque mantiene ciertos mitos como el de la población de España por parte de Tubal, aunque discrepa acerca de que la pueble a partir de la Bética. Eso justifica a España dentro del cristianismo y su tradición más antigua.

Morales se enfrenta a continuar la historia con las invasiones romanas. Las presenta en un contexto donde pretende presentar a España como sustituta en su actualidad de ese imperio antiguo, a consecuencia de cierta justicia histórica que existiría en el mundo, de algún  modo. El dominio de España por Roma era un paso más en su madurez y hasta en su cristianización. Los romanos serían invasores que en principio se presentaron como amigos. La resistencia española de dos siglos sería una confirmación de un sentimiento guerrero en pro de cierta identidad no bien dibujada, que sería la pertenencia a una inexistente España. Sobre todo con la mitificación de los hechos de Numancia o el paso por la península de ciertos militares de gran importancia. Pero Wulf apunta que los intereses romanos en España no eran tales como en próximo oriente o Grecia, lo que sería motivo suficiente para explicar que la guerra se prolongara tanto.

Morales habla de dos zonas diferenciadas, la sur y levantina, más próxima a la romanización, y la norte (sobre todo), donde habría una mayor resistencia y por ello mantendrían una mayor pertenencia española, causa que explicaría la resistencia a los musulmanes en el mismo lugar. Aunque Wulf explica que no se valora el poco interés de ese territorio en aquellas épocas. Aún con todo, Morales, ensalza las aportaciones hispánicas al Imperio Romano en cuanto a emperadores y literatos.

Una invasión que trata mejor es la visigoda. Esta sería la liberación de España y el castigo a Roma. El Imperio, por su paganismo, no podía menos que acabar invadido y destruido. Los pueblos bárbaros eran enviados por Dios para regenerar la sociedad, lo que le lleva a tratar mejor a esos nuevos invasores. No obstante, para él es un precedente de la unificación política de la península, y por tanto una justificación del Estado español creado por los Reyes Católicos, el cual se funda, entre otras cosas, con sus reyes presentándose como herederos y restauradores del Reino Visigodo, identificado con España y los fueros españoles. Los visigodos traerían primero la unidad política, para traer posteriormente la religiosa dentro del cristianismo. Estas dos unificaciones serían razones usadas como justificantes de unidad a lo largo de la Edad Media por diversos reyes de reinos anteriores a España, pese a que sus intentos de unificación fuesen fallidas hasta la llegada de los Reyes Católicos. La caída de los visigodos sería a causa de la desunión y la corrupción. Por ello Dios les castigaría con la invasión musulmana. Esta sería respondida por Don Pelayo iniciando las guerras de Reconquista y unos reinos auténticamente cristianos que evolucionarían hasta la unidad fuerte que sería España.

Don Pelayo iniciaría su reconquista desde el norte peninsular, lugar considerado como de fuerte permanencia de un cierto sentido de identidad española para toda la península. No es de extrañar que las casas nobiliarias y Reales de España buscasen sus orígenes en aquella zona para legitimarse. Eso no exime al sur y al levante de ser españoles, pero sí implicaría que lo fuesen en un grado inferior al norte. Ello explicaría que las invasiones que tuvo España vinieran siempre de esas zonas, al menos para los autores de la época. Los pueblos del norte eran los considerados no contaminados. Es con Morales con quien se comienza a hablar acerca de que Tubal, el descendiente de Noé poblador de España, habría llegado a poblar la península desde Vascongadas y no desde la Bética. El vasco sería la lengua española más pura. Estos argumentos serían interpretados de otro modo en el siglo XX por Sabino Arana, iniciando el nacionalismo vasco y ciertos argumentos xenófobos. Para Wulf, los autores de la época no tenían en cuenta la falta de importancia estratégica de la zona para los romanos y musulmanes, ni lo que las diversas fuentes en la historia entienden por territorios vascones o cántabros. Sea como sea, los habitantes de las zonas norte fueron privilegiados por los Reyes y por la consideración social general. Si este es el componente de lo español puro, el español sur y levantino tendrían su valor como aquel que enraíza a España con el Imperio Romano y su clasicismo, pues eso legitimaba a la dinastía Austria como emperadores, pues se podían presentar como herederos de la antigua Roma, a la par que el clasicismo antiguo de esas zonas enlazaba con las obras renacentistas de la época.

Ya en el siglo XVII las historias que se escriben pretenden ser un poco más ceñidas a la realidad, aunque aún caigan en cronicones. El siglo en España lo marca el padre Mariana, que no es un historiador oficial del Reino. Su historia pretende llegar hasta la conquista del Reino de Granada, como culminación de España puesta en lo que se considera su puesto natural hegemónico en la cristiandad, por sus luchas. Sin embargo, prosigue su historia un poco más. En cuanto a la historia antigua no incluye grandes novedades, sigue a sus antecesores con la tesis de Tubal, los reyes míticos y la postura española hacia los fenicios, griegos, cartagineses, romanos y visigodos. Los visigodos son resaltados por ser cristianos, aquí introduce su novedad: el reflexionar porqué ellos, y los reinos anteriores y posteriores, cayeron y dejaron de existir. Por lo que su obra se orienta a educar a los reyes, e incluso a concienciar a la sociedad de su paso común por la historia dentro del Estado y por el destino también común, ya sea de modo activo o pasivo.

Mariana opta por la monarquía como gobierno más estable, pero siempre que esté sujeta con leyes y estatutos para todos, incluidos los reyes, pues los gobernantes fueron puestos en su cargo, en origen, por los ciudadanos del Reino. El Rey ha de ser justo y no arbitrario y por encima de la ley, pues sino sería un tirano. Sobre todo porque la justicia también sería una creación de Dios, por lo que debe ser respetada. Por ello defiende el cese o el tiranicidio del Rey si este no obrara con justicia en beneficio e interés de todos los ciudadanos del Reino. Esto es una novedad interpretativa de la política, pero también del uso de la historia para justificarlo y como enseñanza, más que como legitimación y justificación del Estado y la dinastía. Esta visión también la extiende al Papado. Metido en este sentido, alaba las Cortes aragonesas, donde el Rey es controlado por el Justicia Mayor, mientras que en Castilla no es controlado. Piensa que el Rey cada vez se escapa más de los controles, lo que llevará al fin del Reino como hegemónico, ya que podría degenerar en un vicio y dejación que podría ser castigado por Dios. Prueba de ello, afirma, son los fracasos de la Armada Invencible con Felipe II. El abandono de actitudes católicas sinceras en los gobernantes sería la explicación de todos lo fracasos militares de su época. Justifica todo esto alegando el fin de Roma, de los Reinos Hebreos, etc. A la vez, explica así el dominio extranjero sobre los españoles primitivos. La historia española es vista por él por medio de los defectos de los españoles. Roma habría tenido un papel más civilizador, lo que realza su visión imperial de la historia. Los visigodos serían destacados por su cristianismo, aunque su caída vendría por su corrupción. Los diversos reinos cristianos surgidos en la edad Media nacerían intentando retomar las herencias góticas. Hace hincapié en los aspectos morales de todos esos reinos, que explicarían su ensalzamiento y su caída, todo ello lo aplica negativamente al auge y deterioro de los Austria en España. Un deterioro que vendría por separarse de designios divinos cristianos. A fines del siglo XVII la visión de Mariana parecería justificarse no sólo con las derrotas militares, sino también con el deterioro moral y con el de la propia casa reinante de los Austria.

En el siglo XVIII la dinastía gobernante en España cambia por la Borbón. Eso implica un cambio en la política interna, donde la zona del Reino de Aragón perdió sus antiguos derechos como consecuencia de su derrota en la Guerra de Sucesión. A la par, se intenta integrar España en Europa, de donde había quedado deslindada con el final de la casa de los Austria y la decadencia de dicho periodo. La historiografía de la época intenta alejar la leyenda negra que había sobre el país desde el periodo anterior (en todo caso esta es achacada  como culpa de los Austria). Se intenta presentar soluciones y avances al retroceso español, así como integrar a todos los españoles en un proyecto de comunidad española, y no tanto de unión de reinos en uno. Se reivindica el pasado clásico romano, como algo revalorizado por su alto contenido cultural. Se trata de crear conciencias mínimamente cultas. En este sentido se intenta crear una mentalidad y sentimiento de identidad española. Se multiplican por ello instituciones, revistas, expediciones e investigaciones diversas con fines historiográficos. Se recopilan crónicas, fuentes escritas diversas, monedas, catálogos de monumentos antiguos, etc. Y se les intenta expurgar de todo aquello que no es cierto o comprobable con mucho celo. Así, ahora, se diferencia entre tres etapas, por primera vez: la desconocida, la mítica y la histórica.

Hay un interés didáctico desde el Estado y desde fuera de él que cambia la historiografía española. Pero, a la vez, los españoles se fijan en las historiografías e ideas europeas. La rama Borbón explica la caída de los Austria e intenta relanzar a España presentándola desde lo cultural para reintegrarla en Europa.

Para Fernando Wulf el siglo XVIII español vendría marcado por los hermanos Mohedano y por J. F. Masdeu, como principales renovadores.

Pedro y Rafael Mohedano crean una historia de España más centrada en los aspectos culturales y en las explicaciones de los hechos, más que en lo bélico o los hechos en sí tan sólo. Aún con todo no rechazan el pasado guerrero español. Rechazan el origen de Tubal, aunque no de un poblamiento de la península tras el Diluvio. También descartan que existieran reinos y héroes antes de la llegada de los fenicios. Estos, además, habrían venido para comerciar y aportaron conocimientos y cultura a los íberos del sur y el levante. Del mismo modo los griegos. Con lo que España sería un foco civilizado en la antigüedad, que daría aportaciones a las culturas de Gran Bretaña y Francia. Así también aportarían cultura a los romanos, aunque los Mohedano pretendían con esto responder a un historiador italiano de la época, el cual afirmaba que España era bárbara y deterioró al Imperio con sus costumbres, del mismo modo que el Barroco del XVII empezaría en España acabando con el Renacimiento italiano.

Los Mohedano utilizaron numerosas fuentes clásicas literarias y numismáticas para apoyar sus tesis. Roma también habría dado aportaciones culturales a la península, pero le habría quitado la libertad. Los visigodos librarían de Roma a los españoles y a cambio recibirían cultura y civilización. Los musulmanes alcanzarían su esplendor cultural en España, según los Mohedano, por todo aquello que se encontraron en la península ya desarrollado y que pudieron aprovechar. Respecto a los musulmanes intentan integrar sus aportaciones culturales españolizándolas, lo que es novedoso.

Así pues, los pueblos invasores se ven ahora de modo positivo por sus aportaciones, y los pueblos españoles son más destacados por su cultura (en buena parte suma de todas las traídas por los pueblos externos a la península). Queda revalorizado el sur y el levante como habidos de conocimientos y comercio, lo que beneficia a España. El norte es caracterizado como más puro en las tradiciones peninsulares, y serían la aportación de espíritu guerrero en la identidad nacional. España es vista ahora, más que como unidad de todos sus habitantes, como un Estado lleno de diversidad, donde cada población da aportaciones.

J. F. Masdeu creó una historia que seguía a la de los hermanos Mohedano. Su relevancia está en cargar la historia con más fuentes, aún, que estos. Además refuerza la idea de una cultura fuerte y anterior a la griega y a la romana en la península. Su historia tiene ciertas cargas xenófobas al incluir ataques a las diversas culturas externas que llegaron a la península y se asentaron, precisamente por ello. Contra Roma crea mayores ataques por su paganismo. La desunión de la Edad Media también es criticada e incluso la decadencia del siglo XVII. Aunque ensalza lo cultural y lo guerrero.

A lo largo del siglo XVIII en España se producen obras que razonan sobre la democracia y el poder, la revolución americana y la francesa, y el rechazo progresivo a la imitación de lo francés. Acerca de todo esto se crean historias por ciertos autores de lugares que perdieron sus privilegios con los Borbones (v.g. Cataluña). Crean historias de las leyes para defender una idea de monarquía no absoluta, y sí más controlada y parlamentaria, apoyándose en el pasado. Incluso se hacen reflexiones de la antigua historia de España y de la actuación que ésta tenía en América cuando los respectivos autores escriben sus obras. Algunos ven en lo españoles primitivos, sobre todo los del norte y el centro, a los humanos que viven en armonía con las leyes naturales y el ius naturalis. Es el preludio de nuevos tiempos y de otro uso de la historia en el siglo XIX para defender la democracia e incluso formar una idea de nación.

De este modo Fernando Wulf pone de manifiesto como la historia fue escrita en función del presente de cada época y de las nuevas necesidades que iban surgiendo. Ya sean estas legitimar al nuevo Estado o a la nueva dinastía, o justificar la necesidad de cambios en el sistema monárquico destinados a alcanzar una mayor democracia en el poder, o bien crear una identidad española definida de algún modo, de acuerdo a la necesidad del presente del autor. Sea la necesidad de una España heroica en el siglo XVI, o la necesidad de una España culta y civilizada desde antiguo en el siglo XVIII para responder a las acusaciones de atraso.