sábado, julio 05, 2025

NOTICIA 2396ª DESDE EL BAR: SANGRE EN LA CALLE

Ayer 4 de julio fue un día muy completo en Alcalá de Henares. Amanecimos con los efectos de la enorme tormenta de la noche anterior que, en mi barriada, había derribado numerosas ramas de árboles entre El Juncal, Nuestra Señora de Belén y el Parque Magallanes. Precisamente bajé a desayunar a un bar del barrio y me encontré despistada a una urraca caminando entre los coches, cuando en realidad las urracas suelen quedarse en el entorno del Parque Magallanes. No es un problema de los árboles. Al igual que comentaba el problema de los desagües de la barriada cuando hubo la gran tormenta del pasado 11 de junio, en comparación con los ningún problema del distrito centro (Noticia 2393ª), aquí el problema está en que hace mucho tiempo que no se podan los árboles. No hay mantenimiento de los árboles. Lo malo es que injustamente, cuando ocurren estas cosas, alguna vez el ayuntamiento ha optado por talar el árbol y no por podar. Mal. Fatal. Horrendo. Se debería invertir en el barrio, en la barriada (conjunto de Barrios), como se invierte en otros barrios. De hecho, una de las ramas caídas cayó sobre un coche, que fue directo al taller de reparación. Sin embargo, los desagües actuaron más o menos bien esta vez.

La cosa es que esto ocurría mientras una vecina de El Ensanche se quejaba en prensa local sobre que no se retiraban las basuras de aquel barrio. Se le contestó (yo incluido) que está ocurriendo en el resto de barrios también (excepto los de centro y renta más alta). En mi barriada puede perfectamente pasar de quince a más días sin que pasen los/las barrenderos para barrer, para pasar de paso o desayunar se les ve. La suciedad en la calle es muy evidente, unos mismos desperdicios son parte del paisaje habitualmente medio mes (es variable, a veces una semana a veces más de quince días). Pero el asunto basuras acumuladas donde los cubos de la basura también ocurre, no es que se saturen, que también de vez en cuando y entonces la gente deja sus basuras al lado, en la calle, sino que además viene personas buscando cosas en la basura que les sean útil (ropa, metales... alimento) y a menudo lo que no les sirve lo sacan y lo dejan allí, en el suelo. No viene nadie a recogerlo y los camioneros de la basura, a veces, no se llevan todo lo acumulado en uno o dos días. Si son muebles se tarda más. Yo mismo el año pasado tuve que hacer una reparación en mi baño y llamé al servicio de retirada de enseres para que se llevaran el mueble de un lavabo. Estuvo el mueble dos días y cuando un basurero le hizo caso no lo hizo viniendo con el camión de retirada, sino que abrió el contenedor y lo echó dentro, lo que yo mismo podría haber hecho desde el principio, pero es que la normativa te dice que llames al servicio de recogida de enseres para llevárselo con la furgoneta pertinente a donde deba. Sea como sea, un día antes del día de ayer, respecto a este tema de las basuras, resultó que en la noche del 2 al 3 de julio una persona ebria se cayó y se descalabró (por cierto, no sé si él u otra persona, arrojó contra mi terraza una lata de bebida que dio cerca de la ventana de mi dormitorio, donde yo estaba en la cama). Dejó una gran mancha de sangre en el suelo. Sucedió sobre la 1:00 a.m., yo mismo contacté con el ayuntamiento sobre las 8:10 a.m. para mandarles la foto y la ubicación para que vinieran a limpiarlo el día 3. No vino nadie y volví a decírselo sobre las 13:01... y de nuevo a las 14:50. No vino nadie y la sangre estuvo a pleno sol de julio pisada por perros, niños y las suelas de los calzados, llevándose lo suyo con ellos, aún estando reseca. Se fue ennegreciendo con aquel calor. La lluvia tormentosa de la noche del 3 al 4 la limpió en mucho, aunque sigue habiendo como una sombra parda donde estuvo. Supongo que hay barrios y barrios.

La cosa es que el día 4, ayer, no sólo ocurrió el asunto de los efectos de la tormenta y las suciedades. Por la tarde el periódico Alcalá Hoy retransmitía en redes sociales un video sobre los disturbios habidos por parte de la extrema derecha contra la policía antidisturbios durante el traslado de un detenido por violación. Durante este mismo día, a nivel político, ayuntamiento, Comunidad de Madrid y gobierno central se enzarzaban en una pelea politizada (y con tintes racistas, creo yo) acerca de este crimen contra una mujer. Un poco más tarde los medios locales y los nacionales informaban del incendio de una fábrica de pilas de litio cuya nube tóxica se expandía a Alovera y Marchamalo, pero, ante la posibilidad de cambio del viento, se recomendaba estar atentos a las alertas que pudieran saltar en los teléfonos móviles para cerrar puertas y ventanas y no salir de casa. Pocas personas se enterarían, pues ya era viernes atardeciendo.

Cerró el día otra gran tormenta en esta madrugada del 4 al 5 de julio.

Fue el día de ayer uno de esos días donde se junta todo y se evidencian las carencias de la ciudad, mientras a la vez institucionalmente se hacen fotografías sonrientes ante anuncios de eventos y fiestas. Me pregunto si la gente es capaz de ver la ciudad en su dimensión de ciudad, y no sólo como lugar donde se puede pasear o disfrutar de eventos. A veces pareciera que el distrito centro devorara la visión de toda la ciudad en conjunto y en sus diferentes partes.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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