martes, julio 22, 2025

NOTICIA 2400ª DESDE EL BAR: LA JAM POETRY DEL BAR CAMBA, LO QUE A MÍ ME SALGA

El pasado sábado participé brevemente en Madrid capital de un recital de poesía que organizó un bar llamado Camba, en la calle Santísima Trinidad. Parece ser que es un evento mensual, con descanso en agosto, que viene haciendo desde hace unos meses con ese nominativo anglosajón que, personalmente, me resulta molesto, jam poetry, término puesto de moda por vete a saber quién hace no muchos años y que los periódicos han querido popularizar quizá por hacerse los modernos. Los recitales de poesía tienen muchos años con su propio nombre en español, no hay que avergonzarse del propio idioma. Más aún, cuando leí por primera vez el término jam poetry en prensa, algo antes del año de la pandemia, 2020, yo ya comenté en esta misma bitácora que estaba bien que en la capital comenzaran a llamar la atención, aunque en Alcalá, con el nombre de recital llevábamos varios años de ventaja siendo eventos que se hacen y que gustan.

Uno de los problemas de Alcalá en este sentido es que no solemos darnos bombo a nosotros mismos, en líneas generales. Las instituciones, principalmente el ayuntamiento (en los últimos mandatos), están más preocupados en crear y fomentar grandes eventos que parecen tener un interés más turístico que otra cosa. Y la gente que no es institución prefieren, en líneas generales, hablar antes de Madrid que de Alcalá. La prensa local no suele buscar la noticia cultural, prefiere que la noticia vaya a ellos, cosa que la gran mayoría de las veces no ocurre. Y la prensa que no es local pero habla de Alcalá, sólo quiere hablar de los tópicos... que si Cervantes, que si su mercado, anda mira la universidad, y qué tapas.

Fui invitado a ir a aquel recital de Madrid por una poeta de Guadalajara que, en sus días vacacionales de este verano, anda por el centro peninsular y me comentó esto de acercarnos a leer algo propio cada uno. Así fue, fuimos. Ella era la segunda vez que estaba allí, yo la primera. La organizadora decidió sacarnos los dos primeros a escenario, lo que, tras muchos años de perro viejo en esto, es un truco antiguo (y no sé si llamarlo malo o perverso) de organizador cuando no conoces a alguien. Le sacas cuando todo el mundo está frío y cuando los que quieren leer están más atentos a sus pensamientos de qué leerán que de lo que se lee. Alguien debe calentar el escenario y luego, ay, perro viejo, ya digo, van sacando progresivamente a los que más conocen, siendo que lo habitual es que acaben sacando los últimos, cuando ya está todo en lo alto, a sus amistades más cercanas o a las personas que más conocen que creen que pueden dejar un buen sabor de boca, en algunas ocasiones el organizador u organizadora se reserva a sí mismo para el final. Aquí, por cortesía, y dado que se iban a dar un descanso hasta septiembre, se dejó para el final al dueño del bar, que quiso demostrarnos sus dotes tocando la guitarra. No era una jam de música, pero tampoco era nuestro bar, es el suyo.

No me quejo de este orden de cosas, al menos no me quejo de forma grave, profunda o acusadora. Creo que algún día algún organizador puede pensar que a veces el desconocido te puede sorprender y que todo el mundo merece las mismas oportunidades, pero entiendo que organizar no es fácil, yo mismo he organizado alguna vez, y viene bien conocer cómo o qué escribe la otra persona. Yo, por ejemplo, trato de hacerlo antes y, cuando hacia algo así, el desconocido me era conocido. 

Sea como sea, estoy agradecido del acogimiento y de la oportunidad. Fue para mí una sorpresa encontrar en la sala a una joven chica poeta ligada a Alcalá de Henares, al menos hace pocos años, a través del grupo El Cuervo Blanco, ya inactivo como grupo. Así que tras aquello bromeé con ella y con mi amiga poeta de Guadalajara sobre que esa tarde la gente del Valle del Henares habíamos formado a nuestra manera una pequeña representación de nuestra poesía de la región. La organizadora, de Madrid capital, no sabía que había tres personas de algún modo conectadas por lo geográfico del Henares. Le dije que si organizaba yo algo después de verano y quería venir ella a recitar a Alcalá, yo mismo la invitaría a ella. Aceptó, queda pendiente traer a alguien de la capital. Ya se verá,

Uno de mis poemas gustó al menos a una de las personas desconocidas para mí. Una chica muy joven que se acercó expresamente para decírmelo. También su poesía me llamó la atención. La verdad. Creo que más o menos tenemos un estilo similar, aunque con un par de décadas entre una generación y otra. 

Llevo un tiempo que quiero hacer un recital propio tras mucho tiempo sin hacer uno, salvo la presentación de mi novela Los pasos del ayer en abril en el Pub O'Malley's. Ya por entonces, aunque alguna broma hice, opté por una presentación más seria y centrada sobre el libro y la labor de haberlo escrito. Ahora le comentaba a un amigo que me apetecía hacer un recital serio, más recogido, porque acabé (di por cerrado) la semana pasada un poemario que quizá está pidiendo ese tono, pues quizá sea el segundo poemario más triste que he escrito en mi vida. Él me dijo que no, que hiciera algo que hiciera reír, aunque fuera con poemas antiguos. Yo no sé si mi recital futuro será de un modo u otro, pero lo que yo estaba pensando el día que hablaba con mi amigo no coincidía en nada con lo que mi amigo espera de mí. Lo que sé es que el día que me anime a montar un nuevo recital, lo haré como a mí salga.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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