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lunes, marzo 25, 2024

NOTICIA 2304ª DESDE EL BAR: LA SEMANA SANTA DE SALUSTIANO GARCÍA

 Llevo bastantes años que en Semana Santa aprovecho para poner alguna obra de Arte y explicar algún aspecto de ella, o de su autor o de su corriente. Este año me ha parecido bien aproximar a los lectores interesados a un Arte poco valorado en España, aunque en las últimas dos décadas, más o menos, cada vez más salas de exposiciones lo están poniendo en valor. Me refiero al cartelismo. y en el caso que os propongo también se combina además con otro Arte más, la fotografía. Me ha apetecido acercar el cartelismo o cartelería al lector a raíz de la polémica habida con el primer cartel que se diseñó para la Semana Santa de Sevilla de este año 2024. Un cartel con una fotografía de un Cristo resucitado mostrando de frente la llaga de la lanza de Longinos en su costado, obra de Salustiano García, que usó a su propio hijo como modelo. El Cristo era extraordinariamente atlético y semidesnudo, como prácticamente casi todos los Cristos de la Pasión en el Arte, aunque cubría con un lienzo atado a su cintura las partes corporales más sexuales. Sin embargo, este Cristo, con un fondo rojo muy vivo propio de esa pasión religiosa y letras doradas acordes a la corona que figura el halo de su cabeza, tenía una barba muy arreglada y un pelo estupendamente peinado, mientras se le notaba además algo de pintura de ojos, rimel, para marcar su mirada, lo que ha hecho parecer a mucha gente algo de ofensivo por considerar todas estas características como un punto de cierto grado de insinuación homosexual. Sinceramente, eso está más en el ojo del que mira. aunque tópicamente algunas de estas cosas se puedan relacionar desde ese tópico a la homosexualidad, no tiene porqué. Del mismo modo se podría relacionar este cuerpo con una apariencia muy etnocéntrica desde una visión europea. Cierto es que tampoco hay restos reales de tortura, demacración y sufrimiento que nos había acostumbrado el Arte desde el Barroco. Sin embargo, el asunto de la belleza y la perfección física de Cristo no debiera ser motivo de polémica, si uno se fija en varios Cristos del Renacimiento y en casi todos los del Neoclásico, siguen las mismas ideas estéticas que esta fotografía. No les interesa mostrar tanto ese Cristo torturado como el Cristo de perfección. Invito a ver el Cristo que pintó Goya, por ejemplo, para entrar en la Real Academia de San Fernando. Más aún, aunque los valores estéticos nos distancian mucho, me atrevería a decir que, aunque vestidos, más de un Cristo medieval también se les ve como Cristos vivos más o menos saludables a pesar de estar teórica y corporalmente muertos en la cruz.

En cuanto al desnudo, que en realidad es un semidesnudo, es más una cuestión de cómo se entiende el Arte y la religión que en realidad un elemento provocador. Es muy conocido que la primera versión de los frescos de la Capilla Sixtina pintados por Miguel Ángel Buonarroti en la primera mitad del siglo XVI estaban inicialmente desnudos al completo. Fue por indicación del Papa del momento que Miguel Ángel los tapó con túnicas. La idea del desnudo completo en el Renacimiento se debía por un lado a la influencia de las esculturas y pinturas que en esos mismos momentos se estaban descubriendo de entre las ruinas y restos de la antigua Roma, pero también se le unía un asesoramiento de una parte de la teología que defendía la pureza a través de la estética del desnudo en el Arte religioso, en el sentido de que la propia Biblia hablaba de la desnudez en el Paraíso o la desnudez en el juicio final, siendo que Adán y Eva sólo se cubren sus zonas sexuales cuando sienten vergüenza al ser expulsados del Paraíso y han contraído el pecado original, por lo que ya no son totalmente puros, pero no se tapan por indicación de Dios, si no por su propia vergüenza ante el pecado. Evidentemente este tipo de obras no estaban exentas de controversia, no obstante, el Papa le pidió a Miguel Ángel que tapara los desnudos, pero no todas las obras del Renacimiento con desnudos fueron tapados. Si pensamos en el Adán y Eva de Alberto Durero es casi un desnudo integral, porque los elementos que les tapan son excesivamente mínimos. Lo mismo diríamos del Nacimiento de Venus Afrodita de Botticelli. Si comparamos estos pocos casos citados con el cartel de Salustiano García, este Cristo, por muy escandaloso que haya sido para una parte de los sevillanos, es un Cristo muy tapado, aunque parezca mentira. Por cierto, si buscáis el autorretrato frontal de Alberto Durero, la caracterización del hijo de Salustiano García como Cristo tiene algo de él.

Puede entenderse que tenga algo de sexualización el cartel, aunque la sexualización en otras obras de arte religioso a lo largo de la Historia, aunque sea difícil de creer, no es algo inusual, pues las percepciones de otras épocas y las actuales no son las mismas ante ciertas partes del cuerpo, actitudes o alegorías. Sin embargo, es un Cristo de vida, no de muerte. Salustiano García no ha centrado su cartel en la crucifixión y el sufrimiento para redimir los pecados de la humanidad, sino en la resurrección y el anuncio de la buena nueva de la otra vida ultraterrena el mensaje de salvación. Sólo eso explica la lozanía de este Cristo y el señalamiento de la llaga del lanzazo que le ayudó a morir físicamente ante, una herida que es prácticamente nula en la imagen, pese a que teóricamente debería ser algo grande. Aquí es apenas una cicatriz, y habríamos de pensar que la señala porque se la está mostrando a Santo Tomás, el apóstol que no terminaba de creer que fuera él resucitado hasta que Cristo le enseña sus llagas y le invita a tocar la del costado. A lo que Cristo le hace ver lo afortunado que es por creer por poder ver y tocar, porque el resto habrá de creer sin que esto ocurra, sólo con fe. Santo Tomás, una y no más.

Es un Cristo joven cuyo refuerzo de ser un Cristo de vida lo trae ese rojo de la pasión del fondo, que aquí nos manda casi un mensaje de vida y alegría. Un Cristo joven que nos ha de recordar que murió con 33 años. Si bien en el siglo I la treintena de años no era una edad precisamente joven, pues el promedio estaba en la cuarentena, a pesar de que hemos encontrado restos y sabemos por escritos de casos de hombres de clase alta que llegaban a la sesentena y algunos más (hoy día también los de más dinero y trabajos menos físicos viven más que los de menos dinero y trabajos muy físicos). Hoy día 33 años es una persona joven, bastante joven, adulta, pero joven, por lo que el cartel se pone al día en el siglo XXI y prácticamente es un llamamiento a la juventud y a los deseos de vida de esta, en lugar de acercarnos a esa idea de muerte y sufrimiento. Además, es también una obra muy del siglo XXI porque la Semana Santa no sólo es ya un fenómeno de vivencia religiosa, llena de tradición. Desde algún momento de la segunda mitad del siglo XX la Semana Santa de los países mediterráneos esto ha ido mutando a un fenómeno no sólo religioso, sino también vacacional, y desde el último cuarto del siglo XX ese fenómeno vacacional empezó a transformarse también en una fiesta gastronómica, y luego también a un festejo donde la tradición pasó a ser un fenómeno de acto festivo como quien va a una cabalgata de fiestas populares, un momento donde ejercitar la fotografía más o menos artística o costumbrista y así, poco a poco, hasta llegar a este momento donde a todo eso se suma una aceptación de que estas fiestas son precisamente eso: una fiesta donde lo religioso en muchos casos o queda diluido o sirve de excusa, siendo relativo el número real de personas que lo viven con devoción, y de entre los que lo viven con devoción es una devoción diferente, donde no es tanto no comer carne, ir a todas las procesiones, rezar, ofrendar, etcétera, sino participar de algo de esto, incluido ver una película religiosa en televisión, pero a la vez montarse una fiesta, cada uno cómo ve mejor: una comida con la familia, irse a hacer turismo a una localidad con procesiones a las que hacer fotos, no participar pero ir de bares, participar e ir de bares también, ser de una cofradía y, paradójicamente, tras cargar con el Cristo, irte a emborrachar con el resto de cofrades cuando acabas... Todo cabe en el siglo XXI. Y en cierto modo esto queda recogido en este Cristo que yo creo que es un Cristo de vida, y muy respetuoso, bastante más si lo comparamos con algunas de las actitudes festivas comentadas. Pensemos además que este Cristo no se nos aparece alegre y de fiesta, nada más lejos, pero verle sí nos invita a tener un optimismo.

Y no está mal que sea un Cristo de vida, porque a fin de cuentas eso es la anunciación de la resurrección, un anuncio de vida. 

Por otro lado hay que entender el Arte de la cartelería, no es como el de los cuadros. El cartel puede tener su potencial artístico y su intención artística, que hay aquí se refuerza con el lenguaje fotográfico, pero debe cumplir además con una función anunciadora de algo, en este caso el comienzo de la Semana Santa en Sevilla. Y esta Semana Santa sevillana no sólo es un evento netamente religioso, a nadie se le escapa las fiestas de todo tipo y las celebraciones que rozan y caen en lo pagano creyendo los participantes a menudo que sus actitudes son sólo de gran pasión devoto. Es un cartel que está ahí, y sinceramente, a mí me da la sensación de que es un cartel muy respetuoso y que toda irreverencia está en el ojo que mira, aún pudiendo haber un poco de intención provocadora que, tampoco nos engañemos, lo ha tenido y lo tiene todo artista que merezca la pena en todas las épocas. Para empezar, una de las cuestiones más provocadoras creo que es la de ser un Cristo de vida y no uno de sufrimiento y muerte. Es un Cristo alejado del Barroco, ni siquiera es aleccionador como el Renacentista, tiene algo de estético del Neoclásico, no quiere ser historicista como el Romántico, y desde luego no es experimental como en el siglo XX, pensemos en aquel Cristo en la cruz que asciende a los cielos crucificado en un cuadro de Salvador Dalí... un Cristo que asciende muerto y crucificado, si eso no es provocador que me lo expliquen, y es un buen cuadro. Es un Cristo, el de Salustiano García, muy propio del Arte del siglo XXI, que tiende a lo mediático y a la juventud... así es casi todo el siglo XXI, un canto a la juventud y su modo de vida. Un canto a la vida.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, enero 22, 2024

NOTICIA 2290ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2015-2019 (adulto, segunda mitad de treintañero, 4 de 5)

Sigue el serial con otro año complicado en mi vida, 2018.

2018: 39 años.

Leí 30 libros, de los cuales cinco eran novelas gráficas (al menos uno de los títulos de estos libros eran en realidad 2 tomos).

En la primera mitad de año estuve leyendo todavía (una y otra vez) los tres tomos Temario de estudio de oposiciones a archivero (varios autores, 2016), comentado en la anterior entrega, y algunas lecturas aledañas a este tema para preparar el examen a oposición de archivero, el cual pasé en su primera fase, aunque no superé el segundo examen (el práctico) en este comienzo de año 2018. Ese temario no está incluido en el número de libros que leí este año que os presento, ya lo incluí en el año anterior, pero dejo constancia de que seguía su lectura y relecturas... e incluso después del examen para un último intento ya a menos de medio gas, por desilusión de tanto esfuerzo para nada tantas veces, tantos años. Por otro lado, una gran cantidad de libros este año giraron en torno a la Historia del cómic y la censura, dado que estuve preparando esa temática para una investigación que con mucha tardanza e pudo publicar en 2023, Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Por lo demás, en mi vida hubo cierta independencia. Necesitaba trabajar. Como sea, en lo económico me veía más despejado por no tener que afrontar una cantidad de gastos que venía afrontando ajustándolos a las facturas comunes de una casa, por tener lo que me correspondía de la herencia de mi madre, aunque esta se mermó mucho porque tuve que comprar prácticamente todo lo más básico de una casa y lo no básico (y aunque se compre de a poco es muchísimo dinero), porque afronté varias averías imprevistas, una de ellas la inundación de mi servicio porque la vecina de arriba se negaba a llamar a su seguro del hogar, y hasta la compra de una lavadora, porque hubo otras cosas inesperadas que supusieron gasto, pero en fin, en otro giro inesperado, pero bienvenido, comencé a encadenar una serie de contratos que, aunque temporales y de sueldos bajos, iban solucionando parte de mi día a día, aunque, paradoja, aún teniendo ingresos estos no llegaban y tenía que usar algo de los ahorros todos los meses... durante años hasta la actualidad, porque además también hay periodos de desempleo entre medias. Tanto es así que en 2023, el año pasado, vino la gran avería de la comunidad de vecinos donde, al levantar mi baño para arreglar una bajante, se descubrió la podredumbre total de todas mis cañerías de 1974. Al ser mis cañerías eso no lo cubría la avería de la comunidad, que se atuvo a la bajante comunal que pasaba por todos los pisos del lado del edificio donde estoy, y mi seguro del hogar dijo que al ser de plomo no las cubría, pero que la normativa le impedía tapar el agujero hasta que no se arreglase, por lo que tenía el temor de que mi gata cayera por el agujero. Muchos forcejeos después, pagué una gran suma de dinero para cambiar todas las cañerías, lo que implicó cambiar todo el suelo del baño, lo que implicó a la vez picar paredes y poner plaquetas de reemplazo, lo que implicó a la vez quitar la cisterna del retrete, lo que implicó a  la vez  tener que poner un retrete nuevo... total: arreglado, pero se combinó con cuatro meses de paro, el fin de mi prestación de paro y un subsidio ridículo incluso para malvivir en plena escalada de precios en 2023. Por segunda vez en mi vida rocé la ruina total, pero esta vez no tuve que deber dinero a nadie ni me quedé en deuda. Eso fue el año pasado, pero todo es una sucesión de hechos y sucesos de varios años seguidos. Aunque no todo fueron desgracias, teniendo poco, lo que tengo, lo tengo y aún haciendo privaciones, dentro de mis posibilidades, nunca he cortado poder ver a mis amistades. Como por fortuna, la empresa que más trabajos de archivo me ha venido dando me dio varios trabajos seguidos que me ha permitido recuperarme muy humildemente, en una fina línea con ojo puesto en los peligros nuevos del desempleo, pero ahí estoy. En fin, volviendo al 2018, ese año Cristina Penalva me recuperó como invitado para recitar, primero a Lorca, luego en el Palacio de Laredo... y eso fue vital para mí. Le estoy muy agradecido, porque fue algo muy importante para mí. Y también me recuperó Samuel Santos.

En la maduración del caos (Samuel Santos, 2016, revisado y ampliado en 2018):  Ya hablé de este libro en las lecturas de 2016, dentro de este serial, porque además cuenta con una introducción escrita por mí, como dije. la cosa es que lo leí en 2016, pero había sido revisado y ampliado en 2017 y aunque en esa fecha ya estaba, fue presentado en enero de 2018, en el Starway Rock Restaurant, ocasión para la que Samuel Santos me pidió que lo presentara con él. Ahí le compré la segunda edición, que era la que leí ahora. Estoy muy agradecido a Samuel Santos por contar conmigo y por recuperarme en algo de lo que andaba desaparecido desde mediados de 2016. Fue algo importante vitalmente para mí. En todo caso, lo importante son los poemas de Samuel Santos. Todo lo que dije en la anterior ocasión lo revalido ahora. Le sumo quizá que mi tardanza en acabar de leer este breve libro entre 2017 y 2018 se debe a que es de esos libros de poesía que requieren de una lectura pausada y meditada, ya que contiene una riqueza metafórica y simbólica, un barroquismo postmoderno, que pide y clama la lectura lenta y la meditación. Muy digno comienzo literario del autor.

Nueva antología rota (León Felipe, 1947, revisado y ampliado en 1957 y en 1974): Fue uno de los dos libros destacados de mis lecturas de 2018, en la Noticia 1839ª. Fue un libro del poeta español León Felipe que escribió y publicó exiliado en 1947, en Buenos Aires (Argentina), el cual revisó y reeditado en 1957. Estaba censurado en España. León Felipe murió en 1968, pero dejó preparada la edición definitiva, que pasó a ser póstuma en 1974. Esa fue la edición original que encontré de segunda mano en Domiduca y que compré barata. Cuando yo estudié literatura en el bachillerato no se leía la obra de esta persona, se mencionaba su nombre, pero no se le leía. Conocí a León Felipe de manera tardía. Mi contacto más interesante con él fue hace unos años en un recital de poesía en La Tetería Guaïma del Callejón de la Santa Compaña, por donde la Calle Mayor. Lo recitó un viejo amigo con el que me encontré ese día. Luego volví a escucharle en El Laboratorio. En 2016 busqué explícitamente poemas de él y los leí. Me gustó mucho lo que encontré. Tenía un estilo propio totalmente rompedor con el que el resto de poetas españoles nos tienen acostumbrados. Su temática se asemejaba a las temáticas que a mí mismo me interesan explorar en mis propias obras. Encontré en su voz una voz nueva y joven. me compré este libro, de los años 1970, en una edición más o menos nueva, unos años antes y era ahora cuando me sentía totalmente preparado y deseoso de leerlo. Me influyó en varios poemas que escribí a comienzos de año. He incluso recomendé su compra y lectura (en una edición primigenia) a una adolescente en la librería Domiduca. Me alegra mucho haber descubierto a León Felipe más allá de la mera cita de su nombre en un sistema educativo que, en mi época, aún temía demasiado hablar, porque, ¿cuántos de mi generación llegaron a recibir determinadas lecciones de Historia y de Literatura? Pero resultaba que la Literatura de León Felipe no ahondaba en lo político, aunque algo haya, sino en una contracultura, en una ruptura con lo formal establecido. Se adelantó a muchos de los literatos rompedores de los años 1960 y 1970. Decía de un modo más trasgresor lo que en España muchos autores aún decían de ese otro modo más formal. Era quizá una voz más cosmopolita y menos temerosa de construir su mundo al margen de normas de estilo o de grupos literarios. Y sí, tenía su vertiente política, pero era algo más. Pero es evidente que Franco y el franquismo no le tenían entre personas "tolerables".

La libertad de prensa en España, 1938-1971 (Manuel Fernández Areal, 1971): Fue el otro libro que destaqué de mis lecturas de 2018, en Noticia 1839ª. Lo leí dentro de un conjunto de libros sobre cómics y sobre censura para la investigación Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco, que proseguía a falta de encontrar gente interesada en publicarla. La iba completando y mejorando. Este libro lo compré de segunda mano en Domiduca, ya que está descatalogado. Fue escrito por el periodista católico Manuel Fernández Areal en 1968, pero no pudo ser publicado hasta 1971 a causa de la censura en aquella España de Franco. Fue todo un descubrimiento para mí. Rastreé al autor por Internet, pues me interesó bastante lo que contaba en 1971, vi que seguía vivo y que probablemente escribió en ABC en algún momento. La Ley de Prensa de Fraga se había aprobado en 1966 y este periodista, que había sido sancionado por un artículo que publicó en un periódico provincial, creo que en Diario de León, escribió una comparativa entre las leyes de censura de 1938 y el resultado de aquella de 1966, pero su libro fue retenido y tuvo que revisarlo, aprovechó para ampliarlo de 1968 a 1970 y pasar la aprobación de censura para publicarlo en enero de 1971. Lo publicó con la editora de la prestigiosa revista Cuadernos para el diálogo, que ha pasado a la Historia como un espacio en el que aparecieron los intelectuales que más promovieron la publicación de todo tipo de asuntos que ayudaran a la reflexión de cara a un cambio político hacia una democracia. El libro se atrevía a decir y tocar muchas cuestiones que probablemente fueron sumamente molestas a la dictadura. Así por ejemplo, denuncia que la ley de 1966 era más dura que la de 1938 y cuyos efectos estaban siendo devastadores, a pesar de que ahora había más facilidad para llegar a publicar algunas cosas que con la censura previa no se hubiera podido, sin embargo, las sanciones y las medidas del gobierno, que se creía poseedor de la verdad (según la propia ley), contra periodistas y medios que publicaban material con el que no estaban de acuerdo se habían multiplicado y endurecido. El ser un libro que está escrito en la misma época rescata muchos detalles y nombres que hoy día han quedado un tanto olvidados, del mismo modo que aporta un punto de vista que vive de un debate muy vivo. Completa bien mi biblioteca de Historia, la que atañe a la dictadura y a la actualidad. De hecho, varios de los análisis que formula el libro pueden ser compatibles con un debate actual abierto este mismo año pasado 2018 por nuestro gobierno y jueces, así como los de otros países de Occidente, al comenzar a hablar de mentiras publicadas, posibles leyes que controlen "la verdad" en los noticiarios, los "márgenes" del periodismo, etcétera. Aunque parezca y sea una lectura sobre un tema histórico del fin de la dictadura, es una lectura que también tiene su vertiente actual, tristemente pero también necesariamente, pues de otro modo el adormecerse ayuda a quienes desean tener el control de la información que recibes.

Batman, la broma asesina (Alan Moore y Brian Bolland, 1988): Es la novela gráfica que destaqué de mis lecturas de 2018, en Noticia 1839ª. En 2018 leí varios cómics de Batman. Este me lo compré ese mismo año, en Alcalá Cómic. Tenía muchas ganas de tenerlo y leerlo. No lo había leído nunca antes. Además era parte de mi investigación. Alan Moore se demuestra aquí como el genio que es haciendo cómics, y Bolland es una combinación perfecta. El Jocker se muestra más macabro y retorcido. Esta obra fue creada en 1988 y tuvo una fuerte repercusión en la década de 1990. La película de Tim Burton sobre Batman se estrenó en 1989 y revitalizó el interés por el personaje en todo el mundo. Cómics como este que, con Alan Moore entre otros, habían renovado todo ese mundo coincidieron con toda su calidad con ese momento y asentaron un gusto por Batman que hizo que dentro de la DC se desbancara a su estrella hasta ese momento, Superman. Desde luego este cómic fue una reinvención muy adulta de lo que eran estos personajes. Historias como esta me enamoran una y otra vez del personaje, aunque no todo lo publicado de Batman tiene esta calidad. No podría hablar del final de esta historia, aunque sin duda es algo tan inesperado que te hace pensar. La intuición de cómo se usa el color o el blanco y negro es perfecta. Muy recomendable. Se hablaba a los jóvenes, no tanto a los niños, de estas historias ya con un tratamiento de tema de adultos muy consecuente, eso enriqueció estas historias, al margen (que también) de todas las innovaciones de ilustración y guion que aparecieron. A esto se unió que en las revistas del momento, me refiero a cuando salió esta historia de Alan Moore, se estaba produciendo otro momento de gran lucidez creativa en el mismo sentido. Fue la protagonizada por John Wagner, Alan Grant y Norm Breyfogle. Estos dos últimos se incorporaron a DC en 1987 y aunque tuvieron un periodo de actividad corto en Batman dejaron una marca potente que estuvo resonando en los primeros años de 1990 a rebufo de la película, aunque no tenían que ver con la película. Una de sus primeras historias muy memorable es la de la aparición del Ventrílocuo en una historieta de dos revistas que, por otra parte, yo tuve en aquellos años y que me gustaría recuperar aunque sea en libro integral con las historias que crearon estas dos personas, que seguro que lo han creado con posterioridad. Batman era uno de mis superhéroes, y lo suelo relacionar con esas obras de final de los 1980 y principios de los 1990, estaban en un momento dorado y a mí me cogió con la edad... aunque leídos hoy sean historias realmente muy para adultos. Pero crecimos con ellas y, a pesar de lo que dicen pedagogos y gentes dedicadas a la educación social hoy día, muchos tan jóvenes que no vivieron aquello, no nos hicimos ni criminales, ni drogadictos, ni seres llenos de prejuicios. Es más, se nos trató como adultos y, en general, creo que eso nos creó una educación transversal más realista de lo que es el mundo de verdad en la práctica. Luego hay otras herramientas y tus propios padres para no perderte en ideas desviadas de lo que es y no es justicia. Eso es otro debate.

Karl Bodmer's Eastern views (Marsha V. Gallagher y John F. Sears, 1996): Un viejo amigo que hace años que se fue a vivir a Estados Unidos de América como profesor de español e institutos de educación secundaria del Medio Este, Guti, me mandó este libro desde allí, no recuerdo si en esos momentos era Ohio, Iowa u otro Estado. Se trataba de un librito que vendían en la tienda de uno de los museos que visitó en tu tiempo libro. El libro por un lado era para ayudarme con mi inglés, para que siguiera leyendo en ese lenguaje, y a la vez por mi gusto por la pintura, especialmente también por mi interés por pintores de Estados Unidos que reflejaron aquellos lugares cuando aún estaban muy vírgenes en el siglo XIX. Era el catálogo de alguna exposición sobre Karl Bodmer. El regalo me tomó por sorpresa, pero me resultó agradable. 

Los justos (Albert Camus, 1949): Me regaló esta obra de teatro David Rodrigues, mi amigo y uno de los personajes protagonistas de mi novela Balada triste de una dama, publicada el año anterior. Yo ya había leído y conocía a Albert Camus, pero esta obra no la había leído, tampoco conocía su argumento, así que para mí fue una novedad. En ella se desarrolla el argumento de un grupo terrorista anarquista. Camus denunciaba allí la violencia política, pero también la utilización y la manipulación a la vez que las injusticias sociales del mundo. Sin embargo, aunque la obra trata de esto, Camus tenía ideas anarquistas, por más que en la actualidad siempre se le ha querido presentar como alguien que no era a anarquista. Agradecido por la amistad de David Rodrigues y por este inesperado regalo, lo leí con mucho gusto y también estableciendo un diálogo entre la obra y yo. Valoro que hubo un acto de aprecio de mi amigo portugués a mí. Yo también le apreció mucho.

Gritos de papel. Las cartas de súplica del exilio español (1936-1945) (Guadalupe Adámez Castro, 2017): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Guadalupe es una excelente investigadora y profesora universitaria de Historia. La conocí como pareja de mi amigo el músico Borja Montero. En 2017 había ido a un acto en la Sala de Exposiciones de Santa María la Rica que realizó sobre el buzón que hay en Francia donde la gente le deja cartas a Antonio Machado aún hoy. Ese año sacó este libro sobre la correspondencia de los exiliados españoles, un estudio entre la sociología, la Historia y la literatura popular que ayuda a rellenar los huecos de la Historia de parte de los desconocidos. La Historia social. Cómo vivieron el exilio aquellas personas que no eran famosas ni relevantes. Presentó el libro en este 2018 en el Sala Margarita Xirgú de Comisiones Obreras de Alcalá de Henares. Yo estuve allí y le compré entonces mi ejemplar. El lugar estaba repleto de gente. Es un tema que interesa y mucho. La gente sigue queriendo saber sobre el franquismo y el exilio todo aquello que no les han contado, o que no se había investigado hasta ahora. Yo mismo lo comprobé con el éxito de mi libro  La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941) a lo largo de 2022. El libro de Guadalupe es un libro importante y necesario de tener en el conocimiento de la segunda mitad de la Historia española en el siglo XX.

El viaje de un egiptólogo ingenuo. Peripecias de un español en Egipto (Tito Vivas, 2017): Hablé de ese libro en Las notas de los cíclopes libreros. En el comienzo de 2018 yo había iniciado la creación de esa bitácora de reseñas sobre autores de Alcalá y libros relacionados con la ciudad. Este libro, publicado hacia finales de 2017, quería comentarlo. Tito Vivas tiene un alto bagaje en la ciudad, ya como músico cuando lo fue, ya desde su asociación cultural de viajes, o dando conferencias o, como en este caso, como egiptólogo desde lo que es la asociación citada. El libro probablemente lo sacó en parte para fomentar la asociación. Es un amigo antiguo. Se trata de un libro de viajes que no es al uso. Con dosis de sentido del humor nos va hablando del antiguo Egipto y el actual desde los ojos de un egiptólogo, él mismo, que nos va contando experiencias y anécdotas, a la vez que nos retrata la Historia y el presente egipcios, y nos recomienda como comportarnos si vamos de visita turística. Es un libro ameno que funciona también como libro de memorias. Lo compré en Librería Diógenes. Ha sacado otros parecidos de otros lugares, pero los tengo pendientes de conseguir y de leer. Por otro lado, en 2017 Tito colaboró en la presentación de mi novela de piratas.

Batman, una muerte en la familia (Jim Starlin, Jim Aparo, Mike Decarlo, Adrienne Roy, 1988-1989): Este es un cómic que se anunciaba mucho en mi infancia. Yo creo que todos lo queríamos. Era algo espectacular, levantaba expectativas. Lo vendían por partes en revistas, pero también en una edición de lujo muy cara. Yo no lo tuve, no lo leí entonces. Lo vendieron este 2018 de forma barata como parte de un coleccionable de cómics de Batman y lo compré en Papelería Reyes Católicos. Lo cierto es que una vez leído creo que está inflada la sensación sobre él. Pudo haberse hecho un relato más adulto y duro, al margen de que no convence cómo se dibujó el aspecto físico de Jocker. En todo caso, es un relato clásico en las historias de superhéroes, hay que tenerlo. Han existido y existen varios Robin como compañeros de Batman. En el final de la década de 1980 estaba en entredicho el personaje porque muchos lectores consideraban que era un lastre que hacía repetitivas las historias y anticuadas. La película de Tim Burton de 1989 con un Batman en solitario triunfó tanto que se multiplicaron las voces contra Robin, que además recordaron que en el inicio, en 1939, no estaba Robin. Al final DC lanzó una campaña para que la gente votara si querían que Robin continuara o no, planteando si vivía o moría. La gente votó mayoritariamente que Robin sobraba, por lo que el final del cómic se transformó en el cómic clásico donde uno de los grandes héroes moría. Batman pasó a trabajar en solitario, bien es cierto que Robin es un personaje tan icónico que DC lo volvió a crear personificado en otras personas que aspiraron a ser Robin, incluso con el regreso de uno de los primeros Robin, pero como Batman debía estar en solitario, estos Robin tuvieron su propia trayectoria en solitario, como el Robin que se cambió el nombre a Nightwing, o en otros grupos de héroes, como el de Jóvenes Titanes. De vez en cuando estos Robin colaboran con Batman, pero este va en solitario. En otros cómic especiales, como el de la boda de Batman, aparecen todos juntos. La muerte definitiva de Robin fue algo impactante e innovador, quizá las ilustraciones promocionales eran más llamativas que el cómic en sí, pero fueron el precedente a algo más contundente por venir, la muerte de Superman y, más lejos en el tiempo, la del Capitán América, estas, a diferencia de la de Robin, con resurrecciones.  

Espacio y tiempo (Brian W. Aldiss, 1962): Me regaló este libro por Reyes o mi cumpleaños María Gómez, a sabiendas de que le había hablado de Aldiss y la ciencia ficción varias veces. Era de segunda mano, pero es que no es fácil encontrarlo nuevo, aparte de que le gustó buscarlo en su primero edición.  Es una colección de relatos muy interesante. Alimentó que retomara algo de escribir yo en este género. Cosa que se materializó en la publicación en 2019 de El frío que nos acoge mientras los robots caminan entre los humanos y otros relatos, y que otra parte esté aún inédita en un libro ya preparado. Esta lectura me distrajo bastante en estos días.

La Universidad Laboral de Alcalá de Henares. Historia de una institución docente (1966-2016) (Carlos Mazarío, 2017): Hablé de este libro en Las notas de lo cíclopes libreros. Es uno de los libros más exitosos de la colección sobre Historia de Alcalá de Henares y su región de Domiduca, donde la leí. Además, tengo buena relación con Mazarío, también poeta. Trabajó con el archivo de la antigua ULAH, hoy día Instituto de Educación Secundaria Antonio Machado, donde es profesor. Rellenó con documentación y trabajo profesional de historiador una parte de la Historia de Alcalá que era en exceso oral en ese momento. Ahora está documentada. El impacto social de la ULAH en Alcalá de Henares a mediados del siglo XX y las resonancias de la dictadura eran recogidos en este libro, donde además se hablaba de esa ciudad afectada de haber perdido su universidad en el siglo XIX y de la ciudad que estaba creciendo gracias a la industria. La segunda mitad del siglo XX cobraba así un aporte importante e imprescindible en la Historia local, que a la vez habla de las políticas instructivas en lo laboral de la España de Franco. Es un previo que fue preparando a la gente de lo que estaba por venir: la Transición. Un libro necesario.

Batman. Año uno (Frank Miller y David Mazzucchelli, 1987): Me lo compré en Papelería Reyes Católicos de la colección sobre Batman, un año después o cerca, volví a comprarlo habiendo olvidado que ya lo tenía, pero como las historias antiguas con las que los acompañaron eran diferentes, conservo ambos, aparte de que sus notas de editores también cambian. Es un otro clásico del Noveno Arte. Miller tiene aquí además uno de sus cómic más emblemáticos. Cuando era niño este era una novela gráfica muy cara y con fama de un público más adulto. Algo hay. Aunque la historia es asequible para un joven, si que es cierto que argumento e ilustraciones están pensados para adultos. DC encargó a Miller volver a contar el inicio de Batman. En la década de 1980 tanto DC como Marvel reiniciaron sus universos de superhéroes para ponerlos al día con las nuevas generaciones, sólo que en DC apuntaron más alto, dando a sus personajes una perspectiva de ojos de adultos que revolucionó todas estas historias. Aquí tenemos uno de los más tenebrosos y equívocos Batman, del mismo modo que tenemos a un comisario Gordon inesperadamente violento en una ciudad altamente corrupta. Crudo, muy crudo. Es uno de los Batman más definitivos.

Historia social del cómic (Terenci Moix, 1968, revisado en 2007): Era la primera vez que leía algo de Terence Moix, un personaje intelectual y polémico que recordaba de la televisión de mi infancia y juventud. Sabía que estaba considerado como una persona muy culta y a la vez contracultura. La cosa es que preparando mi investigación sobre Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco encontré este libro de 1968, revisado en 2007 en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en Domiduca. La prosa y los atrevimientos de Moix me han atraído mucho. No descarto volver a leer algfo de él en el futuro. Esta obra no es el primer ensayo serio en español sobre cómic, hubo otro previo al suyo, pero sí es quizá el más potente y aún vigente de los que se han sacado en España. Además, Moix no se cortó a la hora de mencionar la censura, lo que a él mismo le trajo problemas. Creo que es una obra imprescindible si se quiere saber de cómic en España. Aborda tanto el cómic español como el extranjero, los mensajes que lanzan, sus estructuras y su contexto con la política y la sociedad. Analiza todas estas historias de manera adulta y seria, conocedor de todo lo que implican y lo que tienen detrás, desde la educación trasversal a los recelos del poder respecto a su influencia en los jóvenes y adultos. Dijo cosas que no se habían dicho, y que hoy día, estoy seguro, mucha gente necesita aún reflexionar que están ahí. Uno de los libros imprescindibles. Y sí, también para conocer otro aspecto más del siglo XX español. Fue básico para una parte de mi propia investigación a la hora de contrastar puntos de vista... es muy acertado incluso aún cuando por razones evidentes Moix no tenía acceso ni conocimiento de lo que ocurría en las oficinas de censura. Tuvo una lucidez de visión y análisis impresionante.

Batman. El largo Halloween (Jeph Loeb y Tim Sale, 1996-1997): Otro de los cómic que compré en Papelería Reyes Católicos de la colección de Batman, este en dos tomos. Por un lado yo estaba preparando mi investigación de cómic citada, por otro lado mi gusto por Batman me hizo querer conocer historias que se publicaron después de mi niñez y primera juventud, por otro lado supongo que en 2018-2019 quise recuperar cosas perdidas de mi pasado. Además, me servían estos cómic de evasión. Se trata de otro clásico. Desfilan por aquí numerosos villanos enemigos de Batman. Una historia compleja cuyas ilustraciones no me disgustan nada, aunque no son a las que yo estoy más acomodado. Estas obras se leen ya con una contundencia de pura novela negra adulta. Todo sea que los jóvenes tienen ya herramientas mentales más abiertas a determinados argumentos, o bien que DC se dirige directamente a los adultos que se criaron de niños y jóvenes con estos héroes. Como sea, es la muestra de que los cómic son perfectamente lecturas adultas hoy día. Interesante. 

Astérix en Hispania (Goscinny y Uderzo, 1969): Fue un regalo de María Gómez, o el de Reyes o el de cumpleaños, depende de cual fuera el anteriormente citado de Aldiss. Yo había comprado y leído bastantes de Astérix siendo ya mayor, como dije en otras entregas. Comparto gusto por Astérix con ella y pensó que no podía ser que no hubiera leído ni tuviera el de Hispania. Lo leí con atención, porque por fecha de publicación caía dentro de los cómic que fueron mirados por el franquismo para censura, que era lo que investigaba, pero lo leí sobre todo por gusto. Como dije en su día, los cómic de Astérix eran caros en mi infancia, en cierto modo suplo algo ahora de mayor teniéndolos. El cómic tiene bastantes tópicos de la España de los 1960 vista desde el extranjero, en concreto desde Francia, pero ayuda también a conocer un poco lo que aquí había y cómo se percibía. Además, tenía buenos fondos que en España, por cuestiones técnicas en sus planchas de impresión, no se dibujaban.

El último nazi irlandés (Jesús de Matías Batalla, 2017): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Fue la primera novela de Matías Batalla y también la primera que publicó Pie Ediciones, como ya se comentó en la entrada anterior con el libro de poesía de Chus López, Remolinos de hojarasca. Se trata de una novela histórica ambientada en Irlanda en la Segunda Guerra Mundial. Un miembro de la banda terrorista IRA, el cual simpatiza con el partido nazi alemán. Una obra entretenida que leí con ganas de poder escribir de ella y de Jesús de Matías en las notas de los cíclopes. Queda pendiente la segunda novela anunciada el año pasado del autor. Aunque Pie Ediciones ya no existe, ignoró con quién las sacará. Compré el libro en su presentación a través de una amiga, pues no pude ir en persona.

Un cerdito en la pecera (Antonio eMe, 2014): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Se trata de una rareza de Antonio eMe, un pequeño cuento infantil poetizado. Lo encontré y compré nuevo en Domiduca Libreros. Se lee muy fácil, quería poder hablar de él en las notas de los cíclopes.

Más allá del pensamiento (Susi Corrales "Suko", 2018): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Conocí a Susi también en los recitales de El Laboratorio en 2015 y 2016 y mantenemos amistad. He comprado sus libros y los he comentado. Me parece interesante la dedicación que le da a su obra. En este caso es un libro de aforismos suyos. Se completa a menudo con sus propios escritos de sus redes sociales. Es como una extensión de sí misma. Muy sincero.

Luces y sombras en tiempos de paz. Alcalá de Henares en la Segunda República (1931-1936) (Pilar Lledó, 2018): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. La autora ya se había hecho muy popular hace años con su Historia de la guerra civil en Alcalá de Henares y llevando la dirección de una asociación de historiadores del valle del Henares. El de la guerra civil lleva años descatalogado y aunque se le ha pedido reeditarlo revisado para incluir los nuevos avances investigadores que han realizado en archivos otros historiadores, ella no ha querido hacerlo alegando falta de tiempo para darle dedicación en archivos. Sin embargo, a través de Domiduca, donde yo compré mi ejemplar, sacó este libro que pondría la etapa de la República de una manera más ordenada al reunir la información de diversos historiadores que han aportado cosas nuevas, así como su propio trabajo a través de hemerotecas consultables con Internet. Así pues, estamos ante una obra importante de tener al dar datos ordenados de la Segunda República en Alcalá, algunos relativamente nuevos por su rescate del pasado. Si bien sigue teniendo algunas partes que hubieran necesitado de la lectura de algunos de los libros que han innovado en las últimas épocas, y si bien se reitera en algunos datos del libro de al guerra civil que ya están superados al haber sido completados con nuevas informaciones de archivo, es un libro importante e imprescindible para el historiador de Alcalá. No es poca la labor de Pilar Lledó reconstruyendo la época republicana en la ciudad, si bien también es recomendable tener otras obras que tocan el tema para poder contrastar puntos de vista, también datos, y completar. Es un imprescindible y es de agradecer. Es buen libro.

El monstruo mocoso (Chus López, 2018): Era un cuentecito del que sacó unas pocas copias de las cuales me regaló una en el Bakstage Rock Restaurant. Terminó siendo uno de los cuentos que ella incluiría en Cuentos para contar en la cama, su libro de cuentos infantiles de 2021.Tenía monstruos que le pintamos varios amigos. Con esto ella comenzó a explorar algo que le gusta, la literatura infantil, donde se defiende muy bien y tiene su público.

Susurro de galerna (Chus López, 2017): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Fue su segundo libro, y su segundo poemario. Cuidado con cariño por la autora, era un poemario más reflexionado y menos pasional respecto al primero. Se lo compré el mismo día que me dio el cuento de El monstruo mocoso. Continuaba con los nuevos poemas que empezaban a incorporarse a sus recitales, donde ahora solía ir acompañada con Mario Misas al piano, su pareja de recital habitual. Hemos compartido recitales muchas veces, con lo cual siempre es agradable tener su obra en la estantería, es, aparte de poesía, también una parte de nuestra relación de amistad y de vivencias compartidas, aunque evidentemente ella lee su obra con su propia voz, mientras que mi lectura personal es, como en cualquier otra obra, una lectura con voz propia a la hora de recibir el poema.

Alcalá mágica y heterodoxa, una aproximación a la Historia y tradición más escondida de nuestra ciudad (Gonzalo Gómez, 2011): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Conocía este libro de haberlo visto en escaparates, aunque yo compré el mío en Domiduca, sorprendentemente nuevo, a pesar de que era de 2011, no obstante lo había editado Domiduca cuando era Lema. Sabía que varias personas que gustan de lo misterioso y lo oculto mencionaban este libro a veces. Yo tenía más bien curiosidad por los lugares ye historias que se habían relacionado a esto con la Historia de Alcalá, por contrastar con otros libros de Historia no ocultista. Lo quería leer y lo leí antes que su libro de mismo o parecido tema de 2017.

Brujería en Alcalá. Procesos inquisitoriales de los siglos XVI al XIX (Gonzalo Gómez, 2017): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Yo conocía una investigación de Historia sobre procesos inquisitoriales acerca de la brujería en Alcalá que hizo un investigador de doctorado de Historia y que presentó en uno de los encuentros de historiadores del Valle del Henares. Poco después Gonzalo sacó este libro, yo creo recordar que el artículo citado antes, que también tengo y leí, es de 2016, y el libro de 2017. En cierto modo Gonzalo reivindicaba así el haber sido pionero en 2011 en este tema. Este libro e 2017 se centraba en los procesos a brujas y ampliaba un poco. Lo cierto es que el artículo no negaba la existencia del libro de Gonzalo, estaba en bibliografía, simplemente investigaba y ahondaba en el tema consultando más fuentes documentales, algunas de archivo, y lo ponía en el orden de la Historia y no tanto del esoterismo. Creo que se complementan y se contrastan entre sí de una manera útil. Ahora Gonzalo también lo traía al campo de la Historia, aunque seguía manteniendo algo de esoterismo. Es un libro con muchas referencias a libros antiguos poco conocidos hoy día. Bastante documentado. Yo lo compré en Domiduca, contrasté unos y otros y, para lo que a mí me respecta, me resulta interesante para el conocimiento de la Historia de Alcalá lo relativo a lo histórico, y tener en cuenta que la percepción esotérica estuvo en una parte de la gente alcalaína, con lo que tuvo su peso dentro de sus capacidades. Puede interesar tanto a los que busquen lo histórico como a los que busquen la tradición esotérica.

Un pañuelo bordado y un cuento de luz (José Pejó, 2013): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Pejó acababa de fallecer ese 2018 recientemente respecto a la compra y lectura que hice del libro. Yo le conocí en persona en varios recitales, especialmente de El Laboratorio y de La Oveja Negra. Era un hombre con muchos premios de poesía a cuestas. Lo quería tener para mi biblioteca de autores alcalaínos y lo quería comentar en las notas de los cíclopes. Además, le rendía homenaje. Era un poemario muy formal, bastante correcto. Creo que era justo y necesario con Pejó tenerle en mis estanterías.

La poética futurista (Mamen Solanas, 2011): Se trata de la tesis doctoral, o la tesina, no lo tengo claro, de la poeta Mamen Solanas. Analizaba profundamente lo que fue la poesía futurista y la explicaba en todos sus pormenores. Aunque pudiera ser una lectura pesada, en realidad me enganchó y la leí muy atentamente. Aprendí e incluso me dio por escribir alguna cosa futurista adaptada a nuestras épocas. Encargué el libro en Librería Diógenes. Yo conozco a Mamen Solanas desde años atrás, cuando hacíamos radio juntos en Guadalajara. Cuando Cristina Penalva y Matías Batalla la trajeron a Alcalá para recitar en La Oveja Negra, no pude menos que presentarme allí, participar de su experimentación y enseñarle su propio libro para que me lo firmara. Mi admiración por la experimentación permanente de Mamen Solanas es profunda. Tiene un gran intelecto y una fabulosa vitalidad. Por otra parte, para mí era un regreso a recitales y era algo atractivo hacerlo desde estas experimentaciones y con amistades.

Vudú desde la habitación de al lado (Mamen Solanas, 2016): El día que fui a ver a Mamen Solanas al evento de "El 20 a las 20" en La Oveja Negra ella me enseñó y yo compré este libro de poesía. Era una poesía breve muy atrevida y también muy delicada, que enseñaba toda la potencia como poeta que tiene. Fue uno de esos libros de poesía que me gustaron mucho y que me descubren nuevas perspectivas para mí mismo. Nuevas visiones poéticas con voz propia. Eso siempre es de agradecer. Son además muy sinceros, se nota su cuidado combinado con su originalidad, su sinceridad. Eso les hace potentes.

Poemas del té (Mamen Solanas, 2017): Y como no hay dos sin tres, aquella misma tarde también le compré este librito, y le hice firmarme los tres. Este lo había publicado en México en 2017, pero de vuelta a España lo estaba presentando aquí en 2018. De hecho la acompañé días más tarde para dejar ejemplares en Domiduca. Este libro, igual que el anterior, había sido maquetado e ideado por ella misma con colaboración de su editor. Tenía una faja hecha con hojas del té auténticas. Son poemas muy breves y bellos que muestran una dulzura muy bonita. Mamen muestra un interior suave a la vez que una forma emocional muy humana. Es una buena poeta.

Literatura y sociedad en la España de Franco (Miguel Ángel Garrido, 1976): Lo compré de segunda mano en Domiduca con la intención de asesorarme de cuál era el panorama de la Literatura en la España de Franco vista por alguien de la época, aunque fuera el año posterior a la muerte de Franco. Todo con la intención de seguir la investigación de  Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Se quedaba algo flojo, por fuerza, pero me dejaba ver en qué se fijaban en aquel momento, no tanto en qué nos hemos fijado posteriormente, aunque ambas visiones son válidas.

La crisis del Estado franquista (Jorge de Esteban y Luis López Guerra, 1977): Lo compré en Domiduca con la misma intención que el anterior. Mucho más útil y con más análisis. Me sirve para completar mi propia biblioteca sobre el tema. A fin de cuentas mi especialización dentro de Historia Contemporánea es la actual, que en España se entiende de la guerra civil en adelante. Nunca hay que dejar de indagar no sólo en las visiones más actuales, sino también en los análisis que se hacían en la propia época, porque también dan datos tanto por sí mismos como análisis, como por testimonios del propio momento fijándose en lo que en esa época reflexionaban, eso también son datos, también son fuente.

El cómic (Milagros Arizmendi, 1975): Igualmente comprado y leído en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión por la misma razón que los dos anteriores. Este además me atraía desde la óptica que era una mujer la que analizaba el cómic en España en pleno 1975. No era algo usual. El libro de Terenci Moix es más completo y analítico, pero el valor de este, aunque sea muy pormenorizado, es el de la visión de una mujer en un producto cultural que, aparte de infantil y juvenil, era normalmente observado hacia niños y jóvenes, por más que también había publicaciones para niñas y jóvenes. Fue parte de la visión de género a la que doté a  mi propia investigación.

miércoles, abril 05, 2023

NOTICIA 2216ª DESDE EL BAR: EDUARDO ÚRCULO: EL ENIGMA DEL VIAJERO

Una de las exposiciones interesantes que están en Alcalá de Henares este 2023 y que está a punto de acabar, lo hará justo cuando acabe la Semana Santa, el 9 de abril, es la que la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica le ha dedicado desde el 19 de enero al afamado pintor y escultor Eduardo Úrculo (1938-2003), cuya obra está presente en calles y plazas de muchos municipios, así como en museos, por ejemplo el Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía, en Madrid. Úrculo recibe así un homenaje en Alcalá, que desde 1991 alberga una de sus obras en el Museo de Esculturas al Aire Libre que impulsó el artista José Noja con el ayuntamiento (en manos del PSOE en aquel momento, con Florencio Campos), alrededor de la muralla medieval. Museo que este 2023 va a recibir una mejora de integración en el paisaje urbano, según el ayuntamiento, aunque en realidad las esculturas fueron dispuestas con la visión artística de Noja, lo que hizo que se inaugurara pasado el tiempo en 1993, cuando lo dio por acabado. 

Como sea, el catálogo de Úrculo en la actual exposición temática lo podéis obtener por Internet. La exposición tiene por motivo el 20º aniversario de la fecha de su fallecimiento. Repasa todas las épocas artísticas de su vida, desde que se formó en España conociendo el expresionismo y el impresionismo francés de finales del siglo XIX y comienzos del XX, a las tendencias más modernas de la España de la década de 1950 con la denuncia social o el expresionismo social, pasando en los años 1960 y 1970 a sus viajes por Europa que le llevaron a un rico y divertido Arte Pop que evolucionó a un Pop Erótico muy rico en colores y sugerencia de cambio de tiempos en contraste a sus obras sombrías en España, sigue con su regreso a España en la década de 1980 donde se vuelve figurativo y autobiográfico, es el momento en el que crea un personaje de sí como artista, y su etapa final en la década de 1990 donde se vuelve neocubista con algún  toque a veces surrealista, como la escultura en el Museo de Esculturas al Aire Libre, con numerosas referencias al viajero en las que aparece su propio sombrero característico como personaje pintor, lo que se vuelve metáfora de la vida.
 
 Me encontré con esta exposición cuando participé del recital Camino de versos el pasado 23 de marzo. Lo que yo conocía más de Úrculo son sus esculturas de bronce y algún cuadro de su primera etapa, oscuro, sombrío, de colores térreos casi negros... Encontrarme la sorpresa de sus cuadros Pop fue todo un gozo. Una obra ciertamente muy divertida que, hoy día, posiblemente tendría problemas de cancelación y censura en algunos ámbitos donde algunas luchas e ideales se han deformado. Invito a ver la exposición.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, abril 03, 2023

NOTICIA 2215ª DESDE EL BAR: EL DESCENSO DE LA CRUZ, ARTE DEGENERADO

Es Semana Santa y como vengo haciendo varios años aprovecho para acercarnos al Arte y dar unas reflexiones y explicaciones. Este año he elegido el cuadro El descenso de la cruz, que realizó el pintor alemán Max Beckmann en 1917. Lo primero es acercarnos al autor, porque creo que muchos no lo conoceréis. Beckmann nació en 1884 y comenzó a dibujar desde niño y a pintar cuadros a una sorprendente edad precoz. Él era hijo de granjeros, su padres le mandaron a la Academia de Wiemar en 1900 y siguiendo su precocidad se casó en 1903 por primera vez, años más tarde tendría una segunda esposa. En sus primeros cuadros seguía a los impresionistas franceses y los que había en Alemania, por lo que era una persona interesada en la modernidad y su plasmación, sin embargo, al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914 fue enviado como enfermero al frente de combate. Lo que allí vivió y vio le traumatizaría de por vida y quedaría reflejado en todas y cada una de las cosas de su vida, incluido su Arte. Fue retirado por una crisis nerviosa profunda y hospitalizado. Es de esa época que pintó en 1917 el cuadro que hoy propongo. En 1925 sería ese segundo matrimonio, con una cantante de la que se divorciaría años después manteniendo una buena amistad. Desde 1930 viajó a Francia por aprehender más sobre los más modernos de la pintura, pero se interesó paradójicamente por El Bosco, del siglo XV, y quiso llevarlo a su época. Le hicieron profesor de Arte en Fráncfort, sin embargo, al subir al gobierno el partido nazi le quitaron la plaza y se quedo sin empleo. En 1937 consideraron oficialmente que su arte era Arte degenerado, por lo que quedó prohibido, ese fue el momento en el que decidió emigrar a Holanda e instalarse en Ámsterdam. Pasó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Mundial allí, estando en el punto de mira de los nazis. Terminada la guerra sus obras fueron de nuevo permitidas en Alemania, aunque su figura no fue tan publicitada como otros autores alemanes que también habían sido perseguidos, lo que ha provocado que incluso en 2023 sea bastante desconocido en general. En 1947 emigró de nuevo, ahora a Estados Unidos, donde moriría en 1950 a los 66 años de edad. 

El descenso de la cruz pertenece a una serie de cuadros sobre la pasión de Cristo, donde también está muy valorado el dedicado al pasaje donde defiende a una adúltera. El personaje de Cristo siempre aparece con la misma caracterización, por lo que los cuadros juntos cuentas visualmente la historia. Actualmente se encuentra expuesto permanentemente en New York, en el MoMA

La visión de Beckmann aquí, probablemente influido por los cadáveres que vio durante su estancia en el frente de combate como enfermero, nos muestra a un Cristo ya muerto que parece incluso tener un rigor mortis imposible, ya que fue descendido en el mismo día de su muerte en la cruz. Divide el cuadro en diagonal en dos mitades que el pintor trata de rellenar al máximo con personajes humanos. Él nos mira con los ojos abiertos conservando su postura de crucificado de tal modo que a la vez parece que se nos muestra en una especie de "aunque muerto, vivo", a modo de revelación, o bien nos invita a acercarnos a Él con los brazos abiertos. La Virgen María aparece anciana con rasgos sutilmente judíos, mientras no quiere ver a su hijo muerto es atendida por una muy joven María Magdalena, que aparece rubia y de ojos azules. María Magdalena es el único personaje que mira extrañamente al espectador, pareciera invitarnos a comprender un mensaje, si bien su gesto no parece tanto afectado por la tragedia, sino sugerente, detalle curioso teniendo en cuenta que en origen ella fue prostituta, posteriormente reformada al verse atraída por la palabra de Cristo, aunque lo cierto es que el texto bíblico nunca apuntó que se produjera esa reforma, sino que fue protegida por Él y ella pasó a formar parte de las mujeres que le acompañaban en algunas ocasiones. Pablo de Arimatea es ayudado a bajar a Cristo pero parece adquirir una pose que parece indicar que aquí nos lo trae a nosotros, él lo desciende de la cruz para acercárnoslo cual si fuera un objeto. Cristo, por otra parte, es un personaje que parece mucho más viejo de lo que era, 33 años de edad, y aparece sin la belleza idealizada que suele ser habitual, con un cuerpo sumamente delgado, algo demacrado, y calvo sin barba. Aunque el cuadro fue pintado en 1917 y aún quedaría bastante para el gobierno de los nazis y el holocausto judío de la Segunda Guerra Mundial a partir de 1939, parece una figura que se adelanta a las visiones de su tiempo y nos recuerda uno de aquellos presos judíos. Evidentemente es imposible que lo sea, pero también durante la Primera Guerra Mundial se vieron imágenes de personas sumamente demacradas por diversos motivos bélicos, incluidas las hambrunas en las zonas rurales donde los ejércitos arrasaban los campos por una parte y decomisaban todo alimento que encontraban.

Evidentemente esta escena bíblica rompe de manera brutal con la tradición de siglos de cómo se había representado. Lanza muchos más mensajes que únicamente los religiosos. El cuadro es claramente perteneciente al expresionismo alemán, aunque imágenes religiosas que rompían la tradición estaban empezando a surgir en otras tendencias, como por ejemplo se puede ver en la etapa azul de Picasso o, más tardíamente, en el surrealismo de Dalí. Para las mentes más conservadoras podía resultar escandaloso o chocante. A pesar de que el cuadro no es irreverente y respeta lo que es el descendimiento en sí, el mero hecho, por ejemplo, de María Magdalena hermosa, rubia y mirando sugerente al espectador podía provocar escándalo. La representación novedosa del aspecto de Jesús podía ser considerado rozando la blasfemia o la irreverencia en las cabezas de los más puritanos en lo que sería la tradición. Hay que tener en cuenta también que en la iglesia cristiana luterana no es excesivamente dada a crear representaciones religiosas, para no caer en iconoclastia, o sea en la veneración de iconos e imágenes que puede provocar idolatría y por tanto blasfemar. En un principio, en el siglo XVI los protestantes (luteranos, calvinistas y otros) llegaron a destruir una gran cantidad de imágenes religiosas, pero Lutero dio pie a que algunas representaciones religiosas eran tolerables, por lo que en Alemania surgieron algunos pintores religiosos que seguían algunas pautas sobre cómo representar a Dios y cuántas imágenes puede haber en una iglesia. Esas representaciones debían respetar la imagen tradicional de Cristo, con barba, pelo largo, piel blanca, rasgos europeos, cierta belleza y juventud... Con esa tradición se desarrolló el arte religioso de los luteranos. En Alemania la división religiosa está entre luteranos y católicos principalmente, siendo mayoritarios los luteranos. Ignoro ese detalle de la vida de Beckmann sobre sus creencias o no en cuanto a lo religioso, pero sin duda el venía de un mundo alemán donde esta cuestión sobre el Arte religioso estaba presente, si bien en el comienzo del siglo XX probablemente las posturas tolerancia eran más permisivas que en el siglo XVI.

En breve, nada más terminar la Primera Guerra Mundial en 1918, los artistas alemanes se volverán altamente experimentales como consecuencia de las vivencias y traumas de una guerra devastadora que además pierden y que transforman toda su escala de valores. Los expresionistas en concreto encontrarán incluso la cinematografía como medio de lanzar sus mensajes visuales más directamente. Poblarán los cines de historias oscuras de terror con numerosos ángulos imposibles o extraños, como este Cristo en diagonal y esa escalera que se ve tras Él que asciende sobrepasando con mucho su apoyo en la cruz, si no que parece que sigue hacia el cielo con una forma exagerada. La cruz, por otra parte, no es latina, si no de tau, es una cruz en T. Un expresionismos con seres aparentemente terribles o sumamente diferentes, como la imagen de este Cristo. 

Todo esto se daba en una Alemania que se recuperará con rapidez, mientras al mismo tiempo se transforma en uno de los principales centros europeos de las experimentaciones artísticas. En medio de este mundo, que dejó de ser monárquico para ser una República que a punto estuvo de tener su propia revolución socialista, tenemos desde gentes que abrazan todo tipo de libertades, a gente que se entrega a los excesos, y, en el otro extremo, gente que cada vez más buscan un mundo más autoritario y conservador en nombre de una revolución nacionalista disfrazada de falso socialismo, los nacionalsocialistas, los nazis. La Gran Crisis de 1929, el crack, acelerará todos los cambios hacia los extremos, de ahí al ascenso nazi de 1933 y a que estos artistas fueran considerados degenerados por no tener coincidencia en ideas y en lo que debía ser el Arte para ellos. Obras como esta fueron prohibidas, algunas quemadas. Para los nazis el Arte pasaba por exaltar los valores de su propio ideario, todo lo demás les resultaba un peligro social degenerado que había que eliminar. Afortunadamente muchas obras se salvaron.

Pero la obra tiene en origen el contexto de 1917, aún lejos de todo aquello, aunque sumergido en la crisis de valores de una Primera Guerra Mundial que no paraba de generar muertos y destrucción. En medio también de una crisis personal de Beckmann por su paso por la guerra. La propia postura de Cristo parece recordar la de algunos cadáveres que se sacaban de debajo de montañas de tierra tras varios días de un bombardeo en las trincheras, o los cuerpos que se amontonaban a veces por falta de posibilidades de enterrarles. El cuadro, sin duda, más allá de esto, tiene su propia estética religiosa. Invita a diversas reflexiones. Merece la pena.   

Otras reflexiones sobre Arte en Semana Santa: El informe Jesús de Nazaret (Noticia 254ª, Noticia 255ª y Noticia 256ª, análisis desde la Historia del relato bíblico); JesuCristo Superstar (Noticia 257ª, la película de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, 1973); Monty Python (2) (Noticia 594ª, de la película "La vida de Brian", Terry Jones, 1979); Estudio de Cristo (Noticia 1466ª, cuadro de Sorolla, 1883); Ramos de Domingo (Noticia 1581ª, reportaje fotográfico propio de la procesión del Domingo de Ramos de 2016 en Alcalá de Henares); El abrazo de Dios (Noticia 1695ª, cuadro de Sergei Chepik, 2005); El velado (Noticia 1778ª, escultura de Giuseppe Sanmartino, 1753); Un incendio en nuestros corazones (Noticia 1867ª; cuadro "Nuestra Señora de los Siete Dolores", autor no encontrado, siglo XVIII); Semana Santa de confinamiento en tiempos de Covid-19 (Noticia 1954ª, cuadro "XI estación: el eremita", de Roberto Ferri, 2018-2019); Yo ya he comido potaje (Noticia 2040ª, fotografía anónima, primeras décadas del siglo XXI); Enterramiento de Cristo en su tumba (Noticia 2041ª, cuadro anónimo de la Escuela de Rostov, 1497); El Cristo de un anarquista (Noticia 2128ª, cuadro "Cristo en la cruz", de Benito Prieto Coussent, 1948); Cine que vi esta semana (Noticia 2130ª, análisis de algunas películas de la televisión de la Semana Santa de 2022).

sábado, octubre 01, 2022

NOTICIA 2165ª DESDE EL BAR: LA EXPOSICIÓN DE CINE DE CUADERNILLOS

 Hacía tiempo que no iba al cine. Mucho tiempo. Por un lado mi economía personal, por otro lado la falta de películas que me interesaran lo bastante, y por el lado más principal: la manía de que los cines estén desde hace años a las afueras de las ciudades, a mí que no tengo coche es lo que más me hace desistir. Me disgusta esperar interminablemente a autobuses o el tren, que tiene parada en Cuadernillos La Dehesa de Alcalá de Henares, en Alcalá Universidad. Y me produce mayor rechazo cuando las esperas son a pleno calor, a pleno frío o con lluvia... pero es que además los horarios se han retrasado desde la pandemia que encima buena parte de las sesiones de las películas que me han interesado acababan muy tarde en la noche, si tenemos en cuenta que debo volver al otro lado de la ciudad y yo trabajo, me levanto a las seis de la mañana. Así no se puede. La cosa es que ayer me acerqué al cine y vi algo que no me había enterado: una exposición de objetos y cuadros de cine. Yo ya sabía que Zaida Escobar había pintado un mural dedicado a actrices españolas en la plaza de ese centro comercial, la Plaza de las Actrices. Salió en la prensa local y fueron autoridades del ayuntamiento, ahora lo que e encontré de sorpresa fue una exposición, creo que temporal, o no, no lo sé, tiene pinta de temporal, con montones de retratos de personajes de cine. Aquí os muestro al de la policía de Fargo, de los hermanos Coen, que es una de mis películas fetiche. Esta pintora siempre deja buenos sabores de boca. Últimamente me encuentro murales suyos como de sorpresa por la ciudad y siempre es una alegría.


Entre los objetos se pueden ver cosas como el mapa que usaron los Goonies o el libro de La Historia Interminable, o bien el ídolo inca de Indiana Jones o la pistola que usaba Leia. Lo cierto es que lo inesperado de entrar y encontrar esto fue algo que me despertó una sonrisa.

Al final tampoco pude ir a ver ninguna película. Me llamaron unos amigos que hace tiempo que no nos reuníamos y solo estuve allí el tiempo de ver la exposición. A veces lo material, en este caso una película, debe de ser dejado de lado por otras cuestiones, como es la gente querida. Así que, volví a esperar al tren para que me bajara al centro ciudad... y aquello sí que fue la historia interminable. Ya veremos cuándo vuelvo a subir al cine. Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, mayo 30, 2022

NOTICIA 2142ª DESDE EL BAR: RAI FERRER EN LA CAPILLA DEL OIDOR

Este fin de semana pasado me crucé por la calle con María Aranguren, concejala de Cultura, y fue gracias a ella que me enteré de la nueva exposición gratuita en la Capilla del oidor dedicada al artista ilustrador Rai Ferrer. He de reconocer que aunque ha sido anunciada por diversos medios, últimamente no he estado todo lo atento que podría a estas cosas, así que le agradezco mucho que me dijera de esta exposición. Como estábamos en la Plaza de Cervantes fui para allá nada más despedirnos y he de reconocer que para mí fue una gozada.

Rai Ferrer es un artista cuya etapa más fundamental se encuentra entre las décadas de 1970 y 1980 coincidiendo con el tardofranquismo, la Transición, la Movida y esa etapa ya de la segunda mitad de esos años 1980 que poco a poco va desmontando la efervescencia cultural y popular para transformarse en otra cosa, otro tipo de movimiento cultural que si bien a comienzos de los años 1990 tendrá su reflejo en una juventud dividida entre la contracultura grunge y el diseño maquinal de la música electrónica como dos formas de entender la vida muy diferentes, en el resto de la sociedad se reflejará en lo que se creía indicadores de éxito social traducidos en las Olimpiadas de Barcelona 1992, la Expo de Sevilla de ese mismo año, la figura de Mario Conde como ejemplar antes de saberse su corrupción y cosas tan emblemáticas por entonces como comunes hoy día como pueda ser tener un segundo coche en la familia o dos televisores, ir de vacaciones tomando un avión a otro país y no a Torremolinos, comprar una segunda vivienda, que habitualmente era en la playa, y cosas por el estilo.

Pues bien, Rai Ferrer era un artista de la contracultura que comenzó su andadura a nivel popular en 1969 con la publicación nueva ese año de la revista Strong. Recogía en su primera portada personajes de cómic que iban a ser publicados en esas páginas, como eran Lucky Luck, los pitufos y otros. Estamos en la época dorada del cómic en España. Por entonces estas publicaciones eran muy vendidas, no solo para niños y niñas, también las adquiría público adulto, aunque no se les valoraba como ahora, el carácter de arte lo adquirieron más tardíamente, por entonces eran más productos de usar y tirar, casi, una industria más, y como trabajadores eran tratados muchos de sus artistas. Como sea, Strong era algo más que una revista de cómic, contenía también ilustraciones más adultas, fotomontajes, collage y textos que a veces tenían problemas con la censura. La revista irá adquiriendo una personalidad propia a lo largo de la década de 1970. Rai Ferrer con el paso del tiempo no solo creará sus obras en ese espacio, se abrirá también a otras publicaciones. Su labor más importante vino tras la muerte de Franco. De repente su obra se permitió lujos arriesgados en aquellos años como contar gráficamente y de manera algo experimental la guerra civil. De repente se podía ver a personajes prohibidos o espinosos para muchos de los que seguían ocupando cargos, personajes mostrados y explicados como Durruti, Montseny, Azaña, Largo Caballero y todos los políticos de la República, también intelectuales. Rai Ferrer dedicó muchas páginas e ilustraciones al anarcosindicalismo de la CNT, sin cortarse incluso en explicar temas polémicos incluso entre los propios anarcosindicalistas, como pueda ser la muerte de Durruti.

La obra de Ferrer es mucho más que eso, porque si bien es evidente que el contexto en el que empezó a crear estas obras explicativas de la Historia reciente y en esos momentos muy viva por fuerza de una dictadura recién acabada, también se hace evidente que eleva a un carácter popular y asequible un arte contemporáneo que hoy día podría estar expuesto en el Museo Reina Sofía. Se le podría clasificar casi de artista Pop, pero aunque toca muchas de las cuestiones estilísticas y de concepto de esta corriente lo suyo es más bien contracultural. Es agresivo en la forma en la que exponía los temas a tratar, aunque hoy día quizá los más jóvenes no entiendan porqué era agresivo si pierden las referencias de los personajes que retrata y lo que dicen los textos en un momento donde esas cosas no se decían y  a menudo ni siquiera se conocían, pese a ser personas y sucesos a la vuelta de la esquina. Pensemos que en la segunda mitad de los años 1970 muchas de las personas que protagonizaron o vivieron la República y la guerra civil seguían vivos. La forma de contarlo Rai Ferrer iba destinada a una juventud del momento, como la suya, que en esos años estaban protagonizando la Transición política a la actual monarquía parlamentaria, a la democracia. El deseo de saber era mucho. Como dato a tener en cuenta sobre ese contexto, el primer historiador que trató la guerra civil española haciendo un trabajo profesional fue un británico, Hugh Thomas. Su libro, en dos volúmenes, había sido censurado en España desde que se publicó en la década de 1960, la primera traducción y edición española autorizada fue en 1976, tras morir Franco en noviembre de 1975, se transformó en el libro más vendido de aquel año en España, con eso el lector de este artículo se podrá hacer una idea del interés que hubo en la época, un interés hoy día no explicado y no debidamente atendido, dibujándonos a menudo una sociedad de la época que pareciera que estuviera a otra cosa y desdibujando lo que iba ocurriendo en la sociedad y el porqué de sus cambios. Podríamos pensar que la obra de Hugh Thomas pudo llegar a gente de todas las edades y ámbitos culturales, mientras que la obra de Rai Ferrer pudo ser más dirigida a un público muy determinado, predominantemente joven, posiblemente en su mayoría de izquierdas, muy posiblemente libertario en buena parte, pero no exclusivamente libertario, que compraba revistas irreverentes, como lo fue también El Papus, y que optaba por enterarse de muchas cosas por los canales no oficiales y no mayoritarios. Una juventud que en poco tiempo abrazaría formas de vida también muy perseguidas, como pueda ser la del rock, los bares, droga evidentemente hubo, pero mentiríamos si no se dijese que hubo una juventud obrera que era activa y no estaban en los bares ni en las drogas, una juventud que formaría sus propios círculos culturales y sus propios productos, como los surgidos en la calle Libertad, de Madrid. Una juventud que en breve irá formando unos pocos años después de todo el proceso democratizador lo que se conocerá propiamente como La Movida madrileña, en la que parece en los relatos que se hace hoy que todo el mundo estaba, pero que en realidad formarían de manera realmente activa un número de gente que se movía de bar en bar y de sala en sala de conciertos, que se conocía entre sí en su mayoría a fuerza de frecuentar los mismos sitios. Formarían unos círculos en los cuales se produjo una cierta bohemia y un intercambio de ideas y colaboraciones en diversos aspectos artísticos, pero había mucho de fiesta continua y lo que la fiesta continua supone.

En esos momentos no solo hay músicos y pintores, los creadores de cómic, entre otras modalidades artísticas, también estaban allí. Creadores de cómic e ilustraciones como también lo pudo ser Nazario, otro contracultural que además se metió de lleno en hablar expresamente de la homosexualidad. Creaban obras que chocaban a menudo tanto en concepto como en formas con todo tipo de formalismos, de verdades aceptadas de entrada por la mayoría de la gente, con formas de ver y entender la vida, que no eran conservadoras. Más o menos en este ambiente entra la obra de Rai Ferrer y se publica y se vende en los quioscos de prensa, mediante los cuales se hace extensible a toda la sociedad en general si alguien deseaba adquirir estas revistas, ya no prohibidas.

Los fuertes contrastes de color, los fotomontajes con un humor mordaz y acusatorio, especialmente duro con el poder, incluso se puede ver en un collage que hace a comienzos de la década de 1990 con Felipe González y Aznar juntos, en un momento en el que el antagonismo era claro para mucha gente y a nadie, en términos de la mayoría, se le ocurría equiparar a uno con el otro. O también lo podemos ver en el compromiso que adquiere el propio artista a mediados de la década de 1980 contra el ingreso de España en la OTAN, por considerarlo un acto belicista, que era en general algo muy extendido en España, que deseaba apostar por un camino pacifista, y ese camino en esos momentos no era percibido en la OTAN.

Rai Ferrer hizo otra cosa en la segunda mitad de 1970 que fue recuperar también la memoria gráfica de los carteles de la guerra civil. Un material que no se había podido ver y que expresaba tanto una diversidad ideológica en España, negada hasta esos momentos como algo posible, como expresaba también una serie de ideas prohibidas. Recupera muy evidentemente la cartelería anarquista de la CNT, no huye del enfrentamiento entre esta y la FAI en un momento de recuperación de la Historia donde se percibía que CNT y FAI iban juntos, recupera la cartelería de los partidos políticos nacionalistas de Cataluña y de País Vasco, en un momento donde no existe todavía la España de las autonomías, recupera la cartelería del PSOE, recupera toda una riqueza artística, pues en esos carteles intervinieron muchas personas que eran artistas, aunque en su época se les considerara trabajadores de las artes gráficas. Pensemos que mucha de esta gene también creaba los carteles de las películas de cine, todo a mano y que muchas de sus obras son hoy día objeto de exposiciones, museos, libros, reportajes, y toda una consideración de artista y de arte. Rai Ferrer llevó esas obras a sus publicaciones y eso hacía que la gente pudiera verlas por primera vez en muchas décadas, simplemente comprando las revistas donde salían en el quiosco de prensa. La idea de recuperación de cosas que eran muy de una época la repitió con su propia obra cuando a comienzos de los años 1990 compiló una parte de ella en libro, esto se puede escuchar de su propia voz en una entrevista que le hicieron y que también se reproduce en la exposición de la Capilla del Oidor.

Al margen de la política, como obras artísticas merece la pena acercarse a disfrutar de la exposición. Es una obra muy expresiva y aún hoy día transmite una cierta pasión por el cambio hacia la libertad de una época. Podemos contemplar también la exposición como el reflejo de una forma de entender esos años de transición, una forma particular de un artista comprometido con llevar a la gente común una democratización de la vida social, de las ideas, un reencuentro con el pasado, si bien es posible que en aquellos años quizá una persona de 40 años no adquiriera estos productos, pero una de 20, sí. Y hay que entenderlo así y ponerlo en el valor de ello, porque ni siquiera todas las personas de 20 años en la época conocían de estas publicaciones o se interesaban por ellas, algunos habría que incluso recelaran de ellas, pero sí es cierto que a aquellos que les llegaron de un modo u otro lo iban reflejando en sus vidas en unos años de cambio donde el principal cambio estaba precisamente individualmente en todas las personas. Cada uno con su propio camino, pero el cambio llegó a todas las personas

jueves, mayo 19, 2022

NOTICIA 2139ª DESDE EL BAR: TEMPUS ROMAE

 

El pasado 6 de abril el diario El País, entre otros de tirada estatal en los días siguientes, nos dio por primera vez la noticia de que se habían descubierto en Complutum, origen romano de Alcalá de Henares, los frescos de lo que era la cara de una mujer, a la que los arqueólogos asocian con una de las que fueran dueñas de la Casa de los Grifos sin que sepamos muy bien porqué esa conclusión, y la cara del dios Baco, al estilo como se representaba en la zona oriental del Imperio, con influencia griega. Baco es un dios que ha aparecido en varios restos de la antigua Roma en Alcalá de Henares, entre ellos el famoso mosaico que guarda el Museo Arqueológico Regional de Madrid, sito en la Plaza de las Bernardas de Alcalá de Henares. La prensa local, como Alcalá Hoy, se hizo eco de la noticia un poco más de una semana después, coincidiendo con la Semana Santa de este año. Hay pocas pinturas conservadas de la antigua Roma en todo lo que fue su territorio, y figurativas prácticamente son anómalas. Estas de Complutum son tan exclusivas y únicas como las halladas en Pompeya o en la Casa Áurea de Roma, palacio de Nerón. Las de Complutum son del siglo I después de Cristo. Son toda una sensación que además casi recuerdan al Renacimiento. Aún no se pueden ver en público, porque la Casa de los Grifos está cerrada por ampliación de las excavaciones arqueológicas, aunque intuyo que estas acabarán en un museo y allí quizá se ponga una reproducción. No lo sé.

Del 29 de abril al 2 de mayo se celebró el evento Complutum Renacida, con recreaciones por actores y una asociación de legionarios romanos desfilando, juegos de gladiadores y otras cuestiones, como un mercado lleno todo de serios anacronismos y relativos errores, pero como era algo lúdico para el turismo, no le pidamos mucho más que entretenernos, si bien los soldados romanos estaban bastante bien ambientados en época imperial, aunque con algunos detalles que tendríamos que fijarnos más si lo quisiéramos ver con ojos más allá que los de hacer caja con el ciudadano y el turista.

Pero, mejor aún, El Museo Arqueológico Regional acoge estos días, del 3 de mayo pasado al 8 de enero de 2023, una exposición temporal llamada Tempus Romae, que es lo mejor que he visto en varios años en este museo. De hecho en los años más recientes me habían decepcionado varias de las exposiciones temporales. Está es altamente recomendable. Yo fui a verla ayer miércoles por la tarde, con un sol que parecía verano. Apenas estábamos tres personas y resultó que una de ellas era una anciano que se empeñaba en ir pasando de vitrina en vitrina de las que yo iba dejando de tal modo que hasta carraspeaba para que me fuera sin leer las cartelas. En fin, que el museo estaba muy vacío y los maleducados pueden serlo de todas las edades... y la seguridad del museo bien podría haberle dicho: "caballero, disfrute usted sin molestar a los demás", pero la seguridad el museo estaba en la entrada, no en la sala.

Como sea, recomiendo mucho esta exposición. Sus comisarias han sido Carmen Fernández Ochoa y Mar Zarzalejos Prieto. Se trata de mostrar la presencia romana en la zona que fue la Carpetania, que es la región donde vivieron los carpetanos, pueblo celtíbero del centro peninsular. Comprende Madrid Comunidad y partes de Ávila, Segovia, Toledo, Guadalajara, más o menos. En realidad el origen de Alcalá de Henares no era romano, sino ya en la Prehistoria hay presencia en sus cuevas, y en cuanto a la Protohistoria, nuestro primer asentamiento, nuestra primera localidad, fue Iplacea, en el Cerro del Viso. Los carpetanos eran un pueblo más bien agricultor, belicoso cuando tocaba, como el resto de íberos, que tenían por costumbre hacerse aliados de aquellos pueblos que los derrotaban, como muestra de sumisión. Cuento esto último porque los carpetanos estuvieron del lado de los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica. Es en estas guerras que los romanos llegan a la Carpetania con una invasión militar a comienzos del siglo I antes de Cristo, y terminada la Segunda Guerra Púnica seguirán la invasión para la conquista de Celtiberia. La primera oleada invasora romana llegará desde Ávila y Guadalajara, por lo que Iplacea es uno de los primeros pueblos que se enfrentan y que conquistan en la zona. Estas guerras de conquista se combinarán con la dictadura de Sila en la República Romana y al morir este uno de sus generales, Sertorio, huirá a la península donde forzará una guerra civil para crear una monarquía, con los ideales republicanos que estaban en crisis. Para ellos volvió a derrotar a los de Iplacea, que se pusieron de su lado, y se sabe que Sertorio practicaba la romanización de sus aliados para crear una integración social. La guerra de Sertorio llevó a que fuera derrotado por Pompeyo, por lo que la primigenia Complutum estaría con Pompeyo. Y la subsiguiente y futura nueva guerra civil haría que Pompeyo fuera derrotado por Julio César. Y precisamente en todos estos conflictos sabemos que Iplacea y Compluto sale o salió mencionada en varias crónicas de la época. Todas estas etapas se abarcan en el comienzo de la exposición, donde podremos ver diversos objetos de aquellos años, más otros que vienen de Ávila, Segovia, Titulcia y otros lugares de la Carpetania.

Lamento  que no se mencione en la exposición a Iplacea, aunque evidentemente ronda en todo lo que se narra en las cartelas. Al no informado le puede crear la falsa sensación de que solo existió Complutum. Del mismo modo que lamento que en los mapas hayan dado tanta importancia a Madrid, que en aquellos tiempos era prácticamente nada. En el centro peninsular cada vez está mejor testimoniado por los hallazgos e indicios eran Titulcia y Complutum los núcleos importantes. Pero aún con esto, la exposición merece la pena.

Podremos ver allí desde la estatua de un fauno borracho recostado sobre una tinaja, a frescos originales de la Casa de los Grifos (no los de los rostros comentados), la pintura de un conductor de cuadriga, joyería romana, lucernas, la reproducción en ilustración de algunas de las casas de Complutum como la taberna (de la que nos enteramos por cartela que se encontraron restos del material de trabajo de un pintor de cuadros), el mercado, las casas señoriales de la villa del Val, etcétera, encontraremos también cuchillos, utensilios de la vida diaria, cerámicas diversas, algunas con inscripciones griegas, otras con el negro propio de Italia, restos de sandalias, túmulos y dos piezas que yo vi en el Taller Escuela de Arqueología (TEAR) cuando era niño y me llevó el colegio: una vasija sellada con dibujos de órganos sexuales, por ser quizá de algún ritual de fertilidad, y el esqueleto de una mujer de Complutum. Efectivamente, la mayor parte de la exposición versa de Complutum, y son interesantes las cartelas. Mucho de lo expuesto no suele verse, por estar en los depósitos para su mejor conservación o por falta de espacio en otros casos. 

Yo fui bautizado en la capilla que hubo al construirse el barrio de Nuestra Señora de Belén, el cual guardaba en sí un trozo de muro de la antigua basílica de Complutum (zona de justicia y de gobierno), llamado paredón del milagro, por creerse que allí se martirizó a los Santos Niños Justo y Pastor. Hoy la capilla no existe, el muro está al aire, y me hizo gracia escuchar algún comentario sobre esa capilla donde quien hizo los comentarios, dos profesoras de secundaria, mostraban un profundo respeto por la Historia antigua y ninguno por la actual. Mal que pese, aquella capilla tuvo un sentido de ser y fue un comienzo de una barriada de población humilde. Tenía un aspecto propio de la década de 1970 y eso, que no se valoró en su momento, tuvo un valor relativo, pero evidentemente la Historia de Roma y el origen remoto de Alcalá tiene más peso, indudablemente, que la historia reciente de la ciudad, aunque esta sea la de los trabajadores más humildes y la formación del Distrito II. Por otra parte, tal capilla evidentemente se construyó para proteger y venerar ese muro considerado sagrado, y a la vez daba una identidad al barrio. Este barrio pobre ha crecido con la idea de que nosotros estamos en el origen de la ciudad. Ahora bien, el muro, pues también en tiempo de mi catequesis pasé por esa capilla, lo usaban los dos curas que llevaban el lugar, dos curas obreros, Moncho y Rufino, para dividir la zona de culto de la zona donde ellos tenían sus cosas para cambiarse y los objetos para oficiar oficios. Quizá en los recorridos de Complutum no vendría mal un pequeño epígrafe que recordara este comienzo nuevo de Alcalá en su primera gran expansión en el siglo XX, en lugar de la denigración continuada. Cada cosa tiene su tiempo, y esto sería historia social que conforma la Historia general de la ciudad.

Complutum en todo caso comenzó en el Cerro del Viso, no sabemos muy bien si reutilizando los restos de Iplacea arrasada, o bien construyéndose a partir de esta. Complutum ya en el valle se hizo a partir de comienzos del siglo I después de Cristo, o quizá a finales del siglo anterior. Los dos núcleos convivieron un tiempo, pero a mediados o finales del siglo I después de Cristo se abandonó el Cerro del Viso y ya solo quedó habitado el valle, aunque algunos sospechan que quizá se usaron puntualmente algunas edificaciones de la Complutum vieja. 

Sea como sea, buena exposición. Id a verla, tenéis hasta el 8 de enero. Saludos y que la cerveza os acompañe.