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miércoles, mayo 08, 2024

NOTICIA 2316ª DESDE EL BAR: DIECINUEVE AÑOS REINA

Cuando el 8 de julio de 2005 la propietaria original me entregó a Reina tras quedar uno o dos días antes por teléfono en la puerta del centro comercial El Val de Alcalá de Henares sabía que me dijo en aquella cita telefónica que justo acababa de cumplir dos meses de edad, siendo esta expresión tan abierta como que el día que hablamos por teléfono o un día cercano anterior. Mi madre cumplía años a finales de ese mes de julio y Reina iba a ser su regalo. La propietaria original tenía una gran camada y otros animales, se apresuró a regalar la camada, de hecho, el mismo día que traía a Reina para mí la traía junto a uno de sus hermanos para otra persona, al cual llegué a ver. Eran de Meco. Habían sido destetados excesivamente pronto, se recomienda que como mínimo se dejen pasar tres meses, aunque es deseable algo más. En el trayecto de El Val a mi casa en Nuestra Señora de Belén, cruzando la ciudad entera, Reina no paró de lavarme y darme besos como si me conociera. En principio no extrañó y se asustó, aunque el primer día en casa se asustó de estar lejos de su madre, padre y hermanos y se ocultó detrás de un pesado mueble del salón recargado de libros, objetos de porcelana, otros objetos decorativos, cuadros, botellas, cajones y espacios con vajillas y hasta dos altavoces de un tocadiscos cadena musical. Ante la alarma de mi madre me pidió que la sacara, pues no atendía a venir a por comida. Así que descargué un poco el mueble y moví un poco de él, que ocupaba una gran parte de la pared más larga del salón. Según lograba abrir un poco, la gata iba retirándose más hacia la zona más lejana y estrecha, por lo que yo tenía que volver a hacer un ejercicio de fuerza para mover más el mueble. Como la gata seguía haciendo lo mismo totalmente sin maullar mientras yo hacía un más que evidente esfuerzo de fuerza moviendo ese mastodonte, mi madre dijo: "mírala, está como una reina", y se rió. Por ello, cuando la saqué al fin le dije: "pues tienes que ponerle un nombre". Me dijo que se lo pusiera yo y le dije que era suya, que se lo pusiera ella, por lo que decidió llamarla Reina por aquella actitud entre solemne y de defensa de ella misma, como de control y poder sobre la situación. Una actitud que la ha acompañado toda su vida hasta su último momento, cuando con una pata llegó a retirar mi mano para que dejara de darle su comida, que estaba ya cansada. Los ultimísimos días de su vida aún llegó a beber agua por sí sola algunas veces, pero el alimento y la comida había que dárselos a modo gotas o chorretes en la boca con ayuda de una jeringa sin aguja. Comía y bebía con buenas ganas hasta el último momento. Eso nunca se le fue, aunque en los últimos días hubo algún día que no tenía ganas de comer o beber por sí sola, pero ayudada no le hacía ascos, salvo alguna vez por puro cansancio. En todo caso, tras ponerle el nombre mi madre me preguntó cuando nació, para registrarla en el veterinario y la Comunidad de Madrid y le dije que tenía dos meses. Azorada, quería saber el día, y le dije: "ponle este día que la hemos traído y réstale dos meses", por lo que fijamos su cumpleaños el 8 de mayo, aunque debió nacer entre el 1 y el 8 de mayo de aquel 2005.

Siempre viví con Reina desde que me la entregaron. Nunca nos hemos separado. Es más, la gata solía seguirme a mí y estar conmigo la mayor parte del  tiempo cuando yo regresaba a casa de trabajos, amigos, cine o lo que fuera, y aunque al comienzo de las noches se iba a la cama de mi madre con ella, terminaba despertando conmigo, porque a media noche se venía conmigo. Había más familia en la casa, e incluso en los primeros años conoció a dos pájaros canarios, Rocky, al que protegía asustando a los pájaros de la calle que venían a quitarle la comida, pero al que asustaba a la vez cuando dentro de casa ella quería sentarse al lado de la jaula; y Dylan, al que mató por accidente al tirar la jaula cuando tuvo la curiosidad de ir a ver a un perro también llamado Rocky de una amiga mía. Unos años después, siendo joven la gata, conoció a un tercer pájaro canario, Pío, al cual salvó la propia Reina. Pío entró una mañana de primavera en mi salón. Yo estaba en la cama, la terraza estaba abierta. Reina maullaba mucho y no me dejaba finiquitar la duermevela. Me levanté a ver qué pasaba y encontré a la gata en el suelo del salón y a Pío sobre un sofá. Reina en esos momentos era muy ágil y podría haber subido al sofá sin problema para hacer cualquier cosa al pájaro, pero no lo hizo, se había criado con canarios. Estaba claramente llamándome porque ese pájaro estaba evidentemente enfermo. No volaba apenas y estaba inflado y con mal aspecto. Lo recogí, lo cuidé, lo alimenté... y se puso sano. Pío vivió conmigo un año más. Es el pájaro más protestón que he tenido, pero a la vez es de los pocos que si le hablabas sabía que le hablabas y te contestaba. Su canto no era el mejor de los cantos, era una letanía repetitiva de una par de sonidos, pero fíjate, si Reina iba junto a su jaula, Pío no huía al otro extremo. Lamentablemente, Pío murió por insolación y falta de agua (porque el bebedero estaba roto y no lo notamos) un día que me fui a trabajar y le dije a mi madre que estuviera al tanto del pájaro, que le dejaba en un balconcillo que tengo y daría el sol desde media mañana, pero mi madre ya estaba mal y a veces sus dolencias le hacían estar al descuido de algunas cosas y las olvidaba. Era 2017. Reina cumpliría ese año 12 años, en el día fijado de 8 de mayo, mi madre moriría en casa conmigo y la gata el día 10, dos días después.

Siempre fue una gata muy inteligente desde el primer día, no tuvimos que enseñarle nada, sorprendentemente ella sola ya sabía qué debía hacer y aprendía por sí misma de nosotros. Por supuesto hizo trastadas como todos los gatos, incluso un día se cayó por la terraza y tuve que ir a por ella a la calle, ya nunca más se subió a la barandilla. Pero por supuesto daba saltos y se subía a los muebles más altos, trepaba cortinas, se volvía loca jugando a la pelota conmigo o con una luz láser con mi madre, cazaba manos, iba tras las moscas, le gustaba el sol a la ventana o a la terraza, era cariñosa, pero tenía carácter. No era violenta y no atacaba, pero si insistías en tocarle las narices se defendía, aunque tenía aguante. Un día se asustó cuando una vecina trajo a casa un gato egipcio para que lo viera mi madre. Reina retrocedió lentamente como lo hacía Michael Jackson cuando bailaba. Otro día se comió el pescado de la compra de otra vecina que nos lo dejó al cuidado. Le dábamos gambas en cumpleaños y, Navidades y Añosviejos. Una vez se enfadó conmigo porque pasé unos días en Barcelona y tiró con la pata el cuadro de mi licenciatura en Historia tras mirarlo un largo rato, según me contó mi madre. Pero siempre fue muy buena y extraordinariamente cariñosa, la hemos querido mucho. Era sumamente inteligente y además a lo largo de sus 19 años de edad no ha estado enferma casi nunca, salvo resfriados de invierno... y te cuidaba a ti a la manera gatuna cuando tú estabas con gripe o a mi madre con sus dolencias finales. Acompañaba a veces a los que notaba que no se valían tanto por sí, como la abuela o mi tío materno, aunque sólo si estos no la chinchaban. Su mayor paciencia: con las niñas pequeñas de los vecinos, que ahora ya son mayores y una hasta madre de su propia hija. Conmigo Reina también ha tenido paciencia cuando jugando la chinché alguna vez, pero ella sabía que había mucho amor entre nosotros y enseguida se sosegaba y me ponía la tripa para acariciarla, o me lamía la mano o se recostaba al lado... Siempre se tumbó a mi lado en el sofá, aunque de pequeña se me tumbaba directamente en el pecho o hasta en la garganta cuando era cachorra, de mayor siempre se ha tumbado y dormido conmigo buscando mi latido o mi respiración. Hasta el último día ha dormido conmigo, yo mismo la llevaba ya y la acostaba. Nos hemos hecho muchas fotos juntos, y especialmente en mí y en su cumpleaños. 
 

Nuestra canción era "A hard day's night", de los Beatles, que se la tarareaba cada noche en el sofá tras cenar, y luego para darle calma varias veces en sus últimos días. Le hice varias canciones a modo infantil que le cantaba en determinados momentos, las conocía y sabía para qué era cada cual. Me solía esperar en la puerta y llamar, también lo hacía con mi madre el tiempo que compartieron. Lo más curioso de esto es que Reina no sólo sabía muchas veces lo que decías y reconocía palabras, sino que en más de una ocasión parecía querer imitar los fonemas de las palabras. Una vez María Gómez, una amiga, me dijo que le parecía que Reina había maullado "Mamiel" (por Daniel), y es que así era, hasta mi madre lo dijo, lo sabía hacer, como sabía hacer "Mamá" para ella o "magua" para agua y otras cosas. Y lo que no sabía imitar pues daba igual, pues por tonos y modos supimos comunicarnos para algunas cosas ella y yo, sabíamos que teníamos un mínimo de sonidos que identificábamos para comunicarnos. en sus últimos días apenas maulló alguna vez, una de ellas cuando me oyó toser fuerte a mí, pero no con protesta ni molesta, sino como diciendo que ella estaba allí si yo me constipaba, porque cuando lo hacía solía tumbarse a mi lado. En los últimos días reinventamos la comunicación y tuve que volver a aprender, determinadas direcciones de miradas, un movimiento de pata o las orejas me indicaba con acierto cuando tenía sed, hambre o quería hacer sus necesidades. 

En sus últimos dos meses, emocionalmente, porque la canción llegó en un momento concreto, nos unió la canción de Leiva "No te preocupes por mí". Yo no conocía la canción, pero pasa a ser parte de la banda sonora de mi vida, entre otras, por ser una de esas canciones claves, significativas. En cierto modo me siento agradecido a Leiva, aunque yo resignifico emocionalmente su canción para mí respecto a lo que él narraba emocionalmente en su letra. A Reina le daba mucha paz escucharla cuando aún podía mostrarla claramente, y a mí emocionalmente me lleva a ella. Le pedí al cantautor y amigo personal Juan Izardui que la incluyera en su recital de abril pasado en O'Malley's, pero no pudo ser. Estos días le he puesto esta canción a Reina, y la de los Beatles, que también le canturreé suave. Ayer, tras morir, pasé la mañana con ella en brazos cepillándole el pelo y desenredando algún nudo que se le hizo, pocos, porque normalmente estos meses la he ayudado a acicalarse, porque no se movía muy bien desde el 18 de marzo, y le puse estas canciones más los discos de Bob Dylan "Street Legal", "Slow train coming" y "Nashville Skyline", así como las dos suites de "Peer Gynt" que compuso Grieg. Y se coló una canción de Aute... "Sin tu latido", que es sin duda un reflejo que hago mío como si fueran mis propias palabras y que , aunque no planificado, tiene un peso propio e inseparable ya de ese día. Hago mías sus palabras para expresarme con Reina lo que con mis propias palabras le dije sin música. También le compuse un poema. Estos meses era habitual que estuviera en mi regazo y murió en mis brazos y regazo en el sofá entre las 9:30 horas y las 9:45 horas, aunque sobre las 10:30 tuve dudas sobre si había un latido muy leve debajo del pelamen. Llamé a varios veterinarios para ver si podían venir a casa, empezando por los que ofrecen servicio a domicilio, pero nadie quiso venir, salvo una persona que no podía venir hasta varias horas después, le dije que viniera. A las 12:00 tenía de nuevo dudas, pero para las 13:00 no tenía ya dudas. A las 14:30 llamó la veterinaria que dijo que vendría para indicarme cómo ver si estaba muerta y no tener que venir, pero estaba ya muy evidente e indudablemente muerta sin necesidad de hacer las comprobaciones que me dijo. La coloqué en el sofá con sus mantas y esperé a que vinieran a despedirse de ella dos personas muy cercanas a ella a lo largo de su vida, por lo que la tuve conmigo a modo velatorio, pero tumbada como cuando se tumbaba junto a mí, hasta las 19:10 horas, pues una de las dos personas tuvo un pequeño retraso a la salida de su trabajo, aunque vino lo más rápido que pudo. A las 19:38 horas, al fin, a unos veinte minutos antes del cierre de servicio, pude entregarla a la veterinaria para notificar su defunción, darle la baja en los registros de la Comunidad de Madrid y encargar su incineración individual. Me darán las cenizas, si no hay retrasos, el viernes que viene, día 10, el séptimo aniversario de la muerte de mi madre.

Es curioso que Reina haya venido a morir más o menos el día de su cumpleaños, un día antes del aniversario en el que la trajimos en 2005, tal vez incluso pudo haber muerto el día exacto de su cumpleaños real. Murió con 19 años. Pero también es curioso que haya muerto tan cerca de la fecha de la muerte de mi madre, su primera dueña legal (por registro legal, pues la primera dueña no llegó a registrarla), yo soy el segundo, aunque siempre estuvimos juntos desde que vino con dos meses. Mi madre también la quiso mucho, le daba muchos caprichos y le daba mucha cancha para hacer con total libertad, cosa que yo también, y no la criamos mal. No estaba malcriada.

Reina tuvo unos primeros síntomas excesivamente leves de que algo no iba bien en enero de este 2024, pero era algo asumible dada su edad, teniendo en cuenta que el promedio de vida de un gato doméstico está en 15 años. Se trataba de algo que se intuía como una muy ligera miopía o algún problema de vista que la desorientó alguna vez, pero muy fugazmente. Estaría por decir que a veces me pareció que le fallaba un poquito el oído. En febrero estos asuntos parecían más evidentes. Por más que además ahora le ayudaba a subir a algunas alturas, no todas, porque ella estaba acostumbrada a beber agua corriendo del grifo desde tiempos de mi madre y siempre que había humanos presentes, en concreto yo, el resto eran invitados en casa y casi nunca ha habido visitas desde 2020 (ha habido, hay, mucha soledad involuntaria), se negaba a beber de otro modo. Nos teníamos el uno al otro. En marzo tuvo un importante e inesperado derrame en un ojo que se extendió al otro. Además caminaba desorientada, quizá porque no veía bien. Lo vi nada más volver del trabajo y la llevé de urgencias a su veterinaria de siempre, que pareció molesta por llegar de urgencias, aunque su casa veterinaria promociona que ellos atienden urgencias. Tardó cerca de dos horas en atenderla, mientras dejó colarse a una mujer que llegó de sorpresa sólo para ver si le daba unas vacunas para su perro... y de paso la veterinaria se entretuvo con ella con cosas entre burocráticas y de cháchara del barrio. Como sea, se me pidió una analítica porque podía tener un problema renal que desembocó en una hipertensión que fue la que hizo el derrame en un momento de ansiedad. Para ello me mandaba al propio hospital veterinario de su casa veterinaria, donde había que sedarla, hospitalizarla, extraerle orina mediante pinchazo... Como era sumar ansiedad a la ansiedad que le provocó aquello y esta podía dar fallos orgánicos diversos (razón por la que murió mi propia madre) preferí buscar una veterinaria a domicilio y se prestó a venir a hacerle una analítica de sangre y orina en mi casa, era ella de Valdeavero. Se retrasó un día, pero hizo buen servicio. Yo mismo recogí la orina, sin necesidad de pincharla, porque Reina se dejó poner un bote en su desorientación, viendo que era yo. La analítica confirmó el problema renal crónico muy avanzado, que daba problemas de hipertensión que podían provocar fallos orgánicos en momentos de ansiedad o estrés, como el derrame en los ojos. Le llevé los resultados al día siguiente a su veterinaria... pero esta tardó en contestar incluso más allá del momento en el que ella misma me dijo que me iba a contestar, más allá con creces... tuve que llamar yo dos días después. La analítica era clara, la segunda veterinaria había coincidido con ella y confirmaba lo que ella dijo, pero ella se quejó de que en la analítica de sangre le faltaba tal y cual cosa, a pesar de que hasta pagué por mirarle la tiroides, y que de la orina quería tal otra y cual más... por lo que quería que la llevara a su hospital, que la ingresara, que la sedara, que la hiciera analíticas, que le hiciera una ecografía... total cuatrocientos y pico euros, casi quinientos...teniendo en cuenta que eso aumentaría el estrés de Reina, que nunca había vivido eso, y nunca se había separado de mí, y teniendo en cuenta que yo el 18 de marzo volví al desempleo y se me agota el cobro de ingresos por derechos de paro este 10 de mayo, con unos ahorros mermados por una vida de precariedad laboral a la que los políticos no atienden, son más importantes sus peleas personales y de ansias de poder en el Congreso. La cosa es que la veterinaria, aún queriendo hacer más pruebas, ya tenía un diagnóstico claro, no me mandó absolutamente ningún tratamiento. Creo que quería forzar que la ingresara en su hospital y aumentar la factura. 

María fue quien me indicó que fuera a su veterinaria, Veterinaria Cervantes, que es la que mejor ha tratado a Reina con diferencia, junto a la de Valdeavero. Es un trato muy responsable y muy humano. Más atentos a la salud que al querer ganar más y más dinero a costa de lo que sea. Esta tercera veterinaria coincidió en que el diagnóstico era claro y no eran necesarias más pruebas aún a pesar de que más pruebas pueden dar más datos y más precisión, pero todo estaba claro. Me mandó una dieta estrictamente renal, un suplemento y unas indicaciones. Reina mejoró en general notablemente, dentro de su estado. Por cierto que estos le ponen apellido, el del dueño, y la registro en su base de datos como Reina López-Serrano. Los ojos se curaron con el tratamiento de la segunda veterinaria en diez días, pero se le debió quedar algo de ceguera, no total, pero alta, usaba las paredes a menudo para guiarse junto a los olores y sonidos, y supongo que la memoria. Preferí muchas veces observarla y no ayudarla demasiado para que pudiera valerse por sí misma con su nuevo estado. Funcionó bien. Sabía las cosas. Las volvió a aprender, se readaptó. Sin embargo, el 18 de abril tuvo otro fallo que hizo que le fallara las patas de atrás, tal vez se trató de un ictus por algún estrés de la hipertensión. Desde ese momento la ayudé a acercarle la comida, la bebida, a guiarla yo al caminar y a ayudarla a caminar alguna vez. Le di reposo hasta que reaprendió a caminar entre coja y con fallos. El peso que ganó lo perdió un poco en el periodo de reposo. Mal asunto para una gata que estaba recuperándose del anterior ataque e iba mal de peso. Dentro de lo malo, al menos, al estar en el desempleo casualmente desde el 18 de marzo que empezó todo, la he podido atender a tiempo completo.

Para el 29 de abril la noté rara. El 30 de abril por la tarde, tras comer, beber, caminar un poco y estar en mi regazo tumbada, ya no quiso comer ni beber. Peor aún, sin explicación aparente las patas ya no podían caminar, aunque las movía. Si desde semanas anteriores apenas salí de casa más que un rato y por el barrio, lo más osado fue ver la exposición de dinosaurios y no me entretuve en exceso, a partir de esta fecha no salí ya de casa, como en el confinamiento del 2020, incluso suspendí mi firma de libros en la Feria del Libro del día 3 de mayo. Lo cierto es que en ese momento yo hubiera dicho que moriría en la noche del 30 de abril al 1 de mayo, apenas dormí, ni ella, porque cuando la miraba tenía casi siempre los ojos abiertos. Avisé a las dos personas que siempre estuvieron en su vida que quedaban desde sus orígenes. La visitaron cada día. Desde el 1 de mayo al 7 de mayo ha tenido momentos de no querer comer ni beber a otros que sí, pero con ayuda siempre aceptó comer y beber, aunque a veces te hacía ver de algún modo que ya bastaba con poco. Los dos últimos días de su vida estaba ya muy paralizada, pero muy tranquila. Se la notaba tranquila, incluso atenta con los movimientos de las orejas. A veces me maulló, poco, con tono que conozco de cariño a lo largo de toda su vida. La ayudé en todo, en algo me equivocaría, como sería normal, pero no lo podré saber. Estamos muy orgullosos de ella, se ha portado muy bien. Murió de lo de mi madre, tuvo momentos que me recordó a la agonía de mi padre, y murió del mismo modo que mi abuela materna. Los cuatro han muerto en mis brazos. 

Reina estaba tranquila, aunque antes de saber que estaba en su final le di agua como cada mañana y se atosigó. La ayudé a pasarlo, ese fue su único momento de agobio, no sé si agravó la cosa, pero murió tranquila en mi regazo mientras la cepillaba y acariciaba con música y el sonido de mi voz hablándole. La propia María al verla horas después de muerta dijo que tenía un rostro muy tranquilo. Ni siquiera se le quedó la mirada perdida del muerto, sino otra, la del gato que se está durmiendo apaciblemente. 

Yo no quería matarla por eutanasia. Quería que fuera de manera natural, en su propia casa, recibiendo cariño y con compañía, haciendo nuestras cosas comunes. Así ha sido y dentro del duelo esto también me ha dado mucha paz a mí y mucha serenidad de saber que se ha ido rodeada de cariño, del mío y de quienes estos días la han visitado a sabiendas de su estado de salud. 

Pero no puedo cerrar hoy este artículo sin dos cosas. Uno de los tres poemas que compuse, el más reciente, cuando la cepillé por última vez, en las horas entre su muerte y la llegada de quienes habrían de despedirse aún. Pero la otra es que, explicado ya el asunto veterinario previo, he de decir que el corazón siempre le latió fuerte y bien, aunque el resto del cuerpo lo perdía, por lo que unido a la resistencia de días quise que la viera un veterinario en casa por si se podía hacer alguna cosa. Es cierto que los de Cervantes, que son las veterinarias que mejor la han trabajado y más atentas, me dieron un gel antidepresivo para gatos que ayuda a que quieran comer. Funcionó brevemente, quizá llegó tarde. Sin embargo, de entre los veterinarios de Alcalá de Henares que anuncian que vienen a domicilio como reclamo a clientes, ninguno, absolutamente ninguno quiso venir. Uno de ellos llegó a valorar que no era una urgencia y me pidió que le llamara otro día tras establecer en su cuaderno de citas que le llamaría para que fuera a casa, pero cuando lo hice me dijo que sus urgencias era... ¡para poner vacunas concertadas! Una vacuna NO es una urgencia, es algo importante, incluso necesario, pero no es una urgencia. Un gato con agonía, un perro con una pierna rota, un animal atragantado o con una herida severa o con un ataque de algo, eso es una urgencia que requiere desplazamiento. ¿Qué te dirá tu cliente al que atendiste a domicilio en calidad de "urgencia" para dar una vacuna el día que a su perro o gato le ocurra algo que le ponga ante la vida y la muerte y le digas "oye, es que mis 'urgencias' no son para esto y además necesito que pidas cita'"? Otro, cuando quería saber si la gata estaba viva o muerta por poder hacer algo humanamente, me contestó que si no respiraba es que estaba muerta... valiente cretino. Otro que se anuncia con ambulancia veterinaria me dijo que sólo usaban la ambulancia con cita como mínimo del día anterior. Y este es el panorama que tenemos: veterinarias que quieren hacer pruebas a toda costa aumentando costes y no dando soluciones, personas que se niegan a ir a domicilio si no les renta aunque se anuncian a domicilio, veterinarios que te toman por idiota, veterinarios que dicen tener ambulancias que en realidad poco útiles son si no las usan para lo que deben, porque si vas a domicilio para algo no urgente lo mismo da que vayas en tu coche particular que en una ambulancia que se supone que tiene medios y aparatos que serían para esas urgencias... Sólo puedo estar agradecido en estos momentos por haber demostrado ser las mejores en dar soluciones, preocupación por el animal y humanidad con él y con los humanos propietarios a las de Veterinaria Cervantes en Alcalá de Henares y a la veterinaria de Valdeavero. Del resto, con nombres, quien quiera saber ya en privado, en persona, si le interesa dónde le atenderán y cómo y con quien confían sus animales.  

La nueva ley de protección animal ha dado muchos deberes a los propietarios de animales, pero se le ha olvidado legislar en torno a nuevos derechos. Si el animal es considerado ahora parte de la familia y ser emocional con derechos, en estos derechos se debería dar otro paso, en vista de que además los deberes endurecen las penas y se aumentan en los cuidados, y es el de crear un sistema público básico de veterinarios que evite algunas prácticas como las comentadas y que garantice un sistema sanitario para los animales, aún cuando los dueños no tengan recursos económicos suficientes, me remito en esto también a mi estado económico precario, los habrá peores. Sería la evolución lógica en este aspecto de nuestro ordenamiento legal, que no es contrario ni tiene que ver con que se mejore el sistema de salud pública para humanos en todos sus aspectos. Ya nos conocemos a los demagogos. Entenderé un debate sano y lógico con quien tenga reticencias, pero no con los que usen demagogias o insultos, que ya nos conocemos estos últimos años cómo va yendo políticos y sociedad.

En fin, Reina, te quiero mucho. La casa no es la misma sin ti. Un beso. De algún modo, sé que estarás.

Querido Tuntankamon,
                                      déjame
que te cepille el pelo
antes que los sacerdotes te perfumen
tras sacarte las vísceras y te embalsamen,
antes que los escribas
                                     te anoten
tu vida en el sarcófago
                                     para que no la olvides.
Déjame
             decirte que los objetos son objetos
y deja de llorar en las puertas de la sombra,
come el alma de los alimentos
                                                 labrados en piedra.
Conserva tu máscara de oro
                                              que nos dará tu recuerdo
de cuando aún latías, que te conozcan
                                                              los venideros.
Pero
         déjame
                     esta noche
                                         cepillar tu pelo.

(Por Daniel L.-Serrano, "Canichu", 7 de mayo de 2024, con Reina en el regazo)

(Este poema tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. De este poema no está permitida su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).


domingo, abril 21, 2024

NOTICIA 2311ª DESDE EL BAR: LA VIDA SON PROCESOS

He completado mi particular vuelta al sol un año más. Cumplo hoy 45 años. Este año he escamoteado a los lectores la entrevista a la que les suelo dar oportunidad a hacerme, pido disculpas, habrá otras ocasiones. Lo cierto es que hoy cumplo 45 años en cuanto a que nací, aunque técnicamente no nací. Yo vine a la vida por operación de cesárea, por lo que quienes hemos venido del vientre de nuestra madre al mundo de esta manera somos técnicamente extraídos, no nacidos. Los nacidos son aquellos bebés que salen del útero de la madre de manera natural mediante un parto donde no se realiza operación quirúrgica alguna. Aunque no es menos cierto que popularmente todos decimos que hemos nacido, todos hemos nacido, pese a que técnicamente la diferencia es la que es. En otros siglos esa diferencia no era menor. Mucha gente que pudo haber venido al mundo mediante cesárea, cuando esta no existía de una manera médica fiable para madre e hijo, no vino, y a menudo moría, a veces junto a la madre en el intento de nacer. 

Tenemos conocimiento y constancia de que se han podido producir cesáreas desde tiempos prehistóricos, aunque con el objetivo de extraer al bebé vivo de una madre que o bien no se puede salvar del parto fallido o bien estaba muerta. Con total seguridad tenemos testimonios de diversa índole, incluso legal, de la antigua Roma, desde tiempos de la República Romana, donde se legalizaba la cesárea si la madre había muerto y el feto estaba vivo y podía vivir como bebé. Pasados los siglos, incluso milenio, de cesáreas de aquella manera, tenemos la primera cesárea documentada más o menos exitosa en el año 1500, en Suiza, cuando Jacob Nufer, un castrador de cerdos, según dice Wikipedia, le practicó una a su propia esposa, deseando la supervivencia de hijo y madre, cosa que logró. Desde entonces, con vueltas y revueltas contra la Inquisición, con un apoyo investigador de los protestantes, con un humanismo que se desarrollaría hasta los ilustrados, entre el experimento y la práctica médica en competencia con las prácticas nada sanitarias, se fue desarrollando esta práctica sanitaria de la ginecología. Yo soy de esa generación que en la década de 1980 y parte de la de 1990 entre el colegio y el bachillerato te enseñaban los avances de la ciencia en la Historia explicándote la altísima mortalidad femenina durante los partos, cosa que se solucionó cuando alguien se dio cuenta en el siglo XIX de que esta estaba ligada a menudo con una falta de higiene durante el parto mismo. Pero en la otra cara, en la de las cesáreas, la mortalidad era mayor, y era porque la falta de higiene tenía todavía más potencialidad de matar a la madre, entre otras cuestiones. Regresemos a Wikipedia, dicen allí que en Reino Unido con Irlanda en 1865 la mortalidad en cesáreas era del 85%, siendo esos países muy avanzados en medicina. La introducción de la asepsia (higiene y esterilización de instrumentos y guantes), más la sutura uterina desde 1882 ayudaron a mejorar las cifras de supervivencia para la madre (sí, antes esto, la uterina, no existía, por lo que una cesárea podía ser sinónimo de muerte para la madre por desangración). En 1912 se avanzó en realizar las incisiones de manera transversal y a realizar cesáreas extraperitoneales. La anestesia, las transfusiones de sangre y los antibióticos han mejorado el asunto, más aún hacia este siglo XXI actual. 

Cuando yo nací por cesárea, o sea: fui extraído, era 1979, pero lo cierto es que yo, como todo el mundo, o casi todo, fui gestado durante nueve meses por mi madre en su útero, por la unión de uno de sus óvulos, que la mujer tiene desde su adolescencia en forma de ovocito que cada mes, uno a uno, se harán óvulo, y un espermatozoide de mi padre, célula reproductiva masculina cuya vida desde su formación dentro del hombre es de cien días, al menos que salga al exterior del cuerpo, por lo que su supervivencia se reduce drásticamente, siendo que podría durar hasta siete días si lograra estar dentro del cuerpo de una mujer, horas si no lo está. Si restamos a aquel abril de 1979 los nueve meses de mi gestación, yo ya estaba en proceso de estar tomando vida antes de ese mes, más allá de mi potencial existencia por parte del óvulo de mi madre y del espermatozoide de mi padre en el desarrollo de sus propias vidas tiempo antes de la unión de sus células reproductivas que me dieron lugar para formar el cigoto del que vendría yo en el útero de mi madre. En otras palabras, fui engendrado en julio de 1978. Soy producto del verano de 1978, entre otros factores de las vidas y biografías de mis padres, claro está. De hecho, uno de los datos que conozco de mi biografía más bizarros, es que cuento con el dato de dónde fui engendrado. Por razones que no termino de saber muy bien, pero que recuerdo (e incluso anoté en mi diario) y que tenían toda su lógica en una conversación madre-hijo cuando yo era adolescente, hablando de la historia familiar y tal, sé que en concreto soy producto de unas vacaciones en Valencia. Cosa curiosa, porque lo habitual es que mi padre (en mi infancia) cogiera sus vacaciones en agosto, lo habitual, que rara vez no fue así. Así que en julio debieron estar en Valencia. Yo siempre he pensado que fue en Valencia capital antes de encontrar algún piso vacacional (sí, antes era también normal encontrar pisos vacacionales, sólo que antes no era algo tan abusivo como ahora, y quien no lo crea que repase dónde vivían las familias de la serie de televisión Verano azul -Antonio Mercero, 1981-), ahora bien, pudo ser en Santa Pola, no porque fuera el lugar de veraneo habitual de mis padres cuando podíamos veranear, que ese a lo largo de la década de 1980 lo habitual era que fuera Cullera, sino porque había historias sobre un verano en Santa Pola antes de que yo naciera, pero también había otras de otro en Alicante. No sé ahora cómo habrá evolucionado la cosa con esto de las sensibilidades hipersensibles con cómo se habla, pero antes decir "Valencia" valía tanto para la comunidad como para la ciudad, era el contexto el que te hacía (y hace) saber de qué se habla, pero en algunas conversaciones cabe la duda, como esta que cito, del mismo modo que decir Valencia era antes común que valiera para referirse a Castellón o a Alicante (provincias), porque se manejaba más como concepto vacacional que como lugar geográfico concreto.

Sea como sea, nací en abril de 1979. Aquí estoy, celebrando el día con mi gata Reina, que en teoría cumplirá 19 años el día 8 de mayo. Digo en teoría porque ella nació en Meco en la primavera de 2005. Una chica tenía muchos animales en su casa y su gata tuvo una enorme camada que regaló destetándola en exceso antes de tiempo, con dos meses de edad. Mi madre cumplía años a finales de julio de ese 2005 (otro dato para aquellas vacaciones de 1978), siempre quiso tener un gato (tuvo uno de niña y adolescente, era de mi abuelo) y con mi padre no pudo ser, como sea, por motivos relacionados con esto, la oportunidad surgió a comienzos de julio de aquel 2005 y como no sabíamos el día exacto del nacimiento de Reina fijamos como tal el día que la trajimos a casa pero restando dos meses, el 8 de mayo. Lo cierto es que el lenguaje es a menudo referencial o de concepto. Cuando la chica dijo que tenía dos meses se refería a una aproximación, no a dos meses exactos. Podía tener un mes y semanas o bien dos meses y días o semanas, ¿quién sabe si casi tres meses? Como sea, el 8 de mayo de este año Reina cumplirá 19 años, aunque puede que biológicamente los haya cumplido ya o esté muy muy muy cerca en días de cumplirlos. 

El promedio de vida de un gato doméstico hoy día son 15 años, años más, años menos, siendo muy raros los gatos que llegan a 20 años, y más raros aún, excesivamente raros los que llegan a 21 o más. Los gatos callejeros van de 4 a 7 años. Mi gata está cerca de los 19 años, repito: si es que no los ha cumplido ya. En el último mes y pico, quizá un poco antes pero más leve, ha tenido achaques de salud importantes. Ahora yo la ayudo a bastantes tareas rutinarias y hábitos normales de su vida. Por suerte para ella me ha pillado en el desempleo. Tengo todo el tiempo para atenderla con cariño... aunque debería tener ingresos... con urgencia, pese a que eso no sea tan bueno en cuanto a atenciones para ella, pero sería peor no tener ni para comida para ella, ni para mí. La vida son procesos.

 Hoy nos hemos levantado juntos, la he dado comida, agua y la he llevado al arenero y al sofá, donde ahora estamos. Y nos hemos hecho nuestra tradicional foto de cumpleaños, deseando poder hacernos la del 8 de mayo. 

Ahora mismo me está dando caricias con su cabeza y pata, a la vez que reclama las mías. Vamos a ello.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

jueves, marzo 21, 2024

NOTICIA 2303ª DESDE EL BAR: MANUEL, EL DÍA DE LA POESÍA

Hoy es otro 21 de marzo, primer día de primavera, pero también Día de la Poesía. Hoy me apetece compartir mi último poema, escrito hace un poco menos de una semana. Quizá no sea uno de los mejores poemas, pero me salió dedicarle un poema a uno de mis bisabuelos. Simplemente me surgió así. 

He visto anunciados estos días un par de convocatorias de actos poéticos en Alcalá de Henares con motivo de este día. También fotos de los asistentes en uno de ellos que empezó ayer y acaba hoy. Pero ahora mismo tengo mis propios asuntos por casa y precisamente hoy de leer algo leeré en mi casa y si viene alguien amigo que sepa donde vivo a leer, pues nos leeremos algo.

MANUEL

Manuel, tu nombre se haya atado
a la puerta de un cementerio
donde yace Dolores
y tú pendes de un árbol.
Diecisiete hermanos y sólo sé de ti
que estuviste por África con un fusil,
que te enamoraste de ella,
que tuviste varios hijos,
entre ellos mi abuelo,
y ella el tifus y después la muerte,
y tuviste silencio
y al año una cuerda
y pendes de un árbol
eterno
a la puerta de un cementerio.
Querido bisabuelo, sólo sé de ti
un nombre y un par de apuntes
eternos en el devenir.

Por Daniel L.-Serrano (Canichu, el espía del bar).

(Este poema tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. De este poema no está permitida su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).

sábado, enero 20, 2024

NOTICIA 2289ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2015-2019 (adulto, segunda mitad de treintañero, 3 de 5)

En esta tercera entrega llegamos a un año complicado en mi vida, 2017.

2017: 38 años.

Leí 27 libros, de los cuales seis eran novelas gráficas (al menos uno de los títulos de estos libros eran en realidad 3 libros diferentes, por lo que en realidad podríamos decir que leí 29 libros este año. Ese mismo libro estaba en digital, el resto en papel).

Una buena parte del año, la gran mayoría de él, lo dediqué a leer Temario de estudio de oposiciones a archivero (2016), por varios autores, el cual empecé a leer en 2016. Es este el que son tres volúmenes en realidad, aunque reunidos en uno sólo, y es el que estaba en digital. Quien ha seguido este serial cuando comenzó hace unos años sabe que me he presentado a oposiciones varias veces. Ahora era una de las más importantes porque en 2017 pasé el primer ejercicio de la oposición a ayudante de archivo y el de auxiliar de archivo. Eso me llevó a releerlos una y otra vez, al menos algunas de sus partes, y tuve que releer otros libros relacionados, algunos ya leídos en años anteriores para otras preparaciones. Una situación, por tanto, que monopolizó el año y evitó también el estanco de las lecturas con la muerte de mi madre en mayo, momento en el que en realidad estaba leyendo libros en inglés. Y es que si algo caracteriza mis lecturas este año 2017 es mi afán autodidacta en el aprendizaje del inglés. Por mi sólo he alcanzado en todos los test un nivel B1. Igualmente tuve que hacer revisiones de mi propio libro Balada triste de una dama (que no pudo ver publicada mi madre), y otras obras que escribí, aún sin publicar estas otras. Los primeros meses del año se iban agravando en la cuestión de tener que atender las tareas de la casa, la salud de mi madre, la de mi tío, la higiene del tío, pasear al tío, llevarles a ambulatorios u hospitales, acompañar a uno u otro cuando eran ingresados... el momento álgido llegó en abril, el mismo día que terminaba una larga estancia del tío en el hospital donde yo estuve con él, ingresaba mi madre para otra estancia de ella donde yo estuve con ella. La imposibilidad de adquirir un trabajo se hizo total, teniendo que seguir rechazando entrevistas de trabajo para poder atenderles, iba tirando con lo que había quedado de lo que heredé de la muerte de mi abuelo paterno el año pasado... pero se iba agotando aunque me diera para meses aún... y sin darme más concesiones que salir a ver a amistades alguna vez, cortando estas salidas, aunque pareciera que estaba todo el día por ahí porque cuando salía era muy sonado que salía. Tras la muerte de mi madre me hice cargo de las tareas de la casa, de los papeleos de la muerte (donde casi se agotó al completo lo heredado con el abuelo por las tasas, pagos e impuestos de sucesiones, sumado a los pagos comunes de cada casa, que aunque aún compartidos a mí me estaban minando al no tener trabajo), me hice cargo del cuidado del tío en levantarle, su habitación, su aseo, sus necesidades, sus paseos, sus comidas, su ropa, las coladas completas de toda la casa, la limpieza, las comidas, etcétera. La imposibilidad de salir hizo que algunos amigos, excesivamente pocos y no los obvios salvo una amiga, vinieran a visitarme a casa. Salía cuando podía, pero parecía como si no parara de salir. No era así. Se cortó en seco recitar. Escribía en casa... Hacia el final del verano contactó conmigo una empresa con la que trabajé en el pasado en archivos y me ofreció un trabajo breve sin necesidad de entrevista. Mi economía estaba tan mal que lo acepté, porque era necesario tanto para ese momento como para mi futuro. Por un tiempo breve el tío debía apañárselas a solas por las mañanas, pero se hizo evidente una necesidad de contratar a alguien para que le atendiera esas mañanas laborales. Así que se contrató. Yo no. Además me negué a que esa persona se dedicara a hacer nada que tuviera que ver con mi comida o ropa. Hacía todo el resto, ahora bien, por las tardes yo entraba cuando ella se iba, así que volvía del trabajo y debía hacerme cargo de recoger la mesa del tío, atenderle en sus necesidades, en su higiene, hacer la compra completa para la casa y el día a día, lavadora... a veces a la persona contratada no le daba tiempo a alguna tarea de su mañana y era común y normal que las terminara yo. Nunca dije nada. Los fines de semana esa persona no trabajaba. Lo cierto es que seguía yo casi a tiempo completo con la diferencia de que por las mañanas por lo menos tenía un empleo. Fue un año complejo en el que yo tuve esperanza de mejora en general en esto y en otros asuntos personales. Como estaba tanto tiempo atado a estar en casa, encontré que a mi tío le gustaba una serie de televisión sobre crímenes que repetían en bucle, cosa que aproveché para poder estudiar el temario de oposiciones. Me ponía de tiempo de uno a dos capítulos, que eran largos y luego le atendía, porque no era cosa de tenerle en la tele. Aunque a veces me ponía a ver una película del Oeste con él y pasaba el temario a la noche en mi dormitorio cuando ya sólo quedaba yo despierto. Le bajaba a dar una vuelta por el barrio, a veces le llevaba a ver partidos de fútbol del Real Madrid al bar la Mezquita (llevaba tanto tiempo viendo fútbol en bares que creo que se sentía cómodo en ese ambiente), o bien, le llevaba al salón donde yo estaba y cenábamos si era tarde y veíamos... más fútbol, que le gustaba mucho a él. Varias veces me lo llevé con una amiga a pasear por el centro ciudad. Tengo hasta fotos junto a él viendo juntos una exposición de Star Wars, a la que fuimos más por mí que por él, pero que él reconoció todo aquello y me hablaba muy imprecisamente de lo que él recordaba de cuando aquello empezó a estar en el cine. Fotos paseando por el barrio, por Plaza de Cervantes, diversos lugares.

España a tres voces (Marcos Ana, Jesús López Pacheco y Luis Alberto Quesada, 1961, reeditado y ampliado en 1963 y en 1965): Ya hablé de este libro en Noticias de un espía en el bar, en la Noticia 1662ª. Comencé a leerlo el 24 de noviembre de 2016 cuando me enteré por la poetisa Rosario Delgado que Marcos Ana, el último poeta vivo de la generación de 1936, había sido ingresado grave en un hospital de Madrid. El día 25 falleció y el 26 leí un poema suyo en el encuentro bianual de historiadores del Valle del Henares. Lo acabé de leer en 2017 porque quise leerlo lentamente, reflexionando y parándome más de lo habitual... aparte de ir a médicos por mi madre o mi tío. Creo que es un libro con bastantes poemas literariamente acertados, muy acertados, y otros cuyo valor es más de carácter humano o de carácter de compromiso personal en una lucha contra el franquismo por la libertad y el fin de la dictadura. El libro fue escrito por tres poetas que habían pasado por las cárceles de Franco. Marcos Ana lo hizo nada más terminar la guerra al haber combatido por la República desde el partido comunista. Fue el preso político que más años ha estado en la cárcel. Luis Alberto Quesada, también comunista y miembro de las brigadas internacionales (era argentino de ascendencia inmediatamente española), llegó a salir de España al acabar la guerra, pero las circunstancias de la Segunda Guerra Mundial hicieron que tuviera que volver a entrar en España, donde fue preso y sólo liberado años más tarde gracias a las acciones del gobierno argentino. Fue quien creó la editorial La Rosa Blindada, en Argentina, desde la que trató de editar los textos literarios o de reflexión de todo autor de izquierdas que sufrían represión, persecución o que no encontraban editores. Suya fue la idea de editar este libro a tres autores. Jesús López Pacheco era el más joven. Fue un niño de la guerra. En los años 1950 fue alumno de Tierno Galván en la Universidad. Ganó varios premios literarios y participó de asociaciones intelectuales contra la dictadura, lo que le valió pasar brevemente por la cárcel y posteriormente exiliarse a Canadá. El libro fue editado en 1961. Cuando se reeditó por segunda vez este libro en 1963 Marcos Ana llevaba unos meses libre por primera vez desde 1939, pues fue liberado en 1962. El libro se reeditó de nuevo en 1965 ampliado con más poemas. Yo tengo la versión de 1963, que incluye grabados de José Ortega y la transcripción de un discurso que dio Marcos Ana en un acto público celebrado en el Mahatma Gandhi Hall de Londres el 3 de junio de 1962, dedicado al apoyo a los presos políticos de España. Yo conocí a Jesús López Pacheco en 2012 a través de mi trabajo como archivero en el Archivo General de la Administración al estar identificando y archivando parte de su archivo personal, donado por la familia. Busqué por entonces libros suyos y compré la novela Central eléctrica, este otro lo vi y le seguí la pista, pero no lo compré porque era caro. Lo compré en 2015 con un dinero que conseguí. Seguía siendo caro, pero dentro de lo caro lo compré barato gracias a Iberlibro, de una librería de Buenos Aires. Es la primera edición, aún con las páginas in tonso. Así compré también este de España a tres voces, del mismo vendedor, creo recordar. El libro está descatalogado y es una rareza. No sólo es una rareza por los tres autores que reúne, lo es porque no lo ha editado ninguna otra editorial, lo es porque es un libro del exilio, lo es porque los tres autores, con el tiempo, han cobrado la importancia que tienen en la literatura española. Los poemas que contiene son en realidad muchos de los poemas que compusieron Marcos Ana y Luis Alberto Quesada en la cárcel, más alguno de Quesada recién liberado, entre 1939 y 1962. Los poemas de López Pacheco son un libro completo que fue censurado en España, Pongo la mano sobre España, por lo que extrañamente se trata de la primera edición de ese libro, que no es por sí misma, si no dentro de esta colaboración. Una joya para los estudiosos de Literatura. De hecho, muchos de los poemas de Marcos Ana son los que luego él mismo compiló para crear algunos de sus libros de poemas más célebres, uno de ellos reeditado tras su muerte y llenando las librerías y sus escaparates de cara a que sea comprado como regalo de Reyes. El propio Marcos Ana, preguntado por mí a través de mi amigo Julián Vadillo, dijo acordarse de España a tres voces, pero le resultaba algo lejano, como si ese libro ya nadie lo recordara. El libro puede ser leído desde lo literario al análisis histórico, sociológico y del pensamiento de los presos y de los exiliados del franquismo. es muy interesante, algunos de sus poemas pueden pasar por actuales, ya que tocan aspectos del franquismos referentes a su economía y su mundo laboral que, al no nombrar a la dictadura de manera directa, nos recuerdan aspectos muy presentes en España desde las reformas laborales de 2010 y de 2012. Un libro que realmente saboreé. 

Temario de oposiciones a facultativo, auxiliar y ayudante de archivo 2016-2017 (varios autores, 2016): Los compré con mi último sueldo de 2016 aquel año. Eran tres libros. Nada menos que costó 250 euros, excesivo, pero menos de lo que costaba, pues lo pagué junto a otras dos personas que pagaron esa misma cantidad, toda vez que una de ellas se apuntó a un curso de oposición. Una friolera que tenía pinta de no ir a ninguna parte, pero la última vez que hubo exámenes de oposición para archiveros, aquel 2016, había sido una rareza tras muchos años que no sacaron nada de convocatoria. Por muy bien que uno haga el examen, lo que es complejo, por fuerza muchos serán eliminados porque sí de la tal cantidad de personas que se inscriben. sacaron cincuenta y cuatro plazas, que no podían cubrir las necesidades, expectativas y resultados de miles de personas que se presentaron. Sinceramente, necesito estabilidad laboral y futuro incluso aún hoy. No es un libro, no son unos libros que se lean por gusto. Lástima que España malgaste tantos recursos humanos de gente que prepara y luego olvida. Los libros que componían este temario eran: Legislación, Historia de las instituciones y Archivística. A todo esto yo ya tenía muchas lecturas de preparación de oposiciones de años y ocasiones anteriores. Otros libros. Ya han sido comentados en anteriores entregas. Pasé las partes teóricas de dos de las convocatorias, como dije, las prácticas vinieron en el inicio de 2018 y fueron suspendidas, lo que no impidió que me volviera a presentar a otras oposiciones en 2019. Nunca aprobé, pero se dio el caso de que en todos estos tribunales había siempre funcionarios con los que he trabajado y aún trabajo más de una vez a través de mis contratos con empresas de archivos que acceden a proyectos de archivo de contratos menores de la administración. Siempre me impactó las muchas felicitaciones recibidas cuando trabajas precariamente en esos contratos, pero luego esas mismas personas te suspendieran a la hora de examinarte del práctico. Además en archivos no te dan puntos por experiencia ni por nada, ni hay bolsa de empleo. Gasté mucho dinero y tiempo de mi vida y esfuerzo e ilusiones y creencia en que habría recompensa. Al final vi todo aquello en lo que fallaba el sistema en las oposiciones, y empecé a ver que había funcionarios que en conversaciones veían lo mismo que tú, y leías prensa y veías que se denunciaba lo mismo, y hablabas con otros opositores y te decían lo mismo, Estaba Pablo Iglesias, de Unidas Podemos y en su apoyo en el gobierno del PSOE de 2018 reconoció que las oposiciones en España estaban anticuadas y además estaban llenas de injusticias, por lo que necesitaban una reforma profunda donde los opositores y los del tribunal no se vieran, no tuvieran referencias de quienes eran, que los opositores sólo fueran números para los que examinaban, sin cara, sin nombre, sin edad, sin sexo, sin raza, sin pertenencia a ninguna región de España, sin nada más que el resultado de su prueba, como en Reino Unido... pero llegó a ser vicepresidente en 2019 y esa reforma jamás se hizo, ni aún hoy. Entre 2022 y 2024 he visto a algunas de las personas que han  entrado como nuevos archiveros, sé yo más que ellos en bastantes casos, en las teorías... y en las prácticas, pero está bien que aprendan, el problema no es de ellos, es de quienes juzgan quien sí y quien no. También me ha sorprendido archivos donde todos los nuevos son casi todos gente muy joven y en un caso además casi todos andaluces. Curiosidad casualidad... ¿o no tan casualidad? Los criterios de los que están en los tribunales son opacos, no se dicen, sólo se sabe si te aprueban o si te suspenden. Como sea, se sumaron muchos factores a lo largo de este 2017 y habiendo pasado los teóricos, al fracasar en los prácticos y cómo he dicho, más que yo fui el único rechazado, fue muy frustrante, muy, muy frustrante... y ya no me veo en edad, posición ni economía para afrontar otra oposición. No sé si ocurrirá, pero desde 2018-2019 lo dejé de intentar. No ayuda ver a un amigo doctor en Historia durante quince años, más o menos, rechazado en su oposición de profesor de Historia... y con preguntas sobre temas en los que es doctor. En fin, lo de las oposiciones es para escribir aparte. En 2017 me volqué mucho con estos temarios, sumados a lo que ya tenía avanzado... en enero de 2018, sumado a todo lo demás de mi vida, fue un golpe moral muy duro y depresivo... pero antes de llegar al profundo desengaño de 2018 estaba esta dura preparación de 2017 donde además trabajaba, cuidaba de la casa compartida, cuidaba de mi tío, de mi gata, seguía cuidando la publicación de otro libro y, dentro de lo muy reducido, seguía saliendo a ver a quien me quería ver... sumado a esos primeros meses de enfermedades en la familia y muerte de mi madre y sus consecuentes burocracias y agobios económicos. No fueron las mejores condiciones de estudio, y sin embargo pasé dos de las convocatorias en su parte teórica... pero no hubo recompensa en el esfuerzo, ni en el conocimiento, ni en la experiencia acumulada.

A voz de Comunidad. La rebelión comunera en Alcalá de Henares: 1520-1521 (Ángel Carrasco Tezanos, 2016): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Tras su lectura es un libro imprescindible en el conocimiento real de la Historia de Alcalá de Henares. Fueron unos hechos ninguneados o minimizados que, ahora, con un estudio exhaustivo, Ángel Carrasco colocó con todo detalle y pormenorizadamente en la Historia local, la cual se haya inserta en la Historia global de España. Hay que revisar la Historia local y comenzar a reconocer que esta ciudad no ha tenido un pasado tan conservador como han contado siglos de historiadores que tenían gran interés en el punto de vista católico y conservador y no tanto en los hechos tal cual fueron. es algo que ya ha comenzado, pues le han seguido otros autores, incluso con una novela, la de Olalla García, o en la Historia general que se ha publicado en 2023. Yo conocí a Ángel en un encuentro de Historiadores del Valle del Henares uno o dos años antes. Hemos mantenido relación y nos llevamos bien. Compré el libro a Domiduca, pues era el primero de una colección que inició sobe Historia de Alcalá y su comarca. Los comuneros tuvieron importancia y peso en Alcalá, especialmente en su Universidad y en el ayuntamiento. Las ideas y actos que les movieron son propios de una sociedad que quería romper con un ejercicio del poder jerarquizado, aproximándose ellos a lo asambleario (comunidad), si bien esta estuvo compuesta por miembros económicamente bien posicionados, los cuales se dividieron entre sí cuando la gente del pueblo que les apoyó reclamaron también su espacio político social en lo que creyeron iba a ser un nuevo orden de llevar los asuntos municipales del reino. Imprescindible, lo digo de verdad, para componer y reconstruir la Historia de Alcalá con documentación en la mano, y no con crónicas de encargo en su época. O sea: imprescindible para recomponer la Historia alcalaína con método científico. Años antes, cuando yo me formé como archivero en 2009, recuerdo que confronté con una doctora de Alcalá, que fue concejala y decana universitaria, que era reconocidamente del Opus Dei o de Legionarios de Cristo, que defendía a capa y espada que la Universidad de Alcalá sólo tuvo un papel teológico y negaba la existencia de comuneros. Yo se lo debatí como alumno, porque algo se sabía. Cuando años después Ángel sacó a la luz esta investigación me sonreí para mí y me pregunté cómo se lo habría tomado esa historiadora. La Historia tiene método científico, no debería ser objeto de utilización interesada, aunque cada persona tenga su visión y se refleje. Eso te lo da la deontología. Fue uno de los libros que destaqué de mis lecturas de 2017, en la Noticia 1762ª.

Réquiem por un campesino español (Ramón J. Sénder, 1953): Es el otro libro que destaqué de mis lecturas de 2017, en la Noticia 1762ª. Un libro breve que compré en la feria del libro antiguo y de ocasión, en la caseta de Domiduca. Hacía mucho tiempo que quería leerlo, aunque había llegado a regalarlo a una amiga y lectora porque conocía su contenido. Sénder era un periodista de estilo bastante directo, pero era efectivo y preciso. Su crudeza y su conocimiento de los hechos hacen de su obra una historia que uno no desea dejar de leer, por pura curiosidad. La guerra civil española narrada en novela a través de qué divide y porqué divide la injusticia social a las gentes de un pequeño pueblo cuando estalla la guerra. Una novela de fácil lectura muy recomendable que nos acerca a los diferentes puntos de vista rurales y diferencia entre víctimas y verdugos. Ayuda a comprender, además, la postguerra. En cierto modo, al leerlo, me vino a la memoria varios recuerdos de la infancia de ancianos que conocí, los cuales habían hecho la guerra y tenían determinadas costumbres y expresiones orales. Enriquecedor. Ya el año anterior había leído y destacado La aventura equinoccial de Lope de Aguirre. Es un autor que me resulta interesante, aunque es de estos autores que por su naturaleza de exiliado no se ha tocado en España ni mucho ni todo lo que se merece... y por esta obra, menos, aunque es una de las más conocidas de él.

Blueberry, Fort Navajo (Chalier y Jean Giraud, 1965): Es el cómic que destaqué de mis lecturas de 2017 en la Noticia 1762ª. Había cómics que eran fuertes candidatos para destacarlos, como Corto Maltés, Equatoria o Superman. Hijo rojo, versión en la que cae en la URSS y no en Estados Unidos cuando llega a La Tierra. Esta fue la primera aventura del pistolero y teniente Blueberry, publicada en los años 1960. Lo reeditaron en España en 2017 como un colecionable de Jean Giraud y lo compré en Papelería Reyes Católicos, pero se encontraba incompleta, tenía una de las primeras aventuras completas, pero no contenía el final de Rebelión india. En este trabajo trabajó en el guion Chalier, un novelista que estaba convencido en que se podía realizar literatura haciendo guiones de cómic. Eso lo sumó a que apareció a ojos de todo el mundo el dibujo de Jean Giraud, que será el futuro Moebius, que destaqué por su Garage Eléctrico en mis lecturas de 2015. Giraud era prácticamente un adolescente cuando empezó a dibujar Blueberry y sus aventuras en el Oeste americano. Se planteó desde el principio completar los guiones escritos aportando más datos con sus dibujos. Tenía una excelente visión de la perspectiva y una lección muy aprendida de la escenografía de las películas del Oeste. En esta etapa no deja detalle sin atender. Tienen gran valor sus paisajes y sus viñetas en escenas de interior. Es precisamente el dibujo de Giraud lo que me hace destacarlo, más que el guion de Chalier. Me ha convencido totalmente para comprender porqué Giraud es un imprescindible del Noveno Arte en el siglo XX, incluso antes de ser Moebius. Puede que la temática del cómic quede desfasada en esta primera aventura, salvo si te gustan las historias del Oeste, pero no hay duda de que por sus dibujos no se puede ignorar. Blueberry es uno de esos personajes de cómic que han marcado generaciones, por algo es. 

Lord Kalvan of Otherwhen (H. Beam Piper, 1965): Lo compré de segunda mano por apenas uno o dos euros en Domiduca. Estaba muy usado. Lo compré por aquello de ir mejorando mi inglés, tanto por interés personal como por si llegaba a la tercera fase del examen de oposición. Es una novelita estadounidense que hoy día tiene sus seguidores por haberse transformado en parte de una saga de novelas escritas por Beam y que continuó otro autor apellidado Carr. Era una historia de viaje en el tiempo hacia el pasado de un militar de élite estadounidense del siglo XX, con sus armas y todo. Este hombre se verá en medio de las guerras medievales en Reino Unido. El argumento recuerda a la novela Un yanqui en la Corte del Rey Arturo, escrita en 1889 por Mark Twain y que tenía adaptaciones cinematográficas en 1939 y en 1949 y volvería a tener otra en 1970. Beam transforma esa historia en una historia sensacionalista basada en la estrategia militar y en la fuerza de la superioridad armamentística. Personalmente no me parece el mejor de los relatos. Me sirvió para retomar el inglés en libro. Acabé regalándolo a alguien que... lo revendió de nuevo. Este libro lo estuve leyendo varios días a pie de cama en las urgencias del Hospital Príncipe de Asturias con mi madre. La intrascendencia del relato era aún mayor.

Que trata de España (Blas de Otero, 1964): Fue una fortuna de encontrarlo de segunda mano y casi sin uso en Domiduca, donde lo compré. Se trata de una de las dos ediciones de 1964. Otero lo publicó muy fugazmente en España, donde el gobierno lo censuró y secuestro todos los ejemplares, lo que hizo que sacara otra edición ese año en Francia, como un libro del exilio, aunque Otero no era exiliado. No se pudo publicar en España de nuevo hasta 1977. Fue otro de los libros que estuve leyendo tanto con mi madre como con mi tío en sus pasos por el hospital. De hecho lo tenía de lectura en aquel abril de hospitales tan complejo donde llegaron a estar los dos dándose el turno y a la vez, ambos graves. A mí me gusta mucho Otero, especialmente Ancia, como a tantos. Este otro poemario es muy diferente. Critica claramente a Franco y al franquismo y a la vez habla de su amor a España, a la que nota castigada y coartada. No llega a los niveles de excelencia de Ancia, pero es todo un testimonio de ese Otero que es un poema del desarraigo, de lo que se llama el exilio interior, esos que no pudiendo exiliarse de verdad, vivieron en silencio el franquismo sin que a la vez fueran objeto de persecución por no hacer nada concreto contra el régimen como para ser perseguidos, pero que vivían una represión amenazante que les hacía callarse. Vivían una realidad contraria a ellos en silencio. Sólo que con este poemario Otero no se calló. Teniendo en cuenta la aparición de ángeles del anterior poemario y un paso por colegios religiosos del autor, probablemente, aunque no les sorprendería, sí les cogió por sorpresa este poemario a las autoridades, de ahí su censura a posterior en un momento donde aún no se había hecho la Ley de Prensa de 1966.

Silence (Shusaku Endo, 1966): Esta novela la conservo también como objeto material que tiene que ver con una parte de mi vida. Yo no la hubiera comprado, pero sí que me parece un libro que, una vez leído, no me arrepiento de tener. Me lo regaló de segunda mano desde Reino Unido mi amiga Isabel Vique. Me lo envió por correo interesada en ayudar a mejorar mi inglés. Me mandó varios libros por ese motivo. Así que lo leí en inglés. Mejoré mucho mi inglés. Este es el libro que leía en los días en los que mi madre murió y posteriormente. Cuando lo acabé busqué la película homónima de 2016, dirigida por Martin Scorsese, que yo no había visto, y la vi una noche en mi habitación. Trata de un tema que yo conocía por mi profesor de Historia Moderna, Emilio Sola, pionero en el tema. Es una novela histórica ambientada en el Japón imperial de comienzos del siglo XVII. Aunque mucha gente lo desconoce, las primeras personas europeas que tomaron contacto con Japón en la Edad Moderna eran españoles hacia finales del siglo XVI. Felipe II llegó a ofrecer al emperador del Japón un acuerdo por el cual controlar el mundo cada uno desde su lado del mundo, a sabiendas de los problemas de Japón con China y de los problemas con los piratas japoneses que se ocultaban y asaltaban desde Filipinas. El emperador japonés no aceptó, pero por un tiempo fueron allí misioneros españoles y portugueses (Portugal era de España en esos momentos). Tomaron contactos comerciales y de evangelización con permiso del emperador japonés, pero esto chocó con los señores y sacerdotes japoneses más tradicionalistas, al ver alteradas sus tradiciones, creencias y pensar que podían terminar invadiendo Japón, al margen de diversas facciones japonesas en combates entre sí por el poder y que veían una amenaza si los españoles-portugueses se aliaban con el otro. A todo esto, los holandeses malmetieron contra los españoles ante el emperador japonés, usando historias de la leyenda negra y los misioneros. Holanda tenía su particular lucha contra España y su interés comercial en Oriente. El emperador japonés permitió la expulsión, persecución y ejecución de los misioneros y comerciantes españoles de suelo japonés y prohibió que los occidentales pisaran Japón, aunque mantuvieron algo de comercio con los holandeses. Así perduró esto hasta que los estadounidenses abrieron la isla a cañonazos en el siglo XIX. Aquí se ubica la historia de la novela donde un misionero sobrevive tratado como un animal y esclavo de uno de los señores feudales japoneses. Una historia de resistencia durante años y de silencio por necesidad de supervivencia y mantenerse en lo que cree. Tiene algo de espiritual, pero hay mucho de mundano, de la realidad opresiva que obliga a una forma de vida. Buen libro. La película no es mala, pero en el libro se explica mejor varias de las cosas del largometraje. Ayuda conocer la Historia de España y Japón, por otro lado.

Por el pan, la tierra y la libertad. El anarquismo en la revolución rusa (Julián Vadillo, 2017): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Era el libro que sacó mi amigo y colega Julián Vadillo en ese 2017. En lugar de esperar a la presentación fui a encargarlo y comprarlo en Librería Diógenes, con tirón de orejas de él, que dijo que quería regalármelo para que no gastara dinero, pero yo creía y creo que es necesario pagar por el libro como pago y reconocimiento a su trabajo. En esta obra Julián da el salto a explicar el papel del anarquismo durante la revolución rusa de 1917, tanto en sus momentos previos, como durante, como después con la guerra civil rusa librada entre 1917 y 1923. La notabilidad e importancia que cobró el comunismo soviético dejó invisibilizado durante décadas el papel de otras tendencias de izquierdas en Rusia. La más conocida fue la de los mencheviques, socialdemócratas, represaliados o menoscabados cuando se impusieron los bolcheviques. Más avanzado el tiempo la gente conoce el choque entre leninistas y stalinistas, que fue muy leve para lo que luego se vio con los trotskistas. Sin embargo, muchos olvidan el papel que jugó el anarquismo ruso, siendo que una de sus principales potencialidades estaba en Ucrania. Son nombres muy conocidos, e incluso citados por gente del 15M y de Unidas Podemos y los movimientos feministas con total desconocimiento, u ocultamiento, de que algunas de las frases que usaron eran parte de discursos de personas anarquistas, como por ejemplo: "si no se puede bailar, esta no es mi revolución", frase de la anarquista rusa Emma Goldman, que se tuvo que exiliar a Estados Unidos de América. Un libro que pone en orden algunos aspectos desconocidos de la revolución rusa en su choque y represión a toda la izquierda que no era coincidente con el punto de vista comunista bolchevique. Saca a la luz muchos nombres y situaciones ocultos por el relato oficial, así como el choque de ideas de cómo observaban que debía ser la revolución, así como la valoración anarquista de que los bolcheviques traicionaban a la misma y a la gente. Julián estaba siendo ya un nombre muy reconocido entre los historiadores españoles actuales.

Literatos de cordel (Enrique Sabaté, 2017): Era un pequeño pliego de cordel, parte de otros, que sacó a la venta Sabaté, que se había ido a vivir a un pueblo, pero de vez en cuando venía a Alcalá de Henares y hacía estas cosas. Los pliegos de cordel era una forma antigua de publicar poemas o pequeños textos. Se plegaba literalmente unos trozos de papel, ya fuera cuartilla, octava, medio folio o folio, y haciendo varias páginas se ataba con un cordel a modo de cuadernillo. A falta de su segundo libro, estancado, sacó estas pequeñas publicaciones con algunos de sus romances y unas ilustraciones. Era algo breve, pero era algo que continuaba su obra en cuanto a publicaciones que poder tener y conservar. Compré este creo que en Domiduca, no tanto a él directamente. Tenía para mí también un valor de amistad y de admiración a su capacidad de traer un estilo totalmente del siglo XVI-XVII al XXI. A la vez, en Halloween, María Gómez, me hizo llegar unas postales con más poemas suyos que habían dado en el pasacalles que hizo el ayuntamiento. 

Desde las entrañas (Inma Luna y Zaida Escobar, 2017): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Lo compré durante la presentación en el Starway Rock Restaurant. Era un libro con ilustraciones de la pintora Zaida Escobar, amiga querida desde los tiempos de La Vaca Flaca y con muchos actos experimentales a cuestas, juntos o no, y con textos de la psicóloga Inma Luna. Los textos son muy breves. Inciden en las pasiones de una manera descarnada. En todo caso la obra parece pensada para poder tener y observar la obra pintada de Zaida para este libro. Es algo un poco experimental también, entre la psicología, algo poetizada y libro que muestra obra pictórica. Un bonito ejemplar artístico, inesperado para los que conocemos a Zaida, interesante de tener en la biblioteca personal. Hay que tener en cuenta que Zaida terminó decorando varias fachadas y espacios alcalaínos.

The golden notebook (Doris Lessing, 1962): Es otro de los libros en inglés que me mandó Isabel Vique desde Reino Unido, de segunda mano. Doris Lessing fue Premio Nobel de Literatura en 2007, su obra principal y más conocida es esta novela escrita a modo de colección de diarios personales del personaje principal. Ese personaje principal es una mujer corriente que vive a lo largo e varias décadas la evolución del papel de la mujer en el siglo XX desde un ambiente muy sumiso y machista en la década de 1930-1940, a otra donde poco a poco va tomando conciencia de sí a lo largo de la década de 1950 y realiza pequeñas revoluciones de carácter personal que se dejan ver discretamente en otras mujeres y van cambiando la sociedad, como las que tienen que ver con sus vidas sentimentales y su capacidad de elegir con quien quieren y con quien no quieren vivir. Así hasta llegar al año del libro, 1962. Gané vocabulario y estructuras, pero había partes que se me escapaban. De todos modos puede que no fuese el momento para leerlo o el tema, cómo estaba tratado, no me interesaba mucho, salvo por mejorar mi inglés, siempre con la mente en las oposiciones, que era un regalo de Isabel y que por mí mismo yo quería comprender mejor el inglés. Me costó, pero lo leí. Entiendo que es una autora muy valorada en el feminismo. Su obra tiene valor en ese sentido, pero quizá no era mi momento para leerlo, salvo por lo dicho.

Artículos de costumbres (Mariano José de Larra, 1874, selección de 1986): Tenía este libro desde la Enseñanza General Básica. Lo leí ya entonces, como dije en su momento, y leí partes posteriormente. Larra es uno de esos personajes que me atraen. Yo no tengo todos sus artículos, que fueron publicados por primera vez en 1874, décadas después de la muerte de él. Tenía la selección escolar que hizo Anaya en 1986 y que vienen reeditando desde entonces. He encontrado ediciones de este libro incluso en 2003. Yo tenía y tengo el de 1986. No recuerdo muy bien por qué me dio por releerlo al completo, pero siempre es un acierto leer a Larra. Desde esa cena desastrosa como convidado en casa ajena a esa historia casi fantasmagórica que escribió con referencia al lugar donde guardaba la pistola con la que se suicidó. 

Un crimen en el Cielo (Nancho Novo, 2009): Se trata de una obra de teatro del cantante y actor Nancho Novo, que se metía así a director de teatro y a escritor de teatro. De hecho dirigió la obra en la Sala de Teatro Margarita Xirgú del sindicato Comisiones Obreras de Alcalá de Henares, que editaron el libro, hay otra edición con el logo de Izquierda Unida de otro lugar en 2011. Yo vi la obra de teatro, como vi otras tipo Dios come tortilla de patata, El misántropo, una de nombre similar a Eusk21, o un número que no recuerdo bien, sobre un amenazado de ETA, otra sobre poemas de Bukowski. Me encontré el libro de segunda mano en Domiduca unos años más tarde y lo compré para dárselo de regalo a uno de los actores, pero dijo que ya lo tenía, así que me lo quedé yo. Lo tuve sin leer hasta este 2017. Era una comedia bastante común, un poco de corte costumbrista, pero que funcionaba más o menos con el público. Buscaba una lectura ligera.

Carlitos, sin complejos (vol. 11, 1987) y Carlitos, diviértete (vol. 30, 1996) (Charles M. Schulz): Eran unos cómics recopilatorios con historietas donde el protagonista principal era Charlie Brown, el niño compañero del perro Snoopy. Estaban algo deteriorados. Pertenecieron a alguna colección que se editó en algún momento. Los compré de segunda mano en Domiduca, tal vez llevado por querer leer algo totalmente ligero y que me hiciera gracia. Yo no leía esto de niño. Conocía Snoopy, como todos los niños, por la televisión y quizá alguna viñeta de algún periódico, pero no leía ni tenía nada de Snoopy ni de su pandilla. Hay que reconocer también que en la década de 1980, al menos en España, tenía unas connotaciones sociales de lo que llamaríamos "pijo", que no era atractivo, al menos en mi barrio. Pero tiene muchos seguidores mundiales. Ahora mismo diría que la connotación era infundada, aunque entiendo de dónde venía y el papel que jugó. Podría explicar porqué lo que se mostraba en esas historias provocaba rechazo en una capa social, pero no olvidemos que nosotros éramos niños, y esa connotación venía de personas con más edad y más capacidades de observación y valoración. Hoy día creo que es algo inocuo, que lanza un mensaje de estilo de vida, es verdad, pero inocuo, en el siglo XXI hay cosas que realmente sí son dañinas socialmente, no tanto esto. Tiene una gracia existencialista, pero aquí teníamos gusto por el mamporro de los personajes de Bruguera. 

Historia del poder político en España (José Luis Villacañas Berlanga, 2014): Me visitaron desde Barcelona una pareja que hace años que conozco gracias a Internet y que nos hemos visitado varias veces. Venían a visitar a los padres de él en Madrid, pero también pasaron por Alcalá por verme. Me traían de regalo este libro. Lo leí detenidamente como lectura nueva y nuevos aportes y visiones de cosas muchas veces leídas por mí. Trata de la Historia política de España desde la Transición hasta la actualidad, pasando antes un poco por la República y el franquismo para ubicar el origen de las políticas de la democracia española actual. Así que lo aproveché para ir completando mi preparación de las oposiciones a archivero. Me fue útil, aunque tuviera más libros de este estilo ya leídos. Siempre está bien ampliar con buenos libros. Además, te hace reflexionar, pensar, tener herramientas para pensar ante la vida, para ti mismo, para formarte y para poder opinar con propiedad... y conocer, sobre todo conocer en contraste con más conocimientos sobre estos temas. Y, recordemos: pasé la parte teórica de dos de las convocatorias de oposición.

Llamada para el muerto (John le Carré, 1961): Me gustan las historias de espías, pero he leído pocos libros de espías... he trabajado y trabajo con mucha documentación (ya desclasificada que ya toca) con reservada, o sea: secretos, espías... Pero desde luego he visto bastantes películas de espías. Libros, he leído, no tantos, pero sí. Así que quería algo ligero y que me atrajera y encontré esta novela de un clásico, John le Carré. Era su primera novela. Lo compré de segunda mano en Domiduca para regalarlo, pero antes lo leí yo. Está ambientada en la Guerra Fría y una conspiración que comienza con un hombre que se suicida al sentirse acosado por el servicio secreto británico que le acusa de agente comunista. el año que se publicó este libro fue muy álgido en espías en Europa, pues la República Democrática Alemana, por instrucción de la Unión Soviética, que era quien controlaba un sector de Berlín, construyó un muro divisorio entre la parte comunista y la democrática occidental. Posiblemente la actualidad de su día ayudó a potenciar la venta de esta novela, por otra parte muy bien escrita. No es una novela muy extensa, pero me interesó para acercarme a algo del autor en el futuro, aunque, he de ser sincero, no tengo especial prisa tampoco. 

Cisneros, "en nuestra villa de Alcalá" (Vicente Sánchez Moltó, 2017): Era otro de esos pequeños libritos que editó el ayuntamiento de PSOE-Somos Alcalá para regalar si comprabas algún libro en alguna de sus ferias de libros, en este caso en la del Libro de Novedad, de abril. 2017. En este año se cumplían quinientos años de la muerte del cardenal y se hicieron exposiciones, publicaciones y hasta un mural pintado por Zaida Escobar en la calle Mayor, en la Panadería. Una de las publicaciones era es librito biográfico escrito por el cronista oficial. Compré algo en Domiduca y me lo dieron. Repasaba la vida de Cisneros, aunque hacía hincapié en todo lo que en su vida estaba relacionado con Alcalá de Henares. Útil para conocer a grandes rasgos algunos datos. No es que aporta novedades, pero cumple su función de acercar la vida del cardenal a la gente, pienso que pensaban en jóvenes y turistas principalmente. 
 
Zona 84, nº 82 (varios autores, 1991): En mi búsqueda de cosas ligeras mientras leía lo de las oposiciones, compré esta revista de cómic muy popular en España sobre todo en la década de 1980. Es de segunda mano, la compré en Domiduca. Contenía historias de cómic, algunas incompletas, y algunos artículos especializados. Había algunas cosas de ciencia ficción. Es una pena que este tipo de publicaciones fueran desapareciendo por falta de compradores. En ellas se podían leer historias muy trabajadas, algunas jamás se han vuelto a editar en ningún formato. Sólo los consagrados o los muy famosos están ahora en integrales, pero había otros autores que merecen mucho la pena y sólo se encuentran en los números viejos de estas publicaciones. Además, mucha gente pudo empezar sus carreras gracias a estas revistas. Tuve algo de nostalgia por ellas, aunque cuando yo era niño no me las compraban, porque su contenido era muy para adultos con muchísima frecuencia. Un ejemplo claro era la revista Kiss, pero había otras más, como Creepy, que era de terror. 

Piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros (Manuel Lucena Salmoral, 2005): En este 2017 pude publicar al fin mi novela Balada triste de una dama. La novela había sido retenida primero por Pie Ediciones, que dijo estar interesada en su publicación pero no avanzó en ello, y después por Domiduca, que actuó igual, aunque ambos alargaron en el tiempo su intención sin decir nunca un claro "ya me pongo a ello", ni tampoco un claro "no va a ser posible", mientras a la vez yo veía la publicación de otras obras en sus manos. La publicación de la novela llegó en 2017 con Verbum, que me ha tratado muy bien y que ha sabido mover muy bien el libro, incluso me llevó a firmar a la Feria del Libro de Madrid a la caseta, día y hora al lado de donde estaba firmando Santiago Posterguillo su novela La legión perdida (2016). Tenía un legionario romano haciendo guardia al lado de mi caseta. Lamentablemente la publicación no llegó a tiempo para que la viera mi madre. La cosa es que las historias de piratas y corsarios y demás también es otro punto que me ha atraído desde niño. En la carrera universitaria tuve como profesor de Historia de América precolombina y en la Edad Moderna a un catedrático experto en el tema, Manuel Lucena, que además se jubiló mientras yo cursé la licenciatura. Este hombre tenía estudios e investigaciones completas a lo largo de su vida sobre la piratería, el corso, los bucaneros, los filibusteros, el ambiente del Caribe... El curso que se jubiló nos encargó a cada uno de sus alumnos hacer un trabajo sobre algún aspecto o personaje del tema. A la vez, otro profesor de Historia Moderna, Emilio Sola, nos encargó hacer un trabajo sobre algún asunto de frontera en la época. Uní mis esfuerzos investigadores en un sólo personaje y una sola materia de modo que de ello pudiera sacar dos trabajos, uno para cada uno. Eso me permitía ahondar más en el aspecto a tratar en lugar de dividir mi tiempo en varias cosas, lo que dividiría sería el trabajo resultante, tales capítulos para uno y tale otros para el otro. En la biblioteca  de la Facultad de Filosofía y Letras, hoy desaparecida en favor del Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), encontré varios tomos publicados hace muchas, muchas décadas atrás, con la transcripción de toda la documentación que se guardaba en los archivos no me acuerdo si de los Medina-Sidonia o de los Alba o alguna otra familia. Empecé a mirar si tenían algo sobre piratas y encontré la documentación inédita del Conde de Gondomar, el cual había defendido las costas gallegas de la piratería que doblaba el mar desde el norte europeo e Inglaterra por allí en el siglo XVI y durante la guerra de la Gran Armada, habiendo combatido con gente como Francis Drake. Leyendo, leyendo, encontré que este hombre fue enviado como  embajador de España a Londres en un momento de paz a comienzos del siglo XVII. Allí a lo largo de mucha correspondencia, a veces no como asunto central, daba parte de sus trabajos para detener y lograr ajusticiar a Walter Raleigh, recién liberado y con una misión del rey inglés que, sin embargo, siguió ejerciendo el corso en América, razón por la cual las Guayanas pasaron a ser inglesas, cuando en ese momento eran españolas, pero tan endebles que eran pura frontera en la práctica entre lo español y lo incontrolado. Escribí una investigación sobre la última aventura de Walter Raleigh con lo que se sabía desde los archivos de Gondomar, contrastando con otros lugares. Le di a cada profesor su parte y más tarde los volví a reunir y se lo entregué a Sola para su proyecto Archivo de la Frontera, reconocido y con garantía de la UNESCO. Fue publicado y sigue publicado ahí. De hecho es un artículo de referencia aún hoy para mucha gente. Algún día debería publicarlo. Es una investigación, pero parece un ritmo de novela. La cosa es que siempre nos quedó la duda a los alumnos de si Lucena usó aquellos trabajos para publicar este libro en 2005, dos o tres años después de su jubilación. Yo me lo compré en la Librería Diógenes por cariño al profesor, por gusto a los piratas y por curiosidad de si habría algo de mis aportes en el apartado de Raleigh. Es posible que algo habría, pero no se puede determinar, en todo caso la obra es netamente de Lucena, de haber algo sólo hubiera servido de fuente. El libro lo consulté mientras escribía mi novela, pero lo leí de seguido entero ahora, una vez con el libreo publicado, y me sirvió para hablar con más propiedad en las presentaciones que hice de mi novela. Ahora quisiera tener otro que han publicado sobre la antesala del anarquismo, sin ser anarquismo, en las cofradías piratas de aquella época. Es un libro serio, ajustado a la Historia y sin mitificaciones. Recomendable también para conocer la Historia de América y la de España.

Revista de Occidente, nº 40 (varios autores, 1926): Fue un regalo de cumpleaños que me hizo María Gómez, ¿o había sido en Reyes? Creo recordar que era de cumpleaños. Conocedora de mi ser archivero me historiador, más lo literato, ella había encontrado este original y otros no sé si en Madrid o en Alcalá de Henares y lo compró por apenas nada de dinero. La Revista de Occidente, aún activa y publicándose, fue todo un referente cultural en España en la década de 1920 y en la de 1930, así como una parte de la dictadura de Franco. En ella se publicó literatura, ensayos y ciencia al más alto nivel. A veces aparecían por primera vez textos o autores muy conocidos, o incluso textos de gente muy reconocida que en España no se han compilado nunca para sacarlos juntos en un libro, o sea, o tienes las revistas o no los tienes. La revista había empezado en 1923, por lo que fue altamente relevante con la generación de 1927 y también con el krausismo. Este ejemplar estaba a tres años de su inicio. En él se veían textos, por ejemplo, de Aldous Huxley, antes de escribir Un mundo feliz, que es de 1932, textos de Werner Sombart, Dámaso Alonso y Antonio Marichalar, entre otros. Creo que en concreto eligió este número por Dámaso Alonso y por Aldous Huxley, a sabiendas de mi gusto por la distopía. No era un texto distópico, pero si era un texto muy interesante. Creo que debió ser esta revista la que debió presentar en España a Huxley por primera vez, pero la gente ha perdido esta referencia, excesivamente dedicada a repetir una y otra la referencia de Un mundo feliz como si esa novela fuera el único principio posible de Huxley. Pero ya se puede ver, Huxley en España llegó en la década de 1920, al menos cinco años de la primera publicación de su distopía en Reino Unido.

Superman. Hijo rojo (Mark Miller, Dave Johnson y Kilian Plunkett, 2003): Conocía la existencia de esta novela gráfica desde hacía tiempo. Nunca la había leído, pero sí había leído y escuchado muchas cosas de ella. Me había hecho muchas imaginaciones y especulaciones sobre la posible historia, sobre su guion y relato. No había visto tampoco su ilustración y siempre la imaginaba con el trazo clásico de John Byrne, que aparte de con DC trabajó con Marvel en las décadas de 1980 y 1990 para Patrulla X y Cuatro Fantásticos. No era el trazo de Byrne, evidentemente, de hecho tenía bastante de toque informático un poco por encima del trazo clásico a mano. No era el Superman de Byrne. Era algo que rompía un poco esa estética por otra que se consideró del siglo XXI. Tampoco contenía todas las posibilidades que yo le había imaginado al argumento base, el de que Superman cae en La Tierra de niño en la Unión Soviética en plena Guerra Fría y no en Estados Unidos, una ucronía. Vendieron el cómic muy barato como primera entrega de un coleccionable de cómics sobre superhéroes de la DC. Me lo podía permitir y, como lo quería leer, lo compré en la Papelería Reyes Católicos. Además, necesitaba una lectura así ese año. Es cierto que el cómic no me dio lo que yo esperaba. Creo que se han inflado mucho las admiraciones y los piropos a esta obra, si bien la idea de la que parte es una genialidad. Lo recomendable sería leerla sin haber escuchado ni leído nada antes sobre esta historia, para juzgar y saborear más libremente. Aún con todo es muy buena historia. Lo que a mi juicio le ocurre es que o los editores o los autores no se atrevieron a dar el paso evidente en el relato y tratan de encauzar a Superman en el único ideal de justicia social que les cabe, el de una democracia capitalista. Tal vez no se atrevieron a crear una historia donde Superman está totalmente comprometido con el socialismo hasta las últimas consecuencias. Eso hubiera introducido de fondo un planteamiento de reflexión política, económica y social en torno a la idea de justicia social y derechos que probablemente en Estados Unidos hubiera podido escocer incluso en 2003. Pensemos por ejemplo las deficiencias del sistema de Sanidad estadounidense, supeditado en general a la Sanidad de pago, o en Educación o de redistribución de la riqueza o derechos laborales. En todo caso, reconozco que es una buena historia y un clásico actual a tener en tu biblioteca de cómic si te gusta el Noveno Arte, no obstante es una de esas obras de referencia dentro del siglo XXI en el cómic. Por otro lado, su creación en 2003 puede que respondiera de fondo al contexto histórico sobre los sucesos posteriores al 11 de septiembre de 2001 y el papel estadounidense en el mundo en su guerra contra el terrorismo internacional cuando dijeron entrar en Irak para liberarlo en busca de armas de destrucción masiva, cuestión muy en entredicho en ese 2003, todo lo más que provocaron una larga guerra y no había armas de destrucción masiva. Pero esta lectura, siendo una obra para un público juvenil y adulto, es una lectura no evidente ni obvia, sino, insisto, de fondo, sólo si reflexionas lo que se cuenta y estableces algunas de las cosas que se narran con lo que en 2003 se planteaban en la vida real.

Corto Maltés. Equatoria (Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero, 2017): En esta segunda aventura de Corto Maltés que crearon Díaz Canales y Pellejero mejoraron respecto a Bajo el sol de medianoche, comentado en las lecturas de 2016. Han recogido muy bien el guante de Hugo Pratt. Encargué en color y compré el cómic en Librería Diógenes antes de que saliera a mercado, o sea que incluso reservé su primera venta en Alcalá de Henares. Se alejaban un poco de la gran cantidad de referencias a viñetas pasadas de Corto Maltés ya creadas por Pratt, pero aún quedaba un poco más por hacer. En todo caso estaba el relato muy mejorado tomando unas riendas entre el respeto a Pratt y ellos mismos. Había sutiles innovaciones a modo de aportación de ellos, como planos picados que no eran lo que solía hacer Pratt. Innovaciones que, con sutileza y medida, aportan y creo que Pratt le hubiera dado el visto bueno. Cada uno tiene su forma de narrar, ellos respetan mucho la de Pratt y la conservan, pero meten estas pequeñas innovaciones totalmente respetuosas y que son un poco su marca en el personaje. introdujeron además en este volumen un carácter donde las mujeres eran más independientes por sí mismas. Pratt ya lo había innovado así, con la diferencia de que Pratt es hijo de su tiempo, de la década de 1960 que empezó estas aventuras. Él sí hace personajes femeninos fuertes e independientes, pero evidentemente las historias de 1967 no tienen las perspectivas de 2017, por muy avanzado en ideas de igualdad que se estuvieses, fuese quien fuese, en 1967. De hecho muchas feministas de 1967 si las sacáramos de golpe de ese año y las colocáramos en 2023 chocarían de bruces con las feministas actuales en bastantes aspectos, en otros con total seguridad coincidirían totalmente y se alegrarían de avances habidos, pero hay cuestiones culturales de cada época que nos lleva a repetir algo que siempre decimos los historiadores: no se puede juzgar con un pensamiento social actual un pensamiento social del pasado. Hay que entenderlo y ponerlo en su justa medida y contexto. Sea como sea, Pratt era avanzado en esto y Díaz Canales y Pellejero inician en esta aventura la continuación de ese camino, pero puesto un poco más al día actual. Me gustó esta segunda entrega y estuve pendiente todo el año siguiente y parte del otro en cuándo sacarían el próximo.

Introducción a la paleografía y la diplomática general (Ángel Riesco Terrero, 1999): Este libreo lo he leído varias veces, como se puede seguir en anteriores entregas. Como ya he dicho en el pasado, me lo dieron en 2009-2010 en el taller que me formó como archivero. Lo leí para formarme, lo leí para preparar oposiciones, y otra vez por ello, y otra... y este 2017, otra. Ya había pasado la parte teórica de dos de las convocatorias de oposición y para enero estaban los prácticos. De todo esto ya he hablado más arriba. Al final hubo uno de los exámenes que me acuerdo muy bien de él y era un documento del siglo XIX manuscrito. Era una grafía muy parecida a la actual. Se leía fácil, pero en un por si acaso venía bien preparar paleografía. Lástima de todos los esfuerzos de tantos años... para nada. En fin, lo que no puede decir nadie, aunque hay quien lo dice usando su opinión y no el conocimiento, es que no lo he intentado, y no una vez, sino muchas. El factor desgaste también está ahí.

Alcalá de Henares en la Guerra de Independencia. Del dos de mayo a la derrota de Somosierra (Luis Miguel de Diego Pareja, 2000): En realidad se trata de un artículo de Historia publicado en los Anales Complutenses del año 2000. Estas actas de los Anales correspondientes al año 2000 me las debieron dar cuando participé en alguno de los encuentros de historiadores del Valle del Henares, ya fuera en el XIV (2014) o en el XV (2016). Diego Pareja tiene muchas investigaciones sobre Historia militar, especialmente ligada a Alcalá de Henares. Suele ser interesante leerle para completar conocimientos referentes a ese aspecto de la Historia, si bien suele atenerse a lo estrictamente militar y no a todos los factores que afectan a un acontecimiento. Tenía pendiente un relato pequeño ambientado en la Guerra de Independencia en Alcalá de Henares, que luego evolucionó a otra cosa, a un ensayo de Historia sobre Alcalá de Henares en el siglo XIX y tenía acumulado desde años atrás varias lecturas al respecto. El ensayo está escrito, pero inédito. Supongo que en el fondo empezó como parte de un acompañamiento a un cómic de un conocido que me encargó escribirlo, pero al final ese cómic jamás se hizo y yo, ya para mí, continué completando sin saber muy bien para qué. Como mínimo para conocer yo más y para formar un conocimiento y un juicio propio de lo que se podría aproximar a aquel pasado. En ese sentido leí atentamente a Diego Pareja. Contrastaba bien con investigaciones de doctores en Historia como Gutmaro, o incluso con investigaciones mías de archivos sobre sucesos y personas del final del XVIII y el comienzo del XIX en Alcalá. No es la etapa de la Historia más conocida popularmente, aunque se ha escrito bastante sobre ella desde el mismísimo siglo XIX. En general en Alcalá de Henares se tiene una noción nebulosa de que Juan Martín "el Empecinado" pasó y batalló por la ciudad, pero ignoran el contexto, el cómo, el qué pasó, el porqué, ignoran el resto de lo referente a Alcalá en esa guerra y otros personajes y hay quien incluso quien cree que la Universidad era absolutista del lado de Fernando VII, cuando en realidad su rector participó de la redacción de la Carta de Bayona de José I Bonaparte, sus rectores de enseñar la Constitución de 1812 al pueblo y sus estudiantes eran de las milicias liberales. Como sea, Diego Pareja es una referencia de lectura para estos temas, una de las referencias.