Realmente yo cumplí 30 años en 2009, pero esos libros de mi primer año de treintañero ya están contados el pasado enero, en la Noticia 2109ª. Así pues, en esta nueva entrega voy a dar un tirón y esta vez vamos a tratar los libros que leí en la primera mitad de mi treintena de años, en realidad de los 31 a los 35 años. Comenzamos hoy con los que leí a los 31 años, un año donde el comienzo de mi formación como archivero de profesión en 2009 me llevó a mis primeros trabajos en archivos, en el Archivo General de la Administración y en el Archivo Central de la Universidad de Alcalá de Henares. Participé además del fomento de la huelga general contra la reforma laboral de 2010 y fui a la huelga.
2010: 31 años.
Leí 31 libros, de los cuáles 10 eran novelas gráficas.
La
verdad es que este año 2010 llegué a terminar de leer una
enciclopedia de Historia de España en veinte volúmenes dirigidos por John Lynch,
la cual comencé a finales de 2008. Pero de ella ya hablé en la
referencia de 2009. Así que aunque es una realización personal, no tengo
mucho más que decir de ella que lo que ya dije. Además, tras la saga de Corto Maltés comencé con la de Astérix, la cual, ha fecha de hoy, 2022, aún tengo incompleta.
Historia de España: El imperio colonial y el fin de los Austrias, vol. 14 (2008, Dirige la colección John Lynch; autor de este volumen: John Lynch): En realidad yo creí que el libro original de Lynch, España 1516-1598: de Estado nacional a Imperio mundial, de 1992, había terminado en el volumen 13, pero en realidad su final reaparece en este otro volumen. Lynch había introducido su propio libro desde el volumen 11 al 14 en esta colección. Este volumen trata sobre todo del reinado de Carlos II, entre 1665 y 1700, aunque tiene varios capítulos dedicados a la sociedad y la economía española del siglo XVII en general, así como de los sucesos en la América Española de ese mismo siglo. Me fue muy interesante conocer detalles del reinado de Carlos II más allá de los tópicos. Al ser una enciclopedia basada en la reunión de libros y artículos científicos especializados en las diversas épocas de la Historia española hace que a veces haya contradicciones entre los autores al valorar aspectos que les son comunes en sus áreas temporales, o que haya repeticiones innecesarias de unos mismos acontecimientos, sobre todo en los volúmenes concernientes a la Edad Media, pero Lynch se aseguraba que la parte de la Edad Moderna quedaba bajo su criterio. La encuadernación, por otra parte, deja que desear. Es bonita y llamativa, y las tapas parecen fuertes, pero no son uno ni dos los libros que he encontrado con páginas mal encuadernadas, y por tanto sueltas, y, colmo de los colmos, algunas rotas literalmente de lado a lado. Es una lástima que una obra tan interesante y actualizada no dé mayor especial interés, de sus editores, por cuidarla en sus detalles físicos, al menos. Cuando acabé de leer la enciclopedia entera mandé una carta al defensor del lector de El País para hacérselo saber, con la idea de que pusieran más cuidado editorial al menos en las encuadernaciones futuras, pero lo interpretó como que le expresaba algún tipo de reclamación. El defensor del lector no supo leer.
Desobediencia civil y otros escritos (Henry David Thoreau, 1849). Es uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas de 2010 en la Noticia 874ª. Recopila varios ensayos filosóficos y políticos de este autor norteamericano del siglo XIX. Thoreau
es considerado un autor anarquista y también uno de los primeros
ecologistas, aunque lo cierto es que su obra es reivindicada por otras
tendencias que no tienen que ver con esas formas de pensamiento y de
vida. Hay una frase en este libro que es la que más me ha atrapado. No
la recuerdo literalmente pero venía a decir que el interés de las
personas por un bosque no puede estar sólo en cortarlo para construir
casas, que hay otros intereses para las personas por los bosques, como
el mero de pasear.
Creo que su lectura, alrededor de más de un siglo y medio después, es
mucho más actual de lo que uno podría pensar en principio. Sobre todo en
estos tiempos de crisis y graves problemas medioambientales.
Hay que humanizar nuestras relaciones, volver a pensar en las personas
que somos y que son los demás, ya que la sociedad se ha vuelto demasiado
materialista. Lo veía Thoreau ya en el siglo XIX, y con él otros
autores. Leerle es leer algo actual que puede ayudarnos cuando menos a
uno mismo en nuestra propia vida. La edición que yo tengo la compré con el desaparecido en papel diario Público, que hizo una gran labor de recuperación de obras de pensamiento totalmente descatalogadas o desaparecidas en España hasta que ellos reeditaron. Me llamó la atención que una amiga más joven que yo y que estudió Ciencias Medioambientales conoció a Thoreau años después y le gustó mucho. Me preguntó por títulos de este autor y le comenté que era parte de la génesis del anarquismo. No solo no concebía que el ecologismo estuviera en parte de la génesis de algunas tendencias del anarquismo, sino que además se enfadó un poco, le molestaba. Lo gracioso es que a Thoreau le han hecho hasta cómic biográficos y en las cosas que hoy se publican sobre él en España suele no mencionarse u ocultarse su anarquismo, que es una de las ramas más influyentes por su ecologismo mismo y por su pacifismo. Siendo su libro más famoso este sobre la desobediencia civil, me preguntó, ¿por qué creerán que lo escribió?
Historia de España: Los primeros Borbones: 1700-1759, vol. 15 (2008, Dirige la colección John Lynch; autor de este volumen: John Lynch): Volvía a ser un libro que originalmente era de Lynch, Los Borbones españoles, 1700-1808, publicado en 1989 en Reino Unido. Junto al anterior citado trataba una parte de la Historia de España que normalmente no se llega a dar en las clases de Historia de los niveles previos a la Universidad, y ya dentro de la Universidad, como licenciado en Historia, aseguro que se pasa de puntillas por estas etapas, salvo en el reinado de Felipe V, el primer Borbón. Así pues me eran libros que iban rellenando algunos de los huecos en sus pormenores. Más aún, la gran reforma Borbona, que centralizó el Estado y modernizó el Reino Hispánico hasta poderlo llamar con más propiedad España, me ayudó en la parte teórica de mi formación como archivero en esos momentos, ya que los cambios administrativos estaban en la base de muchas de las organizaciones institucionales que organizan nuestros fondos históricos hoy día.
Introducción a la paleografía y la diplomática general (editor y director Ángel Riesco, varios autores, 1999): Yo tengo una reimpresión de 2004. Me regalaron el libro en el taller de formación de archivero al que asistía. Es uno de los manuales de formación más usado para formar archiveros, ya que en España no existe una formación académica de archivero, sino solo o bien de bibliotecónomo, o de documentalista, o de historiador. La formación como archivero se alcanza en nuestro país mediante cursos y talleres, y principalmente con el trabajo práctico. Es extraño, porque las empresas que se dedican a esto y también la administración en las oposiciones buscan específicamente archiveros, pero no hay titulación de archivero en España, solo certificado de haber adquirido los conocimientos en talleres y cursos. Normalmente los documentalistas se suelen atribuir a ellos todo lo concerniente con la archivística, pero eso no es exactamente lo mismo. Es una irregularidad que a nadie le importa y así nos crece el pelo a todos los de este sector tan deteriorado en todo lo laboral, y tan destroza vidas. Casi todos coincidimos en seguir por vocación, y la vocación no se premia... aunque saquemos adelante cuestiones documentales vitales para los ciudadanos y para la Cultura. Como sea, este libro es básico también para estudiar oposiciones y no sería la única vez que lo leyera.
Astérix en Bretaña (Goscinny y Uderzo, 1966): De niño era casi imposible tener algo de Astérix. Los cómic eran muy caros y mi familia no tenía mucho dinero, incluidos problemas laborales de mi padre. Además no era común tampoco ver las películas más allá de las Navidades, pues no las repetían tanto como ahora. Podías leer fragmentos en los coleccionables por entregas de los suplementos infantiles de los periódicos. Por ejemplo Pequeño País, que el diario El País decidió hacer desaparecer con la Gran Recesión de 2008. Un poco más mayor, de adolescente, tuve un profesor de latín, Miguel Ángel, que nos daba a traducir del latín algunas páginas de la edición en lengua clásica de este personaje. Así que cuando encontré un pequeño lote de varios cómic de Astérix en la librería de segunda mano Domiduca a precio muy bajo los compré. Me encantaba Astérix. Sería cuestión de mi infancia y tal vez también por la carrera de Historia. Me acuerdo que tras comprarlos me encontré con un amigo para el que trabajé en su bar en su momento, Raúl Armenteros, que me preguntó si eran para un niño, pero eran para mí. Disfruté mucho tenerlos.
Astérix el escudo Arverno (Goscinny y Uderzo, 1968): Así pues, inicié la lectura de la saga de Astérix, aunque me faltan ejemplares aún hoy día. Este mismo diciembre pasado de 2021 llegué a comprar alguno. Sigo en ello. Con esta historia revaloricé a Astérix más porque tenía referencias muy bien informadas de la Historia antigua de la Galia y me pareció una maravilla que se hubieran creado unos cómic divertidos para los más jóvenes pero tratando los temas también de modo adulto.
Astérix y el caldero (Goscinny y Uderzo, 1969): Al igual que me pasara con Corto Maltés, no podía parar de leer seguidas las historias. Lamentaba en este caso no tenerlos todos para poder hacer una lectura en orden cronológico, pero eso no podrá ocurrir incluso aún hoy día. De momento.
Astérix, la gran travesía (Goscinny y Uderzo, 1975): Esta aventura me flojeó un poco en su guión, pero tiene algunas viñetas muy bien planteadas desde lo estético. Cuando años más tarde murió un vecino muy unido a mi familia nos dejaron al cuidado de una de las nietas más pequeñas durante la noche del velatorio. Durmió en mi cama, yo en otro dormitorio, de invitados. Le di a leer este cómic y se entretuvo bastante con él, a pesar de que era más o menos consciente de que algo pasaba.
Astérix en Córcega (Goscinny y Uderzo, 1973): De los que había leído, este me pareció uno de los más cuidados no solo en los personajes y sus movimientos, sino sobre todo en los fondos. Es un cómic muy detallado en sus dibujos. No tenía nada que ver con los fondos planos de los cómic de Bruguera españoles, como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape y otros. Me hizo notar la gran diferencia que había entre el cómic europeo de las décadas de 1960-1970 respecto al cómic español, al menos en cuanto a lo estético. Los guiones también denotaban un trabajo de investigación importante, aunque el humor español era bastante exitoso, este era más surrealista y del mamporrazo y los juegos de palabras, mientras que los europeos hacían todo un estudio de toda clase de datos y los hacían compatibles con historias infantiles y juveniles, lo que transformaba a sus personajes en personajes también adultos.
La odisea de Astérix (Uderzo, 1981): Era el primero que leía con Uderzo como único creador tras la muerte de Goscinny en 1977. Le pasaba como al de La gran travesía, tenía una serie de viñetas con una estética muy cuidada y eso es lo que más atractivo me lo hacía, aunque se notaba un guión más serio. Uderzo no le imprimía a los personajes algunas de las características del sentido del humor de Goscinny. Mientras que Uderzo le da a los diálogos a menudo un carácter profundo que refuerza con gestos y actitudes, Goscinny les daba una personalidad a menudo ingenua y cómica incluso cuando tratan temas de lo más serios. Las imágenes de desierto con los camellos no dejan de ser llamativas.
Astérix y lo nunca visto (Goscinny y Uderzo, 1993, reeditado en 2003): Se trata de una serie de historietas breves y bocetos que se publicaron puntualmente en su época como campañas publicitarias para proyectos sociales de la UNESCO y de otras asociaciones, así como para páginas sueltas para determinadas revistas y periódicos en sus años más exitosos y que no se habían vuelto a editar. Tiene una serie de curiosidades y rarezas a tener en cuenta, pero en general es un producto más destinado a un público adulto y coleccionista, quizá para estudioso del cómic y niños que lo fueron cuando se publicaba por primera vez los primeros álbumes. Comenzaba yo a analizar cómics.
Historia de España: El siglo de las reformas: la Ilustración, vol. 16 (2008, Dirige la colección John Lynch; autor de este volumen: John Lynch): Continúa el libro ya citado de Lynch en 1989. Aborda la segunda mitad del siglo XVIII desde el punto donde dejó la Historia en el anterior volumen. Sigue por tanto explicando una serie de reinados mal explicados en las aulas españolas, salvo las cuestiones más tópicas de Carlos III, aquí sus lados más oscuros también salen a la luz. Muy útil.
Manual de archivística (José Ramón Cruz Mundet, 1994, reedición revisada de 2008): Tanto el libro como el autor son dos clásicos en la formación de archiveros. Es un libro muy buscado. A mí me lo regalaron en el taller de formación en el que estuve. En pleno 2022 tiene algunas cuestiones legales y de normativa desfasadas, al menos este ejemplar, como por ejemplo la nueva ley para archivos que se aprobó en 2011 o lo concerniente a la memoria histórica o a la ley de buena administración aprobada en 2012. Como sea, el libro es muy completo y sienta autoridad. Lo he leído varias veces también para cuando he opositado. Un manual técnico muy bien informado. Algún amigo me dijo que porqué leía libros tan aburridos, pero en su día no solo me formaba, me resultaba además interesante de cara al trato documental.
El rayo que no cesa (Miguel Hernández, 1936): El poeta republicano sólo había caído en mis manos en poemas sueltos hasta ese momento. Sin embargo, este año se cumplía el centenario de su nacimiento y tuve curiosidad por leer alguno de sus libros completo, tal como lo ideó y confeccionó él. Así que me compré cuatro de sus cinco libros. Más tarde me compré el que me faltaba. El poeta republicano de filiación comunista murió de tuberculosis en una cárcel política en los primeros años de la dictadura de Franco. Este libro sin embargo es del inmediato comienzo de la guerra, aunque no es un libro bélico. Se terminó de confeccionar poco antes de que comenzara. De hecho estaba prevista su publicación y presentación justo en los días en los que estalló la guerra. Un libro muy vital que me impactó por su lenguaje directo en pena época donde los poetas españoles no tendían a ser ni directos ni claros. Hernández escribía con mucha pasión para ser entendido. Inspiró una parte de poemas míos de esa época en cuanto a la forma compositiva.
Génesis (Robert Crumb, 2009): Quizá es uno de los cómic más polémicos de Crumb, por una parte porque sus seguidores más veteranos no le entendieron o no le perdonaron como ídolo de la contracultura que llevara a cómic su lectura y revisión del libro del Génesis de la Biblia; por otra parte su revisión, leída con detenimiento y observada, contiene partes muy críticas con el texto sagrado y desacraliza en buena parte, lo que para los más cristianos les resultaba ofensivo. Yo lo regalé en un cumpleaños a un amigo que le gustaba Crumb, y no le convenció demasiado, a mí me lo regaló mi madre en el cumpleaños de ese año. Yo creo que tiene sus méritos, pero su lectura no es fácil si no se piensa además en los posibles mensajes críticos de Crumb, pero para eso hay que conocer el texto bíblico, cosa que yo sí conocía, pues como ya anoté en otra entrega, yo he leído la Biblia.
Si Dios me pide un Bloody Mary (Carlos Salem, 2008): Me lo regaló una amiga el día de mi cumpleaños también. Consideró que era el tipo de poesía contracultural que yo estaba haciendo y que me gustaría. Cierto, me gustó. Me habló mucho de la editorial, Ya lo dijo Casimiro Parker, que editaba este tipo de poesía. Me animé a mandarle algo mío y me contestaron que no publicaban este tipo de poesía. Así pues, años después, en El Laboratorio, vi y participe de un recital donde estaba presente el de la editorial. Se me acercó para felicitarme y para preguntarme que por qué no le había mandado nada. Con una sonrisa le di las gracias y no le seguí la conversación, me fui a tomarme mi cerveza con las amistades de allí. Era evidente que no se habían leído el libro que les mandé y pensé que esta gente quizá trabajaba con sus conocidos. Confieso que me indignó un poco aquello, me pareció una falta de respeto.
El hombre acecha (Miguel Hernández, 1937): Es el otro libro que destaqué de mis libros leídos en 2010 en la Noticia 874ª. También le comenté en su día en la Noticia 791ª. Tanto me atrajo la lectura del primero, El rayo Que no Cesa, que este de El Hombre Acecha
lo leí en una elaborada edición de Cátedra comentada por un estudioso
trabajo de Historia y filología literaria. El 22 de octubre asistí
incluso a una conferencia dedicada a este joven poeta en la que se
giraba en torno a la idea de que la Generación de 1927 no existe en realidad. Hablé de ello en la Noticia 845ª. Es un libro escrito durante la guerra. Sus notas biográficas e introductorias aclaran mucho de los porqués de Hernández en este poemario, incluidas sus dudas hacia el PCE tras su viaje a Rusia.
Cancionero y romancero de ausencias (Miguel Hernández, 1939, publicado en 1958): Lo escribió Hernández hacia el final de la guerra civil y durante su presidio, estaba listo en 1939, pero no se pudo publicar hasta 1958, si no recuerdo mal por intermediación de Altolaguirre, amigo de Hernández, para ayudar en lo económico a la esposa del poeta una vez que esta quedó viuda y con un niño huérfano. Contiene varios de los poemas más famosos, pero es sin duda menos potente que los anteriores, aunque posiblemente sea el que más hondamente sintió Hernández, que sospecharía de su futuro inmediato. Es en parte un canto a la vida. Todos estos libros de Hernández los compré en la librería Diógenes.
Historia de España: La etapa liberal: 1808-1898, vol. 17 (2008, Dirige la colección John Lynch; autor de este volumen: Charles Esdaile): Esta vez Lynch optó por un libro de Esdaile, que en realidad era España en la época liberal. De la Constitución a la guerra civil, 1808-1939, de 2000. En comparación a todo lo dedicado a la Edad Moderna, o simplemente al siglo XVIII, parece un trato apresurado al muy complejo siglo XIX. Se descompensa aquí un poco la dirección de Lynch de la colección. Aún con todo la exposición de Esdaile es clara y ayuda como trampolín a comprender los cambios de España hacia unas formas democráticas salpicadas de guerras y golpes de Estado que servirán de trampolín para el siglo XX.
Lorna y su robot (Azpiri, 2009): Se trataba del primer volumen de la edición integral de Lorna que Azpiri, fallecido en 2017, comenzó a crear en 1981.Ya hubo un intento de hacer lo mismo en 2000. Yo compré este ejemplar en la desaparecida tienda de cómic de la calle Ramón y Cajal de Alcalá de Henares. Confieso que quería tener por un lado algo de Azpiri y por otro una aventura erótica del espacio porque Barbarella me parece una película muy divertida y Lorna me recuerda a Barbarella. Más aún, también vi la serie de televisión de Álex de la Iglesia Plutón BRB Nero y también tenía algo de Lorna. Un amigo me dijo en broma cuando lo compré: "ay, guarrete", pero la cosa es que el cómic es divertido. Las historias son imaginativas, aunque los guiones son sencillos. Incluía una historia nueva con Lorna de niña, creada solo para ese tomo. Divertido y con un punto de fantasía personal desde que conocí a Barbarella, ¿o quizá por la Leia de El retorno del Jedi?
Alicia en el País de las Maravillas (Lewis Carroll, 1865): Encontré un volumen que contenía los dos libros que componen la historia de Alicia escrita por Carroll. Fue en la librería Diógenes, así que me lo compré. Era además una edición crítica con un estudio biográfico del autor y otro sobre la obra y su proceso de creación que me pareció tan interesante como la novela. La verdad es que yo había visto la película de dibujos animados de Walt Disney desde niño, pero la novela era la primera vez que la leía. Me gustó tanto o más que la película. Fue desilusionante la que años después hizo Tim Burton. El libro además sigue unas pautas matemáticas de los movimientos del ajedrez y diversos guiños de la historia de amor platónico de Carroll hacia la niña Alicia Liddell, no olvidemos que el autor era uno de los maestros tutores en un colegio religioso de Alicia en la vida real. Como sea, y al margen de esto, yo tenía además una camiseta con la portada del primer disco de Janis Joplin, con la cara del gato de Cheshire que sale en esta historia, por lo que me la puse bastantes veces en esta época. El libro me pareció pura fantasía.
A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (Lewis Carroll, 1871): He de confesar que supe de esta segunda parte gracias al ejemplar que compré. Fue una fortuna encontrarlo y tener los dos libros juntos. Completa la primera parte, aunque es más serio. Contiene fantasía, pero su línea argumental no es tan libre como el anterior. Hay que pensar que Carroll propuso a los padres de Alicia casarse con ella cuando esta fuera mayor, él era protestante, por lo que su sacerdocio no le impedía el matrimonio. Sin embargo los padres quedaron horrorizados ante un amor tan inusual, pederasta, a pesar de ser platónico y, dada la petición de mano, tan anómalamente formal en un caso así. Le echaron. Carroll no volvió a ver a la niña, aunque se sabe que le gustaron otras. Quedó obsesionado con Alicia, un poco al estilo del hombre del Lolita de Nabokov, aunque sin truculencias sexuales. Cuando trascribió las historias que le contaba de niña en libros quiso regalarle las notas originales. La buscó ya mayor ella y la encontró prometida en matrimonio con un joven. Accedió a verle aunque en presencia de su prometido. Parece ser que hubo un silencio muy prolongado en el salón, pero Carroll descubrió que aquella niña Alicia ya no existía, porque ahora era adulta, y no le interesaba. En todo caso, esta segunda parte ahonda en ese terminar de ser niña para ser mujer, aunque hay que leerlo entre líneas y en metáforas. Sigue también las normas del ajedrez.
Historia de España: El fin de la monarquía. República y guerra civil, vol. 18 (2008, Dirige la colección John Lynch; autores de este volumen: Charles Esdaile y Antony Beevor): En realidad reúne el final del libro de Esdaile citado antes con el libro de Beevor La guerra civil española, publicado en 1982. Con ello queda un poco descompensado al contener una información actualizada por Esdaile en 2000 compartida con una visión de la guerra civil de Beevor analizada desde lo que se conocía en 1982, por tanto falta de algunos conocimientos documentales posteriores. Queda en ese aspecto un poco desfasada, por muy completa que esté. Tiene una visión de hecho cercana a las interpretaciones de la Transición, donde se tendía a no confrontar en la interpretación de los hechos. Aún con todo, es un libro útil si se completa con otros libros sobre la guerra civil también muy estudiados aunque sean igualmente desfasados, como el de Hugh Thomas, aunque siempre es conveniente actualizar los conocimientos con obras de personas como Gabriel Jackson, Vadillo y otros.
XVIII Jornadas de archivos municipales. Pilares de la e-administración: Cuadro de clasificación de fondos (Grupo de Archiveros Municipales de Madrid, 2010): Asistí a estas jornadas con el taller que me formó de archivero. Allí había una gran cantidad de archiveras y archiveros muy emblemáticos de la archivística española. Para ellas y ellos aquello era casi una fiesta ya que este cuadro de clasificación era un logro tras décadas intentando ponerse de acuerdo en él. Nos regalaron los dos volúmenes que recogían el trabajo de este grupo de archiveros de los municipios de Madrid. Obviamente, nada apasionante. Desde que comencé a trabajar como archivero he leído ya varias lecturas sobre archivística, paleografía, documentación y demás. Trato de formarme no sólo con mi práctica diaria, si no también con la teoría de saber a través de aquellas personas que comparten sus años de experiencia con esta clase de publicaciones. Mero libro técnico. Este volumen lo leí completo en este 2010, año de su publicación y posteriormente para oposiciones.
XVIII Jornadas de archivos municipales. Pilares de la e-administración: Tesauro de archivos municipales (Grupo de Archiveros Municipales de Madrid, 2010): Lo contabilicé como leído completo en 2010, pero lo acabé de leer con análisis en 2011. Prácticamente es un listado transformado en tesauro para facilitar búsquedas y clasificaciones. Nada apasionante y por lo general somnífero, pero es parte del material de trabajo. Cosas que saber.
Historia de España: La dictadura franquista, vol. 19 (2008, Dirige la colección John Lynch; autor de este volumen: Javier Tusell): Se trata en realidad del que fue el último libro de Tusell, Dictadura franquista y democracia, 1939-2004, publicado en 2005. Tusell, uno de los historiadores españoles más minuciosos, era colaborador habitual del el diario El País, por lo que no fue extraña su inclusión. Murió en febrero de 2005 y fue enterrado en Alcalá de Henares, en el Cementerio Jardín. Personalmente he querido rendir homenaje a su tumba alguna vez, pero nunca la he encontrado. Era el libro más actualizado en esa fecha sobre franquismo y lo había escrito un experto al que he leído numerosas veces en mi carrera universitaria. No obstante faltan algunas partes interpretativas, quizá en 2022 incluso conocemos algunos datos más y han cambiado algunas percepciones, pero el conocimiento de Tusell sobre la dictadura era muy rico. Yo me especialicé también en Historia contemporánea y actual, por lo que al leer este libro lo hice con gran detenimiento. Me parece recomendable. Si que es cierto que alguna persona que me vio leerlo me miró raro, quizá no hay costumbre de que se quiera leer sobre el franquismo sin afán de coincidir políticamente, sino por la Historia y el mayor análisis.
Historia de España: La España democrática, vol. 20 (2008,
Dirige la colección John Lynch; autores de este volumen: Javier Tusell y Javier Paniagua): Contiene el final del libro de Tusell citado, más un capítulo final en varias partes redactado por Paniagua sobre la Historia más actual de ese momento, el gobierno de Zapatero, PSOE, desde 2004 hasta el 2007 (su gobierno acabó al final de 2011). El libro final de la enciclopedia daba muchas de las claves de la Historia actual, que ahora deben y merecen reinterpretación a la luz de la Gran Recesión 2008, el Movimiento 15M de 2011, los recortes de Rajoy a partir de 2012, el surgimiento de Podemos de 2015, los casos de corrupción del PP destapados, el auge del nacionalismo catalán y su proceso independentista de 2017 y la Covid-19 a partir de 2020, incluida la reciente reforma laboral de este 2022. La interpretación plenamente optimista del gobierno de Zapatero queda obsoleta en buena parte, aunque no inutilizada. Si bien su primer gobierno creó grandes avances sociales entre 2004 y 2008, y este libro ya estaba dado por acabado en 2007, queda claro que los errores económicos por la Gran Recesión, incluidas las reformas laborales de 2010 y de 2012, quedan fuera. Cuando yo leía este libro ya intuía y veía que tenía un exceso de interpretación partidista a favor del PSOE y que incluso en la parte de la Transición Tusell escamoteaba datos y protagonismos a otros grupos políticos y sindicales, incluso sociales. Reproduce además algunos de los lugares comunes de los tópicos de la Transición, ninguneando a la propia evolución de la ciudadanía y aún ignorando los procesos de corrupción en personajes como Jordi Pujol, vital para el posterior proceso de independencia, o en la persona del propio rey Juan Carlos I, el cual abdicó en 2014 y el cual se fue en 2020 a Emiratos Árabes Unidos ante un posible procesamiento judicial por presunta corrupción. En todo caso, a fecha de hoy 2022, es el libro de Historia de España más avanzado que tengo, debería ir buscando otro más actual con cuidado en su autoría. Aún con todo, es uno de los libros de referencia. Tusell no era un ignorante. Algunas personas cuando me vieron terminar este libro no se llegaban a creer que había leído una enciclopedia de Historia entera. Un reto personal completado.
1910-1985, 75º aniversario de la CNT, prefigurando futuro (Comité Nacional de CNT-AIT, 1985): Es un pequeño libreto a modo de revista multicopiada que se publicó en 1985 y se volvió a imprimir en 2010 ya que la CNT cumplía cien años. Lo conseguí a través de un compañero para poder completar una parte de la Historia del final de la enciclopedia leída, la cual había sido tratada solo desde atentados concretos que hubo, pero sin análisis alguno de un sindicalismo al que la gran mayoría de los trabajadores de la época pertenecían. ¿Era media España terrorista? Es evidente que no. Me era necesario completar también la Historia desde esta perspectiva.
Batman, año uno (Frank Miller, 1988): Fue el cómic o novela gráfica que destaqué entre los cómic que leí este año, como dije en la Noticia 791ª. Batman es un personaje oscuro que me atrae. Su oscuridad es usada para
hacer una justicia a su medida. Nació como contrapunto a Superman dentro
de las publicaciones de Detective Cómics. Ambos son los dos
primeros superhéroes del Noveno Arte. La Edad de Oro del Cómic nos ha
mostrado un mundo donde triunfa la justicia gracias a seres llenos de
sorprendentes poderes que pueden con la maldad, como Superman, desde
1938, o por el contrario gracias al oscuro sentimiento de la venganza
moviéndose dentro de un mundo lleno de corrupción moral, ética y humana,
como las de Batman, desde 1939. Batman no tiene superpoderes, es
totalmente humano, tanto como para tener ese mundo interior tan lleno de
sentimientos resentidos que a veces rozan peligrosamente el hacer
cumplir las normas de modo estricto. Frank Miller, autor de otras
novelas gráficas como 300 o Sin City, pintó al
llamado "Señor de la Noche" retomando la que hasta ahora es la historia
más completa y compleja del inicio de la formación de este héroe de
papel, el de sus aliados y el de sus enemigos. Un cómic para adultos que hoy día es un clásico. Sus páginas están
llenas de todo tipo de corrupciones. Volví a comprarlo unos años después en otro volumen que incluía algunos relatos antiguos que me interesaban. Así que lo tengo dos veces. Este lo compré en Alcalá Cómic.
CNT, 1910-2010, cien imágenes para un centenario (dirige y coordina Juan Pablo Calero Delso, varios autores, 2010): Me lo regaló mi amigo Julián Vadillo, historiador del mundo obrero que también escribió aquí. Además lo dirigió otro amigo, el profesor Juan Pablo Calero. Participaban cien autores, uno por cada imagen, que era comentada a modo comentario de texto y repasando los cien años de Historia de la CNT. Comenté sobre este libro en Las notas de los cíclopes libreros. El libro lo avalaba y financiaba la propia CNT, que celebraba su congreso en Córdoba. Una vez más la cronología impidió que se abarcara el año 2011 e incluso el 2012, años en los que las protestas sociales reforzaron a los sindicatos anarcosindicalistas. En las dos huelgas generales de 2012 las columnas de las manifestaciones de estos sindicatos vieron un gran aumento de participación al unírseles diversas corrientes reivindicativas que estando en contra de la reforma laboral no deseaban manifestarse junto a la UGT ni junto a CCOO, aunque pudieran confluir en algún punto. En todo caso, esos apoyos quedaron rápidamente dilapidados en los acontecimientos internos posteriores de la CNT, aunque sí se benefició la CGT, el sindicato nacido de la CNT durante la década de 1980. Como sea, el libro fue un primer repaso general de la Historia de la CNT desde puntos de vista actuales. Es un libro conmemorativo a tener en cuenta, con gran aparición de documentos gráficos y textuales del Archivo Anselmo Lorenzo, donde se guarda la documentación histórica del anarquismo en España. El libro también trataba de grupos anarquistas desde 1868, no comenzaba en 1910.
El anarcosindicalismo español. Una Historia en imágenes (Colectivo Solidaridad Obrera, 2010): Otro amigo me regaló este segundo libro que se publicó con motivo de los cien años del anarcosindicalismo en España. En este caso lo llevaron a cabo el Colectivo Solidaridad Obrera y otros grupos y sindicatos anarquistas, entre ellos, si no recuerdo mal, la CGT. Contenía fundamentalmente fotografías con explicaciones a pie de foto, aunque muchas de las fotografías tenían mala calidad, extraídas de Internet o prensa y escaneadas a baja calidad o en tamaño muy pequeño. En todo caso, es otro documento gráfico muy a tener en cuenta. Estos, evidentemente, no se centraba solo en CNT, a partir de los años 1970 y 1980 muestra imágenes de otras corrientes y sindicatos.
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