La estrella azul (Javier Macipe, 2023): A ver, es la ganadora. En realidad lleva un año yendo por las pantallas y hasta por las plataformas de televisión, pero entraba dentro del tiempo de este Alcine. Sin grandes campañas publicitarias ha tenido una muy buena acogida. Tan buena que incluso fue una de las elegidas por España para representarnos en los premios Oscar de este 2024, pero no fue ella la finalmente presentada. La cuestión es que pese a ser la ganadora del jurado del público de este Alcine 53 y contar con otros muchos premios y bastante buena audiencia, a pesar de que llenó la sala el día de su proyección y obtuvo muchos aplausos al final, aparte y sumado a lo que dije antes de que pareciera que esta sección estaba pensada para que ganara tal como se montó, personalmente para mí es una película un tanto de cartón. Le falta algo de alma. Pero evidentemente el resto de gente y de críticos no lo han debido creer así. Para mí es una película con falta de alma, con falta de pasión que transmitir. Tiene una parte buena, eso sí lo pongo en valor, es ese guion que monta la película saliendo hacia el principio y el final de la narración normal de lo que es un biopic para mostrarnos lo que es la creación de un relato sobre la vida de una persona que, aún siendo real, nos encuadra a decirnos que en realidad se nos está relatando, se nos está construyendo... y ahí volvemos al tema central de los cortometrajes europeos, la realidad y la construcción del relato de la realidad. Se sale de la línea temporal normal para meternos en la construcción de la película en sí, cosa que funciona incluso como si desde un ente de realidad superior se nos narra que los "dioses" ya conocen la vida marcada y su destino del cantante. Pus narra la historia del cantante de rock aragonés Mauricio Aznar, que en la década de 1990 rehusó de los grandes escenarios para alimentarse de la música popular sudamericana, tras un paso también un tanto escabroso por las drogas, cosa que aquí se menciona, pero no se adentra en ello. Al margen de la propia trayectoria de Mauricio, es más recordado porque los Héroes del Silencio hicieron altamente famosas varias versiones de canciones de él. La cosa es que la película es muy plana, las interpretaciones están faltas de algo y hasta la pasión por la música sudamericana o su crisis familiar nos son ajenos y distantes, aún cuando sean lo que mueve el argumento. Debería cobrar la diferencia marcada entre Mauricio y su hermano, pues serán la clave de la tragedia de esta historia, pero ni eso se nos marca, aún cuando la escena de un bar de Zaragoza es la que más fuerza tiene de todo el relato. El resto a mí me es indiferente y escaso. Pero... pero a mucha gente le gusta la película... pues será cosa mía entonces... pero me parece cartón. Lo mejor, lo dicho, esa narración que se sale de su línea temporal para adentrarnos en otra donde el "Cielo" es el propio tiempo presente y los productores de cine.
Mitología de barrio (Antonio Llamas, Alejandro Pérez y Jorge Rojas, 2024): Un documental o falso documental, ahí anda, en esas vías. Unos setenta minutos de pequeñas postales audiovisuales de algunos barrios periféricos de Madrid capital que muestra un Madrid no muy real salvo que estés en mitad de agosto a las horas de la siesta, sólo que por la luz entendemos que se trata de mañanas de Madrid, posiblemente en fines de semana, pues de lo contrario veríamos niños yendo al colegio y personas yendo y viniendo a sus cosas. Pero es cierto que a veces, cuando yo iba a ver a mis abuelos a San Blas o a Cuatro Caminos de niño y de joven, estos vacíos los veía, pero no tan brutales como si Madrid fuera una aldea. Además, nos vuelve a inventar la realidad. Como caso todo Alcine este año. Vemos un ultramarino regentado por un chino sin nada de gente y el dueño desvariando, lo nunca visto, un joven gritando en una calle sin gente que él está ahí, un joven patinando y así invariablemente, incluidas esquinas de edificios sin que pase nada. Es una bonita colección de fotografías madrileñas. Se basan sobre todo en el montaje y lo técnico. Pero da la sensación de ser un cortometraje llevado al extremo de hacerlo largometraje. No obstante, sus creadores ya participaron en Alcine con un cortometraje en años anteriores, cosa que dijo la organización en su presentación, y eso parece que es como decir que, nada, que les dan esa propinilla de estar presentes, por haber venido por aquí antes. No sé. Es evidente que lo importante aquí es lo técnico, lo fotográfico y una cierta idea casi de video arte, y en ese sentido, proyectarla en competición a películas narrativas hace muy difícil que se la valoré en igualdad de condiciones.
The human hibernation (Anna Cornudella, 2024): Y precisamente, si antes mencionaba que daba la sensación que el anterior metraje tenía algo de video arte, Cornudella viene precisamente de ser una artista audiovisual, y por ello mismo este primer largometraje suyo tiene mucho de videoarte. De nuevo lo técnico es lo que tiene relevancia... Fotografía, iluminación, montaje, composición... Colores fríos para una humanidad alternativa fría que además se reproduce en algunas escenas como si se tratara de imágenes de factoría, como algunas obras de arte contemporáneo de la década de 1970. La película quiere plantearnos la historia de una chica que pierde a su hermano tras despertar de la hibernación, pues plantea una humanidad que hiberna como los animales, pero no como algo intrínseco, sino como algo acontecido, pues en algún momento se dice que la humanidad cambió, y entonces las vacas les miraban como si ellas supieran algo que ellos no. Artísticamente es otra composición preciosista, aunque es cierto que hay que hacer de tripas corazón con el argumento, pues si aceptamos que la humanidad hiberne, ¿por qué hacerlo en madrigueras y con toda la parafernalia cual animales del campo? Si la humanidad hibernara a estas alturas con casas y demás, lo haríamos de manera adaptada en nuestras viviendas. Como sea, olvidemos este asunto incongruente y valoremos lo que es, una composición artística y estética que, por cierto, también nos muestra en un determinado momento la construcción alternativa de la realidad. Es una película de estética, y es que la estética se come incluso el argumento que se plantea desde lo filosófico o lo existencial, el desconocimiento de los porqués de la vida. Aunque la organización habló de la película como una obra de ciencia ficción, nada más lejos. No lo es, al menos que queramos forzar el término refiriéndonos la rama de la sociología como una ciencia ficción aquí. Es arte.
Una ballena (Pablo Hernando Hernando, 2024): Una película de ficción, no tanto tampoco ciencia ficción, aunque alguien pueda verse tentado otra vez de referirse a ella así. De ficción porque en realidad se narra una historia donde el elemento alterante es un elemento sobrenatural de la mitología japonesa. Una especie de ballena que no es ballena, sino un ser ancestral que es capaz de raptar humanos y llevarlos a vivir consigo en el fondo del mar. En realidad otorga vida a quien elige, siempre que ese alguien no mate, entonces le resta vida quitándole su líquido elemento blanco. Como sea, una asesina a sueldo parece maldita a serlo, y lo es gracias a que vive por medio de ese ser. Así llega a las rías gallegas, donde se ve envuelta en una guerra entre traficantes de los puertos. En todo este ambiente se mueve el metraje que para ser una primera obra de un director contiene unos efectos especiales bien trabajados y una producción que se puede permitir muchos lujos. Ahora bien, o falla el director o fallan las interpretaciones de los actores, pues muchos de los actores y actrices hablan de manera nada creíble, falta naturalidad. Todo parece recitado. No puede ser que todos los actores fallen, y pienso que quizá no fueron dirigidos todo lo correctamente que pudieron serlo. Pero como idea y puesta en escena de una idea tan complicada hay que decir que si sigue por ahí mejorará y puede que nos dé en el futuro alguna cosa que nos dé que hablar.
La hojarasca (Macu Machín, 2024): Una película intimista y familiar, de ritmo seco y áspero reforzado por ese sonido ambiental sin música que lo falsee. Se trata de la historia de tres hermanas mayores que tienen en común una soltería o viudedad, pobreza y unas tierras en el interior de La Palma, en Canarias, que están llenas de hojarasca. Una de las hermanas tiene una minusvalía y la que la cuida necesita que se reparta la herencia, pero la hermana que vive ahí no quiere partir las tierras, porque hay muchos recuerdos familiares y porque es donde siempre vivió. De fondo el volcán de la isla está empezando a generar actividad para erupcionar, en un paralelismo poético al calentamiento de las propias hermanas, pero en el fondo son hermanas y del mismo modo que el volcán es parte de la isla, ellas son parte de una misma cosa. El largometraje es bastante seco. Casi parece documental, sin serlo. Excelentes interpretaciones. Historia plenamente humana que puede estar narrando la historia de numerosas personas en torno a las conexiones y las desconexiones de hermanos y hermanas que han compartido vidas enteras. Se hace dura de ver, es verdad, pero se trata de una película para digerir lenta y siempre dispuestos a abrir un diálogo propio de nosotros y la vida respecto a los que han compartido vida con nosotros.
El aspirante (Juan Gautier, 2024): Seamos claros, parece Historias del Kronen (Montxo Armendáriz, 1995) puesta al día, o La fiesta (Manuel Sanabria y Carlos Villaverde, 2003). Está perfectamente interpretada. Es creíble. Se trata de un colegio mayor de un internado de hijos de familias ricas que se dedican a crear una semana de novatadas pesadas que rozan o caen en lo ilegal, desde luego en lo amoral. A todo esto, hacia el final de la película volvemos al asunto del falseamiento de la realidad. Tema estrella de este Alcine 53. Una película que rebosa violencia en un ambiente de chavales que quieren someter chavales, y chavales que necesitan ser aceptados socialmente. Marca un rumbo que nos quiere hacer ver los peligros de los ambientes en los que se crían personas que en el fondo por su dinero terminan dirigiendo la sociedad, pero en realidad es la historia de jóvenes a los que se les va todo de las manos. Su ambiente de hijos de ricos me es totalmente lejano, sus costumbres y ritos me parecen más propios de colegios mayores norteamericanos, al menos el que hemos visto en cine, ni siquiera me parece algo de España, pero en vista de lo que se ha visto en telediarios últimamente, supongo que algo de esto habrá. Me es ajeno. Puede entretener. Pero me es ajeno.
Por donde pasa el silencio (Sandra Romero, 2024): Interpretada con un andaluz tan cerrado que en algunas partes se agradecería subtítulos. Esto hace que te alejes a veces, por no poder seguirla. Un chico vuelve a Sevilla para pasar la Semana Santa con su hermano, hermana, madre, padre y amigos, y con un rollo que tiene ahí y que nos muestra una escena de sexo homosexual tratado con total normalidad, o sea: sin destacarle al espectador que es sexo homosexual, sino simplemente sexo. Es un simple detalle, la realidad es que la película nos muestra los problemas de una familia que tiene muchos secretos entre sí, no por quererlos guardar, sino porque no se hablan y salen a la luz cuando el hermano viene de Madrid. Salen a modo de reproches, con cariño y con discusiones. La historia no es novedosa, así que hemos de fijarnos en las interpretaciones y la construcción de la figura de la familia a través de cada personaje. Se me hizo larga, pero quizá sea porque había partes que intuía a falta de entender qué hablaban.
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