Va a ser un verano muy sin música rock en Alcalá de Henares. Ayer se despidió La Panadería, que han decidido cerrar todo el mes de julio para tomarse unas vacaciones antes de regresar en agosto. Eso nos reduce el panorama a muy pocos bares de rock en la ciudad. La verdad es que el verano de 2016 nos está siendo muy de faltar espacios de música. Como sea, antes de ayer los Boo Boo Weavils tocaron en concierto en el Migas, y ayer La Dulce Harley acogió un festival que organizó la organización no gubernamental Policias Sin Fronteras. Hubo un recital de poesía a primeras horas de la tarde de Chus López y Mario Misas, por la tarde una obra de teatro de los hermanos Álvaro Quintero adaptada a un bar de motos, hacia el atardecer un espectáculo de danza, y después un par de conciertos. Recaudaban dinero para dárselo a ayuda a mujeres que sufren violencia de género.
Estos días no tenía mucho que contaros, la verdad. Busco trabajo, mando montones de curriculums cada día. Pienso que la generación de treintañeros actuales era la generación mejor preparada hasta su fecha, ahora vienen otros por detrás a los que les enseñan inglés e informática desde muy niños, tras ellos ya no seremos los mejor preparados. La generación de treintañeros ha visto etiqueta tras etiqueta: los JASP, la generación X, la generación bla bla bla… Creo que la mejor etiqueta la oí a partir de 2010 a consecuencia de la crisis de 2008, que aún sigue: la generación perdida española. Nada tuvimos, nada tenemos, nada tendremos. En 2008 yo tenía 29 años, en el preludio de crisis de 2007 tenía 28 años. Sigo viviendo de milagro gracias a mi madre y el poder vivir con ella… con la economía peor que la de un preadolescente, pero eso sí: muy preparado, con alguna experiencia laboral breve y pasada interesante, un libro publicado, lo que se quiera, pero muerto de hambre y sin vivir en un puente gracias a que mi madre vive. ¡Y en 2016 tengo 37 años! Suponiendo que esta legislatura dure hasta 2020, y es probable que no lo haga a las primeras de cambio en los presupuestos del Estado de 2017, tendré 41 años. Si no logré nada de trabajo estable y digno por la crisis cuando era joven con edad como para iniciar mi propia vida independiente, con 41 años, suponiendo que para el 2020 se hubiera resuelto la crisis (cosa más que dudable) no me darán trabajo por edad, de hecho con 37 años ya no me dan oportunidades… porque se ofertan becas o trabajos para discapacitados preferentemente. Somos, para mí, la generación perdida de España. Y supongo que eso es todo lo que quería compartir hoy. Saludos y que la cerveza os acompañe.
Estos días no tenía mucho que contaros, la verdad. Busco trabajo, mando montones de curriculums cada día. Pienso que la generación de treintañeros actuales era la generación mejor preparada hasta su fecha, ahora vienen otros por detrás a los que les enseñan inglés e informática desde muy niños, tras ellos ya no seremos los mejor preparados. La generación de treintañeros ha visto etiqueta tras etiqueta: los JASP, la generación X, la generación bla bla bla… Creo que la mejor etiqueta la oí a partir de 2010 a consecuencia de la crisis de 2008, que aún sigue: la generación perdida española. Nada tuvimos, nada tenemos, nada tendremos. En 2008 yo tenía 29 años, en el preludio de crisis de 2007 tenía 28 años. Sigo viviendo de milagro gracias a mi madre y el poder vivir con ella… con la economía peor que la de un preadolescente, pero eso sí: muy preparado, con alguna experiencia laboral breve y pasada interesante, un libro publicado, lo que se quiera, pero muerto de hambre y sin vivir en un puente gracias a que mi madre vive. ¡Y en 2016 tengo 37 años! Suponiendo que esta legislatura dure hasta 2020, y es probable que no lo haga a las primeras de cambio en los presupuestos del Estado de 2017, tendré 41 años. Si no logré nada de trabajo estable y digno por la crisis cuando era joven con edad como para iniciar mi propia vida independiente, con 41 años, suponiendo que para el 2020 se hubiera resuelto la crisis (cosa más que dudable) no me darán trabajo por edad, de hecho con 37 años ya no me dan oportunidades… porque se ofertan becas o trabajos para discapacitados preferentemente. Somos, para mí, la generación perdida de España. Y supongo que eso es todo lo que quería compartir hoy. Saludos y que la cerveza os acompañe.
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