jueves, febrero 16, 2006

NOTICIA 31ª DESDE EL BAR: EL INFORME NICARAGÜENSE (2), SANDINO


Pues aquí llega la segunda parte del informe sobre la revolución sandinista. Ánimo, sólo quedan tres. de momento os digo que hoy es un día de desidia. Me estoy planteando muchas cosas en mi vida. La verdad es que lleva demasiado tiempo sin rumbo y sin nada a lo que sujetarse. Y no parece que la situacíón tenga pintas de cambiar. Ni trabajo, ni estudios que me llenen, ni objetivos, ni la Psicóloga como pareja... ¿Serán los tercios de cerveza mi destino? Bueno, mejor eso que los tercios de la legión.

EL INFORME REVOLUCIÓN SANDINISTA (2): SANDINO EN LA GUERRA

EEUU había colocado un gobierno títere en Nicaragua desde 1909 y controlaba toda su producción a través de la United Fruit Company, una multinacional con mucho peso en las campañas electorales norteamericanas. Tras crear la Guardia Nacional, sacó a sus propias tropas de marines de Nicaragua en 1925. Dejaba como presidente a un conservador, Solorzano, quien en 1926 fue presionado insurrecionalmente por el otro conservador Emiliano Chamorro, el cual asumió la presidencia. De modo inmediato estalló una rebelión liberal que protestaba ante esta falta de democracia y que pretendía un proceso de reforma agraria, para acabar con los grandes terratenientes y disminuir la pobreza. Además, querían un Estado laico donde la Iglesia no fuera tan influyente en sectores de la vida política y la educación, pues los liberales la consideraban un factor que favorecía el retraso social del país. El general Moncada era su líder. Ante estos hechos, EEUU volvió a desembarcar a su ejército en el país, mientras intentaba conciliar a liberales y conservadores en varias conferencias celebradas en la propia EEUU. EEUU había desarrollado la Banca nicaragüense, y tenía numerosas inversiones financieras. No podía correr el riesgo de perderlo todo si los liberales alcanzaban el poder y nacionalizaban la dicha Banca, así como varios de los servicios y empresas que crearon los norteamericanos, en especial las explotaciones frutícolas. La intervención norteamericana colocó en el gobierno a un antiguo presidente que ya habían usado, Adolfo Díaz, al que el propio presidente de EEUU, Coolidge, veía como un posible problema para los intereses norteamericanos en Nicaragua, pero que resultaba un mal menor, no obstante. En este contexto, el liberal Moncada proseguía su insurrección, a la que se sumó un trabajador llamado Augusto César Sandino. Este usó tácticas de guerrilla tan exitosas frente al ejército convencional estadounidense y la Guardia Nacional formada por él, que pronto se transformó en el general de la insurrección más popular y famoso. EEUU llegó a una situación desesperante en la que tuvieron que aumentar las tropas propias hasta la cifra de 4.600 soldados en tierra en 1928 y 41 buques de guerra en las costas nicaragüenses. Por primera vez EEUU sufría importantes derrotas militares. Por esta razón, en 1929 comenzó a retirar tropas a la par que formaba a la Guardia Nacional y fomentaba su crecimiento. Al cargo de esta puso al comandante Anastasio Somoza.

En un rápido resumen de la guerra, Moncada se entrevistó con el delegado personal del presidente Coolidge, Stimson, en 1926. Se rindió a cambio de ciertos cargos y determinadas dotaciones económicas, así como la promesa de elecciones futuras, en tanto en cuanto de momento continuara en la presidencia Adolfo Díaz. El resto de generales liberales se rindió de modo idéntico y en fidelidad a Moncada. Excepto Sandino, el cual creyó que esa rendición no era consecuente con los objetivos por los que se había realizado la lucha, los cuales eran, principalmente para él, que Nicaragua alcanzase su plena soberanía sin intervención alguna de otro país, en concreto de EEUU. Sandino continuó la lucha desde el norte y el Oeste de Nicaragua. En 1928 las elecciones colocaron en el gobierno a Moncada, con apoyo y cobertura de EEUU. La guerra se recrudeció. La jerarquía alta de la Iglesia apoyó al gobierno y a los EEUU. Sandino infringió numerosas derrotas a sus enemigos, los cuales llegaron a usar gases letales y la táctica de trincheras en algunas ciudades, que eran inútiles ante las tácticas de guerrilla y espionaje de los sandinistas. Ante el apoyo popular que recibía Sandino, los EEUU y Moncada optaron por crear campos de concentración que minaron la salud de mujeres y niños, lo que fue denunciado por la Foreign Police Association. En 1932 el liberal Sacasa ganó las elecciones, tras un periodo de guerra muy enrarecido y con sucesos atentatorios contra los derechos humanos de contendientes y no contendientes. Sacasa era más proclive a las ideas de Sandino. Nombró al conservador Anastasio Somoza jefe de la Guardia Nacional, pero a la par logró que EEUU se retirara definitivamente de Nicaragua, ya que comenzó él mismo conversaciones con Sandino. Llegó a firmar la paz y a hacer declaraciones conjuntas con Sandino, el cual ganó gran popularidad en el resto de Iberoamérica que deseaba seguir su ejemplo. Pese a que estadounidenses pretendían ver la paz como resultado de sus acciones, en realidad se trataba de su derrota. Sacasa, efectivamente, también compartía la idea de que Nicaragua no debía permitir las intromisiones de otro Estado en su política y economía. En 1934, al invitar a Sandino a una cena, este fue raptado y asesinado junto con otros sandinistas. El autor de los hechos fue Anastasio Somoza, quien con su Guardia Nacional ya estaba desmantelando las poblaciones sandinistas. Sacasa quiso castigar a los responsables del crimen, sin embargo no pudo. Él mismo sufrió un golpe de Estado dado por Somoza en 1936, con el beneplácito de EEUU.

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