¡Ursulus, ven, hay gente observándonos! Caray, no creí que la gente fuese a detenerse en esta blog y me encuentro hasta tres comentarios. Pues nada, bienvenidos almas de cántaro, trataré de contestaros. El informe de hoy tiene que ver con una noticia de las necrológicas del periódico. Parece ser que el día 11 de este mes falleció Alan Sytner, un personaje de tercer plano en la Historia del rock, pero que hay que mencionar de forma obligada. Así que venga, me dije hoy después de asesinar a mi barra de pan Winnie rallándola (ahora me observan miles de ojos desde el bote del pan rallado), pues eso, me dije: venga, a espiar la vida de este tío y a reportar un informe desde el bar.
El informe Alan Sytner:
Alan Sytner era un tipejo joven, británico para más señas, en la década de 1950' y había estado viajando por Francia. En París encontró un local de música jazz que le apasionó y le obsesionó con esa clase de música. El local en cuestión se llamaba Le Caveau y él en cuestión era de Liverpool. Al regresar a Gran Bretaña, a su ciudad, creó el club de jazz The Cavern, más otro local más. Su idea era ampliar el negocio de los locales de jazz hasta inundar su país de locales que difundieran los ritmos jazzísticos. Esto ocurría en 1957. Gran Bretaña, como gran parte de Europa, aún se estaba reconstruyendo tras la Segunda Guerra Mundial. Los instrumentos musicales eran pocos y caros, por lo que habitualmente los jóvenes grupos eran de skiffle, una música que se tocaba con instrumentos improvisados (tablas de planchar, botellas, cajas de zapatos con gomas y esas cosas). El negocio le debió ir bien, porque The Cavern se transformó en un lugar de referencia, pese a que los ritmos que estaban ganando a la Gran Bretaña no eran los de jazz, si no los del rock que se oía en las emisoras de radio piratas. Así pues, en 1959 Sytner vendía The Cavern y se ponía a vender automóviles de lujo, trabajo que mantuvo hasta el día de su muerte el día 11 de enero de este 2006, vamos, hace cuatro días. La cuestión es que el nuevo dueño de The Cavern comenzó lo que llamó Las Noches de Sesión Beat. Así comenzó a llenarse el lugar de seguidores del movimiento Beat y surgió la oleada de la primera música beat, Gerry and the Peacemakers y toda esa gente. Hasta que un buen día de 1961 comenzó a tocar allí un grupo llamado The Beatles. El resto es Historia. En 1962 estuvo entre el público un hombre de negocios llamado Brian Epstein. Especulaciones aparte de si se quería ligar o no a John Lennon, les ofreció un contrato que les llevó a ser de estrellas del rock local a estrellas del rock británico ese mismo año. Luego... estrellas del rock europeo, y en poco: estrellas del rock mundial, revolucionarios de la música y de las costumbres sociales y finalmente: mitos que hoy día se estudia en los colegios junto a Mozart, Wagner o Beethoven... y no miento, si tenéis a niños pequeños cercanos que estudien secundaria cogedles sus libros de texto, los referentes a música les incluye junto a esos autores. Nada más que añadir salvo que ahí nos deja otro de los pioneros de la cultura actual, aunque en cierto modo indirecto. Que la cerveza os acompañe.
El informe Alan Sytner:
Alan Sytner era un tipejo joven, británico para más señas, en la década de 1950' y había estado viajando por Francia. En París encontró un local de música jazz que le apasionó y le obsesionó con esa clase de música. El local en cuestión se llamaba Le Caveau y él en cuestión era de Liverpool. Al regresar a Gran Bretaña, a su ciudad, creó el club de jazz The Cavern, más otro local más. Su idea era ampliar el negocio de los locales de jazz hasta inundar su país de locales que difundieran los ritmos jazzísticos. Esto ocurría en 1957. Gran Bretaña, como gran parte de Europa, aún se estaba reconstruyendo tras la Segunda Guerra Mundial. Los instrumentos musicales eran pocos y caros, por lo que habitualmente los jóvenes grupos eran de skiffle, una música que se tocaba con instrumentos improvisados (tablas de planchar, botellas, cajas de zapatos con gomas y esas cosas). El negocio le debió ir bien, porque The Cavern se transformó en un lugar de referencia, pese a que los ritmos que estaban ganando a la Gran Bretaña no eran los de jazz, si no los del rock que se oía en las emisoras de radio piratas. Así pues, en 1959 Sytner vendía The Cavern y se ponía a vender automóviles de lujo, trabajo que mantuvo hasta el día de su muerte el día 11 de enero de este 2006, vamos, hace cuatro días. La cuestión es que el nuevo dueño de The Cavern comenzó lo que llamó Las Noches de Sesión Beat. Así comenzó a llenarse el lugar de seguidores del movimiento Beat y surgió la oleada de la primera música beat, Gerry and the Peacemakers y toda esa gente. Hasta que un buen día de 1961 comenzó a tocar allí un grupo llamado The Beatles. El resto es Historia. En 1962 estuvo entre el público un hombre de negocios llamado Brian Epstein. Especulaciones aparte de si se quería ligar o no a John Lennon, les ofreció un contrato que les llevó a ser de estrellas del rock local a estrellas del rock británico ese mismo año. Luego... estrellas del rock europeo, y en poco: estrellas del rock mundial, revolucionarios de la música y de las costumbres sociales y finalmente: mitos que hoy día se estudia en los colegios junto a Mozart, Wagner o Beethoven... y no miento, si tenéis a niños pequeños cercanos que estudien secundaria cogedles sus libros de texto, los referentes a música les incluye junto a esos autores. Nada más que añadir salvo que ahí nos deja otro de los pioneros de la cultura actual, aunque en cierto modo indirecto. Que la cerveza os acompañe.
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