lunes, enero 02, 2006

QUINTA NOTICIA DESDE EL BAR: EL INFORME BIOJULIET,el año nuevo 2006

Un año nuevo, tu madre te despierta para comer en familia cuando en realidad terminas pasando la resaca en familia. Peor aún si días antes te comprometiste con tu madre a hacerle la comida el día 1. Y me refiero a comida culinaria, esto es una aclaración para toda aquella clase de pervertidos sexuales de la red y / o de mi círculo de amigos con diversas filias aún sin clasificar por los sexólogos.

En fin dentro de unas semanas será otro año nuevo, el hindú. Pero da igual, vivimos en el pasado. Los japoneses y los chinos lo hacen constatar en su calendario. De hecho deberíamos hacer culto a las sociedades orientales. Yo tengo un plan de futuro al respecto. Ya que ellos hacen grandes negocios en España, al menos a nivel familiar y / o calles de Malasaña, nosotros deberíamos imitarles. Propongo emigrar a Pekín para vender comida rápida en sus noches etílicas o arroceras. No, no venderemos arroz tres delicias, hay que hacer como ellos y llevarles algo autóctono de nuestro país, para que lo compren por exótico: peladillas, cordero de Segovia, judiones de Ávila, paella valenciana, callos a la madrileña, cocido y migas extremeñas. Y puesto que China es el país donde más penas de muerte se ejecutan al año, unas 30.000 según la ONU, pues en los días de ejecución particular: bocatas de chorizo, de queso y de jamón, y para los días de ejecuciones políticas masivas pues una empanada gallega.

En fin, gente menuda (menuda la tengo yo también tras ver el modelito de la Anne Igartiburu en las doce campanadas del fin de año) el informe de hoy se reduce al sms que biojuliet me envío a mi teléfono móvil (oh, qué vil soy dando dinero a las compañías telefónicas, ¿por qué no usaré tam tam?) y a su respectiva contestación:

El informe biojuliet. 1 de enero de 2006: Aviso a toda la población, el simulacro de paz y amor ha terminado. Guarden todos los langostinos, insulten a sus cuñados y disuélvanse. 2 de enero de 2006: parte de guerra. Hay un disistente a concluir el simulacro de paz y amor. Disparen a sus ideas.

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