jueves, agosto 14, 2025

NOTICIA 2404ª DESDE EL BAR: DE LO DE LOS 4 FANTÁSTICOS

Ayer, aprovechando con ese viento que hizo y con que las entradas eran más baratas, fui al cine para ver Los 4 Fantásticos (Matt Shakman, 2025) con la misma amiga con la que vi Superman. Me gustó que el director quisiera mantener la estética y ambientación de la década de 1960 en la que nacieron en Estados Unidos. Incluso se hizo un breve resumen de sus primeras aventuras nada más ser mutados en superhéroes, que correspondía con las primeras aventuras del cómic. En España llegaron más tardíamente, por cuestiones de censura en la dictadura de Franco en el cómic de superhéroes, aunque en el tardofranquismo pudo levantarse la mano muy poquito como literatura adulta, no como infantil y juvenil. Su momento de esplendor en España fue tardío, ellos crecieron aquí más bien en la Transición, desde 1976, cuando se editaron por primera vez la gran mayoría de sus aventuras escritas a principios de los 1960. Yo ya hablé de censura en superhéroes en aquella España en mi libro Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. La cosa es que los héroes de Marvel eran todo un frescor en la segunda mitad de los 1970 españoles y eso permitió que hicieran aquí la misma revolución que hicieron en su país década y media antes. Se fueron comiendo a los héroes DC. Quienes fuimos niños durante toda (digo toda, desde el principio) la década de 1980 sabemos que en origen los personajes más exitosos de Marvel en España fueron Los 4 Fantásticos, Spiderman y La Masa (posterior Hulk), quizá seguidos luego por Capitán América, Thor y Los Vengadores. A lo largo de esa década cobraron el relevo Iron Man, Conan, Patrulla X (posterior X-Men), Lobezno (posterior Wolverine), La Cosa en solitario, Dare Devil, El Castigador y otros. Pero en un primer momento, Los 4 Fantásticos, Spiderman y La Masa fueron los fundamentales. 

Yo del mundo Marvel tenía mi preferencia de favoritos en Patrulla X y en Lobezno, especialmente, pero estos fueron más relevantes hacia la segunda mitad de la década, dando la mano a los años 1990. Algún cómic propio tuve, pero las cosas... en fin. Luego me gustaba mucho Spiderman, y leí montones de cómic de él, pero estos no me pertenecían, salvo un Spiderwoman antiguo que me compraron, no entiendo mucho la razón en aquella época, hay que ponerse en contexto sociocultural de los 1980. Capitán América no estaba mal para mí en aquel momento, incluso me compraron un cuaderno con él, pero apenas leí cosas de él, la verdad, normalmente aparecía en mis lecturas con Vengadores o con las Secret Wars. Supongo que en aquellos primeros momentos, antes de Patrulla X, me decantaba por Spiderman, leía viejos cómic de La Masa y me gustaban bastante Los 4 Fantásticos, de los que veía sus dibujos animados y de los que fui seguidor de La Cosa en solitario tiempo después. Pero  mis padres nos compraron pocos cómic de Los 4 Fantásticos, normalmente había que topárselos como artistas invitados o como segundas historias en revistas de otros personajes. En Spiderman no, allí lo común solía ser que la historia secundaria fuera de Dare Devil y en ocasiones de El castigador, antes de tener serie propia... por cierto, a comienzos de los 1990 me enganché a este personaje y a alguna cosa de Motorista Fantasma, aunque muy de niño me daba cosa leerle.

Los 4 Fantásticos eran una serie con una cierta dosis metafísica del universo mezclada con un lenguaje pseudocientífico, pero era también una familia que era un grupo de amigos. Uno real, con problemas internos, afinidades y peleas puntuales. Eso se vio bien en la anterior película de los años 2000.

Tengo un viejo amigo que lo leía más que yo. seguro que me corregiría cada cosa que dijera, aunque sólo fuera por llevar él la única palabra posible sobre el grupo.

La película tiene uno de los mayores acercamientos al espíritu del cómic original que se han rodado. Incluso el carácter de héroes populares y queridos un tanto näif. Tiene su música que nos recuerda los años 1960 y, como familia que es, pareciera rodada precisamente para eso: para las familias. 

Cobra el mayor protagonismo Sue Storm, con lo que la heroina principal es ella, empodera a la mujer en este mundo de superhéroes, aún siendo un metraje que equilibra muy bien la aportación de protagonismo de todos. Sue Storm es una heroína en esta película que no necesita imitar a un hombre. Ella es poderosa y empoderada, pero no rechaza tampoco su ser mujer, no necesita sentir, pensar ni comportarse como hombre, tal como hicieron con otras superheroínas, que por desdibujarlas eran incluso la versión mujer de héroes masculinos en nombre y en traje. Ella no necesita eso. Ocurría tammbién en el cómic. Tal vez por eso, en los años 1960, junto a Wonder Woman en DC, eran las dos heroínas femeninas por excelencia para las niñas y jóvenes, y no eran rechazadas en absoluto por niños y jóvenes. Luego vendrían las de Patrulla X, pero eso es otra historia, una más rebelde. No olvidemos que Sue Storm aquí es esposa de Reed Richads y hermana del Hombre Antorcha, que incluso fue madre de un niño y una niña. Y no es que fomentara la convencional madre de familia, ella era algo más, una mujer independiente, que no tiene porqué ser ama de casa y que toma sus decisiones, entre ellas: tener familia.

Galactus, uno de los personajes más malvados de Marvel y ahora mismo, tras esta película, tal vez del cine, aparece aquí en todo su explendor. Estela Plateada, aquí en su versión femenina más reciente, ene mis épocas era un hombre, es otro de los grandes personajes del cine Marvel.

Aunque el guion tiene algo en su primera mitad que no terminó de engancharme o de hacerme empatizar con lo que les pasaba, hacia la mitad de la película esto cambia, porque además uno de esos ganchos está no tanto en los personajes, sino en ese tratamiento mediático que de ellos se tienen, y en consecuencia en cómo viven la fama en su vida íntima. La vida íntima de La Cosa aparece en el cómic, pero en esta película también, con su pasión familiar que se ve acomplejada e imposibilitada por esa transformación en hombre de piedra. No me convence su barba en esta película, pero se tolera.

Quizá son sus detalles lo que más me gusta del metraje junto a orientaciones sutiles que, dentro de una historia de superhéroes, nos muestran otros aspectos más mundanos. Ahora bien, como ocurriera en otras películas de superhéroes posteriores al 2001, parece que muy de fondo hubiera un mensaje de desastre bélico inminente e inevitable, por lo que vienen tiempos de sacrificio. Sin embargo, mientras en otras películas del género esta inevitable ida a la guerra, la muerte y la destrucción se resuelve aceptando el sacrificio, en esta otra el mensaje es otro más positivo. Desde el intento de agotar todos los medios pacíficos antes que luchar, a los intentos de evitar muertes, incluso del malo, como de minimizar todos los daños posibles, al menos en cuanto a vidas se refiere. Y ahí hay otra vuelta de tuerca, un mensaje del director en estas épocas de guerras: hay que evitarlas, pero si son inevitables, hay que reducirlas a los mínimos daños posibles... Aún siendo que por aquello del espectáculo en esta película lo mínimo es mucho.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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