martes, agosto 12, 2025

TICIA 2403ª DESDE EL BAR: O LA BRISA

Trabajar en casa con el ordenador en mi despacho es algo propio de sauna. Esta extensa ola de calor va camino de cumplir dos semanas de extensión y ubica a Alcalá de Henares entre los 39º y los 40º en las horas de máximas, los cuáles suben cuando inciden sobre asfaltos y paredes que hacen que por un lado se tenga mayor número de grados y más sensación de calor, así como crean un efecto horno dentro de los hogares que, como el mío, no tiene más medio de refrigeración que los tradicionales de cerrar ventanas o hacer corrientes de aire (cuando hay brisa). Mis ocho horas de trabajo hacen aumentar más le temperatura en el despacho, por una parte por mi propio calor corporal, que aunque parezca que no suma grados a la pequeña habitación, por otro lado por el recalentado del ordenador encendido y su batería. Hace un rato miré el termómetro del cuarto y estaba tres grados por encima de lo que marca el de la calle. 

Una enorme mancha de sudor marca el respaldo de mi silla, al que le he puesto un par de camisetas viejas, por aquello de la higiene y ser más fácil de lavar. La radio da noticias de guerras, de corrupción o, como hoy, de incendios. Ayer hubo una gran cantidad de humo y cenizas sobre Alcalá de Henares por un incendio a últimas horas de la tarde que aún sigue activo esta mañana. Fue en Tres Cantos, a treinta y seis kilómetros de Alcalá. No es el primer efecto de incendio este verano sobre la ciudad este año. Hubo otro en Azuqueca de Henares y aún otro en una fábrica en los barrios de entrada a Madrid desde Alcalá que dejaron sentir sus efectos. Alcalá misma ha tenido sus propios incendios este año, afortunadamente pequeños en comparación con los otros, en la Isla de los García, creo que en la Esgaravita y Los Olivares-La Seda. 

Es un año recalentado en la segunda mitad de la canícula, que está a tres días de acabar. la primera mitad de la canícula fue sorprendentemente más fresca por una inusual y anómala lengua de frío que nos llegó del Ártico. 

Los polos se derriten, eso no es bueno. No hace mucho leí en prensa que la quema de espacios naturales en Europa la está colocando en un punto drástico de posible no retorno. Eso tendría consecuencias catastróficas, pero hablando de esto con un vecino, este, preocupado, dijo que la peor parte se lo llevarían los de la playa, porque se quedarían sin paseo marítimo. La gente sigue sin ser conscientes de verdad de lo que va esto y las consecuencias realmente graves de todo esto. La misma persona es renuente al reciclado y si puede viajar, viaja a todas horas aunque no lo necesite.

A otras generaciones se les pidió morir en las Termópilas, en las playas de Normandía, en Poitiers, sacrificarse en Verdún, inmolarse en Sagunto, caer en Waterloo, a la nuestra se le pide consumir menos y más ecológicamente, no abusar del aire acondicionado, no coger tanto el avión o el coche, ser más respetuosos con el medio ambiente, conservar la Naturaleza, y pareciera que se hubiera pedido un imposible.

Hace calor, es la canícula; sólo que la canícula últimamente va siendo cada vez más brutal, cada año un récord.

Y sin embargo, la primera parte de la canícula tuvo sus momentos frescos. Ay, el Ártico.

Saludos y que la cerveza os acompañe... o la brisa.


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