lunes, agosto 25, 2025

NOTICIA 2407ª DESDE EL BAR: ÑAPAS

Voy a mitad de vacaciones ya con las ferias empezadas y un concierto de Burning gratuito, mientras las amistades, salvo dos, están todas desaparecidas en sus vacaciones. Está claro que están siendo unas vacaciones calamitosas, ya lo dije cuando Ávila (Noticia 2406ª). Es como si no fuera vacaciones, sino como cuando me ha tocado estar desempleado. 

Ayer pasee por la Plaza de Cervantes y me topé con la alcaldesa y buena parte de sus concejales en un evento de una peña festiva. Me crucé con numerosas charangas. Y, en fin, alguna cara conocida de otros tiempos me encontré. En eso las fiestas parecen cumplir en algo.

La cosa es que ya la otra vez, cuando hablé de los problemas económicos incluso teniendo trabajo este año, mencioné que hice unas obras en casa, unas ñapas. Así fue. El primer día de vacaciones me propuse pintar el despacho de mi casa y la cocina. Y ahí se complicó la cosa.

Comencemos con que hace unos años el piso encima del mío estaba ocupado de manera ilegal, aunque en la televisión o la radio haya quien se empeñe en decir que esto no ocurre, que todo es mentira, y lo explican trabucando los términos y llamando a la ocupación de otro modo porque técnicamente es así (y llevan razón), a efectos prácticos y pragmáticos, los pisos se ocupan y a quien le toca la china ya le puedes explicar el diccionario y el código civil que la china le ha tocado y la tiene en el zapato. La cosa es que el piso de encima mía hace unos años, no muchos, creo que en 2018, estaba ocupado ilegalmente y no tengo muy claro que hicieron que tuvieron una avería gigante en sus cañerías que, aunque les pedí que lo arreglaran, tardaron una semana en hacerlo porque, vaya por dios, alguien les alquilaba el piso y ese alguien no quería saber nada. Al final tuve que recurrir en tono serio tirando a enfado a mencionar que si no llamaba al seguro, yo llamaba a la policía, más que nada porque mi baño literalmente no sólo tenía todo el techo empapado, sino que goteaba abundantemente y tenía que estar quitando y poniendo cubos de agua. Fue mencionar el asunto de la policía y reforzarlo llamando luego al administrador para que o se lo dice o le informe que iba a llamar a la policía, que, oh, milagro, la persona que alquilaba llamó a su seguro tras haber estado una semana así, cuando desde el primer momento hubiera sido algo menor. Arreglaron el techo del servicio, las paredes, también el pasillo, pues traspasaba ya estancias, y tuvieron hasta que mandarme un carpintero a que arreglara la puerta, pues el agua hinchó los cercos y maderas. El carpintero mal arregló la puerta, me quejé y volvieron los carpinteros negando la mayor sobre si la puerta cerraba o no cerraba antes de ellos. La puerta cerraba, ya lo aseguro yo, pero como dijeron que si mantenía la queja a ellos los sancionaban, pequé de bueno o de tonto, y les dije que dejen que al menos se cierre entornada y valía. Las cosas no deberían ser así, pero son. Eran gente de MAPFRE.

La cosa es que al final aquella familia que ocupaba la casa terminó siendo desalojada con el tiempo y la mujer que alquilaba la casa decidió venderla a un banco y el banco rápidamente la vendió a nuevo vecino sobre 2020 ó 2021. Este decidió hacer obras de reforma y en esas obras supongo que debió cambiar suelos o algo, porque durante un tiempo largo dio unos macetazos que temblaba toda mi casa. Yo no sé si la gente se da cuenta de si vive en una casa o en un piso, y en este caso, vive en un piso y abajo hay gente, yo en concreto. Sea como sea, le dejé hacer sus obras porque entre vecinos entiendo que hay que llevarse bien y hoy por ti y mañana por mí. Entre golpe y golpe se crearon grietas que yo pensé que eran en la pintura, por lo que no me quejé, pues pensé que era algo tan menor que ya pintaría la casa más adelante, porque además llevaba ya un tiempo sin pintar. 

Un poco más adelante, una avería en la bajante de la comunidad de vecinos en 2023 hizo que se tuviera que abrir por mi servicio para arreglarla y así dejar de calar al vecino de abajo. Cuando se abrió, los fontaneros dictaminaron que mis cañerías de 1974 eran de plomo y estaban mal, por lo que no sólo era avería en la bajante, también lo era en todas las cañerías de mi baño. MAPFRE, que también es mi seguro, no me lo cubrió, pero me hizo precio para contratar a un equipo suyo que lo arreglara. Hice aquella obra. 

Explicado todo esto, cuando retiré los muebles del despacho para pintar en mi primer día de vacaciones, descubrí que aquellos obreros habían atravesado la pared del servicio y derribado parte de los rodapiés, cosa que no vi hasta el jueves pasado porque estaba tapado por una estantería. Los obreros por fuerza debieron verlo, porque se veía hasta una de las tuberías nuevas, pero se callaron. Tras tanto tiempo pasado pensé que era inútil reclamarles nada a estas alturas porque iban a negar la mayor, igual que cuando la puerta. La cosa es que cuando me subí al techo vi que de aquellas humedades anteriores de cuando la familia ocupa, parte del yeso estaba muerto, para caerse, y es que en aquella ocasión a los obreros no les dio por comprobar el estado del despacho, que está dando con el servicio y la bajante. Y cuando me fui al otro lado del techo, aquellas grietas que yo creía en la pintura, eran grietas del yeso también, y esas fueron por los golpes de mi vecino cuando reformó su casa, pero pensé que si yo iba y le comentaba esto, aparte de no enterarse de nada, porque no le dije nada en su día, me iba a tomar por timador. Así que, estoicamente, haciendo memoria de cuando levantaron un tabique en mi casa, por primera vez me puse a hacer algo de albañilería para arreglar la pared en el rodapié y reponer algo de yeso, con la idea de pintar y de que en el futuro, si hay dinero, la próxima vez que pinté llamar a alguien profesional que terminé de arreglar todo esto antes de que se caiga todo el yeso del techo.

Y así, las reparaciones las hice al segundo día de vacaciones y pinté y rematé entre ese y el tercero. Al cuarto me puse a pintar mi cocina. Me encontré el mismo problema de yesos muertos que en el despacho, también producto de aquella reforma del vecino y mezclado con años y años de calores y humos propios de la cocina, que en las obras antiguas, como esta casa de 1974, les hace estragos. Saneé una buena parte e igualmente me anoté en la cabeza que en el futuro hay que reponer posiblemente más yeso. Pero en estas estaba cuando al apoyarme en los azulejos, estos estaban ya huecos, pues antes se construía mezclando el cemento con mucha tierra y el paso del tiempo los va desmigajando, así que se cayeron seis azulejos. Reponerlo ya me sobrepasaba y, aunque sé la teoría de cómo hacerlo, pensé que para ser la primera vez que ejercía de albañil con lo del rodapié ya tuve suficiente. Llamé a mi seguro y MAPFRE de nuevo se desentendió, por ser una casa antigua sin reforma, pero volvió a ofrecerme a un profesional que me lo trabajara haciéndome precio. Me puso un metro cuadrado de azulejos, o sea: reparó lo caído, advirtiéndome de que tarde o temprano deberé afrontar una reforma integral, pues el resto de azulejos no parecen estar en mejor estado. Y lleva razón. Además, este hombre trabajó muy bien, rápido y lento, y sincero, fue sincero. Hizo lo que le tocaba, eso es así.

También es verdad que pedí ayuda explícitamente para las reparaciones, pero nadie vino, o no contestaron, o contestaron para darme explicaciones no pedidas de excusa de porqué no vienen, Lo gracioso es que una vez hechas las ñapas algunas personas me han preguntado por cómo las hice e incluso me han dicho que ellos me hubieran ayudado... cuando ya está hecho... y no fue porque antes no pidiera ayuda.

¿Por qué pago un seguro que no quiere cubrirme nada (incluido un lavabo roto hace un año) y todos los años me sube cuota? En fin, lo sigo pagando por si hay averías que afecten a los vecinos, pero deberían repensar sus políticas de reparaciones, porque yo supongo que habrá quien deje de pagarles y se vaya.

Sea como sea, pensando en todo esto, también me quedé pensando en todas aquellas persona de mal humor con quejas permanentes o que no se confían de obreros o vecinos. Y pensé que en todas las épocas han existido, igual que en todas las épocas han existido borrachos y ancianos en los bares. Y seguirán habiendo. Y esto no es porque alguien se plantee serlo. Nadie de niño se plantea ser cascarrabias de mayor, o cualquier otra cosa que a veces nos hace gracia. Y pensé que en el fondo esto ocurre porque con el tiempo se aprende a base de palos como estos, de palos a personas que por buenismo han terminado siendo perjudicados, perjudicados por aquellos a los que no se quiso perjudicar. Si cuando ocurren las cosas se hablasen y se arreglasen correctamente sin más, sin entrar en conflictos, ni en recelos, ni en mal estar ni mal rollo, nos evitaríamos mucho. 

Al final todo esto es dinero y no siempre se tiene dinero. Imaginemos que en el futuro, cuando los yesos muertos ya no puedan más y se caigan, yo no tengo dinero para afrontar poner un techo nuevo, de hecho ahora mismo no lo tengo, y pensemos que todo esto se ha debido a lo largo de los años de todos estos problemas comentados. Al final, cuando se malvive imagino que a la gente se le agria el carácter. Y que quizá, por ello, cuando la gente va aprendiendo a base de palos las consecuencias futuras de las cosas termina intentando evitar las por venir y a la más mínima obra del vecino se termina yendo a la puerta del mismo, no para pararle la obra, pero quizá sí para hacerle que se las tome con calma, que abajo de su casa no hay asfalto, hay otra vivienda. O bien gente que a la primera mancha de humedad ya protesta, para que la tomen en serio. O esas personas que cuando vienen obreros a su casa están todo el rato encima de ellos viendo que hacen y que no hacen e incluso comentando aquello que no les convence.

Claro que el mundo puede ser mejor, pero eso se logra no sólo de parte de una sola parte, sino si todas las partes ponen de su parte. O quizá habría que usar el verbo pusieran de su parte.

En fin, que estoy a mitad de vacaciones y que estoy pensando si en REMAR, una asociación de rehabilitación de personas mediante la restauración de muebles viejos que luego se venden muy baratos de segunda o tercera mano, venderán una estantería de determinado tamaño que necesito. Ya de perdidos al río. Estas vacaciones no están siendo la gloria, pero al menos trato de avanzar en algo. No tengo claro si comprar ahora la estantería o esperar un tiempo, quizá con mirar me vale para hacerme una idea de lo que hay y por cuánto.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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