martes, julio 26, 2022

NOTICIA 2152ª DESDE EL BAR: IV RECITAL A LA SOLERA DE LOS LUNES DE JULIO

Mi equipo informático está viejito y con estos calores el sobrecalentamiento le sienta mal. Tarda un exceso de tiempo en obedecer una orden y a veces no la obedece bien porque la mezcla con otras anteriores, así que es algo desesperante. Puedo tardar un exceso de tiempo en realizar operaciones muy simples, tanto que sobrepasen horas donde prácticamente solo espero. Pongo el ventilador, pero no es suficiente, esa es la razón por la que en estos días de inmenso calor tardo tanto en renovar como en aparecer por redes sociales. Tampoco quiero forzar los circuitos, aunque ellos solos se fuerzan a poco que quiero hacer.

Hoy termina la interminable segunda ola de calor de este año, recordemos que la primera fue a destiempo a final de primavera, pero aún con todo la última quincena de julio y la primera de agosto es el periodo más cálido en la península Ibérica por una cuestión física de posicionamiento del planeta Tierra respecto a la incidencia de los rayos del Sol en este espacio geográfico que ocupamos, así pues, queda el calor propio del verano, y ya veremos si hay tercera ola de calor. Hemos pasado tanto calor estancado que, por otra parte, a poco que baje un par de grados nos va a parecer fresquito. Voy a decir algo polémico, pero real. Por las noches de esta ola de calor  tan asfixiante hacia fresco. Me explico. Para ir a trabajar debo coger el tren en la Garena y como está entre diez y quince minutos andando de mi casa, voy andando en la madrugada. Si conocéis su acceso sur sabréis que la calle Fernando Fernán Gómez y la avenida de Madrid casi no tienen casas, así que casi no hay calle, pues son fantásticos los paseos porque es salir a ellas y todos los días hace fresco. El horno es la ciudad y nuestras casas; ayuntamiento y arquitectos deberían plantearse muchas cosas. Por cierto, en Madrid en General Lacy, una calle amplia y arbolada de la capital camino de mi curro... también hace fresco y es pleno centro de la ciudad capital. Deben pensarse muchas cosas, pero de esto ya hablé (Noticia 2147ª).

Sea, como sea, hoy os escribo aprovechando que me está dando algo de cuartel el ordenador para explicaros el porqué de la tardanza, otro día trataré de contar algo más interesante. Entretanto me he entregado al suelo de piedra y a la penumbra junto a mi gata, en determinadas horas al ventilador, intentando aprovechar las corrientes de aire entre ventanas cuando se puede, aunque casi ni ha hecho aire. El edificio donde vivo es de 1974 y está mal aislado, de hecho no está aislado. La cerámica del ladrillo se recalienta toda la tarde al sol y eso hace del interior de la casa un especial hornillo que permanece en la noche. Ayer y hoy, con la brisa que ha habido, tanto la gata como yo hemos estado más activos, y eso, después de casi una quincena de días de ola de calor, se agradece. 

Bien es cierto que el viernes fui a un concierto de Guizard (grande El Flecha) en la terraza del hotel El Bedel. Y bien es cierto que el pasado lunes y el de ayer participé de los encuentros poéticos de la Librería Domiduca llamado Recital de Poesía de los Lunes a la Solera, que se hace cada lunes solo de los meses de julio. Fue una iniciativa de Marcos, el dueño de la librería, y el poeta Enrique Sabaté que se realizó en 2016, 2017 y 2018. En 2019 no se hizo, a modo de ayuda a Marcos, que es amigo mío, atendí aquellos lunes su librería, porque él y Asela no podían, y no se convocó. En 2020 y 2021 no se realizó por prevención de la pandemia de la Covid-19, pero este 2022 lo han recuperado Marcos y Asela por insistencia a iniciativa de Zia Mei y Maribel Domínguez. En esta cuarta edición han participado sobre todo gente de los entornos literarios de Notting Hill y del Grupo Zero, de Alcalá de Henares, pero también Micaela García, hija de la poeta Mariana Romero-Nieva y otras personas que no se asocian a grupos literarios, como pueda ser Alicia, violinista conocida de la ciudad, o por ejemplo un chico llamado David que ayer quiso presentar su libro. Yo participé el lunes 19 de manera sobria con algunos poemas míos, y ayer con un poema de San Juan de la Cruz y otro de Caballero Bonald. En estos encuentros es cierto que respecto a las tres ediciones anteriores la media de edad era más alta y eso tuvo su peso en lo que se seleccionó para leer, aunque hay que decir que escuchar una canción en flamenco de la voz de Gloria Gómez, que era de Lola y Manuel, o la versión teatralizada de la Canción del Pirata de Espronceda, pues tiene su punto, como tuvo su gran punto el sentido poema que una de las recitantes le dedicó a un hijo muerto. Muy buen poema. Y por supuesto escuchar a Micaela recitar a su madre, que no podía asistir, pues es algo emotivo. 

Un saludo a todos y que la cerveza os acompañe. Otro día, algo más.

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