lunes, julio 11, 2022

NOTICIA 2150ª DESDE EL BAR: AL QUE LE TOCA, LE TOCA

He solicitado esta semana la ayuda de 200€ que ha ofrecido el gobierno a los trabajadores que el año pasado ingresaron menos de 13.000 euros. La cosa es que la ayuda se me figura un poco anécdotica, porque solo es un único pago y aunque el preámbulo del Boletín Oficial del Estado habla de las necesidades creadas por la guerra de Ucrania, la inflacción y demás, pues esa ayuda única lo único que puede arreglar es aliviar un poco, tampoco demasiado, un mes. Curiosamente hace mucho hincapié en que esos ingresos brutos han de resultar de los ingresos de toda la unidad familiar o de convivencia en el hogar, por lo que pienso que una vez más el gobierno piensa en las familias, y nunca apunta a los solteros. Pero resulta que es a los solteros a los que nos cuesta más esfuerzo salir adelante, porque las parejas pueden compartir sueldos, rara es la unidad familiar que teniendo ingresos varias de las personas componentes ganen menos de 13.000 euros, haberlas las hay, pero no son tan comunes, repito; no son comunes si trabajan los dos miembros de la pareja o incluso hijos e hijas. Al soltero y soltera se nos ocasiona más problemas económicos, y se nos pide más esfuerzos, y no parece que a la hora de ofrecer ofertas se acuerden que existimos, aunque estemos evidentemente presentes por ejemplo en la esencia de esta ayuda.

Yo el año pasado cobré en torno a 11.000 euros, lo cierto es que he repasado toda mi vida laboral y a pesar de mi edad jamás he ingresado 12.000 euros al año. Para mí que habría que revisar el tópico que dice que por lo común con la edad se cobra más, se mejora laboralmente, hay estabilidad... a mí no me ha ocurrido ni con la actual reforma laboral. Soy lo que se considera un trabajador que, entrando y saliendo del paro, ni trabajando puede vivir medianamente tranquilo, estoy en lo que se considera en las estadísticas umbral de la probreza en España. Afortunadamente a fecha de hoy no he tenido problemas económicos muy serios, pero sí he tenido que hacer mi vida conforme a lo que tengo y siempre con la espada de Damocles pendiente de cuáles podrían ser los periodos de privación más agudos cuando se acercan las fechas de finales de contratos. 

En el actual trabajo comenté a una compañera que no es por cuenta ajena, como yo, si no que es funcionaria, que iba a pedir la ayuda y me dio una charla moral sobre quién debía y quién no debía pedir la ayuda. Si tienes sueldo, según ella, no debes pedir ayudas. Vaya, parece que hay gente que se molesta si pides una ayuda que el gobierno te ampara... y las estadísticas, pero no fue mucho más allá, terminó deseándome suerte. Pues gracias, hay que evitar los conflictos entre gente con la que trabajas. La solicité y gracias por el deseo de suerte, aunque desearía más bien una mejora laboral que, para gusto de ella, me haga no pedir ayudas teniendo un sueldo.

Pero es que ciertamente como trabajadores deberíamos pedir y obtener mejoras, tener la opción de tenerlas, no tanto las ayudas, que por otra parte recuerdan los tiempos de la caridad, aunque sean necesarias. No dudo que habrá personas y familias que estén peor que yo, ellos necesitan mejoras en su vida, no ayudas puntuales, pese a que si estas vienen, bienvenidas sean.

La cosa es que el gobierno se pregunta cuál ha sido la causa de su retroceso en las elecciones andaluzas, o en otras palabras: ¿por qué retrocede la izquierda frente a la derecha a pesar de los avances laborales, reducciones de impuestos en la electricidad y carburantes y las ayudas que han ido creando para hacer frente a la Covid-19, su crisis derivada, la Gran Nevada de Filomena, el aumento de precios de la electricidad, el volcán de La Palma, la guerra de Ucrania y la nueva crisis? Se contestan ellos mismos que se debe a la inflacción de precios y la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y peor aún para los más pobres. Una inflacción imparable ya que medida que se toma, medida que queda desfasada y superada en apenas unos días o al día siguiente porque a una crisis mala le viene otra peor y la actual situación política y económica mundial no cesa ni frena en su crecimiento. 

Sin embargo es un hecho que la izquierda retrocede pese a toda la carga de medidas económicas de carácter social que han tomado. Las economías familiares se deterioran por la subida de precios generalizada y que parece no tener final. Es otro hecho estadístico que ha aumentado en España el número de personas que se pueden considerar en cifras en estado de pobreza, aún trabajando. Pero me temo que la única forma de mejorar esto de manera definitiva no está en lo que se pueda hacer de orden interno, sino en la política exterior. Urge alcanzar la paz en Ucrania y con Rusia. No solo a España le urge, le urge a todo el orden internacional, porque esto de España está ocurriendo en todo el mundo. Urge también rebajar e ir eliminando todas las tensiones y medidas de unos y otros. En lugar de ello, parece que todo indica que vamos a un otoño y un invierno muy delicados y conflictivos. Sin embargo, reflexión personal, en lo internacional en este conflicto la OTAN queda reforzada, Rusia puede que logre no retirarse del Este de Ucrania, serían unas aparentes tablas, como en tiempos de la Guerra Fría. Ahora bien, Rusia ya no tiene por aliados al Pacto de Varsovia, no cuenta ni con sus tropas ni con sus recursos, con lo que plantear un nuevo sistema preventivo frente a la OTAN les costará económicamente mucho más, y eso habiéndose declarado en bancarrota hace pocas semanas. A Rusia, más que a ningún otro, le urge alcanzar y recuperar la normalidad internacional, otra cosa es que sus dirigentes lo comprendan. 

Si el gobierno quiere encontrar explicaciones a su retroceso debe centrarse no tanto en contestarse a sí mismo, sino en escuchar y observar las realidades laborales más allá de lo que dicen las cifras de creación de empleo sobre contratos indefinidos. Lo cierto es que los contratos indefinidos a tiempo parcial también han aumentado y eso se traduce en menos sueldo o en mantener sueldos no muy elevados. Y aunque el gobierno insiste en que los contratos de fijo discontinuo es una figura impuesta por la Unión Europea y que ya existía en España antes de ellos, así como la insistencia en que son mínimos, lo cierto es que al que le toca: le toca, y es una precarización de las vidas de las personas a quien le toca. El nuevo marco de temporalidad laboral, por otra parte, tampoco es que sea muy favorable al que le toca, e insisto: al que le toca, le toca. Y la cosa es que la sensación social sobre todas estas cosas no les son favorables, por mucho que haya aumentado la cifra de contratos indefinidos. Del mismo modo que el aumento de los salarios mínimos parecen neutralizados por la inflacción de la crisis, y eso hace que, pese a lo loable de este logro, no se perciba en muchas personas como un logro, a pesar de que hubiera sido peor si no hubiera habido subida de salarios.

En fin, esta es mi reflexión de estas cosas de hoy en relación a mi propia vida. Saludos y que la cerveza os acompañe.

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