sábado, julio 02, 2022

NOTICIA 2149ª DESDE EL BAR: DOS QUE SE FUERON DEL NEGOCIO

Esta semana ha habido dos cambios de etapa de dos locales con larga trayectoria en Alcalá de Henares. Se ha producido dos ceses el mismo día, 30 de junio. Por un lado la Tetería Guama, mítica tetería del centro de la ciudad, en la que durante la carrera universitaria yo me iba a su apartado cuando quería tranquilidad sin me encontraran, y me encontraban porque todos íbamos, donde celebré reuniones con amistades e incluso un recital de homenaje a Lorca en 2014 ó 2015, aunque últimamente la tenía algo abandonada desde el año de la pandemia, ha visto como su propietaria, tras muchos años, ha dejado ya de trabajar. Pero es que, como digo, el mismo día, tras cincuenta y cuatro años trabajando detrás de la barra de bares, se jubilaba Luis, uno de los propietarios de bar más veteranos y míticos del distrito II, de la zona de Reyes Católicos. Y con él dejaba el negocio su esposa. Los locales perduran, en otras manos, pero ellos pasan ya a un merecido descanso. 

Yo me enteré de lo de la Tetería Guama por una publicación en red social de la dueña, y no fui a despedir como se debe porque precisamente yo, como una gran cantidad de vecinos, estaba en el Bar de Luis, su último bar se llamaba así, despidiendoles a él y a su esposa que, como ellos dijeron, seguirían yendo ahora ya como clientes. Les llenaron el bar de pancartas, de globos, les llevaron flores, les regalaron décimos de lotería, y Luis, alegre y profesional, despachaba a todos gastando bromas personalizadas a todos los clientes que estábamos y que iban llegando. Han sido muchos años y, tomen nota, era una de las mejores paellas de aperitivo de fin de semana en Alcalá. Cosa que nos hemos callado y disfrutado muchos años la gente de estas barriadas del oeste de la ciudad. Cincuenta y cuatro años en una barra y otra tanda de décadas en la cocina se notan. Que te llenen el bar de afecto el día que te jubilas dice mucho. Yo le dejé una propina muy considerable a modo de señal de respeto y agradecimiento. Fue un lugar que me he callado muy mucho a mis amistades, solo unas pocas, muy pocas, sabían que yo era un habitual de este bar de barrio y solo a esas pocas les he llevado allí. Para mí era un ejemplo de saber ser y estar en un bar, solo comparable con la familiaridad del desaparecido El Perro Verde, del centro ciudad, cuyo sustituto, El Gato Verde, no tiene nada que ver, salvo el recuerdo de un escenario cambiado.

A veces hay que callarse lugares cuando eres una persona muy de bares, porque siempre debemos tener pequeños refugios secretos a modo de escondite. Aún tengo algún otro reservado para mí. Pero hay que reconocer que la jubilación de Luis se va a notar en el barrio. Un hombre que siempre me llamó "chaval".

Creo que son dos personas que han creado muy buenos ambientes y una auténtica forma de ser y cultura popular en Alcalá de Henares. Que entendían el negocio y la gente, que creaban familiaridad. Y eso se agradece y por eso, con cariño, se les dice: gracias.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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