La nota de prensa que publicó el ayuntamiento de Alcalá de Henares de la presentación de mi libro más recientemente publicado, La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941), que primero lanzaron en su página oficial de eventos y luego fue publicada por parte de la prensa alcalaína como Dream! Alcalá, Alcalá Hoy, La Luna del Henares, Puerta de Madrid, Lux Moments, Alcalá Opina y Alcalá Digital, a la espera de ver si Quijotes publicará algo cuando salga en papel y si hará lo propio Soy de Alcalá, cuya edición digital no publicó nada al respecto, ha tenido repercusión en otra prensa digital abierta su información a toda la Comunidad de Madrid, tales como Madrid 24 horas, Noticiero Madrid, Noticias para Municipios y El Telescopio Digital, a través de la agencia de noticia Reuters. Todos ellos, salvo el citado Lux Moments que se dio cuenta del error y lo eliminó, reproducen el error en el título y en la presencia de Julián Vadillo como presentador que ya comenté en la Noticia 2107ª, donde os contaba que me sentía y siento agradecido y explicaba mis sensaciones de ese día de la presentación que me sorprendió tanto en su repercusión.
Julián Vadillo compartió su prólogo en el libro a modo de reseña en Fraternidad Universal, cosa que ya hizo en La Voz de la República y en el espacio que dirijo y en el que escribo Las Notas de los Cíclopes Libreros. Más aún han sido las personas que han compartido por diversas redes sociales tal evento y han explicado con sus propias palabras lo que ha ellos les produce esta nueva publicación y sus felicitaciones por ella. A todos les estoy agradecido.
Sin embargo, me llama también la atención que se hiciera eco un diario de Cantabria, Alerta. Por un lado les agradezco que se hicieran eco de mi presentación y de la de Valbuena, que en la misma tarde presentaba ante el alcalde de Alcalá y el líder de Ciudadanos en Alcalá de Henares su libro dedicado a los últimos de Filipinas, que prolongaron su presencia de resistencia más allá de 1898, hasta 1899.
Me llama la atención que un diario de Cantabria se haga eco de eventos historiográficos dados en Alcalá. Es cierto que el diario en realidad le dedica más atención al libro sobre Filipinas, pero en cuanto al mío hay una ligera diferencia respecto al resto de medios que se hicieron eco aunque fuera reproduciendo la nota de prensa emanada del ayuntamiento de Alcalá. La diferencia está en que entrecomillan la palabra depuración, así como entrecomillan la explicación donde se da cuenta de que estos procesos se hacían para seleccionar solo a personas adictas al Movimiento en el funcionariado. Cuando alguien entrecomilla, sobre todo en prensa, es para indicar que se cita textualmente, pero el caso es que reprodujeron la nota de prensa del ayuntamiento, por lo que todo lo que contaban era la cita textual de la nota de prensa, por lo que el uso de comillas era indebido. Era indebido salvo que el uso de comillas no fuera una cita textual, sino para remarcar dudas o reticencias de que lo que se dice sea real. Bueno, pese a la puesta en duda que hacen usando ese entrecomillado, les agradezco que se hicieran eco en Cantabria. A fin de cuentas, quien quiera leer, que lea. Quien quiera investigar, que investigue. Está feo poner en duda de manera constante a los profesionales de tal o cual ramo cuando algo simplemente o no gusta o no te cuadra con tus ideas, pero eso parece la constante española, donde un día todos son expertos en fútbol de élite y al siguiente todos son virólogos o vulcanólogos.
Nunca se sabe. Pudo no haber malicia alguna. En todo caso creo que hay que explicar el asunto de porqué ese término, que no es mío. Como historiador me hago eco de él, pero yo no había nacido en 1939, yo me lo encontré creado por la gente que llevó a cabo las depuraciones. Ellos las llamaban así y literalmente eso hacían.
El nombre de depuración en estos procesos no es un nombre puesto por los historiadores, ni es revisionismo. Tal nombre de estos expedientes aparece en los propios expedientes escrito por las propias autoridades del momento, las gubernamentales y las administrativos de aquella dictadura de Franco. Se depuraba y esa depuración, en parte copiada o imitada de los procesos de depuración de países aliados de Franco en Europa que no creo que haga falta citar por conocidos, aparecía como tal depuración en la propia legislación de la época, precisamente en los Boletines Oficiales del Estado, los que cito en el libro. Tanto los expedientes de depuración de cualquier funcionariado como las leyes son objeto de consulta pública. Se puede leer de ellos en múltiples investigaciones de Historia también. En todo caso, los informes de depuración con sus firmas y sellos originales los pueden encontrar en el Archivo General de la Administración, del mismo modo que otros archivos contienen partes de otros procesos abiertos a los depurados, como los de los tribunales militares y la causa general. Y las leyes se pueden leer en los BOE, que hoy por hoy es muy fácil de consultar en cualquiera de sus fechas en la propia página oficial del BOE, que es del gobierno.
Se puede o no estar de acuerdo con el término depuración y se puede opinar lo que esta supuso tanto a favor como en contra, pero los procesos de depuración existieron y son lo que se llevó a cabo para levantar el nuevo gobierno, la nueva administración y aquella nueva sociedad que se quería crear a partir de valores conservadores y tradicionales, más allá de lo ultracatólico y de lo fascista. La palabra depuración la puso el propio gobierno de la dictadura. Entrecomillar la palabra y entrecomillar la finalidad de estos procesos de una manera impropia, como se ha dicho, es tanto como escribir entre líneas un mensaje al lector sobre una presunta falsedad, con la doble jugada de alegar que no se hizo tal cosa, ya que no se escribe de manera explícita, y en todo caso se podrá defender el periodista diciendo que citaba textualmente, cuando en realidad no era así porque, como he dicho, la nota de prensa se publicó íntegra y el entrecomillado no procedía. La cosa es que la cita era tan íntegra que se puede contrastar con el resto de medios que la han publicado, y con la propia página del ayuntamiento.
Sea como sea, agradezco que también desde Cantabria se hayan hecho eco. Les doy las gracias, porque también a través de ellos se ha podido hablar de ello entre sus lectores. Todo sea que la gente de Alerta me digan que lo de las comillas no era cuestionar aquello que el propio gobierno de Franco llamó así y procedió a ello, sino que quizá no estuvieron muy atentos a cómo transcribían la nota de prensa porque en lugar de hacer corta y pega alguien la dictó a alguien. O simplemente, que no había intención, que ellos tenían la idea de usar las comillas por otra razón diferente y contraria a la que a mí me ha hecho reflexionar. Vete a saber. Doy el derecho de la duda. Y repito, en todo caso, gracias por hablar de la presentación de la investigación.
Hoy, por otra parte, me escribió un catedrático de Galicia preguntándome por el libro, ya que está investigando las depuraciones del funcionariado en toda España y supo de esta publicación. Le he remitido a que llame a la librería Domiduca. También este mensaje me ha sorprendido. Ignoro cómo le ha llegado la información al catedrático de Galicia, pero también a él le doy las gracias.
Y pensar que previamente, durante años, nadie quiso saber nada de esta investigación.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario