domingo, septiembre 26, 2021

NOTICIA 2078ª DESDE EL BAR: LA PALABRA BESO

Osculum era la forma en latín  de decir "beso", siendo así que su forma verbal que expresaba la acción de "besarte" a ti, osculo, pasó con el paso de los siglos a deformarse en su significado en el paso del latín al castellano, por lo que "osculo" y "beso" son lo mismo hoy día en nuestra lengua española. Sin embargo, los antiguos romanos agrandaron y enriquecieron su idioma, el latín, del que vienen todas las lenguas latinas posteriores, al agrandar sus fronteras con la conquista de territorios y la relación con las culturas que quedaban limítrofes con cada nueva frontera. De este modo, los romanos para decir "beso" o "besar" llegaron a tener no solo las palabras osculum y osculo

Si la antigua Roma se había fundado en el siglo VIII antes de Cristo, no fue hasta el siglo I antes de Cristo, en tiempos de Julio César, hacia el final de la República, ya dando casi con el comienzo del Imperio, que apareció un nuevo vocablo de uso entre los romanos como un neologismo que cogieron de otra lengua, basium, que es "beso". Los filólogos de lenguas de la antigüedad han venido detectando desde el siglo XIX que esta palabra pasada al latín es justamente de esa época. En los textos romanos comienza en ese periodo de Julio César, en una época de crisis social y política que vendrá a dar el Imperio e irá finiquitando la República y sus ideales. El antiguo latín previo a esos momentos apenas cuenta con palabras que contuvieran la letra "s" en el centro, pero a partir de aquellos años comienzan a existir varias palabras así. En realidad esta palabra, basium en singular o basius en plural, comenzó a registrarse por escrito en latín de mano de personas cuyas biografías tienen un punto de encuentro en común: la conquista de la Galia por parte de Julio César. Estos mismos filólogos de lenguas muertas han podido determinar en el último cuarto del siglo XX que precisamente una palabra similar a "beso" era utilizada por algunas tribus celtas de la Galia que Julio César conquistó con sus guerras. 

Que los romanos que estuvieron en la conquista y colonización de la Galia adoptaran la expresión basium para indicar lo del beso y el besar más allá de su expresión de ósculo podría hablarnos un poco de las interrelaciones sociales y sexuales entre romanos y galos y del éxito que tuvieron de aquellos sucesos como para que el latín de todo el imperio adoptara palabras como aquella. No obstante la conquista de la Galia, cuando los galocélticos habían incursionado por Italia más de una vez previamente, fue uno de los hitos trascendentales para ese cambio radical que transformaría la República en Imperio, paso previo de un  triunvirato, una dictadura y el asesinato de César por los senadores. 

Por otro lado, aunque aquellas tribus de galos y celtas son ancestros muy lejanos de los actuales franceses, este hecho deja muy amablemente la pelota del amor una vez más en las manos de Francia como emblema del país, a pesar de que París estaba muy lejos aún de la Narbonense o Marsella de Masalia. Pero en otro lugar del Imperio Romano, en la zona oriental, aunque conquistada tiempo después que la Galia, basium pasó a perdurar también como nombre. Hablamos de la actual zona que conformaría Rumanía, Bulgaria y Hungria. 

Lo cierto es que más de un  filólogo discreparía sobre que sea la palabra galocelta para beso la que llevó en esa zona al nombre propio de mujer Vasile, que en diminutivo es Vasi, que también se puede encontrar como Basile y como Basi. Este nombre se repite en otros lugares de Europa que tuvo origen en la antigua Roma y las posteriores invasiones bárbaras de los pueblos del este y del centro y norte de Europa. Así se repite desde Irlanda a Hungría de forma variada, así por ejemplo en España sería Basilio y Basilia. Bien puede ser que este nombre tenga que ver en parte con el latín, en parte con los idiomas previos de aquel extremo oriental de Europa, o quizá con las invasiones bárbaras. En Rumania dicen que la traducción no sería "beso", sino "albahaca".  

Hay debajo de mi casa un bar que regenta una chica rumana llamada Basi, o Vasi, por tanto imagino que en realidad se llamará Vasile, o españolizado: Basilia. Leyendo unos comentarios a unos poemas de Catulo me enteré esta semana de ese origen galocelta para basium, para beso. Pensé en la coincidencia con el nombre de esta Vasi y comencé a indagar sobre este nombre del este europeo. Lo que yo he escrito hoy son meras conjeturas, nada más, para atender a todo esto de una mejor manera es recomendable que se consulte a un filólogo de lenguas del este de Europa. Lo que yo he venido a escribir realmente han sido mis reflexiones sobre lo que yo he llegado a indagar de manera pobre, modesta y no sé si acertada o desacertada, pero lo que me importaba no era tanto el resultado como la conexión.

Hay otro nombre de mujer venido del latín, Carmen, cuyo significado es "poema", del mismo modo que Rosa también viene del latín, y significa precisamente ese color, más bien el rojo, y significa el nombre de la flor, una flor que en origen no estaba por toda Europa, sino que era originaria de la antigua Persia, hoy día Irak e Irán. Sería con los romanos que las rosas fueron expandidas por el ser humano por toda Europa, y con el tiempo por todo el mundo. Pensaba en esa belleza de los romanos en poner nombres de cosas agradables a las personas, como para transmitirles sus cualidades, aunque a veces pareciera que solo fuera transferirles la cualidad y definir a la persona, como Calígula (sandalias) o Cicerón (garbanzo). 

Pero también pensaba, sobre todo, más que en todo esto, en ese momento el cual ignoramos en lo que un romano o un grupo de romanos comenzaron a usar el vocablo galocelta para beso como un acto quizá de modernismo frente al término de ósculo, y lo relaciono con que el éxito de la palabra debió tener relación directa con el éxito del acto de besar entre romanos y galas, o entre galos y romanas, siendo así que el acto del beso debió tener éxito entre la gente galocelta como la parte activa, o quizá como la parte exótica, ya que es su palabra la que se impone a la del latín. 

Últimamente leo a un neotérico, a Catulo. Me resulta refrescante. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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