"Ítaca (fragment III)" ["Ítaca (fragmento III)", del álbum "Barcelona, Gener de 1976", -basado en La Odisea- Lluís Llach, 1976]:
"Buen viaje para los guerreros / que a su pueblo son fieles, / favorezca el dios de los vientos / el velamen de su barco / y a pesar de su viejo combate / tengan placer de los cuerpos más amantes. / Llenad redes de queridos luceros / llenos de aventuras, llenos de conocimiento. / Buen viaje para los guerreros / si a su pueblo son fieles / y a pesar de su viejo combate / el amor llene su cuerpo generoso, / encuentren los caminos de viejos anhelos / llenos de aventuras, llenos de conocimiento."
La hecho de menos pese a que sólo han pasado cuatro días... y aún queda un mes. Puesto que va de exilio por reflexión estos últimos días, este espía del bar os reporta:
EL INFORME EXILIO:
Últimamente hay historiadores, sociólogos y pensadores que dicen que no sólo existe un exilio físico, si no también un exilio mental, el llamado exilio interior. Ese es el exilio de todas aquellas personas que no han podido salir del lugar donde, por circunstancias políticas o económicas, su destino está sellado con oscuros y tristes designios. Marginados, represaliados, carcomidos por su derrota y la consciencia de ella, estos exiliados interiores son lo que se ha llamado muchas veces los perdedores que producen simpatía, empatía, atracción, a mucha gente. Me gustaría poder escribir ampliamente sobre ellos en esta ocasión, divagar, usar metáforas y hablar de los que se autoexilian por cuestiones personales más allá de lo político y lo económico. Los que se autoexilian por amor o por desamor, por ejemplo, los que lo hacen por reencontrarse a sí mismos, o los que lo hacen por cualquier otra razón no política. Sin embargo, voy a tratar un tema de exiliados más habitual, el de los exiliados españoles del final de la guerra civil española en 1939. Recomiendo un muy buen libro escrito por una historiadora francesa, Marie-Claude Rafaneau-Boj, de entre los muchos libros que se pueden encontrar sobre el tema. Se llama en francés "Odysèe pour la liberté", pero en español lo encontraréis como "Los campos de concentración de los refugiados españoles en Francia (1939 - 1945)". No es lo único que os recomendaría, pero es un muy buen comienzo.
A finales de Marzo de 1939 Madrid y Valencia eran de las pocas ciudades grandes que aún resistían el empuje de las tropas nacionalistas del general Franco. La República estaba abocada a la derrota después de que los organismos internacionales obligaran la salida de las brigadas internacionales en 1938, así como se llegara en ese año a dos firmas que fueron una sentencia de muerte para la España democrática. Por un lado, Gran Bretaña y Francia daban por buena la ocupación de los Sudetes por parte de la Alemania NAZI a cambio del final de más anexiones en Europa por parte germana. Por otro lado, la URSS, único Estado capaz de suministrar ayuda a la República Española, firmaba un pacto de No Agresión con la Alemania de Hitler, llegando a tratarse los firmantes de ambos lados con la denominación de "camaradas" entre sí. La URSS fue abandonando poco a poco toda su ayuda a los republicanos españoles. Así, la derrota de la batalla del Ebro y el aislamiento de Cataluña del resto de la zona republicana, decidieron a Stalin por la definitiva y paulatina retirada de los efectivos soviéticos... No sin antes hacer un último acto de solidaridad llevándose a todos los niños que pudiera salvar mediante la evacuación.
A comienzos de 1939 Cataluña estaba siendo rápidamente tomada por los nacionalistas de corte fascista. Los republicanos eran represaliados duramente mediante ejecución, humillación, marginación o envíos al campo de concentración que Franco autorizó en Miranda del Duero. Muchos republicanos optaban por el intento de huir a Francia atravesando los Pirineos a pie, cuando no optaban por el suicidio antes de caer en manos de franquistas. Por ello, a finales de Marzo uno de los generales encargados de la defensa de Madrid, el general Casado, planeó con otros dirigentes, entre ellos Wenceslao Carrillo (padre de Santiago Carrillo), un golpe de Estado que entregase la capital a Franco, con la finalidad de acabar la guerra cuanto antes evitando en lo posible más muertes. Así ocurrió y la guerra finalizó, pero las muertes y represiones que sobrevinieron fueron masivas y duraron hasta 1975, año que murió Franco en su cama. El 1 de Abril de 1939 se acababa oficialmente la guerra con un parte dictado por el propio Franco a la radio y que decía: "1 de Abril de 1939, españoles, la guerra ha terminado".
Entre tanto los republicanos trataban de huir dejando y quemando atrás suya muchas de sus pertenencias, papeles y familias. Se dirigían a los puertos mediterráneos con la esperanza de poder huir de una posible muerte a manos de los franquistas. Eran seguidos muy de cerca por las tropas nacionales, que incluso se atrevían a instalar a personalidades de Falange en la mismísima casa natal de Manuel Azaña en Alcalá de Henares. Fue en estos sucesos que se registró uno de los récords más tristes de la Historia de España. La gente agolpada en el puerto de Valencia intentaba entrar en los dos últimos barcos que quedaban con rumbo a otro país. Francia había cerrado sus fronteras a los españoles por dos motivos: uno de ellos es que muchos franceses eran profascistas, de ahí que gran parte de Francia colaborara con Hitler pocos meses después, otro motivo es que los franceses no profascistas no deseaban molestar a Franco dando cobijo a sus enemigos y molestar así a Hitler, dándole así un motivo para iniciar la Segunda Guerra Mundial. Los republicanos españoles se habían convertido en una molestia. Por ello esos dos barcos sólo tenían permiso para desembarcar en Argelia, colonia francesa. Uno de los barcos zarpó con sobrepeso por exceso de pasaje. El segundo barco también llevaba camino de tener sobrepeso, este zarpó en cuanto se comenzaron a ver entrar por las calles que daban al puerto a los camiones cargados de soldados franquistas. Zarpado el barco inmerso en una gran tragedia colectiva, la gente que quedaba en tierra, cientos de personas, alzaban a sus hijos para que se los llevaran o bien los tiraban al mar. Los soldados y milicianos con armas optaban por suicidarse y por ayudar a morir de un disparo en la cabeza a los que no tenían armas. Ese día se registró el mayor número de suicidios en el puerto de Valencia. No hubo resistencia, sólo desesperación. Lo que no sabían los que pudieron zarpar a Argelia es que allí los musulmanes les tenían reservado cierto odio por resentimiento hacia los occidentales cristianos que les habían colonizado y de los que los españoles no eran inocentes, teniendo en cuenta los relativamente sucesos cercanos del Norte de África y la Guerra del Rif. Fueron manos españolas las que construyeron las vías del tren Transahariano, muriendo al sol del desierto del Sahara o siendo vendidos como esclavos, o bien utilizados como legionarios forzosos una vez que Francia entró en guerra con Alemania.
¿Qué había ocurrido con los que pasaron a Francia? Tampoco ellos tuvieron gran suerte. Los que salieron del país desde el comienzo de la guerra en 1936 pudieron elegir con más facilidad a donde marcharse al exilio. Los que lo hicieron precipitadamente huyendo de los franquistas tras la derrota de la Batalla del Ebro sufrieron muy amargos momentos. Desde Enero de 1939 la frontera pirenaica comenzó a ser un coladero masivo de emigración que iba al exilio. La región francesa de acogida era pobre y se encontró con su población duplicada de la noche a la mañana. La xenofobia contra los españoles era muy desarrollada. Se les solía tratar como piojosos, vagos, criminales, sucios, provocadores de peleas, criminales, borrachos... Posiblemente, la suciedad, los piojos y las borracheras eran reales en una población obligada a pasar a pie desde Barcelona a Francia la frontera montañosa en pleno invierno, casi sin calzado y sin más abrigo que mantas. Se dieron casos numeroso de muertes por frío y de pérdida de extremidades por congelación. A todo ello le acompañaba el terror a que les alcanzasen los franquistas, el miedo al futuro, el hastío de la derrota, y los bombardeos y ametrallamientos que los aviones franquistas y alemanes de vez en cuando les hacían al sobrevolarles. Por otra parte, entre los franceses había una gran cantidad de partidarios profascistas, con lo que no agradaba la presencia de republicanos españoles pidiéndoles asilo. Las fronteras se abrían y cerraban intermitentemente.
Se solía pedir que se abandonasen las armas en el suelo para poder entrar en Francia. Muchos no deseaban hacerlo, pues deseaban entregarlas al gobierno republicano aún resistente en Madrid. Los franceses no profascistas solían burlarse y maltratar a los españoles por no haber sido capaces de derrotar al fascismo y al NAZISMO. La guerra civil española duró dos años y pico, la defensa francesa frente a Hitler en la Segunda Guerra Mundial, comenzada en Agosto de ese mismo 1939, apenas duró unos meses. Los españoles no les reprocharon nada, les ayudaron a organizar una resistencia de guerrillas: la Resistencia Francesa mitificada por el cine.
Se dio el caso de que un oficial francés en el último paso fronterizo posible para que huyesen los republicanos era profranquista. Cerró la verja de separación y los españoles se agolpaban y lloraban, pues por la montaña se comenzaban a distinguir las banderas españolas nacionalistas y los himnos de Falange. La tragedia estaba apunto de desatarse si no les concedían pasar a Francia. Les iban a ejecutar allí mismo, delante de las puertas francesas, las puertas de la salvación. Los soldados y milicianos españoles comenzaron a suicidarse en masa con sus armas, como más tarde ocurriría en el puerto de Valencia. Las mujeres recogían las pistolas de los cadáveres y mataban a sus hijos e hijas y después disparaban contra sí mismas. Los llantos y las detonaciones se combinaban con el sonido del ejército franquista aproximándose. El oficial francés, sobresaturado por lo que él mismo había provocado, dio orden de abrir la puerta y dejar entrar a todos los republicanos sin detenerse a pedirles papeles, aunque obligándoles a dejar las armas en el suelo. Cataluña estaba perdida y en pocas semanas más Madrid y la España democrática.
En Francia las cosas no fueron sencillas. Los españoles ya no tenían permiso para salir de la región pirenaica y moverse libremente por Francia. Los republicanos se echaban la culpa unos a otros de la derrota, hasta el punto que los comunistas crearon un servicio de ayuda sólo para comunistas, mientras que los anarquistas crearon otro donde daban cabida a sus militantes, a los trotskistas y a los socialdemócratas. A veces se saldaban rencillas de guerra en peleas entre refugiados y con ajustes de cuentas a veces acabados en muerte... sobre todo cuando desde la URSS llegó la orden de purgar a todos los trotskistas y anarquistas... Órdenes que no aceptaron parte de los exiliados que comprendían que eso era deslealtad con gente que luchó y padeció por lo mismo que ellos.
México gastó grandes sumas de dinero para traer españoles republicanos a sus tierras. Incluso iniciada la Segunda Guerra Mundial, México continuó intentando proteger a los españoles demócratas, hasta que ya no pudo hacerlo más. Es México uno de los únicos países que jamás ha reconocido la legalidad del gobierno de Franco.
¿Y en Francia? La Francia de 1939 miraba mal a los exiliados españoles por todo lo dicho. Abrió para ellos campos de concentración mal llamados entonces campos de refugiados. Apenas tenían agua, esta solía ser la que los españoles sacaba de fundir nieve e hielo. Uno de los campos estaba a pie de mar y el agua tenía salitre que había que quitarle, pero tampoco tenían retretes, por lo que ese agua estaba contaminada de los propios detritus de los españoles. La disentería fue una enfermedad habitual en estos campos, junto a otras, como la desnutrición y todas las deficiencias que esta provoca. Se les crearon barracones con tablas de mala calidad y que contaban con múltiples agujeros. El frío se les colaba por todas partes hasta el punto de ocurrir múltiples muertes por gripes y congelaciones, que solían intentar evitar mediante el calor humano que degeneraba en promiscuidad, de ahí se iba a múltiples enfermedades venéreas. Muchas veces los españoles preferían desmontar los barracones para hacer hogueras con las que calentarse. Los alimentos eran insuficientes. Y los servicios médicos estaban a cargo de un médico pro NAZI que en muchas ocasiones hacía su trabajo mal adrede, causando mayores males de los que se suponía tenía que solucionar. Aquellos campos fueron campos de la vergüenza para Francia. Los niños españoles causaban mayores penas... y por ello sufrieron la desgracia de que las mujeres francesas se los llevaran como si fueran cachorros de perro a los que poder apartar de su madre sin más.
Cuando Hitler invadió Polonia unos meses después los franceses se apresuraron a reforzar los viejos sistemas defensivos de la Primera Guerra Mundial. Los españoles fueron enviados a batallones de trabajo forzado bajo amenaza de ser deportados a la España de Franco si no colaboraban con su país de acogida, la llamada Francia Libre por los franceses. Pronto la guerra llegó al suelo francés. Alemania la invadió.
Los españoles en los campos de refugiados que habían combatido se batieron en diversas posturas. Por un lado los comunistas más acérrimos tenían órdenes de Moscú de respetar el Pacto de no Agresión suscrito en 1938, el mismísimo Carrillo fue llamado a suelo soviético por esa razón y los alemanes NAZIS le dejaron vía libre para llegar a la URSS. Otros comunistas españoles no acataron esas órdenes y se pusieron a combatir junto a los franceses mucho antes de que la URSS entrara en guerra con Alemania en 1941. Otros españoles optaron por organizar guerrillas milicianas, entre estos muchos anarquistas y antiguos miembros del POUM. Serían antecesores y adiestradores de muchos franceses que formarían más tarde la Resistencia Francesa. Otros participaron de trabajos rurales para encubrir sus actividades de espionaje y de paso de aliados por las fronteras, tarea encomendada sobre todo a mujeres y niños, y no desprovista de oportunistas que cobraban dinero y terminaban abandonando a sus guiados a una muerte segura. Otros españoles se alistaron en el ejército británico, donde se les usó de carne de cañón en primera línea y donde se les discriminó racialmente en retaguardia. Cuando los aliados tuvieron que abandonar el continente por Albuquerque, los últimos soldados en embarcar fueron los exiliados españoles, a los cuales se les dejó cubriendo toda la operación, causando un porcentaje de bajas enorme entre ellos.
La guerra continuó y tras el desembarco de Normandía se avanzó hacia París. Lecrec, general que liberó París con su entrada oficial, dio para la Historia un homenaje a los españoles. Entre sus subordinados siempre contó con españoles formados en batallón, estos siempre le habían sido fieles y dispuestos a combatir en primera línea. Lecrec, pese a querer que los franceses liberaran su propia capital, dio la orden de que fuesen las unidades de españoles las que encabezaran la entra da francesa en París. Las fotografías de la época muestran así a carros de combate entrando en París para liberarlo con nombres como Guernica, Batalla del Ebro y otras resonancias españolas. Sin embargo, jamás ayudaron a estos soldados a liberar a España, como era la creencia que tenían estos que ocurriría. El desengaño no sólo fue ese. En 1953 se oficializaba el reconocimiento internacional al gobierno de Franco. Sólo desde mediados los 1960' y comenzado 1970' se volvió a incriminar a la dictadura.
La democracia dentro de una monarquía parlamentaria llegó a España de modo oficial con las elecciones de 1977 y la constitución de 1978. Los exiliados españoles, cuyas andaduras, penas y alegrías fueron muy diversas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, regresaron y fueron reconocidos como españoles. Habían visto como habían sido objeto de purga y vigilancia en la URSS, así como habían sido retenidos en ese Estado. Habían sentado un gobierno republicano exiliado en México lleno de rencillas. Los anarquistas, buena parte de ellos, se habían acomodado en la vida del Estado del Bienestar de las democracias capitalistas. Habían sido mal vistos en Francia durante la década de 1950' por su adscripción política a la izquierda, y mejor mirados posteriormente. Habían sido discriminados económicamente en Alemania sobre todo desde la crisis del petróleo de 1973, aunque acogidos. Habían sufrido de nuevo la represión al estallar los golpes de Estado en Chile o en Argentina. Se habían retirado a vivir a la Cuba de Fidel Castro, por considerarla un paraíso obrero no tan brutal como la URSS. Habían sido perseguidos en EEUU durante la Caza de Brujas de los 1950', mal mirados durante 1960' por la derecha de ese lugar y reconocidos con gran mérito durante 1970'. Habían asentado sus comunidades más activas dispuestas a traer la democracia a España en el sur de Francia y en Italia. En fin, suertes muy diversas.
Aquellos que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, no fueron reconocidos por gobiernos como el francés hasta 1995, en parte, y hasta 2005 plenamente, sesenta años más tarde de acabada la guerra.
9 comentarios:
me gusta tu blog, tío.
Que largo
eres un pesao con lo de si es largo o no lo es, si te parece largo y no te gusta leer pues no leas, tío, yo no obligo a nadie a leer. Escribo sobre lo que quiero y hago el blog como me gusta. No soy el único con posts enormes por ahí. A otras personas les parece bien. De todos modos cuando pongo un informe pues tiene dos partes: primera pensamientos míos, segunda, bien marcada con el titulito, el informe de historia o de lo que sea correspondiente.Lee lo que quieras y no leas lo que no quieras, ni siquiera te obligo a entrar en el blog. Anda, nos vemos por los bares. Cuidate
Hasta para responderme sueltas un parrafon. Podias hacer resumenes de cabecera, como los periodicos
Pero que sepas: que yo tambien te quiero
¿Sabrías traducirme un carta al Inglés o Francés para mandarla a Service International de Recherches en Bad Arolsen, el archivo de Alemania donde está todo lo relativo a la II guerra mundial? Estoy buscando a mi tío. Muchas gracias.
Con el inglés me defiendo como buenamente puedo, pero si es un asunto así, es muy posible que te pueda conseguir a alguien que habla el inglés practicamente como su segundo idioma natal. Un saludo my a ver si tienes suerte.
Qué desgarrador artículo. Me gustó mucho. No pude evitar que se me asomaran un par de lagrimones. Gracias a Dios, ya todo es parte del pasado.
Muchas gracias. Saludos.
Saludos a ti tambén. Gracias por leer.
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