Siempre que digo que mi blog se llama "Espia del Bar" hay alguien que me dice que si hablo de mis batallitas de borrachera y de la gente peculiar que a veces conozco... bueno, todo se andará, pero quien lea esta blog habitualmente sabe que ese no es el objetivo concreto. Asíque como mucho hoy como informe de espionaje os voy a dejar uno de venganza maquiavélica en mi vida. En fin, ahí va:
EL INFORME VENGANZA MAQUIAVÉLICA.
Esta historia es muy sencilla. Yo vivo en un barrio obrero de Alcalá donde hay una gran concentración de personas de etnia gitana (y actualmente de emigrantes) desde que se creó el barrio. Es casi marginal. Popularmente conocido como "El Lianchi" o bien "Lian Shampoo" o "Gran Shampoo", algo parecido, creo que nadie se ha preocupado en saber cómo diantres se escribirá. Pese a la mala fama del barrio hay muy buena gente, pero claro, de gustos y conocimientos sencillos, campechanos, francos, primarios en algunos casos... Esto es importante decirlo porque en los últimos meses del año pasado vino a vivir a mi portal un matrimonio recién jubilado que toda su vida habían estado viviendo y trabajando de porteros en un bloque de pisos de lujo repleto de abogados, médicos, gente de altos negocios... en fin gente que, en general, tiene un nivel de vida muy alto, unos conocimientos muy altos, una educación muy protocolaria... os podéis hacer una idea arquetípica. Pues aquí el matrimonio en cuestión se instaló en el bloque de pisos donde yo vivo, lleno de gente sin empleo, albañiles, un actor, trabajadores de fábricas, inmigrantes rumanos, brasileños y de algún lugar musulmán no determinado, uno de los pisos con una familia okupa, un divorciado bebedor, y demás. Pues bien, tal matrimonio de jubilados debieron creer que eramos bestias a las que educar porque desde el primer día se quejaron por todo. Lo peor es que el turno de presidencia de la comunidad les cayó a ellos, y desde entonces se comportan más exageradamente quejicas... Por ejemplo, abroncaron más de una vez a la pobre mujer de la limpieza del portal hasta que se fue y tuvo que venir otra, han regañado a los niños que subían las escaleras con sus juegos y carreras, han llamado la atención a quien se deja la puerta abierta para ir a la casa del vecino dejando que el olor de su guiso llene la escalera, algo que nunca importó...
Un día me tocaron los huevos a mí. Ahí está la clave. El tío, que no me había visto nunca, empezó a hacerme preguntas un día que llegaba de la calle. Qué quién era, a dónde iba, qué si vivía realmente ahí... y mirando mi pelo largo todo el puto rato. Al final le dije que vivía allí desde que nací. Pero al día siguiente: MAQUIAVELO. Compré la baraja erótica de Interviú y eligiendo días aleatoriamente le comencé a echar una carta a su buzón hasta que se acabó el mazo. Después de crearles ese nivel de ansiedad e indignación creía que debía dejarlo por zanjado... pero se me presentó el remate de oro. Volvía yo de una borrachera nocturna entre semana cuando descubrí que a través de la ventana del patio del edificio se podía ver que a una de las vecinas se le había caído del tendedero unas bragas... Grandes como ruedas de camión de transportes de largo recorrido... Vamos, grandes como la madre que las parió. No eran bragas, eran bragones. Eran como un mono de trabajo de grandes. Era la mía para rematar el asunto. Abrí el patio cogí tal elemento de pudencia tremenda y las eché al buzón... Con la fortuna de que al día siguiente aquí el caballero jubilado lo abrió justo cuando yo bajaba las escaleras. El tío despotricaba, pero con una sonrisa de oreja a oreja, el muy gañán... Yo creo que estaba pensando: "he triunfado, he triunfado". Desde entonces sólo veo que abra el buzón él, el Casanova este, y varias veces al día por cierto... ¿Habré sido el causante de la erección de un jubilado? La tabarra siguen dándola, eso es cierto, pero, joder, lo bien que se queda uno con estas cosas, oye. Lo curioso es que el matrimonio sigue ahí... lo que hace la costumbre de los años.
Y ya fuera de todo esto, sigo echando de menos a la Psicóloga del Bar... Y sí, tengo mis momentos de bajón, mis momentos de subidón, mis ansiedades, mis dudas, mis miedos, mis preguntas de cómo estará por Italia, qué estará haciendo, qué ocurrirá en el futuro cuando regrese, podré tener realmente opciones o no... Y hay quien me trae rumores que me hacen pensar sobre sus circunstancias, las que la hicieron irse a reflexionar, pero que no son tan importantes teniendo en cuenta que lo importante es lo que ella decida por sí, aunque en ocasiones me hagan elucubrar cosas que después doy por nulas... Es el estado de la indefensión en el amor a la intemperie, el que espera al descubierto. Pero puedo asegurar que trato de entretenerme yo también, que no tengo la mente constantemente atiborrada de todos estos pensamientos... estaría un poco loco si así fuera, ¿no? Y desde luego tengo claro que pase lo que pase ella siempre es una amiga. Eso no hay que perderlo, ocurra lo que ocurra cuando ella regrese de su viaje.
EL INFORME VENGANZA MAQUIAVÉLICA.
Esta historia es muy sencilla. Yo vivo en un barrio obrero de Alcalá donde hay una gran concentración de personas de etnia gitana (y actualmente de emigrantes) desde que se creó el barrio. Es casi marginal. Popularmente conocido como "El Lianchi" o bien "Lian Shampoo" o "Gran Shampoo", algo parecido, creo que nadie se ha preocupado en saber cómo diantres se escribirá. Pese a la mala fama del barrio hay muy buena gente, pero claro, de gustos y conocimientos sencillos, campechanos, francos, primarios en algunos casos... Esto es importante decirlo porque en los últimos meses del año pasado vino a vivir a mi portal un matrimonio recién jubilado que toda su vida habían estado viviendo y trabajando de porteros en un bloque de pisos de lujo repleto de abogados, médicos, gente de altos negocios... en fin gente que, en general, tiene un nivel de vida muy alto, unos conocimientos muy altos, una educación muy protocolaria... os podéis hacer una idea arquetípica. Pues aquí el matrimonio en cuestión se instaló en el bloque de pisos donde yo vivo, lleno de gente sin empleo, albañiles, un actor, trabajadores de fábricas, inmigrantes rumanos, brasileños y de algún lugar musulmán no determinado, uno de los pisos con una familia okupa, un divorciado bebedor, y demás. Pues bien, tal matrimonio de jubilados debieron creer que eramos bestias a las que educar porque desde el primer día se quejaron por todo. Lo peor es que el turno de presidencia de la comunidad les cayó a ellos, y desde entonces se comportan más exageradamente quejicas... Por ejemplo, abroncaron más de una vez a la pobre mujer de la limpieza del portal hasta que se fue y tuvo que venir otra, han regañado a los niños que subían las escaleras con sus juegos y carreras, han llamado la atención a quien se deja la puerta abierta para ir a la casa del vecino dejando que el olor de su guiso llene la escalera, algo que nunca importó...
Un día me tocaron los huevos a mí. Ahí está la clave. El tío, que no me había visto nunca, empezó a hacerme preguntas un día que llegaba de la calle. Qué quién era, a dónde iba, qué si vivía realmente ahí... y mirando mi pelo largo todo el puto rato. Al final le dije que vivía allí desde que nací. Pero al día siguiente: MAQUIAVELO. Compré la baraja erótica de Interviú y eligiendo días aleatoriamente le comencé a echar una carta a su buzón hasta que se acabó el mazo. Después de crearles ese nivel de ansiedad e indignación creía que debía dejarlo por zanjado... pero se me presentó el remate de oro. Volvía yo de una borrachera nocturna entre semana cuando descubrí que a través de la ventana del patio del edificio se podía ver que a una de las vecinas se le había caído del tendedero unas bragas... Grandes como ruedas de camión de transportes de largo recorrido... Vamos, grandes como la madre que las parió. No eran bragas, eran bragones. Eran como un mono de trabajo de grandes. Era la mía para rematar el asunto. Abrí el patio cogí tal elemento de pudencia tremenda y las eché al buzón... Con la fortuna de que al día siguiente aquí el caballero jubilado lo abrió justo cuando yo bajaba las escaleras. El tío despotricaba, pero con una sonrisa de oreja a oreja, el muy gañán... Yo creo que estaba pensando: "he triunfado, he triunfado". Desde entonces sólo veo que abra el buzón él, el Casanova este, y varias veces al día por cierto... ¿Habré sido el causante de la erección de un jubilado? La tabarra siguen dándola, eso es cierto, pero, joder, lo bien que se queda uno con estas cosas, oye. Lo curioso es que el matrimonio sigue ahí... lo que hace la costumbre de los años.
Y ya fuera de todo esto, sigo echando de menos a la Psicóloga del Bar... Y sí, tengo mis momentos de bajón, mis momentos de subidón, mis ansiedades, mis dudas, mis miedos, mis preguntas de cómo estará por Italia, qué estará haciendo, qué ocurrirá en el futuro cuando regrese, podré tener realmente opciones o no... Y hay quien me trae rumores que me hacen pensar sobre sus circunstancias, las que la hicieron irse a reflexionar, pero que no son tan importantes teniendo en cuenta que lo importante es lo que ella decida por sí, aunque en ocasiones me hagan elucubrar cosas que después doy por nulas... Es el estado de la indefensión en el amor a la intemperie, el que espera al descubierto. Pero puedo asegurar que trato de entretenerme yo también, que no tengo la mente constantemente atiborrada de todos estos pensamientos... estaría un poco loco si así fuera, ¿no? Y desde luego tengo claro que pase lo que pase ella siempre es una amiga. Eso no hay que perderlo, ocurra lo que ocurra cuando ella regrese de su viaje.
6 comentarios:
Que grande bettie page. Tengo por casa un par de salvapantallas suyos que son una delicia.
sí, bueno este es de un calendario que me dieron por la Gran Vía de Madrid hace unos años... creo que anunciaba un prostíbulo o cuando menos una casa de bailes eróticos... ¿de qué cojones me verían la cara para darmelo? No quiero ni saberlo.
Jajaja, darse una vuelta por la calle es a veces comparable a un guión del GRAN Rafael Azcona. ¿ A ver quien tiene cojones a decir que no ?
Eso si, la foto... esa foto... parefraseando al "ojitos" ( el director ese, no el mito Henarense ) "Yo no creo en Dios, creo en Page y en su enviada a la Tierra, Dita Von Teese"
Curioso blog...
Jijiji... a mí me encantaría que alguién me mandara una carta erótica todos los días; quién sabe... tal vez animó a tus vecinos. ¿Te imaginas sus reacciones en la intimidad? en plan...
-Ay por Dios Julio Antonio estamos rodeados de pervertidos...
-No te pongas así mujer, mira lo que tengo para tí (y saca los bragones)
(vaya fiesta)
Y sobre lo de la psicóloga... mmmm... es una putada cuando alguien que necesitas se va lejos pero ... ¡qué digo!... si Italia está aquí al lado ;) Ánimos con ello :D
Pues o les he animado su vida marital o he creado un pervertido... Ambas cosas puede que repercutan en que su señora esposa salude con una sonrisa en las escaleras algún día.
Italia.... ya bueno, puede que regrese y sólo sigamos como amigos... en fin... Me siento honrado con tu presencia en mi blog, Kahlo... con la de oddball74 también... respecto a chico gris, ya sabes tío, donde hay confianza da asco... venga va, también, todo sea por las múltiples juergas comunes.
Lo que daría yo por recibir unos "bragones" como dios manda....
Una señal divina, sin lugar a dudas....
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