domingo, noviembre 23, 2025

NOTICIA 2426ª DESDE EL BAR: UN MUNDO DISTINTO

En los últimos tiempos me vienen recuerdos de la infancia y mis padres, de toda una época. A la vez, por casualidad en redes sociales me ha saltado ya varias veces páginas de fotografías y videos de objetos y fragmentos de programas de televisión y anuncios de la década de 1980. Varias de las cosas que salen las he vivido y se ha reanimado y revivido en mí toda aquella época y sus recuerdos. En cierto modo ha estimulado alguna zona de mi mente donde además aún están algunas de las sensaciones de aquellas épocas, y detalles. Imagino que tal vez me detuve en algún momento a observar alguna cosa de esa década que me recordase algo de mi infancia y ahora la red social me manda montones de esas imágenes. Me devuelve a domingos por la tarde o a las tardes entre semana. A paseos, juguetes y juegos, o a diversos momentos más personales donde alguna de las cosas que me salen en pantalla estuvieron presentes o eran parte de todo aquello. Es como la magdalena de Proust, ese dulce que en su novela En busca del tiempo perdido su sabor mojado en té le devuelve al protagonista toda una serie de recuerdos que estaban ahí, en su cabeza, pero dormidos, como si no estuvieran, sin embargo, están.

En mis pensamientos a veces me detengo a pensar qué hubiera sido si ninguno de mis dos padres hubieran fallecido. Cuando murió mi padre era el momento de la juventud mía donde, como casi todos los jóvenes del mundo, tienes tu propia actitud, lo que hace que a menudo hijos e hijas choquen con el padre o/y la madre. Me pregunto cómo hubiera sido si nos hubiéramos llegado a conocer (y vivir) en estos momentos, adulto, claro que él estaría ya en tercera edad. 

Cuando era niño pensaba que tendría yo una vida adulta con cosas similares a mis padres, como una familia, vacaciones, visitas en fin de semana a mis padres con sus nietos, llevar a los hijos al cine, compartir, cosas así. Pero no hay nada de todo ello. Ni familia, ni hijos, ni una vida como aquella. De hecho el mundo ha cambiado, ni siquiera la forma de relacionarse la gente es como antes, ni los trabajos, ni los objetos, hasta ni las formas de hacer cine. Entonces uno piensa en ese pasado y se retrotrae a la infancia, a los cocidos del domingo o a estar en la cama con unos tebeos de Mortadelo y Filemón, o a las meriendas con bocadillo de paté, o las visitas a los abuelos, o los paseos familiares por la Calle Mayor. También pienso en mi gata. Con estos fríos solía sentarse justo conmigo, muy pegada, los dos con manta y televisión. 

Todo el mundo sabe que las cosas pasadas no volverán y más o menos todo el mundo dice aquello de aprovechar el tiempo, de disfrutar de tal o cual persona o de tal o cual cosa, pero creo que hasta que no ocurren las desapariciones de personas, de momentos, de cosas asociadas a todo ello, hasta que el tiempo no te da lo que viene a ser el comienzo de la desaparición, no cobra todo el peso profundo que ello conlleva. Saber que jamás vendrá determinado sabor, nunca más una forma de pasar la tarde determinada, una voz, nunca más tampoco el mundo que rodeó todo aquello, va creando un surco profundo en el ser y el alma. 

Mucha gente, la gran mayoría en esta parte del mundo, lo descubre cuando ellos mismos ya son de una edad ya avanzada, a veces no lo notan al verse rodeados de su propio núcleo familiar, hasta que este va tomando su propio rumbo. Yo lo he ido descubriendo a edades jóvenes, y sé que no se puede explicar a amistades de edades similares, pero sé que lo descubrirán algún día. Descubrirán lo que en algún momento quizá le oyeron a sus abuelos y abuelas. Y será un descubrimiento más allá del pensamiento, será sobre todo emocional. Profundamente emocional. A veces dolerá, profundamente dolerá, otras veces no, será otra cosa más grata. Y la soledad, la soledad ante un mundo diferente.



 

miércoles, noviembre 19, 2025

NOTICIA 2425ª DESDE EL BAR: 50 AÑOS SIN FRANCO

Este 20 de noviembre se cumplen cincuenta años desde la muerte de Franco. Abre el pistoletazo de salida en España de las celebraciones de los cincuenta años que abrieron el proceso de la Transición que llevaría a la monarquía parlamentaria actual. Sería algo más complejo, pues ya en el tardofranquismo de la primera mitad de la década de 1970, incluso unos años antes, ya se habían comenzado a abrir procesos de cambio, no sólo entre exiliados, la oposición clandestina y la silenciosa, obreros y estudiantes. La Iglesia, una parte de los grandes empresarios y banqueros y de los monárquicos, incluso un sector reducido de Falange habían comenzado a reflexionar alternativas al franquismo. El proceso de cambio, sin embargo, en España se produjo de manera reformista y pactista, en ningún caso rupturista, como sí ocurrió en Portugal desde la Revolución de los Claveles de 1974, donde se llegó incluso a nacionalizar los bancos o a intentar el reparto de la tierra entre los trabajadores. 

Ocurre que precisamente Portugal y España han iniciado desde 2024 una serie de celebraciones conjuntas sobre su cambio político a las democracias (una republicana y la otra monárquica). Cada país tiene sus propias rutas, pero hay eventos compartidos. Portugal comenzó desde 2024 con exposiciones, documentales y diversos actos, y España se incorporó desde comienzos de este 2025 a hacer públicos ese programa común de celebración. Si Portugal marca su hito inicial en la primavera de 1974 con la Revolución de los Claveles, España  lo marca con la muerte de Franco en noviembre de 1975, aunque ambos países tienen sucesos previos significativos años antes, por ejemplo, ambos comparten un trasiego muy comprometido por los sucesos de 1973 que, ya por gente armada o clandestina, ya por la colaboración de los servicios secretos, pasaron de un lado a otra de la frontera. Sea como sea, si bien en España se suele dar como fecha simbólica el fin de la Transición con el golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981, y Portugal un poco antes con la normalización de sus gobiernos democráticos en torno a 1979-1980, en esas celebraciones conjuntas se ha querido marcar como fecha común de ambos procesos la entrada conjunta en la Comunidad Económica Europea, la CEE (hoy Unión Europea, UE) en 1985, hecho que se materializó de facto en el comienzo del 1 de enero de 1986. No obstante, a lo largo de este 2025, esa firma tuvo su cuarenta aniversario y hubo celebraciones simultáneas en Portugal y en España.

Tuve yo la suerte entre finales de 2023 y comienzos de 2024 ser el archivero contratado en España para tratar, describir y proponer una serie de documentos y fotografías con motivo de unas exposiciones conjuntas que se harían en Portugal y después en España. Aquí pasó por Salamanca hace unos meses, aunque creo que aún harán algo más con lo trabajado, aunque mi nombre es mero trabajador anónimo. El que figura es, serán, el de quien o quienes ejerzan de comisarios o, simplemente, el de los archiveros y archiveras funcionarios. Los contratados solemos hacer el trabajo y quedar anónimos, cuando no, silenciada nuestra existencia. Sin embargo, cuando fueron las celebraciones del aniversario de la firma de adhesión a la CEE, hicieron un pequeño reportaje en Televisión Española de cómo era el aniversario en el Palacio Real. Allí se hizo una pequeña muestra de documentos del momento y me alegró reconocer varios de los que yo traté y propuse como interesantes para todas estas celebraciones.

Lo cierto es que mi trabajo, mi profesión, que ejerzo desde 2009 con diversos periodos de desempleo, me ha puesto en mis manos y mis ojos muchos documentos importantes de muy diferentes índoles, incluso de personas importantes de la cultura, no sólo cosas de gobierno, de la historia actual (del siglo XIX en adelante, algunos del XVIII), o de política o de sindicatos y partidos. Soy consciente que si llego a anciano y algún día hablo de esto, nadie me va a creer y creerán que soy un viejo gagá y loco, un viejo chocho con delirios.

Hay cosas de las que puedo hablar, otras mejor no o directamente no, depende de cada caso y de las confidencialidades comprometidas. Sí creo que la Historia actual tiene mucho margen para su reinterpretación, su redescubrimiento y para una reescritura más correcta y ajustada a la realidad, y por tanto distanciada de la versión o visión oficial repetida desde 1978, si no antes. Y estoy hablando de documentos desclasificados, que yo mismo he puesto a disposición con su descripción y archivado correcto. Pero entiendo que algunas cosas le chocarán a muchas personas que, habiendo vivido las épocas y habiendo escuchado versiones oficiales desde el mismo momento que se producen, y con el repicar constante de los periodistas diciendo que ellos saben la verdad, aunque en realidad ignoran la realidad que también se les escapaba a ellos, la no visible por entonces, pues producirá con seguridad resistencias y negaciones que preferirán acogerse a la realidad conocida, aunque imperfecta, y llamará al resto de la realidad no conocida algún  termino poco menos que cerca de cosas irreales. Costará hacer entender que las realidades eran más complejas o con más vertientes a tener en cuenta.

A fin de cuentas es tarea del historiador, que también lo soy, de hacer estudios de años, que no de meses, a fin de poder encontrar y contrastar todo lo posible para poder lanzar una visión e interpretación ajustada a lo posible, a lo real. Y por ello mismo, haber  intentado hacernos creer que los relatos periodísticos o que la tarea de historiador que se haya podido hacer ya en la década de 1980 era suficiente, o la ampliada en los 1990, pues algo bastante iluso, porque una gran mayoría de documentación aún no era consultable. Bien está haber recavado la memoria colectiva (y aún falta mucho también en ese cambio, la memoria colectiva y social de los anónimos), pero es evidente que la documentación oficial, del gobierno, de la administración, de la Justicia, de los cuerpos de orden, de los sindicatos, de los partidos políticos, etcétera, juegan también un papel fundamental para poder escribir la Historia actual. En los 2000 y 2010 se comenzaron a abrir muchos documentos de este tipo. Ahora en la década de 2020 parece que se van abriendo muchos más, pero aún queda mucho por abrir, y algunos tardarán décadas, por el derecho a la intimidad, a los datos personales, etcétera. Pero quiero decir que es a partir de esta década, según se vaya abriendo más y más, cuando mejor vamos a poder historiar toda esa época y esto, por fuerza, entrará en contradicción con muchas de las verdades oficiales y tópicas establecidas desde los años 1980. Habrá resistencia a creer en mucha gente. Es un proceso normal. Son vidas enteras y, aparte, la visión de un protagonista de esos años (aunque sea anónimo) está tan implicada con su juventud que puede perfectamente negar la visión en la distancia de los que no fueron protagonistas porque o no nacieron o eran bebés o niños. 

La tarea ya ha comenzado, y no sólo desde historiadores y periodistas, también desde el cine, curiosamente.

Lo que sí me parece lamentable son cosas como la que asistí esta tarde al ir al mercado a comprar. Un charcutero le daba una perorata a una cliente sobre que España ya no era una democracia... comprando el discurso falso de la extrema derecha y  de una parte de políticos del Partido Popular que hablan en grandes medios de comunicación y en asambleas, Congreso y Senado. Y debería ser el Partido Popular uno de los principales interesados en contribuir a enseñar a sus simpatizantes que esto sí es una democracia y porqué lo es aún cuando quien gobierne no sea de sus ideas. Debería estar ahí, pues animar una idea contraria por interés puntual de alentar animadversión al partido contrario sólo ayudará a aquellos que de verdad sí que no son demócratas ni piensan en una España para todos y plural. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

viernes, noviembre 14, 2025

NOTICIA 2424ª DESDE EL BAR: ALCINE 54 (55), LLEGARON LOS PALMARÉS

Alcine 54 va llegando a su fin. De hecho, hoy, viernes 14 de noviembre, esta mañana, ya se ha dado el palmarés. Ahora sólo quedan algunas proyecciones fuera de concurso, la proyección de los ganadores y otros favoritos a lo largo del fin de semana, la clausura, una fiesta y el concierto que la Orquesta Ciudad de Alcalá dará de cierre el domingo, al que, por supuesto, como siempre, acudiré como seguidor incondicional. Este año el galardón recibe el nombre de "Diamante", que es una innovación, igual que hace poco al jurado del público nos llamaron alcinéfilos, aunque no creo que en sustancia sea lo mismo, o igual que en 2020 decidieron celebrar la gala, pero la renombraron con un apellido que no era su número de edición equivalente (así es, en 2025 se ha celebrado Alcine 54, pero no es la cincuenta y cuatro edición, es la cincuenta y cinco edición), o bien si hace más años aún se decidió cambiar Festival de Cine de Alcalá de Henares por Alcine. En fin, a esta chavalada que no les da por dejar que perpetúe algo, y en festivales consolidados no viene mal que algunas cosas perpetúen, porque eso da peso en las mentalidades. Lo volátil es volátil. Sea como sea, los galardonados se pueden consultar en la propia página del festival entrando:

POR AQUÍ

 Que en los cortometrajes europeos (donde he sido jurado del público) haya ganado Dieu est timide (Charles, 2025) me parece el mejor de los aciertos, aún a pesar de que el público dio por ganador a otro. Ahora bien, que en europeos hayan ganado varios de los proyectados en domingo, que fueron las sesiones que este año por motivos explicados (Noticia 2423ª) cambié por nacionales, me reafirma en lo que ya dije en la entrada citada: para mí fue un año valle, flojito, y creo que esto lo percibió más gente del jurado especializado. Lo visto en viernes y sábado me dieron esa sensación, y los premios en cortos del domingo, me refuerza en la idea. Pero, y digo un pero, de las sesiones del domingo en nacional que yo vi, si bien veo que también premian a un cortometraje que destaqué Every light in between (Comín y Solá, 2025), aunque sea en lo musical, no puedo estar en absoluto de acuerdo ni conforme con que haya ganado +10K (Gala Hernández, 2025). Sólo lo entiendo si la gente del jurado se ve ligada al mundo de la producción y la autoproducción y al ver el dicho cortometraje les ha hecho ver validados algunas de las críticas o de las autocríticas que en torno a la producción y el concepto de éxito hay hoy día. Creo que no es un cortometraje que aporte nada en narrativa, ni en montaje, ni en fotografía, ni en interpretación de falso documental, si fuera un documental real, tampoco, ni en general aporta nada. Pero es el ganador. Básicamente un chico que aspira a hacerse millonario y popular a través de videos de influenciador en Internet tratando de dar lecciones de vida a los demás. 

Por cierto, al margen ya de la calidad del cortometraje español ganador para mi gusto, fuera de lo cinematográfico o de lo reportaje, en cuanto al mensaje que se escucha en la trama, una reflexión para los que aspiren a lo mismo que este chaval, que invita a todo el mundo a hacer igual, si alguien no trabaja en las industrias de producción y distribución de la electricidad, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no trabaja en telecomunicaciones, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no trabaja en la agricultura, la ganadería y la pesca para que tú comas o te vistas, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no trabaja en la electrónica y la informática que usas, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no fabrica los tornillos, las tuercas, los electrodos, los cables y otras cosas de esa tecnología, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no lo transporta a donde deba, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no lo vende, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no lo monta, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no trabaja en que te llegue el agua a tu casa y no bebes, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no construye tu casa, tú no tienes mensaje que dar, si alguien no trabaja en una depuradora y en el alcantarillado, quizás puedas dar tu mensaje, pero lleno de mierda.

Y ahora vamos a la sección favorita mía, que todos los años también juzgo como jurado del público desde el 2000 ininterrumpidamente, veintiséis años ya... y a la cual fui antes del 2000 como mero espectador algunos años de los 1990. Pantalla Abierta a los Nuevos Realizadores, los largometrajes de directores noveles. A diferencia de los cortometrajes europeos, este año esta sección no es un año valle para mí. Creo que es un muy buen año de nuevos realizadores. Muy prometedor. Predominó, eso sí, el cine en catalán, lo que no es ningún problema, pero me hace pensar que otros años ha prevalecido la selección de metrajes contra la violencia contra la mujer o contra la homofobia, y eso me hace pensar si los seleccionadores no estarán valorando cada año algo más allá de lo meramente cinematográfico. En todo caso, este año es buen año de buenas novedades. Vamos una por una:

Sorda (Eva Libertad, 2025): Abrió el lunes con una sala rebosando de gente (y un fragmento del dintel de la puerta de entrada del Teatro Salón Cervantes, Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad, literalmente roto por un golpe). Es la ganadora. Me parece muy merecido. De hecho la voté con la máxima puntuación, no puedo decir que fuera indiscutible para mí, porque me dio muchas dudas con una segunda película proyectada de la que hablo luego y que me pareció que estaban a la misma altura, por lo que a ambas las voté con la máxima puntuación, el desempate por mi parte estuvo en el resto del público. Pero sí es indiscutible que es una muy buena película. Es, por otra parte, la segunda parte de lo que en origen fue un cortometraje que en una edición anterior ya había sido presentado en Alcine, y ganó. En todo caso, no hace falta ver el cortometraje para entender el largometraje, que funciona plenamente por sí sólo. Se trata de un pareja joven compuesta por una mujer sorda y un hombre oyente. Se compenetran y entienden bien. La pareja va a tener una niña y la historia nos narra la historia del embarazo y el parto, y el primer año y pico de vida de la niña. Es la historia de esta familia que, siendo una historia de amor cotidiano dentro de una familia, nos presenta una problemática muy seria: todas las adversidades que atraviesa una madre sorda en todo ese proceso, las inseguridades y miedos que le causa, y también los problemas familiares y traumas que despierta. Es un asunto del que personalmente nunca había pensado, del que nadie me había hablado jamás y del que ni se me hubiera ocurrido en la vida que ser madre sorda pudiera tener tantísimo conflicto en un mundo hecho y pensado principalmente para oyentes. En ese sentido nos plantea un tema social nuevo para muchos. La escena del parto es francamente angustiosa. Mueve a emoción. Unas interpretaciones que parecen personas reales, un guion muy conocedor de lo que cuenta y que parece haber estudiado psicología, una trama de microconflictos familiares muy estudiada, y cuestiones técnicas de luz y de sonido muy bien construidas. Una película muy humana que nos presenta un conflicto sin estridencias, sin necesidad de exageración, que es algo perfectamente asumible que podría ser tu propia vida normal y cotidiana y eso es algo que lo sube más aún. Esta película tiene Diamante, pero tendrá Goya en 2026, y creo que merecería no sólo uno. 

Muy lejos (Molt lluny) (Gerard Oms, 2025): Esta es la otra película a la que yo voté con lo más alto. Para mí es otra ganadora. Algunas personas parecieron reticentes al ver que el protagonista es Mario Casas, pero no hay que hacer caso. Hace una interpretación que quizá sea la mejor de su carrera hasta la fecha, otro posible Goya para 2026. Es la historia de un joven que va a Holanda con un grupo de aficionados (algo exaltados) de la Real Sociedad para ver un importante partido de fútbol. Cuando han de regresar, algo ve que justo antes de embarcar en el avión de vuelta le hace deshacerse de su documentación y quedarse en Holanda para recomenzar una vida nueva sin papeles, sin trabajo, sin dinero y sin saber el idioma. De repente se nos muestra la historia de un inmigrante ilegal en un país con aparentemente más oportunidades, sólo que el inmigrante sin papeles es español y el país Holanda, más rico que España. La historia es más compleja porque es una historia de supervivencia, pero también de un trauma inexplicable para el que no tiene cómo sacarlo fuera el protagonista, pero es sobre todo una exposición de todo de prejuicios que nos rodean en esta Europa occidental. Cuidado, no es baladí, si se siguen las noticias de los últimos quince años, se sabrá que en Holanda la extrema derecha y los más conservadores, o/y los tópicos, te pueden aceptar de allí como uno más si eres de otra religión, de otra raza, con otras costumbres, si hablas con otro acento (aunque sea te aceptan en otro grado inferior al que ellos se tienen a sí mismos), pero si no eres holandés, todos sus prejuicios van contra ti. Esto está en la película, aunque no se habla de política, sino que se muestra una sociedad, una forma. Una sociedad muy libre en la mezcla racial, en lo permisivo con el sexo o las drogas, pero que también contiene en sí el rechazo al no holandés. Así que vemos conflictos raciales, religiosos, sexuales, culturales, idiomáticos (incluso entre dos catalanes, uno de los cuales pudiera parecer ido de Cataluña tras los sucesos de 2017, por lo que tiene prejuicios contra el resto de españoles), se expone de todo, y también aparece la homosexualidad. Y se observan grupos que interactúan y cómo interactúan. Es una historia personal que atrae mucho, que tiene un gancho muy potente, pero que también, sin dar de manera directa un reflejo del rumbo de la Europa actual a la extrema derecha en lo social, lo muestra de manera clara. Tal comportamiento, tal actitud, tales palabras, tales trabajos, quien alquila y quien no alquila... etcétera. Muy recomendable esta película. Además su punto a favor es que es una historia con varios niveles de comprensión. La enriquece. El director dijo que le inspiró un viaje que hizo allí precisamente como hincha del Real Sociedad.

Bodegón con fantasmas (Enrique Buleo, 2024): Su director ya había participado con un cortometraje similar en un Alcine anterior. Esta película había pasado ya por otros festivales. Es un intento de alcanzar el cine y el humor surrealista de José Luis Cuerda en Amanece que no es poco (1989) o Así en el Cielo como en la Tierra (1995). Y ciertamente tiene algunas escenas que llegan a rozarlo de manera importante, que te hacen si no reír, sí sonreír, depende de lo fino que tenga el sentido del humor cada uno, pero no llega a alcanzar a José Luis Cuerda. Algunos chistes no terminan de rematar su función de chiste y se quedan en mera situación surrealista, ocurrente, eso sí, irreverente, también, atrevida más allá de comedias de actores consagrados, pero también se desliza en alguna ocasión en la gracieta a costa de subvertir lo costumbrista, con el resultado de que pareciera algo costumbrista. Son varias historias cruzadas en la Noche de Todos los Santos, Halloween, en un pueblo de la España vaciada. Mientras que los vivos viven sus particulares historias de esa España rural, donde están cómicamente atrapados y asfixiados como personas que aspiran a otra cosa, pero saben que no la tendrán, los muertos salen de sus tumbas para tratar con los vivos algunos asuntos pendientes de cuando estaban vivos. Tiene alguna cosa, y su mayor valor es haberse acercado a ese tipo de humor. Si el director perdura en esta idea, puede que a la próxima lo alcance. No está mal encaminada, pero no llega.

Olivia y el terremoto invisible (Irene Iborra, 2025): Esta tendrá también Goya en 2026, pero tengo la impresión que lo hará porque en España apenas se producen largometrajes de animación y esta lo es. No son dibujos animados, es una producción de stop motion, tal vez con algún retoque de ordenador. No contiene en cuanto a esta técnica nada realmente innovador o relevante, excepto que en España no se producen muchas películas así. Es verdad que tiene algunos detalles técnicos que la hace destacar un poquito más, pero no es nada que no hayamos visto en producciones de otros países. El argumento puede pensarse que es para un público infantil-juvenil, pero en realidad toca una temática adulta y es posible que esté destinado a adultos. Pareciera una película con algún sentido artístico de narración pero destinada a mandar un mensaje de concienciación, que tiene mucho de propagación de la idea social, de educación social, no tanto de mostrar una drama social, sino como si fuera una herramienta de lucha social. Recuerda los metrajes educativos que se hacían en otras épocas, en otras décadas del siglo pasado, por parte de partidos políticos y sindicatos. Esta en concreto estaría imbuida del espíritu asociacionista nacido con posterioridad, o durante, el Movimiento 15M de 2011, heredero directo de las ideas anarcosindicalistas, cuya esencia está ahí. Una madre de familia monomarental con una hija y un hijo pequeños es desahuciada de su casa en Barcelona. Ante esta situación se trasladan al extrarradio donde les acoge la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y les brinda estar en el edificio propiedad de un banco que especula con él y, por ello, ha sido ocupado por diversas familias sin hogar, las cuales colaboran y se ayudan entre sí. Las apelaciones a la organización social frente a lo opresivo y lo abusivo son constantes, en lo visual y en el guion. Una de las ideas más dinamizadoras de la trama, por otra parte, es muy conocida, la hemos visto en La vida es bella (Roberto Benigni, 1997), pues la hermana trata que su hermano se crea que están en una película y no en una situación real, pero este aspecto tan central no me pareció que estuviera logrado. 

Esmorza amb mi (Desayuna conmigo) (Iván Morales, 2025): Me gustó pero no la di por ganadora. Son cuatro historias cruzadas de dos mujeres y dos hombres que se narran independientemente en el lapso de los mismos días en que esas vidas se cruzan. Una mujer que es madre soltera y ha tenido un accidente, la cual trata de hacer un documental sobre la soledad. Un amigo suyo que ha dejado las drogas hace años gracias a rehacer su vida al haber encontrado el amor y cuya relación se tambalea en esos momentos. Otro hombre que fue el amor platónico de juventud de la pareja del anterior. Este es un compositor de música cuyo éxito se pasó y está entregado a las drogas y el alcohol. Y la mujer del primer hombre, amiga de la primera mujer, y que necesita saldar las cuentas con su amor platónico del pasado para poder avanzar. Es un película muy dinámica. Bien hecha. No te aburre. Es interesante. Fundamentalmente habla de la soledad, de los diferentes tipos de soledad. Un tema muy en mi reflexión en estos años, protagonista de mi libro de poesía más reciente, y que quizá por ello no vi en todos estos personajes ningún signo real o verosímil de soledad. Creo que la mejor interpretación la tiene el segundo hombre, es la historia con más fuerza, que más mueve por dentro y cuya historia más me transmite, así como su alegato final antes de desayunar. Ese actor lo ha hecho muy bien haciendo suyo al personaje. Pero el resto de personajes, en parte el citado también, pero es más los otros tres personajes, sabemos que dicen estar solos, que algo les pasa, pero no terminan de contárnoslo y en general no dan sensación de que tengan un problema real. El compositor de música sí, ese sí, pero al resto, algo les falta. Puede ser un asunto de guion. Pero no es mala película.

Jone, a veces (Jone, batzuetan) (Sara Fantova, 2025): Como si se reprodujese lo ocurrido en cortometrajes europeos, no pude ir a esta última sesión. Un asunto más o menos grave que afectó a una amistad requirió de mí. Se me pidió ayuda y como era algo grave me presté a darla. Por ello no pude asistir. No la voté, que es lo más honesto, y no pude verla. No podría decir nada de ella, salvo el argumento que se lee si se busca sobre ella. Una película vasca sobre una chica joven que vive con su hermana menor y un padre con la enfermedad de Parkinson. Durante la semana grande de Bilbao se enamora y eso la hace vivir entre lo bonito de ello y todos sus miedos ante la enfermedad del padre.

Y dicho todo esto, ansío el concierto del domingo de este año para cerrar este Alcine 54.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

lunes, noviembre 10, 2025

NOTICIA 2423ª DESDE EL BAR: ALCINE 54

El festival de Alcine en su edición 54 comenzó el jueves pasado, aunque las secciones de competición empezaron el viernes. En realidad este año empezó una semana antes, con la exhibición de cortometrajes dedicados a la fantasía y el terror. El viernes fue una tarde y una noche de fuerte lluvia. Como todos los años desde el 2000, incluido, acudí como jurado del público. Esta vez, empapado de lluvia, descubrí junto a otras personas, que el Antiguo Hospital de Santa María la Rica, donde se ubica a los organizadores para poder realizar sus labores de coordinación, entre ellas dar las acreditaciones al jurado del público, estaba cerrado y no iba a abrir sus puertas hasta las 17:00 horas, hora en la que normalmente abre para quien va a ver la sala de exposiciones. El problema es que a esa misma hora empezaba en el Corral de Comedias, bastante alejado de allí, la primera sección de cortometrajes europeos. Fue la fuerte lluvia la que animó a dos chicas y un chico muy jóvenes a llamar a la puerta para ver si podían al menos dejarnos esperar dentro. Al abrir una de las conserjes nos preguntó si queríamos acreditaciones y al contestar que sí, nos dejaron  ir a donde estaban la gente de la organización y de ahí a la carrera hacia el Corral de Comedias... donde iba llegando más personas con la misma situación y, por fuerza, empezó tarde la sesión. Una cosa tan simple como mirar estas cuestiones de horarios para que todo pueda coordinar bien es algo básico, pero importante. 

No fue el único problema, un año más a algunas personas el correo de confirmación de jurado o no le llegó o pasó a carpeta de spam, por lo que se repitió el problema ya existente desde que empezaron con este sistema. Pero fue peor que el sistema de códigos QR para votar las películas tuvo fallos importantes y no dejaba votar más que en algunos momentos, mientras que la pestaña para ir a votar en la web tardó en salir en la misma hasta el segundo bloque de europeos. Es algo anecdótico, pero son cosas importantes. Hay que recordar que otros años los fallos han venido precisamente por el mismo lugar. Quizá la organización debe revisar cómo se organiza. Es una nota que pongo para aportar en positivo que creo que ese ejercicio se ha de hacer.

 En líneas generales los cortometrajes estuvieron mejor el año pasado que este actual mi gusto, pero no es el año más duro que yo haya visto y vivido en estos veintiséis años que vengo ejerciendo. Si que es cierto que empieza a ocurrir algo que este año se me hizo pesado por repetitivo. Todos los años se cuela algún extenso cortometraje, muy extenso cortometraje, que son sucesiones de imágenes o de fotografías en los cuales, aunque haya siempre alguna metáfora y algo de metafísica en alguna ocasión, lo que prima es las cuestiones técnicas, lo normal es que sea la textura, la luz, la composición estética... Pero esto es como si desde 1929 la película de Buñuel Un perro andaluz se presentaran películas iguales y una y otra vez la seleccionan como si fuésemos incapaces de salir de un bucle. Aunque Un perro andaluz sea una obra de arte, si desde 1929 a 2025 sólo ponemos en valor verla a ella o a obras iguales o similares, algo falla, y se puede caer en un revulsivo. Y como los miembros seleccionadores cambian cada cierto tiempo, pero en general hay unas mismas caras que sí repiten invariablemente a lo largo de los años, es de compartirles también la idea de que está bien valorar los cortometrajes basados más en lo técnico, pero que lo técnico sólo no es todo, debe aportar algo más que sí mismo.

Hay años en los que coincide que el festival tiene grandes aportaciones, como aquel en el que se dio a conocer Álex de la Iglesia, homenajeado de este año, pero también ha tenido años que podríamos llamar valle y otros, pues, bueno, más suaves, digamos. De lo que yo llevo visto y juzgado este fin de semana, de momento, podría decir que este es un año valle. No hay grandes historias que me enloquezcan, pero no hay una mayoría de obras que uno se plantee qué hace uno en la sala, aunque alguna cosa ha habido. También es cierto que la situación personal de cada uno influye en cómo recibe lo que cada año se exhibe. Este año estaba yo pensando en unas cosas que pasaron en esa misma semana y hubo varios cortometrajes que, por su ritmo y por su historia, no lograron sacar mi cabeza de mis asuntos, al punto que uno puede pensar que lo que se me ha mostrado no ha tenido para mí la potencia suficiente para dejarme llevar y reflexionar lo que se me cuenta. Hay, de hecho otro documental, uno de los vistos, que sólo logró captarme un momento muy breve en cuanto a la psicología de uno de los protagonistas en torno al deterioro de su madre, el resto de aquella obra me tuvo en otras cosas, menos en la pantalla. Aunque lo vi y lo seguí, por supuesto.

 Pero hay algunas historias que me han parecido muy destacables, como aquel Free the chickens (Vizár, 2024), una comedia de dibujos animados que, no obstante, también tiene una fuerte carga crítica con lo que es la doble moralidad, lo relativo y lo que son cosas que se dan en las personas aunque sean contradictorias. En este caso desarrollado en medio de un grupo de ecologistas que optan por lo que se suele conocer como "terrorismo ecologista", el asalto de una granja para liberar gallinas. Muy destacable también A  beer remembers (Feng y Palumbo, 2024), una especie de cuento y mitología inventada en Inglaterra, sobre un espíritu con forma de oso que regresa donde hubo un pueblo y un bosque, pero ahora hay un campo de molinos de viento. Sólo le recuerda una anciana, que va a verle. Tiene diversos caminos de interpretación, como es la modernidad, el paso del tiempo, el acercamiento del fin, lo ecológico, tal vez el alzheimer... queda bajo la reflexión del espectador. Tiene buena foto y el guion es entrañable. Y aún destacaría mucho Dieu est timide (Charles, 2025), otro en dibujo animado que está perfectamente construido, muy bien narrado, tiene su poética, tiene ritmo, tiene gancho... lo tiene todo. Para mí es ganador. Una historia de miedo y misticismo narrada a la vieja usanza. Muy bien hecho. Sin embargo, una historia muy correcta pero que no me capta, que no es que me parezca mala, es que me dejó indiferente, sería una historia algo burguesa sobre una familia rica, el sexo, las apariencias... Os caçadores (Pinheiro, 2024). Invito a ver todo el programa proyectado para que juzgue el lector.

El domingo una amiga, la más cercana a mí y quien mejor me conoce, me llamó para ir junto a algún bloque, pero no quería ir a europeos, por lo que este año rematé mi tarea de jurado en cortometrajes viendo el domingo los nacionales. Me gustó mucho Every light in between (Comín y Solá, 2025) y la voté muy alto. Otro dibujo animado muy poético, sobre un astronauta en Marte que se ha quedado solo. Una preciosa y sutil metáfora del suicidio y de su momento previo que lleva a la decisión del suicidio. Suicidio que no se ve, se sugiere con un precioso estilo psicodélico y pop y música electrónica que nos ubica casi en esas producciones del futuro hechas en la década de 1970. En ese mismo bloque otro cortometraje que hablaba sobre el abandono personal por no sentirse realizado nos muestra a una mujer que trabaja en una radio y ella quiere llevar su propia producción. Como yo he hecho radio muchos años, o al menos bastantes, a mí no me pareció algo real o no me conectó. Estaba bien hecho, quizá en exceso trascendente, lo que le daba un toque irreal a los personajes, pero bien. 

Ahora llega de este lunes al jueves el momento de juzgar los largometrajes de los nuevos realizadores en Pantalla Abierta. A ello voy a eso mismo dejándoos estas letras. Saludos y que la cerveza os acompañe.

martes, noviembre 04, 2025

NOTICIA 2422ª DESDE EL BAR: JORDI SOCIAS. AL FINAL DE LA ESCAPADA

 

La Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica, de Alcalá de Henares, en concreto la Sala 1998, que está en el primer piso, trae estos días de la mano de Lucía Laín como comisaria, una muy interesante exposición de fotografías de uno de los grandes fotorreporteros actuales de España, Jordi Socias. La exposición se llama Jordi Socias. Al final de la escapada. Lleva expuesta desde el pasado 24 de octubre y estará gratuitamente hasta el 12 de noviembre. Pertenece la exposición a la Red Itiner, de la Comunidad de Madrid. Y se ha traído a Alcalá de Henares con motivo (en parte) del comienzo del festival de cine Alcine, ya que Jordi Socias tiene en su haber ser periodista en el último curto del siglo XX y comienzo del XXI como fotógrafo para la revista Cinemanía, pero también para las revistas y secciones culturales del diario El País, también de El Europeo y Diario 16.

Llevo viendo sus fotos publicadas desde niño, y siendo consciente de él como fotógrafo desde joven. No podía menos de ir a ver la expo y fui este fin de semana con una amiga, mientras, a la vez participé de narrar cuento de terror en el bar La Gatera, en Halloween.

Socias nació en 1945, sigue vivo, y es un genio en lo suyo. Sabe encontrar la imagen perfecta que retrata a la persona. De él son varios de los retratos más conocidos de Dalí ya viejo, un joven Bardem, Almodóvar con sus actrices, y demás, pero también es un gran reportero que ha sacado la esencia de las calles en la Barcelona de la Transición, la Sicilia de la mafia en los años 1980 o la Revolución de los Claveles en Portugal en 1974. Es testigo de excepción de las últimas décadas de siglo XX y primeras del XXI, Caída del bloque soviético incluido.

Sigue fabulosamente en activo, siendo una de las visiones fotográficas más interesantes de la España de hoy. Muy recomendable.