jueves, junio 08, 2023

NOTICIA 2235ª DESDE EL BAR: UT VITANT HABEANT

Este sábado 10 de junio va a ser uno de esos días para la Historia de Alcalá de Henares... aunque mucha gente lo desconoce. De hecho el ayuntamiento no ha participado mucho de anunciarlo, inmerso en procesos electorales y con políticos en funciones mientras se forma el nuevo gobierno municipal. Se trata de un acontecimiento insólito en la Historia religiosa a la par que cultural de la ciudad. Y sí, está asociado al paseo en la lluviosa mañana del jueves 8, hoy que escribo esto, por la Calle Mayor de ese guardia suizo propio de la custodia del Papa en El Vaticano, como se puede ver en la fotografía que realizó Zia Mei. Se trata de que por primera vez en toda la Historia de Alcalá de Henares se va a realizar la ceremonia de nombramiento episcopal a un obispo en la ciudad. 

Aunque parezca mentira desde que se tiene registro en la Historia de Alcalá de Henares, ninguno de sus obispos ha sido nombrado en Alcalá. Para empezar porque el primer obispo, cuando aún era Complutum, fue Asturio en el año 412, cuando aún existía el Imperio Romano. Este era a la vez noveno obispo de Toledo, por lo que su nombramiento, que se sepa, no fue en Compluto. No hay registro alguno que diga que se le nombrara en esta ciudad, además se trata de un autonombramiento. Aparecen nombres de obispos de Compluto en documentos protocolarios en los siglos sucesivos durante lo que quedaba de la antigua Roma, el Reino Visigodo de Hispania y Al-Andalus, pero esos documentos están ligados al obispado de Toledo, que era el primado de Hispania. En ninguno de ellos se dice donde se nombraron, pero es de suponer muy probable que se hiciera en Toledo. En el año 1099 el Papa Urbano II anuló el obispado de Compluto para unirlo al de Toledo, por lo que en adelante los arzobispos de Toledo tenían también su poder terrenal y su jerarquía episcopal en estas tierras. De hecho Alcalá de Henares pertenecía al episcopado de Toledo. Los importantes arzobispos medievales, renacentistas, barrocos y neoclásicos, incluidos Tenorio, Carrillo, Mendoza, Cisneros, Tavera o Sandoval y Rojas entre otros que estuvieron en Alcalá de Henares, lo eran de Toledo, aunque evidentemente convocaron concilios, guardaron archivos, atrajeron reyes, configuraron la ciudad, construyeron la Universidad, etcétera. Eran de Toledo, por lo que su nombramiento era allí.  

El Papa Pío IX desvinculó Alcalá de Henares del arzobispado de Toledo de nuevo, lo hizo en 1851, formó el obispado de Madrid y Alcalá de Henares (diócesis Madrid-Alcalá), pero este no pudo ponerse en funcionamiento práctico más allá de lo nominal hasta 1884. Sin embargo, durante el mismo se produjo incluso el asesinato de uno de sus obispos a manos de un complot por intereses personales de otros miembros de la Iglesia católica. Teniendo en cuenta  que Madrid como capital era más importante que Alcalá de Henares, los obispos ejercían principalmente desde Madrid capital. Desde 1983 y hasta 1988 la Iglesia comenzó a plantear el crecimiento demográfico e institucional de Alcalá de Henares, lo que hizo que una parte de la jerarquía pidiera la separación episcopal de Madrid-Alcalá. Se hicieron estudios históricos y de jurisprudencia eclesiástica. Fueron los tiempos en los que abundaron numerosos libros y artículos de Historia e investigaciones sobre el episcopado de Complutum y la trayectoria jerárquica religiosa de la ciudad y sus veinticinco villas. El Papa Juan Pablo II realizó en el verano de 1991 la división y volvió a reaparecer el obispado de Alcalá de Henares. Desde entonces han habido tres obispos cuyo nombramiento no fue en Alcalá de Henares: Manuel Ureña (1991-1999), que dirigió la etapa rumbo al nombramiento de Patrimonio de la Humanidad y la llegada masiva de emigrantes de Polonia y Rumanía procedentes de la disuelta URSS; Jesús Catalá (1999-2008), que procedió a colaborar con el ayuntamiento para la restauración de numerosos edificios históricos, como por ejemplo la Iglesia Magistral, y proceder a las celebraciones de los centenarios tanto de Cervantes como del Cardenal Cisneros; y Juan Antonio Reig Pla (2009-2022), con un carácter altamente conservador, hasta el punto de protagonizar diversas polémicas, enfrentamientos con el ayuntamiento y declaraciones contrarias al Papa Francisco I, este obispo fue destituido por el propio Francisco I, que lo ha dejado como obispo emérito de Alcalá. Tras Reig Pla se quedó la sede en manos de un administrador apostólico desde 2022, Jesús Vidal. Será este uno de los que entreguen el obispado al nuevo obispo este sábado, junto a tres obispos. Ese nuevo obispo ha sido elegido por Francisco I el pasado 1 de abril de este 2023, se trata del vicario general de Córdoba Antonio Prieto Lucena, un hombre joven nacido en 1974. Su primera labor hasta el momento ha sido realizar la Semana Santa de este 2023 y restablecer puentes rotos con el ayuntamiento, por ejemplo con la consecución de que la Semana Santa sea reconocida de interés turístico nacional. En principio sabemos que su carácter es más abierto de mente y amable que el de su antecesor.

El lema del nuevo obispo es "Ut vitant habeant", que traducido es algo así como "Para que tengan vida", pues es un fragmento de un párrafo del Nuevo Testamento donde JesuCristo diría "Yo he venido para que la humanidad tenga vida" [es una traducción libre, pues el texto diría: "para que los hombres tengan vida", siendo "hombres" un equivalente de "hombres y mujeres" o sea de "humanidad", tal como se entendía hasta no hace muchos años].

Así pues, dentro de ese aspecto de la Historia reciente de Alcalá, el religioso, tenemos desde la recuperación como sede episcopal propia y de sus municipios de jurisdicción religiosa en 1991, que incluyó el nombramiento de la Iglesia Magistral de los Santos Niños como catedral, por parte de Juan Pablo II, como esta ceremonia de nombramiento de un obispo alcalaíno en este 2023, por parte de Francisco I. Una ceremonia que, repito, es algo que nunca había ocurrido que tengamos conocimiento de ello, y si hubiera ocurrido deberíamos remontarnos a tiempos en los que no se registró, o sea entre el Imperio Romano y Al-Andalus. En principio es la primera vez que ocurre.

Nos brinda imágenes como ese guardia suizo uniformado al modo del siglo XVI por la Calle Mayor, y seguro que dará más imágenes fotogénicas. Pensemos además que ese guardia no iba disfrazado, como posiblemente pensó más de un viandante acostumbrado a todo tipo de eventos turísticos con gente disfrazada de otros siglos por nuestro casco histórico, ese señor iba uniformado de verdad. Ese guardia suizo, ese guardia Papal era y es real, es de verdad. 

El nuevo obispo ha elegido para sus carteles anunciadores en la calle las imágenes de los Santos Niños Justo y Pastor, San Diego de Alcalá, la Virgen del Val y las Santas Formas.

Según el semanario Puerta de Madrid, que es el que más cobertura ha dado al evento desde hace meses, al evento se accederá con invitaciones que se diferenciarán por colores, pues hay invitadas diferentes escalas de la jerarquía religiosa y de entre los feligreses laicos... y otro tipo de laicos interesados. Se seguirá la ceremonia tradicional de entrega del anillo, los aceites, el ponerse en el suelo en cruz y demás. Toda una liturgia, repito, que puede ser atrayente tanto a creyentes como a curiosos y amantes del foto reportaje, pero que en definitiva serán parte de un día de los que aparecen en los libros de Historia posteriores, al menos en el apartado religioso.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

4 comentarios:

Zia Mei dijo...

Me ha encantado el post.
Cuando Reig Pla dejó hace unos meses de ser obispo fue por jubilación, lo estuve mirando en su momento y no aparecía en ningún sitio que lo hubiesen destituido.
Como mucho varios medios destacaron que «sólo» se tardó dos meses en aceptar la jubilación que se presenta a los 75 años porque así lo marca el derecho canónico. Esto fue lo que leí. Como don José María no me cae muy bien me alegré de que se fuese, aunque supongo que mantendrá parte de su influencia.
También me ha flipado que ¡el nuevo obispo es más joven que yo! Válgame, espero que sea bueno en lo suyo porque esto va para largo...
Gracias Canichu. :-D

María dijo...

A este además de nombrarle Obispo de Alcalá le ordenan como obispo, son cosas diferentes, porque se puede ser obispo de un sitio y que te nombren para otro, o se puede no haber sido obispo nunca (que es el caso) y tenerte que ordenar antes de nombrarte. En esto último entra lo de ponerse en el suelo en cruz y tal...

Jose Carlos Peña García del Pozo dijo...


Curiosa e interesante noticia, porque, aunque algunos vivimos bastante ajenos a las cuestiones religiosas, es innegable la influencia y la importancia de tales asuntos en nuestra ciudad, antes más que ahora, eso sí.

Anónimo dijo...

Amén