viernes, mayo 12, 2023

NOTICIA 2226ª DESDE EL BAR: ¿QUÉ PASA CON LAS MUNICIPALES? (2 de 3: lo laboral y lo cultural)

 


Con motivo del 1º de Mayo, Día del Trabajador, ya comenté en la Noticia 2222ª en su parte final que he estado atendiendo por diferentes medios y formas lo que todos los grupos políticos que se presentan a las elecciones municipales en Alcalá de Henares han tenido que decir hasta esa fecha. Evidentemente en ese momento me limité a mencionar muy por encima lo referente al empleo en la ciudad. 

Criticaba que los partidos mayoritarios en la ciudad, y he de recalcar en este caso que en especial el PSOE a través de Javier Rodríguez, el alcalde, en una entrevista en la cadena de radio Onda Cero Alcalá, apostaban porque la creación de empleo en Alcalá pasara principalmente por el turismo, al que llamaba "industria turística". Aunque es verdad que el turismo es llamado "industria" habitualmente en nuestros tiempos, el empleo que este genera no es el que genera una industria. De hecho, en una ciudad de más de 200.000 habitantes, el porcentaje de las personas que viven y trabajan del turismo es realmente menor del cuarto de la población. Además, ese beneficio turístico siempre se lo llevan unos mismos empresarios cuyos negocios se ubican en el centro de la ciudad o que suelen ganar los concursos de proyectos turísticos porque son los únicos con capacidad para presentarse, a veces no es necesario ni que sean de la ciudad. 

La generación de empleo en Alcalá es cierto que ha crecido, aunque el desempleo sigue siendo alto. Y es verdad que el sector servicios es uno de los más beneficiados. El sector servicios es algo mucho más amplio que la hostelería, pero lo habitual es que el PSOE lo asocie a hostelería, también el PP. la cosa es que pese a que se generen muchos contratos en esa hostelería, y aunque los contratos sean indefinidos, la realidad es que muchos son de duración determinada porque es evidente que los mercados cervantinos no duran todo el año, ni las ferias de agosto, ni los eventos de mercados romanos, ni Alcine  ni Teatralia son festivales perpetuos, ni siquiera el Tren de Cervantes, y no, las vacaciones de verano no son algo eterno, tampoco Navidad. Además, los contratos de hostelería que se pudieran haber hecho indefinidos en realidad tienen además apellidos aparte de nombre, o en otras palabras: se han hecho contratos indefinidos a tiempo parcial. Expliquemos: muchos camareros, camareras, cocineros y demás están contratados como refuerzos de fin de semana o para cuando hay grandes eventos en el centro ciudad. ¿Un contrato que te ocupa y paga de viernes a domingo, o en el mejor de los casos de jueves a domingo, te da para vivir? Invito a mirar las ofertas de empleo en Indeed, Infojobs, Trabajos.com, Adecco, Cornerjob y hasta en Alcalá Desarrollo que es del ayuntamiento, muchos de estos trabajos ofertan dieciséis horas semanales, veinte horas semanales, los más generosos hablan de treinta. Y lo sé muy bien, porque como sabe quien me lee: estoy en el desempleo y buscando activamente trabajo. Por otro lado, muchos de estos empleos, incluso de reponedores de productos en grandes superficies (otro servicio) ofrecen sueldos tan bajos que en el fondo no se gana ni por asomo ese sueldo mínimo de 1080 euros, entre lo parcial y pagar la hora a la baja suele quedarse en torno a los 500 euros, un poco más, que sin IRPF se quedarán algunos por debajo de los 500 euros. ¿Es este el mundo laboral maravilloso para Alcalá de Henares?

La saturación de eventos culturales que pretenden aglutinar cada vez mayores masas de gente ha afectado incluso al urbanismo de la zona centro. A nadie se le escapa que el diseño de su peatonalización tiene zonas tan diáfanas de empedrado con idea de poder acoger a esas masas y a las caseta o actos que se puedan organizar. Ya en tiempos de Bartolomé González (PP) se talaron árboles en la Plaza del Palacio Arzobispal con la excusa de que estaban mal, cuando en realidad se ampliaba espacio para instalar más casetas en el Mercado Cervantino. Es algo que yo mismo mostré en fotos en redes sociales en su día. La ciudad, decía yo ya en aquellos años, corre el riesgo de transformarse en un parque temático al servicio del turista, un poco al modo de Toledo. O lo que es conocido internacionalmente como Síndrome de Venecia, donde la ciudad perdió todo respeto por sus ciudadanos y su personalidad por sobresaturación de turistas y disponer todo a favor de ese turismo, lo que por otra parte elevaba todo tipo de precios y expulsaba los negocios y las formas de vida de esos lugares. Si uno piensa en la Calle Mayor en 2000 y en 2023 se dará cuenta de la evidencia de esto. Más todavía, no es ni medio comprensible el precio de los alquileres de los locales del lugar, ni tampoco el precio de un té, a 2 euros, o de una cerveza, que la tienes desde 3 euros a 4'50, y hablamos de cerveza normal, no de cerveza especial. Si vas a Madrid capital en tren, sales por la estación de Atocha girando por el pasillo de la izquierda sin entrar en la zona ajardinada y a la vez cruzando el paso de cebra que hay allí otra vez a la izquierda, prácticamente al lado del Museo Reina Sofía, encontrarás varios bares cuyos precios son 2 euros y también con tapas, e incluso en calle General Lacy por menos. Creo que el ayuntamiento debería empezar a pensar también en los abusos que se están dando y aunque son precios que ponen los empresarios, seguro que hay medios para empezar a "invitar" a no cometer abusos. No digamos ya de la calidad de algunas tapas y bebidas cobradas a precio de oro, aunque algunas no valen más que la arena usada del arenero de un gato. 

Preocupa en todo caso la progresiva pérdida de personalidad de la ciudad en sus zonas más turísticas.

Más todavía, si uno sigue como yo mismo sigo los medios de comunicación locales, sabe que la principal apuesta de empleo en la ciudad, el de ese turismo, ha pasado también por proponer hacer del cementerio otro polo de atracción turística, y no me lo invento, se ha dicho tal cual. El cementerio viejo podría tener un punto de lógica al ser un cementerio del siglo XIX que, aunque aún en uso, encierra en sí cierto arte funerario y determinadas historias y enterramientos que, como en otros lugares del mundo y de la propia España, pueden tener cierto interés de visita, siempre desde el respeto; sin embargo, de lo que se hablaba era no sólo de ese cementerio, sino también de hacer visitable el Cementerio Jardín, que por cierto a fecha de hoy ya ha comenzado obras de mejora de aceras (antes de ayer fui a visitar la tumba de mis familiares y lo he visto con mis ojos). Por muy bonito que pueda ser el Cementerio Jardín, y por mucho que también tenga sus curiosidades, ese es el cementerio actualmente más comúnmente usado, incluido su tanatorio y capilla para misas. A pesar de que ya chocaba que incluso allí el familiar y el amigo del difunto se tuvieran que comer con patatas una escultura de Quijote, creo que hay cosas que hay que respetar, no vale hacer dinero turístico incluso en medio de las muertes diarias de la ciudad. Si ya en tiempos de Bartolomé González hubo protestas cuando se planteó la privatización de dicho cementerio, protestas que incluso llegó a conocer el Rey en una de las entregas del Premio Cervantes, no es de cajón que ahora el PSOE, no pasando por esa privatización, quiera también hacer caja con muertos y gente en su dolor. No todo puede ser objeto de grupos turísticos organizados y fomentados por las instituciones.

Del mismo modo el PSOE local hizo suya una propuesta electoral de 2019 de Ciudadanos, con quien hizo coalición este mandato, y trata tanto de peatonalizar para que los turistas caminen hasta el río Henares como para que vayan a Complutum, pero en lugar de decir turistas dicen "ciudadanos", aunque a los vecinos de los barrios a los que afecta en realidad no se les hace ningún caso en sus necesidades reales. Así por ejemplo, en ese camino a Complutum, la barriada que comprende el Polígono Puerta de Madrid (Lianchi), Núñez de Guzmán, Reyes Católicos, El Juncal, Nuestra Señora de Belén y otros barrios aledaños, hay una gran falta de empleo... precisamente porque han dejado irse a muchas de las fábricas que había en la ciudad (como Roca, Gal, Fiesta, FIAT, Poliseda, Lee y otras) que era de las que vivía mucha gente de aquí... que es además donde nací y de donde nunca me he ido, lo conozco bien. Y no, no son personas que puedan tener una formación o cualidades orientadas al turismo. Algunas de las peculiaridades de estos barrios de hecho no los hace muy turísticos... a ver si algún día el ayuntamiento va a entender que en nombre del turismo, sobramos y hay que hacer por echarnos usando de todo lo que legalmente puedan, aunque sea con ayuda de triquiñuelas... La cosa es que mientras PSOE-Ciudadanos se vanaglorian de su proyecto para la calle Núñez de Guzmán, el interior de "Lianchi" (Polígono Puerta de Madrid) lleva desde que se construyó en 1970 sin que se hayan arreglado jamás ni los suelos, ni los jardines, ni nada. Están destrozados al máximo. A este lado de la ciudad nunca le toca nada, pero vaya, que viene el turismo, toma: para los turistas pero, "los vamos a llamar vecinos". Me hace reír agridulce.

En aquella entrevista el alcalde Javier Rodríguez ironizaba con que la industria con chimeneas sucias ya no volvería, para fomentar esa "industria turística" como algo amable y limpio. No es algo necesariamente respetuoso ni con el medio ambiente. Los desplazamientos para visitar la ciudad, por ejemplo, por sí solos ya generan contaminación, los eventos a menudo generan gran suciedad en las calles, algunos generan contaminación acústica que afecta a fauna (cigüeñas y águilas primilla, por ejemplo) y a vecinos (algunos se han quejado con escritos en la prensa local). Pero es muy mala fe hablar así de las fábricas "con chimeneas" como si esto fuera un cuento de Charles Dickens en el siglo XIX. Hablaba tirándose flores de que en Alcalá hay empresas farmacéuticas y tecnológicas, "sin chimeneas", y cito yo como ejemplo a Rovi, Alcalá Farma o Escribano Mechanical & Engineering. Esas empresas ya estaban ahí, simplemente no se han ido como sí se han ido muchas que daban miles de puestos de trabajos en la ciudad. Idas que llevan produciéndose desde los años de 1990 con Bartolomé González, del PP. Pero es que además es algo cínico decir que no contaminan. Si fabrican algo, contaminan en el proceso, aunque sólo sea usando electricidad, pues hasta producir electricidad contamina. Incluso si sus componentes los traen de fuera, esos componentes no salen de la nada, alguien los produce en fábricas "con chimeneas". 

Pero algo me hace pensar que el propio Javier Rodríguez no terminaba de creerse lo que él mismo decía, porque en la misma entrevista se quejaba de que buena parte del suelo industrial de Alcalá de Henares se había perdido en la recalificación de terrenos que hizo el PP de Bartolomé González en los años de la década de 2000. El propio PSOE cuando ha gobernado no ha podido revertir esto y no puede negar a un constructor de vivienda que use el terreno industrial reconvertido en suelo residencial para construir sus viviendas en suelo que ha comprado. Eso sería prevaricar. Por ello el PSOE trata de sacar adelante un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Un plan con el que el PP tiene simpatías, pero que el resto de grupos de izquierdas, esto es IU, Más Madrid-Los Verdes-Equo y Podemos están en contra, porque afecta innecesariamente a espacios naturales con biodiversidad e incluso a zonas con yacimientos arqueológicos. El plan de un nuevo PGOU lleva años estancado en una lucha encarnizada de la que los ciudadanos de Alcalá no se están enterando de nada y no saben cómo y en qué medida les afecta. Sólo los más necesitados de empleo dicen sí, igual que si un verdugo le pregunta al reo si puede poner el cuello un poquito mejor para recibir el hachazo. ¿Se necesita un nuevo PGOU? Sí, evidentemente sí, pero no pensando en un liberalismo salvaje... recordando el origen socialdemócrata del actual partido gobernante, PSOE, aunque bien es cierto que ahora mismo está con Ciudadanos. 

Hay otras formas como por ejemplo una modernización de las industrias y talleres que ya hay en la ciudad, ayudas si son necesarias, y una instalación y atracción de empresas nuevas en lugares óptimos, quizá en suelos que ahora mismo son industriales y no se usan. Luego hay otro factor. En la década de 1990 finales y primeros años de 2000, en un primer momento con la coalición PSOE-IU, pero luego ampliamente con PP, el suelo industrial de la ciudad era el más caro proporcionalmente de toda la Comunidad de Madrid, eso hizo que algunas empresas se fueran y otras no vinieran. De hecho los grandes beneficiados fueron los municipios al sur y al norte de Madrid capital, que fue donde terminaron mudándose estas empresas. ¿Cómo lo sé? En los últimos años de vida de mi padre recibió una indemnización junto a otros trabajadores por improcedencia en despidos ante el cierre del taller donde trabajaron durante décadas en Madrid capital. Varios de los trabajadores decidieron asociarse y abrir su propio pequeño taller de tornería metalúrgica con esas indemnizaciones. Pensaron en instalarse en Alcalá de Henares y así ganar también tiempo de vida evitando gastar tiempo en los traslados de ida y vuelta, pero se encontraron con esta situación. Terminaron instalándose en Coslada. El precio del suelo industrial se controla también con el PGOU y es vital para atraer inversiones y empresas, no hay que seguir en ese rumbo que hace que empresas como FIAT, Roca o Gal se vayan.

La situación no es muy buena, porque cada vez hay menos suelo industrial al trocarlo por viviendas, como lo que está ocurriendo ahora mismo en la Avenida de Madrid, por ejemplo. En ese mismo lugar, en lo que sería La Garena, tanto norte como sur,  se planeó en tiempos de Bartolomé González crear una amplia zona empresarial con rascacielos. Se llegó a construir la Torre Garena, que efectivamente tiene empresas de oficinas. Se instaló la gran superficie comercial de El Corte Inglés y una torre de hotel, pero luego estalló la Gran Recesión de 2008 y no se construyó nada más, a lo sumo se puso un local de comida rápida de una franquicia estadounidense que abandonó la Calle Mayor para ofrecer allí comida incluso a los que pedían desde un coche. Por un tiempo no se construyó, pero poco a poco se puso un ambulatorio médico, hubo otro centro comercial, se pusieron viviendas y la Garena Sur se llenó de locales de comida rápida de franquicias donde debía haber habido rascacielos con empresas. Con pura sorna muchas personas llaman al lugar a pie de la avenida de Madrid "La Milla del Coresterol" o "La Milla de la Grasa", con pocos puestos de trabajo para lo que iba a ser rascacielos, y además precarios. Garena Norte se llenó de residencias y parques. La Garena Sur ha tardado más, se están creando viviendas ahora, pero con ello se está perdiendo esa oportunidad de crear empleo a gran escala en la ciudad. No se instalarán empresas. Y no era mala la idea del PP de Javier Bello de 2014-2015 de atraer empresas de oficinas dedicadas a los libros en lo que es la edición o la impresión, era descabellado creer que se podía traer a Planeta de Barcelona a Alcalá, pero la idea no era mala... sólo que nadie la siguió. 

Sin embargo a todo esto, y con esas cifras de disminución del desempleo en la ciudad, a pesar de que las condiciones laborales conseguidas son discutibles, el periódico Alcalá Hoy recogía el reciente 10 de mayo la intervención del alcalde Javier Rodríguez en el IV Foro Internacional Expansión, el cual se celebró en Alcalá de Henares y trataba precisamente de negocios y era un lugar para poder intentar captar inversión. En esa intervención el alcalde decía lo siguiente: "Les ruego optimismo espiritual (...) [porque el optimismo] es lo que mueve a la gente", y aseguraba ver alegría por las calles. ¿Os suena el argumento? Si no lo hace os lo recuerdo. Era lo que decía Mariano Rajoy (PP) cuando era el líder de la oposición al gobierno del PSOE en la nación en manos de Zapatero, cuando en 2008 estalló la Gran Recesión y el PSOE lo negaba (Zapatero aseguraba que había "brotes verdes") pero el PP evidenció que había una gran crisis. Rajoy decía: "Trabajo y disciplina, prudencia y optimismo responsable", como recogió en su día la prensa, por ejemplo Diario de Mallorca. La recomendación de ser optimistas para superar el desempleo fue más allá de ser dirigida a los empresarios, pues cuando Rajoy fue nombrado presidente de gobierno a finales de 2011 extendió la fórmula de ser optimistas a todas las personas en desempleo para superar su situación a partir de todos aquellos recortes de 2012 que agravaron las cifras de desempleo y las situaciones personales.

Lo cierto es que buena parte de los que han encontrado empleo en Alcalá de Henares y no figuran ahora como desempleados en sus oficinas correspondientes donde les liga su empadronamiento, lo han encontrado fuera del municipio. Un porcentaje muy elevado de trabajadores alcalaínos deben desplazarse a otras localidades, principalmente Madrid, diariamente, lo que perjudica a su tiempo libre y vida personal, su conciliación familiar, su tiempo de descanso óptimo, afecta a sus ingresos a costa del transporte y en algunos casos de comidas, e incluso perjudica al medio ambiente, pensemos en las carreteras en las horas punta con sus interminables atascos y su traducción en emisión de gases contaminantes todos los días. Alcalá se vuelve a transformar en una ciudad dormitorio, lo que ayuda a una incipiente despersonalización y que algunos vecinos observen el centro no como parte de su ser alcalaíno, sino como una zona de espectáculos como quien va a un centro comercial.

Cuando PSOE formó gobierno con Somos Alcalá en 2015 se hablaba de empleo verde y a lo sumo que se llegó fue a crear huertos urbanos en el campus universitario y luego en el recinto ferial. Ha habido incapacidad total de frenar la sangría de ida de empresas y de atraer inversión. También es cierto que PSOE , ya con Somos Alcalá o con Ciudadanos, ha puesto todos sus mayores esfuerzos en el turismo y en lo cultural, aunque ha participado de foros para atraer inversión, no lo termina de lograr. Quizá por eso a última hora el PP de Judith Piquet promete en estas elecciones que lo logrará ella, aunque fue su propio partido político el que nos ha ubicado en la posición que estamos en el origen del comienzo del problema hace década y media. En todo caso intuyo que el PP actual está también satisfecho con que las tecnológicas y farmacéuticas que hay en la ciudad hayan decidido de momento no irse y planea, como el PSOE, seguir atrayendo a este tipo de empresas. El problema es que estas empresas necesitan unos trabajadores cualificados que aunque se pueden encontrar en la ciudad, no terminan de ser aquellos de los barrios que más ha afectado el cierre de otras empresas... falta formación que quizá se les escapa o que ya es algo tarde para recibir. 

Atraer empresas "de cuello blanco" (trabajos de oficinas) no es algo descabellado. Posiblemente sea el punto intermedio que agrade a todos los grupos políticos... pero igualmente que antes, seguiría sin cubrir las necesidades de una gran cantidad de antiguos trabajadores de aquellas otras fábricas y ahora desempleados. Gente de oficios.

Las empresas que vengan a Alcalá no tienen porqué ser chimeneas al estilo de Charles Dickens. En pleno siglo XXI hay numerosos modelos empresariales. Y sí, Más Madrid-Los Verdes-Equo apuestan por atraer empresas llamadas "verdes", que son modelos de empresas cuyo trabajo está pensado para reducir el cambio climático. No es algo imposible, es lo que en el siglo XXI se va imponer por las buenas o por las malas. ¿Por qué no intentar ser pioneros en España? De reciclajes, de nuevas tecnologías... En parte implicando también que la gran masa de trabajadores de Alcalá de Henares no tenga que desplazarse diariamente a otros municipios en vehículos contaminantes. Es una idea que refuerza IU, que dice que Alcalá se esta transformando de nuevo en una ciudad dormitorio como a mediados del siglo XX... y eso también despersonaliza. IU ha estado en la lucha más activa tanto para que no haya cierres y despidos como por derechos laborales. Tiene una amplia colaboración con los sindicatos de la ciudad y apuestan por mantener las empresas que ya están aquí, a sabiendas de que muchas personas de oficios de las antiguas empresas cerradas tienen esos lugares como posibles nichos de empleo.

Desde hace tiempo largo, desde los últimos años de Bartolomé González, la solución que se intenta dar es la creación interminable de grandes superficies comerciales (por concesión de los terrenos a ellas), a pesar de que no hay tanta clientela en la ciudad para todas y de que muchos de los trabajos que crean, como los citados reponedores, o descargadores, dependientes y demás, tienen esos contratos parciales que se pueden encontrar sin ningún problema en las plataformas de empleo hoy día, contratos que para nada dan para vivir y que implican la necesidad del pluriempleo o de la economía sumergida o de recibir ayudas estatales o alimentos de organizaciones como las católicas o las evangelistas. 

También ocurre que no para de concederse terrenos a empresas de logística, o sea de almacén, aprovechando la posición de Alcalá en un camino entre Madrid y Barcelona y de ahí a Europa. Así, se ha instalado por ejemplo la plataforma de los supermercados Lidl. Pero estas plataformas requieren de una gran cantidad de espacio a ocupar, pero proporcionalmente ofrecen pocos puestos de empleo, aunque estos en cifras totales parezcan muchos. Dan menos para lo que esas superficies podrían generar. Además son empleos en condiciones que con cierta frecuencia provocan huelgas y protestas de sus trabajadores a sus puertas. No es el caso de Lidl, pero sí de otras plataformas. Lo que sí es algo que vengo advirtiendo desde hace años es que en Japón hace ya tiempo que buena parte de las plantillas de estos lugares se ha robotizado y es algo que se expande. Este mismo año podemos ver en noticiarios la muestra de robots capaces de hacer las tareas de un mozo de almacén. Gastar el suelo industrial alcalaíno en plataformas logísticas puede ser uno de los mayores y más graves errores de cara al futuro laboral de la ciudad no muy lejano. Ocuparán el espacio disponible y apenas darán empleo. 

 Volvamos los ojos otra vez al turismo, que implica la política cultural, que ha corrido al cargo de la concejala María Aranguren (PSOE) desde el 2015 a la actualidad. En la encuesta que realizó el periódico Alcalá Hoy es el área y política de gobierno que la gran mayoría de alcalaínos han aprobado con la mejor nota y que más valoran. Intuyo que aunque cada uno de los otros partidos políticos pondría alguna puntualización o algún "pero", todos compartirían que ha mejorado mucho la actividad y participación cultural, a pesar de lo que he indicado de los peligros de caer en el Síndrome de Venecia o que el urbanismo se esté haciendo atendiendo más al turismo que al actual cambio climático o en algún caso incluso que a los propios vecinos de la zona afectada. El propio PP de acceder al gobierno local posiblemente no cambiaría demasiado el rumbo marcado, rumbo que a la vez es evolución del que se inició con el Patrimonio de la Humanidad de 1998 y que sumó lo que ya antes había, como Alcine o el Don Juan Tenorio o las ferias. 

Uno de los aportes de Aranguren ha sido contar con creadores de la ciudad, entendiendo bien cómo es cada uno y la forma particular de cada cual de participar de la cultura de esta ciudad. 

Pero quizá el mayor aporte de Aranguren ha sido hacer propio también del ayuntamiento desde un punto de vista cultural las celebraciones de Semana Santa, al lograr un reconocimiento de interés turístico nacional desde 2021 que antes no tenía. Las relaciones entre la Iglesia y el PSOE desde 2015 no ha sido algo fácil. Es posible que en esto haya ayudado la ida del antiguo obispo Reig Plá, ultracatólico, y el nombramiento del cordobés Antonio Prieto como nuevo obispo para la ciudad, elegido por el Papa Francisco I, y más tolerante que su antecesor. En junio o julio se celebrará en la ciudad por primera vez el acto oficial del nombramiento con la entrega del anillo y demás. Nunca antes se había hecho esta ceremonia en el obispado alcalaíno, por lo que tanto desde lo religioso como desde lo cultural es un nuevo puente establecido. 

Pero también la contracultura, la memoria histórica, las tradiciones de las Casas Regionales, la cultura más habitualmente aceptada, la atención al teatro, a la música, la poesía o el cine están presentes, así como toda una actividad de apoyo a diversos escritores locales. Javier Bello lanzó la idea en su día de crear de Alcalá no sólo la Ciudad de Cervantes, sino también la Ciudad de las Letras, intuyo que en parte Aranguren recoge el guante, aunque no termina de recogerlo del todo. Hay aún más promoción a las casetas de venta de chorizo asado en nombre de Cervantes que de creadores. Pero es cierto que se ha potenciado a mucha gente, como la pintora Zaida Escobar, la escritora Olalla García, los músicos de Royal Flash y otros, aunque por el camino se han quedado un poco otras personas, como los cineastas de Antrología porque se quería alejar una imagen que durante décadas ha sido también parte de la cultura netamente alcalaína: la de los bares de rock y otras músicas de la noche. 

Y sí, desde que se es Patrimonio de la Humanidad se ha apostado por dar prioridad a los bares de tapas, pero no a los de toda la vida, si no a otros más turísticos, aún a pesar de que estos están concentrados en unas mismas manos y en unas mismas familias en el centro ciudad, lo que hace que en realidad haya poca diversidad en el modelo de oferta. Ahora mismo un alcalaíno sabe que los mejores bares para tapear están en los barrios... e infinitamente más sensatos en los precios. Hace unos años que barrios de Madrid como Lavapiés han iniciado un proyecto de bares de cultura, contracultura y tapas... ¡lo que había en Alcalá!, y ellos tienen mucha más variedad de todo y más barata. Puede que el ayuntamiento se defienda diciendo que ellos sólo gestionan lo público, no cómo lleven sus negocios los dueños de los locales. Pero el ayuntamiento (esté en las manos que esté porque esto ocurría con PP, con PSOE, con IU cuando se coaligó en 1999-2003, con Somos Alcalá coaligados y con Ciudadanos coaligados) sabe muy bien que eso es una media verdad. Tanto por sus normativas sobre licencias de apertura de nuevos locales de hostelería, como desde los que somos habituales de los bares desde hace años, décadas, en mi caso desde la década de 1990, que sabemos que si el ayuntamiento (o quizá otras personas, que de todo se ha rumoreado en esta ciudad) basta con mandar policía municipal día sí y día también o noche sí y noche también, cada día fuerte de clientela a unos mismos locales para encontrarles siempre algún motivo que multar hasta que saturados de multas deben cerrar... ¿Cuántos bares de ocio nocturno con oferta cultural, incluidos conciertos, exposiciones de Arte y otras cuestiones, o simplemente bares de música, han cerrado y al tiempo han abierto un  bar te tapas? Hay muchos casos escandalosos, pero quizá uno de los más llamativos en los tiempos recientes fue el cierre de El Reloj, que era un bar de rock muy tranquilo, y cuyo espacio ocupa ahora una cafetería muy mona frente al ayuntamiento donde se sientan turistas con cierta frecuencia. En ese caso el nuevo dueño del edificio decidió, dicen, pero incluso en ese caso se puede uno preguntar porqué siendo parte de la esencia de ser de Alcalá igual que otras esencias, como esas procesiones de Semana Santa, no se hace nada por protegerlo aunque sea indirectamente y por fomentarlo, no es necesario que lo hagan cultura oficial, perdería su sentido de ser, pero hasta Madrid capital, estando en las manos que esté, sabe del potencial de Lavapiés y lo cuida. ¿Qué ha sido de la llamada "La Zona" de Alcalá, por ejemplo, que aglutinó desde finales de los 1970 hasta bien entrada la década de 2000 toda una serie de movimientos juveniles, músicas y maneras de entender la vida que ahora mismo no sólo es motivo de culto sino también de producciones de cine, televisión y plataformas audiovisuales personificada en historias de Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia, e incluso internacionalmente cada país en sus lugares más significados, como New York o Londres? ¿La Movida madrileña, por poner un fenómeno muy conocido entre otros, no es ahora motivo de películas, exposiciones de museo, debates, libros, reportajes, imitación de ropas, y demás? Pero no voy a engañar, hay en esto también una verdad incómoda... incómoda para la izquierda, durante el mandato de Bartolomé González, una buena parte de él, no se multaba fin de semana sí y fin de semana también a unos mismos locales. No digo que no hubiera multas si eran pertinentes, digo que los bares nocturnos podían respirar y seguir existiendo, se les dejaba por esa vía continuar, lo que implícitamente era reconocer que parte de la esencia de la ciudad también estaba en su nocturnidad, en esos años 2000 asociada a la vida estudiantil. Cuando los bares nocturnos comenzaron a cerrar, la juventud emigraba sus noches a Madrid capital, que no es lo mismo que quedarse en Alcalá de Henares.

La cultura oficial aún debe digerir del todo que existe también una cultura no oficial tan o más interesante que ella misma. Está en el camino de hacerlo poco a poco, muy lentamente. Pensemos que ya que hablan tanto de turismo, hay una gran cantidad de viajeros que cuando van a un lugar lo que más le gusta no es conocer lo que oficialmente se muestra, sino lo que se pueden encontrar fuera de esos círculos anunciados. Lo existente detrás del rincón, lo que viven y cómo lo viven los de ese lugar; lo que viene a ser la identidad del lugar, la real, no la del Síndrome de Venecia y la franquicia de a 3 euros la cerveza común.

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