domingo, octubre 11, 2020

NOTICIA 1998ª DESDE EL BAR: HAY QUE SEGUIR HACIENDO

Hay que reconocer que este año 2020 quien más quien menos ha conocido de la muerte de alguien cercano de manera directa o indirecta, aparte de la gran cantidad de personas famosas o conocidas. No es que otros años no muriera gente, nada más lejos e irreal. Pero con la pandemia de la Covid-19, ya sea por ella misma o porque afectó al tratamiento de otras enfermedades y dolencias o porque afectó a un debido cuidado y atención personales, han muerto bastantes más personas de las que habitualmente mueren. Al menos en España me da la sensación de la frase que afirmaba antes, quien más y quien menos a estas alturas de 2020, mediado octubre, ha sabido o padecido de la muerte de alguien cercano. Yo mismo he vivido este año la muerte de dos tíos carnales. Uno era paterno, el otro era materno. Al margen, también he sabido de la muerte de varias de mis amistades directas, y de familiares de otras amistades directas. 

Quepa decir que en Alcalá de Henares quizá deberíamos empezar a mirar este año como un año donde desaparecieron una gran cantidad de personas conocidas. No solo han muerto una cantidad de personas más o menos comunes, sino también un número superior al de otros años en los que han muerto nombres relevantes de la actividad de la ciudad, y el año aún no ha terminado.

Podríamos hablar de dos activistas que hicieron mucho por los derechos sociales o por la ecología, como Juan Guerra, muerto a comienzos de pandemia, o como Raúl González el pasado mes de agosto. También nos dejó Luis de Blas, un veterano poeta que además escribía de manera habitual en la prensa local. El pintor Miguel Ángel Bernal Ballesteros, maestro en la Mutual Complutense, también nos dejó. Otro fue el sacerdote Palero, ligado a la calle Libreros y activo dentro de las actividades católicas de la ciudad, el cual también pintaba. Y hubo también la muerte de un escultor cuyo nombre no recuerdo ahora, pero cuyas esculturas adornan algunos lugares de la ciudad. Murió el entrañable Paul, dueño de uno de los bares de rock más veteranos de la ciudad, La Panadería, y dentro del mundo bares murió también Víctor, camarero de uno de las vinotecas más conocidas de la ciudad, El Tempranillo, de donde murió casi el mismo día otro Víctor, uno de sus clientes habituales ampliamente conocido por quienes salimos por el centro de la ciudad. 

El año aún no ha terminado y aunque la pandemia de la Covid-19 la va sorteando bien la ciudad, el Hospital Príncipe de Asturias, como cualquier otro hospital de Madrid en estos momentos, o de España, corre el riesgo de colapsarse en sus urgencias y en las camas de cuidados intensivos al más mínimo brote un poco más intenso de Covid-19 mezclado con otro brote, por ejemplo, de gripe común, o baste con que haya un accidente grave o cualquier otra circunstancia. Cierto es que entre los citados algunos tuvieron muertes fortuitas e inesperadas por todas las circunstancias que las envolvieron, como las de Raúl o el camarero Víctor, pero todo cuenta, y todo está ahí.

Está claro que toda muerte es importante. Si destaco estas es por su relevancia en el tejido social alcalaíno, en la vida complutense, dado que eran personas cuya actividad ha movido y motivado parte de la actividad alcalaína. Que sean o no sean relevados depende de la actividad de las personas que quedamos, pero también de que todas aquellas instituciones, organismos, personas particulares o dueños de negocios nos dejen tener hueco y nos pongan los altavoces que, si bien algunas de estas personas citadas lograron hacer el suyo propio, una vez hecho siempre les pusieron más precisamente porque se consideró importante lo que hacían. Hay que potenciarse, pero hay también que potenciar. Por mucho que uno intente potenciarse y contribuir, si no hay eco, si no hay cuerda vocal, no hay voz y no hay mensaje ni contribución. Si no hay medios, no hay medio.

2020 va ser un año donde prácticamente van a haber muchas cuentas cerradas, pero también debería ser uno en el que para poder seguir adelante debe haber muchas cuentas nuevas abiertas. En este espacio de barrido que hace la vida, que lo hace además cada cierto tiempo si uno se fija en algunos otros tiempos históricos pasados, como por ejemplo lo que supuso 1970 para una gran cantidad de músicos rock, 1936-1945 para una gran parte de la intelectualidad mundial y de gente común también, o el comienzo del siglo XVII, por poner otro ejemplo, para los escritores españoles, en esta especie de barrido que cada cierto tiempo hace el mundo, sigue dando paso a establecer un siglo XXI y para eso, sin borrar las voces idas, han de escucharse las voces que quedan y las que vendrán. 

Voces destacadas en un municipio suelen ser contadas. Cuando el municipio es grande, como Alcalá de Henares, hay más que en otros, y cuando la ciudad tiene tanta vida cultural y social, como Alcalá, hay aún más, pero aún con todo, respecto al total de la población del municipio, son pocas, por lo que la desaparición de esas voces crea una desaparición de una parte importante del motor. Creo que en Alcalá tenemos mucha gente capaz de hacer que el motor no pare, que podamos seguir una vida enriquecida de todo lo que una sociedad necesita más allá de lo material. Es innegable que 2020 será un año a recordar en Alcalá de Henares donde se podría señalar un relativo y forzado relevo de voces en el comienzo del siglo XXI. La cuestión es que, sin olvidarles, hay que seguir haciendo.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

5 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

En la penúltima semana de octubre también murió la poetisa y filóloga Pepita Jiménez.

Canichu, el espía del bar dijo...

En diciembre mueren Pilar Revilla Bel, primera concejala del ayuntamiento de Alcalá en la monarquía parlamentaria, por el PSOE, y esposa de Lope Huerta (que fue alcalde de Alcalá por el PSOE) y Magdaleno (sindicalista de CCOO y concejal por IU).

Canichu, el espía del bar dijo...

El 2 de enero de 2021 murió Arsenio Lope Huerta, alcalde del PSOE.

Canichu, el espía del bar dijo...

Y al poco de las muertes de Pilar Revilla, Lope Huerta y Magdaleno Álvarez, también Jesús Pajares, exconcejal y secretario del sindicato CCOO. Alcalá está de luto político permanente estas semanas.

Canichu, el espía del bar dijo...


En 5 de abril de 2021 falleció Sergio Lidid, actor chileno que durante varios años representó a Quijote para Alcalá de Henares en la compañía turística de teatro Cervantalia. El Tren de Cervantes de Renfe contó con ellos varias ediciones.