sábado, enero 06, 2024

NOTICIA 2285ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS QUE DESTACO DE LOS QUE LEÍ EN 2023

Pues cumpliendo con otra entrada ya clásica en el comienzo de año en esta bitácora, de entre los libros que leí en el año anterior, 2023, los dos que destaco y la novela gráfica que destaco. Entre tanto he descubierto el pasado 3 de enero que alguien que desconozco me ha incluido en la Complupedia de Wikifandom con una pequeña biografía que me ha creado. Vi que fue creada esa entrada enciclopédica el 26 de diciembre de 2023, hace dos semanas justo hoy. Le faltan otros aspectos de mi vida pública, como cuando hacia radio y otras cuestiones y aspectos, pero creo que está bien respetar la decisión de cómo biografiarme como ha creído oportuno quien haya sido. Ha sido desde luego un reconocimiento inesperado y me ha parecido bien en cuanto que tiene su lógica de que esté en Complupedia. Yo también pondría a otras personas, pero lo dejo a enciclopedistas. Lo que sí he hecho es completar la entrada con mi bibliografía publicada,que alguien ha vuelto a editar más ágil, queda mejor. Si publico más ya completaré sólo esa bibliografía. Me siento honrado. Gracias, quien hayas sido.  

Y paso a lo dicho, los libros de 2023.

2023: 44 años.

Leí 36 libros, de los cuales 12 eran novelas gráficas, de estas una de ellas estaba repartida en 29 volúmenes.

En general ha sido un año con lecturas que me han resultado flojas. Hay alguna cosa concreta un poco más destacable, pero en general ha sido un año flojillo. Abundaron los cómic, especialmente de saga, siguiendo con el asunto de mi libro publicado este año, Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Además, hacia mediado de año tuve algo de desidia con las lecturas, acorde a una desidia general en mi vida. Como sea, los dos libros que destaco y la novela gráfica:

Los hijos del agobio (Emilio Sola, 1984): Comenté de él en Las notas de los cíclopes libreros, por ser de un autor ampliamente ligado a Alcalá de Henares. Emilio Sola, ahora jubilado, es catedrático de Historia y ha ejercido buena parte de su vida en la Universidad de Alcalá de Henares. Es también uno de los cervantistas más doctos que hay sobre esa temática. Pero Sola es igualmente un poeta y novelista reconocido y un contracultural muy divertido, uno de los personajes de la Transición española que incluso un poco antes de comenzar "La Movida" madrileña ya iba creando todo un movimiento contracultural desde su bar en la calle Libertad de Madrid, que fue reventada con una bomba del grupo terrorista de extrema derecha Guerrilleros de Cristo Rey. De todos modos, pertenece también a la Movida y precisamente esta novela refleja esos años. De hecho el libro fue premio accésit Café Gijón. Narra la historia de un grupo de jóvenes moteros que van recorriendo la costa y se asientan en un pueblo en busca de hacer algo de dinero en el verano antes de seguir rumbo. A medio camino entre el pasotismo, la vida nómada y la delincuencia, el grupo, de chicos y chicas, vivirá la muerte de uno de ellos en un accidente, cosa que tratan de hacer como que no ha ocurrido. Por el camino irán descubriendo que ese verano va a ser el del paso a un vida más madura para algunos de ellos. En cierto modo es una novela social, aunque no tiene lo sesudo del realismo social de El Jarama, de Sánchez Ferlosio, por ejemplo. Dado el ambiente de fiesta continua, irreverencia y sexo libre, todo es más dinámico. Más aún, se usa un lenguaje de argot de La Movida que recuerda el estilo de La Naranja Mecánica, de Burgess, que leí y destaqué en 2021. Es el retrato social de la juventud más díscola de aquel momento. Un ambiente que Sola conocía. Encontré el libro de segunda mano y autografiado en Domiduca Libreros y lo compré. Le tengo gran afecto a mi viejo profesor de Historia Moderna. Aunque a veces el estilo se me hacía confuso, tenía un algo adictivo. lo leí durante uno de mis momentos de desempleo, pero su lectura se mezcló con el inicio de un contrato.  

Poesía masculina (Luna Miguel, 2021): Lo compré en la Librería Diógenes. Luna Miguel es una de las poetas actuales más conocidas de Alcalá de Henares. De hecho aparece en prensa a nivel nacional. La cosa es que hace bastantes años que no vive en Alcalá, sino en Barcelona. De este libro también hablé muy ampliamente en Las notas de los cíclopes libreros. Quería tener un libro de ella y leerlo detenidamente. Cuando lo vi en la librería lo ojeé, leí un poema y me gustó. La compra fue inmediata. Es una poeta contracultural sin reparo alguno de hablar de sexo desde lo que se llama nueva sexualidad, que no es nada nueva, pero que está en boga en el siglo XXI aupada por un ambiente de mayor tolerancia, libertad y deseos. La cuestión es que escribe el libro tratando de abordar la cuestión esta vez poniéndose en la mente de un hombre, su exmarido, casi a modo de hablar de la sexualidad masculina a través de su vivencia con él. Tiene mucho de metaliteratura al ser ella misma protagonista de algunos poemas desde la vista de él. Pero es una vista con muchos tópicos sobre lo que es el sexo para los hombres. A pesar de ello, cosa que ya hablé en los cíclopes, es una contracultura muy atractiva. Me recuerda a un Charles Bukowski, pero en mujer, porque sí, no deja de ser Luna Miguel, mujer, quien escribe estos poemas. Pequeños detalles de delicadeza en lo emocional se cuelan y hacen historias bellas donde el sexo es algo más de la vida. También es en cierto modo una exploración de lo que es una pareja. Lo recomendaría, aunque personalmente algunos poemas abrieron debates en mí con el libro mismo, al no reconocerme como hombre en algunas de las cosas que se dicen que son, lo dicho, tópicos sobre el hombre respecto al sexo. Ahora bien, que un libro te haga debatir con él es algo importante.   

 Y la novela gráfica que destaco es:

Patrulla X. Fénix Oscura (guionista Chris Claremont e ilustrador John Byrne, 1980): Ya destaqué el año pasado una novela gráfica de Claremont sobre la Patrulla X. Este año repito con esta otra, que es anterior a aquella. Además, en esta está asociado a otro de los grandes, John Byrne. En un año en el que yo saqué el libro sobre la censura en cómic de superhéroes en la España de Franco, y en la que murieron dos de los grandes creadores, John Romita y Francisco Ibáñez, no pude menos que leer una gran cantidad de cómic de superhéroes. Algunos comentados con Dani Andrinete, fallecido también este año y que era un gran conocedor del género. Un amigo personal, Pedro Maza, me regaló varios ejemplares que fueron suyos, que yo completé con la compra de segunda mano de algunos que faltaban. Los compré en Daily Price de Calle Mayor. Como dije el año pasado, Claremont revolucionó los guiones de superhéroes, dándoles unas tramas con compromiso social y de denuncia social adultos. En esta obra una superheroína se transforma en una entidad del mal que sólo puede acabar con su propio suicidio. Una trama de doble personalidad en un relato de aventuras incluso galácticas que me resultó muy inteligente tal como se plantea, y algo que no se había visto en 1980, la posibilidad de que el héroe tenga un lado oscuro y siniestro amenazador. A la historia se le unía unas ilustraciones que se permitían innovaciones y perspectivas que dotaban al relato de un mensaje mayor. Claremont fue un antes y un después a la hora de contar la historia del héroe, dándole una dimensión humana dentro de los conflictos humanos y sociales de la vida real. La Patrulla X me ha tenido muy atrapado todo el año con esta y otras historias. Toda una saga.

2024 (6 de enero): 44 años camino de los 45.
Estoy leyendo 1 libro. 
 
Platero y yo (Juan Ramón Jiménez, 1914): Lo compré en una edición barata en la feria de libro de Navidad en la Plaza de Cervantes, en Domiduca. Nunca había leído este libro, que le supuso un Premio Nobel a Juan Ramón Jiménez en la década de 1950. No fui de aquellos alumnos del colegio ni del instituto al que le mandaran esta lectura. A mi madre le gustaba esta historia, creo que por el burrito en realidad, o tal vez tuviera que ver con su infancia. No lo sé. Ella se compró un ejemplar de Cátedra para leerlo, aunque no sé si alguna vez llegó a leerlo entero cuando lo compró. Aunque estaba en la casa de mis padres, nunca lo leí. Ahora tuve curiosidad, tras leer el libro de poesía en prosa Fábula del fragmento (2023), de Francisco José Martínez Morán, otro poeta alcalaíno actual de lo más reconocido a nivel nacional. También el amor a mi gata me ha llevado a leer este libro, identificando a Platero como la pureza y la inocencia de todos los animales, especialmente los que tienen relación con los humanos. Lo cierto es que lo estoy leyendo y he de confesar que no me está diciendo nada especialmente que me entusiasme tanto como lo que merecería un Nobel. No encuentro en él lo que creía que podría encontrar. Tal vez no lo estoy leyendo en su momento adecuado. Ahora bien, el propio autor dijo que no era un libro para niños, aunque todo el mundo considere que es un libro para niños. Reconozco sus preciosas imágenes entre costumbristas y modernistas y las sugerencias entre la naturaleza y la humanidad, sus sutiles críticas sociales y sus metáforas tan sutiles que si no te fijas las lees de corrido como si fueran mera prosa. Inspira un amor a la naturaleza y a los animales, un reencuentro, en ese sentido hoy día podría tener una relectura ecologista o naturalista. Eso es lo más valioso del libro. He de reconocerlo, lo leo sobre todo con cierto cariño a mi gata y su inocencia. De hecho le he leído ya algún párrafo en voz alta y escucha tumbada a mi lado moviendo la punta de su rabo, tranquila. Como sea, comienzo el año con esta lectura.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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