sábado, octubre 08, 2016

NOTICIA 1647ª DESDE EL BAR: SANTI ÁLVAREZ-DARDET Y ALBERTO CEREZO EN LA POSADA DEL DIABLO

Mientras la ciudad anda en esto del mercado cervantino un año más, cosa de la que ya hablaré en la próxima entrada que escriba en esta bitácora, yo reincido en hablaros de exposiciones de pintura que se pueden ver estos días por Alcalá de Henares. Es la tercera de la que os hablo esta semana, pues en la entrada anterior ya os comenté lo que se pudo y se puede ver de la mano de Comisiones Obreras y en el piso superior de la Facultad de Derecho. En este caso hay que ir a un bar, a la Posada del Diablo, en la avenida de Madrid, nº 2, o más fácilmente: enfrente de la Puerta de Madrid y la torre con hiedra de las murallas del Palacio Arzobispal. 

Los artistas Santi Álvarez-Dardet y Alberto Cerezo (de este se puede ver parte de su obra en su bitácora Ilustromántica, la cual es muy recomendable) han estado pintando este verano de manera muy activa y se han juntado para mostrarnos en una sola exposición su obra. En el mismo cartel del anuncio de la exposición, la cual se inauguró el pasado día 1 de octubre, sábado, vemos a la izquierda uno de los cuadros de la pintora Santi Álvarez-Dardet donde podemos ver una extraña evolución de tres cabezas no exenta, al menos para mí, de algo inquietante, aunque no negativo. Mientras que a la derecha del mismo cartel vemos un paisaje urbano pintado en acrílico por Alberto Cerezo. La exposición, breve sobre todo por el espacio disponible de las paredes del bar, está repartida por las diversas salas y pasillos de este local que sirvió de posada desde el siglo XVII, tal vez desde el XVI. En ambas obras encuentro un paisaje algo extraño, lúgubre, oscuro quizá, pero en absoluto algo negativo. Priman los colores grises, marrones térreos, blancos y negros en lucha entre las sombras y la distorsión de una idea que se nos lanza más o menos clara. Si me hubieran preguntado qué estación del año sirvió para su creación hubiera dicho otoño, pero su creación data de verano, es ahí donde enra en juego las ideas, motivaciones y estados de ánimo de los creadores, y de todo ello esta exposición nos lanza una gran cantidad de información para que el espectador la reciba y la digiera como le venga y sienta él mismo. Es una obra doble que nos traslada muy afortunadamente mensajes, no es mera expresión estética, y es con el lanzamiento de un mensaje, sea este interpretado como haya por cada cual, donde un artista crea una buena obra. 

Santi Álvarez-Dardet aporta además unas acuarelas anteriores a esta obra, entre las que se puede ver un autorretrato en el que a la vez aparece un retrato de Alberto Cerezo. En esas acuarelas la temática general de la exposición tiene un pequeño giro menos oscuro, aunque igualmente sugerente, así por ejemplo en los colores casi de llamas en el pelo de una mujer que a la vez nos podría sugerir un algo que invita. Sin más, creo que lo recomendable es que vayáis a ver la obra y saquéis vuestras propias reflexiones, ya que estos cuadros requieren precisamente de la emocionalidad de quien los vea. Saludos y que la cerveza os acompañe.

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