viernes, mayo 17, 2013

NOTICIA 1210ª DESDE EL BAR: LA FUENTE DE LA SALUD

 ¿Cuántos alcalaínos conocen la Fuente de la Salud? ¿Y cuántos la han visto? Pues yo soy uno de los que sí la conocen y sí la han visto. Es uno de los mitos fundacionales de Alcalá de Henares cuando era Complutum, la ciudad romana. Pero hay que remontarse a unos siglos antes, cuando la prehistoria complutense se transformó en protohistoria ante la llegada de cartagineses y romanos. Aquí vivía una población carpetana (que era un pueblo celtíbero o meramente íbero, no lo tengo claro). La población entonces estaba arriba del Cerro del Viso, donde hace poco los satélites espaciales detectaron los restos de un templo y un anfiteatro romano por debajo de unos sembrados. Claro está que por entonces tampoco existían esas edificaciones. El poblado, bien asentado y con antepasados en la zona que durante el neolítico pintaron rupestremente, se llamaba Iplacea. Su historia y evolución, como la posterior de los romanos, pasó por alianzas guerreras con los cartagineses, luego con el romano Sertorio, por la guerra civil con Pompeyo y, por otra guerra civil, con Julio César. La cuestión es que los carpetanos, que no tenían una tecnología muy desarrollada, ni conocimientos demasiado complejos, se dedicaban a la caza, la recolección y la agricultura. La guerra era básica, sí, sus dioses eran guerreros, pero la ubicación de Iplacea en el cerro les daba la ventaja de poder divisar desde allí a las manadas de los animales que iban a pastar o a beber al río Henares. Las tierras del valle del Henares eran y son muy fértiles, cosa que ellos atribuyeron a que en la zona vivía un Dios. Llegaron los cartagineses, luego la guerra con los romanos, y las diversas guerras mencionadas antes. 

Sertorio fue un general romano que quiso ser Rey en Hispania, por ello estalló la guerra civil. Roma mandó a Pompeyo para eliminar a Sertorio, que por aquel entonces tenía a los carpetanos como aliados, ya que tenían la costumbre de aliarse y asociarse casi como si fueran un clan asociado, servidores, de aquellos que los derrotaban en la batalla, incluso establecían lazos familiares físicos y culturales. Sertorio había iniciado una campaña de síntesis entre su propia cultura romana y las culturas de los íberos y celtíberos de estos pueblos, con la idea de reforzar sus alianzas. Cuando Sertorio y sus aliados fueron derrotados por Pompeyo, este otro general pasó a recibir a los carpetanos como aliados suyos, y los intentó romanizar al completo (con alguna licencia) en sus costumbres. Julio César, en otra guerra, tras derrotar a Pompeyo hizo lo mismo, sólo que él arrasó Iplacea y bajó la población al valle, se inició Complutum. De Iplacea y Complutum hablé ya de la evolución de su Historia en la Noticia 53ª, o cuando mencioné la vida de un guardia pretoriano que nació aquí y era de una familia de aquí, o cuando mencioné ciertas leyendas en torno a la mesa de Salomón ubicada supuestamente en Alcalá de Henares, y la realidad de que los satélites han visto las plantas de un templo y un anfiteatro en el monte de la ciudad. También he hablado en otras ocasiones de otras historias de la Historia Antigua de la ciudad a lo largo de esta bitácora, es un tema rico. Mas, como la senda que va a la Fuente de la Salud: no muy conocido. Pero, ¿todo esto a cuento de qué viene?


Todo viene a cuento de que los romanos en sus procesos de asimilación, que son complejos, y de los que España cuenta con uno de los pocos ejemplos legales escritos (hay que ir al Museo Arqueológico de Sevilla para verlo escrito en varias tablas enormes de bronce que estuvieron expuestas públicamente en una basílica romana), usaban del sincretismo: allá donde llegaban aunaban creencias religiosas e incluso las adaptaban (la verdad es que hacían lo mismo con leyes, normas, usos y costumbres). Así pues, sea por creencia sincera, o por conveniencia estratégica, reconocieron la existencia de un Dios en el valle del Henares. Lo ubicaron concretamente en el río Henares. Al bajar la ciudad al valle la llamaron Complutum, como ya he dicho, que traducido al castellano es Confluencia. Hay quien ha asegurado que es por la confluencia de caminos, pero lo cierto es que por esta zona de la península sólo pasaba una calzada romana, la que unía por el interior penínsular Emerita Augusta (Mérida) con Caesar Augusta y Barcino o Tarraco (Zaragoza, Barcelona y Tarragona) para ir a Roma.  En realidad es más probable que sea por ser el lugar donde confluye el Río Henares con los arroyos del Camarmilla, el Torote y el Zulema, que en otra época llevaban más agua y menos penuria en su fluir. La calzada romana pasaba por Complutum y un tramo lo hacía siguiendo el río Henares. Fue entre la calzada y el río que construyeron en la ribera del río una fuente pública en la que dijeron que allí vivía el Dios del río Henares. Beber de las aguas de la fuente, supuestamente, era saludable, por lo que se la conoció como la Fuente de la Salud.


 La conozco desde que era niño. La fuente era útil, tanto para los que siguieron usando las vías romanas una vez desaparecido el Imperio, como por los pastores y algún agricultor. Así fue durante siglos, hasta que tiempos más modernos la fueron transformando en ruinas casi abandonadas. En la década de 1980 hubo varias obras de restauración de monumentos y edificios históricos de Alcalá de Henares. Con los alcaldes socialdemócratas de entonces, Lope Huerta y Florencio Campos, se recuperaron lugares como las ruinas de la torre albarrana del antiguo castillo musulmán, las murallas del palacio arzobispal, las ruinas de la Iglesia de Santa María la Mayor, el teatro decimonónico Teatro Salón Cervantes o los antiguos mataderos también del siglo XIX (hoy sede de las Casas Regionales). En su proyecto hubo un intento de recuperación del río Henares que incluía un extenso paseo fluvial aprovechando la ribera del río y su riqueza en flora y fauna, con especies únicas en el centro penínsular, incluso como hace poco reconoció la Unión Europea. Iría de lado a lado de la ciudad. El tramo oriental y central de la ciudad llegó a hacerse, pero nunca llegó a construirse el tramo occidental. Complutum nunca vio llegar ese paseo, aunque sí un precioso vivero (ampliado por el conservador Bartolomé González). La fuente, sin embargo, sí fue restaurada en aquellos años 1980, y durante una época breve el agua fue potable de nuevo. Yo bebí de ella cuando era niño, ahora es algo impensable, hay un cartel que incluso advierte de no beber.


Mi padre nos llevó por allí cuando aún era un lugar visitable. Incluso llegó a mencionar lo de aquel paseo que se quería hacer. Luego, también de niño y hacia la adolescencia, iba allí con unos amigos provistos de pequñas azadas para recoger palulú para masticar sus raíces a modo de regaliz natural. Y aún regresé una vez más pasados algunos años para descubrir que el lugar estaba abandonado, lleno de la suciedad de las empresas que se han instalado a sus espaldas, de condones usados por prostitutas, compresas usadas y otras inmundicias. Hablé de ello en la Noticia 765ª. Está en la parte trasera de los bloques de pisos donde está mi casa. Hubo una época que incluso hubo ovejas, una capilla donde me bautizaron (ya derruida) y las ruinas de Complutum ni eran turísticas, ni sus vallas impedían andar por el campo libremente. La verdad es que es un lugar verde muy apacible, y aunque amplíen algún día las excavaciones de Complutum dentro del vallado que hicieron (paralizado todo por una cuestión económica), harían muy bien en respetar el campo que rodea el lugar. Un campo que se ha respetado incluso con la Casa de Hippolytus, el Taller Escuela de Arqueología (TEAR), el polideportivo El Juncal, los edificios de loft, el supermercado y la gasolinera. Bien estaría que remataran esas excavaciones de Complutum y las unieran en cierto modo con el TEAR y la Casa de Hipolytus, así como con el nuevo edificio que han construido y que está cerrado y que está llamado a ser en el futuro un centro de interpretación arqueológica, pero insisto: respetando el campo que hay alrededor, sino perderá su encanto y el sentido. Pero estas ruinas romanas se han olvidado totalmente de esa Fuente de la Salud. Aunque claro, Complutum tiene restos amenazados por muchas causas, incluso oficiales por parte municipal, como otros restos alcalaínos. La destrucción es tal, y lo imposible de esa unión de lo que queda de Complutum tan atroz que ahora no puedes hacer el camino ni incluso andando por senderos naturales de paso entre la maleza. A alguien se le ocurrió construir esos edificios que albergan  viviendas tipo lofts y vallar la zona, impidiendo avanzar.


Aún con todo, podría ser solucionable. La edificación de un nuevo edificio destinado a ser en el futuro el centro de interpretación arqueológica, contiene en su estructura un espacio delante de su puerta que permite que el camino adoquinado que existe en el campo pueda pasar a través de ese mismo edificio. El edificio está cerrado y vallado, y también el camino, ya que no se ha podido terminar. La crisis lo ha paralizado, no hay dinero. Pero es una pequeña esperanza de que aún se podría recuperar el encuentro de la Fuente de la Salud con los restos de Complutum. Cuando se abra en el futuro sólo habría que quitar el tramo de valla que aisla a esa zona verde de... ¡una carretera de gran tráfico! Antes había carretera, pero casi testimonial, no era tan usada como ahora, que se ha transformado en la vital carretera M-300. Fue ampliada hace relativamente poco, la dotaron de rotondas, construyeron una salida muy directa a la carretera que va a Madrid, o hacia el barrio de La Garena (o a El Juncal si se tuerce) o al centro comercial El Corte Inglés, al gusto de los pasajeros de los automóviles. Los coches van raudos y muy fluidos. No hay paso peatonal, obviamente, pero si se tiene real interés por mantener nuestro pasado y nuestra identidad, y el Patrimonio de la Humanidad, es obvio también que habría que hacerlo y ponerle incluso semáforo, para mayor seguridad. Cruzar ahora mismo es jugarse la vida, la tuya y la de los pasajeros y conductores de los vehículos. Todo esto de los edificios en medio, las vallas y la carretera... me suena a puro desconocimiento al conceder las licencias de construcción, o quizá más probablemente a una negligencia u olvido ¿casual, accidental?; no sería la primera vez que unos restos históricos incomodasen a unos planes urbanísticos que en principio no contaron con ellos.


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Aún con todo se puede llegar hasta el lugar, no es imposible. Una opción es usar un vehículo, de motor o bicicleta, y usar las vías debidamente. Otra opción es caminar bordeando las vallas del edificio inacabado, de los bloques de viviedas loft, de un supermercado y de una gasolinera. Existe un paso, pues al otro lado hay industria y los trabajadores han de llegar a ella cuando optan por ir andando, que los hay que van andando. Hecho esto hay que ir bordeando hacia la zona verde, hacia el río Henares. Pero, al acabarse de andar la zona de industria, y pasar la primera rotonda (o la segunda, según se cuente), lo primero que encontramos son prostitutas. Muchas prostitutas. Y clientes. Y la actividad combinada de ambos incluso a plena luz del día. Hay un puente sobre el río Henares que no se puede cruzar, no hay que hacerlo. Si caminamos bordeando el río encontraremos el lugar por donde desemboca el Camarmilla en el río Henares ayudado de una canalización bajo la carretera que le hicieron hace muchos años. Cerca de allí, casi oculta en la maleza, está la escalera que le hicieron en los años 1980, que baja a la orilla del río, y ella da a la Fuente de la Salud. Si no hay una prostituta o varias trabajando, encontraréis condones usados, pañuelos, basuras varias, y la fuente que, sinceramente, la recordaba con más texto en latín del que hoy día tiene. Todo sea dicho de paso, como probablemente ellas están usando el agua para lavarse, tengo la impresión, es probable que sea gracias a ellas que se mantiene, a su manera. El cauce está muy debilitado, de joven yo lo vi claramente llegar más o menos fuerte al río, no con ímpetu, pero sí sin ser algo tan débil. Es una lástima este abandono y sólo espero que no sea a drede con intereses industriales o de otro tipo, o peor aún, por desinterés y desconocimiento puro y duro de quienes nos gestionan. Aunque tengo la ligera sospecha de que un abandono así es posible que incumpla contra la ley de patrimonio cultural español y la Constitución misma, que también vela por el mismo, no hablemos ya de las normativas del Patrimonio de la Humanidad, del que por la parte que nos toca somos responsables de mantener.

Me llevé a una amiga para enseñárselo. A diferencia de mí, ella no es de aquí de nacimiento, ni por familia, pero sí lleva muchos años viviendo aquí. No sólo no conocía su existencia e historia, sino que jamás la había visto, lógicamente. Le gustó mucho, pese a la degradación, y se tomó con humor que al pasar por allí acompañada de mí algún coche que nos pasó nos tomaran por prostituta y cliente. Eso se lo tomó con humor, pero el abandono y previsible futuro de la fuente de seguir así, se lo tomó con pena, lástima e indignación. Puede el lector imaginar que si ella sintió aquello, qué no sentiría yo al verlo tras bastantes años sin pasar por allí, donde una parte de mi infancia ha quedado, y siendo un apasionado amante de mi ciudad de origen. 

Saludos y que la cerveza os acompañe.

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

Otro dato, en torno a 1985-1986, más o menos, se comenzó a construir el parque MAgallanes, se descubrió que había allí una gran muralla romana, por lo que se pensó que complutum era mucho más importante de lo que se creía porque nadie se toma tantas molestias militares para una población sin importancia. Allí se encontró el esqueleto de una mujer con su ajuar, y un bote de cerámica con penes y vaginas grabados y que está sellado, cuyo interior no se puede ver con rayos X, todo esto, la última vez que lo vi, estaba en el TEAR, ya no sé donde estará. LAs ruinas se enterraron tras especeular en hacer el magallanes escavando el suelo y reutilizando las ruinas, pero descartaron la idea, supongo que por cara y poniendo excusas falsas de falta de importancia.