miércoles, enero 06, 2010

NOTICIA 723ª DESDE EL BAR: EL REGALO QUE MÁS ME HA GUSTADO

La inexistencia de uno mismo puede ser relativa. Uno puede existir en un sentido, en un lugar, o para unas personas, pero a la vez no existir en otro sentido, otro lugar u otras personas. Puedes existir a la vez gracias al recuerdo, la imagen, la imaginación o los objetos o ficciones que nos son externos a nuestro propio ser, cosa que se da gracias a otros seres, pero a la vez no existir. Actualmente sé que existen los chinos, incluso consultando datos podría hacerme a la idea de cómo vive un chino de una determinada aldea del otro lado del planeta. En ese sentido ese chino existe para mí, pero no conozco a chino alguno de esa aldea, pongamos como ejemplo a un imaginario Tang como si fuera una persona real que ahora mismo esté dormido, pues ahora mismo es allí de noche. Ese Tang, de ser real, no existe, porque no le conozco, no sé de él, ahora bien, el Tang de mi ejemplo existe, porque le aplicaría los conocimientos que yo podría tener de su nivel de vida según mis datos sobre esa región de China, y si además le doto a ese Tang, en mi imaginación, una vida y unos sucesos, existirá aún en otro sentido más, no el de su vida real, pero sí el de la vida que yo le daré en mi mente.
Así, en otros sentidos, recuerdos, proyecciones, imágenes, objetos, familia, amigos, lo que dejamos a nuestro paso o lo que formamos o ayudamos a desarrollarse, se podría seguir estas reflexiones... Entonces nos saldría el nihilista que en mayor o menor grado todos llevamos dentro, y alguien diría que la existencia que cuenta es aquella de la que uno mismo se da cuenta y percibe... Dirían algunos como Descartes: "Pienso, luego existo". Pero otros dirían que eso es relativo, y volverían a darle vueltas a la existencia en los términos que he dicho o en otros similares, o en términos de lo que uno va dejando en los otros seres vivos, en las cosas y el mundo, o en los sucesos que forman nuestras vidas, las cuales todas se unen para crear lo que es precisamente lo dicho: nuestro mundo.
Hace casi un año, en Febrero pasado, alguien decidió sin darme explicaciones que yo dejase de existir en uno de los planos y sentidos de su vida. Anoche ese mismo alguien, sin darme explicaciones de nuevo, volvió a decidir que yo volviese a existir en un plano y un sentido de su vida con el mero gesto de saludar, preguntarme por cómo me iba, hablar un rato y aceptar un caramelo que le regalé. No sé si el momento es un espejismo, un algo volátil y circunstancial, pero creo que puede ser un comienzo de resurrección. Y como anoche pude volver a percibir que existo, no desisto en la idea de permanecer en mi existencia en ese plano, en ese sentido, externo a mí y a la vez parte de mí, que, por otra parte, mi esfuerzo y mi paciencia me ha costado. Pienso que volver a existir tal vez sea el regalo que este año me ha gustado más y me ha hecho recobrar una sensación de la magia de unos Reyes Magos existentes.
Que la cerveza os acompañe y mil buenos deseos de mi parte.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

se que esto es un poco cotilla, pero ese alguien es una chica? si quieres no contestes, feliz 2010 ¡¡¡¡

Canichu, el espía del bar dijo...

Es una amistad.

Neo dijo...

yo es que me lío ya sólo con la primera frase que has puesto.

¿y no será la existencia algo real y que no depende para nada de nuestras ilusiones o del pensamiento o la acción de otros?

¿no puede ser más sencillo y nos lo complicamos nosotros?

saludos, alcalaíno!

sbb dijo...

ok, gracias por contestar, me alegro que puedas recuperar una amistad :)

Canichu, el espía del bar dijo...

NEO: en última instancia la existencia de uno mismo deriva de la consciencia, razonada o no, de que existes, esa es la premisa de Descartes, de los nihilistas y de lo que tú mismo planteas. Pero hasta los nihilistas y Descartes tuvieron que revisar sus ideas iniciales al respecto, ya que les era evidente que otros seres y otras cosas también existen, y no sólo eso si no que además toda existencia está interrelacionada de mayor o menor manera. Es también una idea sencilla, no sólo existimos porque nos sepamos existentes, sino que además nuestra existencia es parte de otras existencias. Ahora bien, quizá te refieras a que es más sencillo obviar lo obvio y pensar en otras cosas... pues hombre sí, pero estas meditaciones no están mal de vez en cuando, sobre todo cuando nos ayudan a comprendernos o bien a pasar un rato, y si es compartido y da gusto mejor. Un saludo, Neo, bienvenido.

SBB: sí, es una amistad, para mmi siempre lo fue. No sé si se ha recuperado, pero al menos habla, que no es poco. Pero pienso que en todo caso no habrá un retroceso al estado previo de los sucesos, es muy difícil. Feliz 2010, que se me olvidó.

Neo dijo...

ajá, creo que estamos bastante de acuerdo, pero yo tengo un matiz.

¿La clave de todo no puede ser el hecho de poder percibir claramente la realidad, la propia y la de lo que nos rodea?
me refiero a hacerlo directamente, sin crear ninguna idea, sin ilusiones o imaginaciones.

Pero estoy hablando de algo real, del día a día.

No quiero obviar nada; es más, creo que el problema viene cuando damos cosas por obvias.

¿Porqué tienes que depender de lo que piensan otros? si crees que eso te influye, entonces lo hará; pero ¿no puede existir alguien libre de la influencia de las ideas que los demás tienen de él?

salud!

Canichu, el espía del bar dijo...

Bueno, que otros te piensen, recuerden o creen una imagen no tiene porqué influirte, te hace existir, pero no necesariamente te forma a ti de forma personal. Yo recuerdo a mi padre y existe en ese contexto, pero mi padre murió, obviamente no le influyo en nada ni depende su personalidad individual de mi recuerdo. La tuvo, la vivió y existió en ella, ahora existe en unos recuerdos míos, en otros de otros, en las cosas físicas que dejó o en la influencia que dejó con su educación, trato o cercanía. Para un europeo del siglo XV no existían los americanos, no sabían que había otro continente, por lo tanto este tampoco existía, para los americanos no existían los europeos, ni los asiáticos ni otros. Sólo con el descubrimiento estos pasan a existir, pero que un español supiera ya en el XVI que existe América y los americanos tampoco influye en la personalidad de un maya concreto, por ejemplo, el maya ahora también existen los europeos, existimos para ellos, pero su concepción de nosotros no influye en un habitante de Talavera de la Reina, por ejemplo.

Otra cosa diferente son las interrelaciones personales, donde efectivamente la psicología de masas, las concepciones de grupo, las psicologías individuales entre personas y demás, nos influyen a todos en mayor o menor grado, dependiendo de muchos factores de cada individuo, factores que unos sean más susceptibles que otros a la existencia que nos otorga el otro o lo otros en su idea. Influye, sí, pero no es exactamente eso a lo que yo me refería.

Hay un nivel de existencia material, el propio, y otro de existencia que nos transciende, el cómo existimos para los otros (que, insisto, no tiene porqué influirte en tu modo de ser necesariamente, pues a veces ni sabemos como nos conciben, me remito de nuevo al ejemplo de un chino desde china como conciba a un español).

Así lo veo yo, al menos. Es un tema interesante para prolongarnos, la verdad. Un saludo, Neo.

Neo dijo...

Es complicado saber lo que uno es, pero creo que debe ser el camino a recorrer.
Estoy de acuerdo en que si uno cree que es ciertos recuerdos, ciertas ideas pasadas o que le influye cómo le piensan los demás, entonces así será.
Yo creo que la clave es ir a la esencia, que es algo más sencillo, y sobre todo, real, aquí y ahora.
Salud!

pcbcarp dijo...

Independientemente de la realidad, nos piensan, ergo existimos para quien nos piensa. Toma ya profundidad...

Canichu, el espía del bar dijo...

NEO: interesante conversación contigo, bienvenido, repito.

PCBCARP: pues eso es parte de lo que digo. Un saludo y feliz año.