martes, enero 16, 2018

NOTICIA 1766ª DESDE EL BAR: LA NUEVA ESTATUA DE ALCALÁ

El pasado sábado 13 de enero el obispado de Alcalá de Henares inauguró dentro de las propiedades de la Catedral Iglesia Magistral de los Santos Niños una nueva estatua para la ciudad. Se trata del Cardenal Cisneros caminando junto a los Santos Niños Justo y Pastor, que portan una maqueta de la Iglesia Magistral. La estatua fue anunciada en 2017 dentro de los actos de conmemoración de los quinientos años desde la muerte de Cisneros, y una pequeña estatuilla a modo de figura previa se pudo ver dentro de la catedral. Ya está realizada, con dinero del obispado y quienes hayan querido hacer donaciones, ya que también se pidieron. Su autor es Pedro Requejo Novoa, que en 2005 ya había aportado a la ciudad tanto la estatua de Quijote y Sancho en la Calle Mayor, como la estatua de Juan Pablo II en el que fuera el Parque de los Sentidos, hoy Parque de Juan Pablo II. Dream Alcalá aportó un reportaje sobre él en 2015, aunque Wikipedia nos da muchos datos sobre su obra y trayectoria. El autor ya había trabajado en 2012 para la Catedral Iglesia Magistral de los Santos Niños, creando un portacirios.

La estatua se ha situado en el espacio empedrado previo a la entrada principal de la iglesia, dentro del vallado que delimita el terreno propio de la catedral. Justo debajo de ese enlosado sobre el que se ha colocado la peana con la estatua se sabe por documentación, textos y por una excavación arqueológica que hubo no hará más de diez años, no sé siquiera si llegará a esa cifra de años, que se encuentran los restos de lo que fue la base de la parroquia-iglesia original de la Edad Media sobre la que a partir del siglo XV se comenzaría a levantar la iglesia magistral de estilo neogótico o gótico flamígero o gótico isabelino, gracias a impulsos como el del arzobispo Carrillo o el de Cisneros. La estatua está a tamaño real de lo que sería el tamaño de humanos de nuestra época, el siglo XXI (no hay que olvidar que los personajes representados son de siglos pasados en el que la estatura media de las personas era más baja que la actual). Es de bronce y figurativa. Ahora bien, recoge los anacronismos propios del Arte de otros siglos. El cardenal Cisneros vivió entre los siglos XV y XVI, con los Reyes Católicos, mientras que Justo y Pastor vivieron en el siglo IV, durante el Imperio Romano. Portan en la mano una maqueta de la Iglesia Magistral, que no es exactamente igual que la auténtica que se construyó, pero que en realidad responde a un arte medieval y modernista que reflejaba una realidad precisamente de la Edad Media y de la Edad Moderna: la presentación de una maqueta de iglesia, catedral, castillo, etcétera de un Señor a otro Señor, por el cual se representaba simbólicamente que se le daba y otorgaba tal título de lo que correspondiese (eclesiástico o nobiliario), o bien poderes, o bien el lugar. La maqueta podía ser incluso de pueblos, y a veces eran objetos simbólicos (de ahí las varas de gobierno de los alcaldes, por ejemplo, o los cetros de los reyes). No quiere decir esto que la estatua esté fuera de época o desentonando. La realidad es que corresponde bien al conjunto al que va a estar desde ahora: una catedral de hace quinientos años, que tuvo un origen previo de parroquia-iglesia de muchos más siglos atrás. Me parece lógico  que la estatua se ajuste a una temática simbólica de siglos atrás, con un esquema representativo de esos siglos atrás, a pesar de que la actualidad sea el siglo XXI. No desentona por donde se ubica y por la tradición cultural de la institución que la alberga, que suele ser una tradición conservadora.

Los personajes se ubican casi a ras de suelo, como caminando entre nosotros, igual que Quijote y Sancho estan sentados en un banco normal y corriente de la Calle Mayor. Eso junto a los rasgos realistas de las personas representadas acerca a la obra a un concepto más del siglo XX y XXI donde el Arte no es algo distanciado de la sociedad, sino que se integra en ella y juega con ella, dando a entender el homenaje a personajes que podrían estar ahí mismo y que de hecho lo están pues su existencia real alteró nuestra realidad. Este tipo de estatuas se pueden ver en otros lugares como Madrid en diversas calles dedicadas a personajes anónimos con oficios de toda la vida, Salamanca en sus plazas, Guadalajara delante del Palacio del Infantado o Segovia en su plaza principal, por ejemplo. Son accesibles a la cotidaneidad. Acercan lo histórico al pie de calle. 

Siendo el año pasado el quinto centenario de la muerte de Cisneros, ya el ayuntamiento, no el obispado como ahora, había hecho su homenaje a Cisneros con un mural en la Calle Mayor, el cual pintó Zaida Escobar (Noticia 1709ª).

Si es por estatuas, quizá le falta a la ciudad alguna más de personajes que no son precisamente de la Edad Moderna, pero esta, teniendo en cuenta su sentido religioso, quien la paga y donde se ubica, no me disgusta como estatua nueva para Alcalá, a pesar de que eche en falta otro tipo de representaciones, si bien es cierto que las arcas municipales (de donde no ha salido esta estatua) no están ahora mismo para estatuas. Bien venida sea, y hay que reconocer que Pedro Requejo Novoa ya tiene tres aportaciones públicas al embellecimiento de Alcalá como para pensarse algún día ponerle una calle o una exposición completa.

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