lunes, marzo 28, 2016

NOTICIA 1582ª DESDE EL BAR: LA DULCE HARLEY

Desde mediados de febrero pasado hay a la entrada del distrito II de Alcalá de Henares un bar de hard rock y heavy ocupando el local esquinero que antiguamente fue el Formentera, un local donde se servían bocadillos a ritmo de músicas variadas y que, en sus últimas épocas, creo recordar que llamado brevemente Fashion, desvarió entre conciertos no muy afortunados de público, exceso de iluminación y una música latinoamericana que desconcertaba a todos aquellos que iban a aquel antiguo bar acostumbrado a otros ritmos y que, también hay que decirlo, en un pasado aún más lejano, era foco de diversas peleas y altercados. De eso hace años. Muchos lo recordarán como el bar que estaba enfrente de la peña de Los Jardineros, en el antiguo cine de verano, durante ferias. Como sea, esas épocas quedan relativamente lejanas, usando de memoria, y quizá me falle, lo más cercano de ver ese local abierto en sus peores horas debió ser justo cuando estalló la crisis económica en 2008 o al año siguiente en 2009. Puede ser. Fácilmente. 

Para más señas está a la entrada de la barriada del Polígono Puerta de Madrid-El Juncal, mi barriada, popularmente conocida como "El Lianchi" (que ya he dicho más de una vez que a mí no me parece un nombre despectivo en principio, salvo si se dice con intención despectiva, orgulloso de ser de una barriada de origen y ser obrero), y para precisar más datos, no muy lejano a La Puerta de Madrid y La Posada del Diablo. La dirección exacta es calle Andrés Saborit, número 10, ya sabéis que Saborit fue uno de los pioneros y fundadores del PSOE a comienzos del siglo XX y que nació en Alcalá de Henares, aunque no en esa calle con su nombre. El local, que está en un edificio donde sólo está él haciendo esquina, se ve flanqueado por dos carreteras y a uno de sus lados tiene un parque que no tiene nombre, aunque aquí todos lo llamamos o "el Parque del Lianchi" o "el Parque del Telepizza", porque hubo un Telepizza ya inexistente desde hace uno o dos años. Y cuidado, porque al otro lado del parque la carretera que lleva a los coches en dirección contraria al sentido de Andres Saborit, es otra calle, es Demetrio Ducar. Es una peculiaridad de esta zona de la ciudad que me llama la atención, pero es real. 

La cosa es que han abierto un bar de hard rock y heavy en ese local, como he dicho, pero también de moteros, especialmente amantes de las motos Harley-Davidson. El bar se llama Taberna la Dulce Harley. Abrieron a mediados de febrero pasado, sobre el 14 o el 17, no lo tengo claro. Yo, yendo a mi casa o viniendo de ella, ya lo había visto varias veces, quería entrar pero aún no lo había hecho. Lo hice el pasado sábado 26 de marzo, aprovechando un concierto acústico de El Flecha con Javier Puente a la percusión. No se trata de un bar nuevo, como anunciaron en su día varios medios de comunicación locales. Esta taberna ya existía previamente en la calle Ánimas, número 1. Lo que han hecho al mudarse es, como dicen ellos, crecer, adquirir un local con mayor capacidad de público y de posibilidades. Con el local tienen un escenario de espectáculos, con camerino incluido, al cual ya le están sacando partido con varios conciertos. No sé cómo pagan a los músicos, pero desde luego es amplio para público y el escenario no está mal dotado, la acústica, además, tampoco está muy mal, aunque es cierto que en el concierto del otro día la parte posterior del bar no dio su mejor rendimiento a costa de que no todos los altavoces funcionaban a la misma potencia, me parece, y atrás no se oía todo lo bien que se oía cerca del escenario, por donde permanecí. Ese es un detalle solventable en próximos eventos. En el tema de la iluminación es cierto que seguía habiendo mucha, pero eso también es una nimiedad solventable. El bar, siendo de moteros, tiene por ventaja el tener accesibilidad fácil desde la entrada por carretera desde Madrid, más o menos bien ubicado para entrar al centro de la ciudad y con espacio para dejar aparcadas las motos a la entrada del local, salvo que las autoridades digan lo contrario. Pero no os quedéis con que sólo es de moteros, yo no tengo moto, ni visto de cuero negro, pero soy apasionado del rock y el hard rock, y el heavy fue uno de los géneros que escuché bastante de adolescente y al que no hago ascos hoy día, para mí este bar me resultó un buen acierto conocerlo. Pienso pisarlo, aunque no sé con qué frecuencia me lo podré permitir, a pesar de que sus precios son normales, es cuestión de mi economía personal. La taberna ni es cara, ni es barata, es de precios normales, asequibles, para decirlo claro.

Aunque bien es cierto que aquel mismo sábado por la noche fui más tarde a otro bar de rock normal y corriente, de tamaño más bien pequeño, con un cartel que dice que tiene aforo de 40 personas, más o menos, que además es de los bares que le dan vida nocturna a esta ciudad, asistí como a la 1:30 a.m., entraron dos policías municipales, le pidieron todo tipo de papeles a uno de los dueños (amigo mío, por otra parte) y terminaron poniéndole una multa con el razonamiento de que debe tener una persona de portero en la puerta. ¿Le van a poner una multa a todos los bares de Alcalá por no tener porteros? Lo dudo. Sinceramente, creo que en esta ciudad se sigue poniendo zancadillas a los que dan este tipo de cultura popular musical y luego se llora por los periódicos y las campañas electorales sobre que no hay vida universitaria. En fin. Indignante. Mi apoyo a este bar y a mi amigo, que sabe quién es y no quiero ponerle por aquí por no agravarle la situación, y mi evidenciación de las contradicciones del ayuntamiento en estos asuntos... Multa por no tener un puerta en un bar normal y corriente más bien pequeño... en fin... indignado. Es más, pienso que los empresarios de hostelería de esta ciudad, los que animan la ciudad con música y cuestiones culturales, si quisieran y pudieran, debieran hablar entre ellos y plantarse en una huelga hostelera sin abrir en alguna de las fechas en las que el ayuntamiento desee contar con ellos porque sea día de Cervantes, Noche en Blanco o lo que toque. Llevo años viendo como les zancadillean sin importar el color del gobierno local y luego viendo cómo los políticos que controlan esa policía municipal y esa política recaudatoria a toda costa con la más mínima y peregrina excusa se quejan en los periódicos de la falta de este tipo de cultura en la ciudad. Tantas zancadillas al sector quizá debiera tener una respuesta conjunta y hacerle ver al ayuntamiento que tantos impedimentos a modo multa y amenaza de cierre por multas, o de creación de normativas que impiden abrir estos negocios, no son viables si se quiere hacer una ciudad con oferta de ocio y oferta cultural plural de verdad.

En fin, como sea, disfrutad de La Dulce Harley. A mí el sitio no me ha disgustado. Me ha gustado. Saludos y que la cerveza os acompañe.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda, una acertada opción, para los fines de semana, los amantes de rock y las motos... Que más puedo pedir!! me encanta!!
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Anónimo dijo...

Yo, como músico, tengo que decir que el trato hacia la profesión es exquisito y el ambiente no puede ser mejor. Sin duda, un acierto enorme abrir un local así en Alcala.¡YA ERA HORA!