sábado, mayo 09, 2015

NOTICIA 1481ª DESDE EL BAR: ¡A POR LAS BRAVAS, DELTOYA!

Hace mucho tiempo que no escribo de bares y la verdad es que hay un par de novedades interesantes por Alcalá de Henares y una novedad a punto de empezar el 22 de este mes de mayo, El Laboratorio, pero de ese ya hablaremos cuando toque. Empecemos con El Deltoya Music Bar, conocido más simplemente por El Deltoya, cuyo nombre homenajea a la canción de punk-rock de Extremoduro llamada así (para los más calmados, desgloso el nombre: "del-todo-ya", viene de los versos que Robe Iniesta canta y dicen: "¡estoy jarto de aguantar, / estoy harto deltoya, / deltoya,  / deltoyaaa!"). Este bar tiene bastante de La Chata, del que en cierto modo, visto desde fuera de su entorno más cercano, se podría decir que es como su padrino, pues los dueños del Deltoya fueron camareros en La Chata. Pero de La Chata ya hablamos mucho varias veces, por ejemplo en la Noticia 1087ª, cuando os hablé de su nueva ubicación, donde aún sigue. El Deltoya además comparte en cierto modo clientela no sólo con La Chata, sino también con La Gatera (recordar la Noticia 1232ª), de hecho ahora mismo uno y otro están al lado, sólo hay que torcer la esquina. Con este panorama nos podemos hacer una idea que el tipo de música del Deltoya es el rock, es el punk, es el hard rock, pero también es el blues y otros estilos afines si se tercia y dependiendo del momento. Es un bar de cervezas y copas nocturno, pero también abre por las tardes, y los fines de semana incluso al mediodía para aprovechar la cada vez más retrasada hora del vermut. ¿Alguien recuerda cuando la hora del vermut era esa hora más o menos entre las 12:00 y las 13:00 horas y era algo que se tomaba para socializar antes de ir a comer (porque en Alcalá cada vez se hace más generalmente hacia las 14:00 horas y parece un evento para comer, socializando, sí, pero para comer "frugal" y etílicamente)? La cosa es que el Deltoya debió abrir hacia octubre del año pasado, 2014, si me equivoco es por un mes arriba o un mes abajo. Está en la calle Emperador Fernando, nº 2, que es esa calle que en linea recta empalma con otras dos calles, siendo más conocida como Rico Homme, que sería su tramo final (geografía urbana básica: los comienzos de calle son los extremos más próximos al centro urbano, en teoría). Aunque es un bar de rock y copas también aquí se pone algo de picar, no una tapa, no nos confundamos, sino un pincho, que en caso de un abundante público se ponen para compartir. Son pinchos elaborados, habiendo llegado a poner incluso comida vegana, aunque en general ponen diversidad y con clase, no son los pinchos obvios de muchos sitios, salvo los clásicos si les da por poner clásicos, como puedan ser los tacos de tortilla española. Obviamente por la noche ya no hay pinchos, simplemente es ya plenamente un bar de música. 

Dicho todo esto, lo interesante de este bar es que ahora mismo probablemente sea el bar más innovador y puntero en cuanto a apoyo a la Cultura se hace desde los bares en esta ciudad. Por supuesto están abiertos a celebrar los clásicos conciertos y exposiciones de pintura o fotografía, pero han ido más allá. Abren todos los días de la semana, menos los lunes, creo, y dependiendo del día de la semana especializan la actividad más conveniente. Si las exposiciones son temporales y están permanentes en el bar y si los conciertos se reservan para la hora del vermut de sábados y domingos, ¿qué hay el resto de lo semana? Ahí está lo interesante por innovador y por presentarse como el espacio de hostelería más atrevido de la ciudad. Esta gente ha celebrado obras de teatro independiente con compañías independientes, recitales de poesía, una de ellas incluyendo un cancionero de romances castellanos, conferencias de Ciencias puras adaptadas para divulgar la información y sea asimilable por los que menos sabemos de Ciencia, planean en breve dar otras de  Filosofía y Literatura, etcétera. Pero además, en su corta vida ya en el 2015 encontramos que los artistas locales han elegido a título particular y con sus medios, yo entre ellos, este bar para celebrar la celebración de actos como fueron la inauguración de la exposición de pintura 12 Platos de carne, de la Casa de la Entrevista, o el encuentro de poetas complutenses del pasado 21 de marzo en la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica. Así que es un lugar que apunta maneras y que personalmente creo que ahora mismo es una de las propuestas más interesantes en cuanto a lo que la unión de bares y Cultura se refiere en Alcalá, pero probablemente también como algo bastante como común incluso entre otras ciudades grandes de España en estos momentos. Le mando mis mejores deseos de perpetuación y de éxito.

A mí me parece siempre una buena apuesta llevar al bar todos estos temas como nuevo foro de esta sociedad, pues muchas de las cuestiones más interesantes que se están produciendo en nuestros días está imbuida de barras de bar de por medio como lugar de encuentro y reencuentro. Yo vengo colaborando con bares desde hace muchos años ya. La gran mayoría de mis recitales han sido en bares, no todos, pero sí muchos, algunos de los más memorables ahora mismo. Preanuncio ahora mismo por aquí, aprovecho esta entrada, para decir que de momento con el Deltoya tenemos apalabrado ya que daré una conferencia de Historia muy particular, cuyo día, asunto y hora se anunciará a su debido tiempo por los foros del bar y por este blog. Cuando ellos lo estimen mejor. Y estamos en trámites de algo de poesía. Todos los eventos que hace el Deltoya, estos y todos los demás, son de entrada gratuita, aunque el que vaya debe recordar que está en un bar y es deseable que se consuma, pues no deja de ser un negocio del que los dueños deben poder vivir para pagar su casa, su comida, sus facturas, sus cosas.


El otro bar que me parece interesante es un bar propiamente de tapas y también es restaurante. No sé si habrá cumplido ya un año o estará a punto. Fue premiado por su tapa de patatas a la brava en 2014. Se llama, quizá porque sabían que eran un caballo ganador al presentarlas, Mesón por las Bravas. Está ubicado en la Calle Vaqueras, nº 1, justo detrás del Black & Clover y del que fue La Vaca Flaca. Quien vaya a este lugar buscando cantidad de comida se equivoca. Quien vaya creyendo que no habrá casi nada en el plato se equivoca también. Es una tapa, no es un pincho, pero tiene la cantidad necesaria, ni mucho ni poco. Lo mejor que tiene es su calidad. Este lugar, junto al Gato de Tres Patas de Ronda de Pescadería, se ha transformado para mí en el otro bar de tapas de calidad imprescindibles de la ciudad si quieres ir a comer tapas con calidad y de la mano de gente que sabes que está cocinando porque su pasión es la cocina, o sea que se les nota que son cocineros profesionales pero sobre todo vocacionales, eso es importante. Me gusta su curioso detalle de que sus bandejas sean piedras planas de pizarra, me gusta el modo como han redecorado el local, pues antes era el bar llamado La Vaquería, que estaba bien, pero ahora le ha dado una vuelta de tuerca que lo ha dejado impresionante. Los dueños además son muy simpáticos y receptivos. Los precios son ligeramente más baratos que el resto de bares del centro de la ciudad. Al no estar en el epicentro turístico hace que la clientela sea preferentemente alcalaína y eso se nota también mucho a la hora de crear un ambiente diferente al enrarecido por un turismo que sólo va a comer y punto. Además, si se quiere hacer un poco de ruta, está doblando la esquina con el Fogón de Amós de la calle Rico Homme, que es un fogón clásico ya en las tapas complutenses. Pero el Mesón por las Bravas cuenta además con un patio interior, pequeño, pero importante para pasar una tarde tranquila. La calle Vaqueras, lo he dicho muchas veces, era la calle por donde la gente del siglo XIX y buena parte del siglo XX, no sé si en otras épocas también, llevaban a sus vacas a la vaquería para sacar leche y estas cosas para las que se usaban las vaquerías. Esas vaquerías son hoy los locales que ocupan el Kebab, la antigua Vaca Flaca y el Black & Clover. Además, la casa preciosa con enrejado y jardín y un escudo nobiliar del siglo XVI o XVII y una puerta con dos macetas de barro que hizo El Lali, el último alfarero artesanal de Alcalá en activo hasta su relativa reciente muerte, era la casa del veterinario. Hacia el otro extremo, donde se va a abrir El Laboratorio, en la otra punta de la calle, se empalma con la Ronda de Pescadería, que es donde estaba el antiguo matadero municipal, hoy sede de las casas regionales, pero también fue al menos entre el siglo XIX y el XX, lo sabemos por documentación municipal, estaba también el lugar donde se recogía el estiércol de manera común para abonar campos de cultivo. Todo eso está perdido. Como sea, la casa que ocupa el Mesón por las Bravas estaba en esa calle, en ese tramos, y no sería raro que donde hoy hay un patio en otra época hubiera un corral con vacas. Sea como sea, muy lejos de esas épocas en cuanto a los usos actuales, este bar es un bar con clase y para mí hace tándem digno con El Gato de Tres Patas como bares de tapas de Alcalá de Henares con personalidad y carácter propio.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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