En el río amanece y anochece mientras las riberas están selladas por la selva, tan verde como oscura. En mi canoa puedo remolonear y perderme por los recovecos del agua entre la vida, que me rodea, y aúlla y silba, que gruñe, que ruje, que me acecha, que se me esconde, o que viene a sacarme mi sangre, pero el río, que se ensancha, sólo tiene un camino fijo.
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Puesta de sol en Rio Gigante, publicada en la revista "Fotos", el 7 de diciembre de 1940. Se puede encontrar en el Archivo General de la Administración (AGA) con la signatura: Prensa Gráfica,AGA,F01678,sobre01.
Esta postal fue enviada a Catalina Perazzo, amiga personal que ya había aparecido en el capítulo final de "Balada Triste de una Dama". Aunque la conozco de algunos años siempre pensé que era una española que tendría un antespasado italiano, pero la realidad es que es una argentina con un antepasado italiano, cosa que supe hace menos de un mes en el bar donde nos conocimos hace (lo repito) algunos años, La Vaca Flaca.
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