sábado, agosto 25, 2007

NOTICIA 317ª DESDE EL BAR: EL INFORME LA RUTA DE LA SEDA ANTES DE LA EDAD MEDIA (1)

Hacía muchos meses que este espía no reportaba al Alto Mando de Espionaje de Bares un informe largo de Historia. Como me apetecía hacerlo y me gusta difundir conocimientos, intentar ayudar a comprender o a deleitar, aquí inicio una serie nueva de informes que nos ocuparan las próximas cinco o seis noticias de este blog. Ya hablamos en el pasado de las relaciones entre España y Marruecos, Frank Hornby, Frank Cappa (del que no comenté su periodo periodístico en China), el sandinismo en unas cinco entregas, el exilio español de 1939, el rock en España en dos informes seguidos, el Barón Rojo, y otras tantas cosas, puesto que de las trescientas diecisiete noticias que he reportado al Alto Mando, cien son informes de Historia (con este ciento uno). Como en aquellas ocasiones, le digo a quien no conozca esta faceta del blog que normalmente expongo una parte corta comentando algo que no tiene porqué ver con el informe de Historia y luego el informe de Historia, para que así el lector elija lo que desea leer, si las noticias habituales o el informe de Historia, o ambas partes. Es muy largo, pero ya sois mayores para elegir si leerlo en la pantalla o imprimido en papel o no leerlo, en todo caso espero que quien lo lea sea porque le interese el tema y quiera saber que puedo aportarle yo con lo que le escribo. Asíque esta vez tratemos sobre La Ruta de la Seda, es un antiguo trabajo universitario al que he quitado partes para mostrároslo. Empezaremos con las relaciones políticas de la época y luego, en las cuatro o cinco entregas restantes veremos el comercio, los artistas, los peregrinos, las religiones... Un saludo y que la cerveza os acompañe.


EL INFORME: LA RUTA DE LA SEDA ANTES DE LA EDAD MEDIA (1)


1. INTRODUCCIÓN:

Las relaciones entre la India y otras zonas del planeta han sido muy estudiadas en relación a occidente a causa de su situación estratégica comercialmente. Tenemos bastante información de fuentes romanas y bizantinas, sin embargo existen otras fuentes provenientes de China ya no tan conocidas en nuestra área geográfica occidental. Forzosamente, un territorio llamado a ser el intermediario entre productos de los dos imperios más alejados territorialmente, en una misma masa de tierra emergente, debía tener relaciones e intercambios por ambas partes. Mi trabajo tratará de analizar cuáles eran esas relaciones entre India y China desde un punto de vista amplio. Quiero reiterar que este trabajo sólo se preocupará de las relaciones indo-chinas, por lo que no profundizará en las relaciones con el Imperio Parto o el Romano, pese a que estos puedan ser forzosamente mencionados o utilizados. Creo que las influencias y contactos con persas, griegos, partos, romanos y mundo egipcio, ya han sido y están siendo suficientemente trabajados, tanto que está algo descompensado con el tema del que yo voy a tratar, el cual, redundo en ello, ha sido muy marginado, quizá por falta de fuentes de consulta por nuestra parte.

No describiré la geografía de ninguna de las zonas implicadas, dando por enterado al lector de los lugares que mencione por medio de los mapas que pueda encontrar en google, en todo caso la mayoría son lugares que se conocen en la cultura general básica. Aquí expongo el mapa de la ruta de la seda que más nos interesa, puesto que la ruta más conocida es por tierra, al norte, y a partir del viaje de Marco Polo en la Edad Media, sobre el siglo XIII, si no me equivoco, y nosotros no trataremos esa época, sino la época antigua, antes de Marco Polo y lo que vino tras él. Es útil ver esta dirección y esta otra y aún esta otra más. Sí que señalaré aquí que mis menciones de occidente y oriente a lo largo del trabajo se referirán siempre al occidente y al oriente de India, y no a lo que tradicionalmente se entiende con exactitud por esos términos.

En cuanto a la cronología nos enfrentamos a la situación de centrarnos entre los dos primeros siglos antes de Cristo y los dos posteriores, mencionando algo de los siglos siguientes, los cuales no han podido ser más estudiados por mí. Como sea, nuestro máximo estará en el siglo VII después de Cristo, sin entrar nunca en la llegada de los musulmanes (como viajeros en aquellas épocas, aunque más fluidamente a partir del siglo VIII). Aunque no me cabe duda de que las relaciones entre India y China debieron crecer en torno a esos años, "ajenos” a la caída de la zona occidental del Imperio Romano. Y no me cabe duda debido a que las mayores entradas de nombres chinos viajando por India, la gran mayoría de ellos por motivos religiosos, las he hallado entre los siglos V y VII d.C.. Así que se podría decir que mi trabajo casi se dedica a estudiar el comienzo de las relaciones indo-chinas.

2. RELACIONES POLÍTICAS.

Esta clase de relaciones, por una cuestión geográfica en cuanto a lugares de paso comercial y de valles fértiles, se darían en el norte de lo que se entiende por la India antigua. En las primeras épocas de protohistoria india no parece existir ningún contacto con los pueblos chinos. De hecho se tiene constancia de una relación político-histórica más temprana entre India y occidente que entre India y oriente.

Resumiendo un poco la historia previa a contactos plenos con China, la India había sufrido una serie de oleadas o invasiones de pueblos occidentales. De hecho, se hallaban muy relacionados con las civilizaciones del Tigris y el Éufrates, en Persia. El mismo Imperio Persa llegó a tener satrapías en territorio indio, pasando incluso el río Indo, o al menos eso muestran algunos mapas antiguos.

La conquista de Alejandro Magno de ese Imperio Persa le llevó a marcar la frontera más oriental de su nuevo imperio en el mismísimo río Indo. La leyenda cuenta que lloró en ese punto pues ya no había más mundos que conquistar, pese a que esto puede quedar en simple leyenda, pues se sabe que conocía el nombre de una ciudad más allá llamada Kashgar. Además, Chandragupta, un pastor que conoce en aquellas tierras, le habla de atravesar un desierto que le llevará a otras tierras más ricas, probablemente se refería a las del Ganges. Las tropas de Alejandro se encontraban cansadas y deseaban volver a casa. Así pues, allí funda una nueva Alejandría, aún sin encontrar, y manda una expedición marítima por el Indo que bordease la costa para encontrarse con las tropas de tierra mucho más lejos, ya hacia casa, en Susa. Esta expedición la lideraba Nearco, pero no entra dentro de este trabajo.

Chandragupta tomó nota de su servicio con Alejandro Magno y logró la independencia del territorio indio de los griegos, unificando posteriormente el territorio indio y centralizando el poder y administración. Este es el comienzo del Imperio Maurya, el cual tomaba las tierras de Magadha, Punjab, el Indo, el Ganges y hasta el territorio del golfo de Bengala. Esto ocurría a partir del 323 a.C., fecha de la muerte de Alejandro. Durante el reinado de este Rey, el jainismo y el budismo prosperaron, lo que, como veremos más adelante en el caso del budismo, será relevante como exportación a China. Fue esta una época de esplendor donde se incentivaron los productos indios, artesanales o de producción agrícola. Lo que incentivó el comercio con Grecia y con China. Parece ser que este fue un primer comercio no muy desarrollado de la seda china a través de India a cambio de productos indios para China. Esta seda llegaría a los puertos egipcios posteriormente.

Estos contactos no debieron ser, a mi juicio, muy fluidos o planificados desde el estado, al menos desde el estado Tsin (China). Bien es cierto que el estado Maurya tenía un gran desarrollo y unidad, pero el territorio chino era un conjunto de estados independientes por aquel entonces. Estos estados se veían en guerras y conflictos, cuando no asediados por los saqueos de los pueblos del norte (los hunos). La unidad estatal china vendría entre los años 246 y 210 a.C., años del reinado de Huang Ti, el primer emperador chino que unificó y centralizó un Imperio Chino (Imperio Tsin). Este emperador haría algo clave en la historia china que quizá influyó en la India, la construcción de la Gran Muralla China para protegerse de los hunos, que venían de Mongolia. Tal vez influyó en la historia india debido a que los hunos debieron desplazar sus ataques y atacarían a otro pueblo significativo para India, proveniente de China. Sea como sea, debido a esta situación de inestabilidad y de posterior organización del estado se hace difícil creer en unos intercambios comerciales estatales India-China, aunque sí que se pudieron dar a un nivel no dirigido por la política. En este sentido el historiador M.G. Raschke habla de la llegada de la seda a occidente a causa de los intercambios de los nómadas en las estepas entre los siglos IX y VIII a. C.. Estos nómadas habrían llegado a tener jerarcas que deseaban diferenciarse con determinados objetos comerciales o suntuarios. Los bienes adquiridos entre India y China en esos siglos a los que él retrasa el contacto, y que yo también aplicaría como última etapa de ese modelo que propone a estos años del Imperio Maurya y la formación de China, no serían bienes de comercio sino botín de guerra, impuestos a los pueblos sometidos, regalos de boda, trueque intertribal o intercambio de presentes. Y todo esto se aceleraría con la intervención de los ataques de los hunos, cosa que Raschke no señala. Los productos simplemente se desparramarían por diferentes zonas, al no seguir un plan comercial dirigido previamente. Retomando la historia de unificación de China, esta se puede dar por unificada en el 210 a.C., pero su consolidación y esplendor vendrá con la dinastía Han, que imperará del 202 a.C. al 220 d.C., que es el periodo que más nos interesa en este trabajo. Es ahí donde yo sí situaría mejor el contacto indo-chino de una manera plena, ya que ambos estados estarán formados.

Aunque es ahora cuando hay que retomar la historia interna de India, pues ese contacto con China no será precisamente con el Imperio Maurya. Este imperio acabó en el 184 a. C., cuando murió el último emperador maurya asesinado por un brahmán. El país volvió a la situación de los rajás independientes. El noroeste indio, unido a otras regiones no propiamente indias (más bien afganas, y en política actual incluso pakistaníes), cayeron en manos de los griegos, los partos y los escitas, sucesivamente. Estas regiones eran (en nombres generales más importantes): Bactriana, Sogdiana, Margiana, Kapika (en la cuenca de Kabul), Punjab, Gandhara y Peshawar (Kabul inferior). Pero a esa situación de inestabilidad pondría fin un pueblo venido de China empujados y desplazados de su territorio por los hunos. Unificarían esas regiones de nuevo y conquistarían todo el valle del Indo y alguna región más, dando un imperio estable que creará unos buenos lazos de relación con China, en el sentido de que ahora sí que serán unas relaciones más o menos estables. Este sería el Imperio Kushan, cuyo avance por tierra indias no será definitivo hasta el primer siglo de la era cristiana.

Este pueblo exiliado en cuestión eran los Yu Che o Yueh-Chih, llamados por los griegos los Tokarios. Conquistaron la región dejándola bajo su control y pasando a ser los griegos de allí los yavana. Debido a su origen chino y a que fue con ellos con los que nacieron las fructíferas relaciones indo-chinas, por razones obvias (conocían los territorios orientales y lo que había en ellos, pues eran originarios de allí), nos detendremos con esta etapa. Los Yu Che vivían en el noroeste de China como pueblo nómada. Huang Ti en su deseo de unificar China no les deseaba en el territorio pues su carácter nómada era un incordio para la unificación. A la vez se veían acosados por los múltiples ataques que recibieron de los hunos, tal vez llevados a atacar en esa zona a causa de la Gran Muralla. Esas fueron las causas que les llevaron a emigrar hacia el oeste y llegar hasta las regiones mencionadas. La misma capital china había sido atacada por los hunos en 167 a.C., en el 165 los Yu Che fueron fuertemente derrotados por los hunos aún en China, por eso llegan a Ferghaná (Afganistán) en 160. Allí comenzaron las luchas por dominar esas regiones, las cuales, como se ve, fueron luchas más bien de supervivencia que de conquista, al necesitar un espacio donde asentarse. Hacia el 140 habían conquistado Sogdiana y Bactriana y se habían asentado en Kabul y Punjab. En esta situación comienza la nueva etapa de relación entre China e India.

China aún sufría los ataques de los hunos, por los que su nuevo emperador, Wu Ti (quien asentó la dinastía Han), mandó en el 138 a un embajador a los Yu Che, se llamaba Chang Chien. Este personaje fue hecho prisionero por los hunos hasta el 128, año en el que logró ser liberado y llegar a territorio Yu Che. Se sorprendió de que Tsin (China) fuera recordada y que los gobernantes desearan establecer relaciones. Lo que de momento nos indica que aún no había relaciones a nivel estatal y viene a confirmar lo que Raschke y yo decíamos más atrás. Chang Chien regresó a China en el 126 llevando únicamente la vid y la alfalfa, y ningún compromiso de ayuda militar. Wu Ti infringió derrotas a los hunos por su cuenta y conquistó el viejo territorio chino de los Yu Che, el Kan su. Aumentó la Gran Muralla y expandió el territorio chino por el noroeste llegando al lago y región de Lob Nor, al norte de Tibet, la cual era una posición muy avanzada hacia el territorio donde se establecieron los Yu Che en India y Afganistán. Wu Ti deseaba acabar con los hunos del todo y para eso necesitaba renovar su caballería, por lo que hizo caso a Chang Chien de lo que le contó de los caballos de los Yu Che. Así pues, hubo más embajadas chinas en la India de los Yu Che, pero estas no obtuvieron respuesta, por lo que Wu Ti se enfureció y mandó al ejército contra ese territorio. Fue un acto de soberbia, pues la mayor parte murió intentando atravesar el desierto del Gobi, el resto lo hizo derrotado por los Yu Che. Esto no quitó que Wu Ti mandara un segundo ejército, este sí derrotó a esta gente que eran los nuevos dirigentes de India del noroeste. China se llevó miles de caballos. Todo esto ocurrió en el 102 a.C..

Tras esta etapa de guerra se abrió un floreciente periodo de buenas relaciones comerciales que abrieron múltiples puertas y posibilidades entre India y China. China empezó a exportar seda, pese a la amenaza de los hunos. Sabían la importancia que tenía esa clase de relaciones de cara al futuro. Así que hubo otras muchas embajadas, pero esta vez de tipo comercial. Fueron estas embajadas las que abrieron la ruta de la seda que conectaría con la mismísima Roma Imperial de occidente. Una Roma que fue conocida por los Chinos y que la llamaron la Gran China (Ta Tsin). Por esta razón intentaron mandar allí embajadores, como Pan Chao. Estos embajadores debían, por fuerza, atravesar India por el reino Kushan o bordear el Indostán por mar haciendo escala en otro lugar de India: la isla de Ceilán, llamada por los romanos La Taprobana. Aunque hay que mencionar que Raschke insiste en que el carácter de la ruta de la seda no fue en absoluto dirigido y todo fue producto de intercambios entre nómadas y trashumantes. También es conveniente mencionar en este tipo de relaciones entre diplomáticas y comerciales que, durante los tres siglos que permaneció abierta la ruta de la seda sin conflictos apenas, muchos estados intermedios mandaron a sus hijos a China para que estudiaran en sus escuelas. Claro está que se habían transformado en estados vasallos y pagaban tributos, por lo que este intercambio cultural tal vez jugara el doble juego de ser también una especie de secuestro que garantizara a China la lealtad de esos lugares, simplemente para poder mantener su tránsito y comercio por allí. Tal vez en esos estados hubo alguno indio o de composición social o étnica india.

Sin adentrarnos mucho más en el comercio volvemos a la política y retrocedemos al periodo de embajadas de carácter político a India, antes del final del enfrentamiento con China. En la década del 130 al 120 a.C., los Yu Che experimentaron un cambio interno. Su estructura nómada, que se había asentado en un territorio, se componía de cinco tribus de las que se impuso una, la Kuei-shang, conocida como Kushan. Es Imperio Kushan como conocemos a esta nueva formación política india, siendo sus creadores de China. Kapika será la capital de Kushan, al norte de Kabul. Su Rey más conocido fue Kanishka, de finales del primer siglo de la era cristiana. Y sus límites irían desde la desembocadura del Indo a las fértiles llanuras del norte indio, y desde Cachemira hasta el Hindu Kush y a los montes de Pamir. Se respetaban todas las religiones y se favorecía el comercio entre occidente y oriente pues eso les daba beneficios y ventajas.

Así pues, la nueva etapa de relaciones indo-chinas se abría como una etapa de relaciones comerciales mundiales que iban desde el mundo del Mare Nostrum (el Mediterráneo) al mundo del Mar de la China. Aunque, otra vez según Raschke, esto no fue dirigido de ninguna manera si no que los productos orientales y occidentales confluían en los puertos indios, sin más. Yo no lo considero así, desde el mismo momento que me he encontrado con documentos y autores que afirman la existencia de embajadas chinas en busca de los romanos atravesando el territorio parto, o de comerciantes romanos que se hacen pasar por embajadores en tierras chinas. En este sentido un primer caso interesante aparece en una embajada de los indios en tierras del Imperio Romano para ver al emperador Augusto el año 25 a.C.. Estos llegaron hasta Tarraconensis (Hispania), que era donde se encontraba tal autoridad. Lo interesante para nuestro estudio es que en esa embajada no sólo participaron indios sino también alguno de los seres. Los seres suelen ser confundidos por los romanos con los productores de la seda (de ahí que los romanos los llamaran seres y a su país Sérica, que son palabras derivadas de la raíz latina de seda, como diremos más adelante). Lo más probable no es que se trataran de chinos si no de gente de la India que trataba con los chinos y por tanto eran ellos, a ojos de Roma, los productores de la seda. Pero sobre esto ya hablaremos más adelante. Aún con todo no está clara la participación de los seres en dicha embajada, pues no está reflejada su presencia en los escritos romanos, ni en los anales chinos. Pero sea como sea, la presencia de una embajada india en territorio romano sí que indica la presencia de relaciones comerciales entre los estados de la ruta de la seda, y por tanto entre India y China. Sobre todo siendo India vendedora de seda a Roma, cuando la seda era producida por China (Tsin o Sérica, según quien la nombre en los escritos).

Kanishka a finales del siglo primero de la era cristiana creó un reino de tolerancia, apertura de ideas y origen indoeuropeo, que llevaron al apogeo artístico y cultural, con ciertas influencias clásicas occidentales. Estas pudieron venir por el islote de cultura griega que se quedó atrapada allí, o bien por el contacto comercial. Pero durante el siglo II d.C. las rutas terrestres se enrarecieron a causa de las malas relaciones de Roma con el Imperio Persa Sasánida. Por ello el contacto de India y China empezó a tener dos rutas ambientadas. La tradicional a través de Kushan, al noroeste de India, prácticamente terrestre, pese a que se llegase allí por la desembocadura del Indo, o bordeando la península del Indostán. La costa este de India probablemente tuvo relaciones con la región de Indochina desde hacía tiempo atrás. De hecho, ya existían relaciones comerciales entre marineros chinos e indios. Los marineros indios habían estado atravesando el golfo de Bengala, el estrecho de Malaca y el Mar de la China, y así ha quedado reflejado en los anales chinos del 159 y 160 d.C.. Lo que podría ser indicativo de que esos contactos se podrían haber estado dando desde los tiempos del Imperio Maurya. Ahora la ruta de la seda tomaba por escala la isla de Ceilán (la Taprobana romana). También pudo deberse a la expansión china por dicha península indochina y la consiguiente explotación de sus productos, que no eran otros que las especias. Cierto relato cuenta la prisión por seis años de un rétor de la Tebas egipcia en Malabar y las islas Maldivas, la región de la canela (dice), hasta que fue liberado por intercesión del Rey de Taprobana. Es aquí donde se produce la aparición de falsos embajadores romanos, pues eran comerciantes, en la corte china en épocas del emperador romano Marco Antonio, pero esto será comentado más adelante.

Sí que es importante saber en este apartado de relaciones políticas saber que en el año 242 d.C. el Imperio Kushan caería en manos de Shapur I, emperador de los persas sasánidas. Después, en el siglo IV caería esa zona bajo hordas de hunos-heftalitas, turco-mongoles. Y más tarde en el siglo VII, el brahmanismo que sustituyó al budismo en la zona caería ante un islamismo que cerraría la zona a contactos con el mundo occidental.

Mientras, en Occidente, el Imperio Romano se llenaba de conflictos que le llevaron a dividirse políticamente, hasta que la zona más occidental caía bajo el dominio de los bárbaros germanos y godos. La zona más oriental pasaría a ser llamado Imperio Bizantino y aún intentaría mantener relaciones con China por medio de Egipto o por el Cáucaso. Pero su mejor comunicación sería con una entrada de embajadores indios que le darían la seda haciendo de contrabandistas en China. También esto será mejor analizado más tarde, en la parte comercial.

Queda al menos algo claro, se había cerrado una forma de relación entre India y China, pero a diferencia de un cierre prácticamente permanente, como en el caso del tráfico con Roma, este no fue un cierre total. China permaneció fuerte y asimiló a los invasores turco-mongoles, lo que les permitió restablecer una paz duradera y próspera. Las nuevas relaciones internacionales chinas también implicarán a India, sólo que ahora será con relación a Corea y Japón. Extremo Oriente se cerraba sobre sí a causa de las circunstancias acaecidas en Oriente Medio. La nueva dinastía imperial china será la de los Tang, y su capital Chang-ngan, que reunió extranjeros de gran parte del mundo, incluyendo islámicos y mongoles. Los chinos, que ahora eran budistas a causa de las relaciones que habían tenido con los indios, se transformarán en los evangelistas o misioneros budistas. Será en este ámbito en el que China modelará sus nuevas relaciones con India, pues esta región del mundo, al ser la cuna de Buda, será para ellos un lugar de peregrinación. A través de esta nueva orientación de viajes religiosos se reabrirán puertas viejas con goznes nuevos, tal como lo veo yo, ya sea en el arte, el comercio, la religión misma, la ciencia... Muchos son los nombres conservados de chinos que viajaron por India en estos siglos finales de la antigüedad y primeros de la edad media (europea al menos). Nosotros, como ya he dicho llegamos hasta el siglo VII, malamente por desgracia, ya que este siglo es el comienzo de la llegada de los islámicos a India, aunque sea en principio en número reducido, y por tanto el comienzo de otras épocas para India.

2 comentarios:

Loredana Braghetto dijo...

lo leí con interés.

Canichu, el espía del bar dijo...

has regresado a este lado de la blogosfera, lo que me alegra, y por otro lado, espero que lo leyeses porque te fuera realmente interesante, aunque la verdad es que la parete de la historia politica de la ruta de la seda puede resultar un tantol ladrillo. Un saludo y un beso.