viernes, abril 07, 2006

NOTICIA 63ª DESDE EL BAR: ELLA HA REGRESADO

No lo había superado, simplemente lo había lanzado todo a un rincón de mi cerebro, seguramente donde guardo todos los trastos extraños de mi mente. Ella, la Psicóloga del Bar ha regresado de Italia. Yo estaba por la noche en el bar La Vaca Flaca, con Acolade, que ha estado haciendo de camarero en sustitución de ella este mes y con Ildefonso (su hermano, el de ella) . Era de noche y el bar, como de costumbre en penumbra y con jazz o blues. También estaban dos italianas amigas de Acolade y un poco después llegó el dueño, el Vaquero de la Vaca. Apareció por la puerta con su ropa deportiva roja, su pelo largo negro, su voz y sus historias. No sabía que debía hacer... la última vez que nos comunicamos por Internet ya os dije que sólo quedamos como amigos, pero en pocos días después de eso volvimos a hablar, hará ya diez días de eso. Dijo que era el principio de un amigo, de una amistad... un conocido... Venga ya, nos conocemos desde el bachillerato... y aunque entonces no hablábamos mucho lo hemos hecho más que de sobra desde el verano pasado, aparte de haber ido a comer juntos, cenado juntos, bromas, conversaciones determinadas, encontrado en algún bar, compartido alguna afición... no son cosas que se hagan con conocidos simples... Sí, me gusta y se lo dije... bueno ya conocéis la historia de otros posts anteriores, no tengo porqué volverla a repetir. Cuando sólo se puede ser amigo pues sólo eso... yo tenía mis temores de su regreso porque no sé si va a ver en todo lo que hago una doble intención más allá de la amistad... no sé cómo comportarme.

Bueno, ella apareció, saludó a su hermano, saludó a todos. Me dio una palmada en el hombro... simplemente eso. Tal vez consideró que el contacto físico sería muy significativo para mí, un "ahí estoy"... pero dadas las circunstancias era insuficiente... penosamente insuficiente. La conversación la tuvo con todos, eso es cierto, pero las frases que intercambió conmigo, aunque algunas eran bromas, tenían un transfondo distante. Así lo he percibido. ¿Y Acolade? Acolade es la primera vez que veo que se queda entre semana en el bar después de sus horas de trabajo... Desplegó todos sus alardes de amabilidad al infinito. Fue el que más habló con ella... me ha dicho él hoy que se fueron todos juntos a una tienda de la familia de ella hasta las cinco de la mañana, a jugar futbolines... ¿cuándo se ha quedado tanto tiempo entre semana fuera de casa últimamente? Bueno, a lo mejor lo ha hecho... pero no conmigo al menos. Pero él tiene pareja, creo. Va, no reprocho nada... simplemente es que me veo apartado. Yo me fui pronto a casa por dos razones: falta de dinero y no querer forzar una situación estando allí.

He vuelto a tener un ataque de ansiedad esta noche... estuve llorando... luego me dio el ataque, no podía respirar, es verdad... tuve que hiperventilar. Decirme a mí mismo que me calmara... Luego, logré dormir a las tres de la mañana... pero tuve pesadillas... un torbellino, mi padre muerto, ella, Acolade, Ildefonso, una casa agobiante... me desperté a las seis y media de la mañana y ya no volví a dormir. Es la única chica que me ha ocasionado ataques de ansiedad... el primero el de la vomitona y el segundo este. Nunca los había tenido hasta que ella soltó la posibilidad de ruptura de todo lo vivido... Vale, no somos pareja, me gustas, pero no seremos pareja... ¿por qué no seguir siendo amigos como hasta ahora? No quiero ser un simple conocido... los conocidos no se conocen tanto como nos hemos comenzado a conocer ya...

La vida, la mía en particular, no hablo de otras vidas, es una puta mierda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ten paciencia con ella. La única vez que un amigo mío se interesó por mi decidí tratarlo igual que hasta ese momento y tampoco funcionó y las cosas se fueran de madre.

Así que date tiempo, dáselo a ella y que las aguas vuelvan a su cauce

MAHOG dijo...

Creeme que te entiendo, es una putada como un camión de bomberos. Conozco los ataques de ansiedad, los cambios de opinión cada cinco minutos:
-Me gusta
-Quedamos como amigos.
-Mejor no nos vemos más.
-Pero me gusta.
-Si no se puede, no nos vemos más, duele demasiado...
-Venga, quedamos como amigos...
Seguramente algo así es lo que pasa en tu cabeza durante 20 horas al día, hasta que te entran unas enormes ganas de ponerte a gritar.
Necesitas salir de casa, aunque sean las 3am de un martes y consideras seriamente la posibilidad de sacar todos tus ahorros de debajo de las piedras y comprar un billete de tren al lugar más alejado del mundo.

Lamento decirte que la cosa pinta mal, que ella no parece interesada, que tu no vas a dejar de sufrir como un cabrón y que el tiempo es lo único que logrará que se te pase la angustia.
Mientras, nosotros, desde aquí, haremos lo único que podemos hacer:
Escucharte, apoyarte y animarte.